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INFILTRATE por MayLin

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Notas del capitulo:

Lean las notas finales. :) 

El día lunes no se hizo esperar y Tao no sabía si sentirse frustrado porque era inicio de semana, o sentirse frustrado con ese maldito chico rubio que no dejaba de rondar por su cabeza todo el tiempo. De por sí, regularmente pensaba en él, y ahora sabiendo que supuestamente le gustaba, ni que decir.


Tenía que admitir que le sorprendió bastante saber que Kris lo defendió ante Sehun, tanto así que tuvieron una pelea. Antes era jodidamente imposible que eso pasara en su mente. Sin embargo, había ocurrido y sinceramente, no tenía idea de cómo sentirse. Se sentía abrumado. ¿Cómo rayos Kris pudo haberlo defendido, si no hace mucho tiempo estaba golpeándolo en un parque sucio y solitario? De todas formas, ¿por qué estaría interesado en él? Nunca habían hablado lo suficiente, eran algo así como desconocidos que intercambiaban palabras. Bueno, pensándolo mejor, no eran del todo desconocidos porque el rubio conocía todo su pasado. Y joder que todo era muy raro.


Algunas piezas si parecían encajar. El día que ambos discutieron y Kris lucia celoso porque estaba “mirando” a Sehun, fue una pista. Pero lo que tal vez corroboro todo, fue que él tuvo la grandísima idea de preguntarle a Kyungsoo que era lo que Kris le había dicho cuando hablo con él. Su amigo le conto todo lo que dijo y lo seguro que estaba al hablar. Aun así, todavía dudaba, pero cuando un Kyungsoo nervioso comento que posiblemente era cierto, prácticamente toda su cara se tornó roja como un tomate. Y antes de marcharse, recibió una advertencia para que tuviera cuidado. En ningún momento sintió miedo, lo que lo hacía más extraño. No tenía miedo de Kris. Ni siquiera cuando se enteró de su pasado, solo se había sentido expuesto y eso le causo un poquito de paranoia.


Y en ese instante, mientras se abría paso a través de los pasillos, se percató de que en realidad, hace un par de días que no se encontraba con Kris. No en los pasillos, no en el patio trasero, ni en el almuerzo. Mentalmente e inconscientemente se preguntó si estaría bien después de la pelea. Rápidamente se avergonzó por dos razones. La primera porque se estaba preocupado por el estado de salud del chico. Y la segunda porque Kris tuvo que meter las manos en una pela para defenderlo.


Sabía que tenía que aprender a defenderse aunque no fuera con golpes. Como la mayoría de personas hacia. Pero sabía que si pedía amablemente que lo dejaran en paz, lo dejarían peor. Últimamente las personas eran así de crueles. También estaba agradecido con Kris. Una sonrisa tonta se extendió por su rostro. Recién caía en la cuenta de que Kris golpeo a Sehun y se suponía que esos dos eran amigos. Si, definitivamente se sentía agradecido por eso.


La sonrisa tonta que seguía en su rostro repentinamente flaqueo cuando levanto la vista. Kris venía en la misma dirección que él, solo que en sentido opuesto. Y al parecer, iba en su dirección. Su cerebro le decía que se girara y huyera porque aún no sabía cómo actuar, sentirse y que hacer. Pero sus piernas no cesaron de andar. Todavía tenía esa duda en cuanto si Kris realmente gustaba de él. Así que si quería estar seguro, tendría que descubrirlo por sí mismo. Necesitaba que se lo dijera de frente. Quizás así estaría seguro y sabría qué hacer. En dado caso las acciones serían más evidentes. ¿Cierto?


Si Kris se lo decía de frente y cambiaba su forma de ser se sentiría muy feliz. Tendría a la segunda persona que cambio su forma de ser esforzándose.


Apretó las correas de su mochila con ambas manos y camino a un ritmo normal hasta que estuvo delante de Kris. Se fijó en su rostro, y este no se veía muy hinchado, no obstante, era evidente que había tenido una pelea o algo parecido gracias a su ceja cortada y labio partido. Por no mencionar los rasguños en su cara. A pesar de todo parecía haber salido bien. Y tuvo que tragar grueso porque si así termino el rubio, que tan bien o mal había terminado Sehun.


Carraspeo incómodamente y se sonrojo hasta las orejas. Se quedó viendo el rostro de Kris por un buen rato. Cuando escucho la risa del joven hacer eco en sus oídos, levanto la cabeza rápidamente.


Era la primera vez que escuchaba una risa real. Y en su opinión, no sonaba tan mal.


—Supongo que ya sabes qué fue lo que paso. ¿O me equivoco?—pregunto el rubio. La verdad era que después de la reunión/pelea en casa del bastardo -como le gustaba llamar a Sehun desde ahora-, Suho lo intercepto al día siguiente e hizo que le confesara absolutamente todo lo que se traía con Tao. No dudaba que hubiera pasado lo mismo con Kai porque el día de la reunión ninguno dijo nada en realidad. No aguanto con la insistencia porque diablos, el chico era insistente, y se lo dijo. Pero antes de que se fuera, no pudo evitar preguntarle porque quería saberlo. La respuesta que le dio lo dejo momentáneamente boquiabierto. Trato de detener a Suho muy tarde porque este se escabullo muy rápido. Suho le contaría todo a Lay, para que pudiera estar tranquilo ya que se había enterado de la pelea de sus amigos y ninguno le decía que pasaba. Seguramente Suho ya le habría dicho todo a Lay, y probablemente este a Tao, y si, estaba jodido porque ahora el pelinegro sabía que gustaba de él y que lo defendió de una pelea con Sehun. Y diablos, donde quedaba su faceta de chico indiferente. Pero bien. Durante todos estos días, tomo una gran decisión y si tenía que amarrarse los huevos para hacerlo, entonces lo haría. Porque quizás el chico frente a él, que lucía nervioso y mordía sus labios, si valía la pena. Y quizás, le había demostrado que si una persona quiere cambiar y se esfuerza en ello, puede hacerlo. Como él. Aunque seguía en el proceso. Lo hijo de puta no se te quita en unos cuantos días.


—A-ah y-yo n-


—No importa que digas, sé que sabes porque paso esto—le dijo el rubio, haciendo ademan a su rostro golpeado.


—S-si… sobre eso, gracias por, ya sabes, defenderme—le agradeció, mordiéndose la lengua y maldiciéndose por sonar tan jodidamente nervioso. Kris asintió, mirándolo, y entonces la pregunta se resbalo de sus labios—. ¿Por qué lo hiciste?


—Porque Sehun es un bocón y le gusta hablar mierda de las personas—le respondió, casi se sintió decepcionado de su respuesta ya que esperaba la verdad, pero el chico pareció notarlo y se animó a continuar—. Y no lo sé, creo que me gustas.


Un sonrojo se apodero del rostro del pelinegro. Era hasta gracioso a ojos de Kris y de cualquiera. El rubio se estaba confesando y dios, todo era verdad. No estaba preparado para que sucediera tan pronto. Sin saber qué hacer, solo inclino la cabeza y asintió, tratando de calmar su ritmo cardiaco.


¿Qué carajo le pasaba? Ni con Sehun se había sentido así.


—Como sea, no esperes que suceda otra vez.


—¿De que estas hablando?


—A que te defienda. No te acostumbres. Tienes que empezar a hacerlo tú mismo.


—No golpeare a la gente para defenderme. No resuelve nada y-


—¿Quién dijo que tienes que golpear para defenderte?


Tao no entendía a qué se refería, sin embargo al cabo de un minuto y medio, Kris sonrió y entonces ya sabía la respuesta.


Diablos, no.


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Kyungsoo guardo los últimos libros en su casillero y suspiro audiblemente. Era miércoles, mediados de semana, lo que hacía que su humor mejorara porque casi era viernes. Lo cierto era que desde el lunes estaba esperando algo que durante esos tres días no llego. El día que Lay lo cito a él y a Tao en su apartamento, y hablaron sobre todo lo había sucedido, fue una gran sorpresa que el castaño repentinamente contara que Kris aparentemente defendió a su amigo de Sehun. Y fue aún más grande cuando dijo que de hecho, habían tenido una pelea por ello.


En algún momento, esto hizo que todas sus dudas acerca de una supuesta broma se esfumaran. Lay dijo que esos chicos no metían las manos en algo que no valiera suficiente la pena, o algo así. Lucia seguro al decir esto, pero Kyungsoo no podía creerlo al cien por ciento. Algo no lo dejaba. Aunque le tranquilizaba que Tao no fuera tan tonto como para no tener sus precauciones. Y así como Lay se encargó de advertirles, él también se encargó de advertirle una vez más a Tao. Solo para estar seguro.


No podía saber si lo que los hechos contaban era cierto. Pero el tiempo lo diría todo. Y solo tenían que esperar y ser cuidadosos.


Se preguntaba si quizás Tao llegar a sentir algo por el rubio algún día. Eso definitivamente no le gustaría porque preferiría mil veces a otro chico, no obstante, no era su decisión, ni podía cambiar los sentimientos de las personas.


En algún vago pensamiento en su mente, realmente daba las gracias a Kris. Desde que se enteró de lo bastardo que era Sehun, deseaba que alguien pudiera quitarle lo bocón a golpes. Fue extraño saber que su propio “amigo” lo hizo.


Y cambiando al tema de él, se sentía muy raro y con miedo. Kai estaba interesado en él y eso le causaba escalofríos. No era algo que te helara los huesos, obviamente. Pero irremediablemente, un pequeño temor se había albergado en su interior desde el día de la fiesta. No iba a dejar que el moreno lo atascara, por lo que durante todo el transcurso hasta hoy, casi podía decir que ya estaba superado. Sin embargo, ese casi, podía ser muy grande. Imaginarse en una relación con él era extraño, y también lo era que ya hasta estuviera imaginándose eso. La imagen que tenía de Kai era la misma del chico de la fiesta y quería dejar en claro que algo entre ellos jamás sucedería… pero no podía. De alguna u otra forma, se acostumbró a la figura del moreno siguiéndolo, a sus guiños tontos y sonrisas coquetas. Esa no era una razón válida para no dejar en claro lo que quería y quizás solo estaba buscando una manera de excusarse. No sabía que rayos quería. Y solamente estaba esperando a que Kai se acercara y dijera cualquier cosa, pero el idiota no se había aparecido en esos días.


Un mal sabor de boca se sentía sobre su lengua y que la última vez que hablaron, el mismo lo acusó de ser un jodido mentiroso. Y hasta ahora, le estaba comprobando que no lo era al mantener su pasado a salvo.


El mal sabor de boca de pronto le supo a decepción.


Guardo el último libro, y diablos, lo admitió. Se acostumbró a Kai. Podía soltarse a reír porque la mayoría del tiempo solo lo quería lejos.


Entonces… ¿piensas quedarte mirando el casillero por más tiempo?—pregunto una voz a su espalda, y le era tan malditamente familiar que una sonrisa apareció en sus labios antes de borrarla. ¿Qué pasaba con él?


Se giró e hizo frente al moreno, sintiendo como se quedaba sin aire unos instantes porque la apariencia del chico era como la de otra persona totalmente diferente.


La sonrisa, el brillo en sus ojos y sus gestos, eran diferentes. Hasta su aura era distinto. No era ese que te hacia ponerte derecho y hablarle con respeto. Inmediatamente, Kyungsoo empezó a relajarse y sentirse cómodo.


—Estaba por cerrarlo—respondió, cerrando el casillero.


—Claro, finjamos que no estuviste mirándolo como por un minuto.


—Bien. Y también finjamos que tú no estuviste mirándome por un minuto.


Kai pareció afectado por eso, como avergonzado, y Kyungsoo realmente lo disfruto.


—Quiero hablar contigo.


—Yo no—dijo, tratando de huir porque el ambiente y rostro del moreno se habían puesto serios.


—No me importa, hablaremos quieras o no—decreto, tomándolo suavemente por el antebrazo para llevarlo al patio trasero. Justamente al mismo lugar donde hablaron por última vez.


Kyungsoo paso saliva y se soltó del agarre, sintiendo que el cosquilleo en su brazo se desvanecía.


—Sabes sobre la pelea, lo sé, no te esmeres en negarlo—y como no saberlo, si Suho lo obligo a hablar después de la reunión. No trato de ocultar nada y le conto todo porque bueno, que más daba. En el trascurso de los días, trato de poner bien en orden sus pensamientos para saber exactamente lo que quería. Tuvo claro desde un principio que quería a Kyungsoo. Le gustaba más de lo normal.  Pero también sabía que sería absolutamente difícil tenerlo. Y el mismo había puesto ese grado de dificultad. De hecho, pensó en dejarlo atrás. Sin embargo, la promesa que hizo a su madre hace ya unos años atrás, que estaba olvidada entre recuerdos vino a flote. Esa donde si encontraba a la persona que hiciera latir su corazón tan fuerte, la amara, protegiera y jamás dejara ir. Estaba metido en un dilema. ¿Cómo podía proteger a la persona a la que ya había hecho tanto daño? Cometió errores y lo hizo con la persona equivocada. Su arrepentimiento ahora no servía de nada porque este era su castigo. Tendría que pagar por él. Y el precio estaba por las nubes. Pero aceptaba cualquier cosa. Siempre supo que Sehun  no valía la pena, era un imbécil con un ego muy alto. Como él. La diferencia era que Kai se esforzaría por dejar de serlo, porque a diferencia de Sehun, Kyungsoo si valía la pena.


—Lay me conto lo que ocurrió…—comento, rascándose la nuca, nervioso.


—Kyungsoo me gust-


—Ugh. ¿Tienes que ser tan directo? Eso lo sé. No lo digas, es extraño.


—Lo siento.


—¿Por qué?


—Por todo…—confeso, debía ser sincero con Kyungsoo y consigo mismo—. Siento haberte golpeado. Siento haber hecho eso en la fiesta. Siento que te molestara todos los días. Y siento todas esas veces que te hice llorar. Mis disculpas ahora no sirven de nada, estoy consciente de eso. Esto sonara algo cliché, pero también tengo que darte las gracias. Por ti me di cuenta del hijo de puta que soy. Me gustas y esto probablemente nunca pase. Lo tengo presente y en algún momento de estos días pensé en olvidarlo y dejarte en paz, pero soy necio y no quiero hacerlo. Tienes una idea muy mala de mí. Y tratare de cambiarla. Por más difícil que sea, este es el precio que tengo que pagar por todo lo que te hice. Quizás me vaya de aquí sin nada. Pero tú, Do Kyungsoo, vales la pena.


Oh. Dios. Wow.


—Te creo…—murmuro abrumado en emociones porque dios, esto era más de lo que esperaba y algo cálido se había instalado en su pecho—. También tengo que darte algo de crédito. Gracias.


—¿Por qué?


—Por no contar nada acerca de mi pasado, y por no intentar nada malo en contra de mí. Escucha, aunque te crea, no es fácil confiar en ti. Y me disculpo por adelantado, porque no se cuán difícil y tediosas te pondré las cosas. Podemos ser amigos ahora, si es que quieres claro.


—Me conformo con eso—sonrió, porque cualquier cosa sí que era mejor que nada. Tal vez más adelante, podría sacar algo de esto. Por ahora, estaba bien.


—De acuerdo—Kyungsoo también sonrió, permitiéndose sonreírle por primera vez con esa sonrisa suya en forma de corazón. No podía saber si lo que hacía era correcto. Sin embargo, como había pensado antes, el tiempo lo diría todo—. ¿Recuerdas todas esas veces donde cargaste mi mochila? No sería un mal momento para que lo hagas.


Kai rio, asintiendo y tomo la mochila.


—Okay, solo si no comienzas a patalear para que te la de devuelta.


Cierra la boca, Kim Jongin.


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Suho termino de abotonarse la camiseta y camino hasta el espejo para comenzar a arreglarse el cabello. Era sábado, y después de muchas insistencias, Lay había acéptalo salir con él. Fue difícil convencerlo ya que el castaño últimamente solo estaba preocupándose por nada. Lay no se lo dijo abiertamente, pero podía observar como su rostro se contraía de angustia cuando veía a Kai o Kris cerca de uno de sus dos amigos. Llego el punto hasta donde no lo soporto, así que fue con él, diciéndole que no tenía nada de qué preocuparse. Obviamente, eso no pareció calmarlo. Suho sabía que tenía razón porque el mismo había hablado con sus dos chicos y estaba seguro de que decían la total verdad. Entonces, poniéndose serio, esta vez fue enserio, y funciono porque la preocupación en su rostro se desvanecía cada vez más. Fue algo como: “Escucha, Yixing, tus amigos también no creen en ellos al cien por ciento, pero están teniendo sus precauciones. Aunque no tengan que porque no pasara nada malo. Se lo que te digo, tienes que empezar a calmarte. ¿O es que piensas estar así por más tiempo? Si algo pasara, asumiré la responsabilidad y me encargare del asunto. Ahora por favor quita esa cara.”


Después de que el chico comenzó a despreocuparse, aprovecho y lo invito a salir. No acepto a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, pero si a la cuarta vez con la excusa de salgamos para que intentes distraerte. Lay lo había juzgado con la mirada durante unos segundos, dejándolo ligeramente nervioso hasta que acepto, asintiendo y diciendo que quería un helado.


Cada día que pasaba, el peso en los hombros de Suho parecía aligerarse antes de que fuera el doble de pesado. En un principio, quería cambiar para que Lay no empezara a verlo como un monstruo. Pero conforme paso el tiempo, Suho tuvo la oportunidad de darse cuenta de todos sus errores y de todo lo que había perdido. Un gran error suyo, lo admitía, fue tratar de quitarse un poco del peso de sus hombros culpando a Luhan de todas las desgracias de Lay cuando él se aprovechó de la situación sentimental de su amigo para conseguir lo que en ese momento su idiotez quería. Decidió disculparse con Luhan tan pronto como lo viera, al menos esperaba que el chico pudiera perdonarlo. Había sido tan idiota. Y las palabras que el castaño le dijo aquella vez se clavaban cada vez más en su mente. Lo peor era que estaba consciente de que tenía razón.


“No mereces a Yixing.” Por supuesto que no lo merecía. Lay tenía un corazón tan grande, y Suho quería recuperar el lugar que había perdido. Con el tiempo, quizás podría recuperar ese lugar, y si tenía suerte, obtener su perdón. Sería un trabajo extremadamente difícil, pero el estaría dispuesto a trabajar horas extras si era necesario.


Cuando su cabello rubio estuvo lo suficientemente arreglado, escucho como la puerta principal se abría y sonrió, al parecer Lay se había cansado de esperarlo o estaba completamente desesperado. Colocándose su reloj en la muñeca derecha, se encamino hacia la puerta de su habitación. Cerró detrás de ella y entro en sala, sus ojos siempre fijos en la espalda frente a él. El chico parecía realmente entretenido mirando algo en su mueble que estaba pegado a la entrada. Se acercó sin hacer demasiado ruido, parándose detrás para observar lo que estaba mirando. Y lo que vio, logro que una mueca apareciera en su rostro.


El departamento de Suho era moderno, como el de cualquier adolescente que se había ido de casa antes de ser mayor de edad porque no soportaba  a sus padres y a sus malditas órdenes. A pesar de esto, eso no evito que pusiera un cuadro de el mismo siendo pequeño y sus padres, todos sonriendo. Sin embargo, el castaño sostenía el cuadro luciendo nostálgico.


Lay se percató de su presencia, ya que se giró un poco con el cuadro en sus manos, asustándose al verlo tan pegado a su espalda.


—Tengo que aprender a cerrar la puerta—hablo primero, tratando de aligerar el ambiente algo triste.


—Si deberías…—dijo, dejando el cuadro en su lugar y ahora girándose completamente—Suh-


—Realmente no quiero hablar de ello, Yixing—lo interrumpió, sabiendo que sacaría a flote el tema se sus padres y siendo sinceros, no le apetecía que alguien le dijera lo cabron que era hasta con sus propios padres.


Lay suspiro, cruzándose de brazos.


—Como quieras. Solo quería decirte que ellos son tus padres Junmyeon, habla con ellos porque terminaras perdiéndolos. Suerte que los tienes a ambos. Piénsalo, arrepiéntete ya que en otros diez años.


Suho resoplo, pero se tomó las palabras en serio. Era impresionante que después de la imagen que tenía Lay acerca de sus padres propios, supiera que no todos eran así. El chico hubiera deseado que la relación o ya siquiera sus padres fueran buenas personas. No obstante, no lo eran. Suho debía agradecer que todavía los tenía a ambos y que todavía se preocupaban, o eso decían las llamadas constantes de su padre o madre, que no se molestaba en contestar.


Lay observo a Suho perderse en sus pensamientos y sonrió. Su trabajo de meterle culpa y arrepentimiento estaba hecho. Sonaba mal, sí, pero era mejor que entrara en razón ahora, a que nunca.


—¡Quiero mi helado que prometiste, vámonos ya!


Suho se quedó unos segundos más en sus pensamientos antes de reaccionar. También sonrió, hablaría con sus padres, y Lay obtendría ese helado que tanto quería.


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Luhan tamborileo los dedos sobre el suave mármol mordiéndose los labios, preguntándose por centésima vez si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto.


Hace unos días estuvo pensando demasiado. Hizo cosas malas por culpa de sus sentimientos hacia Sehun, pero ya estaba pagando por ello. Lo único que conseguía ahora, era que Sehun apenas lo mirara.


Sehun, en cambio, hizo cosas malas durante toda su vida, burlándose y golpeando a gente inocente para su diversión. Y nada garantizaba que no seguiría haciéndolo.


Tenía que pagar por sus errores.


Luhan había descubierto una forma para que lo hiciera. Sentía que era demasiado, sin embargo, las cosas tenían que ser justas.


Kai y Kris ya estaban pagando caro por sus errores, y probablemente siempre lo harían. Así que no pensaba meterlos en un lio debido a que ya estaban en uno.


Había más personas que debían pagar, y gracias a ellas, otras sufrirían. Y eso es lo que lo hacía pensar en arrepentirse. Pero se repitió otra vez que las cosas tenían que ser justas y que todos debían aprender de sus errores. Por lo que metió la mano en su bolsillo, tocando el pequeño objeto entre sus dedos mientras escuchaba a la secretaria llamarlo, diciéndole que ya podía entrar.


Respiro, calmándose, porque era ahora o nunca. Se levantó, decidido, pasando las altas puertas que en lo alto rezaban la palabra director.

Notas finales:

Hola, bueno, sé que se han dado cuenta de cuanto demore en actualizar. Ya empezó la escuela otra vez, y debido a tantas tareas y proyectos, no podía darme el tiempo de escribir, lo siento. :(


Miren, este no es el final, hare otro capítulo más donde explique todo lo que paso después de esto. Leí varios comentarios que decían que no les gustaría que las parejas terminaran juntas, pero desde hace mucho ya tenía visto un final así. Sean de mente abierta y dense cuenta que la gente si puede cambiar después de cometer tantos errores. <3


Gracias por las personas que leen y me dejan un lindo comentario, se los agradezco mucho.


¡Los quiero y nos vemos! :D 


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