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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

¡HOLA!

Vengo a dejar la actualización que prometí, ¡espero que amen este capítulo tanto como yo amé escribirlo! ;A;

Es raro, pero mi principal inspiración fue That Man de Hyun Bin… Una canción triste siempre trae cosas inesperadas(?) xDD

¡Disfruten! :3

CAPÍTULO 15

 

Era su última mañana despertándose temprano. La alarma de su celular resonaba debajo de su almohada, pero no quería quitarla, porque eso significaría que tendría que empezar un día que en algún momento debería acabar. Luhan, por primera vez en su vida, no deseaba que el tiempo avanzara ni siquiera un segundo. Al final, tuvo que apagar la alarma porque Minseok le aventó una almohada mientras se quejaba del incesante ruido que provocaba; solamente entonces, Luhan le puso fin al tono. 

 

—Xiumin —dijo contra su cama, procurando que el otro escuchara—, no quiero ir a trabajar hoy.

 

—¿Por qué no quieres ir a trabajar hoy? —soltó en un solo respiro el interpelado, en tanto le daba la espalda al otro intentando conciliar el sueño.

 

—Porque es mi último día y tengo que acompañar a Baekhyun a dejar el webtoon a la compañía.

 

El baozi se extrañó ante esas palabras y se volteó de inmediato, frunciendo el ceño ante la mirada convaleciente de Luhan.

 

—Pero cuando es la fecha de entrega siempre estás feliz —afirmó—; además, estabas muy emocionado por ayudarle a Baekhyun en su primer gran proyecto. ¿Es acaso que estás nervioso por eso?

 

—No, yo sé que el editor aceptará el trabajo, nada de eso me preocupa —mientras hablaba, Luhan giró su cuerpo hasta quedar viendo fijamente al techo y no tenía ni un rastro de egoísmo genuino en sus palabras—. Es sólo que, de alguna manera, me siento vacío; es decir: el webtoon está impecable, la historia ya está planeada completamente, mi cuenta de banco ya tiene el dinero por la colaboración… Y aun así, hay algo inquieto en mi corazón.

 

—¿Inquieto? —inquirió curioso Minseok—. ¿Acaso vas a cambiar algo de tu rutina apenas entregues el webtoon?

 

Antes de recordar la respuesta, Luhan se detuvo a pensar las cosas detenidamente sin moverse ni un poco, pero eventualmente el mismo pensamiento de varios días atrás cruzó su mente: no quería dejar de ver a Oh Sehun todos los días, porque su presencia ya era una costumbre para él, porque siempre podía hacer algo nuevo con él y sentirse sorprendido por todo, porque él quería curar por completo a ese chico. ¿Cómo podía sólo dejarlo justo cuando había encontrado una nueva imagen para él y ni siquiera le había enseñado a salir con confianza a la calle?

 

—Sí, lo haré.

 

Xiumin necesitó menos de un segundo para comprender lo que le estaba diciendo Luhan porque la imagen de Sehun fue lo único que su mente pudo fabricar después de esa respuesta. Todo el día que habían pasado juntos luego de su escena de depresión nada más era un acto puro de amistad y Minseok ahora lo comprobaba, ya que el inusual desanimo de su compañero de cuarto se lo debía al vecino del edificio de en frente. El coreano llenó de aire sus pulmones y se tragó su salado llanto.

 

—No tiene que cambiar si no lo quieres —dijo, mirándolo a los ojos.

 

—¿Qué? ¿De repente estás en mi cabeza y sabes qué es lo que quiero? —bufó el ciervo, enterrando su cabeza en su almohada.

 

—Sí, justo en este momento estoy dentro de tu cabeza y puedo modificar cualquier pensamiento que puedas tener —el mayor se levantó de su cama y caminó hasta Luhan—. Sé qué es lo que te molesta.

 

«No, no puedes; sigue soñando, Minseok», pensó el menor de ambos.

 

—A ver, dilo —lo retó el chino.

 

La punta del dedo índice de Xiumin se dirigió a la mitad de la frente de Luhan.

 

—Es Sehun —la estupefacción se hizo presente en el rostro del joven Xi, que se removió incómodo en su cama, buscando una razón para distraer a su amigo; éste, sin embargo, sonrió ampliamente—. Soy tu mejor amigo, Lu; no sabría la respuesta de no serlo. Y no te preocupes, no se lo diré a nadie.

 

—¿Decir qué? —inquirió el sonrojado ciervo.

 

—Que Sehun te gusta —el corazón de Minseok dio un vuelco apenas salieron esas palabras de su boca.

 

—Pero —Luhan se lo pensó un poco—, Sehun no me gusta.

 

—Eso dices ahora, Lu ge, pero te darás cuenta de muchas cosas… —dejó en suspenso la oración mientras se alejaba del confundido dibujante—. Te haré el desayuno, pero métete a bañar mientras. Tienes que encontrar un webtoon hoy.

 

Un obediente y un poco más animado Luhan se paró de su cama para caminar hasta su baño y esperar junto con Lay a que Kris saliera de allí; después de haber ganado dos rondas de tres en Piedra, papel o tijeras y haber visto a Yifan salir remojándose la cara, el ciervo entró a darse una refrescante ducha caliente. Su estado de humor iba mejorando poco a poco. De todos modos, no tenía por qué separarse por completo de Sehun, ¿cierto? No es como si se fuera al otro lado del mundo por el resto de su vida. Al salir del baño, el chico de cabellos cobrizos sintió cómo su energía regresaba a su cuerpo y volvía a motivarse, aunque el sentimiento de nostalgia prevalecía en una parte de su corazón. No tardó mucho en vestirse con lo más adecuado para la ocasión y comer velozmente lo que Xiumin le había preparado, para así verse con Baekhyun en la entrada del estacionamiento del complejo departamental. Cada uno tenía su propia mochila portando su tablet con sus avances y bosquejos del webtoon llamado «Bada meets Haneul»; se sentían confiados a lo largo del camino que recorrieron hasta la compañía para la que trabajaba el joven Byun, incluso la espera perpetua en un elevador no los hizo flaquear ni un momento sobre su presentación. Caminaron a un cubículo en el que descansaba plácidamente el famoso “editor Kim”, como Baekhyun se limitaba a llamarlo. Tomaron asiento del otro lado del escritorio que tenía el joven de lentes de pasta gruesa y discutieron unas pocas cosas, aunque Baekhyun más bien se dedicó a bromear con él sobre cualquier cosa. Al final, su webtoon se quedó.

 

—Bien, supongo que nos llamarán dentro de poco para ponernos de acuerdo con las fechas de publicación y cosas por el estilo —dijo Baekhyun mirando a su celular al salir del edificio empresarial en cuanto escuchó un mensaje llegando a su bandeja de entrada; a los pocos segundos, Luhan estaba haciendo lo mismo—. Bueno… me tengo que--

 

—¿Casa de Jongin? —interrogó el mayor, apartando la mirada de la pantalla de su móvil, obteniendo el asentimiento del otro—. Pues vamos para el mismo lugar.

 

—¿Y ahora qué quiere hacer ese niño?

 

Sin comentar nada más sobre ese asunto, ambos dibujantes tomaron un taxi con dirección al departamento de los tres chicos que los estaban esperando para algo muy importante. Estuvieron especulando dentro de sus mentes de lo que podría tratarse el asunto que tanto les urgía a Jongin, según Chanyeol le había avisado a su novio y según Sehun le hizo saber a su vecino. Una vez que pisaron el apartamento de los muchachos, estos les vieron algo sorprendidos y vagamente aliviados.

 

—No es él —dijo el más alto de todos, acariciándole la espalda al moreno, que visiblemente estaba estresado.

 

—Park Chanyeol, será mejor que me digas qué está pasando en este preciso momento —exigió Baekhyun.

 

—Jongin quiere proponerle matrimonio a Kyungsoo, pero está muy avergonzado —sonrió el alto.

 

—¿Qué? —Baekhyun abrió los ojos inconmensurablemente ante la sorpresa—. ¿Es cierto, Jongin?

 

—Sí, lo es, hyung —el moreno se cubrió el rostro con ambas manos—. Llevo días planeando esto; quería que todos ustedes estuvieran aquí, incluso Minseok hyung, pero no ha llegado.

 

—¿Conoces a Minseok? —preguntó curioso el menor de todos, recibiendo un asentimiento de cabeza en respuesta.

 

—Le llamaré, para saber dónde está —dijo Luhan.

 

Al pasar unos minutos, el ciervo regresó con la noticia de que su compañero de cuarto estaba preparándose aún, pero que no tardaría en llegar; ni bien pasaron quince minutos, el baozi ya estaba tocando la puerta. Chanyeol y Sehun llevaron a la sala unos globos de helio de colores que Jongin tenía en su cuarto guardados para la ocasión, mientras el nervioso oficinista les explicaba a los otros de qué se trataba todo ese alboroto: Kyungsoo estaría en el parque donde se vieron por primera ocasión para pasear juntos a los perros, entonces lo que los demás harían sería caminar hasta él con un globo y se lo entregaría hasta que Jongin llegara con uno que llevaría atado en su cordel el anillo de compromiso. Luhan suspiró profundamente apenas escuchó el plan completo y Sehun se dio cuenta porque su rostro delataba que estaba en las nubes, imaginándose la escena, por lo que el menor se rio en un tono casi inaudible; el ciervo no se dio cuenta, pero sí su compañero de cuarto. Minseok entonces supo que todo lo que él había dicho era verdad: no había vuelta atrás ni manera de frenar los sentimientos que ambos tenían por el otro.

 

—Bueno, ya vámonos —exclamó Chanyeol, llamando la atención de todos—. No hagamos esperar más al afortunado.

 

Todos se fueron por separado: Jongin, Chanyeol y Baekhyun se fueron en el auto del primero junto con los globos; Sehun, Luhan y Xiumin se fueron en el auto del último. El ciervo estuvo inquieto todo el viaje, subiendo sus expectativas sobre la propuesta que vería, en tanto a Sehun le parecía bastante fascinante que alguien pudiese estar tan emocionado por un evento así. Tras un viaje de 20 minutos, todos estaban listos para el montaje en escena. Buscaron a Kyungsoo hasta hallarlo, sentado en una banca y los seis procuraron no ser vistos, así que se pusieron detrás de unos árboles para empezar a repartirse las cosas. El primero en pasar fue Baekhyun; mientras se entretenía con su nuevo regalo, Kyungsoo no vio que Chanyeol se aproximaba con otro globo para él; luego pasó Xiumin, Luhan fue el siguiente, dándole el globo y marchándose por el mismo camino por el que todos habían acordado irse para volver a esconderse; finalmente, Sehun esbozó una sonrisa sincera en sus labios y le entregó lo que debía. Jongin respiró y sostuvo su mano en su pecho; fue en ese segundo que se decidió a caminar hacia su novio, con la cabeza en alto y pasos firmes.

 

—Jongin, ¿qué--? —preguntó Kyungsoo antes de ser interrumpido por el menor de ambos.

 

—Hace seis años, un adorable aspirante a estudiante de Psicología trabajaba en una veterinaria y me entregó el perro que mi madre tanto quiso por meses —Jongin se tomó un respiro, conteniendo las ganas de besar al más bajo; tragó saliva con cuidado y continuó mientras los ojos se le llenaban de lágrimas a los dos—. A partir de ese día, no dejé de pensar en esos ojos tan brillantes que me cautivaron, que me atraparon por completo; fue una bendición el haber paseado a Monggu la misma noche en que no habías terminado tu turno y debías pasear a todos los perros de la veterinaria. Agradezco cada segundo que tengo contigo y quiero agradecer cada momento de mi vida, así que…

 

Sus manos hicieron hábiles movimientos para dejar al descubierto el anillo sin dejar que volase con el globo.

 

—Jongin… —murmuró el mayor, limpiándose una lágrima que se le había escapado.

 

—Do Kyungsoo, me he enamorado de ti y sigo haciéndolo todos los días, quiero hacer lo mismo por el resto de nuestras vidas —el menor se hincó mientras desataba el cordel de la sortija, dejando volar libre al globo—. ¿Te casarías conmigo?

 

El silencio fue roto por la mezcla de risa y llanto de Kyungsoo, que sostenía fuertemente los globos que le habían dado sus amigos.

 

—Sí, acepto.

 

Ambos sonrieron ampliamente el uno al otro mientras Jongin colocaba con cuidado y lentitud la fina pieza de plata en el anular de Kyungsoo; luego tomó su mano delicadamente y se levantó el pasto perenne sólo para acercarse y darle un suave beso en los labios, dejando caer un par de lágrimas en el proceso; se abrazaron con tanta pasión que pareciese que en cualquier momento ambos cuerpos se fueran a fundir en uno. Los presentes amigos de la pareja estaban tan enternecidos y emocionados por la escena que al ver cómo se comprometían, comenzaron a murmurar cosas a la velocidad de la luz para después saltar de felicidad cuando vieron el abrazo tan lleno de amor que se daban. Los cinco salieron de su escondite y corrieron a felicitarlos, Jongin tuvo que aceptar cada palmada que Chanyeol y Sehun le propinaban con fuerza en la espalda en tanto secaba su diminuto llanto de la cara; Kyungsoo por su lado, era avasallado con felicitaciones de todos sin dejar de sostener con fuerza los globos de helio.

 

—¡Esto merece una buena celebración! —exclamó Luhan, pasando un brazo sobre los hombros de Kyungsoo.

 

—Vamos a un restaurante, yo pagaré todo —se ofreció Chanyeol.

 

La celebración no se detuvo en todo el camino hasta los carros, sólo que había dos mentes que estaban teniendo una discusión telepática que a final de cuentas ganaría el mayor de ambos.

 

Baekhyun pensó que ese sería el momento de decir la verdad y nada más que la verdad.

Notas finales:

¿Recuerdan lo que hablaron Sehun y Jongin en el bar? ¡He aquí el resultado! <3

Y también, nuestro baozi se ha dado cuenta de los sentimientos de Luhan y se los dijo en la cara, ¿qué creen que pase con él de ahora en adelante? Y, ¿qué será lo que Baekhyun tiene por decir? No, no es nada de Taeyeon, se los adelanto/advierto/spoileo(?) e-é

Hagan sus apuestas, pronto lo sabrán con la doble actualización de hoy x33

Nos leemos  :DD


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