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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

¡HOY HAY DOBLE ACTU! Y sí, me apresuré a decírselos, pero ya debía hacerlo xD

Pero antes, tengo que darles un aviso importante: no estaré en mi ciudad durante una semana por la boda de un primo hasta el otro lado del país, así que me he apurado a hacer la doble actualización que tenía pendiente desde hace un par de semanas atrás ;u;

¿Recuerdan que Sehun ya se le había declarado a Luhan? Pues aquí se viene el final de esa parte tan dramática(?) con la respuesta de Luhan hyung ajshgdfjhsgdfsd

¡A LEER! <3

CAPÍTULO 25


A la mañana siguiente, Sehun se encontraba solo en una cama que no era la suya y recordaba perfectamente bien cómo era que había acabado en ese cuarto; sonrió para sí cuando se dio cuenta que finalmente le había confesado sus sentimientos a Luhan. Ahora el detalle era: ¿dónde estaba Luhan en esos momentos? Para averiguarlo, el menor no tuvo ni que salir de la habitación, pues el dibujante le dejó una nota en un buró pidiéndole que no lo buscara, sino que él volvería a su tiempo. La piel se le erizó en ese momento al rubio ya que no quería perder lo que él creía haber ganado hacía unas horas, aunque dudaba de eso cuando recordó la forma en la que el dibujante le correspondió el beso. Pero entonces, ¿a dónde se había ido y por qué?


Por su parte, Luhan se había levantado temprano en la mañana y admiró un rato el rostro tan apacible de Sehun mientras éste dormía, el cual le hizo recordar todo lo que había sucedido antes de que se durmieran; entonces decidió descifrar sus pensamientos pidiéndole consejo a su mejor amigo en todo el mundo, así que se preparó en completo silencio, escribió una nota para el menor y abandonó el departamento para encaminarse al edificio de enfrente. Llamó a Xiumin para avisarle de su visita y apenas lo recibió, el ciervo se abalanzó hacia él para abrazarlo.


—Sehun me dijo que… que está enamorado de mí.


«Por fin», pensó el mayor de ambos, respondiendo el abrazo en que se veía envuelto.


—¿Y qué le dijiste?


—Que debía estar loco, es que es imposible que sienta algo por mí —afirmó Luhan, separándose de su estupefacto amigo—: es decir, si vive conmigo significa que conoce todos mis hábitos y defectos… ¿Puede eso hacer que se enamore de mí? ¿Aunque tenga tantos vicios crees que él pueda--?


—Luhan, ¿es un pregunta retórica o capciosa o simplemente me estás tomando el pelo? —interrogó sarcástico Minseok mientras cerraba la puerta del apartamento y pasaba a su amigo a la sala—. Te lo explicaré con algo sencillo: si alguien te gusta verás que sus “defectos” o “vicios” no tienen por qué impedir una relación, sino que los tomarás como algo bueno y los aceptarás como parte de esa persona.


El menor de ambos se quedó pensando un poco más su próximo argumento, pero se dio cuenta de que era cierto lo que le decía el baozi, porque al parecer a Sehun no le importaba el hecho que dejara la pasta dental abierta o que de vez en cuando guardara los trastes en los lugares equivocados accidentalmente o incluso ignoraba el desastre que dejaba después de ver una película dramática con sus pañuelos o cuando practicaba lo poco que sabía de repostería. La sonrisa de Sehun en cada momento que recordaba hizo que bajara la mirada y revolviera sus manos nervioso, sintiendo cómo se le aceleraba el corazón.


—Ah, está sucediendo de nuevo… —susurró para sí mismo al sentir todos esos síntomas.


—¿Qué? ¿Qué pasa, Lu?


—Es… difícil de explicar —la mano derecha de Luhan viajó hasta posarse en su pecho—. Cuando pienso en esto, siento que la presión me sube y que me falta la respiración; a veces de dan náuseas, pero se me van casi al instante.


—¿Y aun así no sabes lo que sientes en verdad? —preguntó Xiumin con una sonrisa divertida en los labios, obteniendo una negación por parte del otro, por lo que no evitó soltar una pequeña risa—. Xi Luhan, estás enamorado.


—¡Lu gege, estás aquí! —exclamó Lay, saliendo del pasillo que conducía a las demás habitaciones, llamando la atención de los mayores hacia él—. ¡Luhan ge!


El unicornio abrazó emocionado al interpelado, quitándole sus confusos sentimientos de la cabeza aunque fuese por un segundo: ese era el don de Yixing. Mientras Minseok preparaba café para los cuatro, incluido Kris, Luhan platicaba animadamente con Lay sobre los proyectos que se le venían a la mente para nuevos webtoons. Una vez que Yifan se levantó y se dignó a ir a la sala de donde salían interminables risas, todos pasaron a sentarse al comedor para tomar tranquilamente su recién hecha bebida caliente, cada uno con su respectiva y propia porción de azúcar. Hubo a su vez un punto en el que todos pararon todo tipo de diálogo y se dedicaron a vagar sus miradas por el espacio; durante ese lapso de tiempo, Yixing aprovechó para comunicarse con Kris a través de diminutas e imperceptibles señas, indicándole que ya era hora de revelarles la verdad a sus mayores.


—Chicos —carraspeó el más alto de los cuatro, interrumpiendo el espacio mudo que tuvieron—, Yixing y yo tenemos algo que… confesarles.


—¿De qué se trata? —inquirió curioso Luhan.


—Pues… Kris y yo… nosotros… —Lay, nervioso, se rascó la nuca mientras sonreía con timidez y mostraba su hoyuelo—. Nosotros hemos estado saliendo en estas semanas… como novios.


—No tiene mucho que lo hicimos oficial y supusimos que lo mejor sería decirles, ya que son nuestros amigos —siguió explicando Yifan con paciencia.


Hubo un momento en el que todos se callaron, hasta que Xiumin habló de nuevo.


—¡Finalmente!


—¿Qué? —preguntó Luhan sin ocultar su desconcierto—. Minnie, ¿ya lo sabías?


—¿No era obvio, Lu? —se rio el mayor.


—¿Éramos muy obvios? —Lay estaba sonrojándose a cada segundo y se removía en su asiento.


—Al menos para mí, sí que lo eran —Xiumin miró tiernamente a sus compañeros de cuarto, quienes no sabían cómo reaccionar a esa mirada—. Felicidades.


Los dos mayores celebraron a los novios casi de inmediato. El incrédulo ciervo no podía dar crédito a lo que apenas había presenciado: hasta hace unas semanas el juraba y perjuraba que, al conocerse y convivir tanto tiempo, sería imposible ver a Yixing y Yifan como una pareja; su pobre argumento de no enamorarse de alguien con quien estás tan apegado perdía credibilidad rápidamente. Luhan comenzaba a aceptar la idea y la realidad de tener nuevos sentimientos por Sehun. Sin embargo, ¿cómo expresarlos después de haber huido de ese modo tan cobarde del cuarto que habían compartido una noche? «Ay, Luhan… Cada vez que haces algo, la cagas más y más…», se regañó mentalmente, esperando tomar una decisión inteligente sobre sus próximas acciones.


—Chicos, de verdad que estoy muy feliz por ustedes y les deseo lo mejor en su relación, pero tengo que irme —explicó sin querer parecer descortés ante sus amigos—. Nos vemos luego para tomar algo, ¿sí?


—Por supuesto —aceptó Lay, agarrando firmemente la mano de su novio sin apartar la vista del hablante—; hasta luego, gege.


—Gracias, Luhan —le dijo Kris—. Nos estamos viendo.


Con una gran sonrisa, Luhan no dudó en dirigirse a la puerta con un paso algo apresurado; Minseok prácticamente corrió para alcanzarlo en la entrada del departamento.


—¿Qué vas a hacer, gege? —lo detuvo antes de que pisara el pasillo.


—Iré a decirle a Sehun lo que siento.


A pesar de seguir amándolo, Minseok sintió una especie de alivio cuando escuchó esa frase saliendo de los labios del menor de ambos; por lo que le dedicó una sonrisa franca mientras asentía ligeramente.


—Eso quiere decir que has superado tu trauma con el amor, ¿cierto? —el ciervo se sonrojó y ladeó la cabeza sin estar seguro de cómo responderle—. Con eso me basta. Ahora ve.


—Gracias, Baozi.


Inmediatamente después de un fugaz abrazo, Luhan se encaminó por el pasillo hacia el edificio del frente, dando cada paso con ansias y aumentando sus expectativas y posibles finales para aquella situación; no importaba cuánto quería convencerse que era una buena idea, siempre le entraba en la cabeza un “pero”, lo que hizo que empezara a odiar esa misma palabra. Cuando menos se dio cuenta, se encontraba detenido en delante de la puerta de su departamento… el que compartía con la persona que más quería. Era hora de la verdad. Respiró profundamente, se aferró a sus llaves, las puso en la cerradura y se dispuso a entrar; no obstante, no esperaba que el cuerpo de Sehun se tambaleara hacia él.


—¡Luhan! —exclamó el menor apenas recuperó el equilibrio.


—¿E-estabas esperándome? ¿Recargado contra la puerta? —interrogó el dibujante, aún sin entrar en el departamento.


—Pues… sí —los ojos del joven Oh vagaron en el piso y denotaban un nivel enorme de nervios—. Me… me preocupé cuando no te vi en la mañana y--


—¿Por qué lo tienes?


El índice de Luhan apuntó a las manos de Sehun, que sostenían el peluche de Pororo por el cual se habían conocido; un ligero tono rosa invadió el rostro de ambos, aunque el rubio lo hiciera por el incremento de sus nervios ante la situación en la que se encontraba.


—Ah… ¿esto? —se hizo el desentendido; Luhan sonrió levemente—. A-ah, es que siempre lo tomo cuando me pongo ansioso por algo o me preocupo demasiado. Tengo que abrazarlo cuando me pasa eso.


—No, no tienes por qué hacerlo.


Sin previo aviso, los brazos del dibujante rodearon la cintura de su acompañante y lo empujó con su propio peso adentro del departamento. Ambos muchachos cayeron, pero sus posiciones no cambiaron. Luhan había enterrado su cara en la línea del cuello de Sehun, en tanto éste asimilaba los hechos que acababan de suceder e intentaba darles una explicación lógica; tampoco supo cómo reaccionar a ello, así que se dejó llevar por las acciones del mayor. Sus manos se atrevieron a dejar a su peluche en el suelo para abrazar el delicado cuerpo de Luhan; lentamente, fueron juntándose y acercándose hasta quedar casi como un ser indivisible.


—Hyung —susurró el menor—, ¿te sientes bien?


—Dijiste que necesitas a Pororo cuando estás ansioso… ¿Sigues sintiéndote así?


—Pues… no.


—Ya no tienes que abrazar ese muñeco cuando te sientas de ese modo, jamás, te lo prohíbo —expresó contra el hombro del más joven sin poder controlar su propia lengua—. Ahora tienes que abrazarme a mí…


Sehun sintió que el corazón le daba un vuelco dentro de su pecho en tanto Luhan procesaba lo que había dicho y pensó que quizás había sido demasiado en poco tiempo: sus celos desenfrenados, el beso que compartieron, la noche que pasaron juntos, su desaparición matutina y ahora, su confesión. La vergüenza invadió toda la parte racional del dibujante e hizo que terminara bruscamente el abrazo, echándose para atrás, cerca de pegarse con la puerta de entrada; con sus manos, cubrió gran parte de su rostro, esperando que Sehun lo viera lo menos posible. Parte de su subconsciente le indicó que debía alejarse de esa situación tan embarazosa que había creado, por lo que se dispuso a correr, pero no pudo avanzar mucho ya que el rubio lo había tomado de la muñeca apenas vio su oportunidad de levantarse y seguirlo.


—¿Por qué? —Luhan evitó mirarlo a toda costa y se sonrojó violentamente, haciendo que la desesperación de Sehun por saber la respuesta incrementara—. ¿Por qué tengo que abrazarte, Luhan?


—Porque… porque… —susurró el mayor mientras sentía su cuerpo destensarse; luego, sintió cómo el pecho del otro se presionaba contra su espalda en un nuevo abrazo, y entonces siguió hablando—. Porque yo también me enamoré de ti, Sehun…


Las manos del ciervo subieron hasta los brazos que lo rodeaban y los apretó más hacia él, aprobando ese íntimo gesto. El menor de ambos sonrió levemente y respiró profundamente. Ya no tenía que esconderse más, ya no tenía que reprimir sus impulsos o sus sentimientos, ya no tenía que esperar a saber qué pensaba Luhan, ya no tenía que sentirse solo de nuevo porque ese chico que estaba abrazando no lo dejaría ir tan fácil. Por su parte, el mayor experimentaba su primera confesión de amor y podía jurar que ya sabía lo que pasaría, sólo que ahora todo era mucho más real de lo que él pudo haber plasmado en un webtoon; ahora sentía que su trabajo en realidad no tenía mucho sentido y que le faltaba realismo con respecto a lo que deberían sentir los personajes. De pronto, el silencio que los rodeaba a ambos, fue interrumpido por la risa de Sehun.


—¿Por qué te pones tan tímido, hyung? —dijo entre risas—. No es como si no supieras que también te quiero.


—Porque cuesta decirlo, en especial si es tu primera vez haciéndolo —respondió Luhan, volteándose para quedar frente al menor y abrazarlo de nuevo.


—Me alegra que no hayas tenido que practicar mucho antes, te salió muy natural —bromeó el rubio mientras una de sus manos acomodaba un mechón de cabello de Luhan para después acariciar y delinear su rostro—. Sé mi novio, hyung.


—Está bien… Pero tengo una condición —antes de que el menor hablara, él continuó su explicación—: no dejes que Soojung se te acerque a menos de un metro.


—¿Y el trabajo que tenemos pendiente? —jugueteó.


—No importa, no quiero que robe a mi hombre.


Ahora, ambos se reían ante la verdad de las palabras que acababa de pronunciar Luhan.


—No te preocupes —el menor iba acercándose al rostro contrario tranquilamente—; ella no se compara a ti. Te quiero.


—Y yo a ti —murmuró el dibujante rozando los labios de Sehun.


No necesitaron decirse más, así que se besaron, confirmando así que lo que sucedía entre ellos no era ni una broma ni una ensoñación ni nada irreal. Nunca pudieron estar más seguros de algo más como lo era ese momento estando juntos, abrazados, besándose, declarándose finalmente el amor que les correspondía tener.

Notas finales:

Gracias a Loredechoishawotic por ayudarme a salir de mi bloqueo final y por ayudarme con las actus de hoy <3

Y también muchas gracias a los 129 reviews y 37 favoritos; siempre me impulsan a ser mejor escritora, ya saben que cualquier sugerencia, duda o comentario es bien recibido uwu

Nos vemos con el capítulo 26 (~*u*)~


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