La verdad desvelada
Hermione apuntó con la varita el mapa del merodeador y dijo: “Travesura realizada”. De inmediato el pergamino quedó en blanco de nuevo. Luego volvió a colocar todas las cosas de Harry en su sitio exceptuando el mapa que se lo guardo. Era mejor que Harry no lo viera, al menos hasta que hablara con el chico del futuro. Tras esto se dirigió de inmediato a la clase de pociones y llegó justo antes de que empezara.
- Uff. –dijo Hermione respirando entrecortadamente debido a la carrera que se había hecho.- Pensaba que no llegaba a tiempo. Sera mejor que revise mejor mis libros de ahora en adelante.
No le pasó inadvertida las miradas de desconfianza que le lanzaron Ron y Harry aunque no comento nada por miedo a que descubrieran la verdad. Ya se encargaría de dar explicaciones si descubrían algo en el futuro. Una vez en clase, el profesor Slughorn les encargo prepara una poción y Hermione procuro ponerse cerca de Harry para poder hablar con él mientras la hacían. Observo como Harry hacía caso omiso de las indicaciones de Slughorn preparándolo a su manera y, aun así, la poción le quedaba mucho mejor que a ella. Realmente Snape era un gran pocionista.
- Harry aun no me has dicho si confías en tu hijo o no. –dijo Hermione.- Me has dicho que crees su historia pero, ¿confías en él?
- Claro que confió en él. Es mi hijo.
- Pero, ¿no has visto que hiciera nada sospechoso? –insistió Hermione
- ¿Por qué preguntas eso?
- No sé cómo decírtelo. Yo me creo su historia pero hay algo en él, no sé muy bien el que, que no me acaba de cuadrar.
- Lo ves, -se añadió Ron a la conversación.- tú tampoco te fías de él. Es demasiado raro que aparezca alguien diciendo venir del futuro y asegurando ser tu hijo.
- No es que no me fíe. –aseguró Hermione sinceramente pese a lo que había visto.- Parece sincero.
- La verdad es que sí que ha hecho algo extraño. –dijo Harry de golpe recordándolo.
- ¿Sí? –preguntó Ron intrigado.- ¿Él que?
- Cuando entró en el despacho de Snape, vi cómo se sorprendía bastante al verlo. Pero quizás me lo pareció porque su rostro cambio de inmediato.
- O intentaba ocultarte su reacción. –dijo Ron.- ¿Tú qué opinas Hermione?
Hermione no pareció haber oído la pregunta. Tras lo que había dijo Harry su expresión había cambiado y los chicos se quedaron sorprendidos. Pero de inmediato se giró hacía ellos y volvió a preguntar.
- ¿Alguna cosa más?
- No me ha querido contar quien era su madre. –contestó Harry.
- ¿Qué? ¿Le has preguntado quien es su madre? ¿Estás loco? –se exaltó Hermione.
- ¿A qué te refieres? –preguntó Harry sin entender nada.
- Aún no la has conocido. ¿Qué pasaría si te contara quien es y, por saberlo, acabas por algún motivo sin estar con ella? Podrías cambiar todo el futuro si conoces esa información.
- No había pensado en eso. –dijo Harry sinceramente.
- Pues mejor abstente de intentar descubrir información del futuro antes de que crees un efecto mariposa.
- ¿Efecto qué? –preguntó Ron
- Hacer que una pequeña variación en el pasado provoque un gran cambio en el futuro. Si no va con cuidado lo podía provocar.
- Bueno, en realidad, esa es la idea de que este aquí, ¿no? –preguntó Harry.- Ha venido para aprender magia y cambiar el futuro.
- Un futuro que aún no ha sucedido. En cambio si tu variaras algo ahora él podría volver a un futuro mucho mejor o mucho peor. Nunca sabrás en que afecta el cambio. –explicó Hermione.- Ya es muy peligroso que él se encuentre aquí porque el hecho de que le conozcamos también podría hacer que variara su futuro.
Los chicos se quedaron en silencio pensando en lo que Hermione les había contado. No había pensado en ningún momento en las consecuencias que podía conllevar un cambio en la actualidad. Por su parte Hermione continúo con la clase deseando salir y reencontrarse con James para que le contara toda la verdad. Aunque, empezaba a sospechar cual era. Y creía que había venido por otro motivo diferente al que había contado.
Al terminar todas las clases de la mañana los tres chicos se dirigieron de nuevo al gran comedor. Allí vieron a James y se fueron a sentar a su lado.
- ¿Qué tal te ha ido? –preguntó Hermione al chico.
- Ya tengo los horarios y McGonagall se ha encargado de explicarme las normas del colegio, decirme la contraseña para entrar en la sala común de Griffindor y hasta me ha dado algo de ropa y libros de segunda mano.
- ¿Ropa? –preguntó Harry extrañado
- Por desgracia, en los viajes en el tiempo no puedes traer casi nada contigo. Solo lo puesto y algún objeto que te quepa en los bolsillos.
- Claro. –dijo Harry.- No había pensado en eso. Si necesitas algo mas solo dímelo. Yo me encargare de consíguetelo.
- Gracias papá.
- O vamos, -dijo Ron al escuchar a James.- deja de usar esa palabra.
- ¿Qué palabra? –preguntó James sin entender.
- Papá. –contestó Ron.- Habrás podido convencerles a ellos pero sé que estas mintiendo y te desenmascarare.
- Cómo no. –dijo James suspirando.- Mi padre me advirtió que, de todos, tú serías el que no iba a creer en mí. He llegado a pensar que se equivocaba, pero no. Pues sabes, no pienso dejar de llamar papá a mi padre porque a ti te venga en gana. No me puedes dar órdenes y me da igual si me crees. No podrás desenmascararme porque no hay nada que desenmascarar.
Ron se puso furioso al oír aquello. Aquél niñato creía que podía mentir a todo el mundo y encima tratarle de aquella manera. Iba a contestar pero Harry se le avanzo.
- James! –dijo Harry al oírlo.- ¿A que ha venido eso?
- Sé que mi historia es muy difícil de creer pero se nota que ya confías en mí. No necesito que él vuelva a crearte dudas. –contestó James.- Y no me gusta que me traten de mentiroso sin ninguna prueba.
- Lo entiendo. –contestó Harry haciendo que Ron se cabreara aún más.- Pero no deberías haber contestado así.
- Lo siento, pero si alguien me ataca verbalmente yo me defiendo. No voy a dejar que me desautorice sin razón alguna.
- En eso tiene razón Ron. –contestó Harry.- No tienes ningún motivo para desconfiar de él.
- Eso. –dijo Ron indignado.- Ponte del lado de un desconocido antes que del mío.
- Ah no. –saltó James.- El truquito de te dejo de hablar durante medio curso por un motivo estúpido no por favor. Ya me voy antes de que eso suceda.
James se marchó dejándolos a los tres solos. Ron se quedó en silenció sin decir nada y Harry iba a ir tras su hijo cuando Hermione lo detuvo.
- A veces te comportas como un niño pequeño Ron. –dijo Hermione.
- ¿Tú también estas de su parte? –pregunto el pelirrojo
- Por supuesto. Ya te he dicho que me fiaba de él y no tenías ningún derecho a tratarle así. –dijo Hermione.- Harry, será mejor que te quedes hablando con Ron sobre lo sucedido y no te preocupes por James. Yo me encargo.
Hermione se dirigió de inmediato hacía James dejando a los dos chicos solos. Al llegar al pasillo se lo encontró hablando con Lupin.
- James, -interrumpió la conversación Hermione.- necesito hablar contigo sobre algo. Y profesor Lupin, ven también. Creo que necesitare la ayuda de Lunático en algo que espero, tenga solución.
Los tres se dirigieron hacía un aula vacía. Lupin parecía intrigado sobre lo que Hermione quería decirle, sobre todo después de que hubiera mencionado a Lunático. James parecía nervioso.
- Para empezar James, quiero disculparme de parte de Ron. –empezó Hermione
- Si quiere disculparse que lo haga en persona y no a través de recaderos. –contestó James.- Además no creo que te haya enviado, ¿me equivoco?
- De acuerdo tienes razón. Pero es un tozudo y a veces dice cosas indebidas. Tu padre está hablando con él en este momento.
- ¿Por qué me querías aquí Hermione? –preguntó Lupin confuso.
- Ese es otro asunto. –contestó Hermione.- Primero James, quiero que sepas que Lupin es un profesor de total confianza que te ayudara sea quien sea tu padre.
- ¿Tú también estas con esas? –preguntó James.- ¿Por qué mi padre se junta con personas tan desconfiadas?
- Yo tengo pruebas. –dijo Hermione y luego se dirigió al profesor.- Dime Lupin, ¿no has visto algo extraño en James?
- Sí. –confeso el profesor de inmediato.- Por eso he ido a hablar con él. Te refieres a su aspecto, ¿verdad?
- Correcto
James se observó sin comprender. Su cabello y sus ojos eran iguales a los de Harry. Había usado un glamour para asegurarse de ello y que no le descubrieran. Por el resto, llevaba el uniforme de Hogwarts. No entendía a que se referían hasta que Lupin continuó hablando.
- James y Harry tenían algo en común. Un pelo rebelde que nunca se dejaba peinar y su forma desarreglada de vestir. –comentó el profesor.- En cambio él viste de manera impoluta y sin un pelo fuera de lugar. También me ha extrañado.
- Eso es porqué Harry murió cuando yo era pequeño. Él ya lo sabe. –dijo James esperando que no le descubrieran
- Pero Hermione no te acusaría sin corroborarlo antes y, si ha mencionado a Lunático, es que ha usado el mapa del merodeador.
- ¿El mapa de quién? –preguntó James sin comprender.
- No entiendo cómo puedes no saberlo siendo Harry tu padre. –dijo Hermione.
Hermione extendió el mapa sobre la mesa y uso el hechizo para hacerlo aparecer. James se fijó en él con asombro y su rostro cambio a uno asustado cuando se fijó en el aula que estaban. Allí aparecían tres nombres el de Hermione, el de Lupin y…
- Puedo explicarlo. –dijo James al verse descubierto.- No os he mentido de verdad. Solo un poco, pero no en eso.
- ¿Por qué sigues mintiendo? –preguntó Hermione.- Este mapa nunca miente y en él dice que te llamas Scorpius J. Malfoy.
El chico suspiro y se sentó en una silla con rostro cansado. Le habían descubierto mucho más temprano de lo que se esperaba. Pensaba que tendría más tiempo para ganarse su confianza antes de tener que contarles todo. Y estaba convencido de que ahora no le creerían. Por eso se sorprendió cuando Hermione habló.
- Scorpius mírame. –dijo Hermione y cuando el chico alzó el rostro continuó hablando.- No te estoy diciendo que ahora vaya a desconfiar de ti. No creo que seas mala persona. Solo quiero que me cuentes la verdad para ayudarte.
- Yo también ayudare si cuentas la verdad. –añadió Lupin.
- Gracias. –contestó agradecido.- Pensaba que no me creeríais. Para empezar os diré que tenéis razón en algo. Soy hijo de Draco Malfoy. En la parte que mentí era en el motivo por el que estaba aquí.
- ¿Tiene algo que ver con el cambio acontecido en nuestra línea temporal? –preguntó Hermione sorprendiendo al chico.
- ¿Cómo te has dado cuenta?
- Por tu manera de actuar. –respondió Hermione.- Cuando llegaste confundiste a la profesora McGonagall con nuestra directora y al llegar al despacho del director te sorprendiste mucho al verle según Harry.
- Tienes razón. –confirmó Scorpius.- Alguien ha cambiado el pasado. En primer lugar necesito que me creáis cuando os diga que no he mentido en lo de que Harry es mi padre y que murió cuando era joven.
Hermione se quedó pensativa al oír aquello. Hacía nada les había dicho que su padre era Malfoy y el mapa del merodeador lo había confirmado. Pero entonces reparo en la J que aparecía.
- Claro. –dijo de golpe entendiéndolo todo.- Scorpius James Malfoy. ¿Eres adoptado?
- No exactamente. Mis padres contrataron una madre de alquiler para que me tuviera. Donaron semen los dos para que no se supiera de quien era hijo pero al nacer quedó bastante claro. – respondió Scorpius retirando el glamour para que pudieran ver su verdadero aspecto.
Sus ojos era de color azul intenso, probablemente de herencia materna, pero su pelo era rubio platino de un color casi idéntico al de Malfoy.
- Evidentemente lo de que tienes la protección de tu padre y has venido huyendo de mortífagos y para aprender magia era mentira. –dijo Hermione.
- No del todo. –dijo Scorpius.- Tengo un hermano menor. Él es el que está en peligro. Bueno, ahora mismo estamos los dos en peligro. Por eso he venido.
- Dime algo. –intervino Lupin.- Yo debería estar muerto verdad.
- Sí. –confirmo Scorpius.- Creo que debo trabajar mejor mi cara de póker. Se me da fatal.
- De acuerdo Scorpius, te creemos. –dijo Lupin.- Ahora cuéntanos la verdadera historia.
- Veréis, por desgracia, todo lo que dije de que Voldemort estaba vivo no era mentira. Harry y Draco se enamoraron después de la batalla de Hogwarts. Cuando llevaban un tiempo juntos decidieron tener un hijo a través de una madre de alquiler y me tuvieron a mí. Cuando tenía 5 años, mi padre, Harry, murió a manos de un mortifago.
- Espera un momento. –interrumpió Hermione.- ¿No habías dicho que tenías un hermano menor?
- Sí. –contestó Scorpius.- Tras la muerte de Harry, Malfoy usó su donación de semen, que aun conservaban en San Mugo, para contratar a otra madre de alquiler y tener un hijo de Harry en recuerdo. Sin saberlo creo a alguien con una protección mucho más poderosa que la de Harry, contra el Lord Oscuro.
- Y Voldemort lo descubrió todo, ¿no? –preguntó Lupin
- Sí. Al poco de revelar al mundo mágico que seguía vivo, descubrió al hijo de Harry. De inmediato envió a unos mortifagos a matarlo pero, sorprendentemente, no pudieron con él aunque apenas tenía un año. La protección que se creó cuando Lily protegió a mi padre en su día, se pasó a su hijo a través del ADN y de manera intensificada haciéndolo casi indestructible para mortifagos y el propio Lord y siendo uno de los pocos magos que podía derrotarle. Pero el Lord no se rindió e ingenió otro método para matarle. Uno que no implicaría atacarle directamente.
- ¿Qué método? –preguntó Hermione.
- Cuando Harry y Draco empezaron a salir, Harry era muy famoso y cuando la revista corazón de Brujas se enteró de su noviazgo hizo un artículo sobre el tema bastante largo. Dicho artículo, entre otras cosas, decía como se enamoraron mis padres. Contaba que, durante la batalla en Hogwarts, un mortifago le lanzó a Harry un avada kedavra y sobrevivió gracias a que Draco se interpuso entre él y el hechizo sabiendo que iba a morir. Harry tuvo tiempo de levantar una barrera protectora antes de que el hechizo impactara y le salvo la vida a Draco aunque este quedó muy malherido. Tras la batalla, Harry cuido de Draco en San Mugo y allí fue donde se enamoraron.
- Pero eso no ha sucedido. –dijo Hermione y entonces lo entendió.- ¿Quieres decir que Voldemort envió a un mortifago al pasado para evitar que eso sucediera y que tus padres se conocieran?
- Sí. –contestó Scorpius.- El mortifago del futuro mató al del pasado antes de que eso sucediera. No pensé que la muerte de un solo mortifago pudiera cambiar tanto las cosas. Supongo que hizo más estragos de los que pensé.
- Te informo de que, entre los supervivientes inesperados, también está el padrino de Harry, Sirius. –dijo Lupin
- ¿Sirius? –se sorprendió Scorpius.- ¿Cómo puede haber sobrevivido? Draco me contó todo sobre la guerra y me dijo que había muerto el año anterior.
- Todos le creyeron muerto pero en realidad los que caen tras la cortina están durante un año reviviendo sus peores pesadillas entre la vida y la muerte. Hay pocas posibilidades de que alguien sobreviva pero yo fui el único que no se dio por vencido e intentó salvarlo con éxito. He imaginado que, al morir durante la guerra no lo hice.
- Vaya eso sí que no que lo esperaba.
- Y dime Scorpius, ¿cuál es tu objetivo al venir al pasado? –preguntó Hermione imaginándose la respuesta.
- Tengo que hacer que mis padres acaben juntos antes del final de este curso o yo y mi hermano desapareceremos. Y espero que vosotros me ayudéis a conseguirlo.
Hermione no se sorprendió al escuchar la respuesta. Pero aun que se la esperaba suspiro imaginando lo que se le venía por delante. Proteger a Scorpius del mismísimo Lord en persona se le antojaba mucho más fácil que hacer que Harry y Draco se enamoraran entre ellos. Ese año iba a ser largo.