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Rainy Love, Wild Paradise ~ Spring (Wild Lovers) por JHS_LCFR

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Notas del capitulo:

Sin corregir...so sorry :'(

Spring 8

 

-¿O sea que te gusto?—suspiró Luhan, levantando una de sus comisuras—. Curioso, porque estoy al tanto del mordisco que le diste a alguien que yo conozco—y con un leve movimiento de la cabeza, señaló a Kai, que no se movía de su lugar ni sacaba el brazo de los hombros de su sonrojado y nervioso Kyungsoo. Ese insoportablemente nervioso Kyungsoo—. Eres un chico raro, Sehun…dices que me quieres y andas besando a otro, ¿Acaso tienes problemas para serle fiel a tus propios sentimientos?

No me deja quererlo, pensé. No hay forma de acercarse a este chico.

-Debería darte vergüenza, Sehun—espetó, de vuelta cruzado de brazos y mirándome con desprecio—. En serio, no tienes cara para decirme que te gusto y, a la vez, andar mendigando besos con alguien a quien no superaste.

Un momento… ¿Está hablando en serio?

-No, no puedes estar hablando en serio—respondí tanto para mí como para él, anonadado y sonriendo de la sorpresa—. No puedes estar hablando en serio, no hay forma de que me retes por algo que tú mismo haces, Luhan, no hay manera.

Pero, en efecto, aquella verdad parecía no afectarle en absoluto. Siguió parado con esa supuesta naturalidad y superioridad, inclusive los chicos del fondo dejaron de bailar para ponerse detrás de él, mirando la discusión como un público no deseado, indecente.

-Te voy a decir lo que se me dé la gana, ¿Cómo puede ser que tú vayas diciendo por ahí que eres mi pareja y que me quieres? Es más, ¿Por qué tú puedes decir esas tonterías y no pasa nada, pero cuando las digo yo, todo está mal? Recapacita, Sehun, date cuenta de que eres un niño rico malcriado.

Automáticamente, Kai se levantó para enfrentarlo.

-¿Tienes algún problema con la alta sociedad?—gruñó mientras Kyungsoo lo abrazaba de la cintura y tiraba de él hacia atrás—. Aparte, según Tao, tú también eres una especie de aristócrata pero encubierto, deberías cuidar más tus palabras.

-Me lo dice el desterrado de su hogar cuya madre no es suficiente para el cabeza de la familia—rió Luhan, que dio un paso hacia atrás en el momento en que Jongin amenazó con golpearle—. Para ser un “ex-niño-bien”, te has denigrado bastante y en muy poco tiempo. Felicidades—tosió, indiferente—, encajas en la clase media perfectamente.

Kyungsoo entonces bordeó a Jongin, frunciendo el ceño y dando un paso adelante.

-Luhan, deja de lastimar a la gente, es el mecanismo de defensa más horrible que hay, ¡Así que basta!—el silencio fue absoluto, nadie se movió ni parpadeó, Kyungsoo entonces se giró para mirarme y se acercó hasta acariciarme un hombro. Pude notar que realmente estaba triste, casi arrepentido de haberme presentado a aquel chico como “mi próxima pareja”, la persona que se encargaría de hacerme olvidar a Jongin y a todos los problemas que de nuestra unión podrían generarse—Sehun, sé que no te caigo bien y tienes todo el derecho del mundo a odiarme. No debe ser lindo que se interpongan en tu camino con la persona que te gusta…pero, por favor, perdóname. Perdóname por no haberte ayudado como se debe y te pido disculpas en nombre de Luhan, que es demasiado caprichoso y egocéntrico como para darse cuenta de que te está perdiendo. Perdón—insistió, apretando suavemente mi hombro y mirándome con fervor a los ojos—, perdón, perdón y más perdón, pero te voy a pedir que sigas intentándolo con él, no renuncies a Luhan tan pronto, una vez que lo conozcas y que se quieran, verás que es una gran persona.

Tragué saliva, incómodo por el peso que cargaba entonces sobre mis hombros y sobre la decisión que debía tomar: literalmente era en aquel momento, en aquel local donde tendría que decidir de una vez por todas avanzar o seguir atado a otro saco de problemas, tenía que elegir entre mi propia felicidad o en tratar de sentirla a costa de la alegría de otra persona. Apretando los puños, miré mis zapatos y luego alrededor.

Luhan estaba furioso.

Luhan estaba llorando.

¿Por qué lloras?, quise preguntarle, pero estaba estupefacto, no entendía el por qué de sus lágrimas. ¿Por qué lloras? ¿Acaso todo lo que dijo Kyungsoo es verdad? ¿Me estás haciendo pasar un momento difícil sólo para poder sentirte fuerte y sentimentalmente independiente? ¿Por qué rayos me tratas así si luego me dan a entender que me quieres?

Suspirando, apagué la fuerza en mi cuerpo y dejé caer los brazos, girándome para marcharme porque ya no podía hacer nada: ¿Qué iba a hacer? ¿Seguir defendiéndome como si fuese el culpable de todo? ¿Intentar arreglar las cosas sabiendo que Luhan era imposible? ¿Para qué remar contra la corriente? Mejor sería dejarme arrastrar por el agua y caer al vacío para que me tragase de una buena vez.

-Sehun— la voz de Kyungsoo brotó con fragilidad, deteniéndome—. Luhan siente muchísimas cosas por ti, tan grandes y tan fuertes que se asusta, comprende. Luhan sólo quiere estar contigo siempre y cuando pienses sólo en él… -tomando aire, murmuró con vergüenza—. Luhan sabe.

Luhan sabe, esas eran las palabras que no quería escuchar, que hubiera preferido no oír en absoluto y en toda mi vida. Mirándolo de frente y sintiendo la humillación degradarme, comprendí el motivo de su llanto: no sólo sabía que me gustaba Jongin, si no que estaba al tanto de todo. Absolutamente todo.

-Otra cosa que debes saber—siguió Kyungsoo, aparentemente no andaba con ganas de callarse—, es que Han es como un cachorro: le gusta que lo mimen y que le digan cien veces que lo quieren, por eso se hace el difícil, para que no pares de decirle cuánto te gusta. No le gusta tener competencia cuando se trata de la persona que le gusta.

A medida que hablaba, Luhan se iba pasando el dorso de las manos por la cara para barrer con las lágrimas; detrás de él, Jongdae abrazó a Yixing con fuerza y en sentido protector. Incluso Baekhyun buscó refugio en el pecho de su chico: todos entendían a la perfección aquello por lo que Luhan estaba pasando, todos lo habían vivido. Incluido Tao, porque al mirarlo algo en mi pecho picó, haciéndome pensar que Tao podría estar en el lugar de Luhan en aquel preciso momento: que Tao no hablara de su vida privada no significaba que no estuviera pasando por malos momentos.

-¿Podrías perdonarlo—murmuró Kyungsoo, bajando la mano hasta mi pecho—, aunque sea yo el que te lo esté pidiendo? Por favor, intenta comprender la necesidad de Luhan…él quiere ser el único, necesita que lo necesiten.

Pasando mis ojos por la ronda por milésima vez, volví a mirarlo a él: a sus ojos vidriosos, sus párpados rojos e hinchados, a la mueca de desagrado en su boca y a su postura desafiante pero que ocultaba un dolor inmensurable.

-¿Es eso cierto?—pregunté, notando cómo daba un respingo y se mordía el labio para llorar en silencio.

La distancia se disolvió en segundos. Con fuerza y añoro, lo abracé como no había abrazado a nadie en años: sentí el perfume de su piel y su pelo intoxicarme los sentidos, abrigarme hasta los labios.

Somos idénticos.

Somos, desafortunadamente, idénticos.

 

 

-¿Para qué me trajiste aquí?—preguntó mientras le hacía subir las escaleras—. Sehun, no alcancé a despedirme de los chicos, necesito…

-No es necesario—le interrumpí, subiendo los escalones y con mi mano alrededor de su muñeca, tirando levemente, atenta a abrirse y a dejarlo ir si así lo quería—, ya hablé con ellos. Los veremos mañana o cuando sea posible, tienen nuestros números—ya en el pasillo del primer piso, crucé las puertas hasta dar con la de mi cuarto; abriéndola despacio, le indiqué a Luhan que cerrara después de pasar y finalmente lo solté, sentándome al borde de la cama y mirándolo con vergüenza—. Creo que no es necesario decirte qué tan mal me siento: tanto por tu culpa, como por la mía.

-Soy yo el que se debe disculpar—musitó, jugando con sus dedos y acercándose con cuidado, sentándose en mi regazo y bordeándome el cuello con sus brazos—. Kyungsoo tiene razón, soy tan caprichoso que molesto…soy imposible, insufrible. Tiendo a tratar mal a la gente y a hacerlos sentir mal para que se disculpen, de esa manera me gano su atención.

-Si sabes que no debes hacerlo, ¿Por qué…?

-Porque jamás obtuve la atención o el reconocimiento de mis padres. Su matrimonio fue arreglado, ni siquiera se quieren entre sí, ¿Cómo van a querer al fruto de una relación que los deprime?—sonrió, acomodándome el pelo detrás de la oreja y besándome la nariz—. Pero no vine a Corea a dar lástima, lo importante es que me siento mal y quiero recompensarte, quiero disculparme de la manera que tú prefieras.

-Escúchate—reí, posando las manos en su cadera y cerrando los ojos, dejando que me besase las mejillas y la frente—, suenas…tan…

-Silencio, Sehun—murmuró contra el lóbulo de mi oído para luego pellizcarlo con sus labios—, en realidad sé exactamente qué hacer—bajando las manos hasta mis antebrazos, recorrió la piel, arrugándome las mangas de la remera y llegando hasta los bíceps con sus dedos casi rasguñándome por debajo—. Sólo necesito tu aprobación.

Murmuré y asentí como pude, oyendo a los grillos en el jardín y notando cómo la Luna proyectaba su luz blanquecina sobre su rostro y su piel, sobre su cuello y parte del pecho que la ropa me dejaba ver, sobre sus manos y sus muñecas que se iban moviendo lenta y cuidadosamente para desvestirme: mi remera fue lo primero en abandonarme, el frío golpeó en mi columna vertebral y automáticamente pasó a helarme los abdominales; Luhan se encargó rápidamente y pasó sus palmas despacio por todo mi torso, suspirando y sonriéndome al notar el sonrojo acumulado en mi cara.

-Tranquilo, si es tu primera vez, comprenderé que no quieras…

-No es mi primera vez—solté, rojísimo—. Nunca te lo dije, en la carpa, la noche del concierto, no me animé a contarte…aparte, si es verdad eso de que lo sabes todo, todo lo relacionado a míy a Jongin, deberías saber que…

-Tonto—rió, tirando suavemente de mi pelo y bajando la mano libre hasta mi pantalón, rozando el primer botón—.Hablo de ti primera vez como activo—Inevitablemente resoplé, anonadado. Las cosas se iban dando lento y con demasiado cuidado: Luhan estaba dispuesto a cumplir todos y cada uno de mis deseos—. Puede que no te guste, incluso entenderé si te da miedo…no importa qué, sólo dímelo y entenderé, haré lo que pueda para hacer de esta experiencia la mejor que hayas tenido.

-…Luhan… - era cierto que quería dominar, era cierto que quería ser yo el que entrase en su cuerpo; no obstante, tenía miedo. Tenía miedo de lastimarlo como lo hice aquella única vez con Jongin, tenía miedo de hacerlo apretar los dientes: ya habíamos sufrido lo suficiente—. Luhan, si quieres entrar, yo no tengo problema.

-Yo quiero lo que tú quieras—y con un audaz movimiento, separó apenas su cuerpo del mío y se quitó la camiseta, vistiendo su piel limpia y blanca como la luz de la Luna, sin marcas ni malos recuerdos grabados en su piel—. Tú decides, Sehun. Yo sólo quiero hacerte feliz—Inspirando hondo, noté que buscó mi mano para besarla sin dejar de mirarme fijamente—. Ahora dime, ¿Qué quieres hacer?

 

 

Tragué saliva con fuerza y busqué el permiso una vez más en su mirada. Asintió tranquilamente y me tomó de los bíceps, doblando sus piernas a mis costados y abriéndose para mí.

-Perdóname—murmuré antes de acomodarme y avanzar, moviendo mi pelvis con pánico entre sus piernas, sintiendo la rugosidad de su interior ahogar mi masculinidad con fuerza—, si te llega a doler, si llega a pasarte algo, yo…

-Sehun, no pasa nada—sonrió, cerrando los ojos y arqueando la espalda—. Todo está bien.

Todo está bien.

Seguí hundiéndome, temblando y arrugando mis manos a las sábanas, la vista de Luhan casi adormecido bajo mi cuerpo me desequilibraba, pero tenía que ser cuidadoso, tenía que cuidarlo y protegerlo de cualquier tipo de dolor. Tenía que quererlo como se debe, tenía que quererlo bien.

-¿Te duele?

-Te dije que estoy bien—soltó casi molesto para luego separar sus labios y no emitir ningún sonido—…Listo, muévete si quieres.

-¿Ya, tan rápido?

-Sehun, no es mi primera vez como pasivo—rió entre dientes, mordiéndose el labio en cuanto comencé a salir para terminar con un leve vaivén. A cada milímetro que penetraba, Luhan apenas se movía, quizás ladeaba la cabeza o respiraba profundamente, apretando el agarre a mis brazos y moviendo su cadera para ayudarme—Puedes ir más rápido, todo está bien.

Nervioso, aumenté un poco la velocidad y me incliné para besarle el cuello: la idea de que tenía que ser yo el que comenzase todo me intimidaba, pero rápidamente me ajusté a ese rol más física que mentalmente: mi lengua empezó a dejar rastros por todos los rincones que se bañaban de su dulce piel, el aroma que desprendía Luhan era ciertamente intoxicante y no alcanzaba ya sólo con oler.

Necesitaba amarlo, aprehenderlo, incorporarlo y memorizarlo en todos los sentidos: tenía que poseerlo sentimental, física y completamente. No se me iba escapar nada de él.

-Sehun, más fuerte—pidió comenzando a jadear: impulsaba su pelvis con fuerza y su mano ya prácticamente bajaba por su pecho para satisfacerse, no obstante ese trabajo era mío, por lo que atrapé sus dedos y los llevé junto con mi mano a mi nuca, indicándole que se aferrase de allí.

-Sujétate.

Y abrazándome de vuelta por sobre los hombros, juntó nuestros pechos sintiendo su hombría asfixiada entre nuestros estómagos. Logrando sentarlo de nuevo sobre mi regazo y tomándole con fuerza los glúteos, pujé con fuerza y apreté los labios, hundiendo el rostro contra su cuello. Sentí la tensión en mis muslos pero seguí embistiendo, escuchando la voz de Luhan golpear contra mis oídos cada vez más rápido. Con el calor concentrado en mí bajo vientre y mi pecho, gemí al momento en que logré encontrar el ángulo y el punto perfectos: Luhan en ese segundo no pudo controlar sus temblores y gritó.

Gritó mi nombre, lo gritó como si se le hubiera ido la vida en ello: ese “Sehun” teñido de su voz, adornado con ese sentimiento agridulce y lastimoso…

…Convulsioné sin oportunidad de detenerme. Aquel llamado fue un callejón sin salida en el cual dejé mis fuerzas morir.

En el instante en que mi sexo se vio bordeado por el frío y el aire, aprecié el latir que se iba apagando en mis venas e iban durmiéndome físicamente. Agotado y con la vista borrosa, busqué acariciar una vez más las caras internas de los muslos de Luhan para luego masturbarle con fuerza. Con mis dedos apreciando todas sus curvas, con las yemas presionando sobre la carne y bombeando sin parar.

-Sehun, Sehun basta—gimió mirando a un costado y con la cara roja, respirando agitado y bufando constantemente—. Sehun, si sigues no voy a poder continuar.

-No importa—bufé, frotando hasta percibir un súbito calambre en mi muñeca—. No importa, no importa, no importa.

De pronto, mis manos quedaron sucias. Acercándolas a mi boca, esperé la mirada inquisitiva de Luhan y me limpié con lentitud y una sonrisa en la boca, probando lo más íntimo de él y disfrutándolo como si fuera un regalo que ahora sólo me daría a mí.

 

 

Notas finales:

14-15 reviews por capítulo!? Defnitivamente, ustedes son los mejores lectores, gracias por alentar a Spring!!! ♥


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