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INFILTRATE por MayLin

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Notas del capitulo:

Hola, perdón por la tardanza;;;


Notas al final. <3 

Dicen que los errores son como una piedra. Por mucho que la entierres seguirá estando ahí. Recordándote constantemente aquello en lo que te equivocaste. Luhan, lo sabía de antemano. Son inevitables, pero lo que importa es como respondes ante ellos. Y eso también lo sabía.


Y ahí, en medio de su clase de cálculo, le fue inevitable sonreír.


Sonrió porque ahora, era consciente de que había hecho lo correcto. El peso casi inexistente en sus hombros lo confirmaba. Era un día cualquiera para todo el colegio. Sin embargo, para él, había una pequeña diferencia. Desde hace un tiempo atrás, todos los días tenían una pequeña diferencia.


Aun le costaba creer que un insignificante objeto pudiera hacer un gran cambio. O más bien, lo que su valor logro hacer.


Absorto en sus pensamientos, no se dio cuenta que el salón ya estaba vaciándose, y él seguía sentado en su banca. Se levantó, tomándose su tiempo, y se dirigió a la cafetería. Al llegar, se fijó en la mesa que se había convertido en su lugar habitual a la hora del almuerzo. Desde lejos, visualizo a Xiumin, quien seguía comiendo hasta que levanto la vista solo para que sus ojos se toparan, e hizo una seña indicándole que se acercara. Tomo asiento a su lado y se fijó en su alrededor. Sus ojos recorrieron el lugar, quizás buscando a personas que ya no estaban, o personas que simplemente cambiaron de mesa.


Todo porque Luhan había tomado la memoria de Chen, donde estaba el video que Chanyeol y Baekhyun grabaron, ese en el que se veía claramente como Sehun abusaba de Tao.


En realidad, tomarlo no fue difícil, lo único que tuvo que hacer fue abrir la mochila de Chen y listo. La parte difícil fue tener el valor suficiente para hablar. Y cuando tuvo el valor, surgieron dudas y por supuesto, la culpa no tardó en llegar. El objetivo principal desde siempre fue el mismo. Las cosas tenían que ser justas.


Y para poder logar su cometido, tuvo que modificar la verdad. Tuvo que modificarla porque Kai y Kris, ya estaban pagando sus errores. Lo mismo pasaba con Suho. ¿Pero qué pasaba con los demás? Cometieron un error, sin embargo, jamás lo reconocieron. Así que cuando salió de la oficina del director no había vuelta atrás. Y el hombre juzgo solo a las personas que aparecían en el video y al supuesto dueño. Luhan trato de culparse también, pero como el hombre dijo: “Te ganaste unos puntos por decir la verdad, así que tu continuaras en el colegio.”


El resultado de su decisión no tardo más de 24 horas en salir a la luz. Sehun, Chen, Baekhyun y Chanyeol, habían sido expulsados del colegio. Y antes de que estos pudieran decir alguna cosa, sus nombres ya estaban siendo borrados del sistema. Ni siquiera trataron de averiguar más, porque la memoria frente a ellos contaba todo, así que tuvieron que morderse la lengua y aceptarlo.


El director, en su deber, había dicho que era necesario levantar cargos y llamar a la víctima para que contara su versión de la historia. Luhan se alarmo, y casi tuvo que ponerse de rodillas para que no lo hiciera, pues ni siquiera Tao sabía que había hecho esto. El hombre se extrañó y pidió una explicación. Luhan dijo que las cosas estaban bien ahora, que no era necesario hacer eso porque solo traería más problemas. Así que pensando en la imagen de su escuela y confiando en las cosas que le decía ese chico, acepto. Pero con la condición de que Sehun era quien obviamente, lo pagaría caro. Luhan sintió una punzada de culpa, no obstante, asintió y todo ya estaba dado por hecho.


Todos en el colegio no tardaron en notar que faltaban dichas personas. Y el primero enterarse de la situación fue Suho. Luhan trago grueso cuando el rubio se había parado frente a él, con un semblante serio. Sin embargo, cuando este sonrió, y le palmeo el hombro, soltó un suspiro y ambos tomaron asiento cerca y charlaron. Antes de que pudiera abrir la boca, Suho ya estaba disculpándose. Estaba disculpándose por todo. Pero también le estaba dando las gracias, y no tuvo que preguntar porque se las daba. Cuando el rubio estaba por irse, Luhan lo detuvo, preguntando como sabía que había sido él. 


Suho solo se encogió de hombros, diciendo: “Tienes un buen corazón, y por cierto, Lay también te lo agradece.”


Al encontrarse con Kai y Kris, estos solo lo miraron, asintiendo. Como diciendo “gracias”, y él solo sonrió, como diciendo “por nada”.


La cosa con Xiumin fue diferente. Por no decir torturosa. Luhan lo consideraba un gran amigo, y sabía que en el fondo, pensaba igual que él. De alguna forma se enteró de la verdad y no le hablo por casi dos meses. Hasta que un día solo llego, sonriendo, y comentando que había hecho lo correcto.


Luhan no necesitaba que se lo dijeran, porque lo sabía desde un principio.


Exactamente una semana después, Xiumin le conto que era de los demás.


Algunas personas no saben lo que quieren, y por ello, no lo aceptan. Tal como su relación con Chen, que al parecer, por más que intentara no funcionaria. ¿Cuánto valen hermosas promesas si no se cumplen?


No en todos los casos es así. Porque hay promesas que si se cumplen. Baekhyun y Chanyeol fueron transferidos en el mismo colegio y estaban comenzando de nuevo juntos.


Existen casos en los que el orgullo vale más y no te deja avanzar. Nadie podía asegurar que Sehun seguiría estando en el mismo camino. No importa cuántas veces Luhan tratara de cambiar eso, jamás lo logro. Y a veces las personas se cansan de esperar. Entonces lo único que podía hacer era desearle buena suerte. Si seguía cometiendo errores no era su problema, al menos ya había pagado por uno. Ese capítulo de su vida que incluía a Sehun ya estaba finalizado. O tal vez nunca comenzó.


Mientras seguía mirando a su alrededor, suspiro lentamente.


Cualquiera pensaría que era venganza.


Pero no.


Era justicia.


•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´


En la vida puede haber giros impresionantes. Algo de lo que Tao, definitivamente estaba consciente. Uno de ellos le trajo destrucción y dolor. Dejándole un vacío que quizás nunca podría llenarse. Conocer a Kyungsoo después del accidente de sus padres fue de gran ayuda. Aunque todavía tenía el apoyo de sus abuelos, era obvio que tendría que empezar a depender por sí mismo en la vida. Por ello, tener un nuevo amigo y un hombro en el que desahogarse fue reconfortante. Y que eso se le sumara otra persona, Lay, fue el doble de alentador.


Durante años, sus dos amigos se habían puesto delante de él, protegiéndolo ante cualquier cosa. Sobre todo Kyungsoo. Prácticamente, el problema era que no sabía cómo defenderse, o como se suponía que tenía que actuar. Así que cuando repentinamente Kris dijo que no necesitaba de golpes para defenderse, se extrañó un momento, hasta que supo a qué se refería.


Las personas también podían defenderse con un semblante frio y palabras duras. Básicamente, el resto de los días se basaron en Kris tratando de ayudar a Tao, mientras este se reía incontables veces porque es que no puedo hacerlo. Hasta que lo logro. Y Kris estuvo en primera fila para verlo. Fue como todas las veces anteriores. Tres chicos, dame el dinero, bla bla bla.


Tao nunca se había sentido tan agradecido con su altura, porque solo basto de eso, palabras secas, y listo. Cuando estas en la vida real, la supervivencia es todo lo que hay.  Y él supo que desde ese día, podía empezar a combatir solo.


Si Tao pensaba que Kris se alejaría después de aquello, se equivocó. Y algo parecido a un revoltijo se formaba cada que el rubio sonreía o simplemente se le quedaba mirando. Era un revoltijo, como con Sehun, solo que este era más fuerte. Y así como todo el colegio noto que faltaban personas, Tao también lo hizo. Sin embargo, no pregunto o averiguo sobre eso, porque como Luhan había pensado, las cosas estaban bien tal y como eran ahora. Donde sea que estuvieran, deseaba que pudieran cambiar. Porque si una persona cambia, todo a su alrededor lo hace también.


Y luego de varias semanas e incontables momentos con Kris, Tao se dio cuenta que estaba terrible e irrevocablemente enamorado del rubio. Primero, se alarmo, y no dudo en contárselo en sus amigos. Lay se limitó a reír, porque el berrinche que había hecho Kyungsoo, fue lo mejor.


“¡Oh Zitao por favor! ¿No te puede gustar otra persona?”


Ninguno de los dos pudo cerrarle la boca, hasta que un Lay totalmente harto, dijo que cerrara la boca porque estaba en la misma situación. Y así fue como Kyungsoo solo había suspirado, diciendo: “Supongo que ahora le creo, al fin de cuentas te enseño a patear traseros.”


Entonces Tao se tomó eso como un está bien.


Estaban esos días en los que Tao disimulaba una sonrisa, porque la situación con su abuelo no mejoraba. Kris siempre notaba esas sonrisas, decidiendo entre si preguntar o no. No obstante, un día como esos llego, y no lo soporto. Al recibir la pregunta, Tao se encogió de hombros y le dijo todo.


Y justo en ese momento, con el rubio a un lado suyo, el asombro no lo dejaba en paz. Ese día, al volver del supermercado, encontró un auto conocido frente a su casa. Al entrar, la imagen de su abuelo y Kris sentados en el sofá lo recibió. No pudo preguntar algo, porque al instante el rubio se había levantado, excusándolos a ambos de ir a dar una vuelta. Antes de irse, observo el rostro de su abuelo, quien parecía como si le acabaran de dar la lección de su vida. Su abuela estaba sonriendo, conmovida.


Su mandíbula estuvo a punto de dejar su rostro cuando Kris le conto lo que había pasado. O más bien, lo que había hecho por él.


Kris se reunió con su abuelo y le dijo todo lo que el mismo nunca tuvo el valor para decir. Dijo muchas cosas, pero solamente una hizo que su corazón latiera rápidamente.


“Tiene un nieto increíble, no deje que el pasado se lo quite.”


Tao levanto la vista, aun asombrado y conmocionado, dando un paso adelante para que los brazos de Kris inconscientemente lo envolvieran en un abrazo.


Si eso no funciona, siempre puedes venir a vivir conmigo—dijo, recargando su barbilla en la cabeza del pelinegro, percatándose de que Tao encajaba muy bien en sus brazos. Este último soltó una risa, dándole un ligero golpe en el pecho.


Gracias…—agradeció, su voz sonaba amortiguada gracias a que estaba recargado en el pecho del rubio—. Sabes, creo que también me gustas un poco.


El rubio sonrió, apretándolo entre sus brazos.


Si en un principio le hubieran dicho a ambos que terminarían así, probablemente solo se habrían reído. Porque eso nunca.


Tal vez, las cosas simplemente tenían que ser así.


Y ninguno de los dos tenía alguna objeción.


•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´¯`•.¸¸.•´


Desde hace un tiempo atrás, Kyungsoo había decidido no quedarse estancado en los malos momentos. Porque de alguna forma u otra, seguía aferrándose a ellos y no lo dejaban avanzar.


El primer paso fue aceptar hablar con su padre. Antes que nada, Kyungsoo se disculpó, ya que su comportamiento ante la situación no había ayudado en nada. El hombre parecía haberse quitado un peso sobre los hombros, porque tuvo que perseguir al chico alrededor de un año y medio para una simple conversación. Kyungsoo se avergonzó ante ello, pero al final todo resulto bien y todo lo que tuvo que hacer fue charlar. Escucho la verdad que se negó a aceptar. El divorcio de sus padres nunca fue su culpa, y tenía que empezar a asimilarlo.


El segundo paso fue olvidar todo lo que tuviera que ver con dicha fiesta y broma. Fue difícil, pero el hecho de que los culpables de aquello se marcharan, lo ayudo un poco. A diferencia de Tao, Kyungsoo era un poco más curioso y si pregunto a Kai que había pasado. Nunca tuvo la oportunidad de cruzar palabras con Luhan y a decir verdad, lo juzgo mal en un principio, sin embargo, estaba agradecido.


El tercer paso fue, en su opinión, el más complicado. Había aceptado ser amigo del moreno, pero eso no quitaba que seguiría siendo incómodo. El proceso fue lento y molesto. En algún momento Kyungsoo pensó que Kai solamente se rendiría. Vaya fue su sorpresa al equivocarse. Cada día el chico se esmeraba más y más. Y como resultado, Kyungsoo veía al mismo chico con ojos distintos. Misma persona, pero con sonrisa diferente. Todavía había roces, movimientos o situaciones que lo ponían incomodos, y al notarlos, Kai simplemente no presionaba.


Hasta que después de muchos días e incontables noches pensándolo, logro quedarse con la imagen de un solo chico. El hecho de que Kai le demostrara su cambio, lo impulso a decidirlo. No veía más al chico de aquella noche, de sonrisa arrogante y semblante impotente. Ahora solo veía como a Jongin, el chico de sonrisas lindas y chistes tontos. Así que empezó a llamarlo por su verdadero nombre. Eso no pareció molestar al moreno, al contrario, se sintió bien porque era la primera persona que lo llamaba por su nombre real.


Cuando Tao le conto que estaba enamorado de Kris, su primera reacción fue negarse. Hubiera querido que fuera otra persona, no obstante, él no era nadie pare decidir. Aparte, se encontraba en la misma situación. De todas formas, el rubio logro demostrarle que lo que decía era verdad, aunque eso no significaba que no lo vigilaría de cerca cada que pudiera.


Volviendo a su situación, si era verdad que se encontraba igual. La cosa era que no quería admitirlo. Tal vez Jongin ya había terminado de pagar el precio. Solo que Kyungsoo quería hacerse el difícil un poquito más. Nunca lo superaría del todo, pero se esforzaría. Si Jongin se había esforzado en cambiar su forma de ser… ¿qué más daba que él se esforzara también?


—¡Kyungsoo!—grito alguien a sus espaldas, y a pesar de que sabía de quien se trataba, eso no evito que pegara un salto. Jongin había tomado la costumbre de hacer eso desde hace semanas solo para molestarlo.


 —¡Si sigues haciendo eso me iré!—grito después de sus nervios se recuperaran del susto, girándose para golpearlo en el pecho fuertemente.


—Auch, tus golpes se hacen cada vez más fuertes.


—También tus gritos, ahora tienes la atención de toda la plaza.


Ambos habían quedado de verse en una concurrida plaza, solo para beber algo, cosa que también se volvió una costumbre. Siempre harían lo mismo, comprar algo para beber, caminar por la plaza, etc. Sin embargo, hoy fue diferente, porque después de hacer todo eso, decidieron tomar asiento y charlar un poco. Hubo un silencio, no de esos incomodos, sino uno de esos que se disfrutan.


Fue espontaneo, natural, sencillo, perfecto.


Cuando Kyungsoo repentinamente, giro hacia Jongin, sintiendo su mirada penetrante. El contacto visual duro por lo menos quince segundos, antes de que el moreno se inclinara, y presionara un casto beso sobre sus labios. Sorprendente. Porque Kyungsoo no se encontró sintiendo pánico. Lo único que sintió fue un cosquilleo. Lindo.


Jongin se le quedo mirando, esperando una respuesta, o una bofetada. Lo que llegara primero. Hasta que Kyungsoo lo miro regalándole una de esas sonrisas en forma de corazón con las mejillas sonrojadas.


—Ugh, ¿tienes que ser siempre tan directo?—pregunto, sintiéndose aún más avergonzado cuando Jongin pincho una de sus mejillas.


—Estas avergonzado, dios, tengo que sacarte una foto.


—Cierra la boca.


Y eran momentos como esos.


Esos con los que Kyungsoo pensaba quedarse.


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Lay sonrió a la nada. Ahí, desparramado en su sofá, esperando a que Suho regresara de reunirse con sus padres después de años.


El tiempo se fue volando. Podía decir que las cosas estaban bien.


Su relación con Suho avanzaba lenta, pero segura. Ambos acordaron comenzar de nuevo, con la condición de que él, trataría de confiar más en Suho, y este simplemente dejaría de ser un idiota. Fue un buen acuerdo, y al parecer, funcionaba para ambos. Poco a poco, Suho estaba ganándose otra vez el lugar que perdió en el corazón del castaño.


En ese momento, repentinamente, se sintió agradecido con Luhan. No por haber sacado a casi toda la banda de sus vidas. Sino por haberlo traído a Corea desde un principio.


Gracias a eso, paso malos ratos, por supuesto. No obstante, también tuvo la oportunidad de conocer buenas personas. Que ahora, por fin, podía decir que eran felices. Y no existe mejor satisfacción al saber que las dos personas más importantes para ti la están pasando bien. Aunque eso dependiera de dos personas que jamás pensó que terminarían con sus amigos. Siempre y cuando continuaran así, estaba bien por él. De todas formas, los vigilaba de cerca. No importaba, porque si algo pasaba, Suho se encargaría de eso. En el fondo, Lay sabía que ese algo no pasaría.


Se debatió mentalmente si tomar una siesta o esperar a que Suho llegara. Los parpados le pesaban, y de pronto, después de mucho tiempo, se sintió feliz.


Podía hacer miles de planes y tomarse todo el tiempo del mundo para cumplirlos. Podía ponerse metas y cumplirlas. Podía tener sueños y luchar por ellos. Lo mejor de todo, y si todo continuaba bien, podía hacerlo acompañado.


Cerró los ojos, cuando una frase que hace tiempo pensó era falsa, reboto en su mente.


“La felicidad empieza cuando la tristeza se va.”


Hoy, precisamente en ese momento, se halló seguro de ello.


Morfeo estaba a punto de llevárselo al mundo de los sueños, cuando en un pequeño rincón de su mente, surgió un pensamiento.


En la vida hay tristeza, momentos difíciles, giros impresionantes.


Pero también hay felicidad, momentos perfectos, y cambios buenos.


Quizá, al final de cuentas, un infiltrado no estaba de más.


 


Fin.

Notas finales:

Bueno, como ya lo habrán visto, este fue el cap final. Sé que a muchas personas les hubiera gustado ver más historia, sobre todo después del último cap. que subí, pero decidí finalizarlo. Y en verdad espero que este cap. haya hecho justicia. Tenía visto un final así desde que comencé a escribir esta historia y estoy conforme, espero que todos ustedes también lo estén. Gracias a todas esas personas que me acompañaron en este año (perdí la cuenta, estoy segura que fue más de un año) y siguieron aquí a pesar de que tarde mucho en actualizar. Esta fue mi primera historia y de verdad espero que puedan ser más. :)


¡Nos vemos y gracias!


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