Kaito alzo la vista al cielo colores sepia dejando salir un suspiro. Asi había pasado semanas, mirando al cielo, esperando a que oscureciera para poder salir. Ya se estaba ocultando el sol así que entro a cambiarse.
-Gakupo voy a salir.- dijo tocando la puerta de su habitación
-bien…- respondió cansado.
Kaito suspiro saliendo, Gakupo estaba así desde aquel día. Camino un poco, ojeando a todas las personas. Cuando de repente vio a alguien que le resulto familiar. Ese cabello azul verdoso… era Mikuo. Se acercó a verlo, estaba solo. Sonrió para sus adentros. Camino siguiéndolo. Quería ver que hacia un chico correcto como el, alguien que podía ganarse el corazón de Len tan fácil.
-Mikuo!- escucho una voz chillona. Se acercó un poco más y vio a una rubia caminando hacia él.
-Lily…- se acercó y la beso.
-el… lo está engañado.- dijo mientras sentía como una furia lo invadía.
Siguieron caminando así un rato hasta que kaito vio a alguien corriendo hacia Mikuo. Era len, estaba llorando, eso lo hico sentir muy mal.
-¿por qué? ¿Con que razón? – len miro mal a Mikuo, kaito nunca pensó que len sería capaz de mirar así a alguien.- ¿solo piensas en tu felicidad, verdad?
-¿Quién es el?- dijo Lily un poco asustada. Miro a Mikuo, luego a Len y entendió un poco la situación fulminando a Mikuo con la mirada.
-Len…- Mikuo no sabía qué hacer, ¿ahora que le decía?-él es… mi…
-yo soy…era su novio…- Len se limpió las lágrimas.
-¿Qué?- Lily volteo a ver a Mikuo.
-Lily… yo…- Lily le dio una cachetada y se fue llorando. –Len…
-nunca debí confiar así en ti… es imposible encontrar a alguien perfecto…- len no aguanto y se fue corriendo.
-todavía tengo a Ann…- Mikuo se tocó la parte afectada por la cachetada.
-eres un maldito….- kaito se acercó a él.- MALDITO!
-¿kaito? ¿Qué haces aquí?- Mikuo retrocedió asustado.
-lastimaste a Len…- kaito lo tomo del cuello.- eres despreciable…
-lo siento…- Mikuo lo miro con terror.- ¡yo no sabía que hacia! Enserio… ¡le pediré disculpas!
-ya no se valen escusas…- kaito acerco su boca al cuello de Mikuo, saco sus colmillos y los enterró.
-ngg…- Mikuo se quejó antes de cerrar los ojos por última vez.
Kaito soltó el cuerpo y sonrió.
-ahora no podrás hacerle daño…- dicho esto camino lejos riendo a carcajadas.- soy solo yo para el…nadie más.
Len corría cada vez más rápido, llorando. Se sentía destrozado. ¿Por qué Mikuo lo engañaba? ¿Por qué? Llego a su casa y se encerró en su cuarto. Estuvo así un rato hasta que escucho a su hermana subir e intentar abrir la puerta, al ver que no podía la pateo.
-Len, ¿Por qué cierras la puerta? Sabes que no me…- rin se fijó en el estado de su hermano.- Len…
-riiiiin!- Len corrió a abrasarla.- Mikuo…. Mikuo me estaba engañando, el… el…
-ya hermanito… no llores…- rin lo llevo a su cama y lo sentó ahí.
-rin…- Len bajo el rostro para mirar al suelo.- ¿es verdad lo que me dijiste antes?
-¿qué cosa?- rin estaba confundida.
-un día… no recuerdo cuando, yo estaba triste. Tú me dijiste que no tenía que estar triste, que le dolor era solo una ilusión y que el amor podía alejarte de ella…- Len miro desesperado a su hermana.
-lo recuerdo…
//-Len, ¿Qué sucede?- rin se acercó.- ¿otra vez te….?
-¡déjame!- grito y se fue corriendo.
-Len…- rin miro al suelo triste pero luego reacciono.- maldito desagradecido ¡ABRE LA PUERTA! – Rin comenzó a golpear la puerta fuerte hasta que Len abrió.
-no me molestes….- Len la miro mal.
-¿qué paso?
-Oliver me rechazo otra vez…- en aquel entonces los dos tenían 10 años y Len estaba enamorado de Oliver.
-Len, no te deprimas…- rin le sonrió.
-pero…- Len se echó en su cama.- yo quiero estar con Oliver… y me duele.- Len se tocó el pecho.
-¿La pancita?- rin se calló al sentir una almohada estampada contra su cara.
-el corazón, rin, el corazón…- Len se volvió a acostar.
-Len…- rin se acercó y puso una mano exactamente en donde estaba su corazón.- el dolor no existe… es solo una ilusión.
-¿y cómo la desaparezco…?- Len se sentó en su cama.
-ummm…- rin se sentó frente a él cruzando las piernas.- Oliver no es el indicado… él no te quiere.
-¡RIN! No tenías que decirlo tan directo.- Len se echó para atrás.
-lo que quería decirte es que…- rin jalo a su hermano de la ropa para que vuelva a sentarse.- si encuentras a alguien que te amé, esa ilusión desaparecerá.//
-lo recuerdo…- miro seriamente a su hermano.
-¿y…. y si… nadie me ama…?- len miro al suelo. Ya nada valía la pena, se sentía solo y destrozado.
-kaito y Gakupo…- rin se levantó.- ellos te pueden ayudar. Ellos le darán sentido a tu vida.
-¿en serio?- la miro a los ojos.
-Len… intenta recordar…- sin decir más rin se levantó y se fue.
-¿recordar?- Len se acostó en su cama.- no recuerdo nada sobre kaito y Gakupo… entonces, ¿Qué sentido tiene mi vida? Nadie me quiere, nunca me van a amar. Siempre destruyen mis sentimientos cruelmente, a la gente le gusta verme sufrir porque soy débil… no sé por qué estoy vivo.
Len se levantó, se sentía sucio. Todo ese “amor” que le dio Mikuo ahora se pegó a el como un chicle al cual se le acabo el sabor. Fue al baño y lleno una tina con agua caliente, se desvistió y entro a relajarse un rato.
“intenta recordar”
La voz de su hermana se paseó por su cabeza. Abrió los ojos de golpe. Pronto llegaron imágenes a su cabeza.
“yo… los amo a los dos.”
“Desde que te fuiste… ya no tengo razón para vivir”
“nosotros queremos llegar a tu corazón… a ese interior que nadie conoce… para volver a verte”
-todo es tan confuso…- Len cerro los ojos de nuevo.- kaito… Gakupo… ¿Qué olvide? ¿Es demasiado importante? Me duele el corazón al notar como la gente desprecia mis sentimientos… y al no recordar algo valioso para mí…
Kaito llego a su casa todavía riendo. Entro en silencio y avanzo a la habitación de Gakupo, abrió la puerta y se acercó a él.
-lo siento, Gakupo…- rio un poco.- Len es mío…
Acerco sus dedos a su cuello, quería rompérselo. Pero antes de siquiera tocar su piel su mente se aclaró.
“como puedo siquiera pensar en hacer esto, él es mi mejor amigo. Nunca me traicionaría”
-lo siento…- salió de la habitación. Gakupo había estado despierto, quería ver lo que su amigo hacía. Y sonrió al saber que no lo asesinaría.
-kaito… ¿qué haremos?- se volteo y se quedó dormido.
-¡teto!- grito rin al ver que su amigo no la escuchaba.
-¿perdón? Me quede donde tu hermano comenzó a usar tu ropa…- teto dejo su taza de café en la mesa y miro de nuevo a rin.
-teto… eso te lo dije hace dos años…- suspiro.- contigo no se puede hablar…
-¡ay no seas aguada!- teto sonrió.- ¡salgamos a caminar!
-está bien… pero-- - no puedo terminar la oración, teto ya estaba en la puerta.
-vamos, ¡rin!- teto salió dando saltitos de su casa.
-bien teto, ¿adónde quieres ir?- dijo rin cansada.
-riiiiin, no te pongas de ese humor…- teto le jalo un poco el pelo.- ¡hagamos una carrera!
-primero que no se ni a donde vamos a ir…
-vamos… ¡a comer! Sí, sí. Tengo hambre. Ahí una heladería aquí cerca.- teto señalo la dirección en la que estaba la heladería.
-pero hagamos carrera de regreso. Para familiarizarme con todo.- rin comenzó a caminar y teto la siguió.
Llegaron a una heladería poco después, entraron y se sentaron.
-¡hola!- se acercó un chico con cabello plateado, tenía el uniforme del local.
-piko, hola- saludaron las dos.
-rin, ¿Cómo esta Len?- se sentó alado suyo.
-piko, ¿no deberías trabajar? Te pueden retar…- teto comenzó a jugar con una servilleta.
-tranquila, soy el dueño…- piko le sonrio.- ¿y?
-B-bueno… Len esta…- rin pensó un momento.- está enfermo…
-claro… ¿no quieres que lo valla a cuidar?- piko sonrió.
-¡piko y sus fantasías de ser seme!- se burlo teto.
-¡calla!- piko la miro mal.
-no, Len en realidad tiene a Gakupo y kaito…- se percató de sus palabras.- d-digo…
-kaito… ¿shion?
-si. ¿Cómo lo sabes?- rin se puso más atenta.
-es un cliente regular… siempre viene a desahogarse con el helado. – piko miro a la gente.- es más ¡hay esta!
Rin volteo rápidamente para ver a kaito con la cabeza prácticamente metida en el helado.
-¡KAITO!- grito.
-¿si? ¿si? No estaba dormido…- kaito se limpió un poco de helado de la cara. - ¿rin?
-¡si!- rin se acercó.- kaito, ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido en la vida? ¿Qué te ha pasado?
-¿Qué paso, rin? ¿Qué quieres?- kaito volvió a meter la cabeza en el helado.
-es sobre Len…-kaito alzo la cabeza.- quiero que lo animes…
-¿esta triste por Mikuo?
-¿cómo lo sabes?- rin se asustó un poco.
-em…- kaito miro al suelo.
-bueno no importa, aceptas ¿o no?- rin volvió a tomar su actitud decidida.
-si yo no hubiera echo eso con Gakupo… no estaría triste… quisiera regresar en el tiempo y arreglarlo todo… a ese brillante pasado.- kaito dejo caer una lagrima.
-kaito, el te ama. No lo dudes, el solo tiene miedo de que lo vuelvan a lastimar. ¿Tu querías llegar a su corazón, no? Ahora es el momento… el solo lo abrirá si se siente seguro, tal vez no lo haga. Pero si lo hace… eso es un signo de que es amor.- dijo teto sorprendiendo a todos en la sala.- él no es fuerte, si es lo que vas a decir. Len se puede derrumbar en cualquier momento y tú y Gakupo son su única salvación.
-no sabía que hablaras así…- dijo piko confundido.
-Es experiencia.- teto le guiño un ojo.
-entonces… creo que acepto…- kaito levanto la mirada.
-pero tienes que saber algo…- rin parecía más seria.- el ya no es el mismo de antes. Aunque parezca no lo es. Cuando lo engañaste algo en su mirada cambio, el ya no es el niño inocente de antes. Pero ahora el solo quiere recordar…
-claro, lo cuidare…- kaito se levantó y cuando estaba en la puerta de la heladería se detuvo.- no… le digas a Gakupo.
Sin decir más salió corriendo.
-¿así que me estabas escuchando?- fingió molestia.
-ejeje si rin, no te enfades.- teto se rasco el cuello nerviosamente.
-oigan…- hablo piko- no entiendo la conversación.
-¡no importa!- rin y teto rieron.
Luego de un rato de conversar en la heladería las dos salieron.
-CARRERA.- grito teto antes de salir corriendo.
-espera, teto, espera.- rin corrió detrás de teto, claro que sabía que nunca le iba a ganar pero valía la pena intentar.
Cuando ya la iba a alcanzar teto paro en seco.
-¡AHHHHHHHH!- salio corriendo en dirección a rin.
-¿teto? Que sucede…
-un… un… ¡un cadáver!- teto se escondió detrás de un poste eléctrico.
-iré a ver…- rin camino hasta aquel cadáver, cuando estuvo lo suficiente cerca lo supo reconocer.- ¿Mikuo?