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La épica historia de Taemin y su novio rentado por 5kn_akatsuki

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Notas del capitulo:

Editado

Hola!

Gracias a las personas que leyeron el cap anterior y a quienes dejaron sus comentarios, espero que les siga gustando tanto como a mí. 

A leer!

-Sí pero tiene el cabello largo y castaño.- okey, no sé si golpearme la frente o no. –Él llegará a tu casa en una hora más, a las cuatro de la tarde. Tienes dos horas para enseñarle todo lo que quieras que él sepa de ti para que las Elefante crean que son pareja.- negué efusivamente mientras caminaba para cerrar la puerta de mi cuarto, lo que voy a gritar no tiene por qué escucharlo mi papá.

-¡Jonghyun!- empecé. –¡Dime tú cómo debería de portarme con un desconocido total!- si fuera una mujer la trataría de cortejar, de caerle bien pero es un chico, todo cambia porque no quiero que malinterprete las cosas, no, mejor aún, no quiero malinterpretar las cosas.

-Cítame con tu amigo rubio y te hago una lista de cómo sobrevivir a la cita con un desconocido.- ¿Key? –Te puedo poner lo que tienes y no qué hacer, además de lo que te sumaría puntos con él como los que restarían, créeme, yo te anotaré todo.- reí levemente mientras me sobaba la sien y caminaba hacia mi cama.

-A Key sólo le gustan los calcetines caros.- por ende, los más hermosos.

-Puedo comprarme calcetas de diseñador, ese no es problema para mí.- se apresuró a contestarme. –Además, mataría a dos pájaros de un tiro, te escribo qué tienes que hacer y de paso, nos conocemos.- eso ultimo me sonó más a suspiro de enamorado.

-No es literal. Pero lo tomaré en cuenta.- no creo que Key quiera salir con alguien y menos como Jonghyun, porque para iniciar es hombre también. No digo que sea cien por ciento heterosexual, algunas cosas que hace me hacen dudar pero tampoco le haría lo que Jonghyun me está haciendo.

-Perdona por no entender el lenguaje de la escuela pública.-

-¡Oye!- me quejé sentándome ofendido en la cama.

-Je, je sabes que bromeo.- pero bromea muy frecuentemente con ese asunto. Sí, yo no estudio en escuela privada, mi escuela será pública con algunos malos profesores y con las paredes rayadas pero es lo que hay.

-A veces siento que es en serio.- susurré dejándome caer en mi cama, pero me golpeé con algo que había sobre la almohada. Me giré para tomarlo, era el cargador de mi celular, antes y no me lo encajé.

-Cómo sea, él llegará a tu casa a las cuatro, báñate o lo que quieras hacer, ya le dije un poco sobre ti pero no sé qué cosas en especifico le quieras decir a él para que lo parezcan, además, es un buen tipo, es mi amigo.- estaré a la expectativa.

-Si es tu amigo, ¿por qué se amm vende en sitios como esos?- si también es de escuela privada debería de tener dinero, entonces no tendría porque venderse de tal forma en un sitio web.

-Hobbie.- contestó. –Le gusta conocer gente nueva. En la escuela ya todos lo conocemos así que no es divertido para él, por eso el sitio web ¡pero cuidado! Siempre carga consigo un gas pimienta o una pistola eléctrica por si algo va mal en la cita.- ¡genial! saldré con un paranoico armado.

-Eso no me relaja.- dije levantándome de la cama para ir a dejar el cargador sobre la mesa de noche. Entonces noté la fotografía de mi mamá que estaba un poco doblada, el marco sobre el cual la tengo está fuera de su lugar.

-Es un tipo interesante. Seguro se llevan bien o no tan mal para la cita. Piensa en esto, si la pandilla Elefante sabe que tienes pareja te pasaría lo mismo que con Naeun.- ash, rodé los ojos. –Pero si ellas saben que es un hombre, seguro te dejan de acosar.-

-Aunque no lo quiera aceptar, tienes un punto.- eso me dejaría completamente fuera del mercado, como dijo Jonghyun, pero no sé si quiero que todos sepan que salí con un chico.

Los besos con Naeun no eran broma, no soy homosexual.

-¡Lo ves! Te digo, me debes la vida.- asentí optimista. En la escuela hay varias personas que no son heterosexuales así que no sería el único mal visto, aunque no quiere decir que me declare como tal. Sólo estará bien aparentar por estar tranquilo. –Y fue gratis.- reí por eso.

-Lo sé, gracias.- contesté.

-No, mejor págame. La cita con mi amigo costó los 100 won porque era para mí y no me quiso cobrar como usualmente lo hace, pero el resto de mi dinero lo podría gastar sin culpa en la cita que me harás con tu amigo rubio.- ¿Sigue con la idea de Key?

-Amigo, Kibum no es tu tipo.- él es modesto, serio, estudioso, conservador, amante de la moda y los buenos modales. Y Jonghyun es, es como un torbellino musculoso.

-Kibum~- repitió suspirando, haciendo que ese suspiro me diera escalofríos.

-Sí, Kibum.- contesté fastidiado.

-¡Podríamos salir en una cita doble!- gritó tan emocionado que tuve que retirar mi celular de mi oído. –Haremos como que Minho y yo saldremos contigo y Kibum, pero en realidad será Minho y tú y Kibum conmigo. Anda di que sí.- una cita así me quitaría tiempo para estudiar.

-No lo creo.- dije vacilando. –Si tu amigo hace hoy un buen trabajo sí salimos los cuatro así como dices tú. Pero si lo echa todo a perder olvídate de Kibum.- tendré que disculparme con él por estarlo negociando de esta forma.

-¡Trato hecho!- gritó de nuevo. –Te dejo para ir a amenazar a Minho para que haga un buen trabajo. ¡Nos vemos! Luego me cuentas cómo te fue con él porque el cretino no me querrá decir.- ¿Cretino? Aun no lo conozco y ya me empezó a caer mal.

-Okey, nos vemos.- finalicé la llamada. Miré mi celular esperando algo, un mensaje de Key en donde me dijera que había conseguido una cita, pero sólo se bloqueó. Vi mi reflejo en la pantalla oscura, noté mi cabello castaño oscuro casi negro y que mi flequillo se abría por la mitad de mi frente.

Además de notar el leve acné que me está saliendo en el pómulo derecho. Si soy tan feo ¿por qué la Pandilla Elefante se obsesiona tanto conmigo? Da igual, pronto dejaran de ser un problema.

Me levanté de la cama y fui a abrir la ventana de mi habitación, observé a los vecinos hacer sus cosas, unos tenían tardes de ajedrez en sus jardines delanteros, otros hacían jardinería como Key.

Si yo voy a salir con un chico hoy, él no morirá por salir con Jonghyun mañana.

Aunque se me hacen polos tan opuestos, Key seguro ya hizo su tarea y Jonghyun puede que espere a mañana para hacerla en el salón de clases, pero ambos tiene un buen corazón y grandes senti… ¿dije mañana? ¿La cita doble ya la quiero hacer mañana? Sacudí mi cabeza rápidamente para desvanecer la idea.

-Si ese amigo de Jonghyun es un cretino como él dijo, no habrá doble cita. Igual a Key ya le gustó otra chica.- lo miré agacharse para empezar a arrancar la maleza de sus plantas delanteras.

Con los guantes de plástico color rosa palo que compró el otro día.

Justo a las cuatro en punto sonó el timbre de mi casa, por suerte mi papá ya había salido a trabajar, quizás hace dos o tres minutos espero que no se hayan visto o saludado.

Caminé hacia la puerta, tomé la perilla y respiré para tranquilizarme.

Abrí la puerta lentamente y la colonia masculina llenó por completo mis sentidos. Es tan dulce pero fuerte ese aroma. Recién la había abierto cinco o diez centímetros la volví a cerrar.

-Tengo miedo.- susurré sintiendo mis latidos no sólo en mis piernas, sino en mis oídos también. Toqué mi pecho y sentía ese palpitar muy fuerte. Me tiembla el corazón. –¿Y si es un violador? ¿Un asesino en serie que luego de matarme me hará trozos para distribuirlos en varias partes del país?-

-Te aseguro que no lo soy. Me da miedo la sangre.- el flujo de sangre salió disparado desde mi corazón hasta mis tobillos, pasando por mis oídos en donde se acumularon en los pómulos. Su voz.

Es tan masculina.

Tan fuerte.

Con presencia.

-Qué diablos.- susurré con la mirada pérdida en mi piso. Pasé saliva porque mi boca ya la sentía seca. –Vamos Minnie, tú puedes.- susurré para darme ánimo. Volví a erguirme porque no sé en qué momento me había recargado contra la puerta. Acomodé mi ropa y cabello. Miré mi reflejo en la perilla, sonreí victorioso y abrí la puerta.

Él es alto, quizás un par de centímetros más que yo. En efecto su cabello es largo y castaño, pero no tan largo. Algunos mechones le cubren la frente e incluso se los ata en una coleta pequeña tras su cabeza. Miré sus ojos porque igual que yo tiene un poco de maquillaje.

Haciendo que sus ojos se destaquen más. Su rostro no tiene imperfecciones a comparación al mío. Cuando menos lo esperé ya estaba respirando agitadamente mientras terminaba de analizar su físico.

-Un gusto, mi nombre es Choi Minho.- en la reverencia que hizo aprecié más su cabello ondulado junto con esa coletita. Pero no sólo eso, sino que sus brazos se marcaron con la tela de la chaqueta, pasé saliva nervioso, no pude evitar mirar sus manos pegadas a sus muslos al hacer la reverencia, eso me llevó a ver sus piernas largas y tonificadas bajo el pantalón.

Sentí un golpe en secó sobre mi mejilla. O lo imaginé porque con eso desperté.

-Un gusto.- correspondí la reverencia. –Soy Lee Taemin.- le sonreí. –Pasa por favor.- me hice  un costado para que entrara a mi casa. Después de cerrar la puerta lo conduje hacia el comedor en donde tomó asiento, mientras le servía el vaso de agua que me pidió me sentí raro, pues prestaba más atención a mi casa que a mí.

Tonta casa.

-Toma.- le tendí el vaso sobre la mesa para que lo tomara. –Gracias por acceder a salir conmigo.- me senté enfrente de él.

-De nada.- temblé de nuevo al escucharlo hablar.

-¿Te puedo preguntar una cosa?- lo miré esperando una afirmación, pero me volví a perder cuando bebía agua. No lavaré ese vaso.

-Claro, pregunta lo que quieras, tengo entendido que debemos de parecer una pareja para las seis de la tarde.- clic, eso se me estaba olvidando. Concéntrate Taemin.

-¿Cómo terminaste en ese sitio de citas?-

-Hobbie.- contestó igual que Jonghyun. –Algunas personas aprenden a tocar algún instrumento, otras juegan ajedrez, yo conozco gente en mis tiempos libres.- dejó el vaso con el agua hasta la mitad. Deseé ser ese vaso. Sus manos son realmente atractivas, un poco toscas para ser hombre, quizá sea bueno cambiar las delicadas manos por unas masculinas.

-Ya veo.- susurré dejando de verla, pues soltó el vaso para contraerla.

-Qué es lo que tengo que saber de ti. Cuéntame lo que quieras.- me miró para luego sonreír y así no sonar agresivo, pero todo eso me hizo temblar.

-Empezaré por explicarte quienes son la Pandilla Elefante.- dije levantándome de la silla para sacar mi celular del bolsillo, entré a mi SplashFace para ir directo a alguna de las fotos suyas en las que me han hecho la etiqueta. Tengo que bórralas luego. –Ella es Luna.- le mostré su foto. –Ella es Sulli y ella es Kristal.- las apunté respectivamente.

Me sentía como sargento explicando la estrategia para el ataque en una guerra, caminaba de un lado a otro de mi lado de la mesa mientras le explicaba cómo era cada una de ellas, sus gustos y disgustos, además de sus señas particulares.

-Tengo dos dudas.- dijo él mirando las fotos de mi celular.

-Dime.- necesito que no tenga dudas para dentro de una hora.

-¿Por qué les dicen la Pandilla Elefante? Yo les diría Las Flamenco, son muy delgadas.- no pude evitar contener mi carcajada por eso. ¡Las Flamenco! Pero me detuve súbitamente no quiero que crea que me estoy riendo de él.

-Bueno, los elefantes son muy ruidosos además de que como son grandes es muy fácil que destruyan algunas cosas, tiran arboles y eso. Ellas son ruidosas y en definitiva destruyen algunas cosas. Por eso.- aunque se dice que antes tenían sobrepeso y por eso el apodo Elefante.

-Entiendo, Kristal es la líder, Sulli es la caprichosa y Luna la ideática. Nunca se me olvidarán sus nombres ni sus hobbies ni nada de lo que dijiste, ¿pero qué hay de ti?- me miró interrogante que mi boca se hizo un asterisco.

-¿De mí?- pregunté apuntándome. –¿De mí?-

-Sí de ti, voy a salir contigo no con ellas, no me sirve de nada saber sus colores favoritos, necesito saber de ti.- pasé saliva nervioso.

-Bueno, ¿qué quieres saber de mí?- pregunté riéndome mientras me sentaba de nuevo en la silla delante suyo.

-Cuál es tu hobbie, en qué escuela vas, cuántos años tienes, tu comida favorita, la fecha de tu nacimiento y si te gusta el mango.- tomó de nuevo del vaso con agua, poniéndome más nervioso.

-Me gusta el mango.- dije sintiendo mis manos mojadas por el sudor de los nervios.

-A mí no, es muy dulce.- no me gusta el mango.

-Pues… tampoco me has dicho mucho de ti.- me defendí.

-Sólo trátame como un amigo más.- imposible, porque con Key hablamos de la escuela, de los temas que vi y en los que él me puede enseñar algo más, además de moda. Con Jonghyun hablo de cualquier cosa es más libre el tema con él. Pero si digo algo que lo incomode habré metido la pata.

-Has lo mismo conmigo.- dije sonriendo. –Hagamos como que ya nos conocíamos antes.-

-Está bien, pongamos límites en el contrato. Puedo tomar tu mano, besarte la frente o las mejillas, incluso los labios si lo deseas pero no provoques algo más, el sexo no lo tengo contemplado. Aunque si lo provocas no lo haré, ni roces. Nada. Porque quiero que mi cliente tenga una buena impresión de mí, si estás satisfecho en un futuro podrás volver a citarme.- no, no sé cómo sentirme.

-No te preocupes, no quiero nada serio.- dije como defensa.

Pronto se llegó la hora de la dichosa cita con las Flamenco. Salimos de mi casa después de avisarle a mi papá que llegaría quizás cerca de las nueve de la noche, pero se negó por lo que mi cita tendrá que terminará para las ocho “Y eso que ya es tarde para que andes en la calle.”

Apenas salimos de mi propiedad él le quitó la alarma a un auto, un bonito Pontiac G3 azul.

-Está en el paquete.- dijo sonriendo mientras me encaminó hacia la puerta del copiloto, la abrió y me permitió la entrada. –Relájate o no conseguirás lo que quieres.- sonrió para cerrar la puerta y caminar por enfrente del auto.

Al sentir el cinturón de seguridad que me había puesto, un sentimiento extraño me llenó el pecho, ¿así se siente una mujer de la vida galante cuando se va con el cliente? Pero esta vez, yo no soy el vendido, soy el comprador.

-Minho… ¿no te sientes extraño?- no tengo que ser el único que se siente así de raro.

-En absoluto.- contestó encendiendo el motor del auto. –¿En dónde dijiste que era tu cita?- me miró para echar a andar el auto.

-CoffeFriend.- contesté, ese café de moda que recién abrió hace unos meses.

-Bien.- contestó. –Ya he tenido citas ahí antes.- asentí lentamente.

-Yo también.- fui con Naeun a la inauguración, fue divertido hacer fila por dos horas para comprar el café equivocado. Pero igual fue un día divertido, habíamos cumplido ya ocho meses de relación pero tuvimos que terminar hace poco porque ella se mudó de ciudad por el trabajo de su papá y simplemente la distancia era mucho para mí.

Vi pasar el café, él seguía conduciendo concentrado en el camino, me giré para ver el local que se encogía cada vez más.

-Ya te pasaste.- dije apuntándolo por el espejo central.

-Sí.- contestó en seco. Eso me hizo sentir incomodo, ¿¡y si sí es el asesino mutilador?! Me quité el cinturón de seguridad y pensé en la posibilidad de abrir la puerta para lanzarme. –No te preocupes. No voy a una bodega alejada de la ciudad en donde no podrían escuchar tus gritos cuando te esté matando, para posteriormente dividirte en cinco y esparcirte por el país. Sólo quiero conocerte más. Seguro si llegamos con retraso al café será más creíble la cita y la idea de la pareja.- quité mi mano de la puerta.

-…- no dije nada, sólo tomé de nuevo el cinturón para cruzarlo por mi pecho y asegurarlo.

-Eres simpático, ¿lo sabías?- me miró por el rabillo de su ojo derecho para sonreír.

-Nadie me lo había dicho.- ni las Flamenco. –Gracias.- sonreí cómodo pero me volví serio al recordar a Naeun, ella tampoco me lo dijo.

-Minho, ¿esto no se te hace peligroso?- susurré mirando el camino, pero no me refiero a esto. –Salir con alguien a quien desconoces.-

-Siempre llevo conmigo gas pimienta.- asentí lentamente. –O una pistola eléctrica, claro ahora que te lo dije no lo podré usar.- reí levemente por su comentario. –Además, por si algo pasa que esté más allá de mis manos, siempre llevo un gps conmigo.-

-Siempre vas protegido.- dije al aire.

-Así es.- afirmó. Pero dime una cosa Minho, cómo te proteges, cómo cuidas al corazón para no sentir algo por tus clientes… dime con qué para que no suden mis manos cada que hablas o que mis latidos no suenen en mis oídos. 

Notas finales:

¿Será bueno ya enamorar a Taemin? o dejamos que no solo la presencia Choi lo haga y lo corteje como se debe. 

A dónde sería bueno que Minho lleve a Taemin para conocerlo mejor, estoy abierta a las ideas :D 

Gracias por leerlo & recuerden dejar sus comentarios :D


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