Un chico llego hacia ellos antes de que siquiera pudieran haber metido un pie en la gigantesca casa.
— ¡Pasteeeeeeel! —. Chillo el joven al tiempo que arrebataba el pastel de las manos de Kyungsoo.
— ¡Q-que est... —. Protesto, pero fue muy tarde ya que el chico soltó una gran mordida a la masa pacientemente elaborada por Kyungsoo.
Kyungsoo se volvió verde, estaba a punto de hacer una rabieta cuando Tao llamo su atención tocando su hombro.
— ¿Estás seguro que esta es la dirección? —. Grito en su oreja logrando aturdirlo.
— ¡Claro que sí, esta es la que Sehun me envió por mensaje! —. Saco su celular -que por cierto era nuevo- reviso la dirección y comprobó que era la misma en la que se encontraban.
— ¿Entonces qué hacemos?
— ¡Vayamos a buscarlo! —. Tomo a Tao por el brazo y apunto de adentrarse en la multitud, Sehun apareció por un costado con una gran sonrisa dibujada en su rostro.Tao se fijó en su atuendo, se veía jodidamente bien. Jeans ajustados, tenis azules y la culpable de que no pudiera despegar la vista de sus brazos, camisa negra de tirantes.
— ¡Hola chicos! —. Saludo perfectamentenormal, como si no le importará la multitud de personas tomando y fumando dentro de su casa.
— ¡Hola! —. Respondió Kyungsoo comenzando a sentirse asqueado por el olor a cerveza que abundaba en todo el lugar.
— ¿Quieren algo de tomar? —. Miro a Tao, este sólo asintió buscando alejarse de todo el bullicio.
Sehun giro un poco su cabeza, indicándoles que lo siguieran. Se adentraron en la multitud y caminaron hasta lo que se suponía seria la cocina.
Tao estaba cien por ciento seguro que esto no era una "pequeña reunión". ¡Había más de 200 personas en el lugar! Por supuesto que no era una pequeña reunión.
— ¿Qué quieres de tomar? —. Pregunto el castaño mientras recargaba ambas manos en la barra que yacía llena de bebidas y frituras.
— Eh yo en realidad...
— ¿Agua? ¿jugo? ¿ponche? ¿cerveza? —. Dijo de golpe.
— ¡¿Qué?! Sólo dame algo de ponche.
Kyungsoo noto a Tao un poco desesperado. Aunque lo entendía ya que él tampoco se esperaba una reunión así.
— ¡Aquí tienes! — Le entrego al panda un vaso rojo con el líquido casi hasta el topé —. ¿También quieres ponche Soo?
— ¿Eh? No gracias, en realidad Tao quería umm preguntarte algo... —. El pelinegro lo miro como si repentinamente su cabello fuera color verde.
— ¡Ah! ¿quieres hablar ya?
— No, no es eso yo quería preguntar...
— ¡Bien vamos! —. Lo interrumpió y jalo hacia la salida de la espaciosa cocina.
Cuando estuvieron a punto de girar por el umbral de la puerta, un chico ya borracho de amplitud ancha cruzo por el mismo camino provocando que Tao topara y derramara sobre su camisa el líquido del vaso, que ahora se encontraba en el suelo.
— Mierda... —. Maldijo entre dientes.
— No te preocupes. Te prestare una camisa, vamos —. Engancho a Tao por el brazo, guiándolo hasta alguna habitación.
Kyungsoo observo la escena y sintió un poco de pena por Tao. Supo lo bien que se había arreglado como para que un estúpido lo estropeara.
Mientras aquellos dos se iban, decidió buscar algo de tomar por su cuenta. Abrió el gran refrigerador encontrando sólo más botellas de cerveza. Suspiro frustrado y se dirigió a la gran barra, tomo un vaso y lo lleno con ponche acábaselo casi todo de un trago.
Decidido a merodear por la gran casa, sé sirvió un poco más y salió de allí.
Luego de caminar unos minutos, agradeció ver un pequeño sillón por uno de los mil pasillos, corrió a sentarse antes de que otra pareja le ganara el asiento. No era como si le hubiese pasado unas tres veces atrás, oh claro que no.
Su sonrisa se desvaneció al notar como su ponche se acababa, hizo un puchero y cuando estaba dispuesto a levantarse unas voces hicieron que parara en seco.
— ¡No puedo creer que Sehun lo haya conseguido tan fácil!
"¿Sehun? ¿conseguir?... ¡¿qué?!"
Brinco del sillón y se dirigió donde las voces se escuchaban.
Cruzo por una pequeña estancia, sus ojos abriéndose en demasía mientras que su corazón salía de su pecho. Quiso correr, pero al retroceder Kai y Luhan posaron la mirada en él. De pronto se sintió muy pequeño. Más de lo normal.
Se armó de valentía y aprovecho que el moreno sólo estuviera acompañado de Luhan, quien le parecía alguien inofensivo.
— ¿De qué estás hablando? —. Se acercó manteniendo una debida distancia por sí decidía echarse a correr.
— ¡Hey mira quien está por aquí! —. Luhan se levantó seguido de Kai.
— ¿Qué tanto escuchaste pequeño? —. Kai dio un paso hacia el.
Kyungsoo se estremeció y paso saliva nervioso.
— Lo suficiente —. Le encaro dando otro paso más cerca.
— Bueno pues digamos que tu amiguito se va a divertir... —. Le guiño un ojo coqueto.
Fue entonces cuando se dio cuenta. Todo era tan claro. Dio media vuelta y antes de que pudiera echarse a correr, Kai lo sujeto por la cintura atrayéndolo hasta que su espalda topo con su pecho y susurro suavemente en su oído:
— ¿A dónde crees que vas?
"Mierda"
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Tomo asiento en la esquina de la cama. Por un pequeño momento se le cruzo la idea de que Sehun evadía cada cosa que le decía, pero por dios ¿en que estaba pensando?
Aun así, decidió comprobarlo.
— Sehun me preguntaba porque hay tant...
— ¿Te importa el color de la camisa? ¿querías una en especial?
— No, no importa pero...
— Umm entonces cualquiera — Sehun abrió un cajón de su buró, buscando una camisa para el empapado pelinegro — Ten ponte está —. Saco una camisa de tirantes prácticamente idéntica a la que tenía puesta.
— Gracias, oye Sehun yo...
— Quítate la camiseta —. Se acercó a hasta él y comenzó a desabotonar la tela, iniciando por los botones bajos.
Tao se sonrojó hasta las orejas cuando el castaño le saco la ramera rápidamente.
— Podía hacerlo sólo... — Murmuro para sí mismo — ¿Q-qué pasa? —. Pregunto al ver como Sehun observaba su abdomen fijamente.
— Es sólo que también te has mojado el cuerpo. Iré por una toalla espera.
Tao asentó con la cabeza.
Sehun estaba actuando muy extraño, y definitivamente evadía sus intentos de preguntar cualquier cosa.
En menos de un minuto, el castaño llego con un trapo en manó. Se acercó una vez más hasta Tao y comenzó a secarlo el mismo.
Poco a poco el toque se volvió más delicado, más íntimo, como una caricia.
La mano del castaño paso de su abdomen, hasta su pecho, luego por sus clavículas, para terminar en su cuello.
Tao se quedó inmóvil.
Sehun paro sus movimientos y antes de que pudiera hacer algo más, un agitado Kyungsoo entro por la puerta.
— ¡Déjalo en paz! —. Gritó.
Kai entro segundos después, fue hasta el pequeño Kyungsoo y lo alzo en brazos. Cruzo por el umbral y cerró la puerta de un portazo, llevándose consigo al ojón que chillaba por Tao.
— ¡¿S-sehun que está pasando?! —. Exclamo confundido.
— Digamos que habrá un cambio de planes —. Tiro la toalla en alguna parte de la habitación y tomo con brutalidad el brazo del pelinegro.
De repente la puerta del armario fue abierta desde la parte de adentro. Chanyeol apareció acompañado de Baekhyun.
— ¡¿Qué está pasando Sehun?! —. Interrogo de nuevo.
— Yeol, ayúdame.
— ¡¿Ayudarte a qué?! —. Trato de zafarse del agarré, pero le fue inútil ya que Chanyeol lo tomo por detrás, sujetándolo por los codos.
Tao no podía terminaba de comprender. Su cabeza daba vueltas y estaba asustado. Aterrado de lo que sea que fueran a suceder.
Baekhyun saco su celular, abrió la aplicación de la cámara y esperó por una señal.
Sehun llevo ambas manos hasta los pantalones de Zitao y comenzó a desabrocharlos.
— ¿Porque estás haciendo esto? —. Dijo, lágrimas acumulándose en sus ojos.
No respondió. Chanyeol lo alzo un poco, permitiendo que Sehun le sacará los pantalones junto con el calzado. Por último, tomo el borde de los bóxers y miro a Tao.
Sus miradas conectaron por un segundo. El pelinegro cerró los ojos mientras una lágrima caía por su rostro y suplico:
— No lo hagas — Sollozo sorbiendo por la nariz —. Por favor...
Sin embargo, Sehun prosiguió el plan. Saco la última prenda que cubría su cuerpo y junto con Chanyeol lo ataron de manos a la cama.
Chasqueo los dedos y Baekhyun presiono el botón de grabado.
Chanyeol sonrió con malicia.
— Baek, llama a Kai —. Le lanzo su celular.
Baekhyun lo tomo estratégicamente con su mano libre y marco el nombre de Kai en los contactos mientras seguía grabando.
Tres pitidos y el moreno contesto.
— Deja que lo escuche — Le indico Baekhyun y colocó el celular en el mueble cerca de la cama, para después enfocarse en filmar la escena ante el — Bien, puedes proseguir Sehun —. Soltó las palabras con un deje de demanda.
— No me lo tienes que decir, estoy ansioso —. Contestó mirando detenidamente al ahora desnudo y atado panda que yacía en su cama.
Una sonrisa delineo sus labios.
Sehun escalo sobre la cama arrastrando las rodillas sobre las sábanas, finalmente acomodándose frente al panda, el cual se encontraba hundido en la confusión total lleno de miedo. Intento alejarse de Sehun al ver la expresión que sostenía en el rostro ya que no era nada inocente, no era más la misma expresión que él había conocido, este chico frente a él no era del cual se había enamorado.
Sus intentos de moverse lejos del menor fueron inútiles. La posición en la que se encontraba con las muñecas detenidas en la cabecera de la cama no le permitía mecerse hacia atrás. Resaltando el hecho de que estaba desnudo frente a tres chicos y una cámara, doblo sus piernas mientras juntaba las rodillas. Aquella posición no le dejaba patalear para alejarse, aunque se negaba a quedar expuesto a aquellos y a la dudosa situación. Lo único que le quedo por hacer fue temblar.
Por otro lado, Sehun observaba cuidadosamente lo patético e indefenso que lucía llevándolo a exponer una sonrisa complaciente. Llevo sus manos y las poso en las rodillas del contrario quien se encogió ante el toque.
— E-Espera Sehun! ¿qué haces? ¿q-que ocurre? p-por favor...— La frustración invadió su tono de voz — Explícame...—. Le miró directamente a los ojos.
— Bien, te lo explicare — Los otros dos espectadores soltaron una pequeña risa — Esto es...— Miro hacia la cámara recordando su presencia —. Esto es lo que pasa cuando se meten con nosotros.
El rostro de Tao palideció. Su mente vagaba con ese "nosotros". Esa pequeña palabra que decía tantas cosas.
Una voz se escucho del celular que estaba sobre el mueble, sacándolo rápidamente de su trance.
— “!ERES UN PUTO SEH-”
Giró rápidamente la cabeza hacia la fuente de voz que al parecer había sido silenciada.
— Kyungsoo, ¿eres tú?...—. La enorme mano de Chanyeol lo silencio.
— El aún está explicando porque se lo pediste — Se acercó hasta su rostro — Así que cállate y escucha —. Se alejó e hizo ademan para que mirara a Sehun.
— Bien al parecer el enano ya se enfadó — Bufo —. Kyungsoo me interesa saber cómo reaccionarás cuando sepas el plan completo.
— "¿Plan completo? ¡¿quieres decir que hay algo más además de lo que estas a punto de hacer?!"—. Alego con furia contenida el chico al otro lado de la línea.
— Vaya ustedes no se cansan de interrumpir cierto — Rodó los ojos y relamió sus labios dándole una pizca de arrogancia a su rostro —. Bueno me refería a que esta noche tendremos a dos nenitas que dejarán de ser lo patéticamente vírgenes que son.
— ¿Dos? — Eso llevo de sorpresa al panda que inconscientemente dejo salir esa pregunta de sus labios ya que el aseguraba que sólo él estaba en esa situación. No quería, se negaba a aceptar que alguien más estaba en esa horrible situación — Pero Kyungsoo... —. El miedo cada vez era más notorio en su voz.
— Oh Taozi, olvide decirte que este Kyungsoo de la otra línea no está sólo, sabes —. Añadió con una sonrisa picara dándole a entender a que se refería.
Tao lo comprendió completamente.
— "¡Hola pandaaaaa!"
Y lo comprendió todavía más cuando la molesta voz de Kai y los lloriqueos ahogados de su amigo abundaron sus oídos.
— Kyungsoo...—. Su voz comenzaba a quebrarse.
Una sonrisa claramente grande a causa de la palidez en la cara de Tao nació en Sehun.
— Es hora de empezar, ¿no crees? —. Pregunto al contrario sin querer una respuesta de vuelta.
— ¡E-Espera Sehun! —. La voz del castaño lo hizo regresar a la realidad y recordar su situación desnuda enroscando sus piernas hacia su cuerpo.
— Lo siento si me mal entendiste, no quiero tu opinión, sólo cállate —. Movió sus manos de vuelta al lugar en las rodillas del pelinegro. Comenzó a separar sus piernas que aún luchaban por mantener su miembro escondido a la vista — Abre las putas piernas —. Gruño.
Debido a las palabras y tono de voz del menor, el panda aflojo sus piernas, permitiéndole al castaño continuar.
Los dos aún presentes soltaron burlas ante la escena.
— SEHUN TE LO RUEGO, YA BASTA... —. Suplico tratando de no dejar quebrar su voz. Tratando de creer que esto era una mala broma.
— Lo bueno es que será rápido, no tengo que preocuparme en no prepararte, será más divertido de esa manera —. Ignoro completamente al chico debajo de el que en cualquier momento se quebraría física y emocionalmente.
— ¿P-preparar?
¿Que se podía esperar de un chico que creía haber encontrado a su primer amor?
— Si que es patético —. Comento el de orejas grandes recargado en la pared tratando de aguantar la risa.
Sehun no le dio importancia y dejo salir una pequeña carcajada reduciéndose a concentrarse en su propósito de esa noche. Dirigió sus manos a su bragueta y la deslizo hacia abajo. Hizo unos pequeños ajustes con su ropa interior para finalmente poder sacar su miembro.
Se acercó lo suficiente al cuerpo del contrario. Posicionó sus manos en las partes interiores de los muslos de este para asegurarse de que su entrada estuviera visible para poder iniciar.
Aquel toque fue el final para el panda. Sabía que ya no había salvación. Que esta vez no podía ir a salvar a su amigo. Que no había nadie que lo pudiera salvar.
Su cuerpo comenzó a retorcerse lo más fuerte posible para deshacer el amarre en sus muñecas. Para poder alejarse de Sehun — ¡NO, ESPERA SEHUN! — Grito cuando las manos del castaño lo volvían a detener y mantenerlo inmóvil — ¡N-NO SABES LO IMPORTANTE QUE ESTO ES PARA MI! —. Los gritos de Tao se mezclaban con las ardientes lágrimas que ya no podía resistir resbalaban por sus mejillas, y comenzaron a sonar realmente deprimentes para los oídos de cualquier persona. Pero no para ellos.
Sehun presiono más fuerza en sus brazos ayudando a mantener quieto a Zitao.
Al rozar la punta de su pene en la entrada de Tao logró notar que la cabeza de su miembro lucía muy grande a comparación del virgen ano del otro. Era perfecto para lo que quería causarle. Dolor.
Sus manos se encontraban ahora en las caderas de él pelinegro tembloroso. Para comenzar la intromisión, movió su pelvis hacia adelante y difícilmente su pene comenzó a entrar poco a poco.
Sufrimiento. Era lo que reflejaba la cara de Tao al apretar sus ojos y labios moviendo la cabeza hacia atrás y agitando los brazos en otro intento fallido de liberarse.
Por supuesto que eso no le impidió a Sehun seguir. Y meter todo su miembro en el tierno agujero del otro. Demasiado pequeño para resistir semejante polla.
Más lágrimas bajaban sin control por el rostro de Zitao.
— Duele... —. Susurro y más lágrimas llenaron su rostro.
— Vaya chicos es asombroso estrenar el ano de un virgen —. Jadeo apretando las caderas de Tao entre sus manos.
— Se la sensación... —. Aseguro Chanyeol mordisqueando su labio inferior.
Baekhyun rodó los ojos ante el gesto.
La sensación aplastante en la polla de Sehun era totalmente placentera. Como siempre. Tanto que encajo sus uñas en la piel morena de Tao, y saco su pene para introducirlo de nuevo fuertemente.
— ¡DETENTE DUELE DEMASIADO! —. Apretó sus dientes tratando de moderar su tono por el miedo —. Por favor.
Las caderas del castaño empezaron moverse en rápidas y fuertes estocadas buscando más placer. Y dolor a Tao aunque ya sufría de un dolor increíblemente insoportable.
Razón por la que sus sollozos eran horribles y algunos cuantos gritos que dejaba escapar de sus apretados labios. El no quería dejar escapar sus lloriqueos, ya no.
Era vergonzoso imaginarse así mismo recibiendo esas fuertes y duras embestidas que movían la cabecera de la cama.
Pero fue mucho más embarazoso el momento en que Sehun dio en su punto dulce. Quién era principiante en esa sensación sabia que lo llevarían a soltar un agudo y audible gemido que no pudiera resistir en sus labios.
La sensación no era tan grande al estar mezclada con el gran dolor de ser rasgado por dentro. Pero para un virgen como Tao claro que lo era.
Sehun se sentía cerca y no dejo de dar en el punto endeble del pelinegro, quien no podía dejar de gemir sin control alguno.
Tao olvido completamente la presciencia de la cámara. La cámara que era la cereza de la humillación de lo que estaba sucediendo.
Sus mejillas se tornaron rojas. Lucía tan miserable. Se sentía tan miserable. Tenía por seguro que esa era la razón por la que las risas de los presentes resonaban tan burlonamente en sus oídos.
Trato de esconder su rostro al costado de su brazo comenzando a llorar fuertemente al igual que apretaba mas sus labios.
El dolor en su corazón no le permitía sentir placer.
El pesado dolor en su corazón. Pensar que Sehun era su primer amor. El haberse sentido que iba a morir de felicidad al estar cerca de él. Todo eso sólo lo había sentido él. Sehun sólo fingía.
Sehun apretó su agarre al sentir como el orgasmo trazaba todo su cuerpo. Dejo salir un gemido mientras sus labios marcaban una sonrisa satisfecha. Mientras Tao sentía que su maltratado interior era llenado por una sustancia tibia.
Inmediatamente las risas estallaron.
Sehun se removió del maltratado agujero de Tao. Al sacar su miembro trazo un camino de semen entrelazado con algo de sangre que resbalo lentamente entre las piernas de Tao.
En un brusco movimiento Sehun tomó el rostro de Tao por el mentón sacándolo de su escondite y mostrándolo hacia la cámara que ahora Baekhyun se había encargado de acercar hacia él.
— Fuiste un idiota al creerte esa farsa de que te amaba, nadie llegara a amarte si sigues siendo igual de patético — Reforzó el agarre al momento en que Tao quiso ocultar su rostro para llorar nuevamente debido al dolor que le causaron aquellas palabras —. Ustedes son patéticos y más vale que lo piensen dos veces antes de querer revelarse contra nosotros.
Sehun soltó su agarre y la cabeza de Tao se volvió a ocultar desahogando su dolor en su interior y caderas y el más importante, su corazón.
Estos tres chicos como era de esperarse rieron ante la reacción del chico.
— Adiós hijo de mami —. Baekhyun apago la cámara, guardo su teléfono y se dirigió hacia la puerta junto con los otros dos chicos.
Fue doloroso ver la espalda de Sehun alejarse fuera de su alcance. Era triste que el acababa de perder su virginidad de la manera más horrible que había imaginado. No de la manera especial en la que él quería.
El no pudo salvar a su amigo como se había prometido a sí mismo. Se sentía inútil.
Tal vez el realmente era patético. Pero le rompía el corazón saber que Sehun sólo fingía, porque si, lo hizo.
Que Sehun sólo era un infiltrado entre ellos y nada más.