Capítulo 9
La verdad, el regreso y otras cosas
{Una semana después}
Baekhyun había guardado semi-reposo durante toda aquella semana, pues su hiperactividad no le dejaba permanecer quieto por más de 15 minutos y eso desesperaba a sus padres; sin embargo, Kai había estado ahí para ayudarle con TaeHyung.
Ahora se estaban preparando para ir a la clínica. Jongin tenía a TaeHyung en el portabebés, mientras Baekhyun subía al auto.
Luego de que el bajito se acomodó, Kai puso a TaeHyung en el asiento de atrás y luego partieron.
-Kai – habló Baekhyun.
-Dime – dirigió la mirada hacia su novio, aprovechando que el semáforo estaba en rojo.
Baekhyun se acercó a él y le besó suavemente.
-Gracias por ser tan bueno conmigo – el bajito le acarició la mejilla -Siento que no te merezco…
-No digas esas cosas – el moreno pegó su frente a la de Baekhyun -Sabes que lo hago porque los quiero a ambos.
-Pero…
Jongin puso un dedo sobre los labios de su novio.
-Shh. Me mereces y punto – le besó tiernamente.
Baekhyun asintió mientras se besaban. Nunca se había mostrado tan vulnerable ante nadie. Siempre le gustaba aparentar fortaleza y madurez, pero desde que había comenzado a salir con Kai, toda aquella barrera había comenzado a derrumbarse.
Jongin era la primera persona que veía su lado sentimental y eso le aterraba, pues no quería perderlo por nada del mundo.
[*]
Tras llegar a la clínica y esperar 10 minutos, la secretaria hizo pasar a Baekhyun. Kai iba a seguirle, pero…
-No – dijo Baekhyun.
-¿Por qué? – exclamó el moreno, algo sorprendido.
-Es plática de mujeres.
-Pero tú no eres mujer.
-¡Shh! El punto es que no puedes pasar – Baekhyun hizo un puchero.
-Ah, bien. Estaré en la cafetería. Me hablas cuando termines.
-Ok – el bajito besó a su novio y entró al consultorio.
-Buenas tardes, Baekhyun – saludó la doctora, desde su escritorio.
-Hola – contestó.
-Déjame ver al pequeño TaeHyung – la doctora se puso de pie y extendió los brazos para recibir al niño -Wow, es de los pocos bebés que he visto que no lloran cuando los carga alguien diferente a su madre.
-TaeTae es mágico – bromeó Baekhyun -Bueno, quería hacerte algunas preguntas.
-Claro, pero primero necesito revisar esa herida – señaló hacia el vientre de Baekhyun.
El bajito asintió y se fue a sentar en la camilla. La doctora puso a TaeHyung en el portabebés y lo acercó hacia donde estaban para tenerlo vigilado.
Comenzó a hacer su trabajo y en cuestión de 20 minutos, Baekhyun ya había regresado al escritorio.
-Ahora sí, pregunta lo que quieras. Te escucho – se acomodó en su silla.
-¿Cuándo podré volver a tener…? – Baekhyun calló y se sonrojó -Tú sabes...
-¿Sexo?
Baekhyun asintió repetidas veces.
-Bueno, al ser un caso único y al ver lo rápido que se está curando la herida… – pausó –…Podría decir que aproximadamente en 4 o 6 semanas.
-¡¿Cuatro a seis?! – gritó -¿Tengo que esperar alrededor de 42 días para desvirgar a mi novio?
La doctora quedó atónita.
-Sí, sí, Kai es virgen – bufó rodando los ojos.
-Si no obedeces, podrías abrir la herida.
Baekhyun lanzó un grito que despertó a TaeHyung. La doctora tomó al pequeño entre sus brazos para arrullarlo.
-¿A-abrirse? – el bajito se tocó el vientre.
-Sí. Por eso te recomiendo que mejor esperes de 4 a 6 semanas – hizo una pausa -Aunque no tiene nada de peligroso que se besen y acaricien, pero, tener relaciones no es buena idea, por el momento.
-De acuerdo… - Baekhyun hizo un puchero -Ay, y yo que me moría por desvirgar a mi negro lo antes posible – bufó.
La doctora comenzó a reírse. Nunca le había tocado un paciente como Baekhyun. TaeHyung tendría que aprender a vivir con la madre que le había tocado.
[*]
Kai había comprado y devorado casi todos los postres que había en la cafetería de la clínica.
-Un café de crema irlandesa, por favor – le pidió a la señora que atendía.
Tras recibir su bebida, regresó a su mesa. Comenzó a comer una dona con chocolate que había dejado a medias, en eso, alguien se sentó en la silla que estaba frente a la suya. Levantó la mirada y de inmediato sintió un escalofrío recorrer su espalda.
-¿Qué haces aquí, Chanyeol? – preguntó entre dientes.
-Cosas – respondió el gigante.
-¿Qué quieres? – Kai enarcó una ceja.
-¿Dónde está Baekhyun?
Chanyeol se veía terrible. Tenía ojeras sobre ojeras, estaba pálido, un poco más delgado y ni qué decir del desastre en el que se encontraba su cabello. Aunque lo que más llamó la atención del moreno, fue la tristeza que reflejaba su mirada.
-¿Para qué lo quieres? – preguntó Kai; no se dejaría llevar por el estado de Chanyeol.
-Necesito hablar con él.
-No creo que sea buena idea – le dio un sorbo a su café.
-Tú qué sabes. Es mi hermano, necesito verlo – Chanyeol prácticamente había suplicado.
-¿Desde cuándo te importa? Siempre te ha caído mal, ¿no?
-Mira, Kai, no te entrometas. Sólo dime en dónde mierda está.
-En el consultorio de la doctora Lee – Jongin decidió decirle por la paz. No quería armar un escándalo.
-Bien – el gigante se levantó -Ni se te ocurra aparecer por ahí – apuntó con el dedo índice.
-Sólo si prometes que no vas a hacerle algo malo.
-Lo prometo – Park bufó y se fue.
Kai quedó algo intranquilo con aquello. Pagó la cuenta y se dispuso seguir a su “cuñado”, discretamente, claro.
[*]
Baekhyun había salido del consultorio. Iba marcarle a Kai, pero en eso escuchó aquella profunda voz llamándole.
-¿C-Chanyeol? – exclamó cuando tuvo enfrente al gigante.
-Baekhyun – Chanyeol sonrió con alegría.
-Chanyeol, ¿por qué estás aquí? – preguntó sorprendido de ver el deplorable estado de su hermano.
El más alto tomó la mano del bajito y lo llevó a un lugar más alejado. Baekhyun tuvo que detenerlo en el camino pues no podía seguirle el paso, ya que aún no podía caminar normalmente.
Chanyeol entendió y se sentaron en la sala de espera de un consultorio cerrado.
-¿Puedo verlo? – Chanyeol preguntó y señaló hacia el portabebés.
Baekhyun asintió y con mucha delicadeza tomó al pequeño y se lo pasó al gigante, el cual lo cargó con nerviosismo; temía hacerle daño al recién nacido.
-Es una perfecta combinación de…bueno, de él y tuya – exclamó tras observar al bebé, por un par de minutos.
-Lo sé – Baekhyun suspiró -Pero, se parece más a mí, ¿verdad?
Chanyeol asintió.
-Hola, pequeño, soy tu tío – susurró suavemente.
TaeHyung abrió los ojos luego de haber escuchado aquella gruesa voz. Le observó con detenimiento y luego sonrió mostrando sus encías sin un solo diente.
Chanyeol chilló con emoción.
-¿Qué haces aquí? – preguntó Baekhyun.
El alto lanzó un largo suspiro.
-Dara perdió a nuestro bebé – murmuró con tristeza.
-Oh – Baekhyun se sorprendió tanto con aquella noticia que, le tomó algunos segundos seguir hablando -L-lo siento mucho, enserio… - dijo, al fin.
Dara había perdido al bebé y él tenía al suyo ahí, con apenas una semana de nacido. La vida podía ser muy cruel, a veces.
-Quiero regresar a casa – Chanyeol dijo de repente, cortando los pensamientos de su hermano.
-Pero, ¿y Dara? No puedes abandonarla en momentos como estos.
-Baekhyun, te extraño – el gigante ignoró aquella palabras y estrechó entre sus brazos el menudo cuerpo del bajito. Lo hizo con mucho cuidado pues aún tenía a TaeHyung en su regazo.
Baekhyun cerró los ojos dejando que aquél cálido abrazo le envolviera; sin embargo, sólo duraron segundos así, pues rápidamente, Baekhyun se separó alegando que podrían lastimar a TaeHyung.
Kai no había visto aquella escena, ya que había regresado a la cafetería, pues recordó que no probó unos cuernitos con jamón y queso que la cocinera le había ofrecido como regalo por haber acabado con casi todos los platillos.
-Quiero hablar con mamá y papá – continuó Chanyeol.
-¿Qué pasará con tu novia? – insistió el bajito.
-¿Sigues con Kai? – si se trataba de evadir las preguntas, Chanyeol se llevaría el primer lugar.
-No me cambies el tema.
-Mierda, Baekhyun, ¿qué me has hecho?
-¿De qué rayos estás hablando? – tomó al pequeño y lo regresó al portabebés.
-¿Por qué rayos me gustas tanto?
Aquello hizo que Baekhyun enrojeciera en cuestión de segundos. Era verdad, Chanyeol sí sentía algo por él. Su hermano le quería; le quería de una forma “diferente”.
-¿Tienes fiebre? – fue lo primero que se le ocurrió decir.
Chanyeol lo jaló suavemente, haciendo que sus labios chocaran. El bajito se separó rápidamente.
-No, ojalá tuviera, pero no. Lo que estoy diciendo es verdad – Chanyeol murmuró sobre los labios de su hermano.
-Pero…pero...aun así seguiste con Dara… - Baekhyun sentía que su corazón bombeaba con fuerza.
-Deja de hablar de ella – pidió el gigante.
-Mira, Chanyeol, no puedes dejarla sola. No ahora que más te necesita. Serías muy poco hombre si lo haces – Baekhyun se puso de pie y tomó el portabebés.
-¿Qué hay de mis sentimientos? – Chanyeol copió la acción de su hermano.
-Respeta mi noviazgo con Kai.
-¿Lo quieres?
Baekhyun se quedó callado.
-¿En verdad lo quieres? – insistió.
-Sí - Baekhyun huyó lo más rápido que pudo.
Chanyeol se quedó ahí, estático y con una rajadura en el corazón. Triste y desahuciado, regresó al consultorio en la que se encontraba su novia.
-Pensé que me habías abandonado – exclamó Dara, abrazándolo, dejando que las lágrimas mezcladas con su delineador, mancharan la camisa de su novio.
-No, no voy a hacerlo – Chanyeol comenzó a llorar.
El haber visto a Baekhyun le había dejado peor y más aún cuando le dijo que en verdad quería a Kai.
-No voy a renunciar – murmuró.
-¿Qué? – preguntó Dara.
-Nada – contestó, abrazándola con fuerza.
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-Vámonos – Baekhyun tomó la mano de su novio y comenzó a jalarlo.
-Espera, mi cuernito – Kai regresó a la mesa, tomó su comida y corrió para alcanzar a Baekhyun.
-El idiota de Chanyeol está aquí – Baekhyun caminaba rápidamente, ignorando el dolor en su vientre.
-Ya lo sé, vino a interrogarme para que le dijera en dónde estabas.
-¡¿Por qué le dijiste?! – frenó haciendo que Kai chocara contra él.
-Me amenazó – justificó el moreno.
-Como sea, ya no aguanto estar aquí – el bajito rodó los ojos y continuó caminando rumbo al estacionamiento.
-¿Discutieron? – Kai abrió el coche y puso a TaeHyung en el asiento trasero.
-Como siempre – bufó Baekhyun.
-¿Quieres ir a tu casa?
-No, quiero ir a la tuya.
-Ok – puso en marcha el auto.
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Durante el camino, Baekhyun permaneció en silencio y Kai no se atrevía a preguntar nada.
-Aw, TaeTae está bien dormidito – exclamó el moreno, luego de ver al pequeño a través del retrovisor.
Baekhyun se giró y automáticamente, su expresión se suavizó.
-Kai – murmuró.
-Dime – respondió el chico.
Habían llegado a su destino.
-Lamento mucho que tengas que soportar mi mal humor es que…
-Está bien, es normal que estés así. Leí que cuando tienes a un bebé, tus hormonas están revueltas y tu estado de ánimo es todo un caos – explicó.
-Ah, todo un experto – sonrió.
Kai asintió y se apresuró a bajar a TaeHyung, pues parecía que pronto llovería. Entraron a la casa.
Una vez que TaeHyung se quedó durmiendo en la cama de Kai, Baekhyun enredó los brazos en el cuello del moreno.
-Sabes, la doctora me dijo que tengo que esperar 4 o 6 semanas para tener sexo – mordió el esponjoso labio inferior de su novio.
-¿Eso fue lo que tanto te urgía preguntar? – murmuró Kai. Su voz se había hecho más profunda, dándole un toque de sensualidad a aquel momento.
-Sí. Necesitaba saber en cuánto tiempo puedo desvirgar a mi novio – Baekhyun le tocó la nariz con el dedo índice.
-Eres un pervertido – exclamó el moreno.
-Pero, ya. Fuera de broma, ¿en serio eres virgen?
El chico asintió con mucha pena.
-Estuve a punto de dejar de serlo con mi ex pareja – explicó.
-¿Y, qué pasó?
-El intercambio – Kai hizo una mueca de disgusto.
-Qué pena – Baekhyun le dio un beso fugaz y continuó su interrogatorio -¿Volviste a hablar con él?
-No, terminamos mal porque él no quería que viniera a Seúl. Se puso como loco por lo que decidí ponerle fin a esa relación.
-Bueno, pero ahora me tienes a mí – pegó su cabeza al pecho de Jongin -Te quiero, Kai.
-Yo también – lo tomó de la barbilla y lo besó suavemente.
Poco a poco Kai fue intensificando aquel beso. Baekhyun agregó caricias y uno que otro jadeo. Ambos sentían que la temperatura de sus cuerpos incrementaba con cada segundo que pasaba.
-Vamos a la sala – suplicó Baekhyun, pues su bebé estaba durmiendo en la cama y en aquella casa sólo había una habitación.
-Pero no podemos… - Kai fue interrumpido.
-Ya lo sé. Sólo tócame – jadeó en el oído del moreno, quien lo cargó como recién casados y lo llevó a la sala. Lo recostó en el único sillón que había ahí.
Jongin se ubicó entre las piernas de Baekhyun, quien comenzó a desabrocharle la camisa.
-No sabía que tenías esto – exclamó tras ver los no tan marcados pero sí visibles, abdominales de Kai.
-Y hay más, pero tienes que esperar… – sonrió juguetonamente apretando su erección contra la de Baekhyun.
-¡Mierda, Kai! – gimió el otro -Maldito, caneloso – lo tomó del cabello, acercándolo a sus labios para besarlo con pasión. Luego, le bajó el cierre y con gran habilidad, sacó su miembro y comenzó a masturbarlo.
El moreno comenzó a gemir desesperadamente.
-Acaso…¿nunca te has tocado? – preguntó Baekhyun.
-Claro que sí, pero mierda…tus manos…
-Lo sé, además de ser hermosas, hacen maravillas – bromeó mordiéndose el labio inferior, aparentando inocencia.
Kai le bajó los pantalones y se dispuso a masturbarlo tortuosamente.
-Jongin… - Baekhyun lanzó un jadeo.
El aludido le mordió el lóbulo izquierdo, provocando que Baekhyun se viniera rápidamente. Segundos después, él también acabó.
Había sido algo rápido, pero cargado de pasión.
-Nada mal, para un virgen – se burló el bajito.
-Agh, tenías que salir con tu mamada – bufó Kai.
-¿Mamada? – a Baekhyun se le iluminaron los ojos -¿Quieres que te haga una?
Kai enrojeció rápidamente.
-N-no. E-eso será después, cuando TaeHyung esté con sus abuelos… - habló con nerviosismo.
-Tienes razón.
Se besaron suavemente. Permanecieron unos minutos abrazados y luego limpiaron lo que habían hecho.
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Baekhyun se encontraba en la puerta de su casa. Jongin luchaba con el cinturón para sacar a TaeHyung del auto.
-Estaba pensado que mañana vayamos a cenar, si es que te sientes bien, claro – dijo el moreno.
-Oh, joven Jongin, ¿a qué se debe su invitación? Quizá, ¿a lo que pasó hoy? O, ¿porque se muere porque se la mam…?
-¡Sólo quiero salir contigo! – habló apresuradamente -S-si después llegamos a eso…será porque así sucedió.
-Me encanta cuando te pones nervioso – lo besó -Nos vemos mañana, ¿a qué hora?
-A las 8.
-Perfecto. Le pediré a mis papás que cuiden de TaeTae – le guiñó un ojo -Adiós, sucio~ - bromeó.
Kai le sacó la lengua, se metió al auto, puso en marcha el motor y partió.
Baekhyun entró a la casa. Estuvo a punto de soltar el portabebés cuando vio a Chanyeol y a Dara platicando animadamente con sus padres.
Su madre se puso de pie y se dirigió hacia él.
-Hijo – la señora tomó al bebé entre sus brazos -A partir de hoy, Chanyeol y Dara vivirán con nosotros.
Un fuerte trueno resonó en toda la casa y en una fracción de segundo, comenzó a llover con furia.
-¡¿Qué?! – gritó Baekhyun, dejando sin tímpanos a todos los presentes y de paso despertando a su bebé.
Continuará…