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INFILTRATE por MayLin

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Notas del capitulo:

Hola~
Nuevo capítulo:)

 

Kris, harto de escuchar al profesor hablar y hablar sobre quien carajo sabe, saco su celular del bolsillo de su pantalón, desbloqueándolo y dando inicio a una partida nueva de ese juego que se descargó hace unos días. Como ese jueves, y durante toda la semana pasada, soltó un suspiro de alivio al escuchar la campana final sonando. Y pese a cuan desesperado estuviese por irse, ni siquiera se levantó aún cuando el profesor ya había tomado sus cosas y salido del salón. Espero pacientemente a que su partida terminara, porque no iba a interrumpirla, y tomo su mochila para marcharse del aula.


Una vez en los pasillos, comenzó a caminar mientras toda su atención se centraba en otra nueva partida que acababa de iniciar. Entonces, totalmente inconsciente de su alrededor, no se percató de que a unos metros adelante tres chicos habían acorralado a otro.


Ya estando más cerca, fue capaz de escuchar los insultos y amenazas dirigidas a la víctima, que eran como: “Yha, ¿no estas escuchando? Acabo de decirte que me des todo ese dinero que tienes. No me hagas golpearte para repetírtelo otra vez.”


Estaba pensando pasar de largo porque sinceramente, le daba igual la pobre alma que estuviera siendo atormentada, hasta que escucho a la persona responder con voz atropellada y temerosa que necesitaba ese dinero para volver a casa.


Inmediatamente levanto la cabeza y la vista frente a él provoco que su estómago se retorciera en puro enojo. Ahí, delante de sus ojos, tres chicos habían acorralado a Tao. Sabía que una pequeña parte de su enojo se debía a que el chico pelinegro, pudiendo defenderse, no hacía nada teniendo en cuenta que los otros tres apenas alcanzaban su altura.


Y la otra gran parte, que no entendía porque pero así era, se debía a que simple y sencillamente tres chicos estaban molestando a Tao. Algo en su mente no cuadraba y no le gusto para nada. Sin embargo, no pensó mucho en ello porque en cuanto un puño se levantó en el aire, él ya estaba ahí, deteniéndolo y posicionándose frente al pelinegro que había cerrado los ojos esperando el golpe.


—Escuchen bien ustedes tres porque no lo volveré a repetir. Este chico de aquí no tiene por qué estar obedeciendo a una bola de inútiles. ¿Quieren dinero? Vayan y consíganlo ustedes mismos. Si los vuelvo a ver cerca o si tan solo se cruzan en mi camino o en el de él, me asegurare que sea la última cosa que hagan. ¿Entendieron o no están escuchando?—amenazo, aplicando más fuerza en la mano que sostenía el puño y soltándola solo cuando los tres chicos asintieron totalmente intimidados por aquel rubio gigantón.


Viendo como el pasillo quedaba desierto, a excepción de ellos dos, se dio un minuto para procesar lo que acababa de hacer, al tiempo que guardaba su celular que había estado sosteniendo en la otra mano en todo momento. Irritado por no saber que lo incito a hacer aquello, giro para encontrarse con Tao, quien lo miraba con los ojos bien abiertos.


—Y-yo, bueno, g-gracias por eso…—agradeció, su voz temblaba. Kris solo necesito escuchar eso para que su enojo creciera. Suficiente tenía con no entender sus actos como para que ese chico estuviera agradeciéndole sabiendo que su relación no era la mejor de todas. Era raro y estúpido.


Muy en el fondo, sentía que no merecía las gracias de Tao.


—¿Gracias? Escucha, sé que tienes problemas y eso, pero no cuenta como excusa para no defenderte. La gente pasa por encima de ti todo el tiempo porque tú das esa imagen de no poder defenderte. Enserio, tienes que parar. A este paso terminaras dándole lastima a toda la maldita escuela, maldición—soltó antes de pensarlo, no midiendo su tono y la manera en que lo dijo. Revolvió su cabello y agacho la vista un momento solo para alzarla y sentirse como la peor persona del mundo.


Tao parecía a punto de llorar y eso lo hacía sentirse culpable. Lo odiaba porque no sabía que rayos estaba pasando con él. No fue hasta que una lágrima resbalo por la mejilla del chico que trato de decir algo pero fue interrumpido ya que este había pasado por su lado, marchándose y evitando que sus brazos se toparan.


Estaba a punto de dar un resoplido cuando un recuerdo llego a su mente.


-Flash back-


—¿Por qué jamás te defiendes? ¿Te gusta que los demás te pasen siempre por encima?—Kris pregunto repentinamente, haciendo que Tao lo mirara titubeantemente. La duda lo estaba matando.


—Porque…—comenzó Tao, se paró firmemente y continúo—. Yo sé que la gente puede cambiar. Aunque sea difícil y lleve tiempo se puede, solo si uno realmente lo quiere.


-Fin flash back-


Ya entendía todo. Él siempre estaba ahí, insultándolo, haciéndole las cosas difíciles y toda esa mierda.


Tao no hacía nada porque pensaba que en algún momento Kris cambiaria. Era lógico. ¿Quién aguantaría a un imbécil que solo se la vive tratando de hacerte sentir mal?


Al fin soltó el resoplido. Ahora sintiéndose el doble de mal que antes. Y como al principio, sin saber porque exactamente.


•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´


Kyungsoo le regalo una última sonrisa y una sacudida de mano a Tao mientras caminaba directo a su clase de cocina. Lay se había ido primero, por lo que Tao alego que esperaría hasta que su clase comenzara y después se marcharía. Charlaron un poco y luego Kyungsoo decidió que ya era hora de entrar al salón y se despidió observando la espalda de Tao marcharse por el lado contrario del pasillo.


Entro en el aula y el sonido de sus compañeros hablando lo recibió. Al parecer la maestra todavía no llegaba, así que fue directo a su lugar y tomo asiento. Recargo el peso de su cabeza en la mano derecha, mirando por la ventana y escuchando como la maestra llegaba pidiendo silencio a la clase. Ni siquiera estaba mirando. Solo se dedicaba a mirar por la ventana, cruzando los dedos para que tal persona no decidiera aparecer hoy. Pero cuando la voz de la mujer frente a la clase reprocho a Jongin por su tardanza, supo que estaba perdido. Kyungsoo mordió su labio inferior, esforzándose por no refunfuñar y sintiendo como el moreno se sentaba en al asiento de al lado. Podía sentir su mirada y su maldita sonrisa socarrona.


Estaba pensando seriamente en decirle a la maestra si podía cambiar de compañero cuando escucho la voz de Kai susurrarle: —No te ves muy feliz de tenerme aquí otra vez.


—¿No necesito decírtelo, cierto? Ya lo sabes.


—¿Y yo no necesito repetirte que es lo que quiero, cierto?—se defendió, provocando que rodara los ojos y moviera su silla lejos de él—Oye, somos compañeros, tienes que permanecer aquí—le dijo, tomando su silla por la esquina y jalándola más hacia el lugar correspondiente.


El chirrido que hizo el asiento al ser arrastrado causo que la maestra, que trataba de explicar que se haría en ese día, los mirara con una ceja alzada. —¿Interrumpo algo chicos?


—No lo sé, ¿lo hace?—respondió Kai divertido. Al ver la cara de incredulidad de la maestra, Kyungsoo se apresuró a disculparse por ambos. Ella asintió y continúo con lo que antes decía.


—Imbécil, ¿quieres que nos saque de aquí?—susurro bajito, pero Kai podía escuchar la molestia en su voz.


—No sería mala idea. Tal vez podamos salir y caminar por ahí, ¿qué dices?


—¿Estás loco cierto? Por supuesto que no qui-


—¡Basta! ¡Ustedes dos, salgan de mi clase ahora!—clamo la maestra, mirándolos furiosa y señalando con un dedo hacia la puerta.


Kyungsoo le dedico una mirada de muerte al moreno, levantándose para tomar sus cosas y procediendo a disculparse una vez más con la maestra mientras salía del aula avergonzado. Camino por el pasillo a pasos rápidos porque si ese idiota se le cruzaba una vez más en su camino explotaría. Podía soportar que Kai lo molestara en los pasillos o entre cambios de aula, pero molestarlo tanto durante una clase no. No soportaría eso.


Al escuchar pasos detrás de él, respiro profundamente y dio media vuelta.


—¿Qué carajo quieres?—pregunto, tratando de mantener su tono de voz bajo aún cuando casi toda la escuela se había marchado.


—Ya que la señora esa nos ha sacado… ¿Qué tal si caminamos un rato o te llevo a casa?—ofreció, mostrando esa sonrisa coqueta que lo caracterizaba entre las chicas. Kyungsoo rodo los ojos para disimular el sonrojo que aparecía en sus mejillas, le dio la espalda para comenzar a caminar y escucho el resoplido molesto que salía de sus labios—¿Por qué eres tan difícil? Joder, aquel día de la fiesta no te pusiste tan pesado…—soltó en un susurro, pero sin embargo, Kyungsoo fue capaz de escucharlo.


Y ahí iba su límite.


Giro lentamente sobre sus talones, mirando al moreno con ojos vacíos, carentes de sentimiento alguno y camino directamente hacia él. Kai, un poco arrepentido de haber dicho aquello, dio un paso atrás cuando el más bajito se acercó.


—Bien, tú ganas. Te diré lo que quieres porque solo así vas a dejarme en paz, ¿verdad?—reafirmo, apretando los dientes y maldiciéndose a sí mismo por lo que estaba a punto de hacer. No podía detenerse. Su límite era este.


—Kyung-


—No. Déjalo. Te lo diré. ¿Quieres saber porque no me gusta tener más amigos? Bueno. Yo antes era igual a ti. Ya sabes, humillaba a otras personas. Era parte de un grupo de chicos que solo me querían ahí porque hacia todas sus tareas, y yo solo quería estar con ellos para tener la atención que mis padres no me daban…—conto, su voz se volvía menos audible porque traer su pasado de vuelta tenía un efecto negativo en él—. Pero a diferencia de ti fue después de un tiempo que me di cuenta que lastimar a otras personas era horrible. Ellos sufrían y podía verlo en sus ojos. Pero ya era muy tarde cuando recapacite porque el último año de secundaria ya estaba terminando. Entonces decidí que jamás en la vida volvería a ser así. Como tú. ¿También querías saber cómo es que solo tengo a Tao como amigo verdad? Pues él me salvo de dos chicos a quienes yo había humillado en algún tiempo atrás. Ellos estaban tratando de golpearme y t-tocarme, pero Tao lo evito. En ese momento no supe que hacer así que solo fui directo a casa. Mis padres estaban ahí esperándome, totalmente preocupados por mí. Casi me rio frente a ellos porque, ¿cómo era posible que solo volviendo todo golpeado me prestaran atención? Le dije exactamente eso y tiempo después ellos se divorciaron por mi culpa. Cuando entre a esta escuela, me topé con Tao. Y en el momento en el que él me sonrió supe que seriamos buenos amigos. Los días pasaban y yo lo notaba triste. Un día me atreví y le pregunte por eso. La respuesta que me dio me hizo entender que por culpa de mi estupidez él estaba sufriendo. Tao aprendió wushu gracias a su abuelo. Pero sus padres lo tomaron mal y se marcharon a China para hablar con él. Justo cuando estaban regresando el avión tuvo fallas y se estrelló. ¿Qué mala suerte no crees? Desde ahora el abuelo de Tao lo trata como un inútil. Porque según él, le enseño wushu por disciplina, no para pelear con chicos en la calle y dejarlos inconscientes. Y bien, eso es todo. Ahora, ¿ya puedes dejarme en paz o tienes otra pregunta para mí?


Kyungsoo ni siquiera se percató de que estaba llorando, por lo que limpio con furia las lágrimas sobre su mejilla. En todo el tiempo que estuvo hablando observo a Kai, y este solo estaba en blanco. No decía nada. Y él supo que la había cagado. Intento huir pero la mano del moreno sobre su antebrazo lo detuvo. Se soltó como pudo y salió corriendo del lugar, directo a la parada de autobuses. Cuando ya hubo subido al autobús y sentado en los asientos traseros, enterró su cabeza sobre sus piernas y comenzó a llorar en silencio. Su garganta hacia ruidos extraños y se mordió los labios para que las personas en el autobús no lo escucharan.


En esa situación, se sentía extremadamente culpable. Porque ahora si acababa de poner en peligro a Tao y a él.


Detrás de todos sus pensamientos, sabía que todo estaba en lo que Kai decidiera hacer.


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Kris sintió su móvil vibrar en uno de sus bolsillos traseros de su pantalón y rápidamente contesto sin mirar el identificador de llamadas.


—¿Si?


—¿Kris? Necesito que nos veamos. Ahora.


—¿Kai? ¿Por qué? ¿No puedes esperar hasta mañana?


—No, no puedo. Esto también te interesa a ti.


—¿Por qué lo piensas?


—Porque involucra a Tao.


—Bien. ¿Dónde nos vemos?


—Mi casa.


Te veo en un rato.


—De acuerdo.


Colgando el teléfono, Kris reparo en el hecho de que ya era obvio para Kai que Tao le causaba algo. No le dio importancia, porque Kai estaba en la misma situación con el chico ojón. Salió de su casa y subió a su auto, comenzando a conducir hacia la casa del moreno. No quedaba demasiado alejada, por lo que llego en cuestión de minutos. Bajo de su coche y camino hacia la entrada.


La casa del chico siempre le pareció algo acogedora. Sin embargo, por lo que sabía era todo lo contrario. Por lo menos Kai tenía a ambos padres con él.


Olvidándose del tema, sonrió cortésmente cuando la señora Kim lo recibió.


—Oh, vaya. Hace tiempo que no te veía por aquí Yifan—dijo ella, Kris se contuvo de hacer una mueca. Ya nadie lo llamaba por su nombre real—. Pasa, Jongin está en su habitación.


—Gracias señora Kim—agradeció y tomo camino por las escaleras hasta la habitación de su amigo. Una vez ahí, no tuvo tiempo de tocar ya que Kai se apresuró a abrir la puerta y jalarlo dentro.


—¿Y bien? ¿Qué es lo que tienes que decir?


—Primero que nada, ¿sabes que te estoy contando esto porque de alguna forma Tao te interesa también no?


—Él no me int- Bien. Si, ¿y?


Kai tomo asiento en su cama y procedió a contarle lo sucedido a Kris. Conforme el rubio escuchaba la historia, las muchas preguntas en su cabeza se respondieron por si solas. Y se dio cuenta que ya no necesitaba hacerle más preguntas a Tao. Por lo que el moreno le había dicho, entendió que Tao no se defendía porque no usaba el wushu para “golpear personas”, entendió que esto se debía a que tiempo atrás defendió a su amigo de dos tipos y resulto en personas inconscientes, y también entendió que Tao vivía con sus abuelos porque sus padres murieron en un accidente de avión. Y por último entendió porque el tema de su abuelo era difícil porque este lo trataba como un inútil.


Mientras se marchaba de la casa de Kai y conducía, recordó la mirada de Tao siempre que le respondía sus preguntas. Esta reflejaba tristeza.


Fue durante unos segundos, pero Kris se sintió como si quisiera borrar esa tristeza en los ojos de Tao. Su cabeza era un total lio.


Era la primera vez que se sentía así. Y especialmente por una persona.


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Lay suspiro pesadamente e hizo su camino habitual hacia su departamento. En cuanto la campana final había sonado, él se despidió de sus dos amigos y se marchó del instituto. Era un poco raro ya que siempre se quedaba un poco más tarde los jueves para acompañar a Kyungsoo mientras su clase comenzaba. Sin embargo, ese día fue la excepción porque no quería tener que toparse con Suho. Aunque sabía que este ya no hacia las mismas acciones amables, tenía que estar precavido.


En los días anteriores en donde vio por segunda vez a esta linda chica en los apartamentos, era verdad que se sintió enojado, triste y -demasiado- celoso. Y tal como había pensado ese día, eso solo lo haría sufrir más. Ahora que sabía que sus sentimientos por el rubio nunca se fueron y que probablemente este comenzó a frecuentarse con la chica, su mente solo le advertía que debía alejarse si no quería salir herido. Además, estaba sintiendo todo esto por el mismo chico que lastimo a sus amigos. Si él estaba alejado, entonces no habría más problemas con los chicos.


Lay no podía ser inmaduro y odiar a la joven porque ella obviamente no tenía la culpa de nada. Pero es que no podía evitarlo. Con el solo hecho de pensar que aburrió a Suho y este prefirió estar con ella en su aniversario simplemente le dolía bastante. Por un segundo se preguntó qué fue lo que hizo en su vida pasada para merecer esto.


Su madre lo abandono, su padre abusaba de él, y para rematar el chico del que había quedado totalmente colado le mintió. Pero luego el rostro de dos personas le hizo pensar que si tuvo que pasar por todo eso para poder conocerlos, entonces estaba bien. Porque valía la pena. Ellos eran lo más cercano que tenía a una familia y realmente les estaba infinitamente agradecidos porque después de todo lo que pasaron, ellos todavía aceptaban su amistad.


Una sonrisa apareció en sus rosados labios y miro hacia el frente. No obstante, un carro deteniéndose a su lado provoco que su sonrisa se desvaneciera y una mueca se hiciera presente. Como si no conociera al dueño de ese carro.


—Oh Yixing, no me pongas esa cara—se quejó Suho, bajando la ventanilla del auto para que el castaño pudiera escucharlo.


—¿Qué quieres Junmyeon?—pregunto sin rodeos, rodándolo los ojos cuando comenzó a caminar de nuevo y el auto a su lado lo seguía.


—Solo me detuve pera decirte que llegare un poco tarde hoy así que si la chica del otro día aparece, dile que espere por mi ¿sí?—pidió, observando concentrado la expresión de Lay. Tenía que estar cien por ciento seguro para dar el siguiente paso.


—¿Qué? Claro que no. Si tanto quieres verla entonces llega temprano a casa. No tengo porque recibir a tus estúpidas citas—respondió, enfadado y deteniendo sus pasos. Suho de verdad era un hijo de puta sin vergüenza. ¿Cómo le pedía eso? Estaba jodido si pensaba que lo haría.


—¿Cita? ¿Quién dijo que ella era solo una cita?


Lay juraba que en ese instante sintió su corazón encogerse extremadamente fuerte. Desde un principio pensó que probablemente Suho si estaba saliendo con ella, pero que ahora el mismo se lo confirmara, era… doloroso.


—Me importa un carajo lo que significa ella para ti, Junmyeon. Ya te dije, si es tu maldita novia entonces llega temprano—escupió y Suho pudo escuchar perfectamente los celos en su voz. Eso fue todo lo que necesito para estar seguro. Las expresiones faciales de Lay solo lo reafirmaban. “Definitivamente esta celoso.”


—Bueno, esto fue más fácil de lo que pensé. Creía que tal vez tratarías de disimular, pero maldición Yixing, estas prácticamente matándome con la mirada—dijo, mostrando una gran sonrisa blanca y perfecta.


Desconcertado, Lay frunció el ceño. —¿De que estas hablando?


—Ya sabes, pensé que tratarías de ocultar que estas celoso—la mandíbula del castaño casi cae al suelo de no ser porque el rubio siguió hablando—. Déjame decirte que con esto acabas de demostrarme que todavía sientes algo por mí.


—E-eso no es v-verdad yo…


—No mientas. Ambos lo sabemos. Pero bueno, solo que sepas que no pasare esto por alto. ¡Oh! Y por cierto, lo que te dije hace un momento sobre la chica es falso. De hecho, la vez pasada fue la primera y última ocasión que la vi después de, mmm, ya lo sabes—confeso, incomodo por repetir esas palabras y rascando la parte trasera de su cuello—Como sea. Te ofrecería llevarte a casa, pero ya sé que te vas a negar de todas maneras. Te veré más tarde, cariño—se despidió, regalándole otra vez esa sonrisa que tanto le encantaba y un guiño engreído.


Lay paso saliva y ni siquiera se movió de su lugar incluso cuando el carro ya no estaba en su campo de visión. Fue el pitido de un auto a lo lejos lo que lo trajo de vuelta a la realidad.


Procesando todo lo que acababa de pasar, se maldijo por ser una mierda ocultando sus emociones.

Notas finales:

No me demore mucho esta vez asdfghjk, espero tener el cap siguiente pronto. <3


Gracias a las personas que leen y se molestan en dejar un comentario.


Nos vemos, besos ;-;


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