Luego del solo de piano que tocó Jonghyun y que por petición de Key cantara un poco, su celular sonó y Minho contestó, dijo que era su mamá y que iría a recogerlo en el lugar en dónde estuviera porque ya era muy tarde y mañana tendría que levantarse temprano para ir a la escuela. Así que después de despedirme de Key y de Jonghyun, Minho y yo fuimos a mi casa a cenar esos fideos.
Lo que no esperaba es que mi papá tuviera ya la cena preparada y que no eran los fideos en sí, sino muchas más comida.
-Estuvo bien el número musical de Jonghyun, ¿cierto?- dije para hacer platica, ahora que mi papá está aquí también no quiero que Minho hable por su cuenta porque podría decir barbaridades como lo de Frontenis o el desayuno en la escuela.
-Lo he escuchado cantar mejor. Hoy lo noté más flojo, le temblaba la voz.- ambos tomamos asiento en el comedor, mi papá aun estaba en la cocina haciendo no sé qué otra comida si ya es bastante. A menos de que su trabajo le impida venir a casa tendría sentido todo este buffet.
-¿Eso no fue cantar bien?- pregunté mirándolo, mi papá entró a la cocina con un platillo más, ¡pero es el postre! –Hoy también va a cenar con nosotros.- le dije refiriéndome a Minho.
-Buenas noches Sr. Lee.- Minho se levantó de la silla para hacer una reverencia. –Si no le incomoda, de lo contrario puedo ir a mi casa.-
-No me incomoda en absoluto.- contestó mi papá, cuando me di cuenta de que estaba cruzando los dedos para que dijera eso sacudí mis manos para dejar de cruzarlos y luego las regañé por traicionarme de esa manera. –Me agrada que Taemin tenga más amiguitos que sólo Jonghyun y Kibum.-
-Papá~- me quejé. –Ya le había dicho que con ellos dos es suficiente para mí, no necesito más.- mi papá sólo se rió mientras llevaba platos a la mesa pero Minho me miró con una ceja alzada.
-Me quejaría pero yo no soy tu amigo.- dijo levantándose, no te vayas, eso era algo que siempre le decía a mi papá no es que sea completamente cierto. Tuve el impulso de levantarme también e impedir que saliera de mi casa pero por el contrario Minho tomó los platos que llevaba mi papá para ponerlos él en la mesa. –Soy tu pareja.- dejó uno frente a mí y me sonrió.
-¿Son pareja?- preguntó mi papá y mi boca cayó un poco más por la sorpresa. –¿Cuánto tiempo llevan saliendo?-
-Ocho meses, señor, lamento no haberme presentado antes pero las posibilidades no me lo permitían.- eso es lo que tendría que decirle a Kristal ¡no a mi papá!
-Oh ya llevan bastante. No me había dado cuenta de ello.- bueno, mi papá no ha lazando cuchillos o salido con una escoba así que me puedo relajarme. ¿Pero qué cosas dices Taemin? Minho y yo ni siquiera somos pareja real, sólo lo fuimos ayer de cinco de la tarde a ocho de la noche. Oh Dios, ya ni recuerdo bien si era ese el horario.
-Intentaba ser discreto pero tampoco lo quería tener tan descuidado. Su hijo tiene una personalidad enigmática, cuando hice la analogía con la empanada se molestó y recapacité que sonó muy obsceno al decir que quería saber cómo era su interior. Me disculpo con usted por eso.- volvió a hacer una reverencia y en ese momento capté que él es quien está poniendo la loza en la mesa.
-Oh qué amable eres.- dijo mi papá. –Acepto tus disculpas, a veces Taemin puede ser obstinado.- comenzó a servirse arroz tan despreocupado.
Podría fingir igual que él que somos una pareja ya no tengo dinero para pagarle… pero él dijo que había borrado su perfil en ese sitio de citas para dedicarse conmigo. Pues no le creo, hoy más tarde antes de dormir buscaré su perfil de nuevo y concretaré una segunda cita, entonces sólo entonces, Minho, si ya no te encuentro me entregaré a tus atenciones. De otro modo tendré que alejarte por las malas de mí.
-¿Cómo fue que se conocieron?- preguntó mi papá y ambos nos miramos. Espera, ¿Minho está de pie sirviéndome la comida? Lo comprobé cuando dejó ese plato cerca de mí y él se preparaba otro. –Oh~ aun no sé mucho de ti, Minho, pero basta con ver tu porte y con escucharte hablar para saber que eres buena persona y con una muy buena educación.- casi… casi escuchaba el “Yo apruebo esa relación” por suerte no llegó al extremo. –Incluso podría decir que apruebo esta relación pero antes tengo que conocerte un poco más. Taemin es mi Tesoro y no se lo puedo entregar a cualquiera, en un sentido meramente metafórico.-
-No se preocupe yo tendría las mismas precauciones.- Minho se sentó frente a mí y comenzó a comer.
-Menos mal, también será un buen padre. ¿Cómo se conocieron?- preguntó mirándonos alternativamente mientras el arroz se perdía en su boca. Ambos nos miramos.
-En internet.-
-Un amigo en común.- dijo él. –En internet encontramos que teníamos un amigo en común, él nos presentó.- creo que lo mejor será no hablar porque podría estropear todo esto. Mejor me limito a comer los ricos platillos que hizo mi papá.
-Ese internet.- dijo mi papá. –¿Cómo fue su primera cita?-
-Casual. Salimos al parque y rentamos monopatines, luego compramos agua de sabores y terminamos viendo las pocas estrellas que se asoman a las ocho de la noche por un mirador. Cuando nos dimos cuenta ya había pasado su hora de llegada así que lo traje lo más rápido que pude.- sentí porque eso es cierto.
-Espera, ¿hace ocho meses salen? ¿Pero que no tenías una novia?- me miró y ¡se me había olvidado por completo Naeun! –¿Cómo se llamaba la chica?-
-Naeun.- contesté susurrando. –Sí, hace ocho meses salía con ella.- sonreí sin poderlo evitar.
-Era por apariencia.- mi sonrisa se cortó con lo que dijo Minho. –Usted sabe que las relaciones homosexuales aun no son bien vistas por toda la sociedad. Lo mejor fue que Taemin conservara su imagen en su escuela saliendo con una chica.- ¿qué?
-Discúlpame Minho pero…-
-Tienes toda la razón.- no pude pelear con él y decirle que Naeun para mí no fue “una tapadera” es más, ¡yo ni te conocía! –Qué bien que cuides así de mi hijo.- doble qué.
-Gracias.- presioné mis puños molesto, había dicho que dejaríamos de aparentar y si de verdad quiere centrarse en mí ese no es un buen comienzo.
-¿Entonces cómo estaba la situación si había días en los que Taemin decía que iba a salir con esta señorita si ustedes dos ya eran pareja?-
-Fácil. Realmente Taemin salía con ella porque tampoco usaría a la Luna como si se tratase de una muñeca. Con esto quiero decir que había momentos para mí como su pareja oficial y para ella como la extraoficial. Eso no sonó tan bien pero en su momento funcionó. De menos en su escuela no rumorean de él en el sentido homosexual.- lo pateé por debajo de la mesa haciendo que me mirara.
-Era Naeun.- susurré sin que mi papá lo notara pues estaba más emocionado con su carne.
-Cierto, Naeun.- corrigió.
-¿En qué escuela vas? ¿Cuándo es que se veían?-
-Asisto a una institución privada, la misma que Jonghyun. En esa escuela los horarios no están fijos por lo que algunos días salíamos más temprano que otros, esos los provechaba para ir a verlo, estar un momento con él y finalmente despedirnos antes de que él llegara a casa.- eso también se lo dirías a Luna.
-¿Institución privada?- seguramente aquí es donde mi papá quita a Minho del pedestal.
-No me gusta porque la calidad educativa no es la mejor. Muchos creen que por estar en escuela de paga aprendes más pero no es así. Todo lo contrario. De hecho los profesores a penas y dejan tareas y los temas los explican muy mal.- Jonghyun hyung nunca se quejó de eso.
-¿En serio?- preguntó mi papá. Creo que no podrá quitarlo del pedestal.
-Por supuesto. Además no sólo la educación es mala sino la estructura está muy deteriorada y los alimentos son procesados. Si pagamos tanto dinero al mes era para que de menos existiera la Señora del Almuerzo pero nada de eso. Antes y hay papel en los baños.- no sabía que la escuela estaba tan mal.
Jonghyun siempre habla maravillas de ella.
-Ya veo.- contestó mi papá. –A Taemin no lo puedo mandar a una escuela privada porque nos veríamos limitados de dinero. Creí que sería lo mejor por todo lo que he escuchado de esa escuela pero supongo que me vendieron lo que les convenía porque lo que dijiste jamás lo había escuchado.-
-No mande a Taemin a esa escuela, no lo digo porque no quiera tenerlo conmigo claro que no, sólo que haría una mala inversión.-el tema o al entrevista policiaca a Minho se dio por terminada con eso.
Porque la siguiente media hora que duró la cena hablamos de temas varios como el clima, el Frontenis (obvio que no le dijimos lo de mi golpe) de la escuela, de nuestras otras citas imaginarias que habíamos tenido pero antes de indagar sobre los papá de Minho se terminó la cena.
Mi papá me encargó lo de vaciar la comida a otros recipientes para guardarla y de lavar todo lo que se había ocupado para la cena. Lo que me sorprendió es que yo estaba refunfuñando cambiando la comida a un bol para meterla al refri y Minho por el contrario ya estaba lavando la loza.
-No tienes por qué tomarte esas molestias.- dije acercando los otros trastos que se ensuciaron.
-En mi casa también lavo la loza.- dijo con las manos llenas de espuma. –Así que no es ninguna molestia.- me miró y sonrió sólo negué riendo.
-Me refería a decir lo que habíamos acordado que dirías con las Flamenco.- me subí a la barra que está a un costado de la estufa para esperar que termine de lavar.
-No te subas ahí puede ser peligroso.- abrió la llave del agua para pasar casi todos los trastos por ella y así retírale el jabón.
-Para nada, no es la primera vez que lo hago.- me encogí de hombros porque las ocasiones anteriores no me ha pasado nada, sería mucha mala onda que ahora que está él sí lo hiciera.
-Pero es la primera vez en mi presencia y eso me pone nervioso.- rió de igual manera y eso me hizo sonreír.
-Está bien, pero sólo porque tengo que hacer una llamada rápida. Ya regreso.- me bajé de la barra para ir hacia la sala de estar en dónde había dejado mi celular, lo tomé y revise la hora, no es tan tarde a penas las diez en punto seguramente no está dormida.
Marqué el número 1 que en marcación rápida es el teléfono de Naeun y esperé a que me contestara.
Relamí mis labios nervioso y cada piii que había su celular se me aceleraba más el corazón.
-¿Taemin?- su voz~
-Naeun.- dije sonriendo. –¿Te molestó? ¿Estabas ocupada?- quizá y ya estaba cepillando su cabello para dormir.
-No jamás me molestarías. Estaba mirando el televisor nada más. ¿Qué has hecho?- sentí mi espina dorsal congelarse, entonces giré lentamente mi cabeza para mirar por encima de mi hombro a Minho, que me miraba fijo.
-Nada realmente. ¿Te puedo marcar más tarde? Sólo quería avisarte esto para tener una llamada más larga.- Minho se cruzó de brazos y se recargó en la mesa pero no dejaba de mirarme.
-Por supuesto. Entonces deja me voy a mi habitación.- asentí pero Minho no deja de verme. –¿Te marco o me marcas?-
Si le digo que yo Minho me quitará el celular así que mejor lo haga ella.
-Tú márcame.- al decir esto él rodó los ojos molesto. –Hasta dentro de un momento.- no supe lo que me contestó porque por inercia finalicé la llamada para girarme por completo y ver a Minho.
Sólo que ahora sus facciones no denotaban molestia sino algo opuesto. Como si estuviera afligido… algo triste.
-Cómo sea, ¿en dónde está tu papá?- preguntó mirando alrededor de nosotros pero ya no estaba.
-¿Estás bien? ¿Te cortaste?- A lo mejor mientras lavaba los trastos se cortó con un cuchillo. –Puedo ir por un curita para ponértela. Te aseguro que te sentirás mejor.-
-Ni con mil curitas podrías remediar lo que esa llamada le hizo a mi corazón. Tú papá me invitó a dormir aquí pero ya no me siento cómodo. Quiero despedirme de él e ir a mi casa. ¿En dónde está?- buscó de nuevo por todo el piso, eso sí, evadió mi mirada.
Suspiré incomodo, no quería que se sintiera mal pero ya había dicho que le llamaría de menos para saludarla. Mordí mi el labio inferior y caminé hacia él lentamente para abrazarlo, apreté mis brazos contra su espalda y entrelacé mis dedos para no dejarlo ir.
-Lo siento.- susurré hundiendo mi rostro en su clavícula. Al cerrar los ojos sentía que mis lágrimas comenzaban a salir estoy tan seguro de que él también sintió cuando cayeron a su piel. –Perdóname.-
-No tengo nada qué perdonarte… sólo quiero despedirme de tu papá.- ladeó su cabeza para separarme de él, sus manos en mis hombros que querían despegarme de su cuerpo pero por más que me opuse terminó arrancándome de su pecho. Entonces me sentí vulnerable, débil y estúpido.
Él había dicho que me estaba buscando, que cuando encontrara a la persona que le gustara dejaría sus pasatiempos raros para dedicarse a ella. A mí. Y lo único que se me ocurrió fue llamarle a Naeun en su presencia.
-Despídeme de tu papá.- vi sus pasos caminando hacia la puerta. También escuché la perilla abrirse y la brisa del viento entrar a mi sala de estar. –Adiós, Taemin.- metí mis labios a mi boca para morderlos, no pude despedirme de él sólo la puerta se cerró.
Hiperventilé tragándome todas esas emociones.
Desde que se fue Naeun no me sentía así, desde que la vi con su maleta en la mano y su bolsa cruzada que se perdían en el interior de el auto de su papá, incluso cuando se asomó por la ventana despidiéndose aun más de mí.
Incluso fue igual a cuando metió de nuevo su cabeza al auto y cerró la ventana. Se sintió igual cuando Minho me miró con una mueca de tristeza y dijo eso que la llamada le provocó. Suspiré más profundo y asentí despeinándome para liberar un poco toda esa frustración. Tomé mi celular y caminé hacia mi habitación, subí las escaleras y le dije a mi papá que Minho se había ido.
Se sorprendió porque él lo habían invitado a quedarse tuve que decirle que su mamá le había llamado diciéndole que era urgente que se presentara a su casa, sólo así mi papá no se sintió ofendido, él bajó a cerrar bien la puerta en lo que yo iba a mi pieza.
Entré y caminé hacia mi cama en donde me dejé caer. Mi celular comenzó a vibrar vi que era la llamada de Naeun. Dejé que sonara hasta que ella se cansó y finalizó su llamada sólo así dejó de vibrar mi celular.
Jalé mi almohada para abrazarla y mirar a través de mi ventana.
De nuevo mi celular comenzó a vibrar era ella otra vez. Sólo que esta vez sí le marqué como ocupado, tomé mi celular y le marqué a Jonghyun hyung.
-¿Taemin? ¿Sabes qué hora es?- ¿a poco ya estaba dormido?
-Tuve un pequeño ammm…- no fue una pelea pero tampoco fue un desacuerdo, ¿entonces cómo le llamaría? –Percance con Minho.-
-¿Qué le hiciste?- preguntó curioso.
-¿Te acuerdas de Naeun?- pregunté ahora yo pero sin despegar mi cara de la almohada.
-¿La pequeña Nora?- entrecerré los ojos divertido.
-Sí, sí la pequeña Nora.- dije. –Yo ya había dicho que le llamaría hoy y como Minho estaba ocupado le marqué pero él me vio y escuchó. Creo que lo lastimé.- me giré en la cama para mirar hacia el techo.
-¿Por qué sigues hablando con Naeun? Ella ya está en otra ciudad, con otros amigos, en otra escuela seguramente ya hasta tenga otra pareja.- pero no me ha contado de que le guste alguien más.
-Porque es mi amiga.- contesté.
-Taemin, cuando una persona se convierte en tu ex, se queda en ex, de ex no va a salir.- sí~ me habían dicho algo parecido antes. –¿Entonces Minho te oyó?- asentí aunque sé que no me puede ver.
-Y dijo que lo que la llamada había hecho una herida en su corazón que no se sanarían tan fácil. No sé, me gusta como es él; es muy atractivo y educado pero no quiero creer en la actuación de ayer. No quiero equivocarme con él, pensar que lo que hace es de verdad cuando es sólo… actuación.- ese sería mi mayor error porque me engancharía con él.
-¿Pero él ya te dijo que no era actuación? ¿O todavía no?- fruncí el entrecejo confundido.
-¿Ya lo sabías?- pregunté.
-Me lo dijo hoy cuando dio de baja su perfil en ese sitio de citas.- me senté de golpe en la cama. –Tenía al menos otras dos por estos días pero al darlo de baja lo acompañé al banco para que depositara el dinero que ya le habían pagado a sus respetivos dueños. Le pregunté si era en serio eso de borrar su cuenta, si era temporal o definitivo y dijo “Yo cree ese cuenta para salir con gente y buscar una que me gustara, al encontrarla daría de baja mi perfil para dedicarme a ella.”- sólo que no esperé que fuera alguien como tú, con corte de casco y que no le guste al mango.
-¿Eso te dijo él?- susurré.
-Sí, dijo que era un pasatiempo que podría dejar fácilmente al encontrar a su otra parte. Se me hizo algo muy cursi pero así es él. Le dije que estaba bien, y que sí ya la había encontrado porque su perfil ya no existe. Dijo que sí y que le sorprendió que estando tan cerca nunca lo haya visto o notado. Luego me echó la culpa diciendo que yo nunca le presento a mis amigos blablablá soy tan mala persona blablablá ya se me iba a ofrecer blablablá.- ¡entonces lo que dijo sí era cierto!
¡Pero qué tonto soy!
-Te llamo después.- dije levándome de la cama.
-¿Sólo querías que no viera la laparoscopia a Rockhyun?- ¿está viendo Urgencias?
-Al final el Doctor Park no se hace responsable del bebé de la enfermera Choi.- puse el celular en altavoz sobre la cama y caminé hacia mi closet, moví toda la ropa que tenía hasta ver el fondo.
Busqué tentando la cajita en la que guardo un par de cositas al tocarla la saqué.
-¿La enfermera Choi se embaraza?-
-Del Doctor Park.- contesté. –Ocurre en el consultorio médico de Jung.-
-¡No! ¡No! ¡No! ¡Mil veces no! Pero el Doctor Park sale con la Doctora Jung ¿por eso estaba en su consultorio? Taemin mira lo que hiciste, ya me arruinaste el drama.- abrí la cajita ahí estaban todas las cosas que me había dado Naeun, una pulsera de pareja, un reloj, las notitas que pegaba en mi casillero incluso el separador de los libros que leía y que tanto me gustaba por lo que decía.
“El amor es como uno de esos cometas que pasa cerca de nosotros cada cierto tiempo poniendo en peligro nuestras vidas”
-Jong.- le llamé con el separado en las manos.
-¿Qué?-
-Dime qué opinas de esto.-
-¿De Urgencias?-
-No, de lo que te voy a leer.- dije tomando el celular para que escuchara mejor. –El amor es como uno de esos cometas que pasa cerca de nosotros cada cierto tiempo poniendo en peligro nuestras vidas.- leí.
-¿Quién lo escribió?-
-Un español… no estoy seguro si es de España mejor digamos que un Europeo. ¿Pero qué piensas de eso?-
-Pienso que tiene razón. Un cometa y el amor. Ambos causarían un giro de 180° a nuestras vidas por eso lo de ponernos en peligro. ¿Es lo que te pasó con Minho? ¿O con Naeun?- miré con detenimiento el separador, creo que es lo único que conservaré de ella el resto se puede ir. –¿Cómo se llama tu cometa?-
-Minho.- contesté y sonreí. –Hyung, garantíceme que lo de Minho ya no es actuación.- dejé el separador sobre mi cama y la caja la fui a dejar dentro del cesto de basura.
-Te lo garantizo.-
-Ahora dígame en dónde vive para ir a verlo. Tengo que disculparme con él.- deje el celular sobre la cama para ir al closet y tomar un suéter.
-¿Estás seguro de que es lo mejor para ti? ¿No te estás precipitando? Dijiste que le llamaste a Naeun eso es por algo. No te engañes Taemin, si por Minho no sientes nada no tienes que obligarte a corresponderle, él lo entenderá.-
-No es eso. Hyung. Durante el día pensé muchas veces en Naeun pero sólo como un mecanismo de protección. Cuando me sentía mal la recordaba, cuando estaba en pánico la pensaba pero no es por amor. Es por la necesidad de tener a alguien que se preocupe por mí.- me miré al espejo y acomodé mejor mi cabello, además tomé el lápiz delineador que Key me recomendó comprar para remarcar mis ojos.
-¿Es por tu mamá?- dejé de delinearme el ojo derecho sólo por un segundo en el que lo escuché decir eso.
-Sí.- contesté. –Creo que todo este tiempo Key tuvo la razón y a Naeun la quería porque me trataba como mi mamá lo hacía. Si yo no sintiera algo fuerte por Minho hubiera tomado la llamada y no estuviera hablando con usted en este momento, sino con ella.- terminé de arreglarme los ojos y sonreí.
-¿Quieres dedicarte también a Minho?- asentí firme.
-Eso es lo que quiero.- dije tomando el celular de nuevo.
-Entonces asómate por tu ventana.- alcé las cejas sorprendido y caminé rápido hacia ella para mirar.
-No lo veo.- contesté.
-No, yo no estoy ahí, fíjate si la casa de Key tiene la luces encendidas para ir por ti.- era mi momento de revelación y saca a Key a flote. Pero está bien le haré el favor. Me giré hacia su casa y sí, aun tienes las luces encendidas.
-Sí, aun no duerme.- me sorprende porque a estas horas las Divas tiene que estás dormidas. –¿Va a venir por mí?-
-Por supuesto. En cinco minutos estoy allá, sirve de que me cuentas eso del embarazo de la enfermera Choi.- asentí y finalicé la llamada, al hacerlo una de Naeun llegó a mi celular. Después de frotarme la frente con frustración decidí contestarle.
-Hola Taemin, ¿cómo has estado? Intenté marcarte antes pero me mandaba a buzón.- seguramente habrá puesto un puchero por eso.
-Lo sé y lo siento. ¿Recuerda ese separador que te pedí hasta el cansancio?- salí de mi habitación con mi billetera en la mano, escribí en una hojita que iba a salir y la deslicé por la puerta de mi papá.
-¿La del pensamiento del cometa?- asentí aunque no me puede ver. –Claro que la recuerdo, cada que me veías con un libro en la mano me lo pedias.-
-Creo que otro cometa pasó rozando mi mundo.- giré la perilla de la puerta pero no giró, ya tiene seguro. Igual me gusta salir por las ventanas.
-Entonces te gusta alguien más.- escuché que se rió pero lejos de ofenderme asentí feliz.
-Algo así.- contesté saliendo por una de mis ventanas para volverla a cerrar. –Espero que no te moleste el haberte hablado sólo por eso.- corrí hacia la casa de Key y llamé a la puerta como desesperado, dice él.
-Para nada, supongo que es lo normal. Tú estás allá y habrán más personas que te llamarán la atención. También aquí hay chicos muy guapos.- Key abrió la puerta y entré, al hacerlo él se fue hacia el piano en donde se sentó y estaba acariciando las teclas. –Pero dime, ¿cómo es ella?-
-Es de todo.- contesté. –Pero lo único que no tiene son las manos delicadas.- las de él son masculinas, firmes y fuertes. –Tengo que finalizar la llamada.-
-Tiene que ser una chica ruda entonces. Está bien, sólo no te relaciones con Luna, Kristal o Sulli, por favor, ellas te harían daño.-
-Gracias.- contesté susurrando. –Nos vemos.-
-De nada, adiós.- finalizó la llamada igual que yo. Entonces suspiré y miré a Key.
-¿A dónde vas con los ojos arreglados?- preguntó levantándose del banquito del piano. –¿Con quién vas a salir?-
-Voy a ir a la casa de Minho.- sonreí.
…
-Yo creo que está muy arreglado.- dijo Jonghyun mirándome.
-¿Cuál muy arreglado? Se ve bien.- dijo Key acomodándome el suéter.
-No creo que todo esto sea necesario.- contesté mirando mi ropa. Unos jeans más rotos que como los dejaba cuando patinaba y mi suéter que en realidad cubre la fabulosa playera que Key me prestó.
-Minnie, tú deja que yo me encargue de tu imagen.- dijo Key ahora arreglándome el cabello.
-Sólo te falta esto.- Jonghyun sacó de su pantalón un frasco de colonia.
-¿Lo llevas a todos lados?- preguntó Key extrañado.
-No, sólo lo usé una vez y dejé de usarlo porque Minho dijo que le gustaba mucho ese aroma, pero no le gustaba en mí. Seguramente contigo si le guste.- se acercó y me roció dos veces en el pecho.
-¿Gracias?- contesté dudando. –¿No creen que están exagerando?-
-¡No!- me gritaron. –Digo, no. Después de que le rompes el corazón a alguien muy difícilmente accederá contigo a lo que sea. Si quieres que esa curita en realidad sane lo que dejó la llamada con Naeun tienes que verte no sólo bien, sino espectacular.- quizá Key tenga un punto.
-Pero él va a estar en pijama.- contesté.
-Y nos vamos a meter a su casa, su habitación está en el segundo piso pero tiene ventana. Uy, será como en las novelas.- aplaudió emocionado Jonghyun.
-No sé si quiero hacerlo así.- contesté.
…
De hecho me gustaba más la día del balcón y todo lo de Romeo & Julieta a que llamara a la puerta, saliera la mamá de Minho y Jonghyun dijera que habíamos ido a entregarle algo que se le olvidó en el Frontenis.
Tampoco esperaba estar sentado en su sala de estar mirando sus cosas, tiene muchas fotografías de él a lo vintage, supongo que le gusta eso de la fotografía.
-¿Qué cosa se me olvidó en el Frontenis….? Oh, ustedes.- dejé de ver las fotografías para mirar a Minho que recién había entrado a la sala de estar.
-Sí nosotros.- dijo Jonghyun. –Ustedes hablen, yo me llevo a PinKey a conocer tu casa.- vi como tomó la mano y lo jaló hasta salir de la sala de estar, supongo que a Minho no le molestó esto porque sólo se despidió de ellos agitando su mano en el aire.
-¿Cómo me llamaste?- preguntó Key.
-PinKey porque te gusta el rosa.- se detuvo y miró a Key un poco asustado. –¿Te molesta?- tanto Minho como yo estábamos viendo lo que ocurría con ellos dos.
-Para nada, “PinKey” me encanta.- escuché una risita de parte de Minho lo que me hizo mirarlo, se ve atractivo aun con su pijama a rayas azules. Aunque preferirá algo en animalitos animados.
-¿Qué se me olvidó en el Frontenis?- preguntó Minho mirándome. –Dijo mi mamá que me habían traído algo que olvidé pero que yo recuerde no dejé nada extraviado.- me invitó a tomar asiento de nuevo en sus sillones.
-De hecho, quería disculparme contigo por lo de la llamada con Naeun.- susurré sin mirarlo a los ojos, solo admirando su piso. –Pero no puedo.- dije suspirando.
-Si no puedes ¿a qué has venido?-
-No en ese sentido sino que si yo no hubiera hablado con ella en ese instante, no hubiera visto tu rostro y comprendido que lo que llegué a sentir por ella ya es parte de mi pasado.- vamos Taemin, como lo venias ensayando en el camino.
-¿A qué te refieres?- su voz seria y masculina no me ayuda en nada.
-A esto.- me levanté del sofá para sacar de mi billetera el separador y dárselo.
-“El amor es como uno de esos cometas que pasa cerca de nosotros cada cierto tiempo poniendo en peligro nuestras vidas.”- leyó y lo miró detenidamente. –¿Que tiene que ver esto con el Frontenis?-
-No lo hagas difícil por favor.- supliqué riendo pero apenado.
-Es muy bonito el pensamiento pero qué tiene que ver…-
-Es lo que me está pasando.- contesté rápido. –Es lo que me ocurrió, tú eres el cometa del que habla el autor.- sentí mi corazón latiendo rápido que aturdía mis oídos.
-Dímelo con tus propias palabras.- dejó el separado en su sofá para mirarme.
-¿Estás bromando?- pregunté riendo nervioso.
-No.- lo suponía.
-Al inicio supe que sería sólo tu actuación y que todo dependería de mí para hacer creer a las Flamenco que éramos pareja, pero con el paso de esas horas comencé a confundirme. Lo que te dije hoy en mi casa cuando fuiste a verme es verdad. Lo que te he dicho todo es tiempo es lo que siento.- siento como si me estuviera declarando pero de manera subjetiva. Y no me gusta el sentimiento de poder ser rechazado.
-¿Lo de Kristal?- qué, lo miré directo a los ojos para negar.
-No, Kristal no tiene nada que ver con esto.- bueno en realidad sí, porque a no ser por ella yo no lo hubiera conocido y nada de esto estuviera ocurriéndome.
-Dijiste que Kristal era un buen nombre para escribir…-
-Sé lo que dije.- le interrumpí. –Pero me refiero a lo del Frontenis, entonces, lo de que no actuaras más porque ya no tenía dinero. No quiero confundirme con eso. Pensar que en realidad te gusto y te preocupas por mí cuando no es así. Cuando tienes un horario que cumplir y otras citas con quienes haces lo mismo.-
-Me llamaste prostituto o así lo quise interpretar.- rió nervioso tapándose la sonrisa, eso me hizo sonreír.
-No, y si lo hice lo siento.- entrelacé mis dedos para sentir menos carga. –Lo que quiero decir es que llamarle a Naeun. Es decir, yo le llamé porque quería sentirme querido, realmente querido y sabia que ella lo lograría pero al verte también se me partió el corazón por eso te abracé.- y que me haya separados de esa manera no fue lo mejor que se le pudo ocurrir porque si yo a él le causé una grieta a mí me provocó dos.
-¿Que no estaba yo ahí? ¿Para cuidarte, protegerte y amarte?- ¿por qué lo dice en pasado?
-Es que no estaba seguro si debería de creer.- me levanté del sofá para tomar un poco de aire fresco o frio. –Por un lado tengo mi historia perfecta contigo pero por el otro tengo la realidad. Aun no sé cuando dejas de actuar, no sé cuando eres genuino.-
-Actuar para mí es decir lo que mi cita en turno me pide que diga, si abro la silla para que se sientes, si le compro un helado, si la subo a mi auto y la llevo a su casa es porque mi papás así me educaron.- vi que volvió a tomar el separador para leerlo.
-Jonghyun hyung me dijo que había visto cuando diste de baja tu perfil y camino aquí te busque pero no me mostró resultados.- decía que el usuario no existía.
-Te lo dije, di de baja mi cuenta en ese sitio de citas.- contestó devolviendo el separador al sofá. –¿Por qué no confías en mi?- se levantó del sofá y caminó hacia mí, tuve el impulso de retroceder.
-No me quiero ilusionar.- contesté mirándolo a los ojos.
-Yo no te hablaría de cosas que no podré cumplir.- contestó mirándome de igual manera, noté mi reflejo en sus oscuros ojos.
-No quiero sufrir.- dije pasando saliva nervioso y asustado.
-Jamás lo haría al contrario, te protegeré.- sí.
-No quiero entregarme a ti.- susurré cuando invadió mi atmosfera personal, pero no me sentía incomodo al contrario, me gustaba sentir su respiración y la calidez de su cuerpo.
-No lo hagas si no lo deseas.- miré sus ojos con detenimiento, los míos, mis pupilas estaba temblando como cuando estoy por llorar.
-No quiero que terminé nuestro tiempo.- contesté en un suspiro, sintiendo sus brazos rodearme.
-Si me lo permites, jamás se terminará.- pasé saliva al verlo más cerca de mi rostro.
-No quiero alejarte por mi inseguridad.-
-Lo hiciste, pero me recuperaste.- susurró en mi oído, entonces… ya no sé nada.
-¿Quieres ser mi cometa?- susurré en el suyo.
-Sólo si el tiempo que me queda te lo quieres quedar.- cerré los ojos y asentí lentamente.