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¿Me quieres? por Dandere

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Notas del fanfic:

Hola, tiempo sin publicar algo.  Dejenme decir que estoy feliz  ... bueno, les traje otros de mis escritos perver y cuchis y  jajaj xD espero que les guste  0////////0  

-corregido-

¿Me quieres?

-¡Me gustas! – grito el pelo plateado delante de todos los estudiantes que se aglomeraron en el lugar. Sin temor, alertando su coraje en la mirada, con aquella pañoleta que tapaba casi la mitad de su cara, desde la nariz, con diseño de calavera, con sus manos ocupadas por el maletín que cargaba y su uniforme en un estilo rebelde al estar desordenado.

  Que lastima que sus mejillas no se notaban, eso dejaba a más de uno intrigado por querer ver el cambio de unos tonos rosáceos.

  Los estudiantes habían parado su respectivo camino, solo para admirar al joven que valientemente se atrevió a declararse y saber cuál sería la afortunada “chica” o la otra persona. Ese precisamente era yo, escondido detrás de una fila de libros que llevaba en mis manos. 

  Mi nombre es Iruka y soy el maestro de lingüística, me enfocaba en no sobresalir demasiado entre mis estudiantes. Aquel joven que hablaba tan impulsivo y sin temor era otro de los profesores, aunque su apariencia lo hacía ver como un estudiante más. Era reconocido por ser uno de los mejores profesores y por su popularidad.

  Con aquel alboroto solo me hice el desentendido y seguí adelante a uno de los salones desviándolo. Pude fijarme como el bullicio de estudiantes se manifestó entre risas y bromas para después seguir su ruta ignorando todo lo restante. Mientras que el pelo plateado me seguía y se encerraba en un salón vació conmigo.

- ¿Se puede saber que rayos te pasa por la cabeza? - pregunte nervioso y moviéndome de un lado a otro. - Sabes qué hubiera sucedido si alguien se da cuenta de esto - mis movimientos cambiaban constantemente y el solo me observaba llevando sus ojos de un lado a otro, mientras yo trataba de cerrar todas las ventanas y puertas de aquel salón.

- Solo quería demostrarte que mi cabeza solo piensa en ti y, por otro lado, nadie se iba a dar cuenta. Tú corriste en el acto sin que nadie te notara. - Respondió despreocupado, algo que por mi forma de ser me cabrea. Di eso por terminado e intenté salir del lugar. Pero antes de lograr tocar la manija de la puerta me acorralo, dejándome en sus manos. - Iruka, llevo tres meses sin sexo. ¿Cuánto más me toca esperar? -pregunto, y al instante me sonroje. 

- ¿Estás loco? Déjame libre, búscate a otro que satisfaga tus necesidades. - intente forzar su agarre, pero este intensifico la fuerza apresando más nuestros cuerpos. 

- No estoy loco, solo te quiero a ti. Iruka, no coloques las cosas más difíciles, ya dije que me gustas delante de todo el estudiantado. ¿Acaso no es suficiente eso cómo una prueba de amor? -sus manos rosaron mis mejillas mientras me observaba directamente a los ojos. 

- Te pedí una prueba de amor, no que intentaras ridiculizarnos y en el peor de los casos, que nos boten. De paso, eso no autoriza que yo te entregue todo de mí de una. -Dije mientras desviaba su mirada y alejaba sus roces. El cerro su vista y apoyo su cabeza entre mi cuello dejando que sus cabellos me hicieran cosquillas. 

- No te he pedido eso. - bajo el tono de su voz y pareció reclamarse a sí mismo. - Contigo las cosas son tan difíciles. Me pides acciones que cuando cumplo no me gratificas con nada. Solo intento hacer que esto avance positivamente. -su inaudible voz ya sonaba entrecortada y movía su cabeza olfateándome como un perro. Lleve mis manos a sus cabellos y se sorprendió. Di un intento de abrazo dejando mis manos en sus cabellos plateados intentando acariciarlos, mientras apoyada mi cabeza en su entre cuello.

- Kakashi, eres adorable. - fue lo único que logre decir, y como si fuera lo esperado sonrió y llevo sus manos hacia mis caderas completando el abrazo. - Pero... - se tensó y levanto su rostro, algo que me sorprendió y me hizo sonrojar. 

- Solo intentemos y si no puedes yo parare. - Dijo con la voz más ronca y seria que pudo, para que lo tomara en serio. Y ahora tomándome con sus manos los cachetes intento besarme. 

- ¡No! Estamos en el instituto. - alerte y voltee mi rostro rápidamente esquivándole. Algo que lo enojo más de lo que estaba. - Kakashi, no, perdón. Es que no quiero que nos descubran.

- Iruka, no dejare que te vean ningún poro de la piel. - sonrió nuevamente y volvió a insistir en el beso. Esta vez lo había dejado y si intentara describirles aquello, seria: al principio suave, con timidez, casi como una caricia. Pero después se llenó de intensidad, dejando que sonaran cuando separábamos y juntábamos los labios.

Cuando nos separábamos logre ver sus labios hinchados y ensalivados, su rostro completamente descubierto y su mirada algo diferente a las demás. Mi respiración era agitada mientras la de él era pausada. Volvió a acercase a mi tomándome por el cuello, y volvió a besar, pero esta vez agresivamente, efusivo.

  Separando mis labios e introduciendo su lengua caliente, entro como intrusa a mi cavidad y la recorrió por completo dejándome aturdido por las excelentes sensaciones provocadas. 

- Iruka – dijo casi como un suspiro mientras me miraba ametrallando mis pensamientos. Me sonroje por completo y visualice que ya estábamos en el piso. Nos quedamos observándonos mutuamente y el tiempo se fue volando, los segundos se hacían minutos y los minutos horas. Solo con observarnos y tratar de adivinar nuestros pensamientos.

- Kakashi, yo... - no logre terminar, para agradecerle por lo de antes, ya que había vuelto a robar mis labios dejándome como un cubito de hielo derretido. Volvía a morderlos, pero con lentitud y una cosquilluda lujuria, que ya recorría parte de mis caderas, dejándome sin aliento y con gemidos bajitos coleados. No se podía negar, era un excelente fosforo para lograr prenderme tan rápido. Cuando se separó, nuestros pechos chocaron mientras mi corazón estaba acelerado y como si tartamudeara lograba decir: -Kakashi, quiero más. - Ya no importaba que nos vieran, ahora estaba en sus manos, grandes y huesudas, tocándome por dentro de la ropa. Con sus labios húmedos besando mi cuello y su cuerpo pegado al mío. Mis manos intentaban aferrarse a algo y encontraron su camisa, que fui arrugando mientras el estimulaba mi cuerpo.
- Iruka, ¿te gusta que te toqué así? ¿o prefieres parar? - preguntaba cerca de mi oído, susurrante y seductor. Sus cabellos casi largos fueron tomados por mis manos. Los jale con tanta intensidad que lo hice gruñir, dándole a entender que no era el mejor momento para pensar en parar y sin autorización ninguna le arrebate un beso, pero no fui tan bueno como él ya que a la final termine con timidez y separe nuestros labios.

  Habían vuelto a explotar mis cachetes de un rojo vergonzoso y le mire sonriente, y él con un leve rosado en sus cachetes. Sus manos tomaron mis cabellos y los soltó del moño que llevaba y como si fuera un movimiento mecánico empezó a desatar aquellos botones de mi camisa. - Me gustas tanto. -Dijo y desviando su mirada lo abrace aferrándome a su cuerpo. El lamió el lóbulo de mi oreja haciéndome temblar y continuo de sacar mi camisa.

  Se acomodó y llevo su rostro a mi pecho, y examinándome desde aquel punto sonrío con travesura. Se sintió caliente su lengua, que bajo hasta una de mis tetillas, que lamió también con lentitud, redondeándola y mordiéndolas. Solté casi inaudible unos gemidos mientras tapaba mi boca. Algo que cuando se fijó llevo una de sus manos a las mías para impedir que me callara. Logro que soltara más quejidos mientras mordía mis pezones.

  Mi cuerpo se tornaba frio, y el sentado ahora en mis caderas paseaba sus manos con delicadeza calentando cada lugar. Le miraba fijo, a todo lo que hacía. Parecía pensativo y calculador en lo que intentaba hacer ahora. 

- ¿En qué piensas? - pregunte a los pocos minutos de silencio, y su mirada fue directo a mis ojos sin cambiar. Su rostro serio e irreconocible. Sus pensamientos se adentraron más y me dejaba intrigado. Cuando iba a volver precisamente a preguntarle el respondió, casi ajeno a la pregunta.
- Todavía no has respondido sinceramente a algo. - dijo y me sorprendió, no le había captado a lo que quería hablar y con un gesto respondí. - Iruka tú...-volvió a pensarlo, pero antes de continuar me beso lentamente, pero esta vez con tanto cuidado, como sobrevalorándome y sin cerrar los ojos, como captando cada gesto que hiciera. - ¿Me quieres? - pregunto, y palidecí, tornándome frio como un cubo de hielo, para después renovar el color, a un rojo intenso. No había necesidad de responder después de aquella acción, pero lo hice. Con tono frio y audible.

- No – secamente, ahora era el turno de él, de palidecer por la repuesta. Como robot se paró y arreglo su vestimenta. Saliendo del salón dejándome solo y en silencio. Con el rostro en blanco e inexpresivo. Sin pedir explicación o dejarme continuar. Fue cuando me di cuenta de que dije las cosas mal. Él se había equivocado de respuesta, o de interpretar la respuesta.

  Me voltee y colocándome en posición fetal por unos segundos llore, con la ropa desabotonada. Regañándome por lo que acababa de hacer.

  Pero no quise que esto continuara así, entonces rápidamente me levante y corrí lo más rápido posible persiguiéndole. Sin darme cuenta de tener la camisa desabotonada o dándole la más mínima importancia y cuando lo vi entrando al salón de maestros corrí aún más rápido. Fue en ese momento en el que él entro cuando yo entre y cerré la puerta con seguro. 

  Él se voltio y miro con asombro, con tristeza, mientras yo me acercaba y lo acorralaba en la mesa para besarle. Algo brutal, mordiéndole y cortándole la respiración. Fue justo en ese momento que le abrace y mire directamente a los ojos. 

  No te quiero Kakashi Hatake, ¿y sabes por qué? - dije mientras el interrumpía para callarme, por no querer escuchar aquello, pensando que le rompería el corazón. Pero respiré profundamente y solté de sopetón, con los ojos cerrados fuertemente. - ¡Porque te amo! - me miro con confusión y después de varios minutos sonrió llenándome de besos y abrazos sin descanso. Después nos quedamos viéndonos leyéndonos los pensamientos y sonreímos al mismo tiempo cuando nos sonrojamos mutuamente. - ¿Ahora somos amantes? - pregunte y el agrando la vista como sorprendido y asintió.

- Pues sí, ahora me toca hacerte el amor brutalmente, cariño. - dijo con voz de bufón, bromista y le golpee levemente en el pecho para acallarlo. Aunque resulto que el acallado fui yo. - ¿Terminamos lo que empezamos? - dijo divertido y sin más que responder asentí. 

  El termino por sentarse en la mesa principal mientras me abrazaba y poco a poco me pegaba más a su cuerpo. Nos volvimos a besar, nos comimos mutuamente los labios y jugamos con nuestras lenguas intensamente.

Empezamos a quitarnos la ropa lentamente mientras seguíamos besándonos. Llevé mis manos a la hebilla de su pantalón y empecé a quitarlo, el detuvo mis manos y paro nuestros besos, tratando de controlar la respiración y me miro dudoso. - ¿Seguro? - pregunto y le mire al mismo tiempo que asentí.

 Cuando estaba en su ropa interior le mire de arriba abajo inspeccionando, dudoso a lo que intentaba de hacer. Pero cuando el llevo sus manos a mis cabellos y acaricio las puntas enrollándolo, me embobe y desperté para continuar.
Me arrodille y saque su miembro y sin pensarlo más le masturbe con las manos, para después acercar mi boca, sentí como se estremeció mientras de sus labios soltaba gemidos. -ah – su miembro se calentaba y yo igual y rápidamente lo llevé completamente a mi boca -ahhhr- empecé a imitar penetraciones con el adentro de mi boca, mientras Kakashi movía sus caderas ante la excitación. - ah- llevo sus manos a mis cabellos y empezó a controlarme, lentamente para después aumentar el vaivén.

  Por un momento me detuvo y se levantó de la mesa dándome la vuelta, y rápidamente y sin preparaciones lo introdujo en mí, haciendo que mis pies flaquearan y cayeran mientras temblaban. Él me sostuvo y sin soltarme me besaba el cuello otorgándome caricias. Poco a poco empezó a acostumbrar la entrada y con una de sus manos libre, empezó una masturbación. Fue difícil lograr sostenerme y buscar algo de apoyo. Tampoco lograba acallar mis quejidos entre los gemidos que se hacían más fuertes al pasar del tiempo.

  Unos golpes finales después de varios minutos de penetración lograron que llegáramos al orgasmo, y por si fuera poco terminamos sentados en el suelo. Yo encima de él, abrazados y mirándonos, haciéndonos mimos. 

- Kakashi, ¿Me amas? - pregunte con voz cansada y casi susurrada, el me pego más contra su pecho y beso con lentitud mientras acariciaba mis cabellos, un tanto sudados y revueltos.

- Si...- dijo, y como si fueran las palabras que me hicieran dormir, quede rendido entre sus brazos. Aunque supe que había continuado hablando no pude entender, pero sé que fueron solo palabras bonitas. Mientras sonreía y sentía el calor de su cuerpo, estaba soñando en sus besos y caricias.

FIN~ o////o   

 

http://31.media.tumblr.com/tumblr_l234mbdGSP1qbjz88o1_500.jpg 

Notas finales:

 

¿Les gusto?

¿Continuo escribiendo?

¿Quieres dejarme una opinion?

Si no lo haces, no sabre que te parecio :3

UN ABRAZO PSICOLOGICO, gracias por leer y que tengan un hermoso día, tarde o noche.


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