-¿Entonces sí saliste con un desconocido?- me preguntó Key cerrando su casillero. –¿No te dio miedo?- metió sus libros a su mochila se la sostuve hasta que cerró el cierre superior, luego se la cruzó por el pecho para empezar a caminar por el pasillo.
-Al principio sí porque.- volteé hacia ambos lados para cerciorarme de que nadie estuviera cerca o me pudiera escuchar. –Me citó con un hombre.- susurré lo más cerca de su oído.
-¡¿Saliste con un hombre!?- me asusté por ese grito que cuando reaccioné fue tarde para cubrirle la boca, ya los compañeros del pasillo nos estaban mirando.
-Gracias Key, grítalo más fuerte ¡no te oyeron en China!- yo que quería que fuera secreto.
-Perdón, pero de saber que querías salir con un hombre hasta yo me hubiera ofrecido.- se acomodó las gafas con el índice de su mano derecha para luego mirarme. –No es tan malo pasar el tiempo contigo.- me hubiera molestado sí, pero ahora que ya se ofreció pues qué mejor.
-Entonces salgamos hoy.- en la cita doble, Jonghyun y Key junto con Minho y yo. Después de todo… supongo que quedé satisfecho con la cita no obstante porque no fuimos al café.
-Hoy no puedo ya tengo planes, quedé en ir con Amber y Henry a jugar Frontenis.- giramos en uno de los pasillos para ir directo a mi salón.
-¿Tú solo contra ellos dos?- si Jonghyun quiere salir con mi amigo tendrá que saber que se hace lo que él quiere y si tantas ganas tiene tendrá que ser muy bueno para el frontenis.
-Sí.- contestó parándose a un lado de mi puerta, bueno la del salón.
-¿No es injusto? Si voy contigo será más equivalente, anda di que sí.- lo vi dudando. Si bien yo no he jugado frontenis pero cuando lo veo jugar es cosa fácil, sólo es darle a la pelota. –Además, dijiste que no es tan malo pasar el tiempo conmigo.- hice un pucherito que lo hizo sonreír.
-Está bien, pero tienes que ser puntual.- asentí sonriendo. –Por cierto, ayer te vi partir en un auto muy elegante, ¿era el chico con quien saliste?- preguntó mirándome curioso. Ayer no noté quienes me pudieron haber visto.
-Sí, fue muy extraño al inicio como era un desconocido jugamos a las cinco preguntas para conocernos luego fuimos a un parque a terminar de conocernos.- iba a decir me llevó, pero no, fuimos porque me preguntó a dónde queríamos ir. –Alimentamos las palomas y retamos monopatines para jugar un rato.- ahora que lo pienso fue más una cita de juegos que una romántica como era el plan para que las Flamenco me dejaran en paz.
-Qué cursi eres.- bromeó golpeándome en el hombro. –¿Pero fuiste al café? Esa era la idea principal.-
-Se me olvidó por completo ir al café.- le confesé. –Él dijo que si llegábamos más tarde de la hora en la que quedé de ver con las Flamenco sería más real el noviazgo, pero entre una cosa y lo otro se me olvidó y a él también.- porque cuando fue a dejarme a mi casa, a las ocho y media me dijo “no fuimos al café” y estaba un poco asustado por eso.
Hubiera sido fácil ir a esa hora pero mi papá se molestó por haber llegado tarde muuuy tarde para sus ojos y después de interrogar a Minho me mandó directo a mi habitación.
-¿Flamenco? Dirás las Elefante.- me corrigió riendo levemente.
-Él dijo que parecían más flamencos que elefantes.- dije por inercia.
-Desde que fui a recogerte a tu casa lo has mencionado mucho pero no me has dicho su nombre, sólo “él” ¿cómo se llama? Debería de regañarte por salir con un desconocido pero parece que te trató bien y no intentó “algo más”.- hizo comillas con sus dedos para luego mirarme un poco molesto.
-Nunca pasó algo obsceno entre los dos.- le aseguré. –Él dijo que no tenía esas intenciones conmigo ni con nadie, incluso me amenazó diciendo que si lo provocaba saldría del lugar.- ni siquiera llegamos a algo más que no fuera tomar mi mano cuando íbamos caminando.
-Eso es bueno, supongo.- se encogió de hombros minimizando la situación. A mí también me alegró aunque igual me ofendió cuando dijo eso.
-¿Entonces sí vamos a salir más tarde? Me adaptaré a tu horario, es más, podría conocer a “él” como lo llamaste.- sólo espero que no tenga una cita hoy, porque sino yo haría de mal tercio sabiendo de segundas las intenciones de Jonghyun, espera un momento ¿expondría a Key a alguien como Jong?
No es porque sea mala persona, pero está enamorado y una persona bajo ese estado puede ser fastidiosa.
-No estoy seguro de querer que vaya él, porque si lo hace les haré mal tercio.- vi que pasó el profesor que le toca a Key, así que tengo que apurarme.
-Tú descuida.- dije sonriéndole. –Nadie será el mal tercio de nadie.- le afirmé. –¿Nos vemos para el almuerzo?-
-Está bien, confiaré en ti porque eres mi amigo, nos vemos para el desayuno.- después de asentir se fue corriendo tras su profesor. Lo miré hasta que giró en un pasillo. Suspiré despeinando mi cabello para entrar por completo al salón de clases y llevar mi mochila a mi lugar.
-Taemin, te habla el profesor de Idiomas en el aula 3B.- me giré para ver a Kai, compañero de mi salón.
-Gracias.- me levanté de mi silla, tomé mi mochila y salí del salón para ir a ver qué quiere ese profesor. El de Idiomas me había pedido un artículo que se publicó hace poco, pero aun no lo consigo.
Después de verificar que fuera el aula 3B, tomé la perilla para entrar y cerrar tras de mí.
-¿Profe Park?- me giré pero no había nadie. Incluso las luces estaban apagadas. Llamaron a la puerta así que abrí pero me tropecé al instante cayendo sentado al suelo. –Flamenco.- susurré asustado.
-Y Bien Jojo.-
-Jojo nada.- me levanté entrando más al salón, que no se me acerquen. –No pude ir al café porque la tarde se me fue volando. Ninguno de los dos teníamos sed.- dije firme pero cuando se acercaron a mí retrocedí hasta chocar contra el escritorio.
-Mentira, no fuiste porque no tienes a nadie más.- dijo Luna.
-Vayan más tarde al frontenis, ahí estaré.- la idea de Jonghyun de haberme citado con un chico para sacarme totalmente del mercado me gusta ahora más que nunca, si fueses una chica pasaría por el mismo limbo que hicieron para Naeun.
-Escuchamos que irías a ese lugar con Key. Pese a que haya rumores de él no creemos que tú también lo seas, y mucho menos andarías de pareja con él.- asentí dándoles un poco de razón.
-Todo lo que los pasillos dicen de Key es falso.- les aclaré. –Primero las invito a ser sus amigas para entenderlo, después si quieren hablar está bien.- las miré serio que logré ver que se asustaron un poco. –No sería pareja de él porque yo no soy ni la mitad de lo que él está buscando ¡si los rumores fueran ciertos!- aclaré rápido antes de que sonrieran por mas o menos delatarlo. –Para su información él gustaba de una chica muy linda que vive por nuestra calle.- pero ahora le gusta alguien más.
-Cómo sea, no te vimos en el café y ese era el acuerdo, ahora tendrás que salir con una de nosotras.- dijo Kristal mirándome seria.
-No saldré con ninguna de ustedes.- les dije abriéndome paso para salir. –Esperen, el profe Park no me cito aquí ¡¿sino ustedes?!- me giré para apuntadas acusadoramente. –¿Cómo Kai se prestó para eso?-
-Dinero.- se encogió de hombros Kristal. –El Profe Park hoy no viene a dar clases. Iremos a verte al frontenis, pero esta es la última oportunidad.- bajé lentamente mi brazo hasta meter mi mano en la bolsa de mi pantalón tentando mi celular, lo bueno es que le puedo llamar a Jonghyun ahora mismo para decirle que tendrá la cita doble con Key si me asegura e que Minho estará disponible para mí más tarde.
-Claro, pero si me ven ahí no me hablen, no griten, nada de nada.- les aclaré y después de que asintieran me giré para salir de ese salón.
-¿No te vas a despedir de beso de tus novias?- el tiempo se detuvo, ¿despedir a tu novia con un beso?
A mi mente llegó el día de ayer en la noche cuando Minho fue a dejarme a casa después del interrogatorio forzoso de mi papá, cuando lo acompañé a la puerta él me dio un beso en la mejilla, pero además sentía su mano en mi cintura.
-¿Novio?- Pregunté. Sacudí mi cabeza para deshacer esa idea. –No.- abrí la puerta para salir pero antes de dar un paso afuera ellas tomaron mi mochila y jalándola me metieron de nuevo al salón, sólo pude cerrar los ojos pues una lluvia de besos agresivos llenaron mi cara.
…
-¿Jonghyun?- pregunté cuando dejé de escuchar su tono de espera.
-¿Nee?- sonreí.
-Que siempre sí vamos a la cita doble, Key y yo junto contigo y Minho al Frontenis más tarde, yo te digo la hora.- dije mientras tomaba la botella de agua para beber un poco, Key aun no llega con su almuerzo.
-¿Al frontenis?- preguntó quejándose. –No me gusta ese lugar, no sé jugarlo y está haciendo mucho sol.-
-Es la única manera en la que Key saldría conmigo.-
-¡Al frontenis entonces!- gritó emocionado, sonreí divertido y feliz se nota que sí lo quiere mucho. –Hubieras empezado por ahí, pero dime a qué hora para bañarme y estar presentable.- seguramente para sacar sus mejores ropas y verse agradable para los ojos de Key.
-Aun no sé, es Key quien dispondrá la hora.- conociendo su rutina, diría yo que como a las cinco y media. –Tú procura estar disponible todo el día.-
-Está bien, hoy tengo que ir al gym pero si me pones a escoger entre sudar en el gym o sudar con Kibum, ¿tú cuál crees que elijo?- eso se escuchó muy bizarro.
-Eres un vulgar.- dije riendo, él también estalló en risas.
-¿Quien es un vulgar?- llegó Key poniendo su bandeja de comida frente a mí, pero su voz la logró escuchar mi Hyung porque paró de reír súbitamente. –¿Viste el rojo en los labios de la Señorita Jung? Es tono de noche, no debió de usarlo.- miré como abría el sándwich para sacarle la cebolla sólo usando su dedo índice y pulgar, tiene particularidades que estoy seguro Jonghyun apreciará.
-¿Él cree que soy vulgar?- su voz en el teléfono me hizo regresar.
-No, nadie es vulgar.- dije para ambos. –¿Te llamo más tarde? Ya llegó mi amigo y no puedo estar hablando contigo, sería una falta de respeto.-
-¡Oh! No hay cuidado, conversa con él en lo que termino de comer, te tengo un chisme pero también tengo hambre.- sonrió para cerrar el sándwich. –¿O es algo privado?- negué efusivamente.
-No es nada que no sepas.- a no ser del enamorado que está al otro lado de la línea. –¿Entonces no te molesta?- después de que negara e hiciera un ademán asentí para continuar con mi llamada. –No le molesta.- dije para Jonghyun.
-¿Ves por qué lo amo?- el último suspiro hizo que se me crisparan los vellos de la nuca.
-Sí ahora lo veo.- contesté sarcástico. –¿Sí puedes?- volteé a ver a Key pero estaba tecleando en su teléfono.
-Sí, por supuesto que sí, recontra sí.-reí levemente por todas esas afirmativas.
-Con uno era suficiente, pero dime ¿le dirás a Minho?- susurré su nombre para que Key no lo sepa, de menos no todavía, quiero mantenerlo en suspenso.
-Claro que lo haré, es más, ahora mismo.- sonreí feliz por eso incluso mis ojos se cerraron un poco. –¡Minho! ¡¿Qué tienes que hacer más tarde?!- retiré mi celular del oído para no quedarme sordo. –Dice que no tiene nada que hacer.- asentí, eso es bueno ahora es cuando sale conmigo. –No seas un flojo, ¿cómo vas a dormir? La noche es para eso.- ¿por qué no dormiría ayer? A menos de que haya tenido una cita más que lo dejaría cansado.
Pero él dijo que no había sexo, a menos de que haya sido con su pareja, ¿tendrá pareja? Eso no lo mencionó ayer.
-Nada de “estoy cansado” salgamos hoy.- vamos Hyung, convénselo y te hago la segunda cita con Key. –No seas así~- ¿no lo está logrando? –¡Hago tu tarea durante un mes!- bajé la mirada un poco triste, seré el mal tercio.
-¿Ocurre algo malo?- al escuchar la voz de Key elevé de nuevo mi mirada y le sonreí.
-Nada, solo me cansé.- reí haciendo que él asintiera. Además de mover su cabeza para tronar los huesitos de su cuello.
-A decir verdad, yo también me siento cansado.- tomó su botella de agua de sabor para abrirla. –No has comido nada.- apuntó a mi bandeja y en efecto, el sándwich y la gelatina están intactos.
-No tengo hambre.- contesté.
-Deberías de comer, las clases seguirán hasta las dos de la tarde, no quiero que te desmayes o algo similar.- negué mientras suspiraba.
-Estaré bien.- contesté.
-¿Taemin?-
-¿Eh?- contesté sin ganas por mi celular.
-Soy Minho, dice Jonghyun que nos invitaste a una cita doble, ¿es cierto o él sólo lo dice porque quiere salir conmigo?- escupí toda el agua que estaba en mi boca, la botella terminó cayendo al suelo, Key se levantó de su asiento para quitarme el celular y dejarlo en la mesa mientras me palmeaba la espalda.
-¡Taemin!- no sé si me regañó o es porque está preocupado. –¿No sabes tomar agua o qué?- sí, me regañó.
-No, no, estoy bien.- busqué papel en mi bandeja para limpiarme la boca. –Estoy bien.- afirmé pero él negó mientras levantaba la botella de agua.
-Mira el desorden que has hecho. Y no has desayunado.-
-Lo siento.- le dije, noté que todos estaban mirándome así que sonreí incomodo. –No paso nada, ¡estoy bien!- les anuncié para que siguieran haciendo sus cosas. –¿Mi celular?-
-Aquí lo tienes, no hables mientras comes mira que ya te estabas ahogando.- me lo entregó Key pero negué mientras ponía en altavoz en un torpe intento de finalizar la llamada.
-Soy una persona interesante claro que querías salir conmigo.- ¿Minho? De los nervios mis dedos temblaban no puedo desactivar el altavoz. –De todos modos no puedes, yo escojo y ya elegí a Taemin.- mi rostro se torno rojo y mis ojos se cristalizaron de la pena, ¡se supone que era una llamada personal!
-¿Con quién hablas?- me sentía atacado no solo por las miradas de todos sino hora por la pregunta de Key.
-Nadie.- contesté al borde del llanto.
-Él es.- Minho por favor, cállate. –Es como una empanada.- sentí un balde de agua fría caerme encima. –Aparentemente es bonita y dulce, pero tiene bordes duros de comer y no sabes qué clase de relleno tenga dentro. Taemin es atractivo y amable, ayer fue muy caballeroso pero un poco agresivo y duro conmigo.- ahora sentía una roca caerme con la palabra empanada impresa. –Siento una brutal curiosidad por saber qué clase de relleno tiene dentro.-
Los cuchicheos de los compañeros no se hicieron esperar y eso me puso más nervioso y rojo de lo que de por sí, ya estaba.
-Rwaarr Minho.- mataré a Jonghyun cuando lo vea.
-Jong, eres un vulgar, que tú seas un pervertido no quiere decir que todos lo seamos; con relleno me refiero a su historia de vida. Ayer su papá fue muy amable un encanto de padre.- ahora sí es oficial no hay nada más que digan que me pueda hacer sentir más vergüenza.
Key me arrebató mi celular y aunque intenté quitárselo me lanzó una mirada filosa que me dejó estático.
-¡Hey pervertido!- gritó Key hacía mi celular. –Deja de molestar a Taemin o te las veraz conmigo, ¡¿cómo que ver su relleno?!- comprimí mis ojos, utilicé mi protección maternal haciéndome bolita en el suelo.
-Yo no soy ningún pervertido.- ¡mi saldo! ya casi no tengo saldo, espero que se corte en cualquier momento porque Key ahora no tiene ganas de finalizar la llamada hasta que le diga de qué se va a morir.
-Key.- susurré.
-Que sea la última vez que le hablas de esa manera, es más, la ultima en toda tu vida.- el aroma a cítrico hizo que me levantara de inmediato, pero ni Key pudo evitar que mi celular fuera a dar a manos de Kristal.
-Querido, para amenazar no sirves.- dijo Kristal quitando el altavoz de mi celular o finalizando la llamada. Sentí paz por eso. –¿Querido dos?- todos los colores se me fueron al ver que aun la llamada no se terminaba.
-¡Ya Kristal!- grité pero Sulli me tomó del brazo entrelazando mis dedos.
-¿Hoy es mi cita contigo?- preguntó tomando con su mano libre mis mejillas.
-¿Qué? ¡No!- contesté asustado, esto se está poniendo más feo.
-No seas tonta Sulli, toca conmigo.- me jaló Luna.
-Kristal, devuélveme ese celular.- demandó Key mirándola fijo, con sus ojos de gato.
-Un segundo.- pulsó otra tecla que espero sea la de finalizar. –Querido, Taemin no tiene una novia, tiene tres.- caminó hacia mí o a sus amigas. –Despídanse chicas, es el ex de Taemin.- sonrió entregándome mi celular, las otras dos me soltaron y así lo pude tomar.
-¡Adiós querido!- gritaron las dos. –Ja, ja, ja ¡nos vemos Taemin!- me dijo Kristal. –Al rato en el Frontenis.- después de girarse meneando su cadera, las tres salieron del comedor.
-¿Taemin?- ¡Minho! Miré mi celular que aun estaba encendido, me apresuré a quitarle el altavoz y llevarlo mi oído.
-Lo siento.- susurré.
-Estaré en tu casa antes de las cuatro, por favor, estate listo para el frontenis.- hiperventilé, tampoco quiero ser un trofeo por el cual tengan que pelear.
-No.- susurré al borde del llanto. –No quiero nada.- me levanté del suelo y caminé para salir de la cafetería pero con la mirada baja, sentía y veía las lágrimas caer hasta el suelo o al llegar a mi ropa. –No quiero ser trofeo de nadie.- susurré.
-No te considero mi trofeo pero ahora entiendo por qué el miedo repentino con las Flamenco. Por suerte me explicaste cómo son ellas y ahora entiendo y siento más responsabilidad contigo que ayer. No pienso que seas un trofeo ni voy a pelearte con las Flamenco, no, nada de eso. Por favor no lo pienses.- sentí unas manos posarse sobre mi espalda que hicieron me detuviera. El aroma fresas me avisó que era Key. –Es sólo que… quiero protegerte.-
-¿Protegerme?- reí un poco después de decir aquello.
-Cuidarte.-
-¿Cuidarme?- pregunté a un incrédulo y un poco burlón.
-Hacerte feliz.- mis labios se curvearon hacia abajo intentado reprimir mi llanto. –Quererte.-
-Gracias.- susurré finalizando la llamada.