Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Toxic glass por Aomame

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Toxic glass

Descubrimiento.

Arrogante y miserable hombre, tú que miras de frente pretendiendo indiferencia, a ti, te he descubierto. Te he atrapado infraganti. No, no eres fuerte. No, no eres valiente. Eres todo lo contrario, débil y temeroso te escondes detrás de esa mascara tuya. Detrás del flemático titulo que ostentas.

Conde Von Lahnstein se quebró tu mascara frente a mí. Te mostraste tal cuál eres. Frágil y doloroso caíste en mis manos y  evite que te rompieras. O quizás te hice trizas.

El resultado de mi intervención es algo que me gustaría saber ahora.

Aquí sentado en este sillón, pienso en ti. Aquí mientras él me enjuicia de nuevo, yo recuerdo tus palabras. Aquí mientras él se niega a mirarme directamente a los ojos, los tuyos no se apartan de mi mente.

Y es que él, Olli, sigue presente, muy presente. Pero al mismo tiempo, muy lejano. Casi como un desconocido. Sí, eso parece. Ya no lo conozco. Y eso, eso me duele.

Él no me mira, pero no hace falta. Puedo imaginarlo, me reclama en silencio; curiosamente, a diferencia de otras veces, estoy tranquilo. Me siento sin culpa, inocente… dentro de lo que cabe, claro.

–Christian–me llama.

Cuanto amé mi nombre en sus labios, cuanto soñaba con su voz susurrando a mi oído.

–¿por qué…?

¿Por qué? Eso debería preguntar yo. “¿Por qué, Olli? ¿Por qué dejaste de quererme? ¿Por qué tienes que irte de mi vida? ¿Por qué, cuando yo te amo tanto?” Eso debería de preguntar, pero no lo hago.

–Porqué quise–le contesto antes de que termine su pregunta.

Sus ojos, esos ojos que me parecían la cosa más hermosa del mundo, me miraron por un instante. Luego regresaron a su posición original, esa donde me ignoraban, sin hacerlo realmente.

–¿Por qué tú puedes y yo no?–le pregunto.

Ahora si he ganado su atención.

–No es lo mismo.

–¿por qué no?

–Porqué para ti es una aventura.

–¿estás seguro?

Su ceño se frunce, sus ojos me miran confusos. No, no está seguro. ¿Y te digo algo? Yo tampoco. Tengo una especie de nudo dentro de mi cabeza; y por más que tiro de los extremos del hilo sólo logro hacer el nudo más compacto, más difícil de deshacer.

Olli es el hombre… el único hombre que he amado. Te lo dije ayer, te lo reitero ahora. Antes de él mi corazón perteneció a dos mujeres maravillosas. De verdad que lo eran.  Mis infidelidades siempre han sido con chicas; eso significa que me gustan, que no han dejado de atraerme. Es sólo que Olli se convirtió en mi todo, al grado en el que incluso, pensé que no habría nadie más.

Para Olli lo que pasó es un desliz más mío. Algo que no tiene importancia por qué no hay amor de por medio. Piensa que lo suyo con ese tipo es más congruente, más valido, más justificable porque hay sentimientos de por medio.

¿Y si se lo digo? ¿Y si le digo que en mi caso también hay sentimientos de por medio? ¿Tú qué opinas? ¿Se lo digo? ¿Eh, Tristán?

 

Sigo pensando en ti sentado en este sillón con él a mi lado. Siento que estoy abrazando el aire, a ti y a él al mismo tiempo. Pero es a ti a quién quiero ver en este instante.

Tú, mi nuevo descubrimiento, también has logrado ver a través de mis ojos. Esos ojos en  los que la gente piensa que no hay más. Sólo Christian Mann, un hombre malo que oculta siempre su dolor cerrando los puños, y que se traga su ira.

Sí, soy todo eso, pero hay más. Tengo sueños, anhelos que no son vacios, que también se tambalean en una cuerda floja. También tengo miedo, también amo, y me confundo. Las personas no entienden, no saben lo que es tener estos sentimientos, te culpo por ellos. Y te culpo porque al quebrarse tu máscara, quede vulnerable a tu verdadera mirada.

Te destrocé quizás, ¿pero qué has hecho tú conmigo? No menos, no más. Nos destrozamos juntos, y quizás nos construyamos juntos. Estoy aventurando suposiciones, es cierto. No puedo evitarlo, me gusta pensar, imaginar en lo que vendrá, en lo que puede ser.

–No juegues–dice él arrancándome de mis pensamientos sobre ti.

–No juego–le replico. Sonrío y me acomodo en el sillón–Encontré un hermoso desastre.

Un desastre, un hombre que tenía los mismos sentimientos enredados que yo, la misma tristeza en la mirada. Eras un desastre cuando te vi anoche.

Camisa desfajada, corbata desarreglada, ojos lloros, manos temblorosas… Justo ahí eras sólo tú mismo, tú en tu miseria, solo, triste y loco. Sobre todo loco.

 Cuando me acerqué no pensaba en realidad. No quería más que a alguien con quien tomar unas copas. Nunca me has caído bien, te has metido con mis amigos más de la cuenta, eres mujeriego y altanero. Te importa un bledo cuando lastimas a las personas, te mueves astutamente en tu círculo de nobleza y sacas el máximo provecho de lo que puedes. No tienes moral ni valores. Me fastidiabas, pero aprendí a tolerarte.

Sin embargo, todo eso era una fachada, pura pintura blanca para cubrir quien eres. En realidad eres cristal cortado, tu corazón y tu mente son quebradizos. Cualquier movimiento en falso y se harán añicos. Ayer lo descubrí, a ese tú que baila sobre el agua esperando que la tensión superficial no se rompa para no caer y hundirse. Finges para sobrevivir. Loable, pero innecesario.

Anoche gritabas, maldecías y parecías hablar con alguien más que no era yo. Cuando mis manos te alcanzaron te detuviste, es curioso, cuando me miraste cambio algo dentro de tus pupilas, y lloraste. Y entonces te vi por primera vez en realidad.

Me voy dando cuenta, comienzas a gustarme. Dices que yo soy un “príncipe encantador” pero tú, tú eres un mago y me encantas. Comienzo a caer por ti como si fueras un remolino. Mierda, cayendo por ti… ¿Quién lo diría eh? Yo también soy un desastre, basta que te asomes un poco en mi corazón para que descubras su estado de desorientación.

–¿un desastre?– Me interrumpe él.

Suspiro y lo miro.

–uno hermoso– le repito.

Tengo que irme, más bien ya no quiero estar ahí, sentado en ese sillón con él a mi lado. No tenemos nada que decirnos, no tenemos nada que salvar. Si lo amo o él me ama, eso ahora queda de lado. Quiero escapar, quiero refugiarme en otro lado, donde el dolor no me alcance, donde simplemente no duela.

Quiero verte.

Me levantó, me estiro. Él me mira, él suspira también.

–Me voy–le digo.

–¿A dónde?

–Lejos.

A donde no conozca a nadie.

Notas finales:

Wola! los saludo en nombre de Siana tambien. Espero que les haya gustado.

El capitulo hace referencia a la canción Behind blue eyes by The Who

Hasta la proxima!

                                      continuará...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).