Yo... ¿Enamorada?
Enamorarse… siempre pensé que era una pérdida de tiempo, que era algo que no es para mí, nunca me llamo la atención el amor. Tengo muchos amigos que me hablan de este sentimiento, siempre había pensado que exageraban, por eso no les hacía mucho caso, y ahora creo que debí prestarles más atención cuando me contaban esas cosas…
Mi nombre es Caroline y hasta hace unos días yo no creía en el amor, ¿Quién es el causante de que cambiara mi forma de pensar? Pues déjenme decir que no es el sino ella… hace poco comenzó un nuevo semestre, conocí mucha gente nueva pues no me había tocado con conocidos, sin embargo nadie llamo en especial mi atención como para conocerlo más y hacerme su amiga, pero no fue sino hasta después de unos días de comenzar las clases que la vi a ella. Su nombre es Alice, desde el momento que la vi ingresar en el salón sentí algo extraño, algo que nunca había sentido, no podía apartar mi vista de ella y mi estomago dio un vuelco haciéndome sentir algo desconocido, pude sentir como mi corazón comenzó a acelerarse, por un momento ella volteo en mi dirección y nuestras miradas se cruzaron, la temperatura de mi cara aumento y pude sentir como una extraña corriente recorrió mi cuerpo, en ese momento me asuste por lo que paso y agache mi mirada; ese primer día que la vi, después de presentarse frente a todos, se sentó en la primera fila, yo me encontraba, como siempre, en la última fila por lo que aunque no quisiera la podía ver bien sin que ella se diera cuenta.
Pasaron unos días después de eso, yo me seguía sintiendo igual cada vez que la veía, no entendía lo que me ocurría, intentaba no mirarla pero cuando menos me daba cuenta mi mirada no se apartaba de ella, comencé a tener mucha curiosidad e interés por ella, en el tiempo que llevábamos de clases no le había hablado y eso de alguna manera me hacía sentir… algo triste, tenía una enormes ganas de hablar con ella, cosa extraña en mi ya que casi no hablaba con los demás; en algunos momentos me vi tentada a ir a su lado y sentarme en la primera fila pero no hacía por miedo, seguía sin entender que era todo esto que sentía, sin embargo me di cuenta poco después que a pesar de no saber que me ocurría, esto que sentía se iba haciendo cada día mas fuerte.
El tiempo siguió su curso y yo seguía sin entenderme, eso me desesperaba, intente ignorar lo que sentía pero no podía conseguirlo, cada día que pasaba podía sentir como se intensificaba esto que no comprendía.
Un día ella no llego a la escuela, la angustia se apodero de mi y la preocupación se veía reflejada en mi cara, nunca antes me había preocupado tanto por alguien, algunos de mis compañeros de clase se dieron cuenta de mi estado y me preguntaban si estaba bien a lo que yo les respondía que si, a pesar de no estar con la seguridad de confirmar aquello pues ni yo sabía bien que era lo que me pasaba. Ella falto lo que retaba de la semana, lo que aumento mi preocupación, pero al ver como los demás se empezaban a dar cuenta de mi estado de ánimo lo disimulaba, intentaba no demostrar lo que sentía. El fin de semana llego y con eso mi preocupación solo se multiplico, a tal grado que no podía conciliar el sueño solo por pensar en ella y en si estaría bien.
Ese mismo fin de semana mi tía Rosa junto con mi prima Karla vinieron de visita, al instante mi prima se dio cuenta que algo no estaba del todo bien conmigo así que una vez que estuvimos las dos solas me pregunto que era lo que me ocurria; le conte todo, desde que la via ella, el como me sentía, las cosas extrañas que pensaba, mi preocupación al estar Alice ausente tanto tiempo, el como no podía comprender todo aquello que me pasaba y que me daba miedo el que esto se fuera intensificando.
-Caro… tu estas enamorada – fue lo que me dijo de manera comprensiva
Después de sus palabras no pude decir nada, yo no creía en el amor, no entendía el amor, tenía toda una maraña de pensamientos en mi mente, no podía procesar esas simples palabras que me había dicho mi prima, el resto del día me la pase en las nubes, intentando descifrarme a mí misma, intentando darle sentido alguno a las palabras de mi prima. Permanecí en ese estado todo el fin de semana, no logre encontrar la respuesta a todo lo que me preguntaba, no pude descifrar lo que sentía en realidad, y no pude darle sentido a las palabras de mi prima.
La semana comenzó de nuevo y yo a pesar de todo lo confundida que estaba no podía darme el lujo de faltar a la escuela, así que ahí me tenían sentada como siempre hasta atrás, ahora mirándola a ella que ya había ido por fin ese lunes después de faltar casi una semana completa, ella seguía sentándose hasta enfrente, quería preguntarle por que había faltado tanto pero no me atreví, mi corazón estaba acelerado de tan solo verla y eso era malo, al menos para mí.
La semana paso normal, me uní de nueva cuenta al club de música, me encanta tocar el piano y el violín, pero solo toco el violín en la escuela, nadie sabe que también toco el piano, toda la semana después de clases me quedaba en el club con algunas personas más, por lo que pude despejar mi mente por algunos ratos, sin embargo después de dejar de tocar mi mente seguía dando vueltas con lo que me había dicho mi prima, a pesar de no entenderlo del todo, yo la seguía viendo sin que se diera cuenta, me seguía sintiendo igual y creo que se estaba todavía intensificando aun mas.
Otro fin de semana llego y entonces me concentre específicamente en las palabras de mi prima, tenía que descubrir de una vez por todas la verdad, una que yo misma estaba rechazando, me la pase los dos días de descanso pensando, yo no creía en el amor, entonces por que dudaba, porque me creía “enamorada”… lo medite por horas y me di cuenta de algo, en todo este tiempo yo no le había siquiera dirijo la palabra, nunca había hablado con ella y aun así sentía todo esto, justo después de pensar eso un extraño pensamiento invadió mi mente, sentí miedo, miedo a nunca hablarle, miedo a que desapareciera sin que yo pudiera hacer algo, fue ahí cuando me di cuenta que, a pesar de nunca haber hablado con ella yo ya no la podía sacar de mi vida, sentía que ya no podía estar bien sin ella presente, y sin darme cuenta comencé a llorar.
Con todos mi temores a flote, con todas las dudas posibles fui a la escuela al día siguiente, y para mí buena o mala suerte, no estoy segura, a la primera persona que vi fue a Alice, todo lo que pensé este fin de semana se me vino a la mente y me sonroje de golpe, desvié mi mirada al suelo dirigiéndome a mi sitio, sin prestar atención a nada más. Ese dia me la pase como zombie, no preste atención a ninguna clase por lo que me regañaron varias veces durante el día, no podía pensar en nada mas, en mi mente solo estaba su imagen, los sentimientos que no quiero sean realidad y unas inmensas ganas de llorar por el miedo que sentía ante todo lo que me ocurrió, ante todo lo que sentía. El día termino y con ello llego la hora de regresar a casa o al menos para los que no estaban en algún club, como yo estaba en el club de música me fui en dirección al salón donde practicábamos, cuando llegue no se encontraba nadie cosa que me extraño, espere algún tiempo y nadie venia, como no tenía ganas de regresar temprano a mi casa decidí practicar un poco por mi cuenta, lo malo era que no había violines afuera, mire el piano, este nunca se guardaba por lo que podría practicar un poco con él, suspire y me dirigí a tomar asiento frente al instrumento… comencé a tocar, la melodía que salía de las notas que tocaba estaba cargada de tristeza, las ganas de llorar volvieron a mí con más intensidad y entonces una lagrimas traicioneras bajaron por mi mejillas dando paso a las demás, cerré mis ojos y deje al piano expresarse por mi… tan concentrada estaba que no me percate de una presencia que ya llevaba tiempo mirándome, el dolor que comencé a sentir en mi pecho se intensifico con el pasar de la notas y llego un momento en que no lo pude soportar más, pare de manera abrupta la triste melodía golpeando las teclas del piano con mi puño, me dolió pero no le tome importancia, las lagrimas seguían cayendo por mis mejillas sin poder detenerlas, sin que yo pudiera contenerlas.
-tocas maravillosamente el piano – escuche detrás mío, di la vuelta rápidamente topándome con quien menos me imaginaba
- ¿cuando… - fue lo único que pude articular, no estaba pensando con claridad
- sabes… el piano también siente – me dijo acercándose – y se expresa con nosotros cuando lo tocamos – saco un pañuelo de tela y comenzó a secar mis lagrimas – nos acompaña en nuestro sentir
No dije nada, no podía decir nada, era la primera vez que hablábamos y yo estaba que me rompía, la mire con detenimiento tratando de entenderlo todo, el dolor que me invadía el pecho fue desapareciendo, pude sentir el contacto de su mano rozar con mis mejillas al secar mis lagrimas, no pude evitar sonrojarme ante su tacto.
-¿eres parte del club de música? – me pregunto después de un rato de silencio
- si … ¿Por qué? – le pregunte intentando sonar lo más normal posible
- yo… bueno quería unirme a este club – me dijo tímidamente, que linda se ve así.
- bueno, en ese caso tendrías que ir a ver al asesor del club y pedirle una forma para poder entrar – dije intentando contener la alegría que me invadía al escuchas que se uniría al club
- ¿sabes dónde puedo encontrarlo?- me pregunto mirando en dirección al piano
- la verdad… no, siempre desaparece – le dije de lo más natural – aunque puedes ir a la sala de profesores, siempre deja las formas de inscripción a alguien más – me di cuenta que seguía viendo el piano, no estaba segura de si me prestaba atención o no.
- … - no dijo nada, seguramente no me está escuchando
- oye… - le digo moviendo mi mano frente a ella
- ahh… perdón, ¿qué me decías? – me dijo mirándome
-que... Bueno – si mirada se dirigía nuevamente al instrumentó... Suspire, no volvería a escuchar – ¿quieres tocar algo? – volteo a mirarme y se sonrojo
- ¿tan obvia soy? – me dijo agachando la mirada, que tierna
- algo… vamos, no se molestara nadie si tocas un poco – le dije invitándola a sentarse junto a mí en el piano
- me encanta tocar el piano – dijo y comenzó con una melodía alegre, todo lo contrario a lo que yo tocaba hace unos momentos
Mientras ella tocaba yo me le quede viendo, todo lo que sentía hace un momento se había esfumado y había sido remplazado por paz, tranquilidad y alegría de tan solo tenerla a mi lado, mi corazón se estaba acelerando y podía sentir una revolución completa en mi estomago, sin embargo nada de eso se sentía mal, es más me alegraba sentirlo, al fin había aceptado todo lo que sentía, nada más escuchar su voz hizo que toda duda y temor se esfumara. La melodía paro a los pocos minutos, entonces aplaudí.
-eres muy buena – le dije sonriendo, a lo que ella se sonrojo
- gracias – me dijo intentando esconder su sonrojo
- ¿entonces te unirás al club?- le pregunte haciendo que volteara a mirarme
- si – me dijo alegre - ¿me acompañarías por una forma de inscripción?
- claro – le sonreí y me levante del sitio – vamos
Sin decir nada se levanto y comenzó a seguirme, no tardamos mucho en llegar a la sala de profesores, entre con ella y le pedimos una forma a la maestra de ingles que es con quien regularmente deja las formas nuestros asesor del club, vi como la llenaba y luego de entregarla nos fuimos otra vez rumbo al salón del club pues habíamos dejado en el lugar
-gracias por acompañarme – me dijo una vez llegamos al salón
- de nada, es mas fue todo un placer – le sonreí y nuevamente ella se sonrojo
- ammm… este, c-cómo te llamas? – me pregunto y una pequeña risa escapo de mis labios, no le había dicho mi nombre
- Caroline, mucho gusto – le dije aun sonriendo, no podía dejar de hacerlo y no se porque
- bonito nombre, yo me llamo Alice – me dijo también con una sonrisa hermosa
- un gusto Alice, aunque yo ya sabía cómo te llamabas – recogí mi mochila del suelo y luego la mire, se veía sorprendida
- como lo sabías?, se que vamos en la misma clase pero yo nunca pude oír tu nombre – me dijo
- me sé el nombre de todos los del salón – le dije de manera simple y desviando un poco la pregunta
- de verdad? – me pregunto con curiosidad
-si, casi no hablo con nadie pero me sé el nombre de cada uno – no mentía, de verdad me sabia el nombre de todos
- eso es increíble – me dijo sonriendo – como puedes acordarte de todos?
- mmm… eso es un secreto – le dije guiñándole el ojo, ella volvió a sonrojarse
- no es justo, dime – me dijo intentando ocultar su sonrojo, yo solo sonreí ante eso
- tal vez te lo diga algún día… es hora de irnos – le dije levantando su mochila y dándosela
-gracias – me dijo y tomo su mochila
Salimos del salón y fuimos en dirección a la entrada de la escuela, al final nadie llego al club y fue entonces que me acorde que hoy no abrían actividades por no sé qué cosa, sin embrago el que no me acordara de eso había hecho que por fin pudiera hablar con Alice y que todas mis dudas desaparecieran aceptando todo por fin.
- bueno, nos vemos mañana – me dijo Alice una vez llegamos a la entrada
- nos vemos –fue lo que respondí mientras la veía alejarse mientras se despedía con la mano
- supongo que esto no es tan malo después de todo – dije al aire, mis temores acerca del amor desaparecieron, con ella cerca podía sentir como todo cobraba sentido, decidí dejarle de dar vueltas al asunto y que comenzaría a acercarme más a ella, porque me había enamorado…
Continuara?...