Capítulo N°10 "Just One Day"
Un fuerte suspiro escapó de sus labios mientras caminaba, mirando al suelo un tanto distraído, no sabía qué pensar o qué decir luego cuando volviera al departamento, ni siquiera podía pensar positivo como solía hacer. No quería volver, o mejor dicho, temía volver, temía volver y encontrarse con una escena parecida a la que vio, JungKook y Rap Monster tan cerca el uno del otro, ahora que sabía lo que había ocurrido ya no se podía sentir peor. Pero fuera de todo, JungKook era su amigo, debía velar por su felicidad, no de forma posesiva y desearle para él, eso no era correcto. Escuchó en ese momento unos pasos acercarse con velocidad detrás de él, volteando a ver y fue como si mágicamente alguien le hubiese concedido su más grande deseo. JungKook se detuvo frente a él luego de haber corrido, mirándolo un tanto avergonzado, no supo por qué le siguió luego de lo ocurrido, ¿Qué le hizo dejar sobre la mesa dinero junto con su pastel a medio comer? Simple, dudas.
-¿Qué quieres decir con esta canción, eh? -Preguntó el maknae, haciendo que el chico moreno sonriera, como si fuese un juego.
-¿Qué otra cosa puede decir? ¿Recuerdas la letra de esa canción -
-¿Por qué yo? Respóndeme eso... Teniendo a los demás Hyungs y a las miles de chicas que te aman, ¿Por qué fijarte en un chico? -La sonrisa se desvaneció en el rostro de JiMin, no supo bien que decir a eso, la verdad ni él sabía el motivo, solo ocurrió.
-Eres diferente, no me preguntes qué diferencia hay porque te juro que no lo sé, solo me gustas tú y ya, pueden haber muchas chicas, puede ir TaeYang-sumbae a mi puerta a pedirme una cita, pero para mi eres tú. -Volvió a reír, como si acabase de contar un chiste. JungKook instintivamente le empujó cuando le vio reír, abultando sus labios en algo parecido a un puchero.
-No te rías, no te rías...Me siento tan confundido, ¿Qué hago? -Dijo casi para sí mismo, volviendo a escuchar la risa molesta de JiMin, pero justo cuando iba a reprocharle este le abrazó, palmeando suavemente su cabeza.
-Regresemos al departamento, seguro están preocupados por nosotros. -Dijo JiMin, llevándole de su mano de regreso.
-No quiero hablar con Nam-Hyung, quédate conmigo, así no se va a acercar. -Eso fue sublime de oír para JiMin, le hizo sentirse mejor, ya no estaban esos celos de hace minutos.
-Con gusto me quedaré contigo, lo evitaremos cuanto desees. -
TaeHyung miraba a todos lados mientras caminaban por el centro comercial al cine, por suerte nadie se les acercaba a molestarles, así que podían ir juntos conversando como si nada. Al llegar, Jin le soltó para que fuese a ver la cartelera disponible aquella tarde, a veces el menor se comportaba realmente como un cachorro curioso y eso le causaba gracia, más aún cuando se fijó en que los niños que estaban por ahí se veían más tranquilos que él.
-¡Hyung, veamos esta, o mejor esta de acá! -Decía entusiasmado, señalando dos películas de la categoría de terror, ambas de origen coreano, de las cuales ni había oído.
-Escoge solo una, Tae. -Respondió el mayor entre risas, haciendo un gesto con su mano para que volviese a su lado y V obediente se dirigió hasta ahí, yendo ambos a hacer la fila para comprar las entradas.
-Creo que me decidí por esa, espero no tenga pesadillas. -Dijo, haciendo caras un poco extrañas, como queriendo infundir miedo a Jin o algo así.
-No tendré, temo por ti en realidad, los niños se asustarán de lo alienígena que eres. -Contraatacó el mayor, recibiendo una respuesta por parte del chico en un idioma parecido al que se hablaba en Rusia o quizá qué planeta. -Basta, no hagas eso. -Inevitablemente rió, a veces era tan impredecible, por eso le consideraban el 4D en BTS y nadie era capaz de discutirlo. Ya en la sala de cine, V se dedicaba a comer palomitas del enorme envase que le habían comprado, por lo menos Jin no le veía capaz de comerse todo, pero por un momento temía que si lo hiciera, nadie podía tener la certeza de predecirlo.
-Dicen que esta película es aterradora, los otros trainees de la empresa ya la han visto y yo no, pero ahora podré comentar, que divertido. -Agregó el chico, mirando a Jin con una amplia sonrisa, al parecer se estaba divirtiendo con él y eso le hacía feliz, aunque la cita fuese improvisada estaba saliendo muy bien.
-En otra ocasión podemos volver a venir si quieres. -Dijo, casi asegurándole que habría una segunda vez, una segunda cita, aunque aún no tuviesen una relación en concreto. Pasaron los minutos y la película comenzó, nada tan novedoso, la típica historia de una familia viviendo con algo maldito en su hogar que poco a poco consumía sus vidas, por lo mismo Jin no se sentía asustado, ya había visto eso varias veces y era un poco predecible, pero V por su parte en cada momento de tensión se apegaba más a él, haciendo que riera bajo, rodeándolo con uno de sus brazos para que se sintiese seguro. Al unísono todos en la sala se sobresaltaron con cierta escena, incluyendo a Jin, viendo como su acompañante hacía volar unas pocas palomitas.
-Ah, ya no quiero ver más. -Murmuró, comiendo para pasar los nervios del reciente susto.
-Está bien, solo es una película, cuida no aventar palomitas a la gente. -Advirtió el mayor, acercándose para dejar un pequeño beso en la mejilla contraria, por suerte no se les podría reconocer ahí al haber bastante oscuridad.
-Me portaré bien. -Dijo eso último casi en un susurro, pues el beso en la mejilla le hizo sentir un poco avergonzado. Se distrajo tanto pensando que ni se inmutó con el repentino grito que una de las protagonistas de la película emitió, pero Jin por su parte si lo hizo, lo cual le hizo reír, a veces el mayor era muy protector, pero tenía su lado débil, muy diferente al lado maduro y alegre que siempre tenía.
-No quiero ver más esto. -Se molestó un poco, odiaba los sustos repentinos en las películas, sentía que eran métodos baratos para infundir miedo a la gente.
-No hay que seguir viendo. -Unas manos se posaron en las mejillas de Jin, haciendo que voltease a ver al menor, eso le puso muy nervioso.
-No, Tae, alguien nos puede ver. -
-No creo, está oscuro. -
-Pero y si... -No pudo acabar la frase, pues los labios contrarios le hicieron callar, finalmente dejándose hacer pues no tenía alternativa y la verdad le agradaba la idea de aprovechar un poco ese lugar oscuro en el que estaban. Solo eran besos dulces e inocentes, perfectos para casi olvidarse de la película que hace poco estaban viendo, ya no importaba, luego cuando fuesen a aquel hotel a pasar la noche podrían estar viendo películas hasta tarde si querían.
Paseaba inquieto por el departamento, nadie contestaba a sus llamadas, Okay, okay, cálmate, piensa, relájate, ellos están bien, pero, ¿Qué hará si de la nada el mánager viene? ¿Le culpará por la ausencia de sus compañeros? ¿Qué diría para encubrirles? Rap Monster se volvió a sentar en el sofá frustrado, intentando llamar una vez más a Jin, segundos de silencio y… Móvil apagado, maldición. No sabía ni donde estaba J-Hope con el recién salido del hospital, debía reposar y en vez de eso andaba por ahí haciendo no sé qué. JungKook desapareció con JiMin, esos dos le preocupaban más, después de todo eran menores de edad y ninguno conocía muy bien la ciudad capital. La puerta del departamento se abrió de repente, viendo a los dos chicos llegar, por lo menos un alivio, aunque al ver a JungKook recordó instantáneamente lo ocurrido esa mañana en esa misma sala, tragando saliva inconscientemente.
-¿Dónde estaban? No salgan así, el mánager puede llamar y si no sé dónde están se preocupará. –Dijo, viendo como JungKook le ignoraba y JiMin solo le palmeaba los hombros, llevándole a la habitación.
-Lo sentimos, Hyung, Kook se sentía mal y quiere ir a dormir, no saldremos de nuevo, quédate tranquilo. –Dijo, al menos eso le calmó pero, ¿El maknae estaba mal? Quiso preguntar qué tenía pero algo le detuvo, claro, él le estaba ignorando, ni siquiera le miró desde que entró, se convenció a sí mismo de que quizá tenía vergüenza por lo ocurrido, no arrepentimiento. Les dejó ir sin más, volviendo a llamar a J-Hope pero no le contestaba, quien sabe qué estaba pasando entre él y Suga, discusión, reconciliación ¿Tal vez? Esperaba fuera eso, prefería que estuviesen juntos antes que siguiesen peleados de esa manera, harían todo el ambiente incómodo. Su mente divagaba en todo pero al final volvía al momento exacto de esa mañana, donde JungKook le besó de repente, tenía que hablar con él de eso, pero no podría con JiMin alrededor, por un momento sintió ganas de deshacerse de él pero quitó esos pensamientos, sacudiendo su cabeza en un esto de negación, su sentido común se estaba peleando a muerte con sus emociones.
No sabían cuantos minutos llevaban abrazados, quizá diez aproximadamente, pero incluso cuando se separaron seguían aferrados uno al otro sin querer perder el contacto físico. Suga miró de reojo la cama en la habitación, abultando levemente sus labios.
-Perdón, necesito descansar mucho aún me afecta la reciente operación. -Dijo, pero obviamente a J-Hope no le molestaba, por lo que le ayudó a recostarse sobre la cama.
-Me quedaré contigo aquí a cuidarte, de todos modos, ya me asaltaste para pagar esta habitación. -Comentó como broma, escuchando una leve risa por parte del mayor.
-No te asalté, que exagerado, es solo que con el dinero que yo tenía obviamente no podríamos pagarlo. -
-Ya sé, solo te molesto. -HoSeok miró al techo sonriente, sintiéndose muy tranquilo sobre esa cama con la persona que quería, aunque solo estuviesen hablando, con eso era suficiente. Estaba concentrado pensando en lo ocurrido, cuando la mano de YoonGi se posó sobre la suya, acariciándola, lo cual le avergonzó un poco e instintivamente volteó a ver al lado contrario para rehuirle un poco.
-¿A dónde estás mirando? Debes mirarme solo a mi. -Dijo con una leve risa el mayor.
-Hay cosas más interesantes que verte a ti, es eso. -
-Jo, ¿En serio? ¿Qué cosas? -No supo qué responder, por lo que se quedó callado y volteó a ver al mayor nuevamente, aunque le avergonzara y este solo le sonrió, pues supuso que había dejado sin palabras a su compañero. -Creo que tienes algo en el ojo. -Dijo de repente, acercándose peligrosamente al rostro contrario que instintivamente se echó para atrás.
-Yah, Hyung, no bromees conmigo. -
-Hey, tú a mi no me ordenas. -Respondió, besando sin más los labios de J-Hope, haciendo que este se sonrojara pero ni idiota como para negarse, después de todo solo era un beso y realmente había extrañado eso. Solo duró unos segundos, lo cual fue un poco molesto pues se esperó algo mejor, como siempre el mayor disfrutaba molestarle o eso suponía hasta que la mano de Suga acarició su cabello y después se posó en su mejilla, como si le estuviese contemplando de cierto modo.
-¿Q-Qué pasa? -
-Extrañaba verte, pensé que no volvería a tener la oportunidad de estar por lo menos a un metro de distancia de ti. -
-Estamos en el mismo grupo, de todos modos tendríamos que vernos todo el día y estar cerca. -
-Si, pero siempre quise estar todo un día solo contigo, como ahora, aunque fuese improvisado. -
-Bobo... Es navidad y no te tengo regalo, lo siento. -Se disculpó el menor, pero eso era lo de menos.
-Tú serás mi regalo y ya, da igual lo material. -Aquello sonó muy comprometedor, si era su regalo supuestamente eso significaba que podía hacer lo que quisiera con él, el solo imaginarse las posibilidades hizo ponerse nervioso a HoSeok. -Y yo seré tú regalo, ¿Vale? -Ahora era aún más comprometedor.
-Yo solo quiero besar a mi regalo. -Respondió un poco tímido pero con una amplia sonrisa el menor, ladeando su cuerpo y apegándose al contrario casi por completo, acomodando una de sus piernas sobre las de él para estar aún más cerca. Obviamente YoonGi no se negó, solo tuvo que ponerse en la misma posición para estar más cómodo y pequeños besos fueron depositados en sus labios, solo besos cortos pero muy seguidos entre sí, era la forma que tenían para demostrarse que a pesar de todo se habían extrañado y que los sentimientos estaban aún entre ambos.
-¿No te da miedo que te contagie la apendicitis? -Dijo como broma entre uno de aquellos besos, haciendo que HoSeok riera, pero aun así no se detuvo, besarlo era como recuperar el tiempo que habían perdido al enfadarse.
-¿Se puede contagiar físicamente? -
-No sé, podríamos probar. -Una sonrisa un tanto diferente a las anteriores se dibujó en el rostro de Suga, haciendo que el contrario desviara la mirada nervioso, más aún cuando sintió una de sus manos posarse en su cintura pero por debajo de la camiseta que traía puesta. Instintivamente tomó la mano del mayor para que se detuviera cuando esta comenzó a ascender casi hasta su pecho, mordiendo sus propios labios, sabía para donde iba todo eso y le ponía tan tenso que su corazón se agitaba, sintió miedo, inseguridad, quizá estaba solo imaginando cosas pero... -Mírame. -Lentamente dirigió su mirada a la de su ahora nuevamente novio, notando que iba en serio, pero eso no le tranquilizaba, le conocía desde hacía años pero aún no estaba seguro si lo que le decía era cierto luego de la discusión que tuvieron y además... -Estoy enamorado de ti. -Escuchar esas palabras fue como una brisa cálida en aquel día nevado y tan frío, seguidas de un beso tan delicado que le devolvió todo el calor a sus frías manos, dejando que le tocase si quería al final. Emitió un pequeño quejido entre el beso cuando se vio de repente sobre el cuerpo del mayor y este acariciaba con ambas manos su espalda bajo la sencilla camisa que tenía y su chaqueta, ante cada toque su piel se erizaba de forma aterradora, como si fuera increíblemente sensible cuando en realidad recordaba nunca haberlo sido hasta ahora.
-Hyung... Ah. -Jadeó a penas entre aquellos labios cuando posó una de sus manos sobre su trasero bastante marcado gracias al pantalón que tenía puesto, momento que Suga aprovechó para introducir suavemente su lengua dentro de la cavidad contraria para hacer el beso más profundo, como si supiese desde un inicio que J-Hope iba a jadear, como si supiese la forma en que iba a reaccionar, eso asustó un poco al más joven pero obviamente correspondió a lo que hacía para no parecer tan inexperto en lo que estaba ocurriendo. De repente sintió que los besos ahora descendían a su cuello, haciéndole apretar la camisa del mayor entre sus dedos, ni él sabía que su cuello pudiese ser tan sensible, pero así se sentía, al más mínimo roce de sus labios temblaba, haciéndole sentir muy débil.
-Relájate, no tengas miedo. -Advirtió Suga en voz baja ya que estaba cerca de su oído, sintiendo que inconscientemente el menor movía sus caderas, haciendo que ambos cuerpos se frotasen sobre la molesta ropa, eso le puso nervioso pero de todos modos trató de no demostrarlo. No podía controlar el calor en su cuerpo, quería evitar que este se concentrase en lugares que no se debían, pero le era imposible con aquellas manos tocándole y sus labios, especialmente sus labios que ahora besaban su cuello, ¿Cómo podría apartarse? Ni siquiera era capaz de mover sus brazos por la forma en que el mayor le tenía apresado.
-Detente...Tengo calor. -Murmuró a penas el menor, mirándole de forma suplicante para que entendiese que no era capaz de soportarlo. Suga se removió para deshacer la posición que tenían, dejando al contrario a su lado nuevamente y justo cuando HoSeok creyó que podía empezar a calmarse le volvió a besar, dudando un poco en responder pero de todos modos lo hizo, se sentía muy nervioso.
-¿Confías en mí? Cálmate, no te haré daño... Solo quiero aprovechar esto, quien sabe cuándo podré volver a estar todo un día contigo de nuevo. -Se explicó el mayor en lo que le quitaba la chaqueta que traía, dejándolo solo con la camiseta. Claro que confiaba en él, si decía que no le haría daño iba a creerle, ya falló una vez al no confiar en él, no cometería el mismo error. Con su mano le alzó de la camisa, casi hasta su cuello para dejar su torso descubierto, no era la primera vez que veía esa parte de su cuerpo pero le avergonzó como si lo fuera. No tardaron en llegar las caricias en su abdomen, a pesar de ser vergonzosas se sentían realmente bien, su corazón se agitaba a medida que la mano suave de YoonGi ascendía y luego descendía lentamente, cada poro de su piel se erizaba, más aún cuando nuevamente comenzó a besar su cuello, haciéndole jadear con un tono de voz que él sinceramente desconocía. Pasaron quizá unos pocos minutos, pero era como si el tiempo avanzase realmente lento, había dejado que alzara su camisa y tocase su piel, se estaba dejando llevar por completo, lo necesitaba casi desesperadamente luego de no verle y casi morir de preocupación por él, no podía engañarse a sí mismo negándolo.
-¡A-Ah! -Exclamó cuando los dedos de Suga comenzaron a jugar con uno de sus ahora increíblemente sensibles pezones, cubriendo sus labios con una de sus manos para evitar jadear fuerte, no quería que le escuchase.
-No hay nadie, ¿De quién te ocultas? -
-De ti, es vergonzoso. -
-Quizá sí, un poco, pero si te gusta lo que hago merezco saberlo. -En eso tenía razón, por lo que lentamente apartó su mano de su rostro y apretó las sábanas entre sus dedos, con eso al menos se calmaría. YoonGi sinceramente estaba actuando por instinto, era extraño pero sabía dónde estaba cada punto sensible en el cuerpo de su pareja, los descubrió uno a uno en esos meses juntos cuando le abrazaba y solía reírse, cuando le tocaba el cuello, cerca de su oído y se encogía de hombros, cuando posaba sus manos en su cintura y él se sonrojaba un poco, todas esas cosas comenzaba a recordarlas ahora y las usaba a su favor. Dejó una pequeña marca rojiza en la piel de su cuello al succionar levemente con sus labios, sin darse cuenta se estaba excitando, nunca creyó que tocar a un chico...No, que tocar a la persona que te gustara fuese tan deleitante. Al mirar los pantalones contrarios se dio cuenta de que se remarcaba su hombría levemente, con eso al menos no se sintió tan avergonzado, no era el único excitado a ese punto.
-¿Qué estás...? -Dijo a penas el menor cuando fue acomodado boca abajo en la cama, poniéndose más nervioso pues no supo de donde había sacado fuerza para voltearle así, estaba viendo una faceta completamente diferente. Volvió a apretar las sábanas con sus dedos, jadeando cuando una mano comenzó a masajear su hombría sobre el pantalón, haciendo que esta endureciera más de lo que ya estaba, al punto de que las prendas le molestaban. Sintió el peso del cuerpo contrario sobre su espalda, que vergonzosa posición pero lo peor era que se estaba dejando hacer, se estaba dejando tocar y excitar, deseaba más incluso. Él mismo desabrochó su pantalón para liberarse un poco de la presión de este, mala idea, pues la mano de YoonGi aprovechó de abrirse paso por debajo de la prenda para seguir masturbándolo ahora sobre su ropa interior, haciendo su espalda temblar. -No, no... -Murmuró entre leves balbuceos cuando pequeños besos eran depositados en su espalda, arqueando instintivamente esta. Dios, ¿Cuánto tiempo más se la pasaría jugando así con él? Era una tortura. Sintió que bajaba su pantalón, sujetando con su mano el borde de este para que no lo hiciera, ahora recién se estaba negando, era una tontería, pero estaba nervioso y entre pequeños jadeos se quejaba, pero Suga no quiso ceder.
Sin previo aviso volvió a besar su espalda desnuda, haciendo que todo el peso de J-Hope cayera sobre aquella cama, ya que le tomó por sorpresa. No supo cuantos minutos se mantuvo besando su piel descubierta, pero se dejó hacer, sin reclamar o sentir timidez, ni siquiera cuando le volteó nuevamente sobre aquella cama.
–Estás sonrojado… –Murmuró el mayor con cierta malicia, inclinándose hasta acomodarse descaradamente entre las piernas de su novio, besando su cuello nuevamente, sintiendo como este se encogía de hombros por instinto.
-Ah… N-No, ¡Espera! –Alcanzó a decir en un hilo de voz, apretando el cuerpo contrario con sus piernas cuando ambas hombrías se sintieron sobre la ropa en esa posición, era realmente vergonzoso, pero Suga le ignoró, solo continuó besándolo como se le dio la gana, dejando marcas rojizas como un camino en su cuello, descendiendo a su pecho y a su abdomen después, manteniendo su camisa alzada, haciendo que J-Hope posara ambas manos sobre su castaño cabello, apretando este inconscientemente, no con intenciones de lastimar a su pareja. ¿Qué estaba haciendo? Luego de todo lo ocurrido dejaba que el rapero mayor de su banda le besara y tocara, miraba al techo de la habitación, sintiendo que se le nublaba la vista de vez en cuando, jadeando, incluso veía su propia respiración en el ambiente, que vergonzoso. La respiración de Suga dio justo en su oído, dándose cuenta de que le miraba, se distrajo demasiado:
-No le digas a nadie que te dije esto, ¿Vale?... –Tomó aire y en voz muy baja, dijo. –Te deseo para mi… Esta noche. –
Continuará....