Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hijo de Harry Potter por Shindokun

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Siento haber tardado tanto en públicar pero la inspiración me había abandonado y no sabía como continuar la história. Aqui os dejo la continuación.

Sospechas

 

James se encontraba solo en la sala común pensativo. Ahora que había tomado la decisión venía la parte más difícil. Llevarla a cabo. Y lo primero que tenía que conseguir, a parte de que su padre cortara con Ginny era conseguir que Draco y Harry empezaran a hablarse con algo más que insultos. Y si algo sabía de Draco es que era demasiado orgulloso para admitir que se sentía solo o que se había equivocado de bando en la guerra. En el pasado lo había demostrado salvando a Harry pero en la actualidad, se había quedado con el bando enemigo hasta el final. Y Harry aun pensaba que Draco era él enemigo, que odiaba a todos los hijos de muggles y, probablemente, que debería haber acabado en Azkaban.

 

- Esto es imposible. –dijo James en voz alta.- Nunca voy a conseguirlo.

- ¿Nunca vas a conseguir que? –dijo Ron a su espalda sobresaltándole.- Sabía que tramabas algo.

- No te incumbe lo que yo quiera o deje de querer conseguir. –dijo James

- No te voy a dejar hacerle nada a Harry. Te estaré vigilando de cerca.

- ¿Ron? –dijo Harry apareciendo por detrás.- ¿Qué esta sucediendo aquí?

- Le he descubierto diciendo que su plan era imposible y que nunca iba a conseguirlo.

- ¿Plan? ¿Qué plan? –dijo James haciéndose el sorprendido e improvisando de inmediato.- Decía que nunca me iban a salir los hechizos de transformaciones.

- Y si era eso, ¿por qué me has dicho que no me incumbía?

- Porqué estoy cansado de que desconfíes continuamente de mí.

- Eso es una excusa.

- Ron ya basta. –dijo Hermione apareciendo- James ya tiene suficiente con lo que tiene. Solo hace falta que manifiestes constantemente tu desconfianza.

- ¿Suficiente con lo que tiene? –preguntó Ron extrañado.- ¿A que te refieres?

- Es un viajero del tiempo. –se apresuró a decir Hermione.- Hijo de Harry Potter. Todos le miran y susurran cuando pasa. Al menos deja de intentar que su padre desconfíe también de él.

- Y no te preocupes por mí que ya me voy a almorzar a la otra punta de la mesa. No sea que vaya a llevar a cabo mi plan maléfico.

 

James se levantó y se fue directo al gran comedor donde se sentó solo. Blake se sentó a su lado en cuanto le vio.

 

- ¿Hoy no almuerzas con el trío dorado chico del futuro?

- No estoy de humor para estar con ellos esta mañana.

- ¿Qué sucede? –dijo Blake con tono preocupado.- Llevas un par de días que pareces estar bastante preocupado.

 

James lo miró sin saber que decirle. Le gustaría tener una nueva persona con quien compartir sus temores pero no le podía contar la verdad. Aunque no hacía falta. Podía mentirle y contarle sus dudas a la vez. ¿Cómo no lo había pensado antes?

 

- Tengo miedo de haber cambiado el futuro con mi presencia aquí. –dijo James.

- ¿Cambiarlo? ¿En que sentido?

- Tengo miedo que al aparecer aquí haya provocado que mis padres no acaben juntos y yo deje de existir.

- Pero eso es una tontería. ¿Qué has podido hacer tú para provocar esto?

- Simplemente estar aquí. Mi padre ha empezado a salir con alguien que no debería por miedo a que, si la rechazaba, no iba a nacer.

- Si acabaron juntos en tu pasado volverán a acabar juntos.

- ¿Y si, sin querer, he evitado que sucediera lo que hizo que se acabaran enamorando?

- ¿Crees que tus padres se querían de verdad?

- Por supuesto.

- Entonces, pase lo que pase terminaran juntos.

- Ojala tengas razón. –dijo observándolos distraídamente.- Ojala sea yo el equivocado.

 

Blake observó su semblante triste preocupado. Pero pronto se dio cuenta de lo que hacía y meneó la cabeza. Se giró hacía el chico y le dijo:

 

- Será mejor que vayamos a clase. Ya es la hora.

- Tienes razón. –dijo James reaccionando de golpe.- Vámonos.

 

Los dos salieron del Gran Comedor apresuradamente. James se animó un poco con lo que le había dicho Blake. Era verdad que si sus padres se habían querido en su pasado y sus sentimientos podían volver a aparecer si conseguía que se hablaran. Lo primero que tenía que hacer era hablar con Malfoy.

Se preparó mentalmente durante la mañana para aguantar los insultos que seguro iba a recibir de su padre y al mediodía se dirigió hacía él para hablar pero Blake le detuvo antes de llegar.

 

- Te ves muy serio. Seguro que estabas pensando otra vez en tus padres.

- No puedo evitarlo.

- Pues hoy toca desconectar. Nada de pensar en eso.

- Pero tengo que ir a…

- No admitiré una escusa como respuesta. Vamos a dar una vuelta por los terrenos de Hogwats chico del futuro.

 

James se dejó arrastrar impotente. Él se lo había buscado por contarle todo. Pero en el fondo no le importó. Podría hablar al día siguiente y le iría bien desconectar por unas horas. Imaginarse que era un alumno normal que cursaba primero y que no se avecinaba un futuro oscuro. Además, no sabia porque, pero le alegraba que Blake se preocupara por él. Pasearon por los terrenos, por el campo de Quidditch y acabaron en la orilla del lago cuando se estaba poniendo el sol.

Por primera vez desde que había llegado se permitió el lujo de relajarse. Llevaba tanto tiempo viviendo en tensión, esperando que en cualquier momento aparecieran los mortifagos a matarlos, huyendo de casa en casa cada vez que les descubrieran, que había olvidado como relajarse. Pero ahora, dando un tranquilo paseo al lado de un amigo y viendo que allí no acechaba peligro alguno y que no tendría que huir se permitió el lujo de eliminar toda tensión durante unos minutos y miro la puesta de sol con una sonrisa de satisfacción en los labios.

 

- ¿Pero que es esto que ven mis ojos?

- ¿Qué? –dijo James extrañado observando el sol.- ¿A que te refieres?

- Tú, ¿puedes sonreír? Creía que lo tenías prohibido.

- Que gracioso llegas a ser, Blake. –dijo James pero luego añadió.- Gracias. Ha sido gracias a ti que me has ayudado a desconectar y a pasar un día tranquilo y sin preocupaciones.

- Ha sido un placer. Cualquier cosa por hacer desaparecer esa cara de preocupación permanente que tenías. Y el problema que me has dicho esta mañana seguro que se acaba solucionando solo.

- Mañana me volveré a preocupar por él. Hoy lo olvidare temporalmente y disfrutare del final del día que me has dado.

- Gracias James. Pero no soy tan importante como eso.

- Claro que lo eres. –dijo James girándose y mirándolo fijamente.- Desde que llegué has sido el único que no ha cuchicheado de mi a mis espaldas, ni me has tratado como a un bicho raro. Simplemente me trataste como un nuevo alumno y me ayudaste desde el principio. Gracias por todo.

 

Blake se quedó observando a James y se fue acercando poco a poco a él sin que este se moviera. Estaba apunto de rozar sus labios cuando un sonido lejano les sobresalto rompiendo la atmosfera romántica. James se alejó sonrojado y salió corriendo dejando a Blake solo. Solo se paró cuando llegó a la entrada del castillo y se aseguró de que el otro chico no le seguía. Luego se llevó los dedos a los labios notando aún el leve roce de los labios de Blake antes de que se apartara sobresaltado. ¿Qué acababa de pasar? Estaba relajado después de años de huir sin parar. Se sentía a salvo al fin después de mucho tiempo y se había permitido relajarse lo suficiente para contarle como se sentía al chico pelirrojo y acto seguido le estaba besando, o al menos intentándolo porque había conseguido apartarse a tiempo. Pero, con lo que había tardado en acercarse, ¿por qué no se había apartado antes? Tenía que alejarse de Blake antes de abrirse demasiado a él. Antes de sentirse a gusto a su lado. Antes de echarle de menos cuando regresara al futuro dejándolo atrás.

Esa noche cenó con sus padres e ignoró a Blake durante el resto de la noche. Cuando llegaron a los dormitorios el pelirrojo ya había desistido y dejó de intentar entablar una conversación. James procuró levantarse temprano para huir antes de que se despertara su compañero de litera pero se quedó en la sala común esperando. Si iba al Gran Comedor sólo, cabía la posibilidad de que Blake le viera y no tendría donde escapar así que decidió esconderse tras una cortina y esperar a que su padre o Hermione bajaran para poder almorzar con ellos.

Se sentía estúpido. Tarde o temprano iba a tener que enfrentarse a él. Dormían juntos, iban a las mismas clases y aún le quedaba bastante tiempo en esa época como para conseguir eludirlo eternamente. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no notó que alguien se acercaba.

 

- ¿Por qué te escondes James? –preguntó Harry

- Ah, me has asustado. ¿Cómo me has visto?

- Te contare un secreto. Cuando a veces me sentía presionado o agobiado por ser quien era o simplemente tenía ganas de estar solo y nadie me dejaba me escondía aquí. ¿Quién me iba a buscar en mi sala común si me estaba intentando esconder? Por eso te he encontrado tan rápido. Es curioso que hayas elegido el mismo escondite. Debe ser parte de la genética.

- No me pasa nada en realidad.

- No me mientas. Llevas días preocupado lo se.

 

James salió de su escondite y se sentó en el sofá. Harry se sentó a su lado.

 

- A veces me cuesta relajarme.

- Aún así se que hay algo que no me quieres contar. Estas muy preocupado desde que me viste besando a Ginny. ¿Tiene algo que ver?

- No te puedo contar nada del futuro, ya lo sabes. –dijo James.- Un  poco de información podría cambiarlo todo y ya he revelado demasiada. Con lo que he dicho, el futuro al que vuelva puede ser mejor o puede ser peor. No quiero cambiar nada más.

- Si regresas.

- ¿Qué? ¿A qué te refieres?

- Tienes miedo de no nacer porque elija a la pareja equivocada. Lo puedo ver claramente.

- Yo…

 

Iba a añadir algo más cuando oyó pasos en las escaleras que provenían de los dormitorios de primero. De inmediato se tiró al suelo ocultándose tras el sofá. Blake observó la sala buscándolo y al no verlo se fue a almorzar. Cuando desapareció tras el retrato de la señora gorda, James suspiro aliviado.

 

- Veo que tus problemas vienen de otro lado. –dijo Harry

- Una larga historia.

- Será mejor que vayamos a almorzar.

 

James fue al Gran Comedor junto a su padre y se sentó lo mas alejado posible de Blake y rodeado de gente para que este no pudiera cambiar de sitio.

 

- Tu amigo parece preocupado. –dijo Hermione apareciendo y sentándose cerca.- Y no para de mirarte. Quizás deberías ir a hablar con él.

- No es mi amigo.

- Pues parecíais llevaros muy bien hasta hoy.

- Solo se divierte fastidiándome y metiéndose conmigo. Me he cansado de reírle las bromas. Y además, -dijo mirando la mesa de Slytherin y viendo que su padre la abandonaba.- Tengo cosas mas importantes en las que pensar.

 

Tras decir esto se levantó y fue rápidamente hacia la salida. Siguió a Malfoy hasta que se aseguró de que no quedaba nadie cerca y le detuvo.

 

- Espera Draco

- ¿Draco? ¿Cómo te atreves a tomarte tantas libertades conmigo? Ni siquiera se quien eres.

- Soy James Potter.

- Ah, si. El chico que apareció en clase de transformaciones. El hijo del chico del momento. Ni siquiera tu supuesto padre me llama por mi nombre así que no te tomes tantas libertades.

- No lo hace aún pero lo hará.

- Ah, claro. Ahora me dirás que Potter y yo seremos grandes amigos en el futuro. Vete a engañar a otro con tus falsas predicciones porque a mi no me la das.

- Ni a mi tampoco con tu fachada de soy un tipo duro exmortifago que no se arrepiente de nada.

- ¿A que viene eso? Ni siquiera me conoces.

- Te conozco mucho más de lo que te imaginas. Me has contado muchas veces lo mal que lo pasaste los últimos años en Hogwarts. Como odiabas estar en el bando incorrecto. Lo cobarde que te sentiste en mas de una ocasión por no irte a pelear junto a Harry solo porque creías que nunca iba a lograr vencer y tenías demasiado miedo para anteponer tus creencias a tu vida.

- No digas estupideces. –dijo Malfoy exaltado.- No se quien eres niño pero a mi no podrás engañarme como a Potter. Nada de lo que dices es verdad.

- Si Harry supiera como te sientes en realidad te perdonaría. –dijo James sin amedrentarse.- Lo hizo en mi pasado y lo hará en tu presente. Si por una vez osaras decir lo que de verdad crees y sientes se acabaría tu soledad.

- ¿Y por qué me cuentas todo esto si pasara de todos modos?

- Porqué el futuro esta cambiando. Me caes muy bien y no soportaría que terminaras solo por culpa de tú cobardía y orgullo porque al final, el orgullo no  sirve para nada.

 

James se alejó dejando solo a Malfoy. No sabía si sus palabras iban a tener algún efecto o no pero de momento no podía hacer nada más. Se fue directo hacía la clase que le tocaba sin percatarse que había alguien tras la armadura del pasillo observando la escena.

 

- Sabía que tramabas algo. –dijo Ron tras verlo todo.- No te voy a dejar salirte con la tuya.

Notas finales:

Espero que os haya gustado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).