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2Min: "Red Delicious" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo el cap 4!!!! Wiii, disculen la demora,es que me estaban usando la compu, y tenía que esperar mi turno xD jajaj


Así, que sin más que decirles, a leer, Let's go! ♥

Capítulo 4: "¿Acpetación?"


 


[…]-Buenas noches TaeMin ssi, intente descansar por favor, y obtenga una pronta recuperación…-


¡Y ahí estás una vez más, elevándome al cielo, para luego dejarme caer en picada! ¿¡Por qué!? ¿¡Por que Choi MinHo!? ¡Me gustas, y hasta creo que te amo! ¿¡Por qué me haces esto!? ¡Te odio! Así… cómo te deseo…


~1 Semana después ~ (N/A: Semana antes de que MinHo le ignorara por el cigarrillo)


Las cosas seguían igual, aunque yo comenzaba a esforzarme más para que él, comenzara a fijarse en mí, comenzara a “verme con otros ojos”, aún si aquellos pensamientos, me llevaban a mi propia destrucción. Pero realmente quería “ser más cercano a él”


Si bien mi forma de tratarlo no cambiaba, en un momento dejé de lado mi orgullo, y en uno de los descansos de “nuestro” trabajo, pues al final había terminado cediendo, en “ayudarle” con el trabajo, di un pequeño paso, para que nuestra relación “cambiara”


-Yah…-


Dije déspota como siempre, mientras fumaba uno de mis cigarros, que si bien me hacían mal, no podía dejarlos así como así.


-¿Qué sucede TaeMin ssi?-


Cuestionó mientras me observaba algo desganado y desaprobando aquella acción de mí parte, pero simplemente ignoré ese pequeño aspecto. Y comencé a sentirme nervioso, pues sabía que iba a quedar realmente ridículo con lo que estaba a punto de decir pero lo consideraba necesario.


Desvié la mirada, y expulsando el humo por mi boca le digo aún sin mirarle.


-¿Me enseñas a andar a caballo?-


Dije tan avergonzado, que creía que me pondría rojo, y pues no sé si realmente me puse o no. Pero aún no me dignaba a mirarle, no podía.


-¿Ha-habla en serio Ta-TaeMin ssi?-


Pregunto en claro tono de asombro, por lo que supongo que su rostro ha de estar igual… yo fruncí mi ceño, pues me sentía realmente patético. Y finalmente me digné a mirarle.


-Si no fuera en serio, no te lo habría dicho, ¿no crees? ¡Sabes perfectamente que no soy alguien quien se pasa todo el día bromeando cómo aquel viejo loco, que tienes como tío!-


Dije finalmente, mientras le miraba a los ojos, y él me miraba a mí, cada vez con gesto más y más asombrado. Hasta que terminé de decir aquellas cosas, y me le quedé mirando unos segundos, él parecía aún estupefacto, por lo que desvié la mirada.


-¡Ja! ¡Sabía que era una idea estúpida! ¡Claro, es imposible que aprenda, o quiera aprender, por ser un “niño de ciudad”! ¿Verdad?-


Volví a responder desafiante, interrumpiéndolo, si es que estaba por decir algo.


-¡No! ¡Claro que no es una idea estúpida! ¡Discúlpeme! Es-es que, realmente jamás me lo hubiese esperado de usted, ¿pero sabe? Su iniciativa me pone realmente feliz…- Le miré nuevamente aún intentando mantener aquella actitud desafiante, para no mostrar mi estúpido rostro de estupefacción, y él… él me sonrío, ¡MALDITO! ¡YA DEJA DE HACERME ESO! –Por supuesto TaeMin ssi, estaré realmente encantado de enseñarle a andar a caballo, verá que luego que se acostumbre y aprenda, ya no le tendrá tanto miedo. ¡En verdad me alegra que haya decidido quitarse ese miedo!-


Sí, claro, “quitarme el miedo”, no sabes el sacrificio enorme que estaba haciendo, para no decirte que en verdad me importaba una mierda todo esto del campo, que lo único interesante aquí eras tú, que sólo me importabas tú, que sólo… me gustabas tú, y que te… deseaba, sólo a ti.


 


Estaba intentando formular una respuesta que suene convincente, pero en este momento, nada se me ocurría, por lo que gracias a Dios, volviste a interrumpirme una vez más.


-¿Qué le parece, si empezamos mañana mismo? Ya que a la tarde, tenemos libre, pues sólo hay que revisar las condiciones en que se encuentran nuestras manzanas, y pues de eso, siempre se ocupa mi tío.-


-Sí cómo quieras…- Lo único que quiero es pasar tiempo contigo, y que no puedas huir, cuando la situación comience a tornarse “incómoda” para ti, y que no puedas dejarme, nuevamente con esas ganas impresionantes, casi asfixiantes, de probar el sabor de tus labios. –Sólo quiero aprender, lo más rápido posible.-


-¡De acuerdo! ¡Qué no se diga más entonces! ¡Mañana mismo, comenzarán sus clases de equitación!-


Dijo mucho más emocionado que yo. Yo simplemente, suspiré, expulsé la última bocanada de humo, tiré el cigarro, y me puse de pie, pues “debíamos seguir trabajando” y aunque no fuera para nada de mi agrado, era la única manera de pasar tiempo con él, y “enriquecerme” los sentidos de él, la vista, con aquél torso al desnudo centelleante perlado por el sudor, el oído, con su tan dulce, melodiosa y profunda voz, el olfato, con su aroma, el tacto, con aquellos roces “accidentales” al pasarnos las cosas, y el gusto, con aquellos imaginarios roces, con sus labios.


En verdad me desesperaba todo él, pero debía aguantar, debía resistir. Pues “las cosas a las apuradas” no iban a resultar bien… y aquello lo comprobé, con aquel beso que le robé en aquella ocasión cuando me desmayé.


 


Luego de haber terminado un largo día de trabajo, luego de cenar, tomé un baño, para relajarme, e ir derecho a la cama, derecho a dormir, pero esto último me resultaba casi imposible, teniéndolo a él, tan cerca, y a la vez tan lejos, provocándome, con aquel torso desnudo y a medio tapar, mientras que su rostro lo hacía lucir, cómo un pequeño ángel, un niño, tan puro e indefenso, que las ganas de “corromperlo” me asaltaban con desesperación.


Pero a fin de cuentas, terminaba cómo la mayoría de las veces, de las noches, “yo, haciendo la visita nocturna al baño, para luego dirigirme a la heladera y disimular un poco”


Maldito MinHo, odio no poder estar entre tus brazos, entre tus labios, tenerte entre… “mis piernas”


 


Y así, agonizando por éste “amor/deseo” no correspondido, llegó el “tan anhelado” día. Mis clases de “equitación” comenzaban finalmente.


Y aquí nos encontrábamos finalmente, yo frente a frente con “AnJi”.


-Bien, ya estamos aquí.- Se oía emocionado cómo niño pequeño, mientras que yo más nervioso no podía estar, por lo que tragué saliva. –Subamos a AnJi- Dijo él avanzando hacia “ella” mientras colocaba una mano en el lomo de ella, y la acariciaba con suma ternura y cuidado, ¡Cómo me gustaría que fuera así conmigo también! Por primera vez, estaba celoso, envidiaba a un animal, a un caballo, una yegua… -TaeMin ssi, ¡TaeMin ssi! ¿Me escucha? ¿Puede subirse, o le ayudo?-


Me sacó de mis pensamientos aquella voz tan dulce y atestada de preocupación, que tanto amaba oír. Le observé de repente, y allí estaba observándome atento con aquellos enormes ojos almendrados.


-Sí, puedo…- “Creo”, terminé la frase en mi mente, tragando saliva, e intentando quitarme aquellos pensamientos inapropiados, para poder concentrarme en lo que me decía, y luego hacerle creer que en verdad me interesaba aquello que él con tanto esmero, y placer, se empeñaba en enseñarme. –Apártate- Volví a hablar en aquel tono déspota que solía utilizar.


Y él observándome como siempre, algo sorprendido ante mi tono, se aparta y frunciendo mi ceño, me esfuerzo al máximo por no quedar en ridículo, pero me fue imposible. Quede colgado del lomo del animal, cómo si me tratara de una bolsa de papa.


-Así no se hace TaeMin ssi, permítame enseñarle-


Dijo él con una sonrisa algo divertida, aunque era más amable que otra cosa, y se acercó a mí.


-¡NO! ¡Yo debo de poder hacerlo sólo!- Dije removiéndome todo en aquella posición, logrando que por “accidente” las “grandes manos” de MinHo, tocaran mi trasero, y hasta lo pellizcaran. -¡YAH!- Exclamé totalmente iracundo, y a la vez rojo entero, pues aquella sensación, no me la esperaba, y estremeció todo mi cuerpo. -¡Fíjate dónde tocas pervertido!- ¿Pervertido? ¿Él? Si claro, sabía perfectamente que no había sido ni su intención ni su culpa, pero el momento tan vergonzoso, “bochornoso” por el que estaba pasando, realmente me hacía reaccionar así.


-Y-yo, l-lo siento TaeMin ssi, no eran mis intenciones, ¡Se lo juro! ¡Es que usted se movió mucho, muy de repente, y no me dio tiempo a reaccionar, y-yo l-le estaba por sujetar de-


-¡Ya, ya no importa! ¡Sólo bájame! Quizás después de todo, la equitación no es, ni será lo mío.-


Dije interrumpiéndolo, pues sonaba realmente apenado, y aquel tono “lastimero” en su voz, no me gustaba oírlo para nada. Ni mucho menos por mi culpa.


-D-de acuerdo, permítame, y por favor, ya no se mueva así…-


Dijo acercándose una vez más, y sujetándome de las caderas, para ayudar a bajarme de allí. Y una vez que ya tocaba “suelo bendito” me sacudí y bufé, mientras encendía otro cigarro, ante la situación incómoda, por aquel silencio repentino.


-Discúlpeme por favor…-


Volvió a decir pero ésta vez, inclinándose levemente frente a mí. Aquello realmente me sorprendió, tanto que dejé caer mi cigarro al suelo, aún no encendido, pues cuando lo estaba por hacer, él se inclina.


-Si, ya, no importa, quizás es mi culpa también…-


Dije fingiendo desinterés, mientras volvía a recoger el cigarro del suelo y lo encendía finalmente.


-Permítame enseñarle bien, cómo es que se debe subir a un caballo. Sólo observe atentamente-


Dijo él acercándose a su yegua, tomándola de las riendas, mientras la acariciaba otro poco, y yo hirviendo en celos por un animal, siendo totalmente patético lo sé, le observé “en contra de mi voluntad” mientras fumaba aquel cigarro.


-Primero, tiene que colocar la silla de montar, luego una vez que está bien sujeta, debe ponerse hmm cómo explicarle, “de frente a ella, pero a la par” es decir mirando hacia atrás, a la altura en que se encuentran los estribos. ¿Me sigue?-


Me preguntó realmente con suma curiosidad, cómo si se tratara de un profesor explicando un complicado ejercicio matemático.


-Sí, sólo continúa…-


Dije nuevamente en ese tono déspota, mientras expulsaba una de mis últimas bocanadas de humo, pero esta vez por las fosas nasales. Él frunció el ceño levemente, y suspirando continuo.


-Bien, continuaré por dónde quedé.- Dijo, mientras volvía a acomodarse dónde había quedado, para continuar hablándome, con suma paciencia y detalladamente de cada acción a realizar. -Luego de que te posas a la altura de los estribos, colocas el pie que está de ese lado en él, es decir del lado del caballo.- Continuó diciendo, mientras iba realizando las acciones paso a paso, a medida que iba avanzando en la explicación.  -Y sujetándote de las riendas, o de la silla, o de donde más cómodo le resulte.- Me sonrió levemente, haciendo saltar a mi corazón, estremeciéndome levemente. -Se impulsa con el otro pie, es decir, el que está sobre la tierra, hacia el otro lado, teniendo como base de apoyo, el pie dentro del estribo, y finalmente, puedes subir a AnJi… no es tan difícil.- Finalizó aquella explicación con una sonrisa realmente brillante, estando ya encima de su yegua, pareciendo, realmente un príncipe en su bello corcel. -¿Ha podido comprender TaeMin ssi? ¿Por qué no lo intenta una vez más?-


Volvió a decirme mientras me seguía sonriendo y hablando en aquel tono tan cálido. Yo tiré mi cigarro, al haberlo terminado finalmente, y le miré, mientras desviaba un poco mi rostro, para liberar el humo que retenía, pero sin quitarle la vista de encima. Luego él bajó de un solo salto.


-De acuerdo, no parece tan difícil.-


Dije nuevamente con una voz inexpresiva y comencé a acercarme al equino. Tragué saliva, una vez ya ubicado en el lugar, él se encontraba detrás de mí, sosteniéndola de las riendas.


Yo inhalé y exhalé, para luego sujetarme del borde de la silla cerca del cuello, y puse mi pie izquierdo encima del estribo.


-TaeMin ssi, está subiéndose al revés, es el otro pie, recuerde, tiene que darme la espalda a mí.-


Dijo calmado, cómo siempre solía serlo, por lo que yo mirándole, y luego mirándome a mí, me di cuenta de que él estaba en lo correcto, por lo que, cómo pude, quité el pie del estribo, trastabillando un poco, casi cayendo nuevamente, pero logré mantenerme en pie, sentí un ardor ascender por mis mejillas, como si de un termómetro a punto de explotar se tratase. Pero decidí actuar como si nada me importase, y colocando ahora el otro pie, sentí de inmediato, que era mucho más cómodo, y me sentía más confiado. Nunca hubiese imaginado que subirme a un caballo me resultase tan difícil.


Finalmente seguí los pasos que él me indicó, y sintiéndome glorioso por dentro, suspiré. ¡Por fin había subido al animal, por mi propia cuenta.


-¡Muy bien TaeMin ssi! ¡Felicidades! ¡Ya sabe cómo subirse a un caballo! Ahora viene la parte dónde debe aprender a dominar a AnJi.-


Dijo casi eufórico, tanto cómo yo internamente, y se subió detrás de mí, en un segundo, dejándome sorprendido. Maldito, no hace falta que me refriegues en la cara, que sabes subir y bajar a la perfección de éstas cosas cómo si se tratase de sentarse y pararse.


Simplemente, giré un poco hacia atrás, queriendo mirarle, para que me dijera qué se creía que estaba haciendo, pero mi mente se vació y mi corazón se alteró, cuando le vi más o menos por el rabillo del ojo, que se acercaba a mi rostro sin impedimento alguno, cerré mis ojos bruscamente, de la nada, por mero instinto, pero grande fue mi sorpresa, cuando sus labios nunca llegaron a los míos, simplemente sentí un leve contacto de su pecho con mi hombro y espalda.


Algo decepcionado, abrí mis ojos, y observe que había tomado las riendas del caballo.


-Bien TaeMin ssi, dominarla, no es tan difícil tampoco, sólo tiene que golpear levemente con el talón, su cuerpo, sus costillas o donde llegue, y ella comenzará a andar por sí sola. Pero recuerde, suavemente. No queremos hacerle daño.-


Me dijo medianamente cerca del oído, imaginándome un pequeño estremecimiento interno, si sus labios me susurraran aún más de cerca.


-¿Así de sencillo? ¿Así de fácil?-


Dije fingiendo, haberlo oírlo y estar perfectamente, cuando en verdad ya comenzaba a sentir que mis piernas temblaban.


-Pues claro, le dije que no era tan complicado, simplemente inténtelo y sujete las riendas.-


Me dijo extendiéndome las riendas por debajo de mis brazos, semi abrazándome. ¡Deja de seducirme, y de provocarme tan inocentemente, maldito!


 


Tomé las riendas sin decir nada, y golpee tal y cómo dijo él, al animal cerca de sus costillas, e increíblemente, ella comenzó a andar lentamente. Se sentía extraño, mi cuerpo se movía a la par que ella avanzaba, simulando ser una leve marea.


-Bien, TaeMin ssi, y ahora- Dijo volviendo a cruzar sus manos por debajo de mis brazos, y colocándolas sobre las mías, sujetándome, envolviéndome cuidadosamente entre ellas. ¡MALDITA SEA! ¡YA, DATE CUENTA DE QUE ME PROVOCARÁS UNA ERECCIÓN, SI SIGUES ACTUANDO ASÍ! Pensaba y pensaba haciéndoseme cada vez más y más imposible concentrarme “en la clase”. –A medida que vas tironeando de un rienda hacia un lado, AnJi irá en esa dirección, observa.- Continuaba hablándome cómo, si nada “fuera de lo normal” estuviese sucediendo, mientras seguía, de cada vez más cerca susurrándome, comenzando a tirar hacia atrás, una de las riendas, haciendo que increíblemente ella se dirigiera en la dirección que tenía la rienda “más tensa” por así decirlo.


-Wow, ¿En verdad que resulta así de sencillo manejar una de éstas?-


-Jaja, TaeMin ssi, AnJi no es una especie de motocicleta o vehículo motorizado, para que se refiera a ella, cómo “una de éstas”.-


Dijo riendo melodiosamente cerca de mi oído, hablándome divertido y sereno ante mi comentario, por un momento me sentí totalmente patético, humillado, ridículo, ante aquel comentario, tan “urbanizado”


Pero aún así no sabía que decir, ¿quizás lo correcto sería disculparme? Pero yo nunca me disculpo por nada, además de que no pareció molestarle, pero quizás sí lo hizo, pero pues no quería arruinar el momento, o… o quizás… ¡AISH! ¡YA! ¡MEJOR CÁLLATE TAEMIN!...


-¿Qué le parece si lo intenta usted TaeMin ssi? Tome las riendas y diríjala a dónde usted quiera.-


Nuevamente ese tono amable, mientras quitaba sus manos de las mías, haciéndome sentir un pequeño escalofrío, al sentir mis manos frías, ante su “retirada”.


 


“De lo que quiero tomar las riendas, es de otra cosa, y a dónde quiero dirigirla, me resultará difícil llegar”


Era lo que quería comentar, realmente, pero sabía que sería algo inútil. –De acuerdo- Dije levemente con desgano, sabía que no tendría posibilidad alguna con él, pero aún así, me auto flagelaba, creyendo de que sí tendría esperanza. – ¿Sólo tengo que tirar de ella?- Pregunté nuevamente en aquel tono de desgano.


-Así es TaeMin ssi, y cuando lo haga, irá a dónde usted quiere…-


-¿A mi boca?-


Me traicionaron, aquellos sucios pensamientos que asaltaron mi mente, con aquella pequeña conversación…


-¿Disculpe?-


Preguntó algo asombrado, y yo al no haber recibido las riendas aún,  había colocado una de mis manos cerca del cabello que nacía del cuello del animal, y sin pensarlo, lo sujeté y lo tironeé, pellizqué inconscientemente, cómo si se trataran de una sábana. El animal relinchó y se descontroló.


-¡Aaah! ¿¡Qué demonios sucede!?-


Pregunté totalmente desesperado, mientras que el salvaje animal se movía hacia todos lados, dando pequeños saltitos, haciéndonos perder el equilibrio por completo, tanto, que casi llega al punto de hacerme caer, por lo que por instinto sujetaba aún peor sus cabellos tironeándolos, clavándoles mis uñas accidentalmente.


-¡TaeMin ssi! ¡Deje de sujetarla con tanta fuerza de la crin!-


Me dijo MinHo, no quedándole otra que sujetarse fuertemente de mis caderas, haciéndome estremecer, aún más, pues aquellos movimientos comenzaban a ser algo estimulantes para mi zona íntima, al sentir el roce con la silla y “lo de MinHo”.


-¿¡Cómo quieres que le suelte, si cuando lo haga caeré al suelo abruptamente!? ¡AAAAH DETENLA! ¡ES TU YEGUA!-


Grité desesperado, agudizando mi voz un poco, por la desesperación impregnada en aquellas palabras, él sin decir nada, nuevamente buscó la forma de tomar las riendas (Que habían caído, al TaeMin no haberlas recibido antes de que le tironeara el pelo) por debajo de mis brazos, acortando aún más la distancia entre nuestros cuerpos, haciéndome sentir su pecho, estómago, y… y… algo más ¡OH SANTO DIOS! ¡ESTABA ALGO DURO!


-¡MINHO POR FAVOR! ¡POR FAVOR TE LO RUEGO, DETENLA!-


Volvía gritar desesperado, casi en un agudo gemido de miedo. Él al parecer ante mi ruego, decidió tomar de una buena vez las riendas, y no sé que hizo, pero el caballo comenzó a tranquilizarse…


-¡WOOO! ¡AnJi Tranquila! ¡Tranquila!-


Exclamó, mientras al parecer tiraba ambas riendas hacia atrás, el animal se calmó casi de inmediato, luego de relinchar una última vez, y posarse sobre sus dos patas traseras levemente. Haciendo que mi trasero… se apegara aún más a su “intimidad”.


-¿TaeMin ssi, está usted-? aah~- Su pregunta agitada por “el susto” de recién, se vio interrumpida por un leve gemido, al haber hecho contacto mi trasero con su “cuerpo”… ¿¡UN GEMIDO!? ¿¡ESO FUE UN GEMIDO DE MINHO!? ¡ES EL COLMO QUE HASTA ESO, SUENE REALMENTE MELODIOSO A MIS OIDOS! ¡POR DIOS MINHO! ¡¡YA, SÁCAME TODO, Y HAZME TUYO, MIERDA!!


-Y-yo e-estoy bi-bien… ¿p-pero, t-tú l-lo estás?- Pregunté por primera vez titubeando, pues aquello realmente me había dejado en “Shock”, y pues cuando me giré levemente para mirarlo, él estaba rojo…


¡MIERDA OTRA VEZ! ¿¡SE, SE SONROJÓ!? ¿¡Hasta alguien tan varonil cómo él, que destila testosterona hasta por los poros, se puede sonrojar, y parecer realmente un niño adorable y tierno!?


-Y-Yo… s-sí, sí lo-lo estoy…-


“Oh~ ¡no! ¡Claro que no lo estás!” Observé que desvió la mirada. No dije nada, y volví a mirar al frente con el ceño levemente fruncido, tomé las riendas, siendo yo ahora quien colocara mis manos sobre las ajenas, y cómo pude me las arreglé para que el caballo comenzara a andar nuevamente, hacia el establo.


-¡Ta-TaeMin ssi! ¿¡Qué… qué hace!?- Dijo asombrado, mientras intentaba quitar sus manos debajo de las mías, pero cómo pude, me las arreglé para ejercer más presión, y no dejarlas escapar, a pesar de que las suyas eran más grandes, gruesas y ásperas, todo lo contrario a las mías, que eran suaves, delicadas, y delgadas.


-Tomando las riendas de esto, y llevándola a dónde quiero.-


Dije totalmente serio, ¿Me dices que estás bien, cuando estás “apoyándome”, en todo el sentido de la palabra, con casi fervor? Haciéndome sentir esos deseos impresionantes de “aliviarte” y pues ¡lo haría! esta vez no me quedaría con las ganas, “serás débil” ante la situación, y yo… yo… me aprovecharé de ello.


-¿Dó-dónde la lleva TaeMin ssi?-


No dije nada, y continué el camino de regreso al establo, una vez que llegamos allí, me detengo frente a la puerta.


-¿Acaso, y-ya no quiere andar mas en ella?-


-No, terminó la clase por hoy, hay cosas más importantes de las que me debo ocupar- Dije, serio déspota, sin siquiera mirarle. –Baja por favor.- Terminé la frase interrumpiéndolo.


-¿Cosas más importantes, cómo q-? D-de acuerdo.-


Dijo primero curioso, y luego algo apenado al final,  cuando le interrumpí de aquella manera, estoy seguro de que no entendía absolutamente nada de lo que me sucedía, pero tampoco pretendo que lo haga, pues no soy alguien fácil de comprender, ya que me contradigo a mí mismo, todo el tiempo. Pero ahora, no era el problema mi personalidad, sino mis “deseos” por satisfacer una pequeña parte de mis más sucios y bajos deseos carnales, con él.


Luego de que bajó, bajé yo, cómo nunca, de inmediato, no importándome nada, de si me caía o no, pero por suerte bajé bien, y tomando ambas riendas comencé a dirigir al caballo dentro del establo.


-¡TaeMin ssi! ¿¡Qué hace!? ¡Por favor, no me diga que se ha enojado con ella!-


Me decía algo desesperado, desconcertado, mientras me seguía casi a la par, y antes de llegar al lugar dónde “descansaba AnJi”, la até allí cerca, a uno de los tantos postes que se encontraban allí, y luego de asegurarme de que la até bien, dejándola bien sujeta, miré dentro del lugar dónde ella descansaba. “Perfecto, un lecho de paja, y al parecer limpio” Pues efectivamente, no había olor a nada, sólo aquel olor a paja, algo fresca y algo seca.


Tomé a MinHo del cuello de su remera, y lo metí casi dentro de aquel lugar, azotándolo contra uno de los postes que sostenían la puerta.


-No, con ella no, sino contigo, por ser tan inocente, y a la vez tan mentiroso… por provocarme de ésta manera y luego fingir que no lo haces intencional.


Me dices que estás bien, cuando no es así, y yo… yo… te demostraré que no es así…-


Dije en aquel tono frío, déspota y violento de siempre, impregnando seriedad en mis palabras y no ira.


-¿TaeMin ssi, qué dice? ¿Qué hace? ¿A qué se refiere con todo lo que acaba de-? ¡MNGH!-


Me decía realmente desconcertado, pues ¿para qué mentir?, hasta yo lo estaba. Estaba fuera de mí, y pues aquellos deseos carnales hacia él, eran cada vez más fuerte, a medida que la “abstinencia” crecía a la par.


Le interrumpí con un beso realmente salvaje y guaso. No podía mantener mi autocontrol, estaba totalmente inhabilitado, sólo los “bajos” instintos estaban activos en mí, en estos momentos.


-¡Aaah! ¡TaeMin ssi! ¿¡Qué es lo que acaba de hacer!?-


Liberó una brusca bocanada de aire, al yo haberme separado, justamente por la misma razón. –Reclamar por mis propias “Red Delicious”, ya que tú no me las quieres dar por tu propia iniciativa, y realmente estoy deseoso de ellas hace rato… dijiste que si hacía bien mi trabajo, me darías muchas, pero no es así, aún las sigo esperando, por eso, las reclamaré ahora mismo- Dije totalmente serio, mirándolo a los ojos con determinación, viéndome reflejado en ellos, para luego reafirmar el agarre del cuello de su remera, y tirarlo al suelo, en aquel increíble “suave colchón de paja”.


-¡TaeMin ssi! ¡Por favor contrólese! ¿¡Qué le sucede!? ¿¡Qué es, esta actitud tan de repen- MNGH!?-


Me decía nuevamente desesperado, a lo que nuevamente le volví a interrumpir con otro beso salvaje, pero ésta vez, un poco más “suave”, aunque siguiera siendo pasional. Y mientras le distraía con aquel beso, lentamente, comenzaba a bajar el cierre de su cremallera…


-¡Aah~! ¿¡Qué hace!?- Volvió a reclamar casi asustado, aún entre mis labios, simplemente no dije nada, y pasé de sus deliciosos labios, a su cuello, haciéndolo gemir ahora un poco más suave… ¡Lo sabía! Tarde o temprano terminarías rindiéndote, pues en tu estado, no puedes pasar por alto mis acciones, y las sensaciones que causo en tu cuerpo ya algo “agitado”, por esos movimientos aleatorios de la yegua. ¡TaeMin ssi! ¡Por favor-! aaamn~- Sus gemidos comenzaban a escapar de su garganta de seguro de manera involuntaria, pero aquello… aquella sola idea, de que escapen y sean provocados únicamente por mí, realmente me excitaban más de lo que ya estaba.


Su aroma, su piel, su cuello, su garganta temblando, vibrando por aquellos sonidos extasiantes, realmente eran estimulantes a más no poder. Todo él, me resultaba estimulante, el mismísimo elixir de la vida, mi éxtasis.


Mi mano se dirigió dentro de aquella cremallera, dando con su ropa interior blanca. En lo que me mantenía besando, lamiendo y succionando su cuello de vez en cuando.


-¡Aaah~! Ta-TaeMin ssi… P-Por f-favor, dé-déjeme ir, n-necesito i-irme…e-esto aamns n-no e-está bieaaaah~ ¡bi-bien!-


Eran sus intentos por “zafarse” de mí, pero realmente, aquellos gemidos, le traicionaban, su boca decía algo, pero su cuerpo todo lo contrario. Por lo que a mi conveniencia, me inclinaba por lo que “su cuerpo me decía, y pedía” Pues aquella erección comenzó a crecer más y más, a medida que mis “caricias” en aquella zona se efectuaban.


-No digas más, no lo niegues, ahora, ambos sabemos que no es lo que realmente quieres…-


Dije ya agitado por la excitación, tomando una vez más sus labios a medida que iba estimulando más y más aquel miembro, terminando de desprender por completo aquel pantalón, y siendo capaz de sentir, cómo aquel miembro se endurecía cómo roca, y comenzaba a sobresalir de su ropa interior, al comenzar a “marcarlo” pasando mi mano por él una y otra vez, “bordeándolo”.


-¡Aahmns~ Ta-TaeMin ssi! ¡U-Usted no aah~ no de-debería e-estar haciendo e-esto! Mns…-


Dijo mientras colocaba sus manos sobre mi espalda y se aferraba a mi remera levantándomela un poco, sonreí sobre sus labios y le dije ya en un tono un poco más hospitalario.


-No importa si debería o no estar haciéndolo, es mi manera de agradecerte todo lo que has hecho hasta ahora…-


Dije, a modo de excusa, pero con cierta verdad en mis palabras, separándome de sus labios, colocando mi mano rápidamente en sus labios, para no darle oportunidad alguna de decir algo, o contraatacar con algo de su parte, mientras me deslicé rápidamente a su miembro, comenzando a juguetear con él, pellizcándolo, con mis labios, lamiéndolo aún por sobre la prenda.


-¡AAAH~ TAEMIN SSI!-


Gimió realmente extasiado, aún debajo de mi mano, haciéndome pensar, que por fin se había rendido ante el placer que mis acciones le provocaban en sus condiciones.


Y al parecer no me equivoqué, pues cuando quité mi mano de su boca para oírlo mejor, él ya no forcejeaba para nada, por lo que satisfecho sonreí y me concentré en su miembro.


Si bien, me gustaría llegar “hasta las últimas instancias” con él, sabía que hoy no sería el “gran día”, así como tampoco lo era para esto, pero lo consideraba, un “pequeño asunto” el cual debía “atender” de inmediato, haciendo una excepción.


 


 


Sus palabras comenzaron a perderse entre sus gemidos… “Jaque” me dije a mí mismo, la suerte estaba de mi lado… y sin más, feliz por el momento que estaba viviendo, saqué finalmente su miembro de su ropa interior, la cual ya estaba casi húmeda totalmente en aquella zona, por la que mi lengua, había pasado.


Me sorprendí al ver las “dimensiones” de su miembro, estaba más que satisfecho con ellas. Y sin más, blanqueando mi mente totalmente, dándole lugar sólo y únicamente al placer, inicié, “aquel ritual” antes de colocármela en la boca definitivamente.


Pequeñas lamidas, a los lados, y a su glande, luego, incorporando mi mano a aquel vaivén del que mi boca, “llevaba las riendas” y finalmente, aquel “beso”, marca registrada, para iniciar con el verdadero vaivén. Me lo introduje  finalmente a la boca, lamiéndolo, y succionándolo, “saboreándolo”.


-¡AAAAAH TAEMIN! ¡MA-MALDICIÓN! ¡AAMNS!- Soltó aquel gemido plagado de placer, y su primer insulto, en estas 2 semanas y media que ya llevábamos “conviviendo juntos”.


No podía sentirme más “orgulloso” de mis “acciones”, por lo que eufórico, bajé por completo su ropa interior junto a sus pantalones, para tener aún mayor acceso a aquel “dulce” que tenía la dicha de degustar. Y mientras lo hacía le miré, sin dejar de hacer mi labor, él me miraba con los ojos entrecerrados, jadeante, y apoyando su cuello de vez en cuando de manera brusca en el “colchón de paja” para luego volver a erguirse y “continuar observándome”.


-¿S-se siente bien verdad?-


Dije en un tono cargado de sorna, a lo que él al parecer no podía hablar, simplemente enredó una de sus manos entre las hebras de mi cabellos tironeándomelos, haciéndome sentir una pequeña “dosis más” de éxtasis…


-Lo tomo como una afirmación…-


Dije sonriendo, una vez más, mientras continuaba lamiendo su miembro. Su vientre comenzaba a contraerse bruscamente, y sus gemidos, comenzaron a ser retenidos, lo cual, me hacía creer que al restringirse así mismo, era porque no podía creer cómo fue que termino así, rindiéndose ante “mi boca”.


Y a pesar de que estaba gozando de esto, aún no me sentía satisfecho, pues, mi miembro aún “encerrado” entre mi pantalón y ropa interior, comenzaba a hacerme notar su “falta de atención”, por lo que sin dejar de estimular su miembro de todas las maneras posibles, colaborando con una de mis manos; con la otra, la deslicé desde mi vientre, hasta debajo de mi pantalón y ropa interior, ejerciendo contacto con mi propio miembro, haciéndome estremecer y gemir ante aquella fuerte correntada.


-¡Aaah~!-


-¿T-TaeMin ssi?-


Logró decir con dificultad, pero aún así, yo simplemente le miré para luego ignorarlo y seguir con mi labor, ahora desprendiendo mi propio pantalón cómo podía con mi mano izquierda, un gran alivio se sintió allí en aquella zona, un alivio realmente placentero, que me hizo suspirar y tragar saliva junto al líquido pre-seminal de MinHo… “Ya se acercaba el momento” fue lo que pensé, por lo que me apresuré también a estimularme a mí mismo, pues, realmente no esperaba que él lo hiciera por mí. Aún si lo deseaba con fervor…


-¡Aah~ MinHo~!-


Gemí una vez más, al ya haber ejercido un contacto mucho más firme y cómodo con mi miembro, comenzando a estimularme también al ritmo que podía, pues, me costaba levemente coordinar mis movimientos…


Placer, Lujuria, Deseo, Pasión, y más placer era lo que comenzaba a sentir en mi interior, junto con aquellas correntadas que aparecían paulatinamente, e iban en aumento.


Mis caderas comenzaron a moverse involuntariamente a la par de mis auto- estimulaciones, mientras que me costaba cada vez más, concentrarme en MinHo.


-¡TaeMin ssi! ¡Y-Yo… m-me… siento raro!-


Dijo agitado, jadeante, mientas se removía debajo de mí…


-D-Déjalo se-ser… n-no te contengas… hmns l-lo qui- aaahmns quiero todo…- Le respondí, entre gemidos, incontrolables, quienes escapaban rebeldemente de mi garganta. Él no dijo más y simplemente, continuaba conteniendo esos gemidos en su garganta. -No-no te contengas… qui-aahmns quiero oírte mns oírte gemir mi nombre…- Continué ante la falta de respuesta de él, ya sintiendo un leve temblor en mis piernas, pues mi “hora” también estaba llegando, mucho más pronto de lo que pensé, pues… en verdad que la situación “me ponía”.


-¡Aaah~ TaeMin! ¡TaeMin aaahs~!-


Gimió, al casi punto de desgarrar su garganta, pero de placer, siendo yo capaz de “saborear su esencia” finalmente.


-¡MINHO! ¡AAHM~ Maldición!-


No tardé mucho en convulsionar levemente también ante mi orgasmo, mientras aún contenía “sus restos” y éstos mismos, ante mi gemido, se derramaron por la comisura de mis labios.


Jamás había experimentado un orgasmo tan placentero, pues la “abstinencia” se encargó de hacer “su trabajo”. Provocarme aún más placer del normal, al obtener por fin, “parte” de lo que venía deseando hace bastante.


 


 


Luego de que ambos nos recuperáramos de nuestros fabulosos orgasmos, yo, cómo me era costumbre, busqué en los bolsillos de mis pantalones, y encendí un cigarro. Y me tiré casi al lado de MinHo, colocando uno de mis brazos como almohada.


Él, me miró al verme tan cerca de él, a lo que yo simplemente atiné a sonreírle levemente, amablemente, pero con un toque de lujuria en aquel gesto, él a parecer se sorprendió ante tal acto de mi parte, pero no dijo simplemente nada, simplemente abrió su boca para decir algo, pero luego al parecer se arrepintió, y me desvió el rostro.


-Eso fue realmente asombroso, ¿se sintió bien, no es así?-


Dije totalmente burlón, seguro de lo que había causando en él, en alguien… como él. MinHo ante aquella cuestión, pareció haberse dado cuenta de algo, y esa expresión en él no me gustaba, me daba miedo, ¿y si la cagué por ser un maldito salvaje lujurioso? No quería que nuestra “relación” se deteriorara, pues a decir verdad, aún no era tan sólida, cómo para que él “pase por alto” esto que acabamos de hacer. ¡MIERDA; SOY UN IDIOTA, LUJURIOSO!


Se sentó sobre la paja, y subiéndose ambas prendas, se las acomodó y sin mirarme, dijo algo serio.


-Será mejor, que… que entre a AnJi…-


-¡Espera MinHo!-


Dije algo desesperado, atorándome con el humo, que estaba por liberar, pero la desesperación de “perderlo” me hizo olvidar de aquello, y de cierta manera me lo tragué, sintiéndome asfixiado de repente. Comencé a toser y a toser, hasta el punto de ponerme colorado por la tos, me senté de repente, por lo que se me cayó el cigarro, y me tomé del pecho.


­-Cof, cof, p-por fa cof cof favor, n-no cof cof m-me cof cof cof cof.-


No paraba de toser, ¡Mierda! Otro ataque de asma se aproximaba, ¿¡Justo ahora!? ¡Qué mierda!


-¡TaeMin! ¡TaeMin! ¿¡Qué te sucede!? ¡No me digas que es otro de tus ataques!-


Dijo de repente, cambiando de actitud totalmente volviéndose a arrodillar frente a mí, sosteniéndome, cómo si eso fuera a ayudar de algo…


-Y-yo ¡cof cof, cof cof!- La garganta comenzaba a arderme, necesitaba agua…


-¡TaeMin ssi!- Gritó desesperado, golpeándome levemente la espalda cómo si eso fuera a mitigar mi tos. Una vez que comienza, es casi imposible detenerla a menos que use mi broncodilatador, artefacto el cual no llevaba conmigo. ¡Mierda! -¡TaeMin por favor! ¡No me digas que terminarás desmayándote como la otra vez! ¡Por favor resiste! ¿¡Qué puedo hacer para ayudarte!?- Decía cada vez más y más preocupado…


-A cof,cof, cof agua cof cof, o cof cof a-aire cof cof.-


Respondí con suma dificultad, pues esa maldita tos, ya ni habla me permitía.


-¿¡Agua!? ¿¡Agua!? ¡Aquí no hay agua! ¡Cielos! ¡TaeMin perdóneme no me queda de otra!-


Dijo desesperado, mientras se inclinó de repente hacia mí, a una velocidad, que no me dio tiempo a reaccionar, y cuando menos lo esperaba, estaba siendo capaz de sentir sus labios una vez más sobre los míos, y a pesar de eso, yo continuaba tosiendo… hasta que sentí cómo “me pasó de su aire” y sentí cómo mis bronquios, se dilataron levemente, dándome una bocanada de aire, mitigando increíblemente la tos… si bien, eso no tenía el mismo efecto que mis medicinas, dentro de aquel aparatito, ayudaba mucho.


Y a pesar de eso, él seguía aplicándome “RCP” Reanimación cardiopulmonar, por lo que incapaz de resistirme, y de desaprovechar la oportunidad, comencé a besarle, una vez más, sujeté su rostro delicadamente, y nuevamente comencé un beso.


Al principio, él se mostró tenso y petrificado ante mis acciones, pero luego… increíblemente, comenzó a corresponder… ¡NUESTRO PRIMER BESO CORRESPONDIDO DE AMBOS LADOS! ¡POR LA PUTA MADRE! ¡POR FIN! ¡ESTO ME PROVOCARÍA OTRO ORGASMO!


Una euforia increíble asaltó mi corazón, y antes de que me diera cuenta, mi cuerpo se encontraba mucho más relajado al igual que el de él, y en una caricia suave y delicada, pasé mis manos desde su rostro, hacia su cuello, acariciando también su nuca, sujetando con delicadeza, las hebras de aquel cabello negro como el ébano.


Sus manos, comenzaron a deslizarse por los costados en forma ascendente, en lo que una de sus manos, serpenteó de mis costillas a mi pecho, y de allí a mi cuello, para luego posarse en mi rostro, en una dulce caricia y su otra mano, se colocaba delicadamente sobre mis costillas derechas.


 


Era un beso asombroso, que comenzaba a hacerme ver las estrellas, el paraíso, pero todo se desmoronó cuando comenzamos a sentir olor a quemado… nos separamos seguramente por la misma razón y por la aparente falta de aire también…


Y al separarnos, nuestras miradas se encontraron, llevándonos nuevamente a nuestro propio universo, pero nuevamente, aquel entrometido aroma, me bajó de mis fantasías.


 


¡EL ESTABLO ESTABA COMENZANDO A INCENDIARSE! ¡Y nada más ni nada menos que a mi lado, dónde había dejado caer el maldito cigarro encendido!


-¡Mierda MinHo, fuego!- Dije apartándome de inmediato de aquel “colchón de paja” a rastras, gateando, pues aún llevaba mis pantalones y bóxers bajos. Él se paró de inmediato, asombrándome de lo veloces que eran sus reflejos y yo como pude, me subí mis prendas. -¡MinHo Apágalo! ¡Por favor apágalo!-


Comenzaba a decir desesperado, en lo que aquella llama comenzaba a crecer a pasos agigantados, ¡era posible que una maldita ceniza de cigarro, provocara tal desastre!


-¡Apártate TaeMin ssi! ¡Sal de aquí!- Me dijo realmente serio, mientras me gritaba, jamás le había visto tan serio, me quedé algo impactado. -¡Vete!, ¿¡Qué esperas!?-


Volvió a decirme, sacándome de mi estupefacción, pudiendo reaccionar, y mirado para todos lados, busqué la manera de salir de allí, la yegua ya había comenzado a relinchar, y a desesperarse por lo que sin saber qué hacer, me quedé estático a lado de la yegua, ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Todo es mi culpa,  por mi culpa!


Me repetía una y otra vez, en lo que observaba totalmente asustado y agitado, a MinHo quien al parecer no podía pensar en cómo deshacerse de aquel gran problema en que lo había metido. Hasta que de repente, vi que se sacó la remera y comenzó a golpear el fuego, no creía que aquello fuera a ser eficiente, por lo que milagrosamente, mi mente se desbloqueó efímeramente, y salí corriendo en busca de un balde de agua o arena…


Lo primero que encontré fue arena, por lo que lo llevé junto a él-


-¡MinHo, aquí tienes!-


Dije desesperado, pasándole aquel balde, que pesaba cómo los mil demonios, pero aún así, no había tiempo para ser débil. Él me miró de inmediato, y cómo si de un lengüetazo, de lengua bífida de reptil se tratase, tomó el balde y lo arrojó en la pequeña hoguera que se había formado, pues gracias a Dios, la paja, no estaba del todo seca aún, y eso ayudó a retener un poco el fuego o eso creo.


Luego de aquel baldazo y unos cuantos golpes más con su camisa, el fuego se extinguió. Y supongo que ambos sentimos que se nos quitaba un enorme peso de encima. Por lo que casi a la par caímos al suelo, liberando un gran suspiro de alivio.


-¡Mierda, menos mal que pudimos apagarlo!-


Dije ya algo más relajado, luego de unos segundos de silencio, para luego mirarlo y esperar por su respuesta. Pero en vez de una sonrisa, alegando mis palabras, recibí un ceño fruncido, con mucha ira… mi corazón se detuvo una vez más.


-¡Qué sea la última vez que te veo fumando TaeMin ssi! ¡Mira lo que has provocado con esas malditas porquerías! ¡Primero te atacas al punto de casi asfixiarte, si no hubiera sido por mí, y luego, casi incineras por completo un establo! ¡Y todo por un maldito cigarro! ¿¡Ahora vez porqué te digo que esas cosas son una maldición!? ¡Quiero que lo dejes! ¡No quiero volver a verte fumando, o de lo contrario, no te hablaré nunca más! ¡Te lo advierto! ¡Y yo cumplo siempre, con lo que digo!-


Dijo totalmente enfurecido, poniéndose de pie, luego de terminar de decir todo aquello, mientras desataba las riendas de la yegua, ignorándome por completo, dejándome aún en el suelo totalmente estupefacto. Jamás, nunca en mi vida, me había afectado tanto que “alguien me regañase” de esa manera.


Normalmente ignoraría todas sus palabras, y seguiría haciéndolo, y aún peor para hacerla más la contra, pero viniendo de él… me era imposible ignorarlas.


Además de que “todo lo vivido” hace minutos ya comenzaba a acechar mi mente, “nuestra primera cercanía” “nuestro primer beso”… del cual ya no quedaban rastros, pues justamente esa era toda la parte que se había quemado, dónde estuvimos, hace tan sólo minutos, “a un paso de hacernos uno”.


 


Luego de que desatara a la yegua y la colocara en otro lugar… se fue de allí, dejándome aun pensativo, en shock, por la rudeza en sus palabras, y comportamiento. Él… él no me lo dice simplemente porque sí, porque le encanta meterse en la vida de los demás, me lo dice, porque sé que se preocupa por mí, pero aún así, esas palabras realmente atravesaron “mi chaleco antibalas”.


 


~ 1 semana después ~ (Semana de la pelea, dónde MinHo le ignora, 3ra semana)


Él al otro día de aquella “pequeña pelea” hizo un intento por reconstruir “nuestra relación” si es que aún quedaba algo de ella, o siquiera si teníamos una. Por lo que decidiendo no darle vueltas al asunto, “le seguí la corriente” y la verdad, fue lo mejor que pude hacer, las cosas poco a poco, se fueron normalizando, sin mencionar, que aquello que “sucedió en el establo” quedó allí, pues no sacó aquel tema en ningún momento, y pues yo tampoco quería volver a cagarla, con mis comentarios estúpidos.


 


La semana transcurrió y nos encontrábamos en uno de nuestros descansos diarios. En una de nuestras peleas diarias también, pues aquello había comenzado a ser rutinario, pues a pesar de que “él me gustara” ese positivismo constante por su parte, hacía que choque con mi personalidad algo pesimista, y pues siempre aquello era motivo de pequeñas peleas, hasta que esta llegó a dónde no quería…


[…]¡Así que deja de decir que no le importas a nadie! ¡Porque a mí me importas más de lo normal!-


Una vez que terminó de decir aquello, quedé realmente estupefacto… ¿Realmente le importo más de lo que pienso?...


-T-tú, tú… ¿a-aquello último e-es verdad? ¿O pretendes hacerme volar cómo siempre lo haces, ocultándome el pequeño detalle de que mis “alas” no resistirán aquel calor abrazante del sol, dejándome caer en picada y en llamas?-


-No, no pretendo que te suceda lo de Ícaro, sé que eres más inteligente que él, sólo, sólo… ya te lo he dicho, quiero tu bienestar…-


Nuevamente, ahí estás, haciendo exactamente todo lo contrario a lo que me dices, fruncí mi ceño ya harto de oír siempre lo mismo.


-¿Quieres mi bienestar? Pues no lo tendrás, hasta que lo que quiero, suceda.-


Así es MinHo, hasta que no seas mío, solamente mío, me digas que me amas, y que quieres que sea totalmente tuyo, jamás podré “estar bien” no luego de haberte conocido. Él se desconcertó ante mis palabras, y he allí otras de las razones que levemente me exasperaban, “su inocencia”, no sé si realmente la tenía o la fingía, pero siempre “saltaba” en las situaciones menos esperadas.


-¿Disculpa?-


-Olvídalo, sigue siendo el momento inapropiado para decirlo. Mejor me tomaré un descanso.-


Dije suspirando, cansado, irritado, sacando mi caja de cigarros por instinto, saqué uno y lo coloqué en mi boca, y cuando lo estaba por encender sus palabras me retienen levemente.


-Lo enciendes, y sabrás lo que sucederá, te lo advertí la semana pasada…-


Me dijo de manera algo desafiante, y pues con aquellas palabras y tonalidad, me hicieron recordar, perfectamente sus palabras aquella vez en el establo.


-¡Aish! ¡Ya déjame en paz, no sé si sabes, pero no es tan sencillo dejar esta mierda!-


Dije ya cansado, y fastidiado, optando por ignorarlo, pues sabía que seguro no lo decía en serio y que sólo lo hacía para “asustarme”. Ya que con su “tan buen y puro corazón” dudo que esté calificado para “hacerme mal” ¿Pues no es él, el que siempre dice que quiere que me sienta a gusto en este maldito lugar, no tan maldito ahora?


Sentí una pequeña tranquilidad al no obtener respuestas alguna de él, o más bien un contraataque. Diciéndome a mí mismo, “lo sabía, sabía que no lo decías en serio” Pues su silencio sólo me daba a entender, que se había dado por vencido, con eso de que dejase de fumar. Y que había comprendido que era inútil. Y me “regocé” en la sensación de poder fumarme al fin, un cigarro tranquilamente, con parsimonia.


Pero toda aquella tranquilidad, se fue a la basura, cuando veo que pasa por mi lado con el ceño fruncido y casi chocándome el hombro con el suyo, sin mirarme en ningún momento, “ignorándome” por completo.


Mi corazón comenzó a desesperar, ¿En verdad lo cumpliría? Le seguí con la mirada por unos segundos en lo que pasaba por mi lado, y dejaba aquella casi imperceptible estela de su aroma, en mis fosas nasales.


-¡Ay ya! ¿¡No hablabas en serio, verdad!?-


Dije reclamándole, cómo si su actitud fuera tonta e infantil, y sin duda así lo creía, pero “siendo tonta e infantil” aún así me dolió profundamente, una gran punzada en mi corazón surgió, tanto que tuve que colocar mi mano en el pecho, para intentar calmarla.


¿En verdad se había enojado conmigo? ¿En verdad me ignoraría? ¿Después de darme tanta atención, me dejaría, me “tiraría” como a un viejo trapo usado? ¿¡Después de lo que pasó en el establo, se atrevía a ignorarme!?...


Yo simplemente, con el corazón destrozado, fingí que no me importaba y blanqueando mis ojos y liberando un sonoro “Aish” me retiré del lugar, tan sólo por unos minutos o quizás horas. Murmurando uno que otro insulto… a la nada…


Me dirigí al manzanar, necesitaba liberar mi rabia, mi ira y aquel lugar, era el único que me parecía realmente interesante, que me traía paz, y armonía a mí tan “agitada, mente y corazón”. Cuando llegué me adentré entre aquellos árboles de manzanas y arrancando una, de las ramas más bajas, la miré…


Y de inmediato, me pareció ver el rostro de MinHo en ella, y esos labios que tan adictivos se me habían hecho.


Estuve a punto de gritar de rabia, ira e impotencia, pero fui detenido, al oír unas voces cerca. Por instinto, cómo sí que estuviese ahí era malo, sintiéndome cómo un ladrón, me escondí entre las plantas tan frondosas, convirtiéndose en casi árboles. Y me quedé allí, con aquella manzana aún en mis manos.


Y fue ahí cuando elevé la vista que vi, a aquel “viejo loco”, con el torso al desnudo, dirigirse hacia dónde estaba yo, con un gran canasto de mimbre a su espalda, y a su lado, otro hombre en las mismas condiciones, pero un poco más pálido, y con un aspecto más delicado, mientras cargaba lo que parecía una pequeña escalera o que se yo.


El asunto, es que justo cómo a 5 pasos antes de mí, se detuvieron, en los árboles opuestos a mí, y el hombre aquel de cabellos algo revueltos, y algo largos, tan sólo hasta arriba de los hombros, acomodó aquella especie de “base”, frente a dónde estaba escondido yo, y “el viejo loco”, dejando la canasta de mimbre en el suelo, se subió a ella, comenzando a cortar alguna de las manzanas en las copas, las cuales según me había dicho MinHo, eran las más deliciosas.


Sin darme cuenta, ya estaba observando al “viejo loco”, realmente embobado, casi con la saliva recorriendo mis comisuras, al ver esa espalda media bronceada, sudada, moverse de una manera que a mis ojos era realmente seductora, al recoger las manzanas. Aquellos músculos, se hacían notar, se movían, a un compás realmente excitante, y contra mi voluntad, tuve que admitir, que para la edad que tiene, está demasiado bien conservado, y aún posee un atractivo realmente fenomenal.


Si no hubiésemos “chocado” desde el principio con él, estoy seguro de que en lugar de MinHo, él ocuparía el total control de mi mente, haciéndome sentir culpable a la hora de “satisfacer mis más sucias y bajas fantasías con MinHo, mientras me duchaba”


Pero aún así, no confundo las cosas, MinHo no es “su reemplazo” MinHo, es MinHo, es único e irremplazable, pues estoy seguro ni que con “SiWon” se hubiesen sentido tan bien aquellos besos compartidos con MinHo, ni “aquel deguste” no apto para menores.


Sí, realmente disfruté en “hacerlo” con MinHo, lo disfruté y mucho, y… ¡MIERDA! ¡Ya comienzo a sentirme algo inquieto allí abajo, al estar observando a SiWon y pensando en MinHo a la vez. Pues estoy seguro de que cuando logre tener a MinHo encima de mí, desnudo completamente, aprisionándome entre sus brazos y agachándose levemente para besar mis labios o cuello, la vista de su espalda, sería similar, al la SiWon, de la que estoy deleitándome ahora, en estos momentos.


Mordí mi labio inferior, mis pensamientos, mis fantasías, comenzaban a escapar de mi mente. Y no pude resistirlo más… “comencé a acariciarme” por sobre la ropa, mientras mordía mi labio aún con mayor fuerza. Mirando a aquellos 2 con lujuria.


-¿Qué te parece, si vamos detrás de los árboles SiWon?-


Preguntó pícaro aquel otro hombre haciéndome exaltar por completo, volviéndome a la realidad, deteniendo mi corazón, al ver que al parecer, aquel hombre aún desconocido para mí, apuntaba en mi dirección… ¡Mierda! ¡Mierda! Todo un hormigueo despertó en mi cuerpo, por los nervios, y la adrenalina de ser descubierto, al casi punto de “tener algo entre las manos”.


SiWon al parecer le miró, algo sorprendido, pues su reacción fue de repente. Aquel extraño simplemente sonrió de lado con malicia, no disimulando para nada “sus intenciones”. Pero grande fue mi sorpresa, cuando vi a SiWon ssi, sonreír con esa misma calidez que “solía” hacerlo MinHo conmigo, y “caballerosamente” le entregó una manzana, sosteniéndola de la base, con 3 de sus yemas de los dedos.


-Mejor come esta manzana “Cinderella”, quizás de esa manera te calles un poco.-


Contestó con una voz realmente cálida, dulce, profunda y seductora, por la caballerosidad que se impregnaba en ellas.


-Idiota, fue “SnowWhite” quien comió la manzana, no Cinderella, Cinderella fue quien se quedó con el apuesto, “apasionado” y caballeroso príncipe… ¿por qué crees que me hago llamar así?-


SiWon ssi, sonrió una vez más, ante aquellas palabras que destilaban “sensualidad” en conjunto con aquella mirada totalmente insinuante, y aquella “lengua demoníaca” que saboreaba sus labios…


¡MIERDA! Mi miembro palpitó efímeramente, ante aquel último gesto.


-Sólo come la manzana, y haz un poco de silencio, tenemos que terminar con esto lo más antes posible, tengo que llevar a cabo, una gran entrega de éstas manzanas, y debo elegir, las “más perfectas”.-


-¿Cómo yo?-


Volvió a comentar aquel otro hombre, que se veía de cierta manera algo mayor que SiWon pero bien conservado también… ¿¡Qué sucedía en esta maldita granja!? ¿¡Acaso tenía una fuente con “el agua de la vida” escondida por ahí, o que carajos!?


-Jaja, sí, sí cómo tú…-


Dijo riendo parsimoniosamente, aquel maldito “viejo locamente sensual”…


Luego de aquellas palabras, aquel que se hacía llamar “Cinderella” le dio una mordida a aquella manzana, dedicándole un “sucia mirada” al otro que estaba ya concentrado cortando más manzanas… y luego de eso. Creí que debía salir de allí, lo más antes posible, antes de ser descubierto, y con mi manzana en mano, salí corriendo de allí.


Y una vez que estuve “a salvo” o por lo menos cuando “me sentí” así, comencé a caminar más lento, observando la manzana en todo momento, observándola, y acordándome de inmediato de esos labios tan carnosos, sensuales y rojos.


-Maldito “sagwa ibsul”-Dije en voz baja, dándole un mordisco a aquella manzana, esperando deleitarme de su sabor, cómo lo hice con aquellos labios. Pero grande fue mi sorpresa cuando la sentí algo “dura” o mejor dicho “firme” a la pulpa, y una sensación no arenosa sino, más bien “jugosa” y a pesar de que también se sentía rica, no era lo mismo, que aquella que me había dado MinHo, aquella… aquella fue realmente la manzana más deliciosa que había probado en mi vida. Y más aún proviniendo de él. –No quiero que me ignores, no quiero que nuestra relación perezca, quiero tenerte aún a mi lado, minutos, horas, sin verte, sin oírte, sin ver tu hermosa sonrisa, y ya siento que mi mundo se acaba, realmente te necesito a mi lado, perdóname, perdóname por favor, no quise molestarte de esa manera, peor es que realmente, es difícil dejar un vicio de un día para el otro, tu no lo comprendes, no lo comprenderías, porque tienes una vida, “asquerosamente” sana, respirando aire puro todos y cada uno de los días de tu vida, comiendo absolutamente cosas sanas, caseras, y deliciosas, sin contar la cantidad de verduras que ingieres… t-tu no entiendes… lo que me ha tocado vivir, lo que me ha llevado a que “agarre este vicio”, por favor, tenme paciencia, por favor, perdóname MinHo…-


Era lo que me hubiese encantado decirle de frente, en estos precisos instantes, mientras miraba aquella manzana mordisqueada, pero mi orgullo no me permitiría, “perder” tan fácilmente, no ante ti. Nunca antes en mi vida, había perdido con alguien, siempre eran los demás los que me pedían disculpas, aún si ellos no tenían por qué.


Siempre fui yo, “al que tenían que rogar” nunca fue al revés, y me gustaría que se siguiera manteniendo de esa forma, pero tú… tú eres un “oponente” difícil de corroer… además de que mis sentimientos hacia ti, me debilitaban, justamente frente a ti.


 


Y pensando, arrepintiéndome y formulando diversas “situaciones” en las que pudiéramos recuperar nuestra “relación”, volví a ti… intenté como nunca, sacarte temas de conversación, cuando resulta que siempre era al revés. Y aunque pareciese una estupidez, eso estaba hiriendo mi orgullo profundamente, pero no me daría por vencido, no, sé que ganaré, sé que venceré, yo lo sé.


 


~1 semana después ~ (1 mes que TaeMin está en la granja/ 2 semanas, que estaban peleados)


La situación, no había cambiado para nada, él continuaba ignorándome, continuaba sin hablarme, sin mirarme, sin sonreírme, evitándome en todo momento. Comenzaba a desesperar, ¡Realmente necesitaba de su atención! ¡De sus sonrisas, de sus palabras cálidas y amorosas, de su preocupación! ¡LO NECESITABA A ÉL! Estaba al borde de la locura, del llanto, de la rabia, de la impotencia, en verdad que lo estaba, jamás pensé que a alguien a quien le resultaba “indiferente” me doliera tanto.


Estaba a punto de quebrarme, de darme vuelta, mirarlo a los ojos, llorar y colgármele de su cuello diciéndole que me perdonase, que no podía evitarlo, que intentaría cambiar, pero que no me privara de su compañía, de su aroma, de sus sonrisas.


-Siento interrumpir este “armonioso” silencio, pero debo decirte algo MinHo ssi…-


Dijo SiWon ssi, de repente en la cena, la cual estaba ocurriendo en un silencio, realmente tedioso. MinHo le miró, bajó el bocado que estaba por llevarse a la boca y puso atención en su tío


-Dígame tío…-


SiWon ssi sonrió levemente y también dejo su bocado sobre el plato.


-Pues verás, mañana sí o sí debo partir al pueblo, por unos días.-


MinHo pareció sorprendido, al igual que yo, pero pues no podía demostrar nada, ni “meterme” ya que la conversación iba hacia MinHo, haciéndome sentir algo incómodo, como si estuviese demás, tanto que estuve a punto de levantarme de la mesa sin decir nada, e ir al baño a llorar cómo “marica” por el rechazo de MinHo.


-Hmm, ya veo, disculpe si cometo una indiscreción, pero… ¿por qué motivo?-


Aquel hombre, volvió a sonreír calmo, mientras se acomodó en su silla.


-Por negocios…-


-Oh, ya veo… ¿Quiere que lo lleve hacia allí?-


Él asintió y  miró a MinHo los ojos.


-Sí, es a ese punto dónde quería llegar, pedirte que me hicieras el favor de llevarme, además de que practicarás tus habilidades para el manejo…-


Rió con gracias a lo último, dando a entender que estaba siendo de cierta manera algo sarcástico, MinHo increíblemente sonrió levemente, y al ver que ese chico sonrió, y no por mi causa, que no fue dirigida a mí, me enfureció totalmente, por lo que sin pensarlo no pude aguantar más, e “interrumpí”, anulado por la ira, y por… por… los celos.


-Oigan… ¿Y yo estoy pintado aquí? ¿¡Qué se supone que haré solo aquí!? Ya es bastante tortura vivir en esta prisión aislado del resto de la sociedad, que también tendré que aguantarme el aburrimiento…-


Dije, “histérico” y agresivo cómo siempre, y por fin MinHo me dirigió una mirada, haciéndome sentir que renacía, como mínimo. Sus ojos, sus facciones… sus labios… frente a mí, sí~ una vez más.


-No, por supuesto que no pequeño- Miré al “viejo loco” y me percaté de que sonrió de lado, sarcástico, malévolamente, y continuó hablando, ya comenzando  cabrearme por aquella maldita manera de llamarme. -De ninguna manera podríamos “dejar al niño, solo en casa” sería peligroso. Tú irás con nosotros también, ¿Qué les parece? ¡Nuestro primer viaje familiar!-


Contestó en absoluto tono de burla, haciéndome enfurecer de sobremanera, pues al aparecer sabía perfectamente que el que me llamara “niño” me “rompía soberanamente las pelotas”*. No pude quedarme callado y contesté, levantándome bruscamente de la mesa, golpeándola con mis manos aplicando gran fuerza, haciendo mover toda la “vajilla”.


-¡Qué no soy un niño! ¡En 2 días estaré cumpliendo la mayoría de edad!-


Terminé reclamándole aquellos “insultos”, por parte de aquel viejo loco.


-Oh~ ¿en serio? Ya veo, pues mis felicitaciones adelantadas, pues no podré verte, cuando realmente lo sea.-


Dijo ahora de manera amable y cálida,  y hasta de cierta manera se percibía, algo de “desilusión” en ellas, cosas que realmente me sorprendió, pero ignoré ese hecho y continué con “mi actuación”.


¡Hmph! Par de locos…-


Dije murmurando, dándome la vuelta y retirándome, importándome una mierda esos “modales” de los que tanto hacía mención aquel hombre mayor.


 


 


Cuando salí del baño, que siempre me daba antes de dormir, y entre a la habitación, me quité la toalla, y me coloqué mi ropa interior. Fue segundos después, cuando siento un leve crujir del piso, pero lo ignoré pues sabía que sería él y que de seguro pasaría de largo, ignorándome como siempre. Pero grande fue mi sorpresa cuando aquel “paso a paso” que retumbaba levemente en el suelo, nunca se oyó. Por lo que no pudiendo aguantar mi curiosidad y sorpresa, me di vuelta, y le vi allí parado, en el marco de la puerta observándome con estupefacción.


¿Él… él me estaba mirando? ¿Él me estaba dando, esa atención por la que tanto he rogado en silencio estos días? ¿Él me habría perdonado? ¿Se sentía realmente atraído a mí, en estas condiciones? ¿A mi cuerpo?


Una euforia inmediata invadió mi corazón, hasta llegar al punto de acelerármelo al máximo, una sonrisa incontrolable se dibujó en mi rostro, pero no podía demostrarla, por lo que haciendo mi mayor esfuerzo intento ocultar toda esa felicidad que en ese momento sentía, y una vez más decidí actuar de esa manera agresiva, por más que ahora me costase horrores…


-¡Yah! Pervertido, deja de mirarme así, ¿no ves, que me estoy colocando el pijama?-


Él me miró de repente, pues al parecer mis “rudas palabras” le trajeron devuelta al mundo real, y tragando saliva, desviándome la mirada, pasó de largo, sin decir absolutamente nada. Lo cual hizo que mis pequeñas ilusiones, y mi pequeño mundo reconstruido en esos segundos, se desmoronasen como una “torre de naipes”.


No, por favor, no de nuevo, ¿pretendes aún seguir en ese plan? ¿Por qué? ¿Por qué no puedes entenderme?


Me preguntaba y repreguntaba una y otra vez en mi cabeza, mientras te observaba de soslayo cambiarte, mostrándome esa endemoniadamente sensual espalda, con esas articulaciones, esos músculos moviéndose… ese cuerpo tuyo, tan trabajado, tan varonil “naturalmente” que casi soy descubierto en “el crimen” cuando te colocaste aquella camisa y giraste un poco para dirigirte a tu cama.


No pude evitarlo, debía hacer un último intento de que me perdonases, y me hablases. Debía intentarlo. Estaba decidido, y cuando abrí mi boca para decirte algo, me encontré con la sorpresa de que mi voz no salía. Lo intenté una segunda vez y nada, por un momento desesperé, ¿Quedé mudo para siempre?


Pero grande fue mi alivio, cuando en el tercer intento, mi voz finalmente salió.


-MinHo…- Dije algo entrecortado aún, pero al llamarte por tu nombre en voz alta, fue como si hubiese encontrado un oasis, en medio del desierto. Tú te tensaste un momento, y estoy casi seguro que estabas a punto de girar tu cabeza y mirarme, para decirme “¿Qué sucede TaeMin ssi?” con esa voz totalmente cálida, dulce y llena de amor… la cual me hechizaba. Pero no, al parecer, te resististe. Y te diste vuelta, dándome la espalda; una estaca de hielo se clavó en mi corazón ante aquella acción, por lo que casi al borde del llanto dije –Que descanses bien…- Cuando en realidad mis verdaderas palabras hubieran querido ser “¿Me perdonas? Por favor, ya no te soporto distante, éste lugar se ha vuelto aún mucho mas infernal e irónicamente frío, sin tu calidez a mi alrededor”.


Me di vuelta, y también dándole la espalda, comencé a llorar en silencio e intenté dormir, sintiendo aquel dolor, ardor y nudo en mi garganta, que el llanto retenido me causaba.


 


 


Amaneció, el cantar del gallo y el despertador comenzaron a sonar, pero milagrosamente, hace tan sólo minutos atrás yo, ya había despertado, aún no sabiendo, cómo y cuándo es que había logrado dormirme.


Sentí el “crujir” de tus sábanas, y a ti suspirando algo molesto, pues al parecer estabas realmente dormido, apagaste aquel molesto artefacto, y al parecer te levantaste, algo que nunca te lo había dicho, pero que realmente te admiraba, ¿Cómo hacías para levantarte a la primera y tan temprano?


No dije nada, me hice el dormido, para poder observarte aunque sea, un ratito más, “a escondidas”, pues necesitaba de ti, necesitaba deleitarme de tu visión, a estas horas de la mañana. Totalmente despeinado, con el torso al desnudo y en ropa interior, cosa que nunca entendía, ¿Cómo es que si te acostabas vestido, amanecías semi-desnudo? Aunque… la verdad no es que me importase, molestase o interesase, sino todo lo contrario. Gozaba en pequeña dosis de esa vista, y era la mejor manera de “empezar el día”.


 


 


Luego de que aquella figura de MinHo desapareciese camino al baño, me levanté, pues la verdad es que ya comenzaba a sentirme algo incómodo en la cama. Por lo que no me quedó más que levantarme, quedarme sentado al borde la cama, y recordar de la nada, la vez esa en que dormimos juntos, aquí, en esta misma cama. Lágrimas amenazaron con comenzar a recorrer mis mejillas en lo que, inconscientemente, acariciaba lentamente, aquella parte de mi cama, “fría y vacía” en la que una vez estuvo aquel hombre, objeto de mis más sucios y locos delirios, cómo también de mi obsesión.


Pero a pesar de pensar en ello, decidí que no lloraría, ¡No, no sería yo el que perdiera! Aunque considerando que ya había aclarado casi todos mis pensamientos, y asumiéndolos, “la batalla, ya la tenía perdida”.


 


 


Luego de pasar otro tedioso e incómodo desayuno, en un silencio realmente molesto, emprendimos el dichoso viaje al pueblo más cercano, no era mi ciudad, pero mi corazón estaba levemente emocionado, al poder “interactuar con otros seres humanos” nuevamente, sentía que por fin tendría un respiro de aquella aburrida granja.


SiWon ssi, subió una pequeña maleta a la parte atrás de la camioneta y subimos todos adelante, yendo yo al medio y algo apretados de lugar, lo cual hacía que mi cuerpo “pálido, fino y delicado” esté prisionero entre aquellas “dos torres gemelas”, entre aquellos cuerpos, “bronceados, robustos y varoniles”, me encontraba algo incómodo, pues realmente parecía, “la niña pequeña” entre ellos, pero a la vez, decidí soportarlo, pues por primera vez en mucho tiempo, aunque sea escaso, poco, casi nada, estaba ejerciendo “contacto físico” con MinHo.


-¡Gyaaa! ¡Al fin hemos llegado! ¡No recordaba que ir al pueblo fuera un viaje tan largo y cansador, y eso que yo no he manejado-


Dijo SiWon ssi divertido a lo último, rompiendo nuevamente, el silencio, mientras cómo podía se estiraba. Yo no dije nada y me mantuve allí, inexpresivo, cómo alguna especie de títere o algo por el estilo.


-Tío por favor, no se queje ni se burle, han sido simplemente 3 horas, aunque sí, no se lo voy a negar, me ha resultado largo.-


-¿¡Lo ves!? ¡Siempre terminas dándome la razón! Yo sabía que tenía razón jaja, dobla aquí a la derecha, en la esquina está el hotel en el que me hospedaré por 1 semana-


Continuaba con su burla, mientras ya habíamos disminuido la velocidad al entrar al pueblo, lo veía y no lo creía, ¡Edificios! ¡Pavimento! ¡Vehículos! ¡Negocios! ¡Personas caminando tranquilamente! ¡Sí! ¡Al fin contacto humano!


-¿¡Qué!? ¿¡1 semana!? ¿Por qué tanto tío?-


Contestó de improvisto MinHo, haciéndome exaltar, y comenzando a cabrearme de a poco, al sufrir tal grado de ignorancia, no por MinHo, sino ahora también por SiWon ssi.


-Aish, tampoco es tanto, debo hacer buena letra, además de que debo asegurarme bien de que el empresario, firme contrato con nosotros, y entre que lo consulta con sus compañeros, con las inversoras y todo ese lío, lleva como mínimo una semana.-


-Hmm, ya veo, pues si usted dice, así debe de ser, confío en usted tío.-


-Claro que debes confiar, soy tu tío, jaja, oye aquí me bajo, ustedes aprovechen a dar una vuelta por el pueblo y a pasar el día, pues luego de eso, ya no podrán interactuar con los humanos en un largo tiempo.-


-De acuerdo tío, pero déjeme decirle, que no necesito interactuar con personas, ya tengo a…- Hizo un silencio de repente, llevándose tanto la mirada de SiWon, cómo mía, de repente, ante aquel comentario interrumpido.


¿Me tienes a mí? ¡No me digas que estabas por decir, que yo era todo lo que necesitabas para ser feliz, porque ya en éste mismo instante, me subo sobre tu regazo y te hago mío! Importándome una mierda que tu tío esté aquí.


-A, AnJi…- Dijo volviendo la vista al frente claramente incómoda, yo miré inconscientemente a SiWon ahora, sintiéndome decepcionado por completo, cuando vi que SiWon, sonrió de lado con malicia, y sonriendo luego cómo solía hacerlo siempre dijo.


-Jaja, si claro, si sigues así, estarás a un paso de cometer zoofilia, y no creo que eso resulte agradable…-


-¡TIO!- Dijo MinHo totalmente rojo hasta las orejas, a lo que aquel viejo loco, simplemente, rió con picardía y se fue casi corriendo, hacia atrás en busca de la maleta, y saludando a MinHo desde su ventana.


-¡Ten cuidado con la zoofilia!-


-¡TIO!- Volvió a reclamarle a aquel viejo loco, a lo que no pude aguantar, aquel impulso por reír, pues realmente la situación me resultaba graciosa, pues, también pensaba que en cualquier momento la cometería, hablando y tratando con tanto amor a esa yegua.


-¿¡Y tú de qué te ríes!?-


Preguntó algo furioso, totalmente rojo, con el ceño fruncido… pero algo detuvo mi risita. ¿É-Él finalmente me habló?


Me puse serio, sorprendido y le miré, él se mostraba igual de sorprendido que yo…  ¡Finalmente me hablaste MinHo!


Aquel hombre se había ido finalmente, dejándonos a ambos, a solas, y por una semana, por lo que con el corazón aún revoloteando de alegría y nervios a la vez hablo.

Notas finales:

* (Me rompía soberanamente las pelotas) Expresión 100% Argentina xD que significa, cómo que, enfurece en demasía, a alguien.


Jaja, lo siento no pude evitarlo, a veces se me sale lo "Argentino" :P


O0O MinHo y TaeMin se han peleado feoooo!!! D: ¿qué pasará en el próximo cap? ¿Logrará TaeMin, recuperar el cariño y aprecio de MinHo!? ¿¡Se disculpará MinHo!? QUIZÁS lo sepan en el próximo cap! xD jajaja ::trollface::


Espero que les haya gustado :3 aqui les dejo mi página de facebook, como siempre n.n


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Qué ahíes dónde avisaré, cada vez que actualice, un fic n.n, aunque ahora esté concentrada unicamente en este n.n


Así que, bueno, espero sus opiniones al respecto, yo me despido, ojalá nos leamos pronto!


Bye bye~ ^u^//


♥ ZaffireHeart ♥


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