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Juego de atracción [HanSoo/ KaiSoo] por SoolSan

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Notas del fanfic:

Aquí comienzo mi nuevo proyecto *w* se preguntaran ¿qué diablos Sol? ¿HanSoo really? pues un día vi a esta pareja y muchas cosas pasaron por mi cabeza. Espero les guste y le den amor a mi fic que realmente me he esmerado mucho para que les guste .////.

 

Sin más que decir los dejo, espero sus reviews para así saber si les gusta, lo odian, lo finalizo o mando todo al demonio y sigo subiéndolo ajajaj como escritora una debe saber lo que mis lectores quieren y me satisface conocer sus opiniones.

Disfruten la lectura!

 

Aclaración: Aún no he determinado como va a terminar o con quien se quedara KyungSoo .___.

 

 

Notas del capitulo:

Primer capítulo! estoy emocionada >_< espero sus hermosos comentarios, críticas y lanzadas de tomates nesesarias ajsojoas

 

Saludos! <3

El viento corría suavemente aquella mañana de otoño colisionando con delicadeza sobre las finas hebras de cabello castañas de KyungSoo revolviéndolas con gracia sobre su frente, la brisa chocaba sutilmente contra sus mejillas desnudas y lo hacía estremecerse con los tenues toques que le daban a su cuerpo. Se pasaba de arriba para abajo sus manos sobre sus brazos para poder engañar un poco a su piel mientras caminaba tranquilamente por los pasillos de su facultad en busca de un lugar cálido para poder abrigarse de tal frio otoñal.


No tenía prisa, si bien el frío le estaba comenzando a molestar un poco, hoy no había nada que lo apresurara, el día estaba perfecto para contemplarlo con exactitud. Luego de unos pasos lentos y vagos el sol tocó débilmente su piel haciendo que  una pequeña sonrisa se dibuje en su rostro sutilmente.


El día estaba magnífico, eran esos días que KyungSoo deseaba que no terminaran nunca, los arboles del campus se movían ligeramente al compás del viento, las hojas anaranjadas de los árboles se encontraban esparcidas por completo en el patio haciendo relucir el pavimento, forjando así, que algunos matices grises y cafés acompañaran su marcha. Llevaba ya un rato caminando y apreciando la belleza de aquella fresca mañana cuando llegó a lo que creyó la solución a sus temblorosos labios, poso lentamente sus manos en el pomo de la puerta que estaba frente a él y entró al lugar mirando hacía todos lados.


La biblioteca ¿qué otro lugar podía abarcar el cuerpo de KyungSoo y abrigarlo con su calidez?, daba gracias a los arquitectos de aquel lugar que se les ocurriera al menos tener un lugar completamente cerrado en el recinto, ya que al parecer a los idiotas que construyeron la infraestructura de su universidad les pareció una buena idea que todo estuviera completamente abierto y con suerte las salas tuvieran un techo en el cual resguardarse. Si bien agradecía que estuviera plagado de naturaleza y fuera deslumbrantemente hermoso, los días fríos como hoy eran realmente una proeza para KyungSoo.


Ya con su cuerpo al fin entrando en calor se dispuso a recorrer el lugar que lo acogía. Los estantes con libros se encontraban por doquier y a KyungSoo se le escapo un suspiro de alegría mientras los observaba, miraba superficialmente algunos textos y agarraba a uno que otro para mirarles el contenido distrayéndose vagamente con textos que claramente no eran de su preferencia. Cuando ya había encontrado algo para entretenerse y pasar su valiosa mañana libre, visualizo a una silueta un tanto conocida a escasos metros suyos. Parado frente a un gran estante mirando al vació se encontraba un joven de cabellos pelirrojos, medianamente alto, con un rostro indiscutiblemente de rasgos femeninos acompañado de unos ojos brillosos con cierta mirada angelical –LuHan – pensó KyungSoo, y ciertamente era él.


El primer encuentro con LuHan fue verdaderamente extraño, aunque no era nada nuevo en la vida de KyungSoo, su vida giraba en torno a cosas miserablemente insólitas y aquella no fue la excepción.


KyungSoo se dirigía a su departamento un viernes muy entrada  la noche, tomó el último metro del día y se sentó mirando perdidamente hacía el túnel algo cansado. Meditaba en la infinidad del subterráneo y cuan profunda era, cuando una figura masculina se puso al frente de él interrumpiendo sus torpes pensamientos, le dirigió una dulce sonrisa  la cual él más bajo miró sin decir nada. KyungSoo se asustó, nadie condenadamente bello como el hombre que tenía al frente le sonreiría así tan cordialmente y menos a esas horas. El bajo lo miro con sus enormes ojos y en su rostro se denotaba extrañeza acompañado de cierta duda a causa de la sonrisa angelical que se encontraba cerca de él, la cual amenazaba con no disiparse. El hombre frente a él al ver la reacción del muchacho que estaba sentando rio despacio y rompió el silencio.


– ¿Eres Do KyungSoo cierto? – Dijo el hombre que ahora lo miraba divertido, KyungSoo abrió sus ojos con demasiada notoriedad  mientras que su respiración comenzó a fallar por su notorio nerviosismo – ¿Qué demonios? ¿De dónde había sacado su nombre?, un jodido asesino, eso debe ser – maquineaba la cabeza del castaño mientras el muchacho pelirrojo lo miraba atentamente.


– ¿C-cómo? – Alcanzo a decir el más bajo con un claro nerviosismo en su voz.


– Soy LuHan, amigo de XiuMin, te he visto varias veces con él y, hmm el me hablado de ti – finalizo el pelirrojo con ahora una amplia sonrisa en su rostro entrecerrándolos levemente   aún entretenido por la reacción del castaño.


– ¿H-hola? ¿A qué viene este acercamiento? ¿Eres amigo de Hyung? – decía KyungSoo sin detenerse, el idiota lo había asustado y lo único que hacía era sonreír, además ¿porque XiuMin tenía que hablar de él con el tipo ahora llamado LuHan?


– ¡Hola!, sí, soy compañero y amigo de XiuMin, y no lo sé, supuse que estaría bien hablarte – dijo torpemente el pelirrojo mientras  posaba una mano en su propio cuello y lo sobaba ligeramente.


– No andes asustando a la gente así – habló el más bajo bastante  más relajado y con notoria seriedad en sus palabras, el pelirrojo rio sonoramente y aunque dudo un poco al principio se sentó a su lado, sus rodillas se tocaron por unos segundos y KyungSoo miró al hombre que tenía ahora próximo– ¿Por qué debía sonreír tan descaradamente?– Se decía KyungSoo mientras miraba atentamente el bello rostro que ahora lo acompañaba. LuHan lo miraba amablemente y notaba como el más bajo posaba sus enormes ojos serios  sobre su cuerpo, se le erizo un poco la piel por la dura mirada que se encontraba posada sobre él, pero al rato se acostumbró.


– Eres interesante – sentenció LuHan con una sonrisa en el rostro, KyungSoo lo miro con un claro aspecto de pregunta en la cara. Tras unos segundos mirando el rostro del pelirrojo se encogió de hombros  dio un pequeño suspiro  y le sonrió de vuelta.


Esa noche se fueron hablando casi todo el viaje, intercambiaron algo de información sobre ellos y luego KyungSoo se bajó en su estación de metro  despidiéndose de LuHan con una formal reverencia. Desde ese encuentro habla regularmente con el mayor – LuHan cursa el cuarto año de universidad y KyungSoo recién el segundo –no eran mejores amigos, pero intercambiaban varias palabras y largas  conversaciones de vez en cuando, además de varias salidas acompañadas con XiuMin, el cual nunca le dijo por qué había hablado de él con LuHan.


Miraba al mayor desde su ubicación sigilosamente y no quiso ir a molestarlo, parecía que estaba ocupado pensando en quizás que cosas y KyungSoo simplemente  se alejó lentamente, dio media vuelta y empezó a buscar algún lugar para leer su libro.


Estaba concentrado en su búsqueda cuando sintió el agarre bastante sonoro y casi vulgar de su trasero – quien sea que haya agarrado su culo ardería en las brasas de la venganza de Do KyungSoo – con su rostro notoriamente enojado y con la ira acumulándose en sus mejillas agarro la muñeca de la mano que había usurpado su parte trasera y la tiro fuertemente hacía su cuerpo para saber quién cojones le había golpeado.  Cuando escucho una risa algo entrecortada proveniente de la persona que tenía entre manos lo supo de inmediato.


– ¡Hola hyung! – un rostro  entre serio y con una media sonrisa en él le daban los buenos días. Unos cabellos rubios revueltos y una piel blanquecina perfecta se encontraban ahora frente a él, KyungSoo le lanzó una mirada asesina y el joven  simplemente rio entretenido – maldito SeHun, dijo entre dientes el más bajo. 


– ¿Qué diablos te pasa mocoso? – Dijo totalmente enojado KyungSoo apretando fuertemente las muñecas del más alto – Si haces eso otra vez tu amigo entre tus piernas no reaccionara de nuevo – sentenció  el castaño con una mirada demasiado seria. El alto rio ahora fuertemente y miró divertido al mayor.


– ¿Quién te haría gritar por las noches hyung? – dijo demasiado fuerte SeHun para que KyungSoo lo mirara con los ojos llenos de furia y le golpeara fuertemente el hombro. Cuando el castaño se disponía a golpear aún más fuerte a SeHun sintió a alguien tocarle la espalda amistosamente.


– ¡Hola KyungSoo! – habló LuHan con su ingenua sonrisa en el rostro que iba totalmente dedicada al más bajo, éste aún rojo por su enojo se giró a saludar al pelirrojo sin soltar al menor, le dedico una sonrisa a la persona que tocaba su hombro y le saludo. SeHun aprovechando la distracción del mayor logró zafarse del amarre que KyungSoo tenía sobre él y se escapó riéndose en las narices de los dos hombres al frente suyo.


– Ese mocoso me las pagara – dijo en voz alta el más bajo mientras daba un suspiro y miraba hacía la puerta donde había salido SeHun, el pelirrojo lo miró algo serio esperando que KyungSoo tuviera la debida atención en él. 


– Eso fue algo escandaloso – hablo finalmente el mayor con una ceja levantada  – ¿desde cuándo lo estaba mirando? – Se preguntó KyungSoo, ¡maldición! había visto ese estúpido show.


– No es lo que piensas Hyung, él es mi compañero de departamento, algo así como un amigo – dijo el más bajo ahora rojo de vergüenza  ¿Por qué era tan miserable?


– Ah, eso es bueno – expreso LuHan ahora relajando su rostro y dedicándole de nuevo una sonrisa, KyungSoo miro algo extrañado al mayor, o estaba alucinando pero juro ver que LuHan sonreía de satisfacción – Venía a cerciorarme que estabas bien KyungSoo, ahora que lo estas me despido – dijo sin más el mayor, le dio un pequeño toque en el hombro y se retiró.


Bien, eso fue extraño, se dijo KyungSoo con un rostro totalmente de desconcierto, pero ¿qué le iba a hacer? todo a su alrededor no tenía sentido, partiendo por el hecho que SeHun le dio una nalgada públicamente hacía unos minutos.


Trato de olvidar lo ocurrido hace unos minutos con SeHun –que por cierto lo asesinaría en el departamento – volviendo a fijar su mirada en las mesas desocupadas que se encontraban en el lugar. En una había un grupo de chicas concentradas en sus celulares ignorando la presencia de sus compañías y con sus libros a un lado, en la siguiente yacía un tumulto de estudiantes repasando para un examen, aquello era demasiado escandaloso para disfrutar de su lectura, y al final del salón se encontraba una mesa casi desocupada con solo un muchacho de brazos cruzados y su cabeza encima de ellos al parecer durmiendo. KyungSoo movió sus ojos hacía varias direcciones y se dirigió a la mesa rápidamente antes que la invadieran, se sentó a un puesto de distancia del muchacho y abrió su libro cómodamente.


Estaba comenzando a leer plácidamente cuando lo que juraría que fue un gruñido lo interrumpió, levanto su mirada levemente y por el rabillo del ojo miro al cuerpo cerca de él, lo ignoro y poso de nuevo su vista en su libro, pero nuevamente escucho el gruñido. Ya un poco irritado KyungSoo dirigió completamente su mirada a su acompañante y noto algo de saliva caer por los brazos del muchacho, no pudo evitar reír levemente con aquella imagen.


Pero la sonrisa se quitó de su rostro cuando por tercera vez sonidos  interrumpieron su lectura y ahora no cesaban. El bajo no quería molestar al tipo que estaba a su lado, pero considerando que no podía leer tranquilamente lo hizo. Se acercó un poco al muchacho que se encontraba semi inconsciente al lado suyo y agarro su brazo despacio. Al principio lo movió lentamente, pero viendo que no obtenía respuesta luego de un rato lo movió un poco más fuerte, el joven cuando al fin sintió las fuertes sacudidas, levanto pesadamente la cabeza y con una mirada totalmente adormilada bostezo diligentemente, KyungSoo lo miró serio mientras el hombre  frotaba su mano por sus ojos con pereza.


– Disculpa, no quería molestar, pero estas haciendo sonidos raros y estas dejando un charco en la mesa – hablo KyungSoo respetuosamente mientras señalaba el brazo del joven a su lado, miró detenidamente  a su acompañante. Unos gruesos labios adornaban su rostro, una piel morena alucinante y unos ojos marrones que se encontraban levemente  entrecerrados por la siesta que se estaba tomando le daban un cierto toque de atractivo mañanero.

El moreno miro rápidamente su brazo y vio líquido en él, toco apresuradamente la comisura de sus labios con su mano y sintió algo húmedo – ¡maldita sea! Estaba babeando y durmiendo en un lugar público – se recrimino JongIn mentalmente, y para más remate un extraño le hablaba. Se puso rojo de vergüenza y se levantó rápidamente de su silla.


– ¡Lo siento! – dijo casi gritando el moreno y salió del salón al instante. KyungSoo lo quedo mirando con claro rostro de asombro y rio entretenido. Su intención no era avergonzarlo, sólo quería que dejara de hacer sonidos extraños y le permitiera leer tranquilamente – o puede que en el fondo si quisiera avergonzarlo sólo un poco. 


Cuando ya era pasado el mediodía KyungSoo detuvo su lectura, se levantó de la mesa pausadamente y se  dispuso a ir a su clase, hoy tenía clases con Baek y Chen y necesitaría mucha paciencia para pasar el resto del día tranquilo.

 

 

 

                                                                                        *

 

 


Ya era un nuevo día, el viento ahora corría más rápido que días anteriores y el sol apenas se asoma por el delgado cuerpo del castaño. KyungSoo diría que está nublado, pero una luz tenue entre las nubes se muestra destituyendo así su teoría. Entrando a su facultad se encontró con LuHan y XiuMin hablando cálidamente en la entrada del recinto, el castaño dudo un poco pero se acercó para saludar y dar los buenos días a sus hyungs.


– ¡KyungSoo! – grito animado XiuMin mientras agarraba por los hombros al castaño, aprisionándolo entre sus brazos dejando al menor casi sin respirar. El pelirrojo miraba entretenido la escena a unos escasos centímetros de sus dos amigos y le dedicó una sonrisa ladina al bajo que lucía algo incómodo entre el abrazo de su amigo – ¡Estábamos  justo pensando en ti! ¿Cómo estás? – dijo XiuMin que ahora lo miraba sonriendo, KyungSoo se retorció un poco en los brazos del de cabellos cobrizos y logro zafarse.


– ¡Ya hyung! Estas cariñoso tan temprano – rio tímidamente KyungSoo haciendo una mueca divertida – ¿Pensaban en mí? – Pregunto finalmente el castaño levantando una ceja.


– Sí, sí, LuHan va a celebrar su cumpleaños en algunas semanas y él quería que tú fue…–  hablaba XiuMin cuando un golpe en la cabeza del bajo con cachetes algo inflados interrumpió lo que estaba diciendo – ¡Auch! – exclamo XiuMin mirando con seriedad a LuHan, el dueño del golpe. El más alto agarro a KyungSoo por el cuello dándole la espalda a XiuMin que ahora se sobaba la cabeza.


– Lo que MinSeok decía es que si querías ir a mi casa, haremos una pequeña junta para celebrar mi cumpleaños – hablo LuHan sonriéndole tímidamente al más bajo y con sus mejillas sutilmente sonrojadas, KyungSoo le respondió la sonrisa y asintió alegremente.


XiuMin miró desde atrás la escena y observó a la distancia cómo los dos cuerpos empezaban a caminar delante de él. LuHan que lleva al más bajo por los hombros y  KyungSoo le dedica una sonrisa a éste, el mayor movió la cabeza en forma de negación y rio para sus adentros. Quizás que idiotez le esté diciendo  LuHan para que el menor olvide lo que estaba a punto de decir.


Iban a ser las cinco de la tarde, KyungSoo estaba muy agotado, su día había empezado muy temprano por la mañana y al fin se podía ir a su casa a vagar un poco. Se encontraba sacando algunas cosas de su casillero cuando noto algo sobresalir al lado suyo, levantó su ceja con ligera extrañeza en el rostro y dio un paso para mirar qué era lo que resaltaba en la esquina de su casillero. Cuando movió su cabeza para ver lo que se encontraba estático cerca de él, no pudo evitar abrir sus ojos enormemente. El mismo muchacho que estaba durmiendo en la biblioteca y babeaba como un crio hace unos días, hoy se encontraba parado con la cabeza apoyada en la pared y durmiendo profundamente.

KyungSoo boquiabierto no podía creer cómo alguien tenía la capacidad de dormirse en lugares tan públicos, y más encima, parado como idiota sobre una muralla. Luego de observar un rato el cuerpo inerte frente a sus ojos, se dirigió a su casillero nuevamente y cuando estaba a punto de cerrarlo, empujo la rejilla con fuerza chocando sonoramente con el metal, el cuerpo que sobresalía a su lado se retorció un poco y comenzó a estirarse perezosamente. 


– ¿Estás seguro que no tienes problemas? Digo, no es normal quedarse dormido parado en una pared – habló KyungSoo divertido por la imagen del joven un poco asustado por el fuerte ruido que lo hizo despertar.


– ¿Para ti es normal andar despertando a gente que no conoces? – Dijo el moreno brindándole una sonrisa ladina al castaño.


– Si para ti es normal dormir en paredes, claro, me es normal hablar con extraños – dijo KyungSoo encogiéndose de hombros  comenzando a caminar y riéndose suavemente, el castaño alto se carcajeó y comenzó a seguir los pasos del bajo mientras ponía ambos brazos tras su propio cuello.


– Soy JongIn – dijo sonriendo el canelo amistosamente, el castaño giro su cabeza hacía el joven que era más alto que él y sonrió de vuelta.


– KyungSoo, ¿Seguro que no tienes problemas? – finalizo el más bajo. JongIn rio sonoramente por la preocupación de su acompañante y  le movió la cabeza en forma de negación para luego ambos  seguir caminando.


Ese día se fueron conversando cómodamente, JongIn le contó al castaño que andaba un poco cansando por qué últimamente había estado estudiando como loco y además iba a clases de danza, por lo tanto no tenía tiempo para dormir. El más bajo rio fuertemente cuando el moreno le comento lo cómoda que lucían las paredes últimamente.

KyungSoo era mayor que el canelo por un año, JongIn iba en su primer año de universidad y lucia mucho mayor que él – desgraciado pensó para sus adentros el bajo. 

 

 

Notas finales:

JongIn eres el dormilon máximo asdfgh *w* ¿Y? ¿Qué tal? ¿Muy malo?

 

Nos leemos!


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