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Amor Yaoi
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Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

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Notas del fanfic:

¡Muchas gracias por darle la oportunidad a mi historia y estar aquí!

Sin embargo, quiero advertir que fue escrito hace mucho tiempo, tiene errores, typos, y sobre todo conductas que no deberían de ser romantizadas.

Pueden encontrar esta misma historia reescrita en Wattpad con el mismo nombre

https://www.wattpad.com/story/51636084

Quizás en algún momento edite esta versión de Amor-Yaoi para hacerla mejor, por ahora me conformo con ver que siempre se puede mejorar <3

Notas del capitulo:

Antes de comenzar pueden encontrar aqui a los personajes:

RECDD

Y la página oficial de la obra por si gustan pasarse

https://www.facebook.com/recdd

Bienvenidos sean a leer si es que les llamó la atención :)

 

Las marchitas hojas caían tiñendo al paisaje de nostálgicos colores, mientras eran movidas por el viento a través de las calles vacías, danzando en un agradable mecimiento, el chico de ojos esmeralda y cabellos rojos aprovechó para tomar una fotografía del magnífico panorama que se mostraba ante su vista.

 

Satisfecho con el resultado guardó su celular en el bolso que colgaba de su hombro. “Owayne Taylor” se alcanzaba a leer entre sus cosas, y en efecto ese era su nombre, puso en sus labios un cigarrillo y lo encendió, dio una bocanada creyendo que había sido una buena idea tomar una ruta distinta hacia su apartamento, cuando de pronto su atención se dirigió hacía un sombrío establecimiento.

 

Owayne se acercó, curioso al ver sobre el estante lo que parecía ser una grandiosa colección, él estaba estudiando fotografía profesional, y nunca había visto algo como aquello. Tiró el cigarrillo y se acercó aún más.

 

Las fotografías que veía eran excelentes, un poco tristes pues mostraban personas muertas, cementerios, funerales y cosas por el estilo, pero a Owayne aquello le pareció la más hermosa obra de arte que nunca antes hubiese visto, apartó un poco los mechones pelirrojos de la frente que le estorbaban para apreciarla correctamente.

 

—¿Puedo ayudarte en algo? — Preguntó una masculina voz, tomándole por sorpresa.

 

Owayne posó sus ojos esmeraldas sobre aquel sujeto que parecía ser el dueño del establecimiento. Miró por unos segundos aquel hombre, era alto y de buen cuerpo, tenía el cabello castaño a media espalda atado en una cola de caballo y ojos grises que eran tapados por unos anteojos oscuros, no parecía tener más de 30.

 

—Lo siento, es solo que… estas fotografías… son increíbles —contestó emocionado— ¿cree que pueda ver a la persona que las tomó?

 

Él hombre dudó un momento, pero después asintió —No estoy seguro si él quiera verte, pero intentaré.

 

—¿De verdad? — los ojos del chico se iluminaron— muchas gracias.

 

—Pero no te quedes ahí, anda pasa  —le dijo con tono amable.

No era que Owayne no quisiera pasar, pero el mirar ese lugar le era un tanto escalofriante, el letrero a la entrada se lo indicó “Funeraria Eternall” sin embargo deseaba conocer al fotógrafo, por lo cual fue tras el dueño.

 

—Toma asiento, regresaré en un minuto —le indicó mientras se dirigía a otra habitación.

 

—Gracias.

 

Sentado en ese lugar percibió el aroma de las sustancias de preservación, no le molestaba pero tampoco le era agradable, miró hacía todos lados, la decoración era sombría igual que las fotos, las columnas góticas daban la impresión de un antiguo castillo encantado y sumado a las figuras de ángeles que se mostraban en las tapizadas paredes oscuras daban una sensación de escalofríos. Algunos cuadros más con técnica de claroscuro y la poca luz que se asomaba de las escaleras y el cuarto de al lado.

 

Se imaginaba cuál sería el mejor ángulo para tomar una fotografía ahí mismo, pero sus pensamientos se vieron opacados por recordar a aquel hombre dueño de las imágenes de antes, se preguntaba qué tipo de persona sería, seguramente un hombre joven y bohemio, con rostro de pensador, o tal vez un hombre mayor con nostalgia por la vida… pero la realidad que le esperaba era demasiado extraña…

 

—Bien aquí lo tienes —anunció finalmente el dueño.

 

Owayne volteó con parsimonia, preparándose mentalmente… pero ninguna preparación esperaba aquello: Frente a él se encontraba un pálido chico con el cabello negro cubriendo casi todo su rostro, llevaba un suéter  a rayas blanco con negro, un pantalón deslavado y un sinfín de cruces sobre su cuello… y lo peor: sólo era un crio, ¿cuantos años podía tener? ¿17? ¿18 tal vez? Agachaba un poco la cabeza por lo cual no le pudo mirar los ojos.

 

Tres, cuatro, cinco, contó el total de perforaciones visibles eran 7 en total, poseía esa pinta de inadaptado por si no era suficiente lo anterior. No lo aceptaba, eso posiblemente era una broma de mal gusto.

 

—¿Él es la persona que tomó las fotografías? —Preguntó sin ocultar su sorpresa— No es por ofender pero es solo un niño.

 

El aludido levantó la mirada con cierta molestia, dejando ver sus ojos azules que resaltaban por el exagerado delineado, aquello dejó a Owayne sin palabras, él era homosexual, pero no significaba que cualquier chico le iba a gustar, mucho menos a primera vista, ¡y mucho menos un chiquillo que acababa de opacarlo! sin embargo aquel chico le hacía sentir algo extraño.

 

—Es Seere —lo presentó el castaño— el chico que me ayuda como maquillista de cadáveres, como podrás ver no es un fotógrafo profesional, lamento si te decepciona.

 

—En absoluto… —Owayne intentó disculparse— yo... creo que él tiene un gran talento, lamento lo de antes, puede ser joven pero en verdad, aprecio su arte, estaría encantado de poder trabajar algún día con él.

 

Seere permaneció frío, solo observaba tranquilamente, fue el dueño quien se encargó de romper el silencio.

 

—Ya que no hay mucho trabajo ¿por qué no le mostramos al joven lo que hacemos?

 

—Ah es verdad, olvidé presentarme, soy Owayne Taylor, y estoy estudiando artes con énfasis en fotografía.

 

—¿Taylor? —Exclamó con una extraña sorpresa que incluso parecía compartir con el maquillista, más intentando restar importancia prosiguió— Lo siento, soy Demian Wright, el dueño de este establecimiento, si algún día necesitas empleo te lo daré con gusto —dijo al momento que le daba una tarjeta de su negocio.

 

—Muchas gracias señor Demian.

 

—Vamos te mostraré el lugar.

 

El dueño caminó hacía una habitación muy oscura, el pelirrojo y el maquillista solo se limitaron a seguir, llegaron a donde había una chica ya embalsamada, Owayne apartó un poco la mirada, el dueño río un poco.

 

—¿Que sucede, te es desagradable mirar un cadáver?

 

—Bueno, nunca había mirado tan de cerca —dijo acercándose un poco más.

 

Demian volvió a reír —pues parece que está más viva que Seere y él no parece asustarte.

 

—Fue algo repentino, eso es todo.

 

—Ya veo, en fin tengo que atender unos papeles —anunció finalmente— por qué no se quedan y se hacen buenos amigos.

 

Owayne miró marcharse al castaño, dejándolos solos, Seere se le acercó y le dio una fotografía. El pelirrojo la miró, la fotografía era de un cuerpo irreconocible, despedazado y parecía apenas humano, entonces miró a la chica dentro del ataúd.

 

—¿Esta persona de la foto es ella? —Preguntó asombrado Owayne, el pelinegro asintió y el dio una nueva foto que lo impresionó aún más— En verdad es ella, haces un gran trabajo…

 

—Tienen que lucir bien —por fin el chico habló, tenía una voz apacible, pero apagada, llena de dolor.

 

—Vaya, comenzaba a creer que eras mudo —bromeó el pelirrojo— Aun así creo que es demasiado, después de todo son personas que ya murieron.

 

—Justo por eso —susurró al momento que acariciaba el cristal del ataúd.

 

—¿Eh? —Owayne parecía no entender.

 

—Es la última gran fiesta que tendrán, deberían ir más hermosos que nunca… especialmente porque es el día que todos les aman.

 

—¿A qué te refieres? —Owayne seguía sin concebir la perspectiva de aquel extraño joven.

 

—Él… —Le dio la foto de un chico— fuimos juntos a la escuela, era un problema, todos le odiaban en vida, sus padres desesperados, sus compañeros le temían, los profesores no podían controlarlo, era poco peor que un golpe en los testículos, pero en su última gran fiesta no pararon de llorar y decir cosas como “Era tan bueno, tan joven, por qué tenía que morir”

 

—Tu punto de vista es algo tétrico Seere, por cierto, tu manera de vestir…

 

Seere le observó con una mirada fulminante antes de que pudiera continuar.-¿Tienes algún problema con ello?

 

—En absoluto, solo es algo diferente —esbozó una leve sonrisa intentando evitar conflictos, de hecho tenía un amigo que estaba seguro se llevaría bien con el chico, le miró un poco más de cerca— son 8.

 

—¿Qué cosa? —cuestionó moviéndose hacia atrás al ver reducido su espacio.

 

—Lo siento, solo contaba tus perforaciones, 4 en tu oído, 3 en tu labio y acabo de notar la de tu ceja.

 

—También hay 4 en mi lengua y una en mi pene, ¿quieres contarlas? —le cuestionó mientras mostraba su lengua, dejando levemente visibles las perforaciones provocando que el más alto se sonrojara de sobremanera.

 

—Me abstengo, no necesito verlas.

 

—Entonces deja de tratarme como si tuviese un letrero que diga “mire al fenómeno, hoy es gratis”

 

—No eres ningún fenómeno —refutó esbozando una sonrisa— de hecho eres muy agradable muy responsable, dedicado y además un excelente fotógrafo, me agradas.

 

Seere al mirarle se abalanzo sobre él, cayendo encima, Owayne se sonrojó al sentirlo así de cerca, podía sentir incluso su respiración.

 

—¿Sucede algo malo?

 

—Eres igual a ellos… eso me gusta —el pelirrojo se sintió estremecer al tener esos hermosos ojos mirándole así de cerca y sus finos dedos recorriendo su rostro— Tu piel es tan pálida, más aún que la mía, tus labios se ven levemente amoratados por el frio y esas ojeras en tus ojos… todo tú eres tal y como son ellos.

 

Owayne se ponía más nervioso, sabía que esa era su descripción, sin embargo las palabras de Seere le parecían llenas de fascinación, como un chico obsesionado que tiene frente a sí aquello que más desea.

 

—No soy un muerto si es lo que crees.

 

—Lo sé y eso es lo que lo hace interesante, quiero algo de ti…

 

Para ser alguien que recién conocía ese comportamiento era bastante imprudente, sin embargo el pelirrojo ya había sido cautivado, en ese momento le era imposible razonar, tener a un chico tan lindo en esa situación no le dejaba pensar claramente, pero tampoco sería tan fácil.

 

—¿Qué es lo que deseas?

 

O tal vez si…

Notas finales:

Un poco corto pero espero le gustara a alguien, no esperfecto pero recuerden que los comentarios siempre animan a mejorar :)

No olviden vivitar el blog de este novato autor n.n : http://dereckg.blogspot.mx/

Gracias y hasta pronto.


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