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Rainy Love, Wild Paradise ~ Spring (Wild Lovers) por JHS_LCFR

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Notas del capitulo:

Ok, fuera de joda...lo leíste y revisaste en tiempo récord (?) y a una hora jodida, o sea, super tarde.

SOS GROSA. SOS LO MÁS. ♥

Spring 6

 

Me acariciaba el rostro mientras sus ojos se encontraban con los míos, me corría el flequillo para un costado y me sonreía al tomarme de las mejillas y juntar nuestras frentes. Cerrando los ojos, volvió a murmurar sobre mis labios, intoxicándome el aire, alterándome los sentidos y borrando todo lo que no importase alrededor.

-Tranquilo, tranquilo—no noté que estaba agitadísimo, resoplando y transpirándome la vida con mis manos sobre sus muslos y subiendo hasta los glúteos para tomarlos con toda la palma y suavemente—. Si no quieres, podemos…

-Sí quiero. Dios, sí que quiero—cerré los ojos con fuerza y volví a suspirar, sentía el calor concentrarse en mi cara—. Muero de ganas y te juro que quiero… - pero el ruido, la gente, el movimiento que nos rodeaba y la idea de que tanto Jongdae como Yixing estaban a unos metros me inhibían, me incomodaban—. Si tan sólo estuviésemos en mi cuarto…todo sería distinto.

-¿No te gusta esto?—escuché en la negrura que tapaba mis ojos, me mordí el labio y negué despacio—. Entonces, no hagamos nada—resolvió; sus brazos abandonaron mis mejillas para rodearme el cuello despacio—. No pienso obligarte a hacer nada. Puedo esperar todo el tiempo que quieras.

En el momento en que abrí los ojos, la música y los gritos de la gente me taparon los oídos: sólo pude ver el rostro de Luhan cerca del mío, sonriéndome con tristeza y apretando el agarre. Una oleada de frío me hizo temblar, sólo pude subir las manos por su espalda debajo de la ropa y atraerlo más para besarlo con miedo, pidiendo disculpas.

Juntó sus labios a los míos tranquilo, casi contando los segundos antes de alejarse y volver, volver inclinando la cabeza y volver con una de sus manos hundiéndose fervientemente en mi pelo: a cada roce, a cada toque, la música fue apagándose y sólo pude oír sus suspiros, el ruido de su ropa frotándose con la mía y el de sus dedos casi rasguñándome. Ahí me di cuenta de que aquel era el mejor momento para estar solos y hacer lo que queríamos: además de tener cierta privacidad (porque todos estaban distraídos con el concierto), la experiencia tenía cierto aire a…único, exclusivo. Sería mi primera vez con Luhan, sería en una maldita carpa tambaleante y probablemente mal hecha.

¿Y qué? Aquella no sería la única vez que nos acostemos, algo en mí me animaba a confiar que habrían más veces, fuesen muchas o pocas. Algo me decía que Luhan se moría de ganas y que se estaba entristeciendo por mi culpa, por haberme negado.

Tenía que cambiar eso.

Hundiendo las uñas en sus omóplatos y directo en la carne, impulsé mis caderas, rogando porque entendiese: por suerte no era un ignorante en el lenguaje corporal y pude oírlo reír al morderme el labio inferior; no pude evitar contagiarme antes de tantear su piel hasta la cintura, donde le tomé con delicadeza para hundirle sobre mi entrepierna. Mi cuerpo pedía a pesar del poco espacio y del alboroto, mi mente estaba demasiado alborotada como para pensárselo dos veces, ya no había más nada que debatir.

-Sehun…

-Ya sé lo que dije—murmuré y le besé la mandíbula, bajando al cuello—. ¿Me puedo retractar?—y rió de nuevo, encantado y todavía rascándome el pelo.

-Por supuesto, lo estaba deseando—dejé que mi lengua probara un poco de su piel, aún distraído en el cuello, entonces tironeó con fuerza pero sin perder la sonrisa—. No soy un helado, mejor desvísteme.

Sonrojado, asentí y tomé de su remera, él levantó los brazos para ayudarme y lentamente fui dejando ver más de piel: su estómago, su cadera, su cintura y su pecho…todo se veía angelicalmente…débil, débil y triste. Fruncí el ceño al recordar, al notar pequeñas marcas que ya había visto pero en otra zona, automáticamente se me secó la boca y el corazón me dio un vuelco.

No se fueron…las marcas de Minseok aún no se fueron.

No pude evitarlo, arrugué la nariz pero estaba triste por dentro. Luhan debió haberlo notado, pues se miró y rápidamente comenzó a titubear, tapándose con el pedazo de tela que le había quitado.

-Sehun, no pienses en eso—pidió mientras los graves de la música iban apagando su voz, negué con desgano—. Por favor, no pienses en eso—apoyé los codos en el piso debido a un súbito mareo, la sensación de tener que tapar esas marcas daba asco—. ¡Sehun, fue un error, te lo dije! ¡Lo siento! Te dije que no pensé y que terminamos haciendo algo malo… ¡Pero no pienses en él, piensa en mí!—miré para otro lado…soy el que encarga del “borrón y nuevo comienzo”, soy sólo eso—Sehun, yo quiero estar contigo—gimió, sonrojado de la vergüenza—. Perdóname, no lo vuelvo a hacer…

Aún con él sentado sobre mi regazo, giré la cabeza y el torso como pude hasta la entrada, buscando el cierre de la puerta que me permitiría salir. Un sonoro manotazo picó contra mis dedos, ahogué un quejido cuando me tomó de las muñecas y las dejó a ambos lados de mi cabeza. Encorvándose, me besó con fuerza. No pensó soltarse cuando pasó a besarme la mejilla, el pómulo y luego por el pecho, bajando hasta el estómago.

-Perdón… - lloró presionando sus labios bajo mi ombligo—. Perdón, en serio… - siguió hasta el pantalón y logró bajarlo con los dientes, luchando al ver que no levantaba la cadera para ayudarle—Por favor, quiéreme, Sehun…lo necesito.

Di un respingo, temblando completamente y separando mi cuerpo del suelo. Aprovechó el espasmo para dar un último tirón de los pantalones y de la ropa interior, juntos. Sentía sus lágrimas caer sobre mis muslos, se agitaba sin control.

-No puedo quedarme solo. Te necesito.

Esto no está bien.

-Sehun, contéstame…dime algo.

Esto no está nada bien.

-…Sehun, al menos finge que te sirvo de algo.

Y quebrándose, soltó mis muñecas para taparse el rostro, hundiéndolo ente mis piernas. Automáticamente me senté y le tomé de los hombros para levantarlo, pero terminó chocando contra mi pecho. Forzado, terminé abrazándolo, sorprendido por sus palabras, decepcionado porque, como siempre, yo había terminado generando algo por él.

Por todos.

Por todo aquel que me necesitase.

Tendré que querer a Luhan por siempre.

-Nadie me quiere, Sehun—gritó contra mi remera, desesperado—. Papá y mamá no me llaman, Minseok no me necesita… ¿Qué voy a hacer? ¿Qué se supone que tengo que hacer?

-…Y…yo... - respiré hondo, la gente vitoreaba y volvía a marearme, ya no podía ignorarlo: despacio, le acaricié el pelo y busqué las palabras, lamiéndome los labios—. Puedo ayudarte, voy a ayudarte, sólo si tú…

Sería inhumano, sería deshonesto, sería imprudente, frío y casi horroroso…pero no se me ocurría otra cosa. Si yo lo ayudaba, él también debería poner de su parte.

Porque necesitaba que alguien me necesitase. No podía vivir sin cuidar de alguien, aunque tampoco tenía las fuerzas como para querer a alguien que no me amase…no otra vez.

Sólo un poco, me dije. Sólo por hoy…luego podré aferrarme a eso hasta el fin de mis días.

-Puedes… - inspiré con fuerza, sintiendo la vergüenza contagiarme: Luhan no era el único lagrimeando ya, había algo en el aire –…Puedes fingir que me quieres.

...“No”.

…Pedir eso es de estúpidos, Sehun.

No tenías que decirlo.

Y pasaron los segundos, quizás transformándose en uno o dos minutos exasperantes, insufribles. Después, ocurrió de repente: Sus brazos me rodearon al instante, besándome el pelo y arrullándome sin cortar mi llanto patético y silencioso.

Lloramos en silencio sintiendo el movimiento a nuestro alrededor: era un trato.

 

 

Abrí los ojos con lentitud, parpadeando repetidas veces y adaptándome a la luz que daba de llena en la carpa y se colaba por la ventana de tela finamente entretejida: estaba acurrucado en una esquina con la cabeza sobre el pecho de Luhan, sus mano alrededor de mi cuerpo y por sobre mis brazos, incluso nuestras piernas estaban enredadas en las del otro. Me humedecía la boca y parpadeé una vez más, mirándolo dormir con los párpados hinchados y mueca de cansancio, respiraba profundamente y su agarre había perdido fuerza, podría salir de allí con tranquilidad. Tenía el pelo mojado y pegado a la frente, sus pómulos brillaban debido a la transpiración y el calor que hacía ahí adentro: bajé el cierre de la puerta y dejé que el aire entrar, suspirando de placer al sentir una ventisca entrar para golpearme de lleno en el rostro. No obstante, a los segundos el aire se volvió insuficiente y me quité la remera y fue entonces que lo noté.

En ningún momento me había subido el bóxer. Muriendo de la vergüenza, me lo subí y me quité las medias, tirando la ropa en una esquina aparte y separando los dedos de los pies para volver a sentirlos y dejarlos respirar.

Luhan se removió para darme la espalda y abrazarse solo, terminé sacando la cabeza fuera de la carpa para asombrarme por lo que veían mis ojos: el parque entero era un asco. La plebe entera había dejado charcos, lagos de cerveza y demás bebidas manchar el pasto y los juegos, en los bancos de cemento había vómito o gente durmiendo, más de una prenda rota descansaba frente al escenario aún armado y la sala de control que estaba a pocos metros al parecer se había vuelto una especie de refugio pues alcancé a contar cinco cuerpos (desnudos, por supuesto) despertándose y masajeándose la cabeza con dolor. Sonrojado, miré alrededor buscando a Yixing y a Jongdae; la carpa estaba justo atrás de la nuestra y de alguna manera había tomado forma, en el preciso momento en que tragué saliva considerando pedirles disculpas, Chen asomó con una amplia sonrisa y respirando hondo, mirando alrededor con las manos en la cintura y postura de orgullo.

-Buenos días—anunció, mirando hacia el cielo y con la mano haciéndole de visera—. Debe ser el mediodía, el Sol está bastante alto, ¿Dormiste bien, principito?—apretando los labios, asentí despacio y me llamó con la mano—. Vamos a dar un paseo, tu chico no se ha despertado aún.

-Estoy en ropa interior—declaré, mordiéndome el labio. Jongdae carcajeó para luego salir completamente de la carpa y mostrarme que él se encontraba igual que yo—, déjame agarrar unos pantalones primero. Vistiéndome con cuidado de no patear a Luhan, salí y noté cómo Chen se vestía a la vista de todos, completamente despreocupado—¿No te da vergüenza?

-¿Qué, que me vean? Para nada—sonrió—, aquí nadie nos conoce, y si llegan a saber quiénes somos, no pueden decir nada porque todos vinimos aquí a lo mismo.

-¿Vienes todos los años a acostarte con tu pareja en el medio de un concierto?

-Por supuesto, ya sabes, para “Mantener la llama viva”. La cama y el sillón ya aburren—echándose a caminar, lo seguí por la derecha y fuimos al mismo ritmo, comprendió por mi cara de asco que debía evitar los caminos que mostraran las consecuencias del recital y la bebida en exceso—. Vayamos al río, quizás te guste más el verde limpio y el agua potable.

-¿Hace cuánto que vienes con Yixing?

-Ah…es una historia demasiado larga—suspiró, metiendo las manos bajo su jean, sobre los huesos de la pelvis—, no creo que quieras escucharla.

-Tengo tiempo—aseguré—, todo el tiempo del mundo—tengo que conocer a los amigos de Luhan, tengo que relacionarme con todos.

-Bien, pues…pongámoslo así. Digamos que soy el hijo no reconocido de alguien importante. Digamos que mi madre no está bien psicológicamente hablando, digamos que chantajeé a mi padre para poder comer hasta el día de hoy—propuso con un tono de voz desinteresado pero cargado de aspereza, como si ya no le importara pero a la vez le quedase un resto de furia—. La primera vez que vine aquí yo ya llevaba un año de amistad con Yixing. Estábamos en el colegio y él no entendía absolutamente nada del idioma, lo emparejaron conmigo en inglés y a partir de ahí nos volvimos inseparables. Había oído del recital segundos antes de enterarme de la identidad de mi papá…aunque el fondo creo que siempre lo supe, mamá guardaba escondida una foto de él… - sacudió la cabeza, había estado a punto de decir su nombre—. Mi punto es: cuando lo supe, estaba furioso, muy pero muy enojado…mi mamá ya llevaba dos intentos de suicidio y querían llevársela a un maldito hospital para encerrarla allí por siempre…todo salía mal, así que me vine con un bolso y la carpa, pensando en irme de mi casa y nunca volver—sonrió triste, recordando—. Pero cometí el error de mandarle un mensaje a Xing contándole toda la verdad y mis planes…se apareció a la media hora con una mochila llena de comida y el rostro bañado en lágrimas—suspiré asombrado, me miró de soslayo y asintió, conmovido—. Me abofeteó y me trató de idiota, fue en ese preciso momento en que noté que repentinamente lo amaba. Que era mi vida y que no lo debía soltar…Yixing es la vida y la felicidad que necesitaba, tiene esa capacidad para cargar con mis problemas y ayudarme en la salud y en la enfermedad, como un matrimonio con años y años encima.

-No entiendo—tartamudeé—, ¿Piensas comprometerte con él?—sus ojos pícaros brillaron al encontrarse con los míos.

-Le puse el anillo anoche.

 

 

-¿Qué piensas hacer con Luhan?

-¿Eh?—el viento nos alborotó el pelo, giré la cabeza para verlo absorto en el débil movimiento del río, yo me abrazaba las rodillas y él tenías las piernas cruzadas y las manos hundidas en el pasto, de cuando en cuando echaba la cabeza hacia atrás y miraba el cielo.

-El chico está loco por ti y creo que lo sabes—prosiguió—, puede sonar medio maniático a veces pero esa es su forma de ser. Necesita mimos, más que nada. Su condición familiar es diferente a la mía pero nuestra soledad es igual de absoluta…el chico no tiene a nadie aquí, ¿Sabes?

-M…mencionó algo así…

-Y ahora resulta que Minseok anda en otras cosas, no quiere saber más nada de él—se miró las uñas y se las comió con desgano, todavía sin mirarme—. Yo sólo pienso decirte una cosa: los amigos de mis amigos son mis amigos también…Kyungsoo es un buen chico, por ende Luhan también lo es…sé que eres amigo de Baekhyun desde hace tiempo, pero no te he visto ni una sola vez en el local o en el pub de siempre, por eso…lo siento, pero te arrancaré la cabeza si llegas a lastimar a Lu. Así de sencillo.

-Entiendo, tampoco me esforcé por hablarles en año nuevo.

-Ese día te veías solo. Tan solo, como abandonado. Pude casi palpar tu tristeza, principito, y mira que yo estuve solo mucho tiempo.

-Es…es cierto—asentí, intentando no deprimirme—, Jongin y yo ya no teníamos nada, él estaba con Soo y…

-No me gusta que Soo te haya robado al negro—interrumpió, sorprendiéndome—. Eso no se hace, simplemente no está bien—y negó sin dejar de masticarse la uña, perdí el aliento—. No obstante, se ve que Kkama no te quiso ni te quiere como algo más que un amigo, así que no sé si festejar por el hecho de que dejó de ilusionarte o enojarme porque Kyungsoo se interpuso en tu verdadera felicidad.

-Nunca nadie estuvo de mi lado—titubeé.

-En ningún momento dije que lo estoy ni que te defiendo—corrigió, mirándome por el rabillo del ojo—, sólo siento lástima por ti. A veces siento que Han se está aprovechando de tus sentimientos pero, bueno, esa no es mi vida y no pienso meterme en tus asuntos—parándose, indició con la cabeza que volviéramos—. De todas maneras, mientras no lo engañes ni trates de menos, creo que estará todo bien. El resto es tarea de Hannie.

-¿Qué es tarea de Hann…de él?—sacudí la cabeza, no estaba en posición de llamarlo “Hannie”, mucho menos si sonaba como la palabra “miel”.

-A ver…supongo que enamorarse, quererte, atesorarte…todo lo que hice y planeo hacer yo con Yixing—me detuve lenta y gradualmente, tardó en notarlo y se giró, dudoso—¿Qué?

-No quiero tener que emborracharlo para que se afloje—sonreí, levantando una sola comisura y ganando una mirada de odio tras una mueca divertida.

-¿Sabes qué, principito? Me estás empezando a caer bastante bien.

Caminamos el resto del trayecto en silencio, divisé a Luhan saliendo bruscamente de la carpa y mirando a los costados; cuando nos encontró a los lejos, gritó mi nombre destrozándose la garganta y esperando a que terminase de acercarme para fulminarme con la mirada.

-¿…Buen día?—titubeé, ignorando los besos matutinos de la pareja que teníamos detrás—¿Pasó algo?

-¿Si pasó algo? ¡Yo debería ser el que pregunte qué pasó!—bramó, mostrándome su teléfono—¿¡Qué mierda es esto!? ¿¡Desde cuándo somos novios!?—palidecí al instante, inmovilizándome—No eres quién para andar diciendo ese tipo de cosas por la calle, ¡Y mucho menos a Minseok!

-Yo…yo… - tragué saliva y levanté las manos, declarándome inocente—. El chico…

-¿Por qué lo hiciste? ¿Cómo se te ocurre ir y amenazar a alguien, de dónde sacas el coraje para inventarte una relación con alguien, Sehun?

-¡Tenía que lograr que te alejaras de él, pero tú no ibas a escucharme! ¡No quiero que te obsesiones con él!

-¿Obsesionarme?—tosió, indiferente y cruzándose de brazos, furioso—. Me parece que tú eres el loco aquí, quizás no soportas que lo siga queriendo a él.

-¡No, no lo soporto!—bramé, tomándole de los hombros y mirándole a los ojos—. Por eso anoche no pasó lo que tuvo que haber pasado, no pienso besarte sobre sus marcas ni borrarlas para dejar las mías. ¡Mis marcas tienen que estar ahí, mis marcas y las de nadie más!

El silencio nos aturdió, pude sentir la respiración de Jongdae y Yixing detrás de mí, observando probablemente sin moverse. Cerrando los ojos y arrugando el mentón para no perder la cabeza, me pasé una mano por el pelo y solté a Luhan.

-Anoche llorabas y me pedías que te ayudara olvidarlo, ¿Ahora y de repente te empieza a importar, piensas pretender que no me usas para olvidarlo? Eres imposible Luhan. Dices que no quieres hablar de él, pero entre él y yo, yo paso a segundo plano, él...

-Sé lo que estás tratando de hacer—amenazó, entornando los ojos—. Y lo lamento, pero en caso de que empieces a quererme…no aceptaré nada de eso, el que está errándole eres tú al generar estas emociones…por despecho—dándose vuelta, entró en la carpa unos minutos y sacó sus zapatillas, calzándose y comenzando a desarmar la carpa—. No pienso corresponderte ni fingir que lo hago, no después de lo que hiciste.

-¡Bien!—apreté los puños a mis costados y di un paso hacia él, acusándole—Adelante, abandóname ahora que ya no te soy útil.

Doblando la tela y suspirando a medida  que se sentaba en el suelo, buscó su bolsa y la abrió, me miró de soslayo, indiferente.

-Creo que será mejor que te marches, Sehun. No voy a poder acompañarte.

 

 

 

Notas finales:

Ya sé que se suponía que tenía que haber lemon Dx pero volví a la ciudad de repente y tenía que terminar el capítulo, sumado a que tengo Internet muy seguido...

 

perdón 3':


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