Kyuhyun calentaba la garganta antes de comenzar el ensayo, esa noche tenían una presentación muy importante y no quería que nada saliera mal. Se miró al espejo una vez hubo terminado, y se aplicó una capa gruesa de delineador en los ojos y también se aseguró de que su cabello tuviera ese look despeinado que tanto le gustaba. Se acomodó bien la chaqueta de cuero y salió de la habitación.
Avanzó por los angostos pasillos que se encontraban atrás del escenario de aquel teatro que ese día había sido arreglado para el concierto en el cual su grupo y otros tocarían. Estaba emocionado porque ese evento se realizaba una vez al año y sabía que asistirían personas de disqueras importantes, así que quería que su presentación fuera perfecta. Cho Kyuhyun no era alguien que se dejara vencer fácilmente, el joven de 22 años de edad siempre había sabido dar pelea y obtener lo que quisiera, y esta noche no iba a ser la excepción.
Se paró detrás de las cortinas del escenario, observando cómo habían arreglado el lugar y los grupos que llegaban para comenzar a ensayar y a prepararse, entre ellos, divisó a su competencia. Kim JongWoon, mejor conocido como Yesung. Después de que Kyuhyun dejara la escuela y se uniera como vocalista al grupo de Rock conocido como Sanguine Rose fue que conoció a aquel sujeto de cabellos negros. Siempre le intrigó aquel hombre misterioso de mirada oscura, al principio trató de acercarse a él y ser su amigo pero sin saber porqué el mayor siempre que lo veía lo trataba mal. Obviamente el orgullo del castaño se había dañado y más cuando dijeron que Jongwoon tenía la mejor voz que se había escuchado en años. Ahí fue cuando Kyuhyun se decidió a demostrarles a todos que él era el mejor.
Su vista se paseó por el escenario, viendo a otra banda ensayar, una sonrisa autosuficiente adornó sus labios, tronó su cuello, sin perder de vista a sus contrincantes, notando cada simple y casi imperceptible error en su presentación.
Sintió un pequeño escalofrió recorrerle y su vista se movió del grupo enfocándose en los cortinajes del escenario, elevando una de sus cejas.
-¿Listo?-preguntó a su lado uno de los organizadores, atrayendo su atención.
-Yo siempre-dijo sonriendo de medio lado, subiendo al escenario de un brinco colocándose frente al micrófono, sus ojos se cerraron un momento, olvidándose de todo a su alrededor, cuando de pronto su mente puso frente a él una imagen del novato… KyuHyun, haciéndole sonreír sarcásticamente, sus ojos se abrieron de nuevo y la música estruendosa de la guitarra, el bajo y la batería comenzaron a llenar el lugar.
Su vista se enfocó en un punto fijo sobre las luces que iluminaban su figura, sus labios se abrieron y las notas rápidamente comenzaron a salir, haciendo perfecta sincronización con la música que sonaba de fondo, dejando a más de uno impresionado y con las emociones a flor de piel.
Se movía con completa libertad por el escenario, aun sin que lo hiciera sabia que todas las miradas estaban sobre él, por eso mismo su atuendo siempre era cuidadosamente escogido, no por nada llevaba puestos aquellos pantalones rasgados, combinando con aquel extraño suéter con plumas en un hombro, su cabello alborotado y su oscura mirada acentuada con delineador.
Kyuhyun observaba todo detrás de las cortinas, sabía que era el turno del pelinegro porque lo vio acercarse y pararse frente al micrófono. Se quedó quieto viendo como aquel hombre se movía al ritmo de la música. Su voz resonaba por el amplio lugar y Kyuhyun no pudo evitar quedar asombrado. Siempre había sentido admiración por él (aunque nunca lo admitiría) era cierto que tenía una hermosa voz y combinada con esos movimientos y su mirada negra, el castaño no pudo evitar sentir algo en su interior.
¿Qué si le atraía Yesung? Por supuesto que sí. Siempre lo había visto tan varonil y misterioso, había algo en ese sujeto que lo tenía atrapado. Obviamente él no se había dado cuenta del verdadero motivo, sólo podía pensar en ganarle y creía que eso era lo que lo mantenía enganchado a todo ese asunto.
Frunció el ceño y apretó los puños cuando escuchaba como las personas que se encontraban atrás de él decir cosas como “oh mira es Yesung, su voz es inconfundible,” “escuché que él es uno de los mejores candidatos para los representantes de la disquera.” El castaño sintió rabia y decidió irse de vuelta a su camerino, no podía pensar con tantas estupideces.
Una vez adentro se sentó y se frotó las sientes “demonios” pensó “todos piensan que Yesung es el mejor. Les voy a demostrar que están equivocados, ya verán como yo le gano a ese tonto.”
El ensayo terminó con una sonrisa altanera de su parte, alejándose del micrófono, pasando por entre los cortinajes hacia la parte trasera del escenario, donde rápidamente más de uno se le acercó comenzando a halagarle e incluso a pedirle consejos.
Ese día en específico su paciencia no estaba en los niveles más altos, y el estar constantemente oyendo las palabras molestas de los otros participantes estaban a punto de causándole jaqueca. Y antes de que pudiera decir algo burlón para alejarlos, su guitarrista llegó.
-Ve al camerino-le susurró haciéndolo sonreír un poco, alejándose con rapidez de aquella pequeña multitud, caminando de forma distraída por los estrechos pasillos, hasta que dio con la puerta que buscaba, relajó sus hombros y tomó el pomo de la puerta abriéndola lentamente.
Sus miradas rápidamente chocaron, y pudo ver perfectamente como los ojos achocolatados del menor se encendieron de inmediato.
-Espero que no hagas el ridículo allá afuera-le dijo burlón, recargándose contra el marco, cruzándose de brazos, dejando que su mirada le diera un recorrido rápido al apetitoso cuerpo del menor.
Porque, vamos el hecho de que sean “rivales” no evita que aprecie lo que vale la pena ser apreciado, ¿O sí?
Kyuhyun se encontraba metido en sus pensamientos cuando el ruido de la puerta lo hizo volver a la realidad. Se topó con la mirada oscura del mayor e inmediatamente, como si prendieran un switch, sintió el coraje crecer en su interior. -¿A eso viniste? ¿A burlarte? Pues déjame informarte que no necesito la suerte porque es obvio que el ganador aquí seré yo- Kyuhyun sonrió de lado mostrando un aire de superioridad. -Así que lárgate de aquí por favor, no tengo tiempo para lidiar contigo y tus burlas innecesarias.
-Eso sí quiero verlo… cariño- le dijo con burla cerrando la puerta con una enorme sonrisa en su rostro, su mirada brillaba con un toque maligno hasta que llegó a su camerino donde se encontraba el resto de su banda.
-¿Dónde demonios te metiste YeSung?-le regañó el guitarrista, con el ceño fruncido.
-Doble contra sencillo a que estaba donde KyuHyun-dijo el baterista recostado en el pequeño sillón que había ahí.
-¿Y que si estaba con él?-dijo encogiéndose de hombros con una sonrisa de medio lado- tiene un cuerpo bastante apetecible-dijo causando las risas de sus compañeros de banda.
Desde fuera oyeron como pedían que dejaran libre el escenario que pronto dejarían pasar al público, pocos minutos después comenzaron a oír el alboroto, JongWoon tomó un pequeño sorbo de Whiskey sintiendo el ardor recorrer su garganta.
-Ganemos esto chicos-dijo revolviendo un poco mas su cabello.