Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Del otro lado por Aeris shinigami

[Reviews - 197]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

El punto de vista de la historia irá cambiando, del de Sasuke al de Naruto, de un capítulo a otro, sucesivamente, para así poder meter más elementos. 

Aunque no tendrán tanta importancia, ya que no meteré puntos de vista de estos personajes para no hacerlo más lioso, también existirán parejas además de la principal y participarán bastantes personajes del anime. 

Disculpen si suelto alguna burrada durante la perspectiva de Sasuke o Naruto, pero es que, sinceramente, no creo que exista un adolescente al que no se le escape un taco de vez en cuando.

Aunque en un principio me lo pensé, decidí no respetar ninguna muerte del manga/anime, así que aparecerán bastantes difuntos. Hice esto, básicamente porque con el gustillo que le ha cogido Kishimoto a lo de asesinar, me iba a quedar sin personajes en cero coma (en el fondo, sabes que te quiero, Kishi <3).

 

 

Notas del capitulo:

Bueno, este es el primer fic que escribo de temática yaoi, así que espero que a pesar de esto, no la cagu... digo, me salga muy desastroso xD 

Este primer capítulo pertenece al punto de vista de Sasuke (aclaro esto para que no se confundan con el principio), pero el siguiente será desde la de Naruto. 

Espero que les guste! ;)

 

 

Parpadeé repetidas veces, despegando de mis pestañas con cuidado las legañas que se habían formado en mis ojos mientras dormía.

¿Qué hora...? Me giré un tanto, emitiendo un ruidito que sonó como un bufido y miré de reojo los numeritos verdes que se veían aún estando a oscuras, procedentes de mi mesita de noche.

- ¡Mierda! - exclamé, apresurándome a ponerme en pie, aún con la cabeza dándome vueltas por la rapidez de mis movimientos a primeras horas de la mañana.

Estúpido despertador barato made in china. - pensé, mientras cogía la camisa que me pondría aquel día para ir al instituto y me pasaba una manga y después la otra. Con el mismo malhumor agarré el pantalón y me lo enfundé, así como hice con el cinturón, las botas y la chaqueta.

Estúpido horario escolar que me hace madrugar. - pensé, mientras me lavaba los dientes, con fuerza bruta, intentando eliminar los restos de lasaña de la noche anterior y escupía, dejando un caminito rojo en la pileta.

Me enjuagué repetidas veces e hice gárgaras, me cepillé el pelo y me eché algo de perfume, sólo porque odiaba como apestaban la mayoría de tíos de mi clase y no tenía intención de oler como uno de ellos.

Me miré un momento al espejo y volví a bufar.

Tenía ojeras bajo los ojos y se me notaban excesivamente debido a lo pálido que era por naturaleza. Además, el pelo negro, herencia de mi padre, combinaba con el color del resto de mi ropa.

Estúpido yo. - pensé y salí del baño.

Bajé los escalones de dos en dos, mientras pensaba en lo aburrido que sería mi día.

Seguramente tendría que aguantar a alguna de esas tontas que se me acercaban con la idea de conseguir mi interés... luego tendría que soportar la charla monótona de mis profesores, lo cual era casi peor... y por último, para coronar el día, la compañía de aquellos que suponía que eran mis amigos, pero eran un par de paletos, que querían vivir a mi sombra.

Suspiré y me dije a mí mismo que algún día las cosas cambiarían. O al menos, que no irían a peor.

- Ey, hermanito, ¿a qué viene esa cara? - me pinchó aquel ser que podía llamar hermano, sabiendo que mi humor matutino era horroroso.

- ¿Esta cara? Se me ha quedado así al verte. - respondí, mientras abría la nevera y fruncía el ceño al ver que no quedaban más batidos - ¿Te has tomado mis batidos? - le fulminé con la mirada.

Él sonrió y negó.

Fruncí más el ceño y me acerqué a él. Con el índice le sequé un caminito de líquido marrón de la boca y luego me metí el dedo en la mía, degustando, notando el sabor a chocolate.

- Mentiroso. - dije, indignado - ¡Te has bebido mi batido!

Sonrió más, el muy cabrón.

- Me has pillado. - puso cara de inocencia.

Apreté el puño en al aire, molesto.

- Oh, vamos, no es para tanto... - intentó tranquilizarme, sin conseguirlo - Además, hay leche en la nevera. - me indicó.

- No me gusta la leche. -  negué, muy digno, aunque lo cierto es que acabaría teniendo que beberla, por más que no quisiera, a falta de mis batidos.

Mi hermano enarcó una ceja, burlón, ante mi afirmación y me ruboricé.

¡Sería hijo de...! - pensé, pero acallé, al caer en la cuenta de que teníamos la misma madre.

Hacía poco tiempo desde que había admitido delante de mis padres mi sexualidad y no era justo que él me lo echara en cara en cuanto tenía ocasión.

Apreté los dientes y me dirigí a prepararme una leche con chocolate. Al menos era los más parecido a un batido que podía beber.

Aunque, comparado con la reacción de ellos, la de él había sido la mejor... mamá me miró como si a su hijo le hubiera crecido una segunda cabeza o dos brazos de más; y papá... bueno, Fugaku Uchiha nunca se caracterizó por ser de los que les gustan las sorpresas: Me echó de la que había sido mi casa, diciendo que él no había criado a un hombre para que le saliera "invertido".

Me quedé un momento mirando mi taza, entre mis manos, recordando aquella tarde de lluvia, en la que pensando que hacía lo correcto lo había perdido todo... o casi. Al menos, Itachi me aceptó aún a sabiendas de mi homosexualidad.

Chasqueé la lengua y me terminé el desayuno.

Lo peor de mi hermano mayor era que podía ser tanto una buena persona como el cabrón más grande del mundo. Me había acogido en su casa, me había aceptado como era, me había apoyado... y cada puñetero día se inventaba alguna broma nueva con respecto a los gays, con el único propósito de hacerme enfadar.

- Me voy. - anuncié, mientras cargaba con mi bandolera y abría la puerta de entrada de su piso.

- Hoy están haciendo obras aquí abajo. - dijo, antes de que saliera - Supongo que tendrás que cambiarte de acera, si no quieres que te caigan escombros. - añadió con malicia.

Le enseñé mi dedo corazón y cerré de un portazo.

- ¡Adiós! ¡Mi estúpido hermano menor! - le oí decir, más de forma cariñosa, mientras comenzaba a bajar las escaleras.

Lo bueno (o malo) del piso de Itachi es que estaba muy cerca de mi instituto, por lo que podía ir caminando hasta allí.

- Buenos días, Shizune. - saludé a la chillona vecina de mi hermano.

- ¡Buenos días Sasuke! - saludó ella amable, mientras levantaba la vista de su mascota, un pequeño cerdo que gritaba casi tanto como ella - ¿Vas al instituto?

¿A dónde sino? - pregunté sarcástico para mí mismo, pero de labios para afuera sólo sonreí un tanto y asentí.

No se me daba bien sonreír, pero las sonrisas falsas no me suponían ninguna dificultad.

- ¡Hasta luego! - se despidió, mientras me veía cruzar y caminar por la acera de enfrente, ya que tal y como había dicho Itachi en la que solía ir siempre estaban haciendo unas obras. Fui dirección al instituto comúnmente conocido por todo el mundo como Instituto "de la Hoja", pues su escudo era una hoja. Pocos sabían que en realidad se llamaba I.E.S. Salvatore.

Apenas había llegado a la esquina siguiente a la de mi actual casa, cuando otra voz chillona me despertó de mis cavilaciones.

- ¡Sasuke-kun! - se dirigió corriendo hacia mí aquella pelirosa obsesionada conmigo.

Pensé interiormente que tal vez si le dijera de una vez que las mujeres no me iban, puede que se alejara de mí, pero no lo hice... porque, en el fondo, temía que pasara como con mis padres. Sakura podía ser un poco pesada y una sabelotodo insufrible, pero desde niños habíamos sido sino amigos, sí conocidos y no quería que me mirara como si fuera un monstruo o algo por el estilo.

- Sakura. - la saludé sin mucho entusiasmo.

- Así me llamo. - bromeó, sin causarme gracia.

Revoleé los ojos y me coloqué un casco, sabiendo que de un momento a otro empezaría alguna charla en la que yo no quería participar.

- Tienes mala cara, Sasuke-kun. - murmuró, mirándome fijo - ¿Has pasado mala noche?

- No muy buena, no. - admití, sin prestarle mucha atención.

- Mmm... ya veo... - intentó buscar alguna manera de captar mi atención sin encontrar la manera - ¡Oye! - mierda, sí la encontró - ¿Sabías que el trimestre que viene es el baile de primavera?

Asentí. Aquella estúpida celebración no me había pasado desapercibida, a pesar de que la había intentado ignorar. Había demasiados carteles de colores chillones como para no enterarme del evento. Odiaba aquellas fiestas, la verdad. Me veía obligado a invitar a alguna chica más o menos guapa, para fingir que me interesaba, dejarla plantada y después escabullirme en cuanto hubiera pasado el tiempo suficiente para que no se ofendiera... o al menos que todos hubieran visto que había ido, aunque después me fuera.

- ¿Has pensado ya en quién será la afortunada a la que invites? - preguntó, lanzándome una indirecta, como si nada.

- La verdad es que no. - dije, sin mirarla, para que se entendiera que no pensaba llevarla a ella.

Aunque fuera una "amiga" no quería meterla en aquello... más bien porque era una amiga, precisamente, no quería engañarla como pretendía hacer con alguna otra. Dentro de lo posible, quería ser sincero con ella.

- Ah... - pareció desilusionada y se miró los zapatos.

Caminamos en silencio, hasta la entrada del instituto.

- ¡Mira, ya hemos llegado! - dijo, intentando cortar el incómodo silencio.

- Sí. - dije.

Me he dado cuenta, gracias. - agregué interiormente, con un toque ácido.

- Bueno, suerte que vamos a la misma clase, ¿no? - sonrió, ilusionada - Sino tendríamos que separarnos.

Una suerte... - me dije con sarcasmo.

La miré con lástima. Definitivamente tendría que decirle alguna vez por qué no tenía ninguna posibilidad conmigo... tendría sí, pero dudaba que fuera a hacerlo. La valentía no era mi fuerte en aquel aspecto de mi vida.

- Pues vamos. - le respondí, arrimándole el codo para que se cogiera.

Lo hizo con más entusiasmo del que correspondía y me hizo volver a revolear los ojos.

No hacía aquello por ser amable, sino simplemente por protección. Si Sakura iba así conmigo el resto de fanáticas locas no se me acercarían.

Eché un vistazo al patio y le dediqué una de mis sonrisas falsas a Lee, quien miró el brazo al que se agarraba Sakura con el ceño fruncido y los ojos queriendo sacar llamas.

Lo peor de aquel instituto era que los tíos que había eran todos tan estúpidos como ese Lee o peor. Ninguno digno de mención... Bueno, tal vez Neji Hyuga fuera salvable o tuviera un buen polvo, pero era más serio que yo, y eso era decir, así que prefería pasar y seguir en mi búsqueda de hombres que si valieran la pena, mientras pensaba que los de mi instituto eran unos completos imbéciles.

Llegamos a clase a tiempo, después de que sonara la sirena. Me despedí de Sakura y fui hasta mi pupitre, que compartía con un idiota de nombre Sai, que sólo se dedicaba a dibujar mientras el profesor explicaba y a mirar hacia mi dirección con cara de flipado.

No sabía si aquel también tiraría para mi lado (como diría mi hermano) pero resultaba molesto y no tenía el menor interés por él. Como ya había dicho los de mi instituto eran todo demasiado idiotas para mí.

- Buenos días, Sasuke. - saludó una rubia pálida de caderas anchas y pecho rebosante, mientras se sentaba en mi mesa.

- Hola. - dije, arisco. Ino Yamanaka no era santo de mi devoción, precisamente. Era una obsesa de mí como Sakura, pero peor, porque ni siquiera era una amiga ni tenía ningún vínculo que me obligara a parecer amable.

La chica frunció el ceño y se levantó algo ofendida.

Sonreí un poquito, divertido.

- ¿Se ha enfadado contigo? - preguntó mi compañero, mirando a la chica que se iba. Al parecer le costaba entender el comportamiento de las personas normales.

- No, Sai. - le sonreí - Es que está con la regla. - me mofe.

Pareció sorprendido y asintió, mientras sacaba su lápiz y apuntaba algo en su agenda.

Bufé. No era divertido si no se enteraba de que me burlaba de él.

- Buenos días, alumnos. - saludó el profesor de turno. Un viejo canoso, más arrugado que el sobaco de una tortuga, que nos daba Historia y servía como somnífero.

- Bu-buenos días, profesor Sarutobi. - le saludó la pelota de la clase, también conocida como Hinata Hyuga, la prima del bombón serio de Neji. Una chiquita fácil de ruborizar con algo de intelecto, pero que se atascaba hasta para decir su nombre.

- Buenos días Hinata. - respondió el aludido, amable.

Viejo verde. - pensé y abrí mi libro sin ganas.

- ¡¡¡PERDÓN POR EL RETRASO!!!

Levanté la vista, pegando un brinco, al cogerme desprevenido aquel pedazo de grito.

- LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO. - se disculpó el recién llegado, con rubor en su mejillas - ESTABA EN SECRETARÍA Y SONÓ EL TIMBRE... Y COMO SOY NUEVO... ME PERDÍ... Y.... YO...

¿Es qué no podía hablar sin gritar?

- Tranquilo, muchacho, no hemos empezado la clase aún. - lo tranquilizó el maestro.

Suspiró aliviado y se secó el sudor de la frente, sonriendo.

- ¿Puedo pasar entonces? - preguntó, en un tono más bajo.

- Claro, siéntate allí. Detrás de Sai y Sasuke, con Hinata.

- ¿Mmm? - pareció no entender a quiénes se refería, pero siguió la dirección del dedo del profesor y se ubicó.

- ¡Vale! - asintió, con energía. Demasiada energía para ser primera hora de la mañana.

Se sentó haciendo también excesivo ruido para mi gusto.

- ¿Tú eres Hinata? - le oí, detrás mía.

- S-Sí. - balbuceó la chica.

- ¡Yo soy Naruto! - se presentó.

¿Naruto? Un nombre estúpido para un chico estúpido. - pensé y volví a mi mundo privado, en mi cabeza, con algo de molestia.

Si aquel rubio se iba a sentar detrás mía todo el curso, podía segurar que sería una molestia.

 

 

Notas finales:

Bueno (ya ven que adoro empezar mis frases con un bueno xD) qué les ha parecido? :D

Me gustaría mucho saber su opinión a través de algún review (lo deja caer): si les ha gustado, si he empezado con buen pie o si me merezco algún tomatazo que otro (advertencia: tomatazo contrusctivo, guay, insulto porque eres un ser frustrado contigo mismo, no... ¿ok? Lo digo porque he visto muchas veces gente que comenta sólo por fastidiar y eso me cabrea).

Y bueno, para aquellos que les da mucha pereza comentar (porque sé que hay muchos Shikamarus en este mundo... aunque yo no me encuentro con ninguno... y eso que es mi personaje favorito D:) me harán feliz solo con saber que siguen la historia ;)

Nos leemos la semana que viene! :)

*Capítulo 2: Instituto nuevo, compañeros nuevos.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).