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2Min: "Red Delicious" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaa!!! :3 finalmente ha llegado el momento! xD jejej, el capítulo 3! Disculpen haberlas hecho esperar n.n pero es que quería organizarme bien, y ahora sí, voy a hacer lo posible para mantener un ritmo regular en la actualización, subiendo caps nuevos todos los Martes y Jueves, como suelo hacer la mayoría de las veces n.n

 

Así que bueno, aquí vamos, a leer! Let's go! :P ♥

[…] -Ta-TaeMin ssi…- Dije mientras retrocedía un poco más, pues él continuaba avanzando. –Co-comienza a asustarme, TaeMin ssi, ¿Está usted bien? Está muy raro…-

-Ya te lo dije, ¿eres sordo? Estoy perfectamente bien, mejor que nunca, y no, no estoy raro… simplemente estoy… poniéndote a prueba-

 

Capítulo 3"Crisis de Identidad"

 

Dijo sonriéndome, “tenebrosamente” de lado, en verdad que estaba irreconocible, ¿qué había sucedido exactamente? Parecía otra persona… Y-yo no entendía nada… estaba demasiado confundido…

-¿A prueba? ¿A qué se refiere exactamente?-

Cuestioné curioso, él simplemente sonrió de lado una vez más, y dejando aquella “posición de felino a punto de atacar a su presa” se sentó en el suelo… colocándose una mano en el pecho, y fue allí dónde volví a preocuparme otra vez…

-Eres más inocente de lo que creí… quizás, deba hallar otra manera… ¡ash!-

Dijo nuevamente en aquel tono cansino, con aquella sonrisa impregnada levemente de “una derrota”, para luego, arrugarse la ropa en la parte de su corazón, lo cual me preocupo demás, y nuevamente sin pensarlo me “lanzo” hacia él.

-¡TaeMin ssi! ¿¡Está usted bien!?-

Dije acercándome a él, colocando una mano sobre la suya, cómo si eso fuera a arreglar algo, pero pues tuve aquel mero impulso, instinto. Él colocó la otra mano sobre la mía y me la sujetó, haciendo que me corazón se acelerara nuevamente

-¿Cómo quieres que lo esté, si me haces esto? Eres algo cruel ¿lo sabías? Esa “inocencia” tuya, me lastima…-

Dijo cansino una vez más, arrastrando ya sus palabras, como si tuviera nuevamente al borde del llanto, yo no llegué a comprender sus palabras del todo, pues no sabía a lo que hacía referencia. Simplemente encontrarme con sus ojos una vez más, me hizo tragar saliva. Desvié la mirada de inmediato, pues su mirada tenía algo extraño, que hacía que mi cuerpo “se moviera” por sí solo, y pues no quería, cometer algún “error” del que luego me arrepienta.

-¿Puede ponerse de pie TaeMin ssi? Debemos volver a la estancia, ya se ha hecho demasiado tarde, y mañana debemos levantarnos temprano para comenzar con la verdadera labor…-

Terminé de decir, mientras me ponía de pie, soltándome de aquel agarre de TaeMin ssi, quien parecía no querer soltarme, pues la verdad es que me costó un poco.

Aún mirándome e intentando ponerse de pie me dice; -¿Me has visto en éste deplorable estado y aún así, pretendes que trabaje a tu par, cuando sabes perfectamente que no tengo absolutamente nada de experiencia, lo único que sé, es que amo las “Red Delicious” y… tus labios.- Decía totalmente falto de energías, al parecer aquel “desmayo” le había dejado débil, pero aquello último que dijo cómo un balbuceo, no sé si decir, “afortunadamente o lamentablemente”, lo oí igual. Me sonrojé nuevamente… pero decidí hacer de cuenta que no había oído aquello último, tal y cómo la vez anterior.

-No se preocupe, soy algo “exigente”, pero tampoco soy una bestia sin sentimientos. Es más, le estaba por decir que si mañana cumplía con su trabajo adecuadamente, le daría muchas “Red Delicious”…-

Dije en aquel tono amable y cálido nuevamente, mientras le llevaba “colgado” de mi hombro, camino a la estancia…

-Quiero~ otro tipo, de “Red Delicious”…-

Dijo luego de soltar una risita, no entendí a qué quiso referirse exactamente con eso, pero no sé porqué, de todas maneras me sentí incómodo. Una vez más decidí, que ignorarlo sería la mejor opción, por lo que continué con mi conversación.

-Ya, ya TaeMin ssi, no hay otra clase de esas manzanas, son únicas…-

-Cómo los tuyos…-

-Déjese de bromas TaeMin ssi, la falta de sueño le está afectando.-

-Tu indiferencia, me afecta.-

-TaeMin ssi, por favor, parece como si estuviera ebrio, con esas cosas sin sentido que dice.-

-Tu inocencia y aroma, son los que me han embriagado, hasta el punto de encontrarme ebrio de ellos...-

-¡TaeMin ssi, le hablo en serio!-

-Yo igual…-

-¡Aish! Mejor entremos, antes de que le agarre algo…-

Veníamos “discutiendo” en el camino, con ese “va y viene” de respuestas, las cuales me parecían, carentes de sentido, pero aún así, aquella voz lastimera con que me contestaba, me hacía “achicar” el corazón.

En verdad que sólo quería “el bienestar” de TaeMin ssi, y aún seguía manteniendo esa pregunta, con tan anhelada respuesta, cuya me era desconocida por el momento, “¿Por qué?”

-Ha sido un día realmente largo, así que por favor TaeMin ssi, trate de descansar bien, pues mañana, estoy seguro que será otro, y por favor, ya no vuelva a huir de esa manera, en verdad que me ha asustado, y más cuando se ha desmayado, ¿qué le sucedió?.-

Le decía ya en la habitación, mientras me colocaba el pijama una vez más, él simplemente así cómo lo dejé en su cama, se quedó.

-Nada de qué preocuparse, simplemente se me cerró el pecho.-

Dijo totalmente desinteresado. A lo que yo enojado, me di vuelta, aún con la camisa del pijama sin prender.

-¡Claro que es para preocuparse TaeMin ssi! ¡Aquello pudo haberle causado la muerte, o quién sabe! ¡Es por eso que le digo que debe dejar de fumar, sólo se está acortando la vida, y disminuyendo su salud!-

Él giró su cabeza para mirarme, a lo que se quedó levemente impactado… quedó en silencio por unos segundos, mientras yo permanecía allí quieto, inmóvil a la espera de esa respuesta que de seguro estaba en la punta de su lengua.

Hasta que cerró sus ojos bruscamente por unos segundos para luego mirarme a los ojos.

-¿Por qué te preocupas tanto por alguien como yo? ¿Por qué me alientas a volar hacia el sol ilusionándome, para que luego me dé cuenta, que mis alas no resisten aquel calor abrasante, y se desintegren justo como mis esperanzas, mis ilusiones?-

-¿De qué habla TaeMin ssi?-

Dije totalmente confundido, ¿qué le sucedía? ¿Podría haber cambiad tanto de la noche a la mañana, literalmente?

-Justamente de lo que está sucediendo en éste preciso momento…-

-TaeMin ssi, déjese de tantos enigmas, acertijos, y citaciones, y hable claro por favor…-

-Sigues haciéndome lo mismo, en verdad no puedo creer que me hagas esto, pero ¿sabes qué? En este momento no puedo hablarte claro, pues de lo contrario… se echaría todo a perder, sólo, sólo déjame dormir…-

Dijo finalmente dándose vuelta, dándome la espalda, dejándome aún más pensativo y confundido que antes.

-De acuerdo, no sé a qué hará referencia con sus palabras, TaeMin ssi. Pero me gustaría pedirle un favor. Por favor, cámbiese, colóquese su pijama, o de lo contrario aparte de pescar un resfriado, arruinará su ropa.-

Volví a hablar después de él, pero tal y como la otra vez, cambiando nuevamente de tema. Él me respondió con un “nuevo” y déspota;

-No quiero…-

-Pues entonces, sáquese las zapatillas por favor y tápese…-

-No tengo ganas…-

Contestó como lo hizo anteriormente, por lo que algo, levemente, irritado, suspiré, y acercándome a los pies de su cama, le saqué las zapatillas, él se removió molesto, pero le ignoré, lo levanté levemente, quité las sábanas y le tapé.

-Parece un niño pequeño caprichoso, desde ya le aviso, que si estaba acostumbrado a conseguir todo, “mediante berrinches” aquí va mal, pues, seré todo lo amable que usted quiera, pero no toleraré sus berrinches, así que por favor TaeMin ssi, tómelo en cuenta, y piénselo. Una vez puede que me lo haga y le funcione, pero ya, dos… no.-

Dije de aquella manera tan serena, que me caracterizaba, por lo que él, aún a pesar de mi tono utilizado, me ignoró, pues no me miró en ningún momento, parecía un muñeco de cera, al que manejaba a mi antojo. Pero una vez que terminé de “arroparlo”, me dirigí a mi cama, y allí me acosté, quitándome aquella prenda superior que me molestaba.

-Que descanse TaeMin ssi, buenas noches…-

Dije para luego apagar la luz, él no respondió nada, y pues sólo suspiré, no me quedaba otra opción y disfrutando finalmente de sentir la cama debajo de mi cuerpo, me dormí.

 

 

A mitad de la noche, desperté por causa de unos sonidos extraños… abrí mis ojos, pero todo allí era negro, e instintivamente giré hacia el lado dónde se encontraba TaeMin ssi, y pues al cabo de unos segundos que mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, pude ser capaz de distinguir “aquella bolita” en la cama “de enfrente”.

-¿TaeMin ssi?- Cuestioné algo preocupado, mientras él al parecer me escuchó, pero sólo me ignoró. Pues se arrolló aún más. -¿TaeMin ssi, acaso no puede dormir?- volví a preguntar. A lo que él sólo me responde con un tono débil, y entre gemidos, de dolor.

-No, no es eso, m-me du-duele mu-mucho el pecho…-

-¿Hay algo que pueda hacer, para aliviarle?-

Pregunté ya destapándome, por si necesitaba “correr” en su ayuda.

-No, so-sólo esperar…- Dijo realmente agonizando, y cuando le estaba por decir algo, él volvió a interrumpirme –Aunque… quizás, escuchar el la-latido de tu co-corazón sereno, me ca-calme un poco.- Dijo nuevamente de aquella manera débil, a lo que yo no pudiendo en contra de “mi instinto, amable y servicial” simplemente suspiré, y saliendo de mi cama, me dirigí a la de él…

Me introduje en ella con algo de pena… pero mi cuerpo, se manejaba sólo, para ese entonces. Y él de inmediato, buscó mi pecho, acomodándose allí, por lo que realmente me resultaba demasiado extraño, pues yo estaba sin mi camisa, y me parecía algo inapropiado… pero pues… no me esperaba que las cosas tomaran este “rumbo”. Ocasionando que mi tan “sereno corazón” se volviera algo frenético e inquieto ante aquella situación, realmente “comprometedora”.

Pero si le ignoraba, realmente no podría dormir, sabiendo que pude haber hecho algo para aliviar su “dolor”, por lo que simplemente opté por hacer aquello. Y allí me quedé, algo nervioso, por supuesto.

-T-tu pecho es cálido…- Dijo de repente, acomodándose mejor en él. Haciéndome sentir aún más incómodo de lo que estaba. Pero aún así, ahora no quería alejarme… ¿Qué me sucedía? ¡No es cómo si me gustase estar así con TaeMin ssi! ¡No, de ninguna manera! Y-yo… yo ¡A mí me gustan las chicas! –Por favor… n-no te vayas cu-cuando me du-duerma…- Dijo ya un poco más calmado al parecer, por lo que, inconscientemente también yo me calmé. Suspiré y antes de que me diera cuenta, me encontraba “abrazándolo” de una manera algo protectora, pues la verdad, es que ahora, en este estado, sólo en mí nacía aquel sentimiento de protegerlo y cuidarlo. Velar por su bienestar.

Nunca me había sucedido esto con alguien, sólo con AnJi, pero con él, era realmente diferente, me confundía, demasiado, pues ahora no sabía bien, que es lo que TaeMin ssi, me causa exactamente, que es lo que me hace actuar así, tratándose de él.

-Buenas noches TaeMin ssi, intente descansar por favor, y obtenga una pronta recuperación…-

Dije finalmente dándome por vencido, ante mis sentimientos y pensamientos, por lo menos por el momento, pues en verdad que necesitaba dormir, al igual que él.

 

 

~ 2 Semanas después ~

Las cosas, no habían cambiado mucho, o quizás sí, pues yo aún seguía mucho más confundido que antes y es más, ahora comenzaba a dudar de mi “verdadera sexualidad”, pues ciertos pensamientos “indecentes” comenzaban a asaltar mi mente, de vez en cuando, cuando le veía dormir, cuando le veía salir del baño, o simplemente con el simple hecho de observarlo. ¡No pudo haber sucedido aquello! ¡No me puede estar sucediendo esto a mí!

Creía que me estaba volviendo loco. Pues era totalmente algo “anormal” que yo tuviera este tipo de sentimientos hacia otro de mi mismo género.

Me sentía raro, no podía etiquetarme de “homosexual” pues creía que eso no iba conmigo, aunque de él… tengo mis dudas, además de que, lo que sucedió… me dice todo lo contrario sobre mí… ¡Maldición!

Sus comentarios, sus “acciones” hacia mi persona, realmente me dejaban en dudas, pues ahora que me daba cuenta, desde un principio, “hemos tenido bastante contacto físico” y la mayoría de las veces, “iniciados” por él.

-¡Maldición! ¡No puedo creer que al final me lograses convencer de que trabajara en este maldito lugar!-

Dijo TaeMin ssi, de repente, sacándome de mis pensamientos, provocando que le vea, y fue algo realmente malo. Ver esas gotas perladas de sudor recorrer su rostro, su cuello, y esos gruesos labios entreabiertos por la agitación, hicieron inquietar a aquellas “mariposas” en mi estómago. Agitó mi corazón, tragué saliva, para intentar recuperar un poco la compostura y cómo siempre le hablé de esa manera en que lo hacía “normalmente”.

-Ya TaeMin, deja de quejarte, relájate, y piensa que éste lugar es hermoso, que podría ser el mismísimo cielo.-

Dije agregándole un poco de humor a lo último.

-¡AISH! ¡Ya deja de decir eso! ¡Siempre dices que piense que es el paraíso! ¡Qué ya con el tiempo me acostumbraré! ¡Pero me sigue pareciendo el mismísimo infierno, una prisión, tal y cómo en el primer día!-

Dijo, algo fastidiado, mientras volvía a su labor… yo simplemente sonreí, aquello era algo que quizás haya cambiado un poco, ahora… me resultaba divertido molestarlo, y ya no lo trataba más de “usted”, pues aunque lo quisiera negar, no podía evitar decir, que nos habíamos vuelto algo, un poco más cercanos, desde aquella noche, en que “dormimos juntos”.

Aún recuerdo aquello, y mi interior se agita, recuerdo la sensación de sentir su peso sobre mi cuerpo, recuerdo el suave aroma que su cabello poseía, y lo suave que parecía ser. Recuerdo también aquella temperatura algo más baja de lo normal, que se complementaba “deliciosamente” con la mía, algo más “elevada de lo normal”.

Sonreí dándome lástima a mí mismo, al tener esa clase de pensamientos, y no pude ocultar mi sonrisa de él.

-Eso es sólo porque tú no quieres acostumbrarte a él, te mantienes en un estado de negación constante, estoy seguro que ni siquiera le has dado una oportunidad, de “hacerlo tu hogar” por un pequeño y breve lapso de tiempo.-

Dije levemente, casi de manera imperceptible, algo “irritado”, pues cómo decirlo… era un “regaño con cariño” o algo así.

Él, al oírme decir aquello, dejó la bolsa en el suelo, se enderezó, y me miró, algo fastidiado.

-Pues claro que no, que no le he dado oportunidad alguna, no vale la pena, estoy seguro de que mi lugar está en la ciudad, nací allí, crecí allí, y pienso seguir viviendo allí, a pesar de que a nadie le importe de si estoy vivo o muerto.-

Me respondió, dejándome algo asombrado con aquello último… ¿Qué tan sólo se sentía en aquel lugar, para que dijera esas cosas?

-TaeMin ssi, no digas eso, quizás estás equivocado, no tendrás a nadie a quien le importes en la ciudad, pero aquí, en el campo, sí. Me tienes a mí, y aunque no lo creas a mi tío también, y sin contar con los demás empleados. Quizás no lo demostremos, pero en verdad te apreciamos mucho, y nos preocupamos por ti. Tal vez, tu lugar no esté allí en la ciudad, pero sí aquí.-

¿¡Pero qué!? ¿¡Qué acababa de decir!? ¿¡Acaso eso fue una invitación, o una indirecta de algo!? ¡Aish! ¡Dios, quítame de esta confusión de una buena vez! Él me miró y bufó una vez más, claramente molesto.

-¡Deja de decir estupideces! ¡Deja de decir mentiras! ¡Claramente sé que no le importo a nadie! ¡Tú sólo dices eso, por obligación, estoy seguro de que tampoco te importo un carajo!-

Volvió a arrojar la bolsa que se había colocado en el hombro, y me “enfrentó” mirándome con aquel típico ceño fruncido. Volviendo a mi compostura normal, me di cuenta de que ya había tenido bastante de sus actitudes arrogantes. Tenía paciencia, demasiada, pero esto ya superaba cualquier límite o cosa, por lo que también fruncí mi ceño con determinación por primera vez en éstas 2 semanas.

-¡Tu deja de decir estupideces! ¡Sabes perfectamente que no es así! ¡Si no me importases, no te hubiera tratado cómo lo he hecho hasta ahora! ¡No me habría preocupado a tal extremo por tu comodidad, tu bienestar! ¡No me hubiera esforzado al máximo para que la comida me saliera deliciosa, para oír un halago de tu parte! ¡No te hubiera “revivido” con mis propias manos, aquella vez que te desmayaste en el establo! ¡No hubiera sentido esas ganas terribles de llorar, esa angustia insoportable a tal grado que llegó a doler, al verte en aquel estado! ¡No hubiera ido a tu cama, por un simple “me duele”! ¡Así que deja de decir que no le importas a nadie! ¡Porque a mí me importas más de lo normal!-

Dije aquello último, arrepintiéndome al segundo de haberlo “escupido”, ¡Aquello estaba demás! No debió saberse tan a la ligera, se supone que eran parte de mis pensamientos y nada más. ¿Acaso esa es tu manera de sacarme de la confusión, “señor”?

Él me observaba ahora totalmente estupefacto, sí, me había propasado, había abusado demasiado de “mi confianza” con él. Me dejé llevar… algo raro en mí, pero es que ya no podía soportarlo más…

-T-tú, tú… ¿a-aquello último e-es verdad? ¿O pretendes hacerme volar cómo siempre lo haces, ocultándome el pequeño detalle de que mis “alas” no resistirán el calor abrazante del sol, dejándome caer en picada y en llamas, como siempre?-

-No, no pretendo que te suceda lo de Ícaro, sé que eres más inteligente que él, sólo, sólo… ya te lo he dicho, quiero tu bienestar…-

Dije ahora más calmado… él seguía observándome, frunciéndome el ceño una vez más.

-¿Quieres mi bienestar? Pues no lo tendrás, hasta que lo que quiero, suceda.-

Fui yo ahora el que observó al otro estupefacto, ¿a qué hacía referencia exactamente, con aquellas palabras?

-¿Disculpa?-

-Olvídalo, sigue siendo el momento inapropiado para decirlo. Mejor me tomaré un descanso.-

Volvió a suspirar de una manera cansada, en lo que de su bolsillo, sacaba aquella maldita caja de cigarrillos.

-Lo enciendes… y sabrás lo que sucederá, te lo advertí la semana pasada…-

Dije algo desafiante ahora,  dejándome llevar por el momento, aunque en verdad es que no podía verlo ni siquiera con la caja en la mano, sabía que no tenía derecho a meterme en su vida de esta manera, pero realmente es que eso sí que no podría tolerar, y se lo dije, justamente la semana pasada.

-¡Aish! ¡Ya déjame en paz! ¡No sé si sabes, pero no es tan sencillo dejar esta mierda!-

Dijo ya cansado, totalmente desganado, fastidiado, quitándome su rostro de mi vista, para encender aquel maldito cigarro. Yo simplemente fruncí mi ceño, no dije nada, y me di vuelta, para continuar con mis labores, pasándole por al lado, ignorándolo por completo. Él simplemente me miró y me siguió con la mirada unos segundos, en lo que yo pasaba cerca de él. Pues pude observarlo de reojo.

-¡Ay ya! ¿¡No hablabas en serio, verdad!?-

Dijo reclamándome mientras yo me alejaba, aún sin mirarlo. Él no dijo más nada, y se retiró del lugar, luego de oír lo que creo era su típico: “Aish”, imaginándome que quizás blanqueaba sus ojos con imprecación, hacia mi persona.

Sí, quizás estaba siendo algo infantil con mi cambio de comportamiento tan repentino, pero en verdad odiaba que fumase, no quedaba para nada bien, que alguien con ese rostro, tan delicado, fumase de tal manera…

Su “imagen” ruda, no iba con ese aspecto tan delicado y andrógino, causante de mis más eternos delirios y maraña de pensamientos, quienes iniciaban a cada segundo una lucha interna, eterna…

 

 

Luego de que el día terminara, ya estando en la estancia, yo me encontraba cocinando la cena, aún sin haberle dirigido una sola palabra a TaeMin, desde que “peleamos”. Realmente no podía con mi genio, quería mirarlo a los ojos, y pedirle disculpas, por mi comportamiento tonto e infantil, pero si lo hacía, si “daba mi brazo a torcer”, estoy seguro de que él comenzaría a creer que “me tiene a sus pies”, que todos sus “caprichos” tarde o temprano “se llevan a cabo”.

Pero aquí no funcionaban así las cosas, y no por ser un “niño de ciudad” merecía un trato especial, alimentaríamos aún más su ego, y esa no era la idea, sino todo lo contrario, “bajarle un poco, sus humos”. Pues desde un principio se lo dije, y le di a entender que “aquí no hay lugar para sus caprichos”. Y realmente quería cumplir con aquella “cláusula”.

Él estuvo todo el día intentando sacar tema de conversación, pero yo mordiéndome la lengua para callar, simplemente, le “ignoraba” aunque me costase horrores, pues era imposible ignorar a alguien como él, con aquella presencia y apariencia.

Pero tal y cómo dije, necesitaba hacerle saber, que “no todo siempre sale cómo lo esperas”, debía aprender a “perder” también, a bajar un poco los decibeles, a ese orgullo y ego que tan alto tenía. Cómo bien dije antes.

 

 

~1 Semana después ~

Así pasó otra semana más, esta vez sin siquiera hablarnos, él cómo nunca al amanecer me decía un “amable”; “Buen día”, cosa que cómo todo el resto de las situaciones, yo me mordía la lengua, para no decir nada. Sé que quizás mi “enojo” lo había llevado al extremo, tanto que pasé de estar detrás de él cómo “un perrito faldero” velando y cuidando por él, de que aquellos ataques cardio-pulmonares no le agarrase nuevamente, (ya que pues… con el tiempo, me enteré de que era asmático.)  A negarle un simple y cordial “buen día”. Pero…  me pregunto, ¿si era asmático? ¿Por qué fumaba?

¡Aquello le hacía totalmente mal! ¡Se estaba arruinando la vida solo!

Es por eso que no podía permitir que fumase, me dijo, me “prometió” que lo iba a dejar, pero aún no ha sucedido nada, y sigue “fumando” cómo siempre, pues en ningún momento, he visto aquel intento por combatir contra la ansiedad.

 

 

La cena una vez más se estaba llevando a cabo, y era realmente molesto no poder hablar una palabra con él, pero realmente se lo merecía. Hasta que cómo nunca mi tío fue quien se encargó de romper el silencio.

-Siento interrumpir este “armonioso” silencio, pero debo decirte algo MinHo ssi…-

Yo dejé el bocado nuevamente sobre el plato lentamente y le miré atento, asintiendo, dándole a entender que le escuchaba.

-Dígame tío…-

Él sonrió levemente y también dejo su bocado nuevamente sobre el plato.

-Pues verás, mañana sí o sí debo partir al pueblo, por unos días.-

Aquello realmente me tomó por sorpresa como todo lo que sucedía desde que llegó TaeMin ssi a “nuestras vidas”.

-Hmm, ya veo, disculpe si cometo una indiscreción, pero… ¿por qué motivo?- Él simplemente sonrió acomodándose mejor en su silla y contestó un simple;

-Por negocios…-

-Oh, ya veo… ¿Quiere que lo lleve hacia allí?-

Él asintió y me miró a los ojos.

-Sí, es a ese punto dónde quería llegar, pedirte que me hicieras el favor de llevarme, además de que practicarás tus habilidades para el manejo…-

Rió a lo último, con aquellas palabras, simplemente sonreí levemente, pues debía mostrarme también frente a mi tío serio, para continuar con “aquel castigo” de TaeMin ssi.

-Oigan… ¿Y yo estoy pintado aquí? ¿¡Qué se supone que haré solo aquí!? Ya es bastante tortura vivir en esta prisión aislado del resto de la sociedad, que también tendré que aguantarme el aburrimiento…-

Yo le miré, por primera vez en tanto tiempo, y mi cuerpo se sintió renovado, “rehidratado” internamente, con la sola visión de su rostro, sus gestos, y facciones. Mi tío también le observó y sonrió de lado.

-No, por supuesto que no pequeño, de ninguna manera podríamos “dejar al niño, solo en casa” sería peligroso. Tú irás con nosotros también, ¿Qué les parece? ¡Nuestro primer viaje familiar!-

Contestó en absoluto tono de burla, haciendo enfurecer de sobremanera a TaeMin ssi, con aquellas formas de referencia hacia él. Pues al aparecer sabía perfectamente que el que le llamara “niño” hería su orgullo en lo más profundo, pero pues, a pesar de todo, no podía negarlo tampoco, realmente a veces se comporta como uno, y uno realmente caprichoso, e insoportablemente malcriado.

Pero supongo que no ha de ser su culpa, sino el modo en que fue criado…

-¡Qué no soy un niño! ¡En 2 días estaré cumpliendo la mayoría de edad!-

Dijo reclamando aquellos “insultos” por parte de mi tío.

-Oh~ ¿en serio? Ya veo, pues mis felicitaciones adelantadas, pues no podré verte, cuando realmente lo sea.-

Dijo ahora de manera amable y cálida,  y hasta de cierta manera se percibía, o por lo menos yo percibía, una pizca de “desilusión” al no poder estar “en el festejo” del respectivo día.

¡Hmph! Par de locos…-

Renegó entre dientes, mientras se paraba y se iba a la habitación. Estaba a punto de decirle “TaeMin ssi, ¡espera!” Pero recordé que, “no podía hablarle”.

-¿Nuevamente se pelearon?-

-Si…- Respondí suspirando cansado, mientras le miraba.

-¿Por qué ha sido esta vez? Se veían bastantes cercanos estos últimos días.-

-Rompió una promesa…-

Dije nuevamente cansado, mientras mi tío solo se limitaba a hablarme de manera despreocupada.

-¿Una promesa?- Indagó curioso, mientras yo sólo le asentí y volvió a cuestionar. -¿Qué? ¿Acaso te prometió una cita y no te la dio?- Terminó de preguntar divertido, lo cual a mí, no me había parecido para nada gracioso, pues, la verdad es que estaba teniendo bastantes problemas con respecto a eso, y a mi orientación sexual, con respecto a “mi identidad” sexual.

Le miré de repente, y bajé la mirada nuevamente.

-No fue gracioso tío, pero de todas maneras no fue eso. Prefiero no hablar…-

-Oh vaya, parece que el problema es más grave de lo que parece.

-Quizás para usted no, pero para mí, sí lo es… lo siento tío, me gustaría irme a dormir, mañana tengo un largo día de viaje.-

-Sí, no te preocupes, descansa, yo sólo quería decirte aquello, nada más. Ve muchacho, ve a descansar, que en efecto, un largo y agotador “viaje familiar” nos espera.-

Volvió a decir de aquella manera divertida a lo último, simplemente curvé mis labios muy levemente casi de manera imperceptible, y otorgándole una reverencia, me retiré del lugar.

 

 

Cuando llegué a la habitación me encuentro con un TaeMin en ropa interior, cosa que me dejó levemente shockeado, pues no me lo esperaba. Y me le quedé observando, por “horas” si se me permite exagerar…

-¡Yah! Pervertido, deja de mirarme así, ¿no ves, que me estoy colocando el pijama?-

Me sacó de aquella estupefacción, con aquellas “rudas palabras”, tuve el mero impulso de sonreír de lado a lado, y abrazarle, pues era como si todo hubiera vuelto a la normalidad, pero lamentablemente no era así, por lo que simplemente tragué saliva, desvié la mirada, y pasé de largo sin decirle absolutamente nada. Derecho a colocarme mi propio pijama, y dormir…

Quería dormir, sin pensar en nada, simplemente quería dormir, pero era automático, pues me acostaba, cerraba mis ojos, y a los 2 segundos, ya comenzaban a asaltarme, los problemas, los pensamientos, los sentimientos, y todo, pareciendo adrede que en vez de mi cabeza relajarse, se revolucionaba aún más.

Él nuevamente intentó hacerme caer, “en sus redes” hablándome, casi haciendo que le responda por mero instinto, pero no sé aun, cómo podía, reaccionar a tiempo y quedarme callado. Con mucho esfuerzo me di vuelta, e intenté dormir…

 

POV TaeMin

Esto realmente ya me estaba cansando de sobremanera, primero mi tía, que me manda a este lugar, sin decirme nada, sólo que era por mi bien, cosa que me pareció una vil mentira, pues esto era más una tortura, que cualquier otra cosa, “por mi bien”.

Luego venir aquí de manera obligada, ¿y encontrarme con qué? Con un chico, que me dejó sin aliento al acercárseme, con ese rostro, esa sonrisa amable, y con el torso al desnudo, luciendo su bien trabajado cuerpo, cosa, que realmente me hizo revolucionar las hormonas, “no es que fuera homosexual” simplemente, “no le hacía asco a nada” o bueno a casi nada…

Se la pasó todo el trayecto de “la presentación” luciendo esa ancha espalda, centelleante por el sudor, mostrándome esa sonrisa, y esa calidez en la voz, haciéndome volver cada vez más y más loco, pero no podía, simplemente mostrar mi verdadera naturaleza, y saltarle encima, como si de un león hambriento me tratase.

Luego de que anocheció, me presentó a su tío, otro quien me dejó sin aire, al estar también con el torso desnudo, sudado, y súper bien conservado, para la edad que de seguro tenía, ese cuerpo no era de éste mundo, les juro, les juro que no sabía cómo reaccionar en ese momento, y encima ellos hablando como si nada, alardeando de los espectaculares cuerpazos que tenían ignorándome por completo. ¡POR DIOS, UNO ESTABA MÁS BUENO QUE EL OTRO!

 

 

En ese momento, por un segundo, le estaba por agradecer a mi tía de haberme mandando a éste harem, de hombres hermosos, aunque fueran ellos 2 solamente, pero realmente, tenían mi joven y adolescente corazón alterado, frenético y eufórico. Hasta que el “señor SiWon” preguntó por mi tía y ante mi mala contestación, pues era mi escudo” me dijo que debía trabajar a la par de ellos.

¿¡Quién demonios se creía para decirme lo que tengo y no que hacer!? ¡Soy un “huésped, un invitado” y lo peor de todo que obligado! ¿¡Por qué habría de trabajar con ellos!?

No lo sé, lo único que sé, es que aquel hombre que a mi parecer, era “divino”, de otro mundo, hermoso. Con aquella frase; “‘aprenderás a trabajar’” así que vete olvidando de esas manos tan suaves y delicadas de muñeca que tienes”. Había logrado que se me fuera todo el encanto por él y le comenzara a odiar.

 

 

Y luego de aquello, me retiré a “mi habitación” y con una gran frustración me tiré en la cama, hasta que a los minutos siento una presencia, me siento observado. Y en efecto alguien estaba allí, creí que era aquel “tío buenorro” que venía a pedirme disculpa, por haberse desubicado conmigo de esa manera, pero no, era su sobrino, aquel que a pesar de que también le trataba mal, por mi mero instinto, me parecía un ángel caído del cielo, no podía creer que aún existiesen jóvenes así, tan educados, amables y cálidos, y encima con aquella voz profunda y gruesa que me hacía poner la piel de gallina, al imaginármelo susurrándome cosas guarras al oído, sí, soy un pervertido lo sé, ¿pero de quién es la culpa? De él, por haberme provocado así de esa manera, desde un inicio.

 

 

Y a partir de ese momento, de mi primera cena allí, comenzaron aquellos roces, y peleas con “el tío buenorro” al que ahora odiaba.

Pero realmente era una especie de relación balanceada, pues mientras yo “me peleaba” con aquel “viejo loco” Minho, su sobrino, se desvivía por hacerme sentir mejor y más cómodo, o por lo menos eso es lo que me parecía, y pues, como aquello me encantaba, algo comenzaba a despertar en mí, hacia aquel muchacho, tan “inocente”. Ante aquel “ángel”, aunque… no tanto en algunas ocasiones.

Cuando desperté por primera vez en toda mi vida, a las 5.30 de la mañana, no olvidaré jamás, todo lo que aquel me hizo… me alzó, me llevó al baño y me lavó el rostro, para que me despertara de una vez, y a pesar de que me mostraba totalmente indignado con aquellas, disfrutaba el tener su atención de esa manera, era tan sólo un día, horas de conocernos, pero aún así, él parecía ser especial…

Una vez que terminamos de desayunar, casi con otra pelea con su tío, salimos a recorrer la maldita granja. Él comenzó a hablarme de una tal “AnJi” cosa que comenzaba a agitarme el corazón, hablaba de ella con tanta devoción, con tanto amor, admiración, aprecio de “ella” que realmente sin razón alguna, comenzaba a sentirme gravemente celoso… rabioso, y  por más que no tuviera nada que ver conmigo, pues, era sabido que alguien como él, tendría una bonita novia. El odio comenzaba a acumularse en mi corazón hacia aquella “zorra”…

Pero cuando me la presentó, y me enteré de que era su yegua, ¿para qué mentirles? Me sentí realmente aliviado, y estúpido, por sentir celos de una yegua, pero aquello se equilibraba con lo euforia que tenía, pues al parecer “él seguía soltero” por lo que me sería más fácil, clavarles mis “garras”.

 

 

Y a pesar de que al principio no quería subirme a ella, en “AnJi” él me ayudó, o mejor dicho me obligó, cosa que secretamente disfruté, al haber sido capaz de tocar su mano, la cual era grande, gruesa, cálida, y algo áspera. Realmente había quedado mal ubicado por lo que él me ayudó aún más y comenzó a andar, cosa que realmente me causó mucho miedo, y en parte por instinto y otra a propósito, me aferre a él con todas mis fuerzas… “aaaah~ realmente se siente sensacional abrazarlo, tocarlo” fue lo que pensé en ese momento, pero a la vez al borde del llanto por el miedo.

A partir de ese momento, comencé a desarrollar “cosas” un poco más fuerte, por él.

 

 

Cuando llegamos a la parte dónde se cultivaban las manzanas, quedé realmente asombrado, las manzanas eran mi fruta favorita, y ver tantas juntas allí, con aquel color realmente tentador, me parecía estar en el mismísimo cielo, y más aún cuando él extendió sus brazos para ayudarme a bajar, y cuando amablemente me extendió una manzana realmente sabrosa a la vista, mientras me daba “unas clases aceleradas” de cada variedad de manzanas que cultivaban, las cuales, ni siquiera sabía que existían. Por lo que disimuladamente, le escuché atentamente, fingiendo no hacerlo.

Pero cuando le di a conocer mi opinión sobre mis gustos, pareció realmente asombrado, lo cual yo secretamente, había disfrutado mucho, al ver aquella expresión en su rostro.

 

 

Hasta que luego… aquella “primera pequeña cita”, como me gustaba llamarle, acabó. Cuando me dijo de subir nuevamente a su yegua, realmente me daba cosa subirme a ella, pero no podía negarme mucho, si él me lo pedía de aquella manera tan amable y cálido, por lo que luego de “rezongar” un poco por ello, terminó “ganando” y aproveché nuevamente a abrazarlo, pues realmente se sentía maravillosa aquella sensación. ¡¡Qué cuerpazo que tenía el maldito, era envidiable!!

Hasta que mis sentimientos se revolotearon por completo, cuando por terco, quise bajarme solo de aquel animal, me enredé en aquel cosito de metal que le colgaba a la silla de montar, y creí que iba a caer al suelo de lleno, y partirme algún diente, pero para mi sorpresa, mi rostro aterrizó, en aquel pecho tan trabajado, que hasta parecía, “acolchonado”. En ese momento, mi mente dejó de trabajar, y aquellos sentimientos atravesaron mi interior, como un flechazo, escapando con fuerza, al verme reflejado en aquellos ojos, y tener aquellos labios, realmente gruesos, tan cerca, tan deliciosos… tan “antojables…”

No pude, no pude controlarme más, esos labios, ahora eran mi mayor deseo, aún más que las manzanas, por lo que instintivamente, avancé hacia ellos, para obtenerlos, pero sorpresivamente él me retiró el rostro, en el fondo sabía que aquello era un posibilidad, de hecho lo más probable, pero aún así, “su rechazo” me dolió.

Ya comenzaba a hacerme ilusiones con él, cuando sabía que realmente era algo imposible. Pero aquello imposible no pareció tan “imposible”, cuando dolorosamente “tuvimos nuestra primera pelea fuerte”, pues minutos antes, había dado a conocer mi “mal hábito” por el tabaco…

Pero luego cuando después de la cena, al parecer fue a verme para disculparse, decidí olvidar un poco aquel incidente. La plática era hermosamente amena, hasta que salió el tema de las películas de terror, las cuales odio profundamente con todo mi ser, aprovechando luego a volver a sentir su cuerpo alrededor de mis brazos, “pero mis deseos” una vez más desbordaron, al ver aquel par de labios tan tentadores, cerca de los míos. Por lo que nuevamente me dejé llevar y cuando creí que los obtendría, aquel aliento mío, que tanto estaba conteniendo por la situación, se liberó, y al parecer hicieron reaccionar a MinHo, siendo rechazado por segunda vez consecutiva. Astillándome el corazón aún más.

Aquello realmente me había frustrado demasiado, por lo que él al parecer nervioso, cambió de tema de inmediato, pero mi ira, mi enojo, mi frustración, ya estaba a su punto máximo, logrando así, que cada opinión, cada comentario que él hacía, fuera respondido con suma rabia de mi parte, dando lugar a aquella “gran pelea” que mencioné antes.

Salí corriendo de allí, tomando mi caja de cigarrillos, necesitaba quitarme la ansiedad de una buena vez por todas, por lo que azoté la puerta, importándome una mierda, que “fuese casa ajena” en ese momento no pensaba en nada, sólo había rabia en mí.

 

 

Comencé a dirigirme al establo, el único lugar, que era medianamente cerca, y sabría luego cómo volver, pero aquella voz gritándome desesperada, para que volviese, advirtiéndome de que sería peligroso andar solo, me irritó más, ¡Quería estar solo!

Pero a pesar de que sabía que no era saludable ni bueno para mí, aceleré el paso, exigiéndome a mi punto máximo, provocando uno de mis ataques de asma, pues no quería decirlo, pero era asmático.

Cuando vi que el establo estaba cerca, el aire ya estaba faltándome en demasía, pero aún así me exigí más y me adentré al fondo de él. A pesar de que fuera tan peligroso para mi estado “actual”.

Quizás aquello me hubiese causado la muerte, y es más, creí que había muerto, pues cuando caí de rodillas al suelo, ya prácticamente asfixiado, vi un pequeño destello cegador blanco, y luego de eso, caí al suelo.

Comenzando a oír, aquellos gritos desesperados de MinHo a lo lejos, y con eco, parecía estar en una especie de transe involuntario, quería abrir mis ojos, quería levantarme, moverme, pero me era imposible, era como si estuviese experimentando alguna clase de “parálisis de sueño”, no lo sé, pero me sentía realmente horrible, y algo desesperado, hasta que comencé a sentir, cómo algo presionaba sobre mi pecho, causando que logre sentiré un poco más “despierto” pero me era imposible, despertar completamente, hasta que sentí aquellos labios… finalmente sobre los míos.

Fue la sensación más gratificante que haya experimentado en mi vida, nunca un “beso” me había resultado tan placentero, tan anhelante, y no fue una o 2 veces, sino 4 lo que resultaba aún mejor.

Y gracias a eso, y que sentí cómo mi cuerpo volvía a “la realidad” desperté, tosiendo levemente. Él me abrasó cómo nunca, me pareció realmente sorpresiva su reacción pero la disfruté, y cómo el mejor. Sentirme entre sus brazos, sentir aquella sensación, ese sentimiento, de estar protegido, seguro en aquel lugar, era realmente gratificante. ¡A alguien finalmente parecía importarle!...

Y a pesar de que no quería salir nunca más de allí, tuve que fingir, que “ya no lo necesitaba” pues con lo poco que lo conocía, sabía que si no me alejaba yo de él, él mismo se encargaría de apartarme violentamente de sus brazos, por lo que no quería volver a sentir aquella horrible sensación, de “desprecio y rechazo” no de él, no ahora.

 

 

Él ante mi “reacción” me soltó, y le vi sonrojándose demasiado, desviándome la mirada, aquello… ¡aquello había sido demasiado! ¿Podía existir un “HOMBRE” tan sexy, tierno e inocente a la vez? Al parecer sí. Y sin poderlo evitar sonreí, sonreí realmente feliz, divertido ante aquella adorable reacción, pero al parecer él no se percató de tales acciones de mi parte, pues de lo contrario se hubiese sorprendido, como todo, pero no fue así.

Por lo que nuevamente al tener aquellos labios, “a mi merced” y saber que estaba distraído, no pude nuevamente con la tentación, y aquel deseo de obtenerlos, “por mis propios medios” por lo que de la nada, sin pensarlo mucho, avancé sobre él, ésta vez sí logrando ejercer aquel contacto que tanto anhelaba. Y déjenme decirles, que la sensación fue realmente fabulosa, aún mejor que cuando él “fue quien dio el primero paso” pero pues, sabía que aquel beso anterior, no había sido con intenciones, fue más por obligación estoy seguro, y a pesar de que me dolía pensar aquello, a la vez lo agradecía.

Cómo me lo esperaba, él “me reclamó” por mis “imprudentes” acciones, pero ya no me importaba, pues cómo le dije “he conseguido “mi dulce” y no pienso dejarlo ir…” Y pues pensaba conseguirlo a toda costa. Había comenzando con sus labios, pero por supuesto… que… “¡Iría por más!”

A pesar de que él se negaba ahora, sabía que tarde o temprano caería a mis pies, y cuando uno de mis besos, sea correspondido por él, seré el hombre más feliz y satisfecho del mundo.

 

Luego de una pequeña discusión, por culpa de “su inocencia” él me cargó en sus hombros para ayudarme a regresar, pues la verdad es que, me encontraba aún algo débil, necesitaba mi broncodilatador, pero pues no lo llevaba conmigo, porque estaba dentro de la maleta, entre quien sabe qué y qué ropa. Pues realmente era un caos, un chiquero de chancho.

 

 

Cuando se puso de pie, con dificultades, pues no quería soltarlo del todo, me preguntó si me encontraba bien.

-¿Puede ponerse de pie TaeMin ssi? Debemos volver a la estancia, ya se ha hecho demasiado tarde, y mañana debemos levantarnos temprano para comenzar con la verdadera labor…-

Yo ante esa “pregunta estúpida” y aquel comentario, “demás” me mostré de cierta manera molesto por lo que le respondí.

-¿Me has visto en éste deplorable estado y aún así, pretendes que trabaje a tu par, cuando sabes perfectamente que no tengo absolutamente nada de experiencia, lo único que sé, es que amo las “Red Delicious” y… tus labios.-

Logré decir, casi sin voz, y aquello último, lo silencié aún más, a propósito, y al parecer funcionó, pues no dijo nada.

-No se preocupe, soy algo “exigente”, pero tampoco soy una bestia sin sentimientos. Es más, le estaba por decir que si mañana cumplía con su trabajo adecuadamente, le daría muchas “Red Delicious”…-

¿Por qué me torturas así? ¿Por qué te muestras tan amable conmigo? ¿No te das cuenta que con tu amabilidad, sólo me haces ilusionar, cómo un pobre idiota. Un pobre iluso…

-Quiero otro tipo de “Red Delicious”…-

Dije algo sugerente, cambiando mi ánimo repentinamente, dándole a entender, que me refería a sus labios, aquellos que no eran tan rojos como las manzanas, pero que aún así, se me hacían deliciosos y tentadores, tal y como ellas.

-Ya, ya TaeMin ssi, no hay otra clase de esas manzanas, son únicas…-

Respondió, asombrándome todavía con aquella inocencia que poseía, ¿realmente no había captado la indirecta? ¿O simplemente no quería captarla? De todas formas decidí seguir con mi juego, quizás en alguna de mis respuestas, podría “captarlo”.

-Cómo los tuyos…-

Le contesté esperanzado, pero al parecer, no había, tales esperanzas.

-Déjese de bromas TaeMin ssi, la falta de sueño le está afectando.-

Me dijo levemente incómodo, quizás, me habría equivocado… pero aún así, decidí seguir con ésta especie de declaración indirecta de mi parte.

-Tu indiferencia, me afecta.-

Aquello había sido más que claro, pero al parecer, MinHo era terco, y NO QUERÍA entender, o ponerle importancia al asunto, quizás no ahora.

-TaeMin ssi, por favor, parece como si estuviera ebrio, con esas cosas sin sentido que dice.-

Sí, para ti serán sin sentido, pero realmente para mí no lo son, tu eres el “inocente” que no entiende mis palabras, mis indirectas, mi declaración entre línea.

-Tu inocencia y aroma, son los que me han embriagado, hasta el punto de encontrarme ebrio de ellos...-

-¡TaeMin ssi, le hablo en serio!-

-Yo igual…-

Le dije realmente serio, cómo nunca en mi vida había hablado, pero al parecer, ni eso era suficiente para que lo entendiese, pues se mantenía terco, e “inocente”.

-¡Aish! Mejor entremos, antes de que le agarre algo…- 

 

 

Luego de aquella pequeña discusión, volvimos a la casa, y nuevamente y ante sus preguntas, elaboradas con tanta preocupación impregnada, me hicieron enfurecer, pues, primero me ilusionaba, me hacía creer que podía tener esperanzas con él, pues de lo contrario no se preocuparía tanto por mí, pero luego cuando, quería sacar el tema, o mencionaba algo parecido, con respecto a nuestra relación, él simplemente se “desentendía” de aquel tema, lo cual realmente me dolía, y me frustraba, pues cómo le dije y le di a entender.

Me hacía ilusionar de tal manera, que con mis esperanzas, sentía que podía volar, me hacía sentir en el aire, y con cada “situación” me hacía elevar aún más, para luego darme cuenta que si volaba tan alto, “el sol” me abrasaría de inmediato, prendiendo fuego mis alas, quemando mis plumas, haciéndome caer a grandes rasgos, desilusionándome, echando mis esperanzas a la basura. Y hacerme sentir, la dura caída contra el suelo, a tal punto de causarme la muerte.

Sí, exagero demasiado, lo sé, pero realmente así me sentía. MinHo era cómo mi sol, haciéndome creer que era “alcanzable” cuando en realidad, no era así.

Aquello, fue otro tema de discusión entre él y yo. Pero aún así, decidí, ya no preocuparme más, de lo contrario, el que saldría aún más herido sería yo, pues él, “ni siquiera sabe” que me atrae con locura. Que me gusta…

Sí, lo dije, él me gusta, ¿y qué? Sé que no llevamos mucho tiempo de conocernos, pero realmente me gusta. 

 

 

Luego, cuando él me arropó, haciéndome ilusionar, una vez más, creyendo que si seguía así, realmente iba a terminar loco, me dio las buenas noches, con aquel tono tan cálido y amable… ¡Aish! ¡Realmente lo odiaba! ¡Odiaba tenerlo tan cerca, pero a la vez que sea tan lejano “alcanzarlo”!

A mitad de madrugada, nuevamente comencé a sentir el pecho agitado, en un principio no le di importancia, pero luego, con el pasar de los segundos, el pecho comenzó a dolerme. Provocando que comenzara a soltar algunos pequeños gemidos de puro dolor, y el dolor era aún más, al tratar de silenciar aquellos sonidos, que escapaban de mí involuntariamente.

“Estos ataques” eran frecuentes en mí, pero nunca me había dolido tanto cómo ahora. Y pues al parecer, mis gemidos eran fuertes, pues desperté a MinHo.

-¿TaeMin ssi?- Cuestionó, haciéndome estremecer, al retumbar aquel timbre de voz en la habitación ahora silenciosa. Contuve mi aliento sin darme cuenta. -¿TaeMin ssi, acaso no puede dormir?- Volvió a preguntarme, haciéndome imposible ignorarlo ahora, por lo que, intentando contener mis gemidos de dolor le respondo.

-No, no es eso, m-me du-duele mu-mucho el pecho…-

Dije débil, casi sin voz, en verdad que me dolía mucho, necesitaba mi broncodilatador, pero aún no lo había sacado de la maleta, maldiciéndome a mí mismo, pues si bien, me dijeron que debo andar con ello, a mano, a todos lados donde valla, odio hacer eso, por eso es que lo guardé en la maleta, odio usar esa cosa, me hace parecer débil… y “nerd”.

-¿Hay algo que pueda hacer, para aliviarte?-

Preguntó un poco más agitado, pero al parecer, aún sin moverse de su cama.

-No, so-sólo es-esperar…- Dije ya no pudiendo resistir el dolor, pues era tanto, que sentía que mi corazón se iba a detener en cualquier momento, y ante este pensamiento, quise cumplir uno de “mis tantos deseos” con él. Si bien tenía pensado “llevarlo a cabo, más adelante, no podía esperar” –Aunque… qui-quizás, es-escuchar el latido de tu co-corazón sereno, me ca-calme un poco.- Dije, sólo por decirlo, pues sabía que él no se iba a prestar para tal cosa. Oí un suspiro, y en mi mente dije “lo sabía, le he cansado, moriré, sin saber lo que se siente ‘dormir a su lado’ ”.

Pero grande fue mi sorpresa, cundo siento, el “crujir” de las sábanas, y su cuerpo en movimiento, para seguidamente sentir, cómo algo elevaba mis sábanas, y se introducía en ella.

¡Era él, era su cuerpo! En ese momento, mi corazón se aceleró aún más, si es que era posible, pero ahora por los nervios, de tenerlo ¡“en mi misma cama”!

Aunque aún así, de inmediato, casi con desesperación, coloqué mi rostro con desesperación sobre aquel pecho ¿¡al desnudo!? ¡DIOS; DEJA DE PROOCARME ASÍ! ¿Acaso no sabía, que tantas cosas me provocaba? No podía creerlo. ¡Tenía mi rostro apoyado en él! Tal y cómo lo deseaba, colocando una mano también sobre su pecho, asegurándome de que en verdad se iba a quedar allí, que en verdad iba a cumplir…

Su corazón no se oía tan sereno, como se mostraba externamente, al contrario, se oía algo agitado, pero aquello, me dio un poco de felicidad, pues, si se agitaba así, por “los nervios” que yo le causaba, no le era tan indiferente, cómo él me lo hacía creer, pero aun así, prefería no sacar mis propias conclusiones, o de lo contrario, nuevamente “caería contra el suelo”. De eso, estaba más que seguro.

-T-tu pecho es cálido…- Dije de repente, acomodándome mejor en él. Él se removió levemente, por lo que creó, al parecer si estaba algo incómodo, pero no se alejaba, lo cual agradecía, y se lo hice saber, no quería “morir sin sentir esa sensación, maravillosa” –Por favor… n-no te vayas cuando me duerma…- “Para siempre” hubiera completado la frase, pero; dije aquello aparentando estar un poco más calmado, y al parecer, aquello tranquilizó a MinHo, pues su corazón, comenzaba a calmar sus latidos también, e inesperadamente, me abrazó, de una manera algo protectora, lo cual a pesar de que disfrutaba, también, me hacía doler el corazón, pues pensar que si “fuéramos algo más” ésta sensación, sería cosa de todos los días, y no algo, “obligado” o por mera lástima.

-Buenas noches TaeMin ssi, intente descansar por favor, y obtenga una pronta recuperación…-

¡Y ahí estás una vez más, elevándome al cielo, para luego dejarme caer en picada! ¿¡Por qué!? ¿¡Por que Choi MinHo!? ¡Me gustas, y hasta creo que te amo! ¿¡Por qué me haces esto!? ¡Te odio! Así… cómo te deseo…

Notas finales:

¿Y? :3 ¿Qué les ha parecido? Hasta aquí el cap 3 n.n

Quiero pedir disculpas, si creen que las cosas, van así como muy rápido, es que como siempre digo, la idea era hacer un oneshot, twoshot o como mucho un threeshot, pero siempre me van saliendo, más y más cosas TT_TT y no termino nunca, hasta que terminó siendo un pequeño fic de 15 capítulos D: sí, son 15

Así que bueno, espero que podamos seguir leyéndonos por mucho más tiempo, muchas gracias a quienes se han animado a dejar sus reiews, se los agradezco mucho n.n

También otra cosa que siempre digo, es que les dejo mi página de Facebook por si les interesa n.n allí estaré publicando cada vez que actualice el fic, y los futuros, que irán a venir n.n

♥ https://www.facebook.com/ZaffireHeart ♥

Y bueno, eso es todo por el momento, espero que les esté gustando, y especialmente a tí Naoko, ya que es para tí n.n

Suerte, y cuídense mucho n.n

 

Bye bye~ ^u^//

♥ ZaffireHeart ♥


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