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2Min: "Red Delicious" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! AL FIN!! El capítulo FINAL! *0*, espero que les guste, disculpen la demora, pero ya está aquí jeje ahora sí, sin más, les dejo leer n.n


LET'S GO! ♥ 

Capítulo 15: "¿Lo ves? Te lo dije... Era 'Hasta Luego' (PARTE 3) FINAL"


 


[…] ¿Él…? ¿¡Él ha venido a llevarme consigo!? ¿¡Es esto acaso, una especie de propuesta de matrimonio!? ¡DIOS SANTO! ¡Y yo qué pensaba injurias, de él, malditos pensamientos idiotas! ¿¡Cómo te has atrevido, a dudar del amor de MinHo!? ¡Merezco la maldita muerte! ¡Santo cielos!


-¿¡TaeMin!? ¡Por favor! ¡No me asustes! ¿¡Qué ha significado esa reacción!? ¡Sé que te estoy pidiendo algo realmente difícil! ¡Y quizás me insultes, o te sientas ofendido, creyendo que te estoy obligando a dejarlo todo atrás, para ir conmigo, como poniéndote a prueba! ¡Pero no es asi! ¡No te estoy extorsionando!  ¡Simplemente es que me gustaría que volviésemos al campo! ¡Sé que estoy siendo injusto, pero la verdad es que yo no puedo dejar el campo, tengo que hacerme cargo de él, para cuando mi tío, ya no esté más aquí! ¡Pues de lo contrario, a pesar que ame la vida campestre, estaría dispuesto a dejarla, para estar a tu lado, y ser felices, finalmente, pero es solo, que en la situación en que est-! ¡MMNGG!-


Le callé, una vez que reaccioné, con un apasionado beso, como jamás, nunca en mucho tiempo le había dado, como si fuese el último… antes de “nuestro fin”, me senté en su regazo, con mis piernas abiertas, por culpa del respaldar de la silla, pero poco me importó, devoré esos labios, como si fueran, “la última Red Delicious” en el mundo…


Tal vez, sonará ridículo, esto que voy a deciros… pero intentaba imitar a HeeChul ssi, aunque sabía que jamás, alcanzaría ese nivel, de “seducción” que él poseía. Pero de todas formas, al ser correspondido, luego de unos cuantos segundos, fue más que suficiente… y cuando el oxígeno, se hizo realmente necesario, me separé de él, dejándolo totalmente agitado, estando yo también de la misma forma.


-La verdad, es que pensé que nunca lo dirías, te has tardado demasiado en pedirlo, pero por supuesto, que estoy dispuesto a irme contigo, mi vida aquí no tiene sentido, sin ti, pero el problema es el trabajo, no me gustaría ser etiquetado, de “aprovechado”… pues tengo estudios, y me gustaría aplicarlos en algo realmente productivo…-


-Por eso no te preocupes amor, allí tendrás trabajo a más no poder, descuida, que de él no te faltará, y por supuesto se te pagará como a cualquier empleado… aunque, por supuesto, serás “especial” para mí… y la verdad es que no pensé, que estuvieses esperando esta propuesta, siento haberme tardado, pero necesitaba estabilizarme, económicamente, para empezar, mi verdadera vida, a tu lado… y la verdad es que me hace enormemente feliz, como no te das una idea el que hayas, “aceptado”…-


Habló un poco más calmado ahora, al igual que yo, y ambos sonreímos, la euforia me invadió otra vez…


-¡Kya! ¡No lo puedo creer! ¡Te amo tanto! ¡Tanto, tanto, como no te das una idea MinHo! ¡Te amo, mi Red Delicious favorito! ¡Mi sagwa ibsul! (labios de manzana)-


Respondí, con mis lágrimas recorriéndome nuevamente las mejillas, pero eran lágrimas de pura felicidad…


Comencé a darles, besitos fugaces, mientras le rodeaba el cuello, con mis brazos… uno tras otro, hasta que comencé a besarle todo el rostro, pasando al cuello, y enlenteciendo mi contacto allí paulatinamente…


-Minnie~ t-tus labios en mi cuello, me ca-causan u-unas co-cosquillas de-deliciosas… aamns~-


Empezó a jadear suavemente, ante aquellos besos, totalmente lentos y tortuosos, dispuesto a dejarle, “lunares enormes colorados” en su cuello, ese cuello de piel acanelada, oliendo, realmente delicioso… ¡DIOS! ¡ESTE CHICO ME MATABA!...


Retrocedí un poco, de dónde estaba sentado, provocando una pequeña distancia, para poder maniobrar mejor, y volver a sus labios, quienes, deseosos, y gustosos me recibieron, mientras que su mano por mi espalda ascendía, erizándome por completo, hasta posarse en mi cabeza, y enredando mis cabellos, teñidos de un rubio platinado ahora. Sus cabellos eran tan negros como el ébano, como siempre lo fueron, y eso me encantaba…


-Mmn, Mi-Minnie amns, e-el ca-café, mns, s-se enfría…-


-¿A quién le importa el café? Tengo ganas de beber, “leche” ahora…-


Hablaba él entre besos, mientras que yo, le respondí de la misma manera, pero con un tono realmente guarro, que me recordó a HeeChul ssi, quizás, después de todo, si había aprendido algo de él…


-¡Mi-Minnie!...-


-¿Qué? Es… saludable… además, ya casi está…-


Hable nuevamente en aquel tono, totalmente libidinoso, mientras posé una de mis manos, descaradamente, sobre su miembro, pellizcándolo y acariciándolo, haciéndolo gemir aún más… su miembro, ya comenzaba a sentirse apenas, por sobre los pantalones…


Ésta vez “no se me escaparía”, le quitaría finalmente las ganas… aunque, el “desesperado” aquí, no era precisamente él… ustedes. Me entienden…


Los besos continuaron, con la misma pasión e intensidad, que al principio, pero ya sus manos, comenzaban a entrar en juego, y mientras una, tironeaba, suavemente de mi cabello, la otra, comenzaba, a acariciarme, todo el torso, y estómago, mientras que intentaba introducirse debajo de mi sweater…


Mi lengua quiso entrar en juego también, y dimos inicio a un beso aún mucho más íntimo y húmedo.


-Hmmsn, MinHo~ te extrañaba tanto… hmnsss, me-me deberé cobrar… todos estos años de abstinencia… hmns.-


Decía entre gemidos, jadeos, mientras, ya comenzaba a quitarle, un sweater fino, que llevaba… tirándolo en alguna parte de la cocina, dejándole con la camisa…


Los besos, comenzaron a aumentar de velocidad una vez más, eran un poco más desesperados… pero él de todas maneras correspondía como los dioses… ambas manos, ahora se colocaron en su rostro, para añadirle más pasión, besándolo todo (su rostro), abriendo nuestras mandíbulas a toda su capacidad, mientras nuestras lenguas, seguían entrelazándose, haciéndonos, liberar aquellos jadeos, cálidos y húmedos…


Él avanzó sobre mí, hizo el intento por pararse, y sin separarnos, le seguí, y me tiró encima de la mesa, mucho mejor.


Al separarnos por la excesiva necesidad del oxígeno, nos miramos, nos sonreímos, y él analizándome rápidamente en un escaneó, analizó cada parte de mi cuerpo, su mirada, a pesar de ser veloz, se notaba hambrienta, y eso me encantaba.


-Como has crecido Minnie, no puedo creer que te hayas puesto tan guapo, y que seas aún sólo mío…- 


Quitó mi sweater ahora, también tirándolo por alguna parte de la habitación, y sonreí totalmente satisfecho, pues todos estos años de luchar contra “la tentación” de cometer “adulterio” ahora me recompensaban, con esas gratificantes palabras, “solo tuyo MinHo” sí, así es, aún sigo perteneciéndote únicamente a ti…


Di una mirada totalmente libidinosa, le sujeté de la camisa, y le atraje hacia mí. –Sí, así es… sólo tuyo MinHo, exclusivamente tuyo…- Le susurré en el oído de la manera más provocativa y sensual que me pudo salir en ese momento, él tomó mis piernas, y bruscamente, me atrajo más hacia él, haciéndonos gemir a ambos, ante aquel contacto brusco de nuestras “partes” ya medianamente duras.


-Ahora sí, tendremos nuestra “luna de miel” toda la noche si quieres, “si aguantas”…-


Habló él por primera vez, también con un tono absolutamente libidinoso, acompañándolo al final con una “fatal” sonrisa de lado, denotando malicia, aquello me dejó realmente “knock out”… Sonreí de lado también sin poderlo evitar, y nuevamente le sujeté de la camisa, pero esta vez de una manera tan brusca, que arranqué el primer botón…


-¡Claro que aguantaré! ¿¡Sabes cuánto esperé por esto!?-


Chillé casi indignado, pero con una enorme sonrisa, para luego callarnos a ambos, con otro de aquellos besos salvajes… y mientras él correspondía de la misma manera, comencé a despréndele los botones restantes de la camisa, con prisa, ya quería ver nuevamente ese cuerpo, bronceado y trabajado, que tanto me enloquecía.


Su camisa por fin estaba completamente desprendida, ver esos pectorales, esos pezones algo erectos, y aquellos abdominales, delicadamente marcados, creí que me volvería loco, una llamarada de calor, despertó en mi interior, efímeramente, para dejarme ardiendo las orejas, y el cosquilleo en el estómago.


No pude evitarlo, me senté en la mesa, él se hizo hacia atrás levemente, al estar casi tirado encima de mí, y me observo una vez más, pero mis ojos no estaban en los suyos, sino en su cuerpo, para luego mirarle alternadamente, su cuerpo y sus ojos, sus labios…


Mis manos comenzaron a recorrer aquel glorioso camino, desde su bajo vientre, hacia sus pectorales… de manera lenta y suave, haciéndolas sensuales, él me miraba, y yo esta vez le correspondía con lujuria en mi mirada. Por lo que él comenzó a acercarse, y nuevamente nuestros labios se unieron en un lento y sensual beso, en lo que yo aún recorría su cuerpo, hasta que llegué a uno de sus hombros, inicie el mismo recorrido, con mi otra mano, llegando hasta el cuello, para luego, volverla al otro hombro, y descender hasta sus pezones, en un lento y suave rasguño con ambas manos…


-Ahmns, MinHo, e-eres tan jodidamente sensual y ardiente, n-no puedo creer que todo esto sea mío aún…-


-Hmns, sí~ Minnie, así es… es todo para ti. Yo tampoco hmns, puedo creer que tus manos, esté acariciándome nuevamente… ¡te amo!-


Dijo, sujetándome de las nalgas, dando un giro veloz y quedando él contra la mesa, y yo encima de él… aquel movimiento tan repentino, junto a aquellas palabras, hizo explotar la “ninfómana” que llevaba dentro.


-¡Ya MinHo, llévame a la cama, y hazme recordar quién es mi dueño!-


Hablé, le exigí, ya desesperado, no, no podía aguantarlo más, ¡necesitaba de él! ¡Lo necesitaba a él!... Él sonrío, con malicia una vez más, quitándome ya el corazón del pecho… y me dijo con aquella voz, endemoniadamente sensual y profunda que retumba en tus oídos, produciéndose un excitante cosquilleo.


-Sólo estaba esperando, que lo sugirieses…-


-Guarro…-


-¿Quién lo es más? ¿El que busca, o el que corresponde?-


Respondió ladino, haciéndome sonreír de lado, al “haber conseguido callarme”. Sí que ha cambiado mucho en todos estos años, y eso me fascinaba, pues era mucho más~ todo. Mucho más sensual, mucho más cariñoso, caballeroso, maduro… todo, como dije…


Este hombre sí que sabía como “volarme la cabeza” y hacerme perder mis estribos en cuestión de segundos…


 


Me llevó a la habitación entre besos salvajes y desesperados de mi parte, teniéndome aún sobre sus caderas y no sé cómo pudo aguantar mi peso, pero eso, ahora no importaba. Una vez llegamos a mí… o mejor dicho, “nuestra” habitación, me tiró en la cama con brusquedad, haciéndome gemir, y rebotar levemente, mientras él como una fiera atacando a su presa, se “lanzó” encima de mí, inmediatamente.


Yo le apresé con mis cuatro extremidades, gustoso y dichoso, pues era él ahora quien besaba mi cuello, a más no poder, dejándome bien en claro, que “era de su propiedad”… por lo que me limité a gemir, jadear, y rasguñar su espalda, mientras de vez en cuando buscaba la manera de estimular su miembro.


Sus besos, se extendieron hacia mi garganta, y mis orejas, haciéndome gemir a más no poder, mientras yo mordía mi labio inferior con gula, hasta que sus labios una vez más se unieron con los míos… ¡Este chico besaba como los mil demonios! ¡Me volvía realmente loco! ¿O solo eran “los años” de abstinencia, que hacía todo mucho más sensorial y delicioso?


Sus manos buscaron la forma de abrirse paso, y de quitarme la playera… dejándonos a ambos con el torso al desnudo, aunque él aún llevase la camisa desprendida. Sus labios, se dirigieron finalmente a mis pezones, mordisqueándolos, lamiéndolos, succionándolos, besándolos…


-Hmns, MinHo… MinHo aaahmns n-no t-te re-recordaba t-tan pa-pasional… amns, pe-pero me encanta, aahas-


Dije abriendo mi boca involuntariamente, por el placer que sus acciones me causaban, le tomé del rostro, y le quité abruptamente de allí, para llevarlo nuevamente a mi boca.


-No hubo el suficiente tiempo para demostrártelo…-


Dijo entre jadeos, en una de aquellas oportunidades que “se liberó” de mis labios, tomando una bocanada de aire… no dije nada… no quería decir nada…


-Así que… recuperaré todo el tiempo perdido…-


Volvió a hablar él, decidido, y concentrado totalmente en sus “labores”, se quitó de mis labios, pasó a mi cuello, luego a mis orejas, para descender rápidamente, hacia mi tórax una vez más… mientras que ya una de sus manos, se había infiltrado bajo mi pantalón y ropa interior, pellizcándome una nalga, aún con el jean prendido.


-Hmmsn sí~ te-tenemos to-toda l-la noche… para hacerlo, ¡Aaahmms!-


Hablaba con dificultades, debido a que aquella mano “traviesa”, acariciaba mi “entrada” por llamarle de alguna manera…


-Corrección… toda una vida, amor…-


Bajó finalmente de mis pezones a mi bajo vientre, quitando su mano de mi trasero, para desprenderme el jean, pues, cinto esta vez no llevaba… facilitándole el trabajo un poco. Me los arrancó prácticamente, dejándome en ropa interior solamente ahora, mientras él aún mantenía casi toda su ropa…


-Amns MinHo~ aaas, ¡te amo, te amo!-


Dije al sentir, como él nuevamente se había posicionado encima de mí, refregándose un poco, en mi mimbro… haciéndome ya delirar, al estar con mi miembro completamente duro.


Mis manos determinadas, acariciaron una vez más sus pectorales, para terminar en sus hombros y allí aprovechar a quitarle aquella maldita camisa, que me enloquecía, pues le quedaba tan endemoniadamente sexy de aquella forma… también como pude, infiltré mis manos por entre nuestros miembros, para desprender su hebilla, su botón y cremallera de su jean negro….


Él había estado besándome unas cuantas veces más, cuando retiró mis pantalones y se posicionó encima de mí, por lo que, al yo haber desprendido su jean, él suelta un gemido de alivio, soltando mis labios, deslizándose una vez más de manera veloz hacia mi bajo vientre el cual besó reiteradas veces, para… para ¡seguir hasta mi miembro! ¡MIERDA! ¡Era la primera vez que él hacía eso! ¡Creí que aquello no era de su agrado, pues… siempre era yo el que terminaba en aquella zona…


Mi-MinHo, ¿Qué… qué hac- ¡aah~!?-


Gemí fuerte por primera vez, al sentir como tomó el elástico de mi bóxer, lo tironeó y lo soltó haciendo que “azote mi piel” pero enviándome corrientes eléctricas por todo mi hirviente cuerpo…


-¡Aah~ MinHo! ¡MinHo~ hmns!-


Volví a gemir, y él volvió a mordisquear el elástico de mis bóxers, y me lo quitó de aquella forma, pareciéndome algo realmente sensual y excitante… ¡MIERDA! ¡ME VENDRÍA CON SOLO VERLO!


Mi miembro finalmente, se encontró libre totalmente… un alivio extasiante me invadió, provocándome una correntada exquisita….


-Recuerdo… hmns que siempre eras tú…- Hablaba entre cortado, por aquellos besos, que repartía en toda mi pelvis, y entrepierna, logrando que sólo me mordiera más y más el labio, preso del placer… -El que hacía esto… ahora, será mi turno, tó-tómalo como un… recuerdo, de “nuestra primera vez”, “mi primer regalo de cumpleaños”…- Finalizó para introducírselo en su boca, y aquello, fue la sensación, más “divina” que pude haber sentido en toda mi maldita vida, desde que nací, hasta que le conocí…


-¡Aaaah~ mnss~! ¡MIERDA! ¡Se-se siente aaasss, tan hmns tan jodidamente bien!-


Mi cuerpo entero se estremeció, y mi mano, se aferró a su cabellera con brusquedad, tironeándole de la misma manera, por el mismo efecto de placer que aquel accionar me provocó.


Y allí comenzó, a estimularlo oralmente… lamiéndolo, succionándolo, primero con parsimonia, bajando un poco sus decibeles, pero luego de unos cuantos segundos, su velocidad se encontraba en aumento una vez más…


Mi cabeza comenzaba a moverse de un lado a otro, no encontrando una posición, cómoda para dejarla, por culpa del placer… aquella “maldita” sensación que en verdad me tenía prisionero, pues no quería dejarla de sentir en mucho tiempo, así mi cuerpo, ya no pudiera asimilarlo más…


Gemidos y más gemidos escapaban de mí, pues las palabras, eran las menos necesarias en éstos momentos, ya que aquellos gemidos, lo decían todo.


Tendí a tapar mi rostro con el dorso de mi mano desocupada, pues, ya no sabía que más hacer, para aguantar, hasta, que en un momento, él se detuvo, y en ese instante, recuperé un poco mi “fuerza de voluntad” y le giré, dejándolo a él debajo ahora…


-Es mi turno… ahora…-


Dije agitado, a más no poder, pero él me miró, me sonrió de lado, y agarrándome de los muslos, hizo que me acercara a él, hasta la altura de su cuello, y comenzó una vez más con aquella, “endemoniada” felación… haciendo que yo me retorciera hacia atrás… en lo que liberaba un audible gemido/grito, de absoluto placer…


Me alejé de él… de lo contrario, no duraría mucho más. Le miré travieso, mientras me deslizaba como una serpiente por su cuerpo, sin quitarle la vista de encima un solo momento, hasta llegar a sus pantalones, y quitarlos de una maldita vez, en conjunto con su ropa interior, pues, ya no “había tiempo” para ir “de a una cosa por vez”. Pues yo estaba prácticamente en mi límite.


Y a penas terminé de quitarle todo, allí estaba su miembro, “refulgente” deseoso de atención, urgente… por lo que me acomodé dónde estaba antes, pero algo alejado de su boca, y sujetando de manera algo errática su miembro, comencé a estimularlo con el vaivén de mi mano… él comenzó a jadear, gemir, y no aguantó mucho tiempo quieto allí, que se irguió y se sentó en la cama, conmigo encima, tomando mis labios, y haciéndoseme más fácil, de esa manera, corresponder a “ambos lados” faltos de atención…


Sonrisitas se nos dibujaban a ambos de vez en cuando, entre beso y beso… su miembro ya se encontraba absolutamente duro y erguido. Yo comenzaba a juguetear con él, haciéndole rozar su miembro con mi entrada, pero sin llegar a auto penetrarme…


-¡Aahm~ Minnie, Minnie aahs~! Y-ya no-no má-


-¿¡Lo quieres!? ¿Lo quieres dentro de mí?-


-¡E-eres un guarro!-


Gimió con algo de desesperación, yo dejé de “amagarle” me quedé quieto, y me acerqué a su rostro, yéndome hacia su oído…


-¿Tú crees? Ahora, sólo dime una cosa, amor… ¿Quién lo es más? ¿El que provoca, o el que pide más?...-


Sonreí de lado, victorioso, con malicia, lamiendo su oreja, de una manera sumamente sensual, lenta y tortuosamente… él gimió y luego colocó sus manos sobre mi pecho, me separó, sonrió de lado también con malicia, y tomando mis labios, maniobró de manera que yo lograse quedar debajo de él una vez más.


-Ya no importa… al encontrarnos haciendo esto, ambos somos pecaminosos.-


Se lanzó a mi cuello una vez más, como si fuese una bestia salvaje, comenzando a morder mi cuello, luego de sonreírme una vez más de lado y con satisfacción, y yo no pudiéndome controlar comencé a gemir una vez más, como una “niña”…


-Ahmsn MinHo… MinHo… aas-


 Él luego de dejar nuevas marcas en mi cuello, se deslizó hacia mi bajo vientre de una sola vez… en lo que iba “acariciando” en la trayectoria descendente, mi cuerpo, con sus labios, haciéndome estremecer demás…


Ahora era yo, el que ya no aguantaba más… mierda…


-¡Aah~ MinHo, ese es-! ¡Hmns aaah~ ah, msn!-


¡Puta madre! S-su le-lengua estaba dilatando mi-mi “entrada”… ¡Rayos! ¡Se sentía tan jodidamente bien! ¿¡Desde cuando eres tan guarro, tan pasional desquiciado, MinHo!? ¿¡Cómo mierda has adquirido estas habilidades!?...


-¡Aaahs! ¡Rayos! ¡MinHo! ¡Mete tu cosa, de una puta vez!...-


Exploté finalmente… sus acciones, me tenían ya en plena erupción volcánica interna… todo mi cuerpo ardía, todo mi cuerpo sudaba y se agitaba a más no poder… ¡necesitaba llegar al orgasmo de una puta vez! Y-ya… no podía aguantarlo más, esa necesidad implacable de sentirlo dentro de mí, me invadió.


-¿Ves? Al final, terminé ganando yo…- Sonrió de lado, sombrío, victorioso, rebosándose en su gloria… yo le miré fugazmente, pues, ya no podía más… y él continuó hablando… -No te preocupes, tendrás lo que pides… al fin.-


Levantando mis piernas, para luego sujetarme de mis muslos, me atrajo hacia él… -¿Estás listo?- Yo asentí con fervor, con mi cuerpo enteramente sudado, a tal punto que la sábana se pegaba en mi espalda… -Aquí voy, te volveré a hacer recordar, quien es tu dueño…- Habló con una voz áspera, ronca, y profunda, resultado de la mismísima excitación, y aquello, una vez más, hizo que mi cuerpo entero temblara, y “bullir mí sangre”, que comencé a sentir, como aquel miembro, se iba abriendo paso “dentro de mí” lenta y suavemente…


Dolía, y bastante, pues era más que obvio que iba a ser nuevamente como “la primera vez”, luego de tanto tiempo. Pero realmente no me importaba, aquel dolor, valía toda la maldita pena del mundo… e-era MinHo… él, él lo valía absolutamente todo…


-¡Aahmns! ¡Du-duele!-


-Sshh, tranquilo, tranquilo TaeBaby, estoy siendo, lo más cuidadoso posible, por favor resiste…-


Nuevamente aquella voz cálida y amable, pero con preocupación, salió de la garganta de MinHo, haciéndome realmente emocionar, hasta las lágrimas, pues aquella preocupación, valga la redundancia, impregnada en su voz, me hacía viajar, instantáneamente, a los viejos tiempos, al MinHo, que conocí, del que me enamoré…


Él sacó, lo poco que había entrado, para nuevamente, “embardunarlo” en su saliva, y volvió a intentar…


-Tan estrecho, cosita… tan delicioso, te amo…-


Dijo una vez más con su ternura, inclinándose hacia mi rostro, para besarme en lo que él, intentaba seguir penetrándome…


Me colgué de su cuello, y correspondí a esos tan fabulosos, deliciosos y adictivos labios…


-MinHo…-


Gemí como niño pequeño, él me sonrió ahora cálido… y susurrándome sobre los labios me responde.


-Tranquilo, aquí estoy, aquí estoy contigo, cuidando de ti, bebé, no te preocupes, ya casi…-


Habló con aquella ternura impregnada, comenzando a estimular, mi miembro con su mano desocupada… yo le solté el cuello, y me tiré hacia atrás, una vez más. Dejándole hacer, de mí, lo que se le antojase. Mientras yo simplemente me dedicaba a gozar, a gemir, y disfrutar de ese amor incondicional, del que se me estaba haciendo entrega.


-¡Aahms MinHo~!-


Volví a gemir, cuando, sentí que finalmente había logrado “su objetivo”, solté las sábanas, que estaba sujetando con fuerza, para descargar un poco el dolor en ello, y allí se quedó, mirándome a los ojos, con esa sonrisa, realmente hermosa y compasiva, en lo que luego se me acercó, y volvió a tomar mis labios…


Luego de unos cuantos segundos, de dulces y castos besos, al separarme de él, le dije que ya podía comenzar a moverse, que ya me encontraba mejor, y él nuevamente sonriendo dulcemente, besó mi cuello y labios de manera dulce, y comenzó con sus vaivenes…


Nuevamente, esas sacudidas en mi interior, y gemidos a coro, comenzaron a escapar.


Sí, por fin, volvía a tener a MinHo conmigo, por fin volvía a sentirlo, volvía a sentir… sus caricias, sus besos, sus manos, su piel, su aroma, su voz, sus… embestidas. En mí.


Al fin volvía a tener a la persona que más amaba en este universo, conmigo…


Pensar en aquello, y encontrarlo aún increíble, hicieron que liberara algunas que otras lágrimas de felicidad…


Mis manos, una vez más, se aferraron a su cuello, en lo que de vez en cuando, le rasguñaba aquella amplia espalda.


Las embestidas comenzaron a ser más veloces, haciéndonos gemir, aún más a la par de aquellas embestidas, su rostro, sus acciones comenzaban a transformarse en aquel “diablillo” que era, en estas situaciones al parecer. Pero realmente ya no me importaba, pues, también necesitaba saciar, mis años “sin MinHo”…


Él tomó mis piernas por la parte de atrás de la rodilla, y las llevó a la casi altura de mis hombros, wow… no sabía que podía llegar a ser tan flexible, quizás era por mi delgadez, no lo sé, sólo sé que él comenzó a “bufar” como un toro enfurecido, a medida que me iba embistiendo sin parar,


-Hmns Aah~ MinHo~ MinHo m-más ra-rápido…-


Insistí, “exigí” inconscientemente, mi cuerpo, estaba entrando en trance, sentía como en cualquier momento, comenzaría a convulsionar levemente por el orgasmo… que estaba, sumamente próximo.


Él, sin decir nada, no sé cómo fue que lo logró, pero se “sentó” encima de mí, utilizando mis piernas flexionadas de apoyo, y comenzó a moverse con fervor, como si estuviese imitando a una rana, y “su estocada”  ahora era firme, fuerte y profunda.


-¡AAAH~ SI! SÍ, ¡así! Hmns~ ¡MinHo~! Y-ya no sé cu-cuanto aahmsn pueda, assh ¡aguantar! ¡Mns!-


A lo que él me respondió silenciosamente, lo mismo, como pudo, entre sus gemidos, sus jadeos, y  suspiros. Ya que por lo menos es lo que interpreté al ver esas expresiones en su rostro.


Hasta que finalmente, aquella sensación llegó a mi cuerpo. Él había estado estimulándome levemente, como podía en lo que me embestía ya sin tanta energía, pues se notaba su agotamiento. Y mi orgasmo finalmente llegó luego de sentir unas correntadas, que me hacían poner ansioso.


-¡AAAAH~ MINHO~! ¡HMNS! ¡AAASS!-


Fueron mis gemidos, finales, en lo que me corría en mi estómago, al estar tan “flexionado”… Él detuvo sus embestidas, en lo que yo disfrutaba de mi breve orgasmo.


Él agitado, y “adornado” delicadamente, con aquellos centelleos en su cuerpo, provocado por el sudor, me miraba a los ojos, aquellos que también tenían un brillo, extremadamente “anormal”… aunque de seguro yo estaría de la misma manera, a lo que le sonreí, y asentí. Segundos después, de que los efectos, del orgasmo, habían “perecido”, él nuevamente con esa sonrisa, tierna, continuó con algunas pocas embestidas más, para poder ser él ahora quien finalmente culminara en su orgasmo…


Nuevamente al sentir sus embestidas, comencé a morderme el labio inferior, para retener aquellos gemidos, que ya no tenían voz para salir.


-¡Aah, Mi-Minnie, t-te ex-extrañé ta-tanto hmns e-en to-todo este tiempo, n-no aamns no sabes, la-la falta que aaah~ me has hecho a lo aaah, largo, mns de todo hmns este tiempo… ¡AAAAHMNS~ TE AMO MI AMOR!-


Finalizó con muchas dificultades de decir aquello, junto con su orgasmo, pues, comencé a sentir, aquella “esencia” tibia en mi interior… suspirando una vez más, al sentirlo…


 


Cayó encima de mí, luego de que los efectos de su orgasmo se disiparan. Y allí nos quedamos, ambos aún agitados, yo ya no tanto como él, pero de todas formas, mi corazón seguía alterado, por tales acciones efectuadas anteriormente.


Levanté una de mis manos, con un sobreesfuerzo increíble, y la posé en sus cabellos, levemente húmedos en sus puntas, y comencé a acariciarlo… en lo que nuestras respiraciones, volvían a apaciguarse.


-N-no hagas mucho eso, que me terminaré por dormir, y-y te prometí, no, dejarte dormir en toda la noche…-


Habló agotado, aún con su rostro en mi pecho lampiño y níveo… sonrió liberando un poco de su aliento, en lo que yo sonreí también.


-No te preocupes, con lo de recién, créeme que me basta y sobra para el resto de la noche, no quiero “deshidratarte” el primer día, además de que, has estado endemoniadamente increíble, no sabes, cuanto extrañaba sentirte de ésta manera, ¿Me creerías si te dijera que aun no me lo creo el que estés aquí? Ha sido una sorpresa fabulosa… te amo, no te das una idea de cuánto lo hago, y además, déjame agradecerte, por haber traído, a SiWon y HeeChul ssi, contigo, también ha sido grato volver a verlos, ya echaba de menos, esos comentarios, inquietantes de HeeChul ssi… gracias mi vida, en verdad, muchísimas gracias…-


Hablé ya con mi sistema respiratorio normalizado, aunque débil. Él elevó su cabeza, una vez que terminé de decir aquellas palabras, me miró, me sonrió, y como pudo, se “arrastró” hasta poder llegar a mis labios, besarlos, y ser él ahora quien se acostara en la cama, para yo poder apoyarme en él.


-No tienes nada que agradecer, Minnie, los 3 te amamos mucho, aunque no lo creas, tal vez no de la misma forma, por obvias razones, pero quiero decir, que todos te apreciamos mucho, y siempre estábamos acordándonos de ti, y cuando me enviabas esas cartas, que una a una, iban mostrándome la madurez de tu mentalidad, en verdad, me hacían emocionar hasta las lágrimas… incluso una en particular, que llegó en un momento difícil para mí débil corazón en aquel entonces…-


Esta vez fui yo quien elevó su rostro y le miró algo asombrado, él me sonrió una vez más ahora con nostalgia, y se puso a dibujar garabatos en mi brazo, con sus dedos, causándome cosquillas…


-Pero a pesar de ello, justamente esa misma carta, es la que me impulsó a enfocarme mucho más en organizar mi vida, para poder darte a ti, una mucho mejor, la que te mereces, y como te la mereces…-


-No, no creo ser merecedor de tanto amor de tu parte, es decir, no lo valgo…-


-Claro que sí, para mí lo vales y es lo único que me importa, porque te amo, porque desde que te vi, a pesar de no querer reconocerlo, he sido siempre tuyo…-


-MinHo…-


Dije ya al borde de las lágrimas, en lo que el maldito me miraba con una hermosa y brillante sonrisa llena de amor, es que en verdad, no puedo creer tener a alguien así a mi lado… le amo, le amo con todas las fuerzas de mi alma… corazón y cuerpo…


-Y-yo, ta-tmabién te-te pertenezco, e-en cu-cuerpo y alma, so-soy co-completamente tuyo…-


Mis primeras lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas, pero poco me importó, cuando me acerqué nuevamente a su rostro, y tomé aquellos labios, una vez más, castamente. Lo amaba, en verdad lo amaba, y si en algún momento me llegara a faltar, o a dejar, realmente ya no me creo capaz de aguantarlo.


-Siento romper mi promesa, de “desvelarte” esta noche, pero la verdad, es que realmente ya no puedo más…-


Habló una vez que nuestros labios, efectuaron una muy insignificante desunión.


-No te preocupes amor, créeme que yo estoy igual, te amo, y descansa, te lo mereces, “has sido buen chico”…-


Dije al final con tono divertido, su pecho tembló levemente, al haberle hecho reír, y siendo él quien me acariciara el cabello, suave y delicadamente, me acomodó mejor sobre su pecho, a lo que yo me le pegué a más no poder, pues mi cuerpo comenzaba a enfriarse, mientras que el de él, aún continuaba, “ardiente”, cálido, y en un perezoso movimiento, logré acomodarnos las sábanas, con su ayuda.


-Babo…-


Rió con ternura, y luego de eso, no se dijo más nada, apagó la luz de noche, y allí nos concentramos en dormir, entre los brazos del otro… una sensación absolutamente maravillosa. Y con una estúpida sonrisa de lado a lado, me rendí ante los brazos de Morfeo.


 


~Al otro día~


POV MinHo


Cuando desperté, de repente de la nada, no pude evitar esbozar una sonrisa de lado a lado, al haber amanecido un día, “de muchos más”, a su lado, abrazándolo, rodeándolo con mis brazos. Su cuerpo se me hacía tan… tan, ¿cómo decirlo? ¿Cómodo? ¿Adictivo? ¿Reconfortante? No sé bien como explicárselos, pero realmente, me agradaba de sobremanera, estar “envolviéndolo” en mis brazos.


Por lo que cuidadosamente, y en contra de mi voluntad, me levanté, me estiré, y mi cuerpo sonó, de una manera algo estridente, debo admitirlo, y realmente me sorprendió, pero de inmediato comencé a sentirme mejor, así que aún algo adormilado, pero con mi sonrisa imborrable del rostro, me dirigí al baño, a terminar de despejarme por completo, y luego ya haría el desayuno o la comida, depende de que hora era, pues aún no tenía ni idea.


Una vez que termino de secarme el rostro, me miro al espejo, creo que debería rasurarme un poco y también ir a algún estilista para que me recortara un poco, pues, al estar despeinado, me daba cuenta, de que ya prácticamente, era una “melena leonina”… sonreí, y me dirigí a la cocina.


Pasé una última vez por la habitación, y allí estaba Minnie, todo despatarrado ahora en la cama, con aquel cuerpo níveo, casi completamente desnudo, si no fuera por aquella sábana que se enredaba en sus piernas, pero aún así, su imagen me resultó tierna y sensual a la vez, pues, al ser fina la sábana, “se notaba algo” allí abajo, sonreí y para no tentarme una vez más, me dirigí a la cocina…


No se dan una idea de cómo amo a este chico, que llegó y se “metió” a la fuerza a mi vida, siendo “todo un crío”, maleducado, en malas andadas, con malos hábitos, y verlo ahora, totalmente crecido, hecho todo un hombre de “negocios” por así decirlo, con pensamientos y sentimientos, totalmente opuestos a aquel de años precedentes.


Si les digo la verdad y les soy totalmente sincero, jamás creí que diera ese giro en su personalidad, al parecer aquella vez que se atrevió a confesarme todo su horrible pasado, fue el momento crucial, exacto, en que su vida dio un giro de 180°.


Y aún no puedo creerlo, ¿quién pensaría que este chico, “excelente” tendría un pasado tan turbio? La verdad le admiro, si me encontrase en su lugar, creo que jamás podría haber sido capaz de “ver la luz”…


Es realmente admirable, y ahora es él quien se ha convertido en mi “modelo a seguir” aunque suene totalmente increíble, su fortaleza, su perseverancia, y voluntad de querer cambiar, realmente me dejan impresionado, es mucho más fuerte de lo uno puede ver a simple vista, y me siento, realmente afortunado, de ser uno de los pocos, que realmente ha sido capaz de notar ese “don” en él.


 


Estaba cocinando con una gran sonrisa en el rostro, cuando siento, aquellos delgados dedos, deslizarse por toda mi cadera, para luego terminar en un entrelace de aquellas maravillosas, delgadas, delicadas y  “asombrosas” manos.


-Hola mi vida, buenos días, ¿Cómo amaneciste?-


Me susurró sensual al oído, mientras sentía, cómo su “pelvis” se apoyaba intencionalmente en mi trasero, cosa que fui capaz de deducir que aún estaba totalmente desnudo, al sentir su miembro en mis nalgas, cubiertas, por una fina tela de chándal.


-¿Tú cómo crees?-


Esbocé aún una sonrisa más amplia, siguiéndole el juego, con aquel “tono”.


-Si te soy sincero, creo que de las mil maravillas, sólo por hacerlo a mi lado, modestia aparte…-


Continuó “jugueteando” con aquel tono, cerca de mi oído, mientras, lo acariciaba con sus labios, amagando con morderlo… deslizando sus manos, con fervor, hacia mi pelvis, introduciéndose levemente dentro de mi pantalón, haciéndome notar, en todo su esplendor, la suavidad de sus manos…


-Pues, estás en lo correcto, mi pequeño libidinoso…-


Me giré ahora, luego de guardar el café en la alacena de arriba, llevando mis manos hacia su trasero, pellizcándolo también con fervor, mientras mi sonrisa, ahora era de lado. Él me correspondió, mordiéndose el labio inferior y lanzándome una mirada, que prácticamente esbozaba fuego lujurioso de ella.


Sus manos pasaron a mi trasero también, pero no pellizco, simplemente, las posó allí…


-Asi es, lo soy, y no lo niego, pero ¿sabes? Soy TU LIBIDINOSO, tu esclavo, tu amo, tuyo, todo tuyo, soy lo que desees, MinHo~-


Habló poniéndole una tonalidad, ahora ya “sexosa” directamente, mientras, se había acercado a susurrarme aquello, sobre mis labios, provocándome aún más… y pues… esto ya era demasiado, me arrebaté en un solo ataque de lujuria, y pellizcando aun más sus blancas y suaves nalgas, lo levanté en peso, y lo arrastré hacia la mesa, sentándolo allí, con algo de violencia, o mejor dicho excitación extrema… “soy tu esclavo, tu amo”, aquello realmente me hizo hervir la sangre en lujuria de inmediato.


Un beso salvaje fue el que inicie, devorando, casi medio rostro suyo, pero poco me importaba, porque él me correspondió de la misma manera… ¡A la mierda desayuno, tranquilo, dulce y romántico! ¿¡Con alguien que te provoca así, como es posible aquello!? Ahora prácticamente lo único que quería era tomarlo en este mismo instante sobre la mesa… mi miembro ya había comenzado a reaccionar, pues no era para menos, teniendo a TaeMin absolutamente desnudo, sobre la mesa, con las piernas ya abiertas al estar yo entre medio de ellas…


Mordí su labio, con pasión, entre que jadeábamos ambos, tironeándolo hacia mi lado, su mano se había “enterrado” prácticamente en una de mis nalgas, y aquello era endemoniadamente excitante…


-¡Sólo hazlo MinHo! ¡Métemela de una sola vez! ¡Te necesito!-


Dijo entre jadeos, ya ahogados, yo sin pensarlo con una de mis manos, bajé aquel pantalón de chándal, con desesperación, y luego de eso, abrí sus piernas aún más, con algo de agresividad, y cuando estaba a punto de penetrarlo, suena el timbre, reiteradas veces…


-¡PAR DE GUARROS~! ¡YA DEJEN DE HACERLO COMO CONEJOS Y ATIÉNDANNOS!-


Decía un “chillón” y divertido HeeChul, mientras, parecía haberse pegado al timbre, o ponerse a jugar con él…


-¡HeeChul ya suelta ese timbre de una vez!-


Se escuchó aquella lejana voz, de mi tío regañándolo, pero al parecer funcionó, o le apartó violentamente, ya que el maldito timbre que ya nos tenía prácticamente sordos, se detuvo…


-¡Mierda, justo ahora, se les ocurre venir!-


Habló TaeMin y yo agitado, desesperado… mirándolo, totalmente urgido, con mi miembro, a punto de empujar para que comenzara a entrar, le doy a entender, que ¿cuál era el plan?...


-¡GUARROS! ¡YA, atiéndannos, sabemos que están allí!-


“Chilló” nuevamente HeeChul, pero esta vez ya algo más irritado…


-¡A-atiéndelos MinHo, diles que ya vas!-


-¿¡Qué!? ¿¡Cómo crees!? ¡Mira cómo estoy, si les abro, prácticamente, les “apuñalaré”! ¿¡Cómo demonios, se supone que baje esto de inmediato, cuando tú me has puesto tan caliente, y encima de que no llevo ropa interior, para disimular un poco!?-


-¿¡Y pretendes que les abra yo, totalmente en bolas!? ¿¡Desnudo!?-


-¡Aish! ¡Mierda! ¿¡Qué hacemos!?-


-¡YA ME ESTOY CANSANDO! ¿¡Acaso se quedaron pegados como los perros!? ¡No me obliguen a tirar la puerta abajo!-


-¡HeeChul cálmate! ¡Quizás están durmiendo! ¡Te dije que era mala idea venir a estas horas!-


-¡Pero yo quiero ver a mis sobrinos! ¡YAH! ¡ABRANME!-


-¡MIerda! ¡Ponte aquel delantal, quizás ayude un poco, di-diles que ya-ya estoy con ellos, que me despertarás!-


-¡NO LO VOLVERÉ  A REPETIR! ¡TIRARÉ LA PUERTA ABAJO!-


-¡YA VA, DEMONIOS!-


Grité absolutamente violento, cómo nunca jamás, totalmente cabreado… y adolorido…


-¡JA! ¿¡LO VES SIWI!? ¡SI ESTABAN DESPIERTOS!-


No escuché nada de parte de mi tío, pero alejándome de TaeMin con mala predisposición, suspirando totalmente derrotado y frustrado, le dejo espacio para que se baje de la mesa, él se baja y me vuelve a lanzar, una de esas miradas, lujuriosas, en conjunto, con una sonrisa de lado, plagada de sorna, ¿¡Acaso te diviertes, viéndome así, provocándome desmesuradamente, y luego yéndote como si nada!?


Estaba por decirle algo, pero sólo fruncí mi ceño y miré hacia la mesa, cuando me di cuenta de que había, un poco de… de líquido se-semi transparente, mío,


-¡YA ENSEGUIDA VOY, ES QUE NO ENCUENTRO LA LLAVE, DISCULPEN!-


Dije un poco más calmado, pero aún nervioso y rabioso… “volví a ocultar” a mi miembro dentro de mi pantalón, cosa que era totalmente inútil, pues sobresalía de sobremanera, y mirando para todos lados, no sabiendo que hacer, corrí hacia lo primero que vi, el rollo de papel para cocina, arranqué un trozo, limpié con desesperación, y con los nervios de punta, me coloqué el delantal, encima, seguía notándose pero ya levemente menos, bueno, algo, era algo. Aquello era vergonzoso, realmente vergonzoso, pero aún así, yo creo que totalmente rojo, y acalorado, por la situación, recogí la llave de un pequeño tablero dónde había varios tipos de llaves, y me dirigí hacia la puerta…


-¡Para hoy! ¡Pues de lo contrario envejeceré lo que me queda de vida, aquí y sería incómodo!-


Seguía gritándome HeeChul del otro lado de la puerta, con absoluta sorna en su voz, fanfarroneándome.  Yo mordí mi labio de rabia, y soplando luego uno de mis mechones, cansino, fastidiado, me dirigí a la puerta, sin comentar nada. El sonido de la llave “intentando” entrar en la cerradura, se hizo oír…


-¡Gya SiWi, ya casi abre! ¡POR FIIIN!-


Comentó primero emocionado como niño pequeño, para luego cambiar su tono drásticamente, a uno de fastidio absoluto… Por suerte, mi erección, por la EXTREMADAMENTE “inoportuna interrupción” comenzaba a bajar un poco, pero eso no quitaba aquel dolor molesto, casi insoportable… ¡Tenía unas malditas ganas y necesidades de correrme, la puta madre!


La puerta abrió finalmente…


-¡Cielos! ¿¡Qué estabais haciendo, que se tardaron una eternidad!?-


Pasó primero HeeChul ssi, sin siquiera saludar, sin pedir permiso. ¡Y teniendo aún el descaro de mostrarse indignado!


-Estábamos durmiendo, lo siento HeeChul ssi, pero para la próxima, avise que vendrá as-


-¿¡No les interrumpo el polvo!?-


-No- Interrumpí, lacónico, serio seco, ante su comentario, fanfarrón, aunque mi respuesta sincera hubiese sido un “¡SI!” más grande que esta ciudad, maldito, “corta mambos”. -Así no me mata de un infarto, haciéndome saltar de la cama, provocando que me golpeé el coxis.-


Continué en aquel tono algo tosco.


-Lo siento chico, le dije que viniéramos más tarde, pero él insistió, y siento lo del timbre, no creí que fuera a actuar tan infantilmente como lo hizo, ¿tu coxis está bien? ¿Quieres que haga algo?-


-¡NO!- Soné casi desesperado, él me miró asombrado, mientras que HeeChul me sonrió de lado, ¡MIERDA! ¿¡Vio mi bulto!? ¡No, no es tiempo para pensar en eso! Mas importante, mi tío, carraspeé mi garganta, y le miré. –Di-Digo, no, lo siento, no te preocupes, tío, ya se pasará creo, sino iré a comprar alguna pomada anti inflamatoria. E-eeem, to-tomen asiento, y-ya estoy con ustedes, ve-veré si Ta-TaeMin, ya se ha levantado y está listo…-


Dije nervioso, dándole la-la espalda de inmediato, luego de disculparme, y ver que me miraba aún más sorprendido ahora…


-¡Grr! ¡MinHo, sobrino mío! ¿¡Te atreves a seducir a tu tío político, en frente de tu tío “real” con esa sensual espalda toda rasguñada!? Vaya que hubo pasión desenfrenada allí…-


-¡HeeChul!-


Le regañó mi tío, algo iracundo, mientras él emitía aquella risita “pícara”, y yo… yo me puse de-de ¡DE TODOS LOS PUTOS COLORES! ¿¡Tenía necesidad de decir eso!? ¿¡Tenía yo necesidad, de levantarme y colocarme solamente un puto pantalón!?


-Y-Yo, ¡Y-ya vuelvo!-


Exclamé, sin siquiera mirarlos, huyendo prácticamente de allí, sintiéndome como si estuviera “nuevamente” totalmente desnudo, ante aquella “punzante” mirada, que se me clavaba, y que era sin dudas la de HeeChul ssi…


No escuché más nada, pues, mis orejas, han de estar tan rojas, que prácticamente, ya ni escuchaban nada, sentía que me estaba prendiendo fuego, me sentía al rojo vivo, hasta que llegué a la pieza, en busca de TaeMin, observándolo, tirado en la cama, boca abajo, con una almohada en la cara, conteniendo la risa…


-¡Yah! ¡Ya deja de reírte, no es para nada gracioso! ¡Ya te quiero ver a ti, en mi situación! ¡Apuesto, a que te pondrías más rojo que un tomate! Pero tranquilo que esto no quedará así, buscaré la forma de vengarme, ahora ve, y atiéndelos tú, que yo necesito ponerme presentable, mira que obligarme a atenderlos, con estas pintas… ¡Me las pagarás Diablillo TaeMin! ¡Te doy mi palabra! ¡Y sabes que la cumplo!-


Dije irritado, pero en susurros, él, estaba prácticamente llorando de la risa, que tuvo que sentarse, porque comenzaba a faltarle el aire, y en ese momento me asusté un poco, pero nada sucedió, pues, estiró la mano, y sobre la pequeña mesita de noche, tenía su “aparatito” que por suerte, ahora, no dudó en usarlo, y aquello, al parecer, sirvió para calmarse un poco, pues su risa, se iba deteniendo de a poco.


-Es que, es que no sabes, lo gracioso que han resultado todos-todos esos comentarios, tus reacciones y la situación, jaja, Dios mío, voy a morir de risa, jajaj-


Hablaba levemente entrecortado, aún por aquellas risitas que se mostraban renuentes, a finalizar.


Se puso de pie una vez que se calmó, y se me acercó, nuevamente a susurrarme sobre los labios mirándome…


-Pues, ¿Qué crees? Estaré ansioso, por “sufrir tu venganza”, amo… castígame, castígame aarrg.-


Habló en aquel susurro malditamente insinuante, mientras, me “gruñía” o mejor dicho, “ronroneaba” de la misma manera y acariciaba levemente mi miembro, ya levemente despierto, que con aquello volvió a despertarlo por completo… ¡AISH! ¡Maldito chico con cara de ángel, pero alma de demonio!


¡No se dan una idea, de lo que tuve que controlarme, para no sujetarlo nuevamente de las nalgas, montarlo a mis caderas, y “darle duro contra la pared”, pues, luego de aquella caricia, “serpenteante” casi como paño de seda pasando por allí, se dirigió al comedor…


Me quedé inmóvil, petrificado, abriendo y cerrando mi mano con fuerza, poniéndome de vez en cuando los nudillos en la boca, mordiéndome, levemente, para “canalizar” mi lujuria, a su punto de ebullición máximo.


-¡SiWon ssi! ¡HeeChul ssi! ¡Qué alegría verlos aquí tan temprano, no saben cuánto me alegra su visita!-


Escuché que habló TaeMinnie, emocionado, aunque no sé si aquello, lo decía con ironía, o realmente estaba feliz de verlos, a pesar de que hubieran, interrumpido, nuestro, “fabuloso saludo de buenos días”


Le ignoré, pues, luego de calmarme, abrí mi maleta algo apresurado, busqué un conjunto, decente, ropa interior, y me dirigí al baño privado de la habitación, a darme la “masturbada” de mi vida, pues en verdad que estaba extremadamente frustrado. ¡Necesitaba aliviarme de una puta vez!


Por lo que luego de terminar… culminar, y sentirme en un excepcional “alivio”, lavé mis manos, mi rostro una vez más,  me limpié, y comencé a vestirme, para finalizar peinándome un poco…


Finalmente, podía actuar de manera normal, frente a “MIS tíos”… suspiré, intenté relajarme, no pensar en nada de lo anteriormente vivido ni escuchado, y salí, “al rescate” de TaeMinnie, pues supongo, que no ha de ser nada fácil, sobrellevar una conversación con HeeChul ssi, sin que te ponga en un aprieto, te incomode, y te haga sonrojar a más no poder…


-Disculpen, la tardanza, y el estado en que los atendí, pero en fin, ya estoy aquí.-


Me senté, ¿¡dónde!? ¡Sí! Dónde había estado con TaeMin hace un rato, ¡maldición!  Al parecer hoy no era mi día de suerte… suspiré cansado, resignado.


-No te preocupes, sobrino, insisto, también fue parte de nuestra culpa, por venir tan temprano, bueno, no lo es tanto, pero bueno, en fin, déjame disculparme a mí también.-


Hizo una pequeña reverencia mi tío, mientras HeeChul simplemente observaba con esa sonrisita, malévola, que ya prácticamente me daba miedo… Correspondí a su reverencia, acompañado de un asentimiento, él me sonrió cálidamente, de esa manera que siempre solía, y “suelo” hacerlo con  TaeMin, aunque no recientemente, pues… bueno, en fin, ustedes ya me entienden…


Luego, de que HeeChul hiciera, como era infaltable, ya debería referirme como “marca registrada”, hizo un comentario, avergonzándonos a ambos, en lo que SiWon, le regañó, como la mayoría de las veces.


Menos mal, que cuando volvamos a la granja, no tendremos que tenerlo tan seguido “en casa”, aunque ahora que me pongo a pensar, ¿si es así, teniéndonos aquí? ¿¡Como demonios le haremos para “liberarnos” de él, en la granja!? Quizás… si fue un error hacer la casa allí… pero es que… no sabía que se pondría, de “cargoso” con nosotros. Que nos agarraría de punto.


En fin, aún era pronto para pensar en ello, y HeeChul y SiWon, ya en la noche, se volverían a la granja, cosa que me hacía sentir, un poco alegre, aunque sonara algo egoísta de mi parte, pero es que… que realmente quería privacidad con Min al 100% en este poquito tiempo incierto, que nos quede aquí.


 


La charla continuó milagrosamente amena, hasta que sin darnos cuenta se hizo la hora del almuerzo, y Minnie, no tuvo mejor idea que invitarlos a quedarse a almorzar con nosotros. Y por supuesto que HeeChul ssi, dijo que sí en seguida, sin tomar en cuenta, la opinión de nadie, por lo que mi tío, disculpándose en su lugar, preguntó que si no era molestia, confesaba que le gustaría  quedarse, por lo que no hubo discusión, TaeMin, al igual que HeeChul ssi segundos antes, decidió por sí mismo, sin tenerme en cuenta, pero bueno, ¿ya qué? Después de todo era su casa, ¿no? ¿Pero adivinen, a quien le tocó cocinar?


Sí, exacto, a mí, así que una vez más, no me quedó más que suspirar, y con una “dulce sonrisa” comenzar a cocinar, mientras ellos continuaban hablando muy a gusto, pero extraño fue para mí, cuando, mi tío, se apareció a mi lado, y se ofreció ayudarme. Yo negándome al principio, no se lo permití, pero terminó por convencerme, así que allí nos encontrábamos ambos, preparando el almuerzo, mientras, que HeeChul y TaeMin conversaban, “de muy amigos” como si fueran “amigAs” de toda la vida.


Sonreí inevitablemente, no podía enojarme con él, a pesar de todo lo que “me hace”, esa expresión, esa voz, y esas sonrisas, terminaban por poderme, provocándome dulzura y ternura, no me quedaba más que sonreír ampliamente. A pesar de todo, le amaba, era inevitable, así me gusta, así le amo.


 


 


Luego de terminar de comer, y hablar de cosas triviales, muchas más de las que me podía imaginar, SiWon, decidió dar por terminada la conversación con mucha pena, pero pues, ya era cerca de la tarde, y debían comenzar a aprontar sus cosas para volver, y en cuanto, mi tío dijo la palabra “Volver” TaeMin de inmediato, me miró angustiado, preocupado, triste…


-¿T-tu, tú también te vas MinHo?-


Cuestionó sin poder evitar, la utilización de aquel tono, lastimero y aniñado de él.


-Tengo que hablar justamente de eso contigo, debo decirte y “pedirte” algo.-


Hablé serio, él miró a SiWon y a HeeChul como en busca de respuesta alguna, sus ojos se veían levemente rojizos, por lo que extrañamente, serio, HeeChul habla.


-Es hora de irnos SiWi, MinHo, te esperamos en el aeropuerto, y en cuanto a ti mi precioso niño, fue realmente un gusto, volver a verte, charlar contigo, y encontrarte, tan guapo, tan maduro y honesto. Te quiero mucho.- Sonrió casi, me atrevería a decir, “maternal” mientras, acariciaba la suave mejilla de TaeMinnie, me miró, soltó a Minnie. –A ti también te quiero mucho MinHo, no te me pongas celoso…- Sonrió, dándome un extraño, abrazo cálido, sólo sonreí y correspondí a su abrazo. Quizás después de todo, no sería tan malo, “tenerlo por los alrededores”.


-Nos vemos TaeMin, al igual que HeeChul dijo, fue realmente un gusto volver a verte después de tanto tiempo, aunque no lo creas, después de que aquella vez te fuiste, por “razones de fuerza mayor” con el tiempo, comencé a extrañarte, oír tus insultos, y observar cómo te ponías totalmente rojo de la ira, cuando te decía y te trababa como un “niño”.-


Confesó mi tío, sorprendentemente, abrazando a Minnie, yo me quedé, levemente impactado, era la primera vez que le oía decir aquello, en un tono serio…


-Y-yo también, lo he extrañado mucho SiWon ssi, aunque no lo crea.-


Fue Minnie, ahora quién reforzó aquel abrazo. Para luego ser mi tío quien iniciara el distanciamiento, regalándole una sonrisa, y dirigiéndose segundos después a mí, a quien también abracé, con mucha más confianza que a HeeChul ssi.


-Nos vemos en el aeropuerto, muchacho, no te tardes, recuerda que el avión sale a las 22:40 p.m-


-Sí, tío, allí nos veremos descuida.-


Sonreí, hablando con serenidad.


-Siento el que no podamos quedarnos más TaeMinnie, créenos que nos agradaría muchísimo, pero debemos volver a nuestras labores, éste viaje ha sido una pequeña escapadita de la rutina.-


Volvió a sonreír mi tío, en lo que se acercó a TaeMin y besó su frente ahora, TaeMin, no dijo nada, o más bien no podía decir nada, sus ojos, estaban ya rojos, tragaba saliva, contenía la respiración, esforzándose por no llorar, pero aún así le resultó imposible, las lágrimas escaparon, y no pudo hacer más que asentir.


-Bien, es hora, de irnos SiWi, no quiero hacer las maletas a las apuradas, sabes que odio eso.-


-Sí, lo sé, amor… di-digo HeeChul… va-vamos.-


Ambos, fuimos capaces de observar, como mi tío, se sonrojó levemente, ante aquel pequeño “adjetivo” que se le escapó, HeeChul, simplemente sonrió complacido, con ternura y se fueron, un último intercambio de miradas, un saludo de manos, y la puerta se cerró.


-¡MinHo! ¡Dime que no es cierto que tú también te irás! ¡No quiero que te vayas! ¡Quiero que te quedes aquí conmigo, por más tiempo! ¡Por favor! ¿¡Puedes cambiar el boleto, puedes cancelarlo!? ¡No te vayas, no me dejes! ¡De lo contrario, ya no volveré a ser capaz de conciliar el sueño, en mi tan solitaria cama ahora!-


Habló, con su llanto, ya incontrolable, colgándoseme del cuello, yo sonreí con ternura, conmovido, y le abrasé. Con tanto fervor, que le hice, prácticamente arquear.


-De hecho, de eso te quiero hablar, pues la verdad, es que mi idea, era no irme de aquí, si no es contigo, en caso de que tu respuesta fuera positiva, y como lo fue, gracias  a Dios, quería preguntarte, si… ¿Me permitirías, quedarme contigo, hasta que todos tus trámites, y asuntos pendientes aquí, estén resueltos? Estoy dispuesto a esperar… ¿tú estás dispuesto a iniciar mañana mismo, los trámites de transferencia?-


Le dije, de manera calmada, en lo que aún le mantenía abrazado, apoyando mi mentón en su hombro. Él no dijo nada, por unos segundos, simplemente se quedó mudo, yo comencé a ponerme algo nervioso, no voy a mentirles. Hasta que toma la iniciativa, y se separa, lentamente de mi pecho.


-Tonto, esas cosas no se “ocultan”, debiste habérmelo dicho desde un principio, mira nomás el disgusto que me has hecho pasar, en tan sólo 2 minutos. Claro que sí MinHo, nada me haría más feliz, que tenerte aquí en mi casa, conmigo, y saber que luego cuando te vayas, yo me iré contigo… te amo, y mucho, y no sabes lo feliz que me has hecho, en estos precisos momentos, dejando de lado, el pequeño detalle de tu “olvido”.-


Habló también él esforzándose por parecer sereno, pero sus espasmos por el llanto, demostraban todo lo contrario. Yo simplemente sonreí, y besé sus labios con dulzura, nuevamente, aunque pareciese, que eso volvería a ocurrir, luego de lo que sucedió esta mañana.


-Tu respuesta, también me hace muy feliz, mi vida, y no sabes cuánto, pues la verdad, debo confesarte que tenía mis miedos, mis dudas, pues, como te has criado en éste ambiente, creí que te resultaría, imposible, despojarte de él.-


-De hecho, estaba dispuesto a dejarlo todo, desde el momento que te confesé mis verdaderos sentimientos, y tu correspondiste a ellos con una sonrisa en el rostro, te amé mucho más en ese momento.-


-Y yo a tí.-


Nuevamente nos “unimos, nos fundimos” en un abrazo, tierno, inocente, casto, y lleno de aquel extraordinario sentimiento, aquel que está conformado por una simple palabra, por unas 5 simples letras, pero que sin embargo, te proporciona, un sinfín de emociones. Amor.


 


 


Luego de pasar, el tiempo que nos restaba de melosos a más no poder, decidimos, que era hora de ir a despedir a “nuestros tíos” al aeropuerto, una vez más. Dejándole en claro, cuáles eran nuestros planes.


Ellos nos recibieron nuevamente con una sonrisa, un tanto melancólica ahora, pero aún así, sin que se les borrara del rostro, le acompañamos hasta último momento, hasta que atravesaron aquellas compuertas, y subieron al avión. Luego de  oír aquel ruido ensordecedor del despegar, siento la mano de TaeMin, asir la mía, entrelazando nuestros dedos, y viéndolo a los ojos, observo que los tiene cristalizados, pero aún así con una sonrisa en los labios, y me habla.


-Ya no puedo esperar para verlos otra vez.-


-Pronto lo harás, descuida, por suerte, tenemos toda nuestra vida por delante, para disfrutarlos. Ahora… ¿Te parece si vamos regresando? Es muy tarde, y está muy frío, y tú tienes “cosas que hacer” mañana.-


Sonreí, mientras sujetaba aún mejor su mano, él asintió, y caminando tranquilos, tomados de las manos, sin que nos importaran las miradas ajenas, nos retiramos de allí.


 


~1 semana y media después ~


El que finalizara, todos sus papeles, y trámites, para dejar todo en orden aquí, tomó un poco más de lo que esperaba, pero de todas formas, no fue tanto tampoco, además de que me sirvió como “adelanto” de cómo sería nuestra vida, en el campo, por el momento, era perfecta, pues, “recién comenzábamos”, pero sabía, que con el tiempo no iba a ser tan “perfecto”, ¿pero saben qué? Estaba dispuesto, a luchar, y soportar todos los obstáculos, que de seguro nos iban a venir.


 


Ya con las maletas listas, él nervioso y yo ansioso, nos encontrábamos esperando el taxi, que habíamos mandado a llamar, hasta que a los pocos minutos, se escuchan unos pequeños bocinazos.


-Ese es el nuestro…-


Dije, intentando mantener mi tonalidad serena, para transmitirle un poco a él, pues la verdad, se veía algo nervioso, y pues no era para menos ni lo culpo, supongo que es completamente normal.


Su vida, estaba por comenzar una vez más, o mejor dicho dar un giro radical.


-Sí, vamos, ¡Dios que nervios! ¡Qué felicidad! ¡Qué ansiedad! ¡Qué enredo de emociones! ¡Me siento como en una montaña rusa!- 


Decía, una cosa tras otra, cambiando su tonalidad, a medida que iba diciendo aquellas cosas, yo simplemente, sonreí, pues me causaba ternura. Por lo que tomándole de la mano, le miré, le vi suspirar, y avanzamos.


Dimos nuestro primer paso…


-¿Me acompañas?-


Pregunté cálido, ya afuera, en la puerta. El taxi estaba frente a nosotros.


-¿A dónde?-


Preguntó algo desorientado.


-A la felicidad eterna…-


Dije divertido, sonriendo a más no poder, en lo que el taxista en ese momento nos miró extrañado, pues estaba guardando nuestras maletas, atrás.


Su cuerpo se relajó, bajó su mirada, y sonrió a más no poder, me miró de reojo, pues al parecer, estaba tan avergonzado que no se atrevía a mirarme directamente y asintió.


-Si MinHo, a dónde quieras, incluso al cielo o al infierno.-


-Así me gusta.-


Le tomé el mentón, se lo elevé, y besé efímeramente sus preciosos, suaves y deliciosos labios. Volvió a sonreír, yo me contagié, y finalmente nos subimos al taxi, dejando atrás, todo aquello, dejando atrás, aquel lugar, aquella casa, que fue testigo de nuestro recuentro, nuestro “dulce y pasional” encuentro. Y a pesar de que lo consideraba un recuerdo importante y valioso para mí, decidí dejarlo ir. Pues, ahora tendríamos tiempo, de crear muchos más, así, igual o más importantes que aquel.


 


Ya a bordo, y camino a la granja, él estaba recostado en mi hombro, y pues estaba anocheciendo, y yo comenzaba a adormecerme. Pero un comentario de su parte, en una dulce tonalidad, cerca de mi oído me despertó.


-¿Sabes?-


-Hmm-


Emití aquel sonido, dándole a entender, que le escuchaba. Él continuó hablando.


-Entre tú y yo, seremos capaces de cultivar las mejores “Red Delicious” que jamás hayan existido, una porque de seguro serán cultivadas, con muchísimo amor y dedicación, que es lo más importante, y segundo, porque como en la vida diaria nuestras personalidades se complementan, nuestras profesiones también lo harán, ya que tú serás el fruticultor, y yo, yo seré quien te diga, cual es la mejor zona, y el mejor suelo, para cultivarlas, yo seré el edafólogo. ¿Lo ves? Seremos el equipo perfecto, estamos destinados a “crear” las mejores “Red Delicious”, las mejores réplicas de aquel “fruto prohibido” que nos conllevará a “pecar” una y otra vez…-


Sonreí ante aquel comentario, me agaché un poco, elevé su mentón con delicadeza, y besé sus labios una vez más.


-Pues la verdad, que no me arrepiento ni arrepentiré, de “pecar” una y otra vez, si es contigo a mi lado, y de probar sin cesar, “Tus Red Delicious”.-


-Yo tampoco, contigo hasta el final, ya te lo dije hace unas horas, ya sea al cielo o al infierno, allí iré contigo, porque te amo, más que a nada en este mundo.-


Sonreímos ambos a más no poder, estas palabras, tan llenas de dulzura, realmente, me iban a causar una “hiperglucemia” pero la verdad, es que no me importaría, “morir” a causa de ella, siempre y cuando, sea provocado por mi Minnie, mi TaeBaby, mi TaeMinnie, mi…  mi vida.


 


~ POV TaeMin ~


Luego de que habláramos sobre aquello en el avión, nuevamente me besó, y luego de eso, nuestros ojos se cerraron, para abrirse “minutos después”, al oír como nuestra llegada a destino era reportada.


Ambos despertamos, algo desorientados, pero al final logramos despertarnos por completo, y bajar. Tomamos nuestras maletas, la madrugada, o mejor dicho, la mañana, estaba realmente fresca. Eran aproximadamente las 5 de la mañana.


Y al pisar el suelo, y dar mis primeros pasos, mi corazón comenzó a acelerarse de sobremanera. No sabía si era por euforia, nervios, ansiedad, no lo sé, realmente no lo sé, lo único que sé, es que ya no habría vuelta atrás, por lo que no hay, ni quiero dar lugar tampoco, al arrepentimiento.


-¿Estás listo Minnie?-


Me preguntó con una enorme sonrisa en sus labios, yo suspiré, intentando tranquilizarme, y asentí, sonriendo seguidamente, él ensancha su sonrisa aún más, y nuevamente avanzamos, hacia fuera del aeropuerto, y fuimos en busca de un taxi, pero grande fue mi sorpresa, cuando vi, aquella camioneta, ya un poco más desecha, color blanca, que tantos recuerdos me trajo de inmediato, en forma de “cachetazo”.


-Ven, vamos, que “nos están esperando”.-


Un SiWon sonriente, tocando bocinas, fue con lo que me encontré y me contagié, y avancé esta vez, con mis piernas, y cuerpo más livianos, por causa de un corazón justamente más tranquilo.


Subimos, saludamos, y envueltos en una fabulosa conversación, emprendimos camino hacia la granja, a la cual llegamos 2 horas después, quizás, más o menos, le he calculado, pues, éste era otro pueblo, diferente al que habíamos ido, en aquel entonces…


 


Cuando llegamos, el primero en bajar fui yo, me estiré, mi espalda sonó, mi cuello se descontracturó, y en un suspiro de alivio, cierro mis ojos, sonrió y “aspiro” aquel aroma, me deleito y me lleno, de aire puro y fresco, tanto que parece que pasara como en pequeñas dagas heladas por mi garganta y fosas nasales.


La vista, el paisaje del que se deleitaron mis ojos y no solo mis ojos, sino también mis demás sentidos, se vieron maravillados, por aquel aroma y panorama centelleante que las hiervas húmedas por el relente e iluminadas por el alba ofrecían. Era realmente fascinante, me encontraba hechizado, maravillado, con tan simple cosa. Pero aquello me llenó realmente de paz interior.


 


Sentí una mano posarse suavemente sobre uno de mis hombros, sacándome de mi ensoñación, y al mirar de quien se trataba sonreí aún más ampliamente.


-Bienvenido, a tu nuevo hogar…-


Dijo dulce y cálido SiWon ssi. No podía decir nada, era todo realmente asombroso.


-Más que mi nuevo hogar, esto parece el mismísimo Edén…-


-¿Lo ves? Te lo dije, te lo dije desde el primer momento en que nuestros destinos se cruzaron, enmarañaron y entrelazaron, ¿lo recuerdas?-


Le miré algo sorprendido, y apenado bajé la cabeza, él sonrió y continuó hablando, con aquel tono, cálido sereno y hechizante.


-“No sabe apreciar lo bueno que tiene este lugar, pues si pensara como yo, este lugar le parecería el mismísimo Edén…”-


Volvió a sonreírme, yo sonreí, al oírlo hablar, de aquella manera, que tantos recuerdos me trajo también, tantos “buenos” recuerdos ahora, pues en aquel entonces, no lo eran para nada.


-Pues tenías toda la razón del mundo, lo siento, no puedes culparme, era solo un crío, un niño totalmente débil, que se refugiaba en la “dureza, la violencia”, cuando lo único que quería, es lo que tu sin dudar, desde el primer momento me diste. “Cariño, aprecio, respeto… otra oportunidad” y es por eso que te amo tanto, como lo hago ahora.-


-Eres lo mejor que me pasó en la vida. Lu-luego de que… AnJi, “me dejara” tú eras el único motivo que me obligaba a seguir adelante, y querer avanzar con la frente bien en alto… por eso, también te amo más que a nada en el mundo, pues, ahora, tú… eres mi mundo.-


Su voz, ahora algo temblorosa, por aquel recuerdo, me partió el alma, mientras que sus palabras posteriores, me hicieron “chorrear los mocos” como quien dice.


Le abracé a más no poder, quizás era el momento, en que por una vez en la vida, fuera yo el fuerte, y le proporcionara apoyo a él. Aquel panorama, tenía algo… algo que me hacía poner realmente nostálgico, sentimental de sobremanera. Pero no me importaba, era una vista hermosa.


-Siento mucho lo de AnJi, pero debes quedarte con los recuerdos positivos de ella, que supongo son un 99,9% de lo que vivieron juntos.-


-Sí, así es… ti-tienes toda la razón del mundo, lo siento, es que aún a pesar de que han pasado años de ello, de vez en cuando vuelven a mí. Pero no quiero llorar, es-estoy seguro, de que ella no me querría ver así.-


-Así es mi vida- Dije cálido, siendo yo ahora el que limpiara, aquellas rebeldes lagrimas que rodaban por sus mejillas, de “manera ilegal” –Donde quiera que esté, estoy seguro de que estará feliz observándote, cuidándote, agradeciéndote todo lo que hiciste por ella.- Mis lágrimas también estaban a punto de escapar, pero las retuve como pude. Él se separó, se sorbió la nariz, 2 veces, e intentó sonreírme.


-Ya, no quiero arruinar este maravilloso escenario, de esta manera, me gustaría, mostrarte, “nuestra casa”, espero que te guste, si distinta hubiera sido nuestra situación, te hubiera llamado, para consultarte algunas cosas, detalles, pero, debido a las circunstancias, aparte de que yo quería mantenerlo en secreto también, nunca te mencioné nada, así, que espero que te guste… ven vamos, es por aquí.-


-Ustedes adelántense muchachos, yo iré a despertar a HeeChul, que ya va siendo hora de que comencemos nuestro día, nos vemos más tarde, aquí les dejo sus maletas, y aquí te entrego la llave, TaeMinnie.-


Ambos le miramos, yo asentí, y luego me quedé impactado, anulado totalmente, cuando, aquellas llaves, cayeron sobre mis manos. “Las llaves de NUESTRA casa”. Era algo de no creer aún, o por lo menos para mí.


Avanzamos y él a mitad de camino, decidió tapar mis ojos, y a los tambaleos, continué avanzando, con una sonrisa que se iba ensanchando cada vez más a medida que él me iba advirtiendo que faltaba cada vez menos. Hasta que el momento llegó.


-Llegamos…-


Quité sus manos de mis ojos, y quedé realmente maravillado, con lo que frente a mis ojos se alzaba “refulgente”. Era una hermosísima cabaña entre moderna y rústica, de dimensiones no muy grandes, pero tampoco muy chicas, así que era prácticamente perfecta. Nuevamente, mis lágrimas recorrieron mis mejillas, de la pura y absoluta felicidad.


-Tú tienes las llaves, así que por favor, hazme el honor…-


Habló MinHo, con clara emoción contenida, pero esta vez su intento de mostrarse sereno, le falló, sabía que estaba tan emocionado y ansioso como yo. ¡Mis manos temblaban! ¡No podía insertar bien la llave en la cerradura! Hasta que MinHo, se colocó detrás de mí, dejando las maletas a un lado, y deslizando sus manos suave y lentamente de mis hombros a mis manos, hasta lograr envolver con suavidad, aquella que tanto temblaba de la pura emoción, ¡Hasta mis piernas temblaban!


-Tranquilo amor, relájate, y abrámosla juntos…-


Mi mano envuelta por la de MinHo, se calmó extraordinariamente, y girando ambos la llave, le quitamos el seguro, y aquella mágica puerta se abrió lentamente hacia adentro, pareciendo, que nos daba oficialmente la bienvenida. Y nervioso, di el primer paso, trastabillé, como era de esperarse, y una pequeña risita escapó de MinHo, pero nada me hizo más feliz que eso. Ayudé a MinHo con las maletas, y entré, entramos…


Dando inicio, a partir de este preciso instante, a… mi nueva vida, mi nueva vida como “recién casado” junto a MinHo, y a “nuestros tíos” SiWon y HeeChul ssi, oficialmente, a las 8.37 a.m del Lunes 17 de Marzo de 2014.


En este preciso instante, renací como una nueva persona. Una totalmente diferente, a la que vino por primera vez, a este paraíso.


 


 


 


¿Y saben como “inauguramos oficialmente” nuestra nueva casa?


Sí. Adivinan bien, con una dulce y tierna renovación de nuestro contrato de amor incondicional hacia el ajeno.


Y sin importar qué, superaríamos todos los obstáculos. Estaba dispuesto a hacerlo. Estaba dispuesto al 100% de luchar con uñas y dientes, por lo que es mío, y me pertenece sólo y únicamente a mí… mi felicidad, y mi felicidad, tiene el maravilloso nombre de Choi MinHo.

Notas finales:

*w* ¿Y? ¿Qué les pareció el final? ¿Muy super ultra mega hiper cursi derrocha miel por doquier? xD Lo siento, no pude evitarlo, espero que les haya gustado, por cierto esa última fecha que menciona TaeMinnie, es a la hora exacta que terminé el fic definitivamente, que venía escribiéndolo desde las 3 de la mañana por lo menos xD  Sí, así de viciada soy, les juro que estaba con los ojos que no me daban más, se me cerraban prácticamente solos, menos mal que no tenía que hacer nada ese día xD jaja


Y más “¡¡JAJAJAAAA!!” Con las escenas de HeeChul en la visita “temprana” a “los pequeños guarros” xD ¡Me morí de risa, con aquellas escenas, mientras las escribía! Jajaja, xD HeeChul troll, nivel Dios, jajaj xD lo siento, no pude evitarlo, eran comentarios, que me iban surgiendo, a medida que iba escribiendo jajaj xD


Por otra parte, *¬* Ese TaeMin, está hecho todo un “zorrillo” xD en cuanto provocar a MinHo se trata, y éste pobre, que cae, como elefante del 10 piso (?) :P jaja para que después vuelva a ser el niño inocente de siempre xD


QnQ (Bipolar mode: on) TT_TT Casi me largo a llorar con la parte en que volví a mencionar a “Anji”, pues no sé si lo sepan o no, (bueno es obvio que no, así que se los digo igual xD) Yo amo los caballos, son mi fascinación, siempre he querido tener una yegua, pero blanca, aunque en el lugar que vivo no puedo tenerla u.u, así que desahogué mi sueño frustrado en MinHo xD jeje pobrecito. ©


Pero bueno en fin, esta historia ha llegado a su fin, definitivo, no sé con qué otra pareja seguiré, pero quizás dentro de unos cuantos días, empiece uno nuevo, así que no sé, tengo 28 historias más por concretar xD así que tengo para elegir xD a diestra y siniestra (?) Bueno no creo que les importe, pero se los digo por las dudas.


¡AH POR CIERTO! ¡CASI ME OLVIDO! D: Ésta historia, fue inspirada a partir de un corto gay que vi hace bastante que se llama “Lucky blue” de seguro lo encuentran en YT si es que no lo han sacado :/


Así que con esto me despido n.n, desde ya les agradezco infinitamente, a quienes me han dejado reviews, y a quienes han seguido esta historia “sin reportarse” xD pero bueno, lo valoro igual n.n


Muchas gracias a Melody753, Fernanda D Kaulitz, Yesi, LovesTaeminnie, Daniela Luna, Diana Hermesdorf y a Sakuriitha Kiinomoto (éstas últimas 3 desde mi página de face)


Así que aprovechando, aquí les dejo mi página de Facebook por si les interesa n.n para quienes, “no se han pasado” por allí aún, bueno si quieren :P


♥ https://www.facebook.com/ZaffireHeart


PD: EL CAPITULO MAS LARGO DE TODO EL FIC D: *0*


Y ahora si me voy, me fui a re carajo con este testamento jaja xD ¡Pronto nos volveremos a leer, ya que no es un "hasta siempre" sino un "hasta luego"! :B jaja ;3 ¡Los quiero mucho! ♥


Bye bye~ ^w^v


♥ ZaffireHeart ♥


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