El día transcurrió de lo más normal, hasta que, finalmente a las 15.30 de la tarde tocó el timbre para que los alumnos retornaran a sus casas.
Yongguk – Junnie, adelántate, me quedaré hablando con el profesor acerca de fútbol – Zelo asintió y lo dejó solo con el profesor
Zelo caminaba por los pasillos dispuesto a esperar al mayor en la puerta, hasta que, no muy lejos del salón un grupo de chicos altos y musculosos (aún más altos que él) se le plantaron enfrente, se veía claramente en sus miradas que posiblemente lo violarían o matarían, sus miradas eran pervertidas.
Chico 1 – Mira, ¿acaso no es adorable?
Chico 2 – Es hermoso, que lástima que sea gay.
Chico 1 – Ya saben qué hacer – El chico 2 y un tercero lo tomaron de las muñecas, Zelo tuvo tiempo de gritar, recibiendo un golpe muy fuerte en el estómago a causa de ello
La magnitud de ese golpe lo hizo vomitar y desmayarse en el acto. Yongguk salió del salón y vio junto al profesor cómo pateaban a SU Junhong, cuando lograron separarlos, Zelo ya estaba completamente desmayado.
Despertó en una habitación que claramente no era la suya, con un dolor de cabeza muy grande, inspeccionó la habitación y se dio cuenta de que estaba en la habitación de Yongguk, miró hacia donde estaba el escritorio de su computadora: allí estaba, aparentemente chateando con alguien.
Zelo se movió un poco, llamando la atención de Yongguk, quien dejó lo que estaba haciendo para ir y abrazarlo de frente.
Yongguk - ¿Estás bien?
Zelo – Sí, sólo me duele la cabeza.
Yongguk le puso un medicamento para el dolor de cabeza en la boca y le dio agua para ingerirlo, tras tomárselo, Zelo lo besó en los labios.
Yongguk – Estamos solos – Dijo en tono seductor mientras se posicionaba encima de él
Zelo lo apartó, Yongguk se asustó pensando que Zelo lo estaba rechazando, sin embargo, Zelo tan sólo pensó un poco su acción para luego lanzarse a Yongguk, quedando encima de él a horcajadas sobre su miembro y plantándole un muy apasionado beso en los labios.
Mientras se besaban, Zelo empezó a desabrochar el blazer de Yongguk del uniforme, mientras que Yongguk bajó sus manos a la cintura de Zelo, acariciando con la yema de sus dedos, pasando por la espalda baja, y por último, su trasero, el cual empezó a apretar mientras que Zelo respondía moviendo sus caderas generando un roce entre sus pantalones deportivos.
Zelo terminó de desabrochar el blazer de Yongguk, quien levantó su torso para sacárselo, a la vez que volvía a darle un beso muy apasionado, haciendo lo mismo con la camisa ya que había despojado al menor de su blazer debido al vómito.
Cuando terminó de sacarle la camisa, se deleitó con la imagen del menor con sólo la corbata en el torso, Zelo se la sacó sensualmente y repitió lo que había hecho el mayor con su ropa, quedando ambos con el torso desnudo.
Yongguk se fue al cuello de Zelo, empezó a lamerlo y a besarlo mientras bajaba sus manos para acariciar su erección por encima de los pantalones deportivos, Zelo emitía sonoros gemidos….
A Zelo se le acabó la paciencia.
Despojó al mayor de sus pantalones y sus boxers, dejándolo completamente desnudo, se deleitó con la vista del potente miembro del mayor.
De un momento hacia el otro, se sorprendió pensando que aquello estaría dentro de él, ¡demasiado grande!
Yongguk palpó la repentina timidez del menor, lo posicionó debajo de él para despojarlo de sus prendas de abajo, dejando a la vista su miembro, y a un sumiso Zelo bajo su merced.
Yongguk – No te asustes, no te haré daño – Dijo para luego empezar a masturbar al menor a la vez que metía un dedo, ocasionando que un gemido de dolor se dejara oír entre muchos de placer
Yongguk masturbaba al menor con rapidez, observando cómo los quejidos de dolor se convertían en gemidos placenteros, introdujo otro dedo, percibiendo de nuevo la incomodidad del menor, empezó a mover los dedos para que el menor se acostumbrara, finalmente, Zelo empezó a pedir más.
Zelo – Ahhhhh, ahhhhh, Gukkie… Dame más.
Yongguk - ¿Te gusta? – Aquello lo hacía por morbo, pues quería oír y ver al menor retorciéndose de placer
Zelo – Me encanta, aaah
Yongguk lo creyó lo suficientemente preparado para la penetración, así que sacó los dedos, tomó las piernas del menor posicionándolas en sus hombros para tener mejor acceso a su entrada y empezó a penetrar despacio, mirando cómo el menor se retorcía, pero esta vez de dolor.
Se sintió tan mal que llevó su mano al miembro de Zelo para masturbarlo y que se olvidara del dolor, en cierto punto lo logró pues cuando terminó de meterla, a Zelo le resultó más fácil destensarse.
Zelo – Muévete Gukkie.
Yongguk empezó a moverse lentamente, oyendo las reacciones del menor para asegurarse de que no le generaría dolor, ya que quería que sintiera mucho placer en su primera vez. Fue aumentando el ritmo progresivamente, observando cómo los gemidos de Zelo también lo hacían.
Zelo – Ahhhhhh Gukkie, e-eres t-tan bu-bueno
Yongguk se mordió los labios al escuchar eso y aumentó más el ritmo, enloqueciendo a Zelo, quien ya estaba en un grito, volvió el ritmo más lento para asegurarse de que el tan memorable momento durara lo más posible.
Cambió de postura, posicionando a Zelo sobre él para que se autopenetrara con su miembro, Zelo empezó a hacerlo con rapidez y sensualidad, pues siempre había tenido un talento innato para el baile, lo cual le daba una gran sensualidad de la cual Yongguk hacía un gran uso en ese momento.
Zelo se mordió los labios debido al placentero calor que sentía y del amor que se demostraban con la mirada. Empezó a sentir un cosquilleo en su vientre, estaba a punto de venirse.
Zelo – Gu-Gukkie aaaaah, yo-yo, ¡ME VENGO! Aaah
Yongguk tomó las caderas de Zelo para ayudarlo a seguir el ritmo. Zelo gritó de placer, anunciando su orgasmo y el de Yongguk en conjunto, Yongguk no se había perdido ni un solo detalle acerca de los gestos del menor llegando al orgasmo. Se sentía en el cielo.
Zelo sacó el miembro de Yongguk de dentro de sí y se tiró en la cama, tratando de normalizar su respiración.
Zelo – Estuviste increíble – Dijo para luego darle un inocente beso en los labios
Yongguk – Tú también amor, jamás pensé que fueses así de sensual… Ten por seguro que vamos a repetirlo.
Zelo se sonrojó hasta las orejas, haciendo reír a Yongguk.