Era una tarde fría, algo melancólico, digna de una despedida, Kim YongWoon estaba en el asiento trasero escuchando música, miraba por la ventana cómo el lugar donde había pasado la mayor parte de su vida quedaba atrás. A su lado su hermano Kim JongWoon se había quedado completamente dormido.
Miraba cómo el habitual paisaje rural empezaba a tornarse más urbano, cada vez los edificios eran más grandes y modernos, los árboles más escasos y las multitudes crecían
-Omma ¿falta mucho?
-Sólo unos veinte minutos-contestó ella al volante-mejor sigue el ejemplo de tu hermano y duerme.
YongWoon dio un último vistazo al ambiente donde empezaría a vivir y se quedó dormido.
Estaba en el local de comida rápida donde trabajaba cuando su hermano llegó corriendo.
-Kangin-como solía apodarlo-Appa está...
Se despertó súbitamente al oír la voz de su mamá.
-Chicos, despierten, ya llegamos.
Ambos se bajaron del auto, más dormidos que despiertos.
Estaban frente a la enorme casa de sus tíos, de dos plantas, blanca, con un gran jardín y un balcón algo grande en la segunda planta.
Su tía salió corriendo y abrazó a su mamá, mientras su tío seguía en la puerta, les sonrió y los saludo.
-Hola ¿Cómo han estado?
-Bien gracias ¿Y ustedes?
-No podemos quejarnos.
Detrás de él apareció su primo Heechul.
-Chicos, ¿todo bien?
Kangin sintió un nudo en su garganta cuando oyó esa pregunta.
-Sí-contestó como en susurro.
Su hermano solo asintió pero en sus ojos se reflejaba la misma tristeza que él sentía.
En cambio su primo sonrió.
-Todo mejorará-dijo y les dio un abrazo.
Después se les acercó su tía que empezó a llenarlos de besos y frases como "cuánto han crecido". "Kangin, ya te pusiste más fuerte", "Yesung deberías quitarte el fleco de la cara". Kangin era el apodo de YongWoon y Yesung el de su hermano JongWoon.
Después cenaron para finalmente ir a dormir, estaban bastante nerviosos pues sería su primer día de clases en su nueva escuela.
-No tienen de que preocuparse, yo soy uno de los más populares, los aceptarán de inmediato cuando sepan que son mis primos.- comentó su primo mientras se acomodaban en su habitación---Ah, como sea-suspiró-no vayan a romper nada, ya les dije su cama es esa- señalo una litera en el fondo pegada a la pared y pueden usar este lado del armario. Señaló el lado derecho.
La habitación de su primo era enorme como el resto de la casa, las dos camas cabían perfectamente, y el armario abarcaba prácticamente toda la pared, sus camas estaban divididas por un gran ventanal que era la entrada al balcón y a los pies de cada cama estaba un escritorio.
-Y pues bueno, buenas noches.
Dicho esto se recostó en su cama y se durmió, Yesung y Kangin hicieron lo mismo.
Al día siguiente caminaban por los pasillos de su nueva escuela, su primo caminaba al frente, con el uniforme puesto de manera “cool”, todos los miraban y saludaban al chico que se detuvo en seco.
-Ellos son mis primos, vienen desde Uijeongbu por favor trátenlos bien.
Y de repente estaban rodeados de un montón de chicos y chicas que les hacían cientos de preguntas.
Hasta que sonó la campana y cada quién entró a sus respectivos salones.
Los hermanos Kim caminaron al suyo, abrieron la puerta y una maestra con una sonrisa y un grupo curioso los recibió.
-Chicos les presento a Kim YongWoon y Kim JongWoon, sus nuevos compañeros, por favor tomen asiento-dio señalando dos lugares vacíos al fondo de la habitación.
-Bien como les decía…-comenzó la profesora cuando un chico castaño entró brincando.
-¡Profesora!-comenzó a decir-llegué tarde…perdón…la psicóloga quería verme rápido.
-Sí no hay problema, hay dos nuevos estudiantes, se sentarán junto a ti.
El chico los volteó a ver y sonrió.
-¡Hola! Soy Lee Sungmin-y corrió para darles un abrazo.
-Son primos de Heechul-le dijo un chico regordete que estaba frente a ellos.
-¡De Heechul-ah!-y empezó a abrazarlos más fuerte.
El chico regordete abrazó a Sungmin y lo separó de los chicos.
-Ven ya empezó la clase.
-Shindong, te quiero mucho, eres mi mejor amigo.
Shindong les dio una sonrisa y lo sentó, todo el salón miraba sus libretas como tratando de evitar la escena y la maestra lo miraba melancólicamente, Sungmin seguía feliz, exageradamente feliz.
-Bien comencemos…-dijo la maestra.
Kangin no podía dejar de mirar a Sungmin a su lado, de repente se reía o empezaba a mover los pies y las manos como ansioso o hacía pucheros, parecía un niño que había comido un montón de dulces. Volteó a ver a su hermano que miraba distraído la ventana, así era él, callado y siempre en su mundo.
A la hora del almuerzo caminaron a la cafetería, Sungmin seguía dando brincos y preguntándoles un montón de cosas tan rápido que no dejaba que ellos le contestaran, Shindong iba detrás con una chica.
-¡Nari! ¿Viniste a ver a Shindong?-comenzó a decir cuando vio a la chica- No es justo porque entonces ya no me hace caso y sólo está contigo, es porque son novios por eso te hace más caso, si yo fuera su novio me haría caso ¿Yongwoon-ah tienes novia o novio? ¿Y tú Jongwoon? ¡Miren ahí está Heechul Hyug! ¡Hyung!-dijo y corrió a abrazar al chico.
-Hola-dijo Heechul correspondiendo el abrazo.
-Tus primos me caen bien son muy agradables.
-Qué bueno, ven vamos a comer.
Caminaron a la cafetería, Sungmin seguía brincando y hablando, se sentaron y empezaron el almuerzo que les preparó su madre, Shindong, Nari y Heechul fueron a comprar algo, Sungmin seguía viéndolos con una sonrisa.
-¿No comerás?
-Oh sí, ahorita.
Y un chico más pequeño se acercó a ellos.
-Hyung, tu almuerzo-dijo dándole una bolsa.
-Gracias Sungjin eres un buen hermano ¿te quieres sentar? Son los primos de Heechul-hyung Kim YongWoon y Kim JongWoon.
-Ah un placer Soy Lee Sungjin-dijo el muchacho haciendo una reverencia-Hyung no te preocupes, prefiero comer afuera.
Sungmin asintió, Kangin iba a empezar a comer cuando Sungjin se le acercó al oído.
-Cuando llegué Heechul-hyung, dáselo-le decía dándole una servilleta hecha bolita con algo dentro-Nos vemos.
Sungmin empezó a devorar su sándwich y Heechul llegó junto con los demás.
-Dios mío, la fila estaba eterna-dijo y se sentó, seguido de los otros.
-Hyung, el hermano de Sungmin me dio esto-dijo y le dio la servilleta.
Heechul la tomó y miró a Kangin con una sonrisa melancólica.
-Pequeño, ten es hora de tu medicina.
Sungmin tomó las pastillas y las miró por un rato.
-Vamos Min, si no te las tomas te volverás a poner mal-le decía Shindong, de repente toda la cafetería había quedado en silencio y los miraban como esperando la reacción de Sungmin, se sentía tensión en el ambiente algo que puso nerviosos a los nuevos estudiantes.
-Pero no me gustan.
-Sungminnie-murmuró Nari-por favor, no queremos volver a verte mal.
Sungmin miró a todos y se tragó las pastillas con un poco de leche de fresa.
Después de eso todo el ambiente se relajó y cada quién volvió a sus asuntos.
El resto del día pasó sin novedades, Sungmin seguía inquieto en su lugar y Shindong seguía mirándolo con preocupación.
-Bien es todo por hoy-dijo el profesor de matemáticas-pueden ir a casa.
Esperaron a su primo afuera. El sol ya estaba prácticamente escondido.
-Tienen dos opciones: irse ahora y probablemente perderse o acompañarme-dijo viendo su celular.
-Hyung, tenemos tarea-protestó Kangin.
-Es que realmente tengo que arreglar esto.
-Bien vamos-dijo un Yesung molesto.
Caminaron hasta una zona bastante bonita, las casas tenían el estilo tradicional coreano pero eran enormes. Entraron a una donde una viejita los recibió.
-Heechul-ah, gracias por venir, lamento haberte molestado pero hoy él está realmente mal.
-No se preocupe Ajuma para eso estamos los amigos, ellos son mis primos-Dijo presentando a los chicos que inmediatamente hicieron una reverencia.
-Mucho gusto yo soy Kim JaeHwa -y entonces se oyó un gemido.-Ah contraté a un nuevo chico que aceptó ayudarme con él pero cuando se lo presenté se puso mal de nuevo.
La viejita había empezado a bajar cada vez más la voz y su voz se quebraba.
-No se preocupe, ya lo arreglo-Entonces les hizo señas a sus primos de que lo siguieran.
Subieron a la segunda planta donde frente a una puerta había un chico pálido y asustado de pelo castaño, con un plato de comida en sus manos.
-¿Tú eres el nuevo?-le preguntó Heechul apenas lo vio.
Este dio un brinquito del susto y asintió.
-No te preocupes ya lo calmo.
Heechul se acercó a la puerta que el chico veía.
-Wookie, abre, soy Heechul.
-¡Vete!-gritó.
-¿Qué pasa pequeño? Abre, sino, no te podré ayudar.
Pero no se oía nada.
-Wookie, por favor.
Más silencio, la viejita subió, parecía que le faltaba poco para llorar.
-Ajuma, por favor, préstame la llave.
La viejita con manos temblorosas le acercó la llave y finalmente Heechul abrió la puerta. Al parecer quien estaba dentro había tratado inútilmente de atrancar la puerta pues después de unos empujones esta cedió.
Al entrar se encontraron con un cuarto totalmente desordenado y un chico hecho bolita en un rincón tapado con una sábana.
-Wookie.
-Vete-susurró.
-Ya te había dicho que tenías que comer.
-No...Hyung...él vino...él...mi abuela preparó kimchi, a él le gustaba mucho el kimchi ¿recuerdas?...no podía porque él quería, no quiero comer hyung...engordaré...él dijo que estaba gordo...lo estoy, por eso no puedo comer.
-Bien eso lo entiendo pero ¿para qué cerraste la puerta?
-El chico nuevo, no quería que me viera.
-¿Por?- Heechul se estaba cercando hasta prácticamente quedar frente al chico, y le había comenzado a quitar la sábana, éste estaba bastante flaco, tenía los labios partidos y los ojos rodeados por unas enormes ojeras.
-Porque...-pero el chico empezó a mirar la habitación como buscando la respuesta entre el desorden, después miró a su abuela, al chico nuevo y finalmente a los hermanos.
-¿Quiénes son?-preguntó con miedo alejándose de Heechul.
-Mis primos, Kim YongWoon y Kim JongWoon.
-Ah, es verdad me dijiste que vendrían-se levantó y se acercó a ellos-mi nombre es Kim RyeoWook-dijo e hizo una reverencia.
-Wookie tienes que comer.
Pero el chico negó.
-Vamos hazlo por las buenas- Pero el chico volvió a negar y corrió de nuevo a su rincón.
-Ok-dijo Heechul con molestia.-Chico nuevo ¿cómo de llamas?
-Lee...HyukJae, pero pueden llamarme Eunhyuk.
-Sí, como sea, tú y Kangin agárrenlo, Yesung tú y yo lo alimentaremos. No te preocupes Ajuma, comerá hoy.
La viejita asintió.
-Yesung tápale la boca y la nariz hasta que lo trague-le susurró-¡Ahora!-gritó y Kangin y Eunhyuk empezaron a correr tras Ryeowook que terminó resbalándose con una de las prendas que estaban en el piso. Lo abrazaron para mantenerlo quieto pero este empezó a patear, Eunhyuk lo agarró de los brazos y Kangin de las piernas, ya inmóvil Heechul se acercó con el plato de comida y Yesung atrás, miraba al chico que parecía bastante asustado, como si comer fuese una tortura.
-¡No Hyung! Por favor hoy no, te lo suplico.-comenzó a decir entre sollozos.
-Lo siento, pero es por tu bien-dijo y le metió un bocado en la boca, inmediatamente Yesung le tapó la nariz y la boca. Sentía como el pequeño trataba de escupir, sus manos estaban húmedas por la comida y por las lágrimas; hasta que finalmente desistió y lo tragó, Yesung lo soltó y éste volvió a gritar y llorar más fuerte.
Y así entre gritos, patadas y sollozos Ryeowook se terminó el plato de kimchi que le había preparado su abuela.
Se había acurrucado en el piso y seguía sollozando.
-Nos vemos luego pequeño-le decía Heechul mientras lo levantaba-Por favor, haz el esfuerzo, no lo vayas a vomitar.
El chico asintió levantándose y entre sollozos abrazó a Heechul.
Luego con ayuda de Heechul se cambió y se acostó y llegó la viejita con un trapo y le limpió la cara a su nieto, que poco a poco se quedaba dormido.
-Eunhyuk, ¿podrías limpiar todo este desorden?
El chico asintió y fue a buscar los materiales de limpieza, después de todo para eso lo habían contratado.
Ya cuando se aseguraron de que el menor se había quedado totalmente dormido, bajaron a cenar, dejando solo a Ryeowook y Eunhyk en la habitación.
-Bien ajuma, nos retiramos-decía Heechul cuando ya se habían limpiado los restos de comida que les habían quedado.
-Seguros ¿no se quieren quedar a cenar?
-No, gracias, ellos tienen tarea, no me gustaría que empezaran mal por culpa.
-Ya, veo, solo deja te doy algo para llevar ¿sí?-Apenas terminaba de hablar cuando ya iba camino a la cocina.
Heechul se sentó y Kangin lo imitó, en cambio Yesung caminó a un librero donde habían varias fotos, se quedó observando una, era Ryeowook más pequeño y gordito, en un columpio, traía varios vendajes pero a pesar de eso se veía feliz y al lado una que lo sorprendió bastante, parecía algo reciente, el Ryeowook que acababa de conocer pero más regordete y feliz, a su lado izquierdo Heechul con una sonrisa arrogante que solía darle ese aire de engreído, del lado derecho de Ryewook…
-¿Sungmin?-se veía menos ansioso y estaba haciendo un tierno puchero, pero todavía más extraño había un brazo rodeando el hombro de Sungmin, daba la impresión de que la habían recortado.
-Hyung, ¿por qué está así esta foto?-preguntó lo que hizo que el mayor dejara de jugar con su celular.
-Porque trae malos recuerdos, dolorosos, se rompió nuestra amistad y dejo muy mal tanto a Min como a Wookie.
-Ah debió de haber sido una persona terrible.
-Al contrario, era amable, quizá demasiado, no me gusta hablar de ello.
-Por cierto ¿cómo está Minnie?-le preguntó la abuela mientras regresaba con varios recipientes con comida.
-Feliz-dijo con cierto tono de sarcasmo.
-Ya veo-dijo dándoles la comida- cuídalo mucho, no pueden estar drogándolo toda su vida.
-Su mamá tampoco está muy de acuerdo pero supongo que es mejor a que haga otras estupideces.
Ella asintió y así concluyó la visita. Yesung y Kangin estaban confundidos, algo había pasado, algo grave lo suficiente como para que al dormir su orgulloso primo sollozara en silencio fingiendo, como de costumbre, que estaba bien.