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¿Recuerdas? por mitsuki13701

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Notas del capitulo:

Sé que no he actualizado en mucho... pero tuve que volver a clases y mis profes son una gran molestia... además estoy muy agripada...

 

Pero bueno, después de un largo tiempo pude volver a pegarme a la computadora a escribir mis amados fanfics...

 

Gracias a las personas que me apoyan con este fic, los amo!!!, espero que me sigan apoyando en este y en otros proyectos venideros. Sin más a leer.

 

Por cierto, perdón por las faltas de ortografía!!! :C hago lo que puedo.

 

 

 

-Y no me vas a invitar a pasar Sasu?- dijo con sorna.

-Pues sabes que no, ya me causaste demasiados problemas en la universidad- pronunció molesto.

 

La mujer lo miraba entre divertida y molesta, en sus ojos se notaba una chispa de picardía y una tremenda maldad.

 

Le tomó de las manos con fuerza, pero no duró mucho, el azabache se liberó de un tirón y la miró con frialdad.

 

La morena se acercaba peligrosamente y  de un salto se le colgó del cuello. Se le acercó al oído.

 

-Vamos Sasu, no hay por qué preocuparse-le susurró insinuante.

 

Con molestia el moreno intentó alejar a la mujer con sutileza. Y cuando ya estuvo alejada a una distancia considerable la miró con desprecio.

 

-Ya fue suficiente, vete Matsu no quiero problemas con tu esposo- en su voz se notaban las ganas que tenía de matar a la morena que tenía en frente.

 

La mujer se enfadó.

 

-Sasuke no te hagas de rogar, sé que te gusto y tú me gustas-

 

Acorraló a Sasuke en la pared mientras lo miraba desafiante.

 

Sasuke empezó a sudar, “No por favor, no necesito más problemas y no puedo ser grosero, conociéndola como la conozco me va armar un show y posiblemente pase en la cárcel más tiempo que la vez pasada. Y ahora no tengo tiempo, ¿qué hago?”  Pensaba el Uchiha mientras intentaba en vano alejar a esa mujer, y es que ella tenía una fuerza tremenda.

 

La morena se acercaba lenta y seductoramente a los rojos labios de Sasuke mientras rozaba con su mano derecha el níveo rostro. Dirigió sus ojos violetas a las orbes ónix que tenía en frente, la miraban entre molestas y asustadas, no puedo evitar el soltar una leve carcajada por ver al engreído Sasuke Uchiha con temor.

 

Estuvo a punto de roza esos labios carmín.

 

-¡¡¡¡¿Qué demonios crees que haces Sasuke Uchiha?!!!-

 

 

 

 

 

 

¿?

 

-¿Quién es la clienta?- preguntó una mujer de cabello azul mientras sostenía una fotografía.

 

En la oscuridad de la habitación hizo su aparición un hombre alto.

 

-Karin Uzumaki, la sobrina de Kushina y Minato- dijo mientas sonreía macabramente.

 

La peli-azul miró a la ventana y sonrió.

 

-No sonrías así que sólo tenemos que darle información, no su cabeza-

 

La sonrisa del hombre se desvaneció y en su lugar se formó una mueca que identificaba incomodidad.

 

-Puede que después de eso nos pida su cabeza- aseguró una voz en las sombras.

 

-Yo creo que debemos ir con cuidado- susurró otra voz.

 

La mujer se levantó y caminó al centro dela oscuridad.

 

-Déjenmelo a mí, pero recuerden que nosotros no somos asesinos, sólo estamos aquí para buscar venganza- dijo con seguridad y tranquilidad.

-Siempre tan directa Konan- dijo una voz más lejana que las demás, pero era única y ella la reconocía aquí y en la china.

 

La mujer sonrió con sorpresa e ironía.

 

-Miren nada más, nuestra rubia enamorada ha vuelto al juego- dijo en tono desafiante.

-¿Qué pasa bella? ¿Tienes miedo de ya no ser más la princesita de esta casa? Tranquila nena, no vine a pelear, vine por lo mismo que están todos aquí. Venganza- siseó con molestia y burla.

-Por lo menos yo sí soy hembra…-replicó desafiante.

-¡Ya basta!- interrumpió otra voz desde la puerta.

 

Todos giraron adónde provenía la voz. Un pelirrojo de cabello medio se dejaba ver por las bellas luces artificiales de la ciudad.

 

-Genial, ahora que sigue, ¿otro espécimen de sexo dudoso?- ironizó.

-Basta Konan. Deidara y Nagato pasen por favor-

-Tú siempre tan gentil Pain, por eso eres un amor- dijo sonriente el rubio mientras encendía la luz.

Habían 6 hombres sentados en lo que se suponía sería una sala de estar.  La mujer estaba parada cerca de una mesa y un hombre más estaba al frente de ella.

-Sasori, Kisame, Hidan, Kakuzu, Zetsu, Tobi ¡qué alegría verlos!-exclamó el rubio mientras entraba de prisa a la sala y se ponía en frente de todos sus compañeros antes mencionados.

 

Un pelinegro enmascarado fue el primero en recibirlo.

 

Se le tiró encima y empezó a frotar su máscara con el rostro del rubio.

 

-Tobi extrañó a Dei-chan, Tobi está feliz de volver a ver a Dei-chan- aclamó el moreno.

-Jaja,ya basta Tobi, quítate de encima- rió.

 

Después de un rato de mimos por parte del moreno se separaron y el rubio siguió saludando a sus amigos. Hasta que llegó al frente de un pelirrojo indiferente.

 

Agachó la mirada.

 

-Hola danna, te extrañé-murmuró con voz lastimera.

 

El pelirrojo lo miró por un rato y una leve sonrisa se dibujó en su rostro. El rubio solía sacarle esa clase de sonrisas muy seguido.

 

- Dei, también te extrañé- susurró.

 

El rubio al verse correspondido brincó a los brazos del pelirrojo y lo apretó contra sí mismo mientras las lágrimas descendían por sus mejillas.

 

El pelirrojo correspondió al tacto con menor efusividad pero con la misma emoción. Cariño.

 

Mientras en ese lugar el amor era expandido por todos, en el escritorio de la peli-azul estaban tres personas, el ambiente era sumamente tenso.

La primera en hablar fue la mujer.

 

-Yo creo que ustedes tienen mucho de qué hablar, por eso me voy- dijo y así lo hizo, después de asesinar con la mirada a Deidara salió de la casa.

 

Ambos varones la siguieron con la mirada hasta que la perdieron de vista

-Yo…-murmuró el peli-naranja.

-No debes dar explicaciones Yahiko, es tu vida.- dijo el pelirrojo mientras se metía a la cocina.

 

Pain no lo pensó dos veces y lo siguió.

 

-Nagato, necesito hablar contigo-

 

Sus palabras fueron ignoradas mientras el nombrado buscaba con que hacer la cena, que suponía que no habían comido en días.

-Nagato escúchame… Yo…- insistió

- No creo que tengas algo más que decir. Tú la elegiste a ella y yo no te juzgo por eso.- el tono de su voz era neutral y eso molestó y entristeció a Pain, era como si ya no le interesara lo que pasara con él de solo pensarlo su enfado incrementó.   

El peli-naranja en un impulso saltó hasta donde estaba el oji-violeta, levantó ese rostro sin expresión y acortó distancias. Lo besó.

 

 

 

 

 

 

Naruto

 

Neji y Hinata lo habían invitado a cenar y él gustoso aceptó pero se sentía un poco raro. La niña que decía llamarse Hanabi no dejaba de mirarlo.    

 

 En el camino a casa de Hinata nadie pronunció palabra. Neji estaba muy concentrado en que iba a hacer para la cena, Hinata en como disimular la desgracia en que se convirtió su departamento, Hanabi mirado a Naruto y este mirando hacia otro lado, mientras revisaba con el rabillo del ojo a la azabache pequeña.

 

Estaban muy callados hasta que empezó a sonar un teléfono.

 

-¿Hola?-

-Hinata, necesito que vengas rápido, es importante, estoy en mi casa, adiós-

Fin de la llamada- anunció la operadora.

-Qué raro- murmuró.

-¿Quién era Hina?-preguntó Naruto.

 

La nombrada revisó en sus contactos y era… Anko. Ella sabía que a Neji no le caía nada bien esa mujer, es más, le caía como patada en la entrepierna y por eso era muy arriesgado nombrar a Anko frente al azabache, de solo pensarlo se estremeció, seguro que le hacía una escenita inoportuna.

 

-Jaja, esteee… -Sonrió nerviosa.

-¿Y bien?- insistió Neji.

-Esteee… era… una amiga y me pidió que nos veamos- se alejó un poco- y pues ya me voy- se dio la vuelta y se fue corriendo.

 

Los varones la siguieron con la vista hasta que se perdió al virar en la esquina.

 

-Últimamente está así de rara-

-¿Te preocupa?-

-Más de lo que debería. Pero ya qué, vamos a casa. Estaba pensando en hacer Ramen para la cena, ¿qué dices Naru?-

-Vale, cenaremos ramen- sonrió- gracias Neji.

-Vale-correspondió la sonrisa.

 

La azabache estaba muy concentrada gravando la imagen del rubio sonriendo que no notó que en su camino estaba una gran piedra, tropezó y estaba a punto de tocar el pavimento pero…

 

 

 

 

 

 

 

Sakura.

 

Después de pasar  llorando por un par de horas se levantó de su cama y se dirigió al baño. Al entrar cerró la puerta y tambaleándose llegó al espejo, tenía los ojos rojos e hinchados, su deplorable imagen le daba pena. Acarició su cabello enredado y descendió lentamente hasta su mejilla, con su pulgar acarició sus labios, por un momento imaginó a una persona desconocida hacerlo, se sumió en su sueño.

 

Era una mujer, alta y de cabello largo alborotado, solo veía su silueta. Una sonrisa se dibujó en sus labios.

 

Su mano descendió hasta su cuello y vio a la extraña silueta acercarse más a ella, le besaba en la mejilla, luego en el cuello. El calor imaginario se extendió hasta sus huesos, se habría paso por todas las heridas y las sanaba. Era el sueño que más amaba, el que más añoraba.

 

-Sakura!!-

 

Ese grito la volvió a la realidad, dio un pequeño brinquito y abrió sus ojos.

 

Estaba en su baño, mirándose al espejo. Una sonrisa sin ganas se dibujó en sus labios.

 

-¿Será que no merezco ser feliz?-se preguntó a si misma mientas cruzaba la puerta rosa pálido y se dirigía a su armario blanco.

 

Tomó lentes de sol negros y maquillaje, empezó a cubrir lentamente sus ruborizadas mejillas, suspiró abatida y se echó en su cama.

 

Sus músculos se aflojaron y sintió algo de tranquilidad mientas ponía su mente en blanco.

 

Palpó con sus manos en la cama y encontró su I-phone, lo tomó y se puso los audífonos en los oídos y subió a todo volumen la música.

 

Volvió a reír sin ganas, seguro que hoy todo el mundo conspiraba en su contra.

 

“Loco extraño”- Sandoval.

 

Sus ojos ardía y los lentes de sol estaban a centímetros de su rostro.

 

Presionó rápidamente un botón y pasó a la siguiente canción.

 

Ahora si sonreía de verdad.

 

“Me cansé de amarte”- enanitos verdes.

 

Empezó a corear la canción con su voz rota y lastimera.

 

Se terminó y esta vez 
no quiero más mentiras 
para qué? 
No quiero estar fingiendo amor 
crucemos esa línea 
no queda otra salida 

Me canse de amarte 
y no hay solución 

La vida fue cambiándome 
no siento tus caricias como ayer 
aquí no hay otra mujer 
y hoy te estoy dejando 
voy solo caminando 

Me canse de amarte 
y no hay solución 
me canse de amarte 
y no hay solución 

Si todo fue felicidad 
guardemos el recuerdo 
hasta la eternidad 
no quiero estar contigo mas 
no me preguntes nada 
me iré por la mañana 

Me canse de amarte 
y no hay solución..... 

 

Se abrió suavemente la puerta, un chillido ronco que mostraba sus años de servicio. Kizashi miraba a su hija, ¿desde cuándo su pequeña, traviesa y risueña princesa se volvió esa mujer triste, melancólica y abatida que veía tirada en la cama? Lo sabía, y le dolía reconocerlo.

 

No era noticia que lo supiera, desde que se volvió a casar se distanció de sus retoños. Lo hizo inconscientemente pero eso no le quitaba la culpa.

 

Desde que Mebuki murió, Sakura ya no era la misma se volvió más rebelde y cerrada, cuando llegaba a casa ya no era la pequeña niña que corría a sus brazos gritando “papi, papi”, y eso le dolía. Cuando Sakura llegaba acasa, si es que llegaba, lo llamaba por su nombre o simplemente le ignoraba. Todo empeoró cuando cumplió los 15, alcohol, discoteca, música, hombres. Todo eso se volvió lo cotidiano para la nena. Y él no hizo nada, no es que no lo supiera, sólo se hacía el ciego porque no quería ver, no quería aceptar que su niña estaba creciendo pero que iba por el mal camino. Sakura solo se acercaba a él cuando quería dinero o algo relacionado y él no preguntaba para qué y solo se lo daba. Sabía que no tenía derecho de imponer su autoridad a una niña que abandonó hace mucho.

 

Cuando Mebuki murió también murió su pequeña niña.

 

Cerró totalmente la puerta y de espaldas se deslizó hasta llegar al suelo, se sentó a llorar.

 

 

 

 

 

 

 

Sasuke.

 

Estaba sentado en su sofá con tremendo chicón en la cabeza pero con una gran sonrisa en sus labios.

Qué problema, sólo a él le pasaban esas estupideces.

Y sólo a él le salvaba la persona que menos esperaba.

Flash Back

 

-¡¡¡¡¿Qué demonios crees que haces Sasuke Uchiha?!!!-

 

Escuchó un gritó y de inmediato giró su cabeza.

 

Era una mujer castaña, de ojos vedes, alta…

 

Su prometida, Mitsuki Haruno.

 

La castaña tenía una mirada fría y seria, peligrosa. Un aura maligna la cubrió totalmente y empezó a crecer. Caminaba muy enfadada y se acercaba cada vez más rápido.

 

Tomó a la mujer y la apartó de un jalón.

 

-¿Quién te crees que eres?-chilló la morena recibiendo la fría y desafiante mirada esmeralda.

-No me creo que soy. Yo soy Mitsuki Haruno próximamente de Uchiha, soy la prometida de este bastardo infame e infeliz. ¡Así que largo zorra!- exclamó con enfado mientras le apuntaba con el dedo.

 

La mujer se largó a regañadientes, mascullando maldiciones para el Uchiha y la Haruno.

 

El azabache al fin se sintió tranquilo y soltó el aire retenida en un suspiro.

 

 La castaña se giró rápidamente y miró mal al Uchiha.

 

-No hice esto por ti bastardo.- dijo acercándose peligrosamente al moreno.

 

Sasuke la sintió muy cerca y por primera vez en años sintió miedo de esa mirada fría.

 

-No sé qué vio en ti mi niño, pero más te vale que dejes de meterte con mujerzuelas- pronunció desafiante. Lo tomó por el cuello de la camisa y lo acorraló contra la pared.

-Yo…-

-Cállate- susurró la oji-jade y lo soltó.- vine a darte mi apoyo para re-conquistar a mi pequeño rubio pero parece que no te interesa en lo absoluto. Así que vine por nada-

 

Lo golpeó fuertemente en la cabeza y se alejó.

 

De un brinco el Uchiha la alcanzó y la jaloneó.

 

-Yo amo a Naruto, sé que soy un estúpido y que no lo merezco pero lo quiero, lo amo. Y por más que parezca increíble te pido que me ayudes. Por favor Mitsuki-

 

La castaña sonrió de lado y se soltó del agarre. Siguió su camino dejando caer un papel.

 

El azabache estaba perplejo. “¿Se fue? Demonios, se fue pero…” Se agachó y tomó el papel del suelo, lo guardó en su bolsillo y se dirigió a su departamento.

 

End Flash Back

 

-Vaya, está mujer es una caja de sorpresas-murmuró mientas sacaba el papelito y sonreía.

“Parque de Suna, a las 8 de la noche el viernes, no faltes.”

 

 

 

 

 

 

Hinata.

 

-¡No puedo creerlo!-gritaba histérica  una morena mientras saltaba encima de su invitada.

-¡Al fin saldemos a la luz Anko!, pero explícame cómo lo lograste-decía la ojiperla correspondiéndole al  abrazo.

-Eso no importa… jaja, pero debes avisarle a las demás que el viernes vamos a cantar en el restaurante del frente parque Suna, va a ser genial!!-Terminó por gritar haciendo sorprender a Hinata, Anko solía perder los estribos a cada momento pero… a veces parecía no importarle lo que pasara con el grupo, no la culpaba… Trabajar con su ex seguro que era muy difícil pero lo que le parecía inhumano era trabajar con su ex y con la pareja nueva de su ex.

 

Anko había salido durante tres años con Temari, según lo que sabía fue una relación demasiado hermosa pero los padres de la rubia llegaron a enterarse de eso  a pesar de estar en Francia, movieron cielo, mar y tierra hasta que  las obligaron a separarse…

 

Ella conocía a Temari y a Anko desde hace 5 años y  había visto llorar a la morena cuando la rubia cortó todo de la noche a la mañana, la azabache decayó mucho y dejo de ser la chica socarrona y divertida para volverse seria, fría y reservada, aunque con ella no había cambiado nada, y cuando pensó que nada podría empeorar las cosas apareció Temari con Tenten, su nueva pareja. Solo entonces vio el resultado de los dos años en los que Anko había cambiado de personalidad radicalmente, la morena ni se inmutó cuando vio a Temari tan acaramelada con Tenten, Hinata la conocía bien y sabía que muy en el fondo la morena aun sufría. Y además de eso, para completar las sorpresas que la Mitarashi le daba,  fue ella quien invitó a Tenten y  a Temari a formar parte de la banda, al principio la ojiperla se negó pero Anko se excusó con que Temari sabía tocar muy bien la guitarra y a Tenten le iba de maravilla con la batería. Ahora Tenten y Anko eran muy buenas amigas, Hinata no lo entendía del todo  pero preguntaba y se hacía la desentendida, no quería desempolvar una herida en el corazón de la morena pues como una vez le dijo “El pasado se queda atrás y la vida no se detiene por llorar, ¿De qué sirve echase a morir por un reloj que no dará marcha atrás?”, esas palabras eran muy ciertas y muy sabias, tato que no se las había esperado de la morena.

 

-Hinata!!!!!! ¿Me estás escuchando?-esos gritos volvieron a la realidad a la azabache quien dio un saltito para alejarse de Anko… sonrió nerviosamente.

 

-Claro, claro… pero ¿Qué decías?- cuestionó nerviosa la Hyuga, sabía que era mala idea preguntar pero era una peor idea no saber lo que dijo.

 

-ARG!!!!!!!!!!-Gritaba la morena mientras golpeaba con la almohada a su amiga…

 

 

 

 

 

 

Continuará!!!…

          

Notas finales:

Gracias por sus lindos comentarios me hacen tan feliz!!!

Espero que les haya gustado, háganmelo saber... Además estoy trabajando en un nuevo poyecto, es Narusasu, ¿les gusta esa pareja?, a penas temine este fic empezaré otro... jaja...

Su impuntual escritora se retira porque debe dormir.... (ya son las 10 pm y mi amada madre me insiste como chicle en que deje la computadora, ya me amenazó con apagar el router o algo así waaaaa!!! T.T)

Nos leemos luego!!!

Besos!!!

Bye Bye...


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