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60 Segundos por Sayumi_Uchiha

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Notas del fanfic:

Holaaaaaaaaaaa!!!

Sayu haciendo su debut(?) de one-shots SIN LEMON jajajaja espero que les guste :3

 

Esta historia es real, le pasó a una excelente artista, Marina Abramovic, obviamente solo tome unas cosas, lo demas es mió, salido de mi mente de maknae :3

 

De verdad espero que lo disfruten mis ShinChangs -se va a esconder en su cueva-

HyeSung y Eric eran una joven pareja de artistas que se conocieron cuando ambos fueron llamados para participar en un performance de uno de sus viejos profesores. Fue un amor a primera vista, se hicieron novios y juntos comenzaron a trabajar, haciendo estupendos proyectos que maravillaban a todos….

Pero poco a poco todo se fue abajo, a pesar de que se amaban sabían que su relación estaba terminando, no supieron cuándo, ni mucho menos cómo todo empezó a cambiar, quizás fue todo el trabajo que mantenía ocupados a ambos, no, el trabajo no había hecho nada, simplemente la relación que habían llevado durante 6 años se fue por la borda.

Y allí estaban, sentados frente a frente, cada quien en uno de los sofás de piel que habían comprado hace 3 años para decorar su nueva casa en un bonito vecindario en las afueras de Seúl. Se observaban fijamente pero cada uno estaba más concentrado en sus pensamientos que en su acompañante, el ambiente estaba más tenso de lo normal, el silencio sepulcral y la obscuridad que se iba haciendo presente a cada minuto solo eran un toque más para aquella tensa situación.

La luz de la luna hizo acto de presencia en la oscura habitación y un par de minutos después una suave voz decidió romper ese estruendoso silencio.

—Creo que esto ya no puede seguir así Eric— bajó un poco la mirada concentrándose en sus manos— traté de pensar que todo iba a mejorar porque yo en verdad te amo, pero cada vez ese pensamiento se alejaba más y más conforme pasaban los días, hasta que desapareció esa esperanza que mantenía, ya no sé qué pensar, es por eso que necesitaba hablar contigo…—levanto nuevamente la mirada encontrándose con esos hermosos ojos que tanto le gustaban— …para que me digas que es lo que debemos hacer para no seguir lastimándonos.

Nuevamente el silencio llenó el lugar, HyeSung movía inquietamente sus manos, los nervios le comían el alma, ¿Qué respondería Eric?, ¿Lo intentarían una vez más? Tenía la esperanza de que así fuera pero ya no estaba muy seguro de nada.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la melodiosa y masculina voz del hombre frente a él.

—Tienes razón Sungie, esto ya no puede seguir así, yo al igual que tú, tenía la esperanza de que todo volviera a como era antes, a cuando tú y yo éramos felices, pero me di cuenta de que nada de eso puede ocurrir…— El mayor miró fijamente los ojos del menor que resplandecían con la luz de la luna, un nudo se hizo en su garganta, pero tenía que ser fuerte o de lo contrario ambos terminarían lastimados. —…lo mejor es que esta relación termine, se acabó HyeSung.

Eric tuvo que reunir todas sus fuerzas para decir esas palabras sin que su voz se oyera insegura, al igual que tuvo que contenerse para no ir y abrazar a HyeSung que se encontraba derramando una cuantas lagrimas mientras intentaba retenerlas cubriéndose el rostro con las manos.

—Entiendo… c-creo que tienes razón— levantó su rostro aún cubierto de lágrimas y sonrió melancólicamente a su acompañante— solo espero que encuentres a alguien que te de la felicidad que yo no pude darte…

Y no pudo contenerse más, se levantó de donde estaba, llegando frente al menor, se arrodilló ante él y lo abrazó con todo el amor que le tenía, porque a pesar de que estaban terminando no significaba que no se amaran.

—Vamos Sungie, no llores, sabes que no me gusta verte llorar— susurró Eric al oído del menor e inmediatamente este rodeo el cuello del mayor con sus brazos y lloro con más intensidad

—Te amo Eric, Te amo como no tienes idea

—Yo también Te amo Sungie, Te amo más que a mi vida

Se separaron un poco quedando frente a frente a escasos centímetros, se miraron fijamente, sus respiraciones se mezclaron y sin perder un segundo más se besaron. Era un suave beso, pero que transmitía todo el amor y el dolor que sentían en ese momento.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Dos jóvenes muy apuestos de unos 26 años se encontraban descendiendo de un avión, muchas jovencitas los observaban fijamente.

—Hasta aquí en China tienes admiradoras— habló HyeSung con tono un tanto molesto

— ¿Acaso estas celoso? — el mayor observo con una sonrisita a su acompañante haciendo que este hiciera un ligero puchero y siguiera su paso alejándose un poco.

Pasaron alrededor de 30 minutos y llegaron a un lujoso hotel, pero claramente pidieron habitaciones para cada quien, después de todo estaban a punto de separarse, prácticamente solo se quedarían uno o dos días y de allí tomarían caminos diferentes.

Cada uno pasó a su respectiva habitación, se dieron un baño y después de 15 minutos salieron. Bajaron en el ascensor mientras platicaban de cosas triviales, cuando llegaron a la recepción siguieron caminando y se dirigieron a la cafetería del hotel dispuestos a comer algo.

La comida se pasó rápida entre risas y uno que otro insulto amistoso y después de pagar la cuenta se retiraron del lugar. Salieron a caminar por un pequeño parque, era momento de iniciar el recorrido que marcaría el final de su historia.

Cada uno se fue por una dirección diferente hasta perderse de vista.

HyeSung iba con la mirada perdida en un punto fijo en el horizonte, la idea de recorrer una pequeña parte de la muralla china había sido de Eric, al principio le pareció una absurda idea y aunque accedió aún no estaba seguro de querer seguir con eso, pero ahora que estaba solo, sumido en sus pensamientos se dio cuenta de lo que pretendía Eric con esta caminata. Se detuvo un momento a reflexionar sobre sus sentimientos, luego soltó un suspiro y acto seguido sonrió melancólicamente y continuó su recorrido.

Por otra parte Eric estaba más que distraído, ni siquiera se daba cuenta de que estaba caminando como un zombi, solo movía los pies por inercia, trató de verse de lo más natural mientras paseaba con HyeSung, pero el simple hecho de pensar que al encontrarse a la mitad del camino con él le diría adiós definitivamente lo destrozaba más que cualquier cosa en el mundo. Su vista se nubló e inconscientemente las lágrimas comenzaban a traicionarlo saliendo a flote, evidenciando cada vez más el tormento que llevaba dentro. No le importó que las personas a su lado lo vieran con lastima, simplemente todo se esfumó dejando más latente su dolor, quería gritar, quería regresar el tiempo y remediar todo, porque el alejarse de HyeSung era como si lo estuvieran matando, como si le arrancaran el alma y la destrozaran en mil pedazos y lo que más dolía era que nada se podía arreglar porque ya habían tomado una decisión que creían era la correcta, pero que a la vez los sentenciaba a la tristeza eterna. Trató de tranquilizar su respiración y sus lágrimas, pronto se encontraría con él y no quería que viera sus ojos rojos e hinchados a causa del llanto, sacó un pañuelo de su bolsillo del pantalón y limpió los rastros de lagrimas que surcaban sus, ahora pálidas mejillas y sin más, retomó su camino.

Pasaron alrededor de 3 horas, muchos dirían que el camino se les está haciendo eterno, pero precisamente era lo contrario para dos personas, para ellos era el recorrido más triste y corto de toda su vida, con cada paso que daban se acercaban más y más a ese inevitable final.

Dieron las 11:35 pm y HyeSung cada vez estaba más y más nervioso, trató de tranquilizarse apretando los puños, pero esa acción solo logró que se diera cuenta de la capa de sudor que cubría las palmas de sus manos, no podía evitarlo, a pesar de que era lo mejor para ambos, no podía evitar sentir ese nudo en la garganta que crecía conforme se acercaba a su destino.

Levantó la mirada y observó ese cielo estrellado que tanto le gustaba ver en compañía de su Eric, suspiró y cuando bajó la mirada y se centró en el camino, pudo vislumbrar a lo lejos una silueta muy conocida para él, los nervios llegaron nuevamente haciendo que su respiración se dificultara, cada vez estaban más cerca.

Eric se estremeció y sintió como algo se rompía su interior al ver a lo lejos a HyeSung, su respiración se agitó un poco pero debía ser fuerte, no podían seguir lastimándose, así que, con decisión continuó caminando. Tan solo un par de metros más y sería el adiós definitivo.

Faltaban tan solo 5 minutos para la media noche, faltaban tan solo 5 pasos más para quedar totalmente uno frente al otro….

La luna iluminaba el lugar, pero no era un brillo cualquiera, era uno triste al igual que el brillo de los ojos de ambos jóvenes que dejaron de caminar y se observaron fijamente. No dijeron nada, simplemente contemplaron el rostro contrario, pensando en que había llegado el momento de decir adiós.

Eric no resistió más, dio un paso adelante y abrazó con fuerza a HyeSung.

—Solo quiero que sepas…..que te amo demasiado—

HyeSung luchaba por aguantar el llanto, pero era algo muy difícil. Lentamente fue correspondiendo el abrazo y al mismo tiempo su esfuerzo se desvaneció, dándole paso al amargo llanto.

—Yo t-también te amo…s-siempre lo haré….-

Se abrazaron por unos minutos más, luego de eso se separaron lentamente, HyeSung le regaló una última sonrisa a Eric y acto seguido dio media vuelta emprendiendo un nuevo camino….lejos del hombre que tanto amó…

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

23 años después. New York

—Jinnie!!! Apresúrate, se nos hará tarde— Gritó HyeSung desde el corredor del edificio. Llevaba 15 minutos esperando a su amigo para que lo llevara al lugar en donde llevaría a cabo su nuevo performance. Iba a gritar nuevamente pero un apuesto hombre hizo acto de presencia frente a él.

—Lamento la tardanza Sungie, es que no quiero que Andy me vea todo desarreglado— rio apenado al mencionar el nombre de su novio. HyeSung sonrió al ver en tal estado a su amigo y se acercó a él para darle unas palmadas en el hombro.

—Bueno ya. Mejor vámonos que se nos hará tarde y no quieres que Andy vea lo impuntual que eres ¿o sí? — HyeSung tomó una pequeña mochila que había dejado en el suelo y comenzó a caminar seguido por su amigo.

—Yah!! No digas eso, vamos!

Pasaron 20 minutos y ambos hombres se encontraban frente al MoMa. HyeSung salió del auto un poco nervioso porque sabía que iba a haber mucha gente, a pesar de tener años haciendo este tipo de performance los nervios siempre lo traicionaban, además de que un extraño presentimiento hacia que sus manos temblaran. Respiró profundo y se dirigió al enorme establecimiento.

—Sungie, allá están los demás

—Oh! Si, gracias Jinnie— Caminaron rápido hasta llegar al área que le habían permitido utilizar para su trabajo. Al llegar, las estilistas comenzaron a arreglarle el cabello y lo condujeron hasta un pequeño cuarto para que se cambiara la ropa. Pasaron unos minutos y salió vistiendo un traje rojo con negro. Todas las miradas se dirigieron hacia él, a pesar de tener 49 años de edad su rostro mostraba una belleza única además de que no aparentaba tener más de 38.

—Tan guapo como siempre Sungie, las señoritas no te quitan los ojos de encima, hasta te tengo un poco de envidia jajajaja

—No digas eso Wannie, tú también tienes tu toque—sonrió a su pequeño amigo

—Sí, mi toque…para alejar a las chicas jajajajaja….bueno basta de charla, es hora de comenzar.

HyeSung asintió con la cabeza y siguió a su amigo hasta la sala en donde llevaría a cabo su performance llamado “El Artista Está Presente” que consistía en sentarse en una de las sillas que estaba colocada al centro de la estancia y compartir un minuto de silencio con cada extraño que se sentara frente a él.

—Bien Sungie te dejo aquí, mucha suerte y tranquilo, sé que todo saldrá como lo planeaste

—Gracias Wannie, me has ayudado mucho, esto es por todos los que nos esforzamos en esto— Ambos sonrieron para luego tomar sus respectivos lugares. HyeSung suspiró un poco para relajarse, cerró los ojos e inclinó la cabeza, dando comienzo al performance.

Una mujer de cabello rizado caminó dudosa hasta el asiento vacío, una vez allí se sentó aun con los nervios presente. HyeSung levantó la cabeza y segundos después abrió los ojos, mirando fijamente a la mujer frente a él. Un minuto exacto pasó y nuevamente cerró los ojos y bajó el rostro, la mujer se levantó de la silla y siguió su camino. Así, fue pasando persona por persona, disfrutando del minuto de silencio que el apuesto artista les regalaba.

Cuando el turno de una pequeña niña terminó, de entre la multitud, un apuesto y alto hombre se acercó a la silla, se sentó frente al artista. HyeSung levantó el rostro, relajó sus hombros y suspiró preparándose para otro minuto más con la persona que se haya sentado frente a él. Comenzó a abrir los ojos y cuando observó al hombre frente a él se sorprendió tanto que abrió levemente la boca. Los latidos de su corazón se hicieron más rápidos y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. El hombre le sonrió de vuelta sin apartar la vista de los hermosos ojos del artista.

23… 24… 25…

Los ojos de HyeSung se fueron humedeciendo conforme pasaban los segundos observando a la persona frente a él, todas los presentes se sorprendieron al ver tal reacción en el artista, pero como no llorar si Eric estaba frente a él, la persona que tanto amó estaba allí, sonriéndole tan cálidamente como antes. Sin poder aguantar más, estiró sus manos sobre la mesa, Eric hizo lo mismo y se tomaron de las manos. Las lágrimas de HyeSung cayeron lentamente….

51… 52… 53…

Siguieron observándose fijamente, como si estuvieran hablando telepáticamente, no dijeron ni una palabra. Eric apretó un poco las manos de HyeSung antes de soltarlas y volver a su posición original siendo imitado por el artista.

57… 58… 59…

Eric volvió a sonreír, esta vez mostrando un poco de tristeza en su rostro, se levantó de la silla y se fue caminando hasta perderse entre la multitud. Por su lado, HyeSung llevó sus manos hasta sus ojos y limpió las lágrimas que reposaban sobre sus mejillas, respiró hondo para controlar su respiración…. Cerró los ojos e inclino su rostro, su corazón no dejaba de latir, nunca pensó que su idea provocara su reencuentro con Eric, aunque lo vio por tan solo un minuto se dio cuenta de que podrán pasar años sin verlo, pero nunca dejará de amarlo. Levantó el rostro con decisión y abrió lentamente los ojos, observando a la mujer frente a él, observando su alma por los siguientes 60 segundos….


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