Para cuando el sonido de la alarma comenzó a hacerse escuchar por toda la habitación, LuHan ya estaba despierto desde hace más de un par de horas, yacía en su cama rogando fervientemente por un milagro que evitara que él acudiera al instituto ese día, más sin embargo los milagros rara vez ocurren y el destino no tenía previsto que ocurriera ningún milagro para el día de hoy. Que pena por LuHan.
Con toda la desgana que poseía logró sentarse al borde de su cama, balanceando sus pies de adelante hacia atrás; de atrás hacia adelante; aferrándose fuertemente con sus manos a las sabanas tratando de contener el volcán de angustia y preocupación que amenazaba con hacer erupción.
Tenía que mantener la calma.
Tomó aire profundamente para luego dejarlo ir en un suspiro y sin más se levantó de la cama para iniciar el nuevo día.
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Cuando recibió la noticia que sería trasladado a otra estación, la felicidad no era una emoción suficiente para describir lo que LuHan sentía, el destino le había dado la oportunidad de empezar desde cero. Se juró a sí mismo que esta vez todo sería diferente, se juró que este nuevo comienzo sería el correcto.
“ Cuando el día de la inspección llegó no quiso crearse falsas expectativas, a sus catorce años ya había visto muchas cosas lamentables, así que trató de no ilusionarse demasiado.”
Ciudad Federal es una especie de Metrópoli en el sentido de que Ciudad Federal se alimenta económicamente de sus ciudades aledañas. Son trece ciudades con exactitud las que sirven como potencia de crecimiento para Ciudad Federal, once de estas ciudades están dedicadas a contribuir con la economía, el desarrollo y el progreso en cada una de las áreas requeridas tales como la agricultura, la tecnología, la minería y toda clase de recurso económico que contribuya con el avance.
“ El primer hogar de LuHan fue Ciudad Subsidio, el lugar donde fue criado él y muchos otros más, por eso le dicen la ciudad madre. El Gobierno como parte de su política se encarga de criar a cientos de niños que son nacidos de mujeres de la clase del servicio, todos ellos terminan siendo enviados a Ciudad Subsidio donde son cuidados, alimentados y educados con el fin de que una vez que cumplan los catorce años se decida el rumbo de sus vidas. Cuando sus habitantes cumplen la edad de catorce años se decide el rol que cumplirán de ahora en adelante siendo enviados a alguna de las diversas ciudades para ponerlos bajo entrenamiento, capacitándolos para que sigan contribuyendo al avance.”
Todo este proceso de selección se hace a través de una comisión enviada desde Ciudad Federal; quienes evalúan a cada uno de sus candidatos durante una semana para ver donde mejor se desempeñaran según sus habilidades. Fue esta misma comisión la que decidió que LuHan sería enviado a Ciudad Exo, esta ciudad no era muy diferente a Ciudad Subsidio, aquí LuHan sería capacitado para servir en algunas de la áreas ya sea gastronomía, cuidado domestico, seguridad, salud, placer o ayuda laboral. Una vez completado el entrenamiento y siendo oficialmente un Exón, el siguiente paso es la distribución.
Los Exones son enviados a trabajar a Ciudad Federal, a las once ciudades de la economía, y también son enviados a laborar en Ciudad Exo y Ciudad Subsidio. Es por eso que los Exones son llamados la clase del servicio.
“ Cuando LuHan fue puesto a prueba durante la semana de selección, trató de demostrarle a los inspectores en cada evaluación la inteligencia que poseía, daba lo mejor de sí cuando se trataba de pruebas de valoración mental, mientras que en las pruebas de desempeño físico se encargaba de lucir un poco flojo, se hacía el antipático en la evaluaciones de modales y cortesía, y lo mismo era con el resto de las evaluaciones. Su objetivo era que los inspectores vieran que su fuerte se concentraba en las destrezas cognitivas para así ser seleccionado para ir a estudiar en alguna de las once ciudades de la economía y formar parte de la clase obrera que allí labora.
Pero no.
La comisión de inspección no lo vio así, después de que la semana de selección terminara al cabo de un mes llegaron los resultados en los cuales LuHan fue informado que sería enviado a Ciudad Exo, su futuro ya estaba escrito, LuHan sería un Exon, pertenecería a la clase del servicio, muy a su pesar.
- Salud.
Eso era lo que decía la siguiente carta que LuHan recibió después de dos meses de haber hecho infinidades de pruebas físicas, mentales y de laboratorio. LuHan sería un ExoDonor.”
“ Cuando LuHan supo que sería un ExoDonor a pesar de todos los esfuerzos que realizó para ser elegido como un ExoSecurity, lo que realmente hizo que se le bajara el poco estima que le quedaba fue conocer su rango.
LuHan fue asignado como ExoDonor de tercera categoría. Y de allí en adelante todo fue lentamente en picada.”
“ La primera donación que tuvo que hacer fue la de su ojo derecho, LuHan nunca experimentó algo tan traumatico como lo es desprenderse de una parte de sí mismo, fue a partir de ese momento en que comenzó a sentirse más como muñeco de trapo al que poco a poco nada le quedaría que como un ser humano.”
“Después de dos años de su primera donación, recibió nuevamente la carta de fin de mes que le notificaba que él sería nuevamente un donador. Esta vez donaría su mano izquierda, la donación se la haría a un ExoPleasure de Ciudad Federal. La idea de volver a sentirse usado hizo que LuHan considerara seriamente unirse al pub de su estación que prácticamente prostituía a gran parte de la población de Exones de tercera categoría. Quien quita que con un poco de suerte él sea uno de esos pocos ExoDonors que logre crear un vinculo con un federal acabando con esta pesadilla de una vez y por todas.
Pero para desgracia o beneficio de LuHan, su orgullo el cual era una perra implacable cuando de dar a torcer el brazo se trata, se negaba totalmente a dejar a LuHan perder la dignidad que conserva.”
“Seis meses después y sin saber como ocurrió LuHan se convirtió oficialmente esa clase de ExoDonor con el cual los otros no se querían juntar, de un instante a otro su vida se convirtió en un infierno (se la convirtieron en un infierno) donde lentamente se estaba sofocando.”
“ Pocos meses transcurrieron cuando le notificaron que nuevamente sería donante, pero esta vez era un tratado especial, porque resulta que no era a un Exon al que le realizaría la donación, sino que sería nada más y nada menos que un ciudadano federal.
Para que legalmente pudiera donarle a un ciudadano federal, LuHan debía ser reasignado a otra categoría (Primera categoría), LuHan debía ser trasladado a otra estación (estación número uno), LuHan debía ser cambiado de internado educativo (iría al instituto de Ciudad Federal). Al principio se rehusó, tenía pánico de que un proceso tan riesgoso como un trasplante cardíaco no fuera a salir del todo bien (había ya escuchado de ciertos casos que terminaron muy mal). Fue el miedo lo que lo hizo actuar de forma impulsiva y precipitada, haciéndolo tomar una decisión que desencadenó una serie de actos que lo dejaron profundamente marcado, siendo esa la decisión de la cual LuHan estaría toda la vida arrepentido.
LuHan terminó aceptando su destino, no porque confiara plenamente en que todo saldría bien, sino porque efectuar el trasplante implicaba que por fin estaría lejos de ellos, porque fueron ellos el motivo por el cual LuHan no sintió ningún reparo a resignarse a que nuevamente algo de él fuera extraído.
En ese momento de su vida, solo quería empezar de nuevo. Aunque el costo para ello fuera haber entregado su corazón.”
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No quería ir al instituto.
Esa mañana se parecía a sus últimos días vividos en la estación catorce.
Tenía que desayunar. Debe de mantenerse sano, cuidar de sus salud es su prioridad principal, LuHan no puede darse el lujo de adquirir alguna enfermedad que le impida donar.
En tanto que se alista en lo único que piensa es en como va a terminar su día. Se planteo diferentes escenarios. A pesar de que Sehun le dijo que aceptaría fingir ser su novio, no puede evitar pensar en la posibilidad de que tal vez Sehun se haya echado para atrás aún cuando fue él mismo quien le advirtió a LuHan que no permitiría que este se retractara.
Tampoco sabe como debe comportarse frente a Sehun, así como tampoco sabe la forma en que le hará saber a Tao y a Suho sobre su relación, no tiene la más mínima idea de como tomará la noticia el resto del instituto detalle que le preocupaba porque a pesar de que el teatro solo está planeado para Suho y Tao, está más que seguro que sus dos amigos difundirán la noticia como pólvora.
También llego a imaginarse lo que ocurriría si Sehun a medio camino del tren se arrepiente y decide decir que todo fue una falsa.
BUM.
Si.
Esto se siente muy parecido a sus días en el internado de la estación catorce.
Siendo muy honesto consigo mismo LuHan no tiene ninguna noción de que es lo qué se supone que tiene que hacer. Todos sus posibles escenarios terminaban en una hoja en blanco en cuyo borde se encuentra escrito la palabra 'Desastre'.
Pidió su bandeja de alimentos en la estación pero su desayuno terminó en el bote de basura, se fue sin comer.
Su mente creaba pensamiento tras pensamiento sin parar, estos mismos pensamientos lo estuvieron agobiando durante su fin semana ocasionándole largas noches en vela y el torbellino en que se habían convertido sus emociones tampoco ayudaba.
Tomó el tren que lo llevaría en quince minutos desde la estación uno de Ciudad Exo a la parada de Ciudad Federal. Convenientemente se aseguró de salir antes de Tao, para evitar en lo posible un encuentro con él. Entre más tarde se dieran las cosas mucho mejor.
Su primera clase pasó más rápido de lo esperado; afortunadamente en el aula Suho solo se limitó a saludarlo.
Entra a su segunda clase; también se siente afortunado de Suho no vea esta clase con él pero es casi trágico el hecho de que las horas pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos. LuHan piensa que si el destino fuera una especie de Dios que todo lo vé, probablemente el muy hijo de puta se deba de estar divirtiendo a lo grande en este instante.
Velozmente el momento se acercaba a medida que los minutos pasaban, LuHan seguía todavía sin tener muy claro como iba a actuar.
Iba a pasos cortos y lentos pero aún así llego pronto al gran comedor. Esta vez no quiso mirar a su alrededor, no quería que las cosas pasaran tan pronto, le daría largas a la situación hasta más no poder.
Después de salir de la fila con su bandeja de comida; respiro profundo. 'Ya es el momento', se dijo a sí mismo, dirigió la vista a la mesa de siempre donde diviso a sus dos amigos, Tao le dedicó un enérgico saludo con la mano para hacerse notar, como temiendo que LuHan se pierda, no logrando encontrar su mesa de siempre.
Ambos tenían sus bandejas intactas, ninguno había comenzado a comer. Lo estan esperando sin duda alguna. LuHan se encamino a su destino (destino hijo de puta), con el corazón/caja en la boca. Y como si fuera una necesidad tomó otra respiración profunda cerrando sus ojos para ganar algo de valentía.
La bandeja se tambaleo sobre las palmas de sus manos; antes de que LuHan pudiera hacer algo para recuperar el equilibrio, ya era tarde; su bandeja se encontraba tirada en el suelo con todo su contenido esparcido por suelo. Lo primero que vio LuHan cuando abrió sus ojos fue una muy enojada señorita que no tardo en gritarlo.
- ¡Idiootaaa!-.
- ¿¡Es que no te fijas por donde vas!?- . Habló su acompañante a la cual LuHan no había visto hasta ahora. De hecho a ninguna de las dos las había visto hasta ahora. Porque si las hubiera visto; esta situación no estaría pasado.
- Lo siento mucho, no fue mi intención.-
- De verdad lo siento - . Dijo de la forma más educada en que se pudo expresar, tenía los sentidos aturdidos por el accidente que acababa de provocar.
- Lo sientes, ¿Crees que con eso se arreglado todo?- . La joven gesticulaba furiosa con sus manos, LuHan solo estaba allí parado incapaz de quitar la mirada de las dos jóvenes que tenía al frente sin saber que hacer o que decir además de disculparse.
- Lo siento, de verdad. Lo. lo arreglare -. LuHan realmente esta arrepentido del caos que ha ocasionado. Pero su sinceridad no va a ser suficiente para arreglar la situación.
- ¿Como crees que vas a arreglar esto? ¿Uuh?-. El ambiente se estaba poniendo tenso porque la chica paso de molesta a extremadamente alterada y posteriormente histérica en fracción de segundos.
- ¿Crees que palabritas arreglan esto que le acabas de hacer a mi uniforme?- Ella gritaba señalando la gran mancha que cubría su suéter y parte de su falda.
La verdad es que si; era una mancha muy grande pero LuHan no cree que fuera un problema tan enorme como para que ella tomara esa actitud. El comedor esta sumido en absoluto silencio, todos prestando atención a lo que acontecía.
- Yo, este...- A quien engañaba, LuHan no sabe que decir, sobretodo porque ella parece estar dispuesta a lanzarsele encima y proceder a descuartizarlo con sus propias manos.
- ¿¡Qué!? No me digas que me lo piensas pagar?-. Explotó las palabras en su cara. Literalmente echaba humo por la boca. LuHan miró a su alrededor en busca de ayuda pero los demás se veían muy cómodos en sus asientos y a ninguno se le veía la más mínima intención de intervenir. Ni siquiera Suho o Tao.
- Porque dudo mucho que alguien como tu, haya por lo menos tocado una moneda en toda su vida-. El comedor que generalmente era un bullicio estaba ahora sucumbido en un silencio sepulcral, hasta los encargados de la comida habían detenido su faena. LuHan miraba apenado hacia el suelo, nuevamente trato de mirar a su alrededor por algo de ayuda, buscando a Tao y a Suho con sus ojos (...)¡Los encontró! pero estos solo le devolvieron miradas lastimeras. Nada más.
- Crees que puedes venir acá, y disfrutar gratis de nuestra ciudad, solo porque regalas mechones de cabellos a nuestra población-. Las palabras salían a borbotares de la boca de la chica y LuHan no podía hacer más nada que escuchar.
- ¿Crees que vienes acá a hacer lo que se te venga en gana?-.
- Por supuesto que no-.
¡Si!, por supuesto que no, eso lo iba a decir LuHan pero resulta que quien lo dijo no fue él, porque lo que escuchó no fue su voz, la voz que resonó en el silencioso comedor era diferente a la suya pero aún así , esa voz la reconoció enseguida. Era la voz de Sehun, fue él quien había hablado y ahora está justo a su lado luciendo tan calmado y tranquilo como siempre, con ese semblante de que nada lo perturba. Su cabello se veía perfectamente arreglado a diferencia de como lo tenía la vez que LuHan se lo encontró en el pub, su uniforme impecable, debía de ser igual o quizás más costoso que el uniforme de la chica, uniforme costoso que LuHan acababa de arruinar.
- Yo pagaré la lavandería por él. Y en caso de que no pueda ser remediado no te preocupes yo facturaré uno nuevo para ti -. Sehun fue claro, preciso y directo al grano.
El silencio en el comedor era tan abrumador, que LuHan podía escuchar el sonido de su propulsor, mirando nuevamente a su alrededor tenía razón, hasta los ExoChef habían detenido su labor para prestar atención a lo que ocurría.
- Sehun, tu no tienes porque molestarte en hacer esto - . Dijo la joven que ahora no parecía tan molesta porque su uniforme estuviera arruinado mientras hablaba con el futuro sucesor del Consejo Federal, incluso su amiga tenía plasmada en su cara una agradable sonrisa.
- No es tu responsabilidad, deja que se encargue él - . Atinó a decir la otra chica señalando despectivamente a LuHan.
SeHun fijó su vista en LuHan por un momento, lo miró de pies a cabeza como si estuviera juzgándolo.
La angustia lo devoraba poco a poco. Una vez más deseo que el mar de umpa lumpa apareciera para llevárselo lejos de allí.
Sehun exhaló un cansado suspiro. Y se dirigió nuevamente hacia las jóvenes.
- Y más o menos. ¿Qué es lo que pretenden que él haga? -.
- Dudo mucho que él pueda pagar un servicio de lavandería, tampoco podrá pagarte un nuevo uniforme. Y la verdad es que si él intenta lavar tu uniforme por su propia cuenta también dudo mucho que obtengas un buen resultado. Miralo, él no es un ExoHouse, así que él no esta capacitado para eso-.
La mirada de la chica lucía contrariada. Porque a decir verdad Sehun tenía razón, por más que quisiese hacer pagar al ExoDonor que la había hecho pasar este mal rato. Sabía de antemano que no había mucho con lo que se pudiera desquitar más allá de humillarlo, que es lo pretendía hacer y es lo que estaba haciendo hasta que Sehun intervino. Lo cual hizo que surgiera una interrogante en su mente.
- ¿Y por qué te ofreces a pagar por él? ¿Por qué quieres ayudarlo?- .
- ¿Por qué? Buena pregunta. Lo hago porque puedo hacerlo, no es obvio -. Sehun hablaba calmado pero su paciencia estaba comenzando a agotarse.
- No, es decir, a lo que me refiero es que tu no haces esta clase de actos por nadie, y mucho menos por ellos -. Y es qué la duda que ella tenía estaba muy bien fundamentada porque todos los que conocen a Sehun saben del odio desmesurado que posee por lo Exones.
- Lo hago porque es lo que se supone que debo de hacer -. Dijo Sehun simplemente esperando que su interlocutora captara el mensaje.
- No entiendo – Respondió un poco frustrada, - ¿Acaso lo estas protegiendo?-.
El silencio en la sala se hizo aún más insoportable, como si eso fuera posible. LuHan podía jurar que el sonido de su caja era perfectamente audible para todo el mundo, sobre todo porque estaba comenzando a hacer esa clase de ruiditos extraños que le hacen creer que en cualquier momento su propulsor va a dejar de funcionar causando su muerte allí mismo.
- Si - Fue una respuesta simple.
Si antes no comprendía ahora menos. ¿Y por qué se supone que lo tiene que proteger? Es la pregunta del millón que sin exagerar todos se hacían. Se supone que Sehun odia a los Exones. La tensión a su alrededor ya es palpable. LuHan de verdad necesita sentarse. Mentalmente se esta preguntado si de verdad su corazón artificial durará los 15 años de garantía promedio, no cree que su pobre maquinaria sea capaz de sobrevivir a tanta presión. LuHan estaba severamente preocupado.
- ¿Por qué lo haces? - Volvió a preguntar la chica entre curiosa y desconcertada.
Sehun de la forma más elegante esbozo una media sonrisa mientras que todos a su alrededor contenían la respiración esperando su respuesta.
- Porque cuando tienes una pareja sientes esa necesidad de protegerla, y que clase de novio sería si no ayudara a LuHan - .
LuHan cerró sus ojos con fuerza y para cuando los abrió, lamentablemente la marea de umpa lumpas todavía no había aparecido para llevárselo, que destino tan hijo de puta.
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