Karla una chica de 18 años que ha vivido su día a día con una rutina bastante aburrida. Lo único que la hacía sentirse diferente a las demás personas es que es bisexual y eso la hacía sentirse orgullosa de sí misma. Su rutina era ir a la escuela, volver a su casa, hacer sus tareas, ver anime, leer e irse a dormir así pasaron sus primeros 20 años de su vida, hasta que entro a la universidad por lo que nos saltaremos su etapa en la preparatoria porque sería lo mismo en las siguientes partes de la historia así que comenzare la historia el día que entro a la universidad.
Ella desde pequeña soñaba con estudiar Diseño Gráfico pero al momento de ver que sus habilidades no eran las mejores para esa carrera decidió irse por la escritura otra arte que la llenaba y hacía sentir feliz. En su primera clase nada llamo su atención más que una joven de cabello ondulado y castaño, ojos amielados, chaparrita, aquel estereotipo de niña bien de clase alta vestida a la moda, etc. Eso era raro ya que los gustos de Karla solían ser del todo diferentes pero aquella joven simplemente la dejo encantada aunque sabía que era remotamente imposible que se hicieran amigas ya que ella era todo lo contrario a la joven. Ella era alta, pelo oscuro y rizado, ojos cafés y nada le importaba menos que su apariencia así que se le hacía ridícula la sola idea de que aquella joven le hiciera caso por lo que solo entro al salón y busco un lugar para sentarse y como si algo o alguien quisiera que ellas dos se conocieran el único lugar vació era junto a la joven Sudes (Sudes era un adjetivo que había aprendido en algún libro que leyó en el pasado que significaba sujeto desconocido) así que alegremente se sentó a su lado ese día llevaba en manos el libro de El mundo de Sofía lo que hizo que comenzara una plática con Sudes.
- Interesante, pocas personas conozco que han leído o están leyendo ese libro.
- Jeje gracias yo tampoco conozco a muchas personas, ¿tú lo conoces?
- ¡Sí! Es mi libro favorito, lo he leído como 5 veces. – decía Sudes como emoción, se notaba que le alegraba la idea que rápido encontrara a alguien con un gusto similar.
- Genial, también es uno de mis libros favoritos –decía mientras le sonreía a Sudes, no se podía creer lo fácil que le había sido entablar conversación con ella y lo agradable que podía llegar a ser.
- ¡Oh! Por cierto soy Andrea mucho gusto, ¿cómo te llamas tú?
- Yo me llamo Karla, encantada de conocerte.
Y así fue como Sudes obtuvo su nombre. Andrea. Ese día la pasaron hablando entre clases y quedaron de desayunar juntas ya que se había llevado bien y aparte a nadie le gusta comer solo porque lo que las dos aceptaron con gusto. Karla estaba aun más encantada de Andrea ya que ahora no solo le atraía su manera de verse sino que también su manera de pensar. Las dos se parecían bastante pero era más que obvio que a Andrea solo le gustaban los hombres por lo que Karla decidió solo ser su amiga; ya le había pasado antes que le atraía una chica solo que aquella vez no le fue muy bien por lo que se dijo a si misma que nunca se volvería a declarar a otra mujer hasta estar segura que podía existir una posibilidad de que si le gustase. Así pasaron las primeras semanas de clases solo con una amistad que fuera de las apariencias era muy buena ya que las dos se entendían muy bien y se llevaban de la misma manera, era obvio que Karla nunca le quiso decir a Andrea que era bisexual ya que no era necesario aparte en veces era más que obvio hasta que por asares del destino se encontró con una amiga del pasado y a ella se le ocurrió hacer una broma.
- ¡KARLA, HEY KARLA, POR AQUÍ! – gritaba Carmen la amiga más cercana que había tenido Karla y ese día había tenido la idea de irla a visitar a la escuela
- Carmen oh por dios que alegría verte, tenia años que no te veía – era cierto las dos viejas amigas tenían más de dos años de no verse por lo que ambas se encontraban muy felices de verse de nuevo- que haces por acá, que no estabas viviendo en Veracruz.
- Pues sí, lo has dicho vivía pero ahora me regrese para estudiar de nuevo en compañía de viejas caras jajaja y dime ¿al fin tienes novio o novia?… oh hola, porque no me dijiste que estabas con alguien que imprudente
- Perdón tienes razón que tonta soy mira ven te presento a Andrea ella es una amiga de aquí y Andrea ella es Carmen mi mejor amiga de años
- Hola Carmen mucho gusto, eh pero yo creo que mejor me voy para que ustedes puedan platicar tranquilas. Karla nos vemos en clase.
Dicho esto Andrea se fue de la mesa en la que se encontraba hasta poco desayunando y sin darle más importancia Carmen y Karla siguieron platicando hasta que la campana sonó, se despidieron y quedaron de verse otro día para seguir platicando. Cuando Karla entro al salón noto que Andrea se encontraba un poco diferente ahora estaba… ¿triste? O ese le parecía, le pegunto pero Andrea negó que se encontrara diferente así que ambas siguieron con la clase como si nada pasara pero entre las dos amigas se creó un ambiente tenso y evitaron pasar el resto del día juntas.
Andrea evitaba a Karla lo más que pudiera, no se sentaba junto a ella ni platicaba en el cambio de clase lo que hizo que Karla comenzara a sospechar que se había enojado de la llegada de Carmen pero Carmen no había dicho nada fuera de contexto... ahora entendía por qué Andrea la evitaba y si que había sido culpa de Carmen ya que en su manera de decir la cosas no siempre eran las mejores y se le salió la idea de que a Karla le gustaban las mujeres con su comentario de que si al fin tenia novio… o novia, eso era lo que molesto o incomodo a Andrea ya que era lógico que una joven como Andrea aceptara ser amiga de una persona como Karla, no era la primera vez que le pasaba que una persona al enterarse de sus preferencia decidiera alejarse de ella pero la simple acción nunca dejaría de parecerle tonta por lo que decidió ella también alejarse de Andrea poco a poco, pero en realidad Andrea nunca había querido alejarse de Karla y eso se lo demostraría muy pronto. La razón por la que Andrea se había alejado de Karla era porque tenía un secreto que era que ella era lesbiana pero todavía no se convencía a si misma de que esa era su verdad y para decir otra verdad a ella le gustaba Karla, aquella muchacha sin preocupación alguna de su apariencia o del qué dirán la hacía sentirse mejor consigo misma pero el saber que tal vez existía una posibilidad de que a Karla le gustaran las mujeres, eso realmente había alterado su cabeza por lo que mejor decidió alejarse un poco de Karla para poder pensar mejor las cosas y tratar de aclarar sus pensamientos. Así paso una semana en la que ni Andrea buscaba a Karla ni Karla buscaba a Andrea hasta que Andrea decidió enfrentar sus miedos.
- Vamos Andrea es hora de que digas todo lo que tienes que decir – se repetía una vez tras otra como un mantra para que pudiera hablar con Karla.
Después de pensarlo por una semana entera se decidió ir a halar con Karla y preguntarle realmente que significaba lo que Carmen había dicho pero no lo haría entre clase y clase, no, mejor decidió hablar con Karla en un lugar en donde estuvieran solas por lo que al iniciar las clases invito a Karla a comer, como Karla no había hecho nada de lo que arrepentirse acepto ir a comer con Andrea.
A la salida de la universidad las dos jóvenes partieron a un café, Karla lo más tranquila del mundo pero Andrea estaba hecha un manojo de nervios, claro como era de esperarse, después de todo estaba a punto de saber si su amor podía ser correspondido. Pero Karla era un poco mas persuasiva de lo que parecía así ella fue quien inicio la conversación.
- Y bien, dime para que me quieres llevar a comer su llevas toda una semana evitándome, ¿no crees que es un poco extraño?
- E-eh si, si cierto pero tengo algo que preguntarte y no quiero hacerlo en la escuela
- Eso sobre lo que dijo Carmen la otra vez ¿cierto? Sobre que si me gustan las mujeres ¿o me equivoco?
- ¡EH! Co-como lo supiste.
- No sé, será porque lo dijo te fuiste y me evitaste el resto de la semana – decía al mismo tiempo que se paraba en seco para poder seguir la charla frente a frente –. Andrea no soy tonta y no es la primera vez que me pasa e…
- ¿Espera ósea que si te gustan las mujeres?
- Si pero ya veo que eso te incomoda así que mejor me voy ya encontraremos alguien más con quien comer en la universidad. Adiós.
- No espera, eso no me molesta, eso solo que me sorprendió y… - se quedo callada lo que ocasiono que sin decir una palabra más Karla se diera la vuelta y poco a poco se alejara de Andrea dejando sola con sus pensamientos y un nudo en la garganta que con mas que quería no podía deshacer pero al darse cuenta de que Karla se marchaba y esta vez con la intención de no volver a dirigirle la palabra se voltio y le grito – ¡ME GUSTAS! Eso es lo que tenía que decirte ¡KARLA, ME GUSTAS!
Al escuchar eso Karla se paró en seco, acaso había escuchado bien, no, no, eso era una broma ya que era imposible que a una niña como Andrea le gustara otra mujer pero esta vez estaba más que segura que no había escuchado mal; lo que sus odios escucharon fue la voz de Andrea gritándole que le gustaba y eso la dejo en shock, acaso podía ser posible que su amor fuera correspondido o simplemente era una mala broma de parte de Andrea, al no saber eso se regreso hacía donde se encontraba ella y la tomo un brazo y la llevo a un parque que se encontraba solo a excepción de una pareja pero estaban tan metidos en su plática que no les prestarían atención y una vez que Karla se dio cuenta de que se encontraban lejos de las miradas de todas las personas presentes se pudo frente a Andrea la tomo de los brazos y junto sus labios para poder besar a Andrea. Fue un beso muy corto solo para probar la reacción de aquella muchacha que hace poco se acababa de confesar y para la sorpresa de Karla después de separar sus labios y ver que sucedía ahora Andrea fue la que junto sus labios con los de Karla pero esta vez en un beso más profundo, un beso que dejo aun mas sorprendida a Karla. Era verdad, su amor correspondió era verdad y nada la podía hacer más feliz en ese momento, por lo que le pregunto a Andrea sobre un poco de todo, se quedaron platicando el resto del día en aquel parque, platicaron de cómo se había gustado mutuamente y el momento en el que se habían dado cuenta, de que las dos estaba seguras de empezar una relación. Ellas estaba seguras del amor que se sentían mutuamente así que su relación paso por los primeros 3 meses a la perfección, todo sus amigos lo habían aceptado y las apoyaban y eso les causaba bienestar.
Pero los problemas empezaron cuando su relación de ya casi un año se vio en la obligación de decírsela a sus familias, por parte de la familia de Karla no hubo problemas ya que desde más joven Karla había hablado con su familia sobre sus preferencias así que apoyaron la relación pero por parte de la familia de Andrea era otra cosa ya que era una familia muy conservadora y no aceptaban las relaciones entre personas del mismo sexo por lo que hicieron todo lo posible para que la relación de su hija se viera en la necesidad de acabar, pero como sería no estar juntas como pareja después de casa 2 años y medio de relación, de verse a diario y actuar como si nada pasara, había que admitir que las jóvenes no querían separarse, no ahora pero la circunstancia las obligaban a ya no poder estar juntas y la cereza del pastel desastroso que resulto la noticia en la familia de Andrea fue que a Andrea poco después de terminar su relación con Karla sus padres la cambiaron de escuela, o al menos eso fue lo que le dijeron a Karla.