Kai se sentía agobiado desde hace tres días exactamente. Siendo específicos desde el jueves. Ojos grandes y mejillas llenas de lágrimas, eran la única imagen que el mismo se dedicó a repetir durante el viernes y todo el fin de semana. Él tenía un objetivo desde que inicio con todo eso de querer saber el pasado de Kyungsoo. Y eso era obtener lo mismo que obtuvo un sábado por la noche. La única diferencia era que ahora no sería forzado pero si habría algo de chantaje.
Sin embargo, esos planes que tenía se vinieron claramente abajo. En un principio saber sobre el pasado del chico ni siquiera le importaba puesto que solo era para su propia conveniencia. Pero conforme el tiempo pasaba y Kyungsoo se veía cada vez más dispuesto a no decir nada, su plan paso a segundo plano. Y ante tal actitud se sintió curioso, interesado, atraído.
Se sentía atraído por Kyungsoo. Lo admitía. Tal vez ahora su interés tenía otro significado. Quizás eso lo llevo a tratar de detener al chico cuando este quería desesperadamente irse del lugar. Y quizás los sentimientos reflejados en los ojos llorosos de Kyungsoo lo hicieron sentirse agobiado. Porque en sus ojos solo se notaba el dolor que le costaba decir aquellas cosas de nuevo. Era como revivirlas y Kai solo sabía que la había cagado. Era un poco estúpido sentirse atraído por el chico al que golpeaste, abusaste y molestaste. Pero que decirles, ese era Kim Jongin.
Y ese Kim Jongin ya tenía una decisión. No hacía falta decirla porque cuando él quiere algo, lo obtiene. Así de fácil. No importaba cuanto costara o llevara. Lo conseguiría. Pero primero lo primero, antes tendría que aclararle una cosa a Kyungsoo.
Saco su celular del bolsillo comprobando que faltaba poco para que la campana sonara. Tenía una oportunidad y esa iba a tener que ser precisamente hoy. Así que con un nuevo plan en su cabeza, escucho la campana para el almuerzo sonando. Guardo solo el libro que tenía sobre la banca y levanto la vista, encontrándose con la figura confundida de Sehun.
—Sé que casi nunca prestas atención pero hoy ni siquiera miraste al pizarrón—observo este, dando un paso atrás y sentándose sobre una banca—. Te ves agobiado. ¿Qué pasa?
Kai se vio repentinamente sorprendió por el interés de Sehun. Ese chico solamente se interesaba por sí mismo y nadie más.
—¿Por qué querrías saberlo?—cuestiono, sentándose también en la banca a su lado.
Ambos se miraban fijamente.
—Mmm no sé. ¿Quizás ese chico ojón está confundiendo a nuestro Kai?—respondió, su tono de voz no pasó desapercibido para el moreno. Se estaba burlando.
—Bueno no lo sé, ¿tal vez tengas razón?—dijo, extrañándose cuando la sonrisa burlona en la cara de Sehun casi se desvanece. Escucho como este soltaba un bufido y comenzaba a reírse bajito.
—No lo puedo creer. ¿Enserio Kai? Desde un principio pensé que esto solo era otro capricho tuyo y luego vienes con esto. ¿Acaso ese chico tiene algo especial o te gusto como te apretaba el pene cuanto te lo follabas?
Ante lo dicho, Kai sintió su estómago revolviéndose en puro enojo. No tardó mucho en darse cuenta que su enojo no se debía a la burla en la voz de Sehun. Se debía al desprecio y desagrado con el que el chico se refería a Kyungsoo. Casi instantáneamente, una sonrisa apareció en sus labios mientras cruzaba los brazos y comenzaba a caminar hacia Sehun.
—¿Por qué te importa, de todos modos? Acaso… ¿te molesta?—indago, girando solo unos centímetros su cabeza—. ¿Nuestro pequeño Sehun esta celoso?
—¿Q-qué? C-claro que no. Mírate a-ahora estas diciendo estupideces—contesto rápidamente, balbuceante.
Kai en seguida se percató de que estaba nervioso. Las veces en las que el gran Oh Sehun se ponía nervioso eran contadas.
—Oh claro, estupideces. Bueno, deberías conseguir a alguien más con quien follar por ahora. Estaré algo ocupado estos días…—comento, dándole una palmada en el hombro mientras salía del aula. No alcanzando a escuchar el gruñido que salía de la boca de Sehun.
Era cierto que Sehun estaba celoso y era cierto que se sintió molesto por la forma de hablar de este sobre Kyungsoo. No se detuvo a pensar o darle vueltas al porque ya que ya lo tenía aclarado.
Y antes de que pudiera dar vuelta por el pasillo, una pequeña mano lo detuvo por el antebrazo.
Girándose, se encontró con la delicada cara de Luhan.
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Si había alguien igual de agobiado o más, definitivamente ese sería Luhan. Se sentía como el infierno. Y tenía razones. La primera era que el estúpido de Suho todavía no se dignaba a hablar con él. La segunda era que estaba resistiéndose de ir y acercarse al imbécil de Sehun. Y la tercera y última era que aunque quisiera, no podía cumplir con lo que le había advertido a Sehun hace unos días.
Eso mismo de evitar la tontería que estuviera planeando Kai y bla bla bla. En el momento en que lo dijo estaba cien por ciento dispuesto a hacerlo. Pero cuando se lo hubo replanteado una segunda vez, supo sería un poco imposible cumplirlo. No podía ser simplemente un hijo de puta, acercarse como si nada hubiera pasado, y decirle a Kyungsoo que tuviera precaución con el moreno. Lo que lo mantenía tranquilo era que obviamente Kyungsoo tendría sus distancias con Kai.
No sabía exactamente qué plan estaba tramando y conociendo al chico, no sería algo de buena voluntad.
Cansado y hambriento, camino por el pasillo lentamente. Percatándose de que una de sus agujetas se había soltado, se detuvo frente a un salón. Se agacho rápidamente para abrocharla y cuando estaba listo para hacer su camino de nuevo, la voz de una persona dentro del salón lo detuvo. Específicamente la voz de Sehun. Segundos después otra voz se escuchó y reconoció que era de Kai.
Luhan no era una persona entrometida. No obstante, la pregunta que hizo el chico lo obligo a escuchar atentamente la conversación. Casi por la mitad de la charla, logro captar algunas cosas. Al parecer Kai estaba distraído y Sehun insinuó que era a causa de Kyungsoo. Kai no negó nada y se sorprendió debido al tono de voz que estaba usando Sehun al hablar de Kyungsoo. Pero sí que se sorprendió cuando el moreno insinuó que el otro chico estaba celoso.
Pensó que era algo estúpido, sin embargo, cuando escucho la voz nerviosa de Sehun responder, podría decir que una punzada apareció en su pecho. Él nunca se ponía nervioso. ¿Por qué de pronto lo estaba?
La respuesta a su pregunta fue contestada por Kai segundos después.
“Oh claro, estupideces. Bueno, deberías conseguir a alguien más con quien follar por ahora. Estaré algo ocupado estos días…”
Aquello lo dejo sin habla. Y el comentario que Suho le hizo hace días, de repente cobro sentido para él.
La sola idea de Sehun y Kai acostándose lo hizo tomar una bocanada de aire. ¿Cómo no se había dado cuenta? Se sintió engañado cuando no tenía por qué sentirse así. Él no tenía nada con Sehun. Y jamás lo tendría. Ya era hora de volver a la realidad.
Se tragó todo sentimiento que estuviera sintiendo y se concentró en Kai. No le negó nada a Sehun y al parecer realmente estaba interesado en Kyungsoo. Quisiera decir que era bueno que lo estuviera, pero por dios, estaba hablando de Kai. Y carajo, no podía decir que eso era algo bueno o malo.
Ante el sonido de la manija abriéndose, se echó a un lado inmediatamente y se escondió detrás de unos casilleros. Viendo la figura del moreno alejándose, se dijo a si mismo que si no podía acercarse a hablar con Kyungsoo, entonces podría ir y acercarse a él.
Dio varias zancadas y alcanzo el antebrazo de Kai, deteniéndolo.
—¿Luhan?—pregunto el chico, extrañado.
—Bien. Escucha, no quiero aburrirte. Así que solo lo diré, ¿de acuerdo?—dijo rápido y directo, al ver a Kai asentir, continúo—. Puede o no que ahora sepa que estas interesado en ese chico, Kyungsoo.
—¿Puede o no?—pregunto burlón, sonriendo y cruzándose de brazos.
—Bueno, lo sé—contesto resignado, pasando su peso a su pierna derecha.
—¿Y puedo preguntar cómo te enteraste de eso?
—Eso no importa. Pero déjame decirte que el hecho de que lo sigas por toda la escuela es algo extraño. Quiero saber que estas tratando de hacer.
—Luhan, eso no te importa. Así que si me dejas, quisiera ir y comer algo—le soltó, tratando de pasar por su lado. Lucia molesto. Y bueno, así era Kai cuando alguien quería meterse en sus asuntos. Simplemente lo evadía y se marchaba.
—Solo te diré una cosa…—dijo, metiéndose en su camino para que no avanzara—No sé si lo que estés planeando se bueno o malo. Por una vez en tu vida piensa en alguien que no seas tú. Piensa en Kyungsoo. ¿Por qué crees que trata de evadirte? Lo hace porque no confía en ti Kai. Y le has dado las razones suficientes para que no lo haga. Si en realidad tus intenciones son buenas, déjame decirte que la tienes muy difícil y tendrás que esforzarte demasiado. Pero si son malas, Kai, no seas un gran idiota y deja lo que estés tratando de hacer porque solo lo harás sufrir más de lo que ya lo has hecho.
Y dicho eso, se marchó por el lado contrario del pasillo. Tal vez había sido algo grosero, pero si eso hacia tan siquiera a Kai reconsiderarlo, entonces valió la pena. Alguien tenía que decírselo. Dio unos cuantos pasos cuando la figura de Sehun caminando hacia él en la dirección contraria capto su atención.
Entonces como había hecho antes, se tragó todo sentimiento que estuviera sintiendo. Agarro las correas de su mochila, levanto bien alto la cabeza, y paso por su lado sin detenerse a ver el ceño fruncido que ponía el chico.
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El ruido de sus compañeros hablando y riéndose fuertemente estaba de fondo en su cabeza. Dando un suspiro y acomodando mejor la cabeza entre sus brazos, Tao seguía pensando y pensando. El viernes de la semana pasada y este lunes, Kyungsoo había estado muy raro. Aunque el chico era bueno ocultándoselo a Lay, con él era diferente. Podía notarlo. Sin embargo, no tenía idea de que podría ser. Estos días eran tranquilos, sin mencionar que esa pandilla de chicos ya no estaba tratando de molestarlos. A decir verdad, era la primera vez que Tao casi se sentía realmente bien siendo ignorado por todos, de no ser por ese chico rubio que se mantenía cerca de un día para otro.
No había podido sacárselo de la cabeza. Antes que nada, se sentía avergonzado. Y eso era porque hace tres días había soltado unas lágrimas frente a Kris. Lo que le dijo le afecto de una u otra manera. Él ya estaba lo suficientemente consciente de que la gente siempre pasaría encima suyo porque no se defendía. Aun así, no era como si pudiera hacer mucho. Una vez lo había intentado y eso no resulto para nada bien. Pero que una persona se lo dijera así, de frente y en ese tono, fue decepcionante. También podía sentir lastima por sí mismo. Especialmente porque fue Kris quien se lo dijo. A decir verdad, cuando el rubio lo defendió, sintió un deje de esperanza en su interior. Quizás había decidido cambiar su actitud o algo. No obstante, al soltar ese pequeño comentario, toda su esperanza se esfumo. Y también supo que Kris lo había defendido por lastima. ¿Por qué más podría ser entonces?
Sin embargo, también se sintió enojado. Como aquella vez en la plaza. El rubio hablaba como si supiera absolutamente todas sus razones para no defenderse cuando no era así. No sabía nada. Y por lo tanto no tenía derecho de decirle esas cosas.
Muy en fondo, Tao en serio creía que las personas podían cambiar. Sabia la historia de Kyungsoo y ese era un claro ejemplo. Pero hablando enserio, no todas las personas eran Kyungsoo. Fue con ese pensamiento con el que levanto la cabeza de la banca, observando que más de la mitad del salón se había marchado. Estaba en la misma clase que el día en que Kris lo ayudo con su barrita.
Toda la clase estaba enterada que el profesor se encontraba en una clase de retiro, por lo que estaría ausente unas semanas. No habría clase hasta que el hombre volviera. Tao estaba seguro que lo más probable era que trajeran un remplazo. Pensando en ello, se preguntó que hacia entonces en el aula cuando podía ir y sacar algo de la máquina expendedora. Sin embargo, hace unas horas había sido el almuerzo por lo que no estaba lo suficientemente hambriento. Tomando sus cosas, decidió que solamente iría al patio trasero y se sentaría hasta que su siguiente clase comenzara.
Saliendo del lugar, se apresuró hasta la puerta que daba al patio y salió de ahí. Camino hacia unas bancas cercanas y tomo asiento, respirando el aire de la mañana/tarde. A unos metros de él, su buena vista le permitió mirar a un chico castaño que reconoció como Sehun.
Una sonrisa nostálgica nació en sus labios mientras miles de recuerdos llegaban a su mente. Inconscientemente se preguntó que habría sido si Sehun se hubiera acercado a ellos con buenas intenciones. También se preguntó qué habría pasado si Sehun enserio se hubiera interesado en él. Desde hace ya mucho, saco al chico de su mente y a su supuesto “enamoramiento” hacia él. Pues este mismo se había acabado desde que Sehun puso una mano en su cuerpo sin su permiso.
Un escalofrió sacudió su cuerpo al recordar y solo movió su cabeza, ahuyentando todo recuerdo.
En ese momento pudo sentir como un cuerpo caía a su lado, resoplando. Girando su cabeza, se encontró con un Kris bastante molesto. Frunció el ceño y un sonrojo avergonzado se apodero de sus mejillas recordando su último encuentro. Ninguno de los dos hablo hasta que Tao, quien no soportando el incómodo silencio que empezaba a surgir, abrió la boca diciendo cualquier cosa para aligerar el ambiente.
—¿Te estas saltando esta clase?—pregunto obviamente, frotando sus manos.
—Sí, lo estoy haciendo. ¿Qué me dices de ti?—contesto, su tono de voz solo corroboraba su expresión. Todo en él decía “jodidamente enfadado.”
—A-ah en realidad no tendré esta clase por un tiempo…—comento, tomando valor para mirarlo a los ojos—. No deberías saltarte clases.
El rubio, resignándose a mirarlo también, dijo: —Como sea, no me importa. De todas formas, ¿estabas disfrutando de la vista aquí?
Extrañado por lo cínico que aquello se escuchó, Tao frunció el ceño aún más tratando de darle sentido a su pregunta. Y solo basto girar la cabeza para que entendiera. ¿Kris estaba molesto porque hace un momento lo había atrapado mirando a Sehun? ¿O acaso estaba….?
Oh no. Claro que no. No, no y no. Era una tontería.
Trato de decir algo pero las palabras no salían de su boca. Solo la abría y cerraba. No sabía que decir, estaba confundido. Y al parecer eso solo logro enfadar más al chico a su lado. Lo siguiente que escucho logro dejarlo atónito. Pero no más que enfadado.
—Vaya. ¿Enserio te sigue gustando Sehun? ¿Después de lo que hizo? Sí que eres ingenuo.
Apretando en puños ambas manos, Tao se levantó de su asiento para pararse delante de Kris, encarándolo. Ninguno de los dos se percató cuando Sehun simplemente se alejó del lugar.
—Espera un momento. ¿Después de lo que hizo? ¿Debo recordarte que fuiste parte de todo también?—soltó, subiendo su tono de voz y provocando que el rubio se levantara de su lugar—. No me gusta Sehun. ¿Por qué lo das todo por hecho? Deja de hablar de mí como si supieras todo. No sabes nada y siemp-
—Lo sé. Todo.
—¿C-como lo s-sabes?—cuestiono en un susurro, el rubio se veía tan seguro de lo que decía que solamente consiguió entrar en pánico. Cuando Kris solo se dignó a mirarlo sin expresión alguna, la campana para la siguiente clase timbro.
Sin saber cómo reaccionar, Tao solo pudo alejarse para correr hasta su salón correspondiente con el corazón retumbándole en los oídos. Dejando al chico que se maldecía mil veces internamente atrás.
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Kyungsoo solo esperaba lo peor durante todo el día del lunes. Estaba nervioso y demasiado asustado. Trato de disimularlo y al parecer eso funciono, aunque pensaba que quizás Tao si lo había notado extraño. Ojala pudiera sentirse menos presionado que el viernes pasado, pero no. En su mente solo esperaba el momento en el que Kai contara absolutamente todo. Ni siquiera sabía que esperaba. Solamente lo hacía. Muy en el fondo esperaba que Kai les tuviera empatía y no dijera nada.
Pero eso era soñar demasiado.
Se sentía como un cobarde ya que no era capaz de decirle a Tao lo ocurrido. Lo había arrastrado a él también en esto y merecía saberlo. Sin embargo, todavía se aferraba a su idea original.
Tal vez era ridículo aferrarse a una cosa como esa. O tal vez solo debería confiar un poquitito más en el criterio del moreno.
No obstante, cuando este se le planto en frente al final de las clases con una sonrisa en su rostro, pudo decir que estaba jodido al verlo. Aunque al ver esa clase de sonrisa, se sorprendió. No era de esas sonrisas típicas que siempre le caracterizaban. Solo era una sonrisa sencilla.
Y linda.
Kyungsoo sabía que no podía evitarlo más.
—¿Qué? ¿Vienes a decirme que ya fuiste con tus amigos a decirles todo lo que sabes? Kai, si planeas hacer algo, preferiría que lo hagas ya, no me dejes con la intriga—comenzó hablando, cruzándose de brazos y mordiéndose el labio inferior.
—En realidad solo venía a decirte la verdad. En algún principio quería conseguir algo de esto, pero ya no. Puedes estar tranquilo. Prometo no decir nada acerca de tu vida y la de tu amigo—el más bajo se contuvo de soltar un suspiro, el moreno se veía sincero, pero todavía tenía dudas reflejadas en sus enormes ojos—. Puedo notar que no me crees. Pero no tengo nada con que probártelo. Así que supongo que tendrás que esperar y comprobarlo por ti mismo. Te veo luego, Kyungsoo.
Sin poder reaccionar, Kyungsoo solo miro la espalda de Kai alejarse. Estaba conmocionado porque era la primera vez que veía a este Kai. No al Kai burlón con su sonrisa petulante. Sino al Kai sonando sincero y serio.
Comenzó a caminar a la salida tranquilamente, esquivando a los estudiantes y pensando que esta vez, no tenía otra opción más que esperar y ver. Al llegar a la puerta, un par de manos tomaron las suyas. Era Tao.
—¿Qué ocurre?—pregunto preocupado.
—Kyungsoo c-creo que Kris sabe todo sobre mi vida. No se cómo lo sabe p-pero hoy charle con él y me enfade porque estaba hablando como si supiera todo de mí. Se lo dije y me contesto que en realidad sabía todo. N-no sé si créele, se veía tan seguro y no se q-que hacer…
En cuanto los labios temblorosos del chico cesaron de hablar, Kyungsoo se sintió como un completo crédulo. Se golpeó internamente porque estaba a punto de creer las palabras de Kai. Y la furia corría por sus venas. Quería ir y hacer que el moreno se tragara su promesa. De hecho planeaba hacerlo, pero sin embargo no era el momento indicado.
Trago el nudo en su garganta y apretó la manos de Tao en un intento de calmarlo.
Tenía que decirle la verdad.
—Yo tengo la culpa Tao. Kai estuvo siguiéndome durante días solo para que le soltara todo sobre nuestras vidas. Yo jamás se lo diría pero termine hartándome hasta que se lo dije, ni siquiera estaba pensando correctamente cuando lo hice. Pensé que no diría nada porque lo prometió. Me mintió Tao, todo es culpa mía por favor perdóname…—se sinceró.
Y se sintió terriblemente mal cuando Tao alejo sus manos de él. Como si le quemaran.
—¿J-jueves? ¿Y esperaste hasta hoy para decírmelo? ¿C-cómo pudiste h-hacer eso Kyungsoo?—la voz del pelinegro sonaba demasiado dolida. Una punzada atravesó su corazón.
Antes de que pudiera decir algo, Tao se alejó y comenzó a marcharse a casa sin él, ignorando los llamados que le hacía.
Solo hasta que el aire fresco golpeo sus mejillas, Kyungsoo limpio las lágrimas que se habían derramado. Y ahí, en la puerta de entrada, apretó una mano en su pecho.
Porque era la primera vez en un tiempo que Tao estaba herido.
Y corría por su cuenta.