Kyungsoo nunca se hubiera imaginado acabar de esta manera, hace tan solo unos cuantos días su vida era como la de un adolescente normal. Ahora se encontraba en un hospital; uno de los mejores de todo Seúl. Sus ojos se abrieron tratando de establecer su vista borrosa, dándose cuenta en donde estaba se levanto de un tirón. Un dolor insoportable recorrió todo su cuerpo especialmente su estómago. De pronto todos los recuerdos vinieron a su cabeza, los habían golpeado junto con… “¡Tao!”
La puerta se abrió causando que diera un respingo, asustado.
— ¡Genial ya despertaste! —. Un Sehun emocionado apareció detrás de ella.
— H-hola… ¿Cómo llegamos aquí? — . Pregunto confundido.
Lo único que recordaba era que estaba tirado en el suelo mientras la lluvia caía y caía.
— Tao me llamo, en cuando me dijo donde estaban fui y los encontré desmayados en el suelo —. Explico.
El chico se conmovió, aun golpeado tuvo la fuerza para llamar a Sehun.
— ¿Dónde está Tao? —. Ya se había calmado un poco minutos antes, supuso que tal vez el estaba en el mismo lugar.
Pero la angustia no se iba.
— No te preocupes — Tomo su mano al ver angustia en todo su rostro — El está durmiendo en otra habitación — Le tranquilizo.
Kyungsoo no respondió, se preocupo por la salud del Panda. Tal vez él lo habían dejado peor… mejor dicho lo dejaron peor.
— Soo necesito que me des el teléfono de tu casa debemos llamar a tu madre.
— Oh… claro — Respondió desganado su madre estaría paranoica en cuanto lo viera así.
Dio el número y reacciono preguntando rápidamente al castaño:
— ¿Cuánto tiempo llevamos durmiendo?
Exactamente llevaban la tarde de ayer y parte de la mañana del miércoles. En realidad no dormirían mucho, el doctor le comento a Sehun que despertarían pronto. El chico explico a Kyungsoo que no tenía de que preocuparse el ya había arreglado las cosas con la escuela. Lo único que tenía que hacer era que descansar y recuperarse. Media hora después la madre de Kyungsoo apareció, después de que Sehun saliera para marcar.
Al ver como la mamá de Kyungsoo llenaba al chico de besos y miles de preguntas, Sehun se retiró silenciosamente caminando hacia la habitación del Panda.
Entro silenciosamente tratando de no despertarlo, pero al levantar la vista pudo notar como apenas se despertaba tallándose lentamente los ojos.
— ¡Sehun! —. Grito extendiendo los brazos.
El chico se acerco entendiendo que quería abrazarlo. Tao se hundió su cabeza en el cuello de este aspirando su dulce olor.
— Buenos días —. Dijo separándose.
— B-buenos días.
— Tao dame el número de tu casa, tengo que llamar deben de estar preocupados.
— Oh... Está bien —. No quería preocupar a sus abuelos pero necesitaban saber donde estaba. Suspiro y dicto su número.
— Bien ya vengó —. Apretó su mano antes de irse.
Camino hasta salir y marco. Al para parecer no estaban en casa porque nadie cogió el teléfono.
— Tao nadie cogió el teléfono — Anuncio entrando de nuevo en la habitación — Pero no te preocupes llamare más tarde.
— Gracias Sehun~
Tao se sentía horrible le dolía todo el maldito cuerpo. Por suerte la anestesia lo adormecía un poco, aunque no era suficiente.
— Y-yo quiero disculparme... Prometí que no los lastimarían y mira como están ahora — Tristeza y rabia en su voz.
— E-está bien lo importante es que nos trajiste aquí —. Sonrió falsamente recordando la escena en el parque.
— Enserio discúlpenme — Tomo su mano — ¿Qué fue lo que paso?
— El chico que ayer nos espiaba era uno de ellos porque hablaron de mi wushu —. Sus ojos se aguadaron.
— Es demasiado no soporto verlos así...deben de denunciarlos mira como te dejaron —. Soltó su mano situándola en su mejilla tiernamente.
— Pero... — Agacho la mirada — T-tengo miedo —. Confeso llorando.
Sehun se acercó tomándolo en sus brazos poco le importó que llorara en su chaqueta favorita.
— Está bien — Acaricio su espalda —. Arreglaremos esto ¿Sí? no los abandonare.
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La madre de Kyungsoo seguía disculpándose, había ocurrido de nuevo. Lastimaron a su bebe de nuevo.
— Ya te dije que está bien mamá —. Dijo por milésima vez.
— Bien... ¡Oh! Hijo si quieres puedes ir con tus amigos la enfermera dejo una silla de ruedas afuera —. Ofreció.
— ¡Sí! Gracias mamá —. Acepto ansioso.
La mujer ayudo a su "bebe" subiéndolo a la silla de ruedas dirigiéndose hasta la habitación de Tao.
Cuando entraron Kyungsoo pudo notar como el Panda lloraba en brazos de Sehun.
Su mamá lo acerco hasta ellos y le hizo una señal indicándole que los dejaba solos.
— ¡¿Tao estas bien?! —. Se preocupó
Sehun soltó al chico.
— Aun no se le pasa la anestesia por lo que no le duele tanto — Miro a Tao — Le comentaba que me duele verlos así por lo que ya deberían denunciarlos… pero dice que tiene miedo — Giro su cabeza mirando al joven en silla de ruedas — ¿Verdad que hay que denunciarlos Soo?
Por primera vez en mucho tiempo también tenía miedo… Kyungsoo temía.
— Es que yo — Fijo su mirada en el suelo —. T-tengo miedo.
— Soo per…
— ¡Soo perdóname por no haberte defendido! — Interrumpió al castaño.
— Tao sabes que yo entiendo muy bien tu situación por favor no te preocupes por eso, me dolió más verte sacrificar los golpes más fuertes por mí.
El nombrado rompió en llanto.
— ¡Kyungsoo! —. Sollozo.
— Ven aquí —. Se acerco un poco más a la camilla tomándolo de la cara juntando sus frentes.
— Soo ya sé porque Lay ya no se quiere juntar con nosotros… Si él hubiera estado con nosotros habría sido golpeado también… —. Dijo empezando a llorar más intenso.
— Oh Tao no digas esas cosas deja de pensar en eso ¿Sí? Relájate —. Seco sus lágrimas.
Sabe que tiene razón y duele.
Sehun observo el momento, los chicos en realidad se veían mal. Apenas y podían moverse sin lastimarse.
— Me duele verlos así… Me encargare de que no suceda de nuevo — Afirmo.
Esa tarde Sehun puso tres simples reglas sabiendo que estarían muy asustados para denunciarlos.
1ra.-No podrían mirarlos ni cruzarse con alguno.
2da.-Debían permanecer con él durante la escuela y no salir solos a la calle.
3ra.-Y por ningún motivo podían confiar en alguien.