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Dar y Recibir por dannydekaul

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Notas del fanfic:

Bueno, despues de una pequeño descanso de escribir, vuelvo con esta fic que de verdad me siento orgullosa de haberla escrito. Me fascinan este tipo de temas y ojala a ustedes tambien les guste, espero ansiosa sus comentarios y que le den buen recibimiento :)

Notas del capitulo:

Creo que no dire mucho, prefiero que lean jeje y no se olviden de comentarme. Gracias de antemano por leer y disfruten.

 

Tengo todo listo, me eh levantado temprano así que mi padre no se dará cuenta hasta que sea tarde, voy a la cochera y tomo mi auto, sin hacer mucho ruido salgo de casa, por suerte la puerta es automática y a esa hora no hay quien la vigile. Manejo rumbo al centro de la ciudad, me adentro entre las calles hasta llegar a mi destino.

 

En cuanto llego ahí bajo de mi auto y sonrió, me siento tan orgulloso de mí así que dando un largo suspiro me adentro en ese lugar llegando a la recepción.

 

-          Buenos días- saludo amable a la encargada,

-          Buenos días joven ¿En qué puedo ayudarlo? – dice ella sonriente, una chica algo alta de pelo castaño y algo corto.

-          Eh venido porque, yo… quiero ser voluntario- digo algo nervioso y ella me mira impresionada- se que necesitan ayuda aquí, así que estoy a su disposición- concluyo calmándome.

-          Oh, claro. Es un gusto saber que más gente quiero unirse a la causa. Vera, aquí necesitamos la mayor cantidad de apoyo que se pueda- respondió ella halagada.

-          Entonces, dígame que tengo que hacer- indico feliz.

-          Vale, para empezar no me hables de usted, soy Sarah- dijo la chica simpática.

-          Un gusto, me llamo Tom- me presente cordial.

-          Mira Tom, primero debes pasar a esta pequeña oficina de aquí, ahí encontraras a la dueña del albergue.

-          Está bien, muchas gracias Sarah- anuncio dirigiéndome al lugar que me señalo y toco la puerta, un “pase” me permite introducirme en ese espacio.

 

Frente a mi veo un pequeño escritorio, muchos papeles y carpetas sobre el, y tras ellos veo a una mujer algo mayor que sonríe al verme, me acerco a ella e igual sonrió.

 

-          Buen día, Soy Anette ¿qué se te ofrece muchacho?- dice ella con amabilidad.

-          Buenos días. Mi nombre es Thomas y vengo a ofrecerme como voluntario para ayudar en su albergue- digo serio algo cohibido por la intensa mirada de la mujer sobre mí.

-          Que agradable noticia joven Tom, por supuesto que tú ayuda es bienvenida. ¿y cómo deseas apoyar? ¿algún donativo o quisieras ser parte del personal de aquí?- me propone sonriente Anette.

-          Pues si es posible, me gustaría trabajar aquí, aunque a la vez puedo donar lo que ustedes necesiten- respondo nervioso.

-          Bueno aquí hay mucho que hacer, ¿qué edad tienes?- pregunta ella curiosa.

-          Tengo 20 años- digo más seguro.

-          Muy bien. ¿Y porque quieres estar aquí?

-          Creo que hay mucha gente en el mundo que necesita apoyo, mi familia es adinerada y no me parece justo que no haya igualdad de trato para todos, siempre me quisieron hacer ver que el dinero es más importante que nada, pero para mí lo más importante es ayudar al que lo necesita, por eso quiero aportar con algo a esta causa.

-          Tienes un buen argumento, pero tus padres no están de acuerdo en que hayas venido aquí por lo que me dices.

-          Así es, pero no importa, yo quiero ayudar. Aparte ya soy mayor y puedo tomar mis decisiones, y para mí el ayudar a los demás es algo más importante.

-          Siendo así, entonces comenzare a hablarte sobre este lugar. “Una nueva oportunidad” es un albergue que pretende apoyar a todo aquel que se encuentra en una situación de pobreza, abandono y/o que se encuentra en una condición que le impide integrarse a la sociedad, ya sea por falta de educación, una enfermedad terminal o alguna discapacidad. Tenemos y recibimos a toda clase de personas, les damos un hogar, los alimentamos y les brindamos formación escolar y les ayudamos enseñándoles algún oficio que los ayude a sostenerse por si mismos, así como también les ofrecemos actividades recreativas para divertirse. Viendo que eres joven, y para empezar, ¿te gustaría enseñarles algún taller o actividad a los jóvenes que tenemos aquí?

-          Pues sería una buena idea, para empezar esta bien en lo que voy familiarizándome con este  ambiente. Yo estudio la carrera de economía, pero me gusta mucho el arte. Tal vez podría impartirles algún taller o actividad de ese tipo.

-          Excelente. Bueno entonces bienvenido, aquí te espero mañana Tom, para que comiences con tu taller de arte, creo que eso es una actividad muy positiva para los residentes. Si quieres dar una vuelta por el albergue para que lo conozcas, adelante.

-          Muchas gracias. ¿Mañana como a esta hora está bien que venga?

-          Si, está perfecto. Hasta luego muchacho.

-          Nos vemos, y de nuevo se lo agradezco.

 

Sonriente salí de la pequeña oficina y con ayuda de Sarah di un recorrido por todo el lugar, me ubico donde quedaba cada cosa del recinto y vi a algunos chicos jugando por ahí, Sarah me comento que también recibían huérfanos de todas las edades, que eran la mayoría de los niños y jóvenes que vivían ahí.

 

En cuanto termino el recorrido ella se despidió y me dejo para que echar un vistazo yo solo, comencé a caminar, veía para todos lados impresionado, y en un descuido di una vuelta de repente y solo escuche un quejido, mire rápidamente hacia su origen y vi a un jovencito tirado en el piso al que a toda prisa le ayude a levantarse, tome su mano y el tomo la mía, pero cuando vi su rostro me quede perplejo observándolo. Tenía el cabello negro y corto como en puntas hacia arriba, unos ojos color almendra que me llamaron poderosamente la atención y su piel era blanca y muy suave al tacto, no me di cuenta cuanto tiempo me le quede mirando hasta que el carraspeo y solté su mano una vez que el estuvo nuevamente de pie.

 

-          Lo… lo siento- articule apenas agachando un poco la vista.

-          No te preocupes. ¿Eres nuevo aquí?- exclamo sereno viéndome.

-          Si, acabo de entrar como voluntario a trabajar aquí- mencione tímido.

-          Oh, qué bien- murmuro el joven- bueno me voy- dijo empezando a caminar.

-          Espera- lo detuve tocando su hombro- ¿Cuál es tu nombre?- cuestione intrigado.

-          Ya lo sabrás- respondió sonriendo levemente y se marcho dejándome inmóvil y confundido.

 

Ya de vuelta en mi casa, despreocupado estaciono mi coche y entro a la casa sin preocuparme en hacer ruido. Escucho a los empleados andar por la casa y entre ellos la voz de mi madre algo preocupada. Camino hasta llegar a donde ella se encontraba y al verme sonríe aliviada.

 

-          Thomas, ¿dónde te has metido? Tu padre fue temprano a tu habitación para invitarte al club y me dijo que no estabas, como tenía prisa se fue y me dijo que en cuento regresara quería hablar contigo- dijo mi madre seria.

-          Fui a atender un pendiente, pero ya estoy aquí. Cálmate- le respondo amable.

-          Espero que no hayas ido a donde creo. Tom, es enserio puedes emplear tu ingenio en algo mejor- musita mi madre preocupada.

-          En cuento llegue papa les diré algo muy importante, no daré mas detalles hasta entonces- sentencié yendo a mi habitación.

 

Me lleve algo de fruta para desayunar en mi dormitorio, me senté en la cama mientras comía y no pude evitar a pensar en el chico pelinegro del albergue, se me hizo muy curiosa su apariencia y al parecer era algo misterioso o le gustaba hacerse el interesante al no querer revelarme su nombre, trate de restarle importancia, seguro mañana lo sabría.

 

Estaba recostado en mi cama leyendo tranquilamente, mis sábados eran algo aburridos desde que había concluido con mis actividades del verano así que trataba de ocuparme en algo, la lectura era uno de mis pasatiempos favoritos, al igual que salir a pasear con mi perro o jugar soccer. Al poco rato me avisaron que ya se iba a servir la comida y que mi padre ya había llegado, bufe sonoramente dejando mi libro de lado y fui al comedor de inmediato.

 

-          Tom, hasta que te veo- menciono mi papá al verme.

-          Hola- dije secamente tomando asiento.

-          Hijo, ya estamos todos aquí. ¿Qué es lo que quieres decirnos?- proclamo mi madre ansiosa.

-          Bueno, no es nada del otro mundo, solo quería avisarles que ya tengo una actividad para ocuparme los fines de semana- indique serio y comencé a comer tranquilamente.

-          Me alegra que ocupes tu tiempo libre para que no te aburras mucho aquí encerrado, pero, ¿de qué clase de actividad se trata?- cuestiono mi progenitor interesado.

-          ¿Por eso saliste temprano?- dijo mamá sonriente.

-          Así es. De ahora en adelante seré voluntario en un albergue dando un taller de arte- exclame orgulloso mirándolos, la cara de mis padres se transformo, papá me miraba severamente y mi mamá se veía asustada, como si hubiera visto un fantasma.

-          Muchacho, ¿es que no piensas en nosotros?- dijo mi padre subiendo el tono de voz.

-          Claro que si, solo que esto es algo que bien saben que quiero hacer, aparte no le hago daño a nadie con eso, al contrario estoy contribuyendo- digo feliz.

-          Si tanto te querías ocupar en algo me hubieses dicho y ya te hubiera empezado a enrolar en cosas de las compañías con las que estoy asociado, algo que te sirva en tu carrera y en tu futuro- debatió mi padre sin dejar de verme.

-          Papá, no empecemos con esto otra vez. Bien sabes que estudio economía, pero no es por ese motivo, es porque quiero hacer mi propio camino- le recordé poniéndome serio.

-          ¡Qué barbaridad! Quién sabe qué clase de gente haya en esos lugares, sin educación ni modales- murmuro mi madre espantada.

-          Gente honrada y humilde que necesita ayuda, y si en mi esta poder brindársela, lo hare- exclame convencido.

-          ¡Qué horror! A buen tiempo se nos ha presentado salir de viaje- dijo mi mamá aliviada.

-          Si, veremos que tan bueno eres tomando decisiones. Te dejaremos que hagas lo que tiene planeado, tengo unas reuniones de negocios y debo salir de viaje con tu madre, en tres meses volveremos y veremos cómo te va con eso entonces. Si tienes razón, tendrás nuestro total consentimiento, pero si vemos que no te sirve de nada, lo dejaras sin protestar, ¿entendido?- me propuso mi padre reflexivo.

-          De acuerdo- dije sin pensarlo siquiera.

-          Espero que te encuentres bien cuando volvamos, no me quiero ni imaginar por lo que tengas que pasar en ese lugar- declaro mi madre preocupada.

-          Estaré bien, no se preocupen- dije seguro poniéndome de pie- ¿Cuándo se irán?

-          Hoy en la noche, no te avise antes porque no había tenido oportunidad- respondió papá más calmado.

-          Ok, ahora me retirare. Eh terminado mis alimentos- anuncie marchándome.

 

Las horas pasaron mientras yo me distraía viendo y leyendo algunas cosas en internet desde mi laptop para prepararme para mañana, suspire largamente al pensar de nuevo en el jovencito que había conocido, me llamo la atención y tenía la esperanza de verlo el día siguiente.

 

Después de la cena despedí a mis padres y ellos me reiteraron que debía cuidarme y que llamarían cada que pudieran o que yo lo hiciera si tenía alguna urgencia, yo atendí todas sus indicaciones y luego el chofer se los llevo en el auto familiar al aeropuerto. Sin más que hacer me fui a dormir tranquilo pensando en el grandioso día que tendría mañana.

 

Al siguiente día me desperté temprano, desayune y me arregle un poco, mire que cada una de las múltiples trenzas de color negro en mi cabello estuvieran bien peinadas, di un rápido repaso a las notas que había hecho ayer y salí de mi casa, conduje alegremente mi coche hasta que llegue al albergue, en cuanto entre Sarah me saludo amistosamente y me dijo que la señora Anette ya me estaba esperando. Entre a la oficina de inmediato y ella sonrió al verme.

 

-          Hola Tom- me saludo la señora- Vamos, que tus alumnos ya deben estar esperándote- dijo feliz poniéndose de pie y llevándome por los pasillos del lugar hasta que llegamos a la que al parecer era un aula, escuche murmullos tras la puerta y me puse nervioso- Tranquilo muchacho, estarás bien. Te agradaran estos chicos- dijo la señora Anette abriendo la puerta y entrando, tome aire profundamente y entre tras ella tratando de relajarme.

 

Las voces de todos callaron al vernos, mire a mi alrededor, están aproximadamente veinte personas, en su mayoría eran jóvenes adolecentes, nos veían interesados y la dama a mi lado empezó a hablar.

 

-          Buenos días a todos- saludo ella alegre.

-          Buenos días- respondieron los presentes emocionados.

-          Como se los comentaron ayer, el será su profesor que les estará impartiendo este taller de arte. Pónganle atención, cualquier duda con respecto al tema el estará para respondérselas, aprendan, pero sobretodo, diviértanse mucho- anuncio ella sonriente.

-          Hola, buenos días. Mi nombre es Thomas Kaulitz, pero pueden llamarme Tom, y pues bienvenidos a este nuevo taller que con gusto estaré ofreciéndoles, así como espero de todo su apoyo para que convivamos agradablemente- me presente sonriendo, iba a proseguir pero en eso escuche que alguien toco la puerta y Anette fue a abrir curiosa.

-          Buen día. Perdón por llegar tarde- escuche de pronto y voltee mi vista hacia el recién llegado, me quede anonadado por un instante, era el joven pelinegro con el que me había topado ayer y mis nervios aumentaron.

-          Adelante Bill, no te preocupes. Pasa, el es Tom, el profesor de arte- menciono la señora sin dejar de sonreír, el joven entro y ocupo su lugar en un asiento que estaba libre al frente, carraspeé y proseguí hablando.

-          Como decía, es muy importante que nos llevemos bien para que les sea más fácil esta actividad, a mi me encanta el arte y es por eso que quiero compartir esto con ustedes y que a la vez compartan conmigo estas nuevas experiencias que vamos a pasar juntos- dije algo nervioso, pues el chico que acababa de llegar no dejaba de mirarme.

-           Muy bien, bueno los dejare para que se sigan conociendo y que Tom pueda comenzar con su clase- indico la señora despidiéndose- Éxito muchacho, creo que te llevaras una gran sorpresa con uno de estos chicos- me dijo al oído ella antes de irse.

 

Notas finales:

Si, lo se tal vez no es muy interesante el prmier capitulo, pero como en toda fic debe haber un antecendente xD espero que les haya gustado y me comenten al respecto, ya saben que yo recibo gustosa todos sus comentarios y los respondo, ¿ok? Ahora eligan cada cuando actualizo: El siguiente lunes o hasta el otro jueves, decidan como se les hace mejor. Vale, salu2 y nos leemos muy pronto.


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