Arreglando asuntos pendientes
James fue directo a la primera clase del día y Blake se sentó a su lado de inmediato. Iba a cambiarse de sitió cuando vio entrar al profesor y se sentó suspirando resignado.
- James, sobre lo que pasó… -empezó Blake
- Ahora no estoy de humor para hablar del tema. –dijo sin siquiera mirarle a la cara.
- Ayer me evitaste, esta mañana también. ¿Cuándo estarás preparado para hablar del tema?
- Te lo diré cuando esté listo.
Blake cogió su rostro y lo giro hasta que sus miradas conectaron. Sintió alivio inmediato al no ver odio en su mirada.
- Muy bien, lo entiendo. Necesitas espacio. No te volveré a hablar y te esperare. Estaré esperando a que me digas que ya estás preparado.
A James se le aceleró el corazón en cuanto sus miradas conectaron y oyó lo que decía. Iba a contestar algo sin saber muy bien el que pero no hizo falta. Blake le dejo ir el mentón y dirigió la atención a la clase. No volvió a dirigirle la palabra durante el resto del día y eso le hizo sentirse aliviado y también le dejo tiempo para pensar. ¿Habría funcionado las palabras que le había dicho a su padre? Le había dado la sensación que le creía cuando le dijo como se sentía. ¿Conseguiría que hablara con Harry? Sinceramente, esperaba que sí. Si conseguía que se dirigieran más de dos palabras seguidas sin insultarse habría conseguido un gran logro. Y sobre Blake, ¿qué iba a hacer? Estaba empezando a caerle bien. Podía hasta llegar a ser un buen amigo e incluso habían estado a punto de besarse. Le miró de reojo reflexionando. Nunca había tenido un buen amigo. Solo de pequeño. En la actualidad se pasaba la vida huyendo y escondiéndose continuamente para que Voldemort o cualquiera de sus múltiples seguidores les atraparan y mataran. No había tiempo de entablar amistades además de que nunca sabias de quien te podías fiar. Pero ahí todo era pacifico. Podía relajarse después de mucho tiempo. Podía conocer gente y entablar una amistad. ¿Y después que? Si acababa su misión y regresaba al futuro, aquel amigo de su edad con el que se entendía perfectamente se convertiría en un hombre de la edad de su padre que probablemente ni se acordaría de él. ¿Podría soportarlo cuando eso sucediese? No, claro que no. La primera amistad en años no podía perderla de manera tan drástica. Si iba a acabar perdiéndola era mejor no tenerla desde el principio. Así que llego al firme propósito de ignorar a Blake cosa que iba a ser fácil si él le había dejado de hablar. Se sentiría solo pero, ¿no estaba acostumbrado ya a la soledad?
Tras acabar las clases regreso de inmediato a la sala común y se sorprendió al encontrarse a su padre esperándole.
- James quiero hablar contigo. –dijo Harry serio
- ¿Qué sucede papa?
- Dímelo tú. ¿A qué has venido del futuro exactamente?
- ¿Qué? ¿A qué viene eso? Ya lo sabes. A aprender magia.
- ¿De verdad? ¿Y entonces porque intentas convencer a Malfoy para que hable conmigo e intente conseguir mi amistad?
James se sorprendió de que lo supiera. ¿Cómo se había enterado? Su padre no habría desconfiado de él. Estaba convencido. De repente la respuesta apareció clara en su mente. Ron. Seguro que le había seguido por la mañana. Se llevó las manos a la cabeza y suspiro exasperado sentándose en el sofá. ¿Y ahora qué?
- Ha sido Ron, ¿verdad? Debí imaginar que me seguiría.
- ¿Me vas a contar lo que está sucediendo?
- Nada. Draco es un buen amigo mío en el futuro y le he visto muy mal. Así que decidí hablar con él.
- ¿Después de decirme que no podías variar nada del presente o podría traer graves consecuencias para el futuro? No me lo creo. Si Malfoy y yo somos amigos en el futuro lo acabaremos siendo, intervengas tu o no.
- A no ser que mi presencia aquí este alterando las cosas.
- Oh vamos. ¿Cómo va a alterar tu presencia aquí algo relacionado con Malfoy si ni siquiera te habías acercado a él?
- ¡Estoy harto! –gritó exasperado- Es obvio que confías mucho más en Ron que en tu propio hijo.
- ¿Se puede saber porque le tienes tanta manía a Ron?
- Porque es la primera vez que le conozco y no hace más que desconfiar de mí y desacreditarme.
- ¿Primera vez? ¿A qué te refieres? Si eres mi hijo tienes que conocerle en el futuro.
James se quedó callado de golpe. Que idiota había sido al mencionarlo. ¿Conocerlo en el futuro? Claro que no le conocía. Draco le había hablado de él. El mejor amigo de su padre que nunca acepto su relación y se sintió traicionado. Y que dejo de visitar a Harry y de verse poco después de abandonar Hogwarts. Antes de que él naciera ya habían perdido todo contacto. Claro que en la actualidad, ¿cómo iba Harry a imaginarse que sucedería aquello?
- Bueno si, le conozco del futuro pero ha cambiado mucho.
- No es verdad. –dijo Harry convencido.- No le conoces del futuro. Al poco de llegar dijiste que yo te había dicho que Ron nunca te creería. Es verdad que Ron es desconfiado por naturaleza pero yo jamás te diría eso. Te enseñaría a que te creyera.
- No me crees, ¿verdad? Crees que me lo estoy inventando todo.
- Quería creerte pero cada vez descubro que me ocultas más y más cosas. Ya no sé qué pensar.
- Claro que te oculto cosas. –dijo James mirándole fijamente- ¿Es que aún no has entendido nada? Vengo del futuro y tú eres alguien muy cercano a mí. Si te contara lo que se todo cambiaria. Nadie debería saber su futuro.
- ¿Y cómo puedo creerte?
- Esperaba que simplemente creyeras la palabra de tu hijo pero si no es así habla con Hermione.
Harry vio como James se retiraba sin dejarle añadir nada más. Le observo marcharse impotente. ¿Debía creerle? y ¿Qué quería decir con que hablara con Hermione? Se quedó sentado pensando hasta que vio entrar a su amiga a la sala común. De inmediato la llamó y esta se sentó a su lado.
- ¿Qué sucede? –preguntó la castaña enfadada.
- Verás, Ron me contó algo y creo que por culpa de eso me he precipitado con James.
- ¿Qué ha pasado esta vez? –dijo Hermione suspirando
- Ron descubrió a James hablando con Malfoy en el pasillo e intentándole convencer de que fuera mi amigo.
- ¿Y es eso un crimen tan grave?
- Es mi peor enemigo. ¿Por qué está intentando eso? Es de locos.
- ¿Has pensado que simplemente se ha acercado a él porque le ve hundido y no soporta verle mal? Estuve hablando con James. Me dijo que en el futuro erais buenos amigos. Algo va a cambiar y James solo intentaba acelerar las cosas porque veía a Malfoy pasarlo mal.
- ¿Pasarlo mal? ¿A qué viene eso?
- Claro. ¿Cómo vas a intentar investigar un poco la situación antes de hablar con James? Sería demasiado trabajo. –dijo Hermione exasperada.- Veras, aunque no seas capaz de darte cuenta Malfoy lo está pasando mal. Ha perdido a gran parte de sus amigos porque, algunos han muerto y otros han acabado en Azkavan. Si te hubieras parado a observarle te darías cuente de que ahora está solo. Y a saber que destino le ha deparado a su familia.
- He sido un estúpido. –dijo Harry de golpe.
- ¿Qué has hecho?
- Decirle a mi hijo que no creía en él.
- ¿Qué has hecho que?
- Ron me pega su desconfianza y he acabado haciendo algo imperdonable.
- ¿Y eso es excusa suficiente? James también está completamente solo. Todas las personas que conoce no saben quién es. Muchos desconfían de él. Aquí no tiene a nadie y tú, su padre, le has dicho que no crees en él. Ya estas pidiéndole perdón en cuanto lo veas.
- ¿Por qué sabes tanto? ¿Y por qué James me dijo que hablara contigo?
- Porque a diferencia de ti, confié en él desde el principio. No he dudado nunca de su palabra ni le he juzgado aunque tuviera motivos.
- ¿Tener motivos?
- Bueno, era más fácil creer que alguien se había infiltrado en la escuela para acercarse a ti que creer que venia del futuro y era tu hijo.
- ¿Por qué tengo la sensación de que también me ocultas cosas?
- Harry, no quieras saberlo todo. No puedes saberlo. Cree en él y en su palabra y permítele contarte solo una parte de la historia. ¿No entiendes que viniendo aquí está arriesgando su propia vida? ¿Qué un paso en falso podría hacer que no naciera jamás?
- Tiene suerte de tenerte a ti que nunca desconfías de él. ¿No has preguntado nada sobre ti? ¿Sobre tu futuro?
- No, ni lo hare. Nadie debe conocer su futuro.
- ¿Sabes quién es su madre?
- Harry. ¿Has escuchado algo de lo que te he dicho?
- Por un lado sé que no debo saberlo y por el otro. ¿Y si me equivoco y elijo a la persona incorrecta? No quiero dejarle sin futuro.
- No lo harás. Me asegurare de ello. Y si vuelves a dudar sobre algo relacionado con James habla primero conmigo. Sobre todo si la información viene de Ron.
- Gracias. Eso hare.
Harry se retiró a la habitación donde ya estaba Ron y decidió hablar con él.
- Ron quiero que dejes de intentar investigar a mi hijo.
- ¿Aún le crees? ¿Después de todo lo que te he dicho? Harry, él esta aquí con una mentira para investigarte o matarte. Quien sabe su objetivo. No puedes dejar que te manipule así.
- Estoy completamente convencido de que me ha contado toda la verdad. O al menos todo lo que puede contarme sin revelar demasiado de mi futuro. Se arriesga mucho al estar aquí y no quiero conocer mi futuro. Así que por favor, deja de investigarle.
- Quizás os ha engañado a ti y a Hermione pero no a mí. No voy a hacerte caso y algún día me lo agradecerás.
- Espero que te des cuenta de que estas en un error antes de que sea demasiado tarde Ron.
- Lo mismo te digo.
Tras decir eso cada uno se fue a su cama sin añadir nada más. Al día siguiente Ron abandono la habitación sin dirigirle la palabra y Harry fue directo al Gran Comedor para hablar con James. Le vio sentado solo almorzando y fue hasta él.
- James yo...
- No te molestes papa. Sé que Hermione te habrá hecho entrar en razón y ahora no tengo ganas de hablar sobre el tema.
- Lo siento.
- Eso no cambia que no confiaras en mí.
- Lo sé pero te prometo que a partir de ahora lo hare. Sin hacer más preguntas.
- Eso espero.
James pasó el resto de la semana descansando de su misión. Quería ver si sus palabras tenían algún efecto en Draco pero, para su sorpresa, no sucedió nada. Había estado tan convencido de que funcionaria. Pero ya no podía esperar más, así que esa misma mañana fue a hablar con Malfoy de nuevo.
- Draco espera.
- Te dije que no me llamaras así.
- ¿Por qué no has hecho nada? Pensé que mis palabras te ayudarían.
- Estuve a punto de hacerte caso pero sabes, se cuando alguien me manipula. Usando palabras amables que en al fondo están envenenadas y solo buscan que haga algo que de otra manera nunca haría.
- Te dije la verdad. ¿Cómo podía saber cómo te sientes si no?
- No lo sé. Puede que lo vieras tú mismo en el futuro pero de lejos. No te creo y no podrás hacer nada para que lo haga así que vete. Y no vuelvas a dirigirme la palabra.
James se quedó impotente viendo a su padre alejarse. ¿Que había pasado? ¿Por qué ese cambio de opinión repentino? ¿O simplemente se equivocó al pensar que sus palabras habían tenido efecto? Probablemente era lo segundo. Había tratado al Malfoy del pasado como el Malfoy del futuro le había enseñado a hacerlo. Pero no había funcionado. Se saltó las clases de la mañana y se fue a sentar junto a un árbol a la orilla del lago. Cada vez se sentía mas perdido y ya no sabía que más hacer.
Sin pretenderlo se quedó dormido y solo se despertó cuando notó unos labios posarse sobre los suyos. Abrió los ojos sobresaltado y se encontró a Blake besándole. Inmediatamente le aparto empujándolo.
- ¿Qué haces?
- Si vas a dejar de hablarme por haberte besado al menos quería que el beso fuera real.
- Eres un idiota Blake.
- No, no lo soy. Necesito hablar contigo y esta era la única manera de que me hicieras caso. Te pedí para hablar y me ignoraste. Te di espacio y decidiste no volver a dirigirme la palabra nunca más. ¿Vas a dejar que un simple beso, que los dos deseábamos, rompa nuestra amistad?
- No lo deseaba. -dijo girando el rostro para que no viera su sonrojo.
- Vamos chico del futuro. -dijo Blake sentándose a su lado.- No puedes mentirme. Tu rostro es demasiado expresivo.
- Está bien. Te diré la verdad. En el futuro no tengo una vida fácil. No paro quieto en un sitio por mucho tiempo así que no acostumbro a tener amistades duraderas. Así que estando contigo me sentía a gusto por tener al fin un amigo y confundí mis sentimientos. Eso fue todo.
- ¿Y no podías simplemente habérmelo contado en vez de ignorarme completamente?
- No fue por eso que me aleje sino porque me estabas cayendo demasiado bien.
- No lo entiendo. ¿Qué tiene eso de malo?
- Todo. Tarde o temprano tendré que regresar al futuro y te perderé.
- ¿Qué? ¿Era por eso? No puedes dejar de entablar amistad con alguien con quien te puedes llevar bien solo porque sabes que vas a perderle. ¿Es que no te sientes solo ahora? ¿Intentando evitar a todo el mundo?
- Sí. Constantemente.
- ¿Y para que sentirse mal en la actualidad y en el futuro si puedes evitar sentirte mal ahora? Es mejor haber tenido y perdido que jamás haber tenido.
- Tienes razón pero aun así...
- No me voy a alejar de ti aunque tú quieras alejarte de mí. Así que ya puedes acostumbrarte a mi presencia.
- Claro, eso es.
- ¿Qué?
- Mi problema. Esa es la solución. Gracias Blake. Me has ayudado mucho.
- No sé de qué hablas pero de nada supongo.
James se levantó y salió corriendo sin responderle. Fue directo al despacho del director.
- Necesito tu ayuda Snape.
- Hola a ti también. -dijo Snape cansado.- Ah, la misma educación de tu padre. Y la misma manía de creer que el director solo está a su servicio.
- Perdona. -dijo sentándose ante el.- Ahora eres una de las pocas personas a las que puedo consultar y que me pueden ayudar.
- Está bien. Dime tu alocada idea digna de un Potter.
- Te recuerdo que perdí a Harry de pequeño y que me crio Draco.-Snape se le quedo observando con escepticismo.- Esta bien. Es una locura pero quizás puede ser la única manera.
- Adelante, dilo.
- Unos juegos mágicos.
- ¿Qué? -de todas las locuras que Snape había podido imaginar esa era de las peores.
- Costara organizarlo pero la única manera de que mis padres se acerquen es obligarles a colaborar.
Snape supo que se iba a arrepentir de eso en cuanto decidió ayudarle.