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Dar y Recibir por dannydekaul

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Notas del capitulo:

Me agrado el recibimiento ke le dieron a esta historia y les agradezco por su comentarios, no dejen de opinar xD ya saben ke yo respondo con gusto. Ok, sin mas ke decir ahora si a leer jeje disfruten: 

 

Me quede pensativo un momento y luego proseguí hablándole a mi audiencia, los hice presentarse uno por uno para irlos conociendo, siendo Bill el ultimo, que sonriente se levanto de su lugar cuando llego su turno.

 

-          Me llamo Bill, tengo 16 años y algo interesante sobre mi es que me gusta cantar y todo lo que está relacionado con el arte- dijo el chico pelinegro con tono orgulloso.

-          Ya va a empezar, no lo haga que cante profe porque luego ya no lo calla- exclamo uno de los chicos del salón llamado Darwin.

-          Ok, tranquilos chicos. Un gusto conocerte Bill- dije mirándolo atentamente y él me sonrió tímido-  Bueno, empecemos familiarizándonos con el tema. ¿Quién de ustedes tiene alguna idea o que es lo que piensan cuando escuchan la palabra arte?- pregunte generalizando y de inmediato varios jóvenes alzaron la mano para responder.

 

Me quede asombrado por las respuestas de los presentes, en verdad que estaban interesados en el tema y todos participaban emocionados, pero el más entusiasmado era Bill, que acaparaba la plática con sus comentarios tan sobresalientes. Ahora entendía el porque me habían dicho que me llevaría una sorpresa. Seguimos charlando un buen rato, me dieron mucha confianza y olvide los nervios en algún momento.

 

El tiempo transcurrió, y muy a mi pesar tuve que terminar la clase que duro poco más de dos horas, todos nos integramos muy bien en la charla y eso me hizo sentir satisfecho, incluso me dijeron que les había encantado la clase, sin duda ya quería que la semana pasara rápido para volver a ese lugar.

 

Salí del salón sonriente, los chicos y los adultos se despedían de mi cariñosamente y yo les di la mano amistoso, cuando caminaba a la salida alguien toco mi hombro y yo volteé enseguida a ver de quien se trataba.

 

-          Bill- dije sorprendido al verlo a mi lado.

-          Sabía que después de saberlo, no te olvidarías de mi nombre- dijo el chico pelinegro pícaro- ¿Tan rápido te vas?- cuestiono curioso.

-          No tengo nada más que hacer por aquí- respondí casual.

-          ¿Puedes quedarte un rato?- me pidió Bill serio.

-          Seguro- dije presuroso sin siquiera preguntarle porque.

 

Me llevo caminando por un pasillo y nos sentamos en una banca que estaba algo apartada de la gente. El me miro tímido y yo me sentí muy nervioso, un extraño escalofrió me cruzo la columna vertebral cuando él me tomo de la mano sin previo aviso.

 

-          Tom, ¿tú crees que yo soy molesto? Dime la verdad- pregunto Bill inquieto.

-          No, claro que no- dije sincero mirándolo fijamente- ¿Por qué me preguntas eso?- indague extrañado.

-          Ah, no por nada. Es que entonces ya no entiendo- murmuro pensativo.

-          ¿Qué te ocurre?- escudriñé preocupado.

-          Veras, yo… te lo cuento a ti porque me das confianza. Yo, no me llevo muy bien con los chicos de aquí, dicen que soy muy molesto, que soy  raro, me hacen sentir fuera de lugar, así que por eso mismo no me junto con nadie, casi siempre como solo y también en mí habitación estoy yo solo. Te preguntaba porque necesitaba la opinión de alguien que no me conociera para saber cuál era su primera impresión de mi- declaro en un susurro.

-          ¿Y porque te importa lo que los demás piensan de ti?

-          Porque quiero integrarme, es decir, aquí llevo ya mucho tiempo, y así ha sido casi toda mi vida. Me llevo muy bien con Sarah, Anette, con los demás profesores y personal de aquí, los chicos me molestan porque dicen que los mayores me miman mucho y que soy su consentido, quisiera que se tomaran el tiempo para conocerme.

-          Pues en eso tienes razón, deberían darse esa oportunidad, pero tú no debes sentirte mal por ello, en vez de tratar de buscar razones mejor busca formas en que llames la atención de los demás pero sin llegar a que ellos sientan que los hostigas.

-          Vale, creo que no había pensado en eso. ¿y crees que tú me puedas ayudar? Es que bueno, si ven que tú me hablas y te juntas conmigo viendo que eres joven, tal vez los demás piensen que no soy tan raro como dicen.

-          Bien, entonces seamos amigos.

-          ¿Quieres ser mi amigo?

-          Si, creo que los demás deben descubrir lo que yo descubrí de ti.

-          ¿Qué?

-          Que eres una persona diferente, interesante y valiosa, Bill.

 

Ambos sonreímos cómplices y el apretó mas mi mano, luego me soltó y me abrazo rápidamente, yo le correspondí tímido pero tratando de que se sintiera seguro a mi lado. Vi la hora en el reloj y decidí quedarme con Bill para tomar el almuerzo, yo traía el mío propio pero le compartí a mi nuevo amigo pelinegro también, el no dejaba de sonreír y pude captar que atrajimos varias miradas.

 

Después de comer charle un rato con Bill, vi nuevamente la hora y decidí que ya tenía que irme. La despedida fue algo larga, mi reciente amigo no me dejaba ir, así que para calmarlo le dije que vendría a visitarlo todos los días cuando tuviera oportunidad, eso lo alentó y sin demora me dejo ir acompañándome hasta la recepción.

 

Regrese a mi casa casi arrastrando los pies, encendí la televisión y me senté a mirarla un rato, el servicio tenía su día libre el domingo así que estaba solo en casa, vi un par de películas que pasaron haciendo un intermedio para cenar, aun era temprano así que subí a mi alcoba a leer un rato. No podía concentrarme en la lectura, el recordar lo vivido hoy con Bill me hizo sentir emocionado, yo no tenía muchos amigos, pero el de verdad me había parecido especial. El sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos y reaccionando tome la llamada.

 

-          ¿Tom?- escuche decir de una voz conocida.

-          Si. ¿Qué pasa Georg?- respondí entusiasmado al reconocer la voz de mi amigo.

-          Te llamo para saber si vas a venir a mi presentación mañana- indico el curioso.

-          Si, claro. No lo eh olvidado. ¿A qué hora es?

-          El evento empieza a las 7, pero la presentación es 8:30- expreso serio Georg.

-          De acuerdo- murmure pensativo, yo salía de clase a las 4, tendría que ir a ver a Bill saliendo de la universidad- ¿Es evento privado?

-          No, de hecho te iba a decir que si querías invitar a tus compañeros de clase.

-          Ok. Bueno entonces ahí nos vemos.

-          Vale, hasta luego.

 

Ambos colgamos,  suspire largamente y proseguí mi lectura un rato mas, cuando el reloj marco las 10 de la noche decidí darme una ducha rápida para dormir mas cómodo, seque con cuidado cada una de mis trenzas al terminar y me coloque solo un bóxer para dormir fresco.

 

Lunes, las clases estaban de lo más aburridas, ya faltaba un mes para terminar el año escolar y luego las largas vacaciones de verano, aun no tenía planes pero ya surgiría algo. La última hora se me hizo eterna, el profesor concluyo la clase y todos salieron casi disparados, excepto por mí que me quede un poco para evitar el tumulto, en cuanto los pasillos se vaciaron un poco, salí casi corriendo hasta mi automóvil para ir a ver a Bill.

 

-          Oye Tom, vamos a ir por un café, ¿nos acompañas?- me invitaron un grupo de chicas con gesto coqueto, las típicas que se sienten las reinas del campus.

-          No gracias chicas, yo tengo un compromiso- respondí educado, ese tipo de mujer me repugnaba pero yo era amable con todo mundo, aun cuando mis padres aprobarían si salía con alguna de ellas prefería evitarlo- ¿Irán en la noche a ver a Georg?- les recordé.

-          ¡Oh si!- exclamaron todas emocionadas- su presentación será lo mejor- concluyo una de ellas.

-          Si, aunque ya está casado, eso no le quita lo guapo- comento otra.

 

Me despedí de ellas y arrancando a toda velocidad me dirigí al albergue, tenía que darme prisa pues quedaba al otro lado de la ciudad. Durante el camino recordé las aventuras que había tenido con mi gran amigo Georg, el es amigo de la familia ya que nuestras familias son asociadas en varios negocios, así que siempre lo eh visto como un hermano para mí. Tenía poco más de un año haber terminado la universidad en la carrera de finanzas, y unos meses después se caso con una linda chica que había conocido ahí mismo. En mi facultad era conocido porque varias veces lo habían invitado a que nos diera conferencias, pues fue el alumno más sobresaliente de su generación y un muy buen orador.

 

En cuanto llegue, Sarah me saludo y le correspondí preguntándole por Bill, ella me dijo donde encontrarlo así que fui por donde me indico, estaba en su habitación. Camine por los pasillos rápido y llegue hasta la recamara que me fue descrita. Toque la puerta y oí un ligero “pase”.

 

-          Hola- lo salude tímido asomándome por la puerta un poco.

-          ¡Hola! ¡Tom! Qué bueno que viniste, cumpliste tu promesa- exclamo emocionado al verme, corrió hasta la puerta abriéndola totalmente y me abrazo efusivamente.

-          Claro, soy tu amigo, tengo que hacerlo- dije sonriéndole y correspondí el gesto.

 

Nos soltamos, el cerro la puerta y me llevo de la mano hasta su cama para sentarme junto a él. Nos mirábamos y sonreíamos sin animarnos a decir algo, yo me sentía muy nervioso, no sé porque siempre me pasaba eso con él.

 

-          ¿Quieres que juguemos? Mira tengo juegos de mesa- dijo Bill de pronto sacando algunas cajas de abajo de su cama.

-          Seguro, ¿Qué quieres jugar?- lo anime sin dejar de mirarlo y el agacho la vista un poco sonrojándose, no entendí porque pero me pareció adorable.

-          Juguemos este- murmuro apartando una de las cajas y la dejo sobre la cama guardando las demás y yo asentí.

 

Estuvimos jugando un buen rato, entre la charla y el juego el tiempo se me paso volando, cuando repare ya eran las 6:30 de la tarde, y aun tenía que ir a casa a cambiarme y tal vez comer algo rápido para después ir al evento.

 

-          Ya tengo que irme, tengo un evento en un par de horas y debo asistir- le indique a Bill en un suspiro.

-          No quiero que te vayas, aun quiero jugar- dijo como queriendo hacer un puchero.

-          Ni yo quisiera irme, pero debo hacerlo- dije sincero.

-          Llévame contigo- pronuncio Bill serio- pocas veces eh salido a fuera y me gustaría ver la ciudad de noche- insinuó ilusionado.

-          No sé si pueda, es decir, me gustaría que me acompañaras pero… es algo complicado- respondí preocupado.

-          Dile a Anette que te deje, ella confía en ti, solo será un momento. Nadie de aquí sale a menos que sea acompañado- suplico aun emocionado.

-          Está bien- sentencie rodando los ojos y el casi brinco de la emoción.

 

Con Bill detrás de mí, fui hasta la oficina de Anette, a la que casi le rogué me dejara sacar a Bill de ahí por un rato, ella se veía dudosa pero acepto, dándome hasta las 11 de la noche para regresar al chico. Cuando salí y se lo dije a mi amigo pelinegro este casi me arrastra hasta mi auto, nos subimos y Bill maravillado observaba el interior del coche, era la primera vez que se subía a uno.

 

Llegamos a mi casa, normalmente le hubiese dado un tour por la casa pero teníamos prisa así que rápido lo lleve hasta mi recamara, lo hice que se duchara y le di algo formal para ponerse, mientras el se vestía en mi habitación yo me bañe y cuando regrese el ya estaba vestido, casi se me cae la toalla de la sorpresa, se veía muy bien con ese traje que aún conservaba yo de hace un par de años cuando me quedaba, se veía totalmente diferente, no es que antes no se viera bien, pero esa ropa le favoreció mucho.

 

Le dije que me esperara en la sala, me vestí lo más rápido que pude, me puse perfume y me arregle frente al espejo, cuando estuve convencido de mi aspecto fui con Bill, el estaba mirando cada una de las fotos que había en un estante.

 

-          ¿Nos vamos? Son casi las ocho y aun quiero saludar a mi amigo antes de su presentación- le informe con una sonrisa y el asintió feliz.

 

Subimos de nuevo a mi coche y partimos, en el trayecto le fui contando sobre Georg y a que evento iríamos, le dije como debía portarse y el asintió atento ante cada instrucción mía, le respondí algunas dudas y para darle confianza le dije que trataría de estar a su lado en todo momento, pero que si él quería ver o hacer algo me informara.

 

Llegamos y cuando entramos al recinto de inmediato me saludaron algunos conocidos,  y ya que también llamaba la atención, me preguntaron sobre mi acompañante, yo le decía que era un amigo mío. Cuando al fin llegue con Georg lo salude y abrace felicitándolo.

 

-          Tom, que gusto que hayas venido. Tu no podías faltar aquí- menciono mi amigo castaño sonriendo.

-          No, y menos si este es el trabajo de tu vida- exclame alegre igualmente- Te presento a Bill- dije dando un paso hacia atrás y mostrándole a mi pequeño amigo pelinegro.

-          Hola, mucho gusto- le saludo cortés- Seguro Tom ya te hablo de mi- dijo curioso Georg.

-          Si, lo hizo. Felicidades- señalo Bill tímido.

-          Es un chico del albergue, ya entre a trabajar ahí- le anuncie feliz.

-          Qué bueno, me da gusto saberlo. ¿Y cómo te sientes aquí Bill? Si no te gusta algo, dímelo- le cuestiono Geo a Bill.

-          Todo está muy lindo. ¿Qué es eso de allá?- dijo Bill señalando una escultura que estaba en un rincón.

-          Es una figura de hielo, se supone que parezca un ángel, pero creo que tú luces mas como uno- comento mi amigo simpático, yo lo mire extrañado y Bill se sonrojo.

 

Pasamos un rato mas charlando, influido por el ambiente, Bill logro animarse un poco mas y me dio la confianza para dejarlo con Georg mientras yo iba a hablar con otras personas, pero solo fue brevemente, ya que en eso anunciaron que iniciaría la presentación y regrese a la lado de mi joven acompañante.

 

La exposición de mi amigo fue un éxito, al final todos aplaudimos fervientemente y después de un rato, despidiéndonos de Georg, Bill y yo nos fuimos de ahí. En el camino nos detuvimos a cenar algo antes de volver al albergue.

 

-          Georg me cayó bien, es muy simpático y buena onda, cuando te fuiste tuvo un instinto muy paternal conmigo, me pregunto varias cosas y me dio algunos consejos- dijo emocionado Bill.

-          Qué bueno, eso me alegra. Eso de lo protector siempre lo ha sido, le conmueven los jóvenes y los niños pequeños, ya lleva un rato tratando de ser padre pero no se le ha dado- comente pensativo.

-          Me hubiese gustado tener un padre como el- murmuro Bill algo melancólico y siguió comiendo.

 

Yo me quede sin palabras ya que se sintió una extraña tensión y decidí no decir nada mas, terminamos de comer. En cuanto terminamos lleve a Bill al albergue reportándonos con Anette de inmediato, ella mando a Bill a dormir, y yo aproveche para hacerle una pregunta que comenzó a rondarme en la cabeza.

 

-          Yo, quisiera saber que fue de los padres de Bill. ¿Por qué esta aquí?- le cuestione y la sonrisa de la dama se desvaneció por una cara de preocupación.

 

Yo me puse serio, tal vez su situación era más grave de lo que yo imaginaba y el silencio que obtuve a cambio solo me hizo pensar en cosas terribles.

 

-          ¿Estás seguro que quieres saber  cuál es el origen de Bill?

 

Notas finales:

Ya hubo mas acercamiento entre los chikos :P diganme ¿ke les va pareciendo la historia? comentenme y haganme saber todas sus dudas y/u opiniones. Kiero regalarles un capitulo el lunes, ¿como ven? ¿se animan? si lo kieren solo pidanlo :) ok, nos leemos pronto y una vez mas les agradezco x tomarse el tiempo de leer mis lokeras n.n Salu2, hasta luego


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