Minseok entro al salón de clases arrastrando los pies y tomo lugar en su asiento habitual. Apoyando su rostro en su mano, se giró y abrió su mochila. Inmediatamente miles de maldiciones salieron de su boca mientras buscaba vertiginosamente dentro de ella su libro para la clase. Pasando tres minutos se dio cuenta que el libro no aparecería mágicamente por más que lo deseara y eso significaba que tendría que ir hasta su casillero para tomarlo. Se levantó de su banca, dirigiéndose hacia el distraído maestro que revisaba unas cuentas hojas. Le pidió permiso amablemente y este solo asintió, agitando despreocupadamente la mano. Salió del aula e hizo su recorrido por el pasillo, tratando de ser lo más rápido posible. En realidad, nunca le gusto perderse las clases.
Giro por una esquina y se encamino hasta su casillero. Cogió el libro correspondiente y se dispuso a hacer su camino a clase de nuevo, sin embargo, una risa en particular acompañada por otra más chillona, le obligo a detenerse en seco. Estaría realmente loco si ni reconociera esa risa a la perfección. Volvió por el pasillo encontrándose con la misma cosa que rompía su corazón. Solamente que esta vez se sintió diferente. Se había acostumbrado a ver a Chen con chicas, por supuesto. Pero nunca podía estar con ellas más de una vez.
¿Entonces que hacía con esa chica de la cafetería otra vez? ¿Acaso ya eran una pareja? ¿Ya no tenía alguna oportunidad? Una y mil dudas como estas llenaron su mente. De un segundo a otro se sintió ridículo. Al final siempre lo supo.
Nunca lo tomaría enserio. Y eso lo tenía en cuenta desde un principio, solamente que le gustaba ser un poco positivo y pensar que algún día podrían llegar a ser algo. Mientras Chen besaba dulcemente a la joven entre sus brazos, fue como si un balde de agua fría cayera sobre su cabeza. Si Chen no lo tomaba enserio, entonces él tampoco lo haría.
Estaba a punto de irse porque ver esa escena no era algo que le hiciera poner una sonrisa en su rostro, pero el libro que sostenía en sus manos resbalo, cayendo al piso y creando el sonido suficiente para que Chen lo mirara sorprendido. Apenas dándose cuenta de su presencia.
Minseok susurro una disculpa y se agacho por el objeto. No obstante, Chen fue más rápido y lo tomo por su cuenta, después se lo entrego regalándole una de esas sonrisas que tanto le gustaban. Esta vez, esa sonrisa solo lo irrito. Le quito bruscamente el libro y se dio la vuelta para empezar a caminar. Chen noto su disgusto y antes de que se marchara lo agarro por el brazo.
—¿Qué pasa?—le pregunto, frunciendo el ceño.
Minseok se soltó de su agarre broncamente.
—Nada. ¿Por qué no vas con tu novia? No le hagas esperar.
Chen abrió la boca para protestar, pero esta vez él fue más rápido y se marchó por el largo pasillo. Cuando llego al salón, entro y cerró la puerta dando un portazo. Fue a su asiento, dando un pesado suspiro e ignorando la mirada consternada que le daban sus compañeros y maestro.
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Baekhyun esperaba pacientemente sentado sobre una banca en la plaza más concurrida de Seúl. Movió sus dedos nerviosamente al darse cuenta que ya eran las 4:00 PM en punto y Chanyeol aún no llegaba.
Estaba realmente emocionado. Intento invitar a Chanyeol al cine exactamente dos veces y ni fue hasta el tercer intento que este acepto. Quería creer que acepto por gusto propio y no solo porque estuviera aburrido o dejara de joderlo con eso de tener una cita. Saco su celular pulsando los contactos. ¿Debería llamarlo? ¿Se vería muy desesperado? ¿Qué pasa si ya estaba en camino? No. Tenía que ser paciente. Llegaría, sino no hubiera aceptado venir.
El tiempo se fue más rápido de lo que esperaba y cuando miro la hora por décima vez ya eran las 5:00 PM. Se levantó de la banca y estiro las piernas ya que se le habían acalambrado. Espero un tiempo más y se dijo a si mismo que si no aparecía para las 5:30 se largaría de ahí. Exhalando un largo suspiro se preguntó si fue una buena idea todo esto de una cita. Realmente le gustaba Chanyeol, pero si él no sentía lo mismo ¿para qué seguir insistiendo?
Alguien toco sus costillas desde atrás, provocando que diera un salto. Miro al culpable y esbozo una gran sonrisa. Chanyeol se veía más guapo de lo normal.
—Lo siento. Había olvidado por completo la cita—le confeso, sacando su celular y tecleando algo.
Bueno. ¿Al menos estaba ahí no?
Caminaron juntos hasta la taquilla del cine, Baekhyun le pregunto qué película quería ver y Chanyeol le respondió con un “No lo sé” sin soltar el aparato en sus dedos. Terminaron escogiendo una película nada atractiva gracias a su sarcasmo y un asentimiento de parte del joven alto.
Esta cita no estaba marchando como lo esperaba. Y joder, Chanyeol no dejaba el maldito celular. ¿Con quién jodidos estaba hablando? Se suponía que estaban en una cita. O lo que sea que fuera.
Intento sacar un tema de conversación en tanto la película empezaba, pero sinceramente no tenía uno del cual hablar. Pronto ambos entrar a la sala, tomando asiento en los lugares del centro. Era casi la mitad de la película cuando el celular de Chanyeol sonó. Esperaba que no atendiera la llamada o si tenía suerte que apagara el aparato. Sin embargo solo murmuro un “Ya vengo” y salió del lugar. Paso un momento y estaba pensado que realmente solo Chanyeol estaba ahí por compromiso.
Salió de la sala también, acercándose hasta el chico que atendía la llamada y escuchando “accidentalmente” lo que respondía en ese instante.
—¿Qué? ¿Ocupado? Claro que no. Bien, te veré en una hora.
Baekhyun comprendió que tal cruel podía ser Chanyeol. ¿En qué rayos estaba pensando? Esto había sido una total tontería. Sin mencionar que fue una mierda. Pensar que estaba interesado fue estúpido. Lo peor de todo fue que lo tuvo que escuchar saliendo de su propia boca.
—¿Sabes una cosa?—le llamo, provocando que Chanyeol volteara—Si tan solo hubieras dicho desde un principio que no estabas interesado habrías echo esto menos incómodo para ambos. ¿Qué te parece si dejamos esto ahora? Solo estás perdiendo tu tiempo. No tienes por qué quedarte una hora más conmigo si no quieres, puedes irte ahora.
Dio media vuelta y comenzó a caminar hasta la salida. Alejándose de esa persona que alguna vez lo hizo inmensamente feliz y que ahora solo lo hacía sentir miserable. En el fondo quería que Chanyeol lo detuviera y dijera cualquier cosa. Muy en el fondo sabía que eso no pasaría. Y tenía razón.
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Kris camino por la plaza comercial pensando en que podría comer en uno de los tantos locales. Se decidió por algo dentro del supermercado y cuando entro, su vista se enfocó en un joven pelinegro que miraba atentamente la variedad de té frente a él. Indeciso por cual caja tomar. Una sonrisa adorno su rostro. Primero se divertiría un poquito. Se acercó a Tao y lo sorprendió tomando la caja entre sus manos. El chico se giró a mirarlo, sus ojos abiertos en total susto.
—¿Esto es un poco femenino para ti no lo crees?—le pregunto, inspeccionando la caja que sostenía.
Tao intento quitársela pero luego de unos segundos se rindió y comenzó a alejarse. Kris lo agarro del hombro, impidiéndole que se fuera.
—¿Tendrás una fiesta de té hoy?—se burló, permitiendo que el pelinegro sonrojado le quitara la caja.
—N-no solo qu-
—¿Por qué no estas con tu amigo ese? ¿Te dejo salir solo hoy?—lo interrumpió, usando ese tono de burla en su voz.
—E-esto no es para mí. Es para mi abuela. Kyungsoo me ayudo a ir hasta casa hoy…
—¿Ayudarte? ¿Para qué? No mientas. Ustedes dos solo se juntan y hab-
—Porque es mi amigo. No sé si recuerdes la vez cuando ustedes se llevaron a Kyungsoo…. Y-yo no le haría eso a un verdadero amigo. No querría que se sintiera decepcionado de mí. Es lo poco que me queda…—respondió, avergonzándose al observar el rostro inexpresivo de Kris—. L-lo siento. Ni siquiera sé porque te dijo todo esto.
—Deja de pedirme perdón. Te aseguro a que tampoco sabes porque lo dices.
Enserio. Ese chico tenía que dejar de disculparse por todo.
—Entonces tú deja hablar como si supieras tanto de mí—murmuro nervioso, agachando la cabeza.
—Está bien. Solo no vayas a llorar ¿de acuerdo?—se mofo.
Tao se giró y pago en la caja rápidamente, después se dirigió hasta la puerta dándole una última mirada a Kris y casi chocando con la puerta antes de irse prácticamente corriendo.
—No sé nada de ti, claro…—susurro en voz baja, soltando una risa irónica y caminando hasta el área de comida sin borrar esa pequeña sonrisa de sus labios.
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Kai escucho como el timbre de la puerta sonaba. Levantándose del sofá, fue hasta la puerta y la abrió sabiendo exactamente quien se encontraba detrás de ella. Sehun lo había llamado hace tan solo una hora preguntándole si se podían “divertir” como en los viejos tiempos. Esos donde Luhan todavía estaba en China y Sehun buscaba con quien quitarse el aburrimiento. Y nadie mejor que Kai para entretenerlo un poco.
La coqueta sonrisa del chico lo saludo y se hizo a un lado para dejarlo pasar.
—Entonces dime, ¿Luhan se aburrió de ti?—pregunto con una sonrisa burlona en su rostro.
Sehun lanzo un bufido, quitándose la chaqueta y acercándose a él.
—Luhan está enojado. Ya sabes, le gusta ser estúpido algunas veces—respondió, haciendo una mueca de disgusto.
Kai acorto toda distancia que los separaba, tomando su barbilla y juntando sus labios en un apasionado beso. Mordió su labio inferior y Sehun abrió la boca, invitándole a probarlo por completo. En el momento en que Kai se apegó más a él para tomarlo por la cintura, su mente comenzó a comparar el cuerpo de Sehun con el de otra persona. Una más pequeña, delgada y frágil. Abrió sus ojos topándose con los fríos de Sehun. Kai solo pensaba en ojos grandes y profundos. Salió de su ensoñación cuando el castaño le pregunto qué ocurría. El solo negó con la cabeza, atacando su boca de nuevo y alejando esa imagen de Kyungsoo de su mente.