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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

Yo sé que es tardísimo, pero déjenme explicarles, por favor :'c

Como les dije la vez pasada, mis evaluaciones fueron hace una par de semanas y no avancé naaada en el fic; luego sufrí un bloqueo por estudio(?) y todo lo romántico se me fue, sentía que las ideas eran muy sosas y que no concordaban ;__;

Y también me enteré un tanto tarde de la situación con Luhan y la SM... Hasta las ganas de vivir se me fueron unos días, pero luego recordé que no importa nada más que la felicidad de nuestro ciervo adorado, además nunca dejaré de shippearlo con Sehun... son preciosos juntos, incluso si hay distancia de por medio ;u;

El sábado que acaba de pasar fue mi entrega de calificaciones, así que con saber que mi calificación más baja fue 7, mi estrés mental se fue, se los juro xD

Así que esta noche les traigo un capítulo bastante emocional y aldsgfkasjgd ;uu;

¡Disfruten~~! <3

CAPÍTULO 28

 

En la mañana del sábado siguiente, Luhan se sentía de lo peor: su temperatura había subido y sentía que la garganta se le cerraba por propia voluntad, por lo que tosió por reflejo al despertarse; luego subió hasta su frente su mano derecha y empapó el dorso de la misma en puro sudor. Suspiró sonoramente y volvió a toser. Segundos después, Sehun apareció abriéndose paso en la habitación.

 

—Luhan hyung, ¿ya despertaste? —su respuesta fue un gruñido muy débil, seguido de una ligera tos—. Luhan, ¿estás bien?

 

—No tanto como yo quisiera… —dijo el mayor con una voz ronca.

 

—Me quedaré a cuidarte.

 

Sehun se sentó en el borde de la cama y quiso acariciar el rostro del dibujante; sin embargo, la mano del joven Xi lo detuvo de rozar su piel.

 

—No, no te preocupes por mí: hoy tienes la cena de tu trabajo, debes asistir.

 

Con mucho esfuerzo, los ojos de Luhan permanecían completamente abiertos.

 

—Pero hyung…

 

—Nada de “pero”, Oh Sehun —dictaminó determinado el enfermo ciervo—. Yo estaré bien, descansaré por hoy y mejoraré en un rato; tú tienes que ir a prepararte para la noche.

 

—Hyung… —el menor sintió que se le quebraría la voz.

 

—No, Sehun, no seas necio y obedece, ¿sí? —parte del brillo de los ojos del dibujante se había ido, pero usó lo que quedó de él para tratar de persuadir a su novio—. Te prometo que estaré bien.

 

El rubio suspiró fuertemente y tomó una mano del mayor entre las suyas para acariciarla suavemente; todavía no estaba muy convencido de dejar a Luhan solo, pero tampoco quería pasar el día discutiendo con él, así que cedió ante la petición del mayor.

 

—Entonces, descansa mucho, hyung —con una mano acarició parte del cabello del chico enfermo—. Volveré lo más rápido que pueda de la cena.

 

—Estaré bien —una melancólica sonrisa se estacionó en los labios del mayor.

 

Ambos se acercaron para darse un fugaz beso; después de ello, Luhan se cubrió con las sábanas de su cama y se dispuso a seguir durmiendo, mientras que Sehun lo vio antes de salir de aquella habitación. El menor quería proteger al ciervo en ese momento que no sabía ni cómo hacerlo. Al cerrar la puerta tras él, dio un profundo respiro y se encaminó a la cocina para hacerle un desayuno ligero al pobre chico enfermo; parecía haber olvidado lo pésimo que era preparando comida, no vaciló ni un momento al elegir las frutas que quería cortar y tampoco lo hizo cuando empezó a hacer té. Todo fuese por darle un detalle que le alegrara el día al dibujante. Sehun finalmente obtuvo un modesto plato de manzanas, plátanos y melón cortados, acompañados por una taza de té de manzanilla que sabía más a agua que al propio té; todo fue dejado en una bandeja en la mesa del comedor con una nota escrita a mano por el menor, deseándole los buenos días a su novio.

 

Era el segundo gran esfuerzo de Sehun, justo detrás de salir de su departamento cuando conoció a Luhan.

 

El resto del día, el rubio limpió cuidadosamente tanto pudo de su departamento para proseguir a darse un buen baño al atardecer; de ahí, buscó el traje que había comprado con Luhan semanas atrás y con el cual había llegado a casa ese mismo día. Cuando se vio vestido y peinado en su espejo, pensó que en realidad había cambiado mucho más de lo que esperaba: era un Sehun renovado de pies a cabeza. Llamó un taxi y, minutos antes de bajar a la recepción del complejo departamental, le dio un último vistazo al cuarto de Luhan, encontrándolo perdido en el mundo de los sueños; le dedicó una sonrisa y se adentró para posar sus labios en la cabeza del mayor. Le dieron un montón de ganas de quedarse a velar por el bienestar del ciervo, pero sabía que también él mismo tenía un compromiso que Luhan le había pedido cumplir, por lo que minutos después ya estaba camino al salón donde sería la recepción. Ni bien se bajó en dicho lugar, sus compañeros del Departamento lo recibieron y lo adentraron para que empezara a celebrar con ellos.

 

No estaba ni enterado de que Luhan había estado despierto minutos antes de que entrara a besarlo.

 

Durmió tres horas a lo mucho y se levantó sólo para toser y sentirse incluso peor que antes: la fiebre había incrementado considerablemente; no obstante, no quería que Sehun se preocupara más, así que optó por esconderse en su habitación el resto del día y hacerse el dormido cuando el menor entró para verlo. La calidez de sus labios y su respiración lo hicieron sentir culpable por fingir, deseó pedirle y rogarle que se quedara a su lado, pero no se permitió ser egoísta. Tras escuchar la puerta cerrarse, confirmando su soledad en el departamento, Luhan salió de la cama entre toses y toses. Él caminó hasta el baño, apresurándose después de sentir unas arcadas; fue entonces que se dio cuenta de su error: no podía quedarse solo. Agarró su celular apenas salió del baño a su cuarto.

 

¿Hola? ¿Luhan? —respondieron del otro lado.

 

—Xiumin… estoy muy mal… —sollozó todavía con la sensación de vómito.

 

Lu ge, ¿qué pasó? —se alarmó notoriamente su amigo—. ¿Dónde estás? ¿Qué tienes?

 

—Estoy muy enfermo, en mi departamento… Sehun está afuera y no sabe nada… —explicó el ciervo; poco después, las lágrimas comenzaron a abandonar sus ojos—. No quiero que se preocupe por mí, pero necesito a alguien… Por favor, ven, Minseok…

 

Uhh… Está bien —contestó algo indeciso el mayor de ambos—. No estoy en casa, así que puede que tarde un poco. Trata de aguantar tanto como puedas, Lu ge.

 

—Gracias, Minseok.

 

No dijeron más. La llamada se cortó de inmediato, dejando a Luhan un poco más tranquilo, aunque su enfermedad parecía agravarse a cada segundo que pasaba. Sentía que no sobreviviría ante aquella fiebre tan violenta.

 

Por su parte, Sehun tenía su propia molestia y tenía por nombre Jung Soojung o como parecía conocerla todo el mundo, Krystal Jung. La rubia irrumpió mientras hablaba con sus amigos del trabajo y lo arrastró con otros empresarios que ella conocía gracias a la conexión familiar, cortesía de su padre.

 

—Señor Kang, le aseguro que el joven Oh es más que eficiente en su manera de trabajar, está bien preparado para cualquier reto —lo halagaba la elegante chica—. Creo que sería bueno tenerlo en su editorial algún día.

 

—Señorita Krystal, usted bien sabe que siempre recibiremos a quien sea que usted recomiende —dijo el hombre mayor—. Estás muy bien acompañado, jovencito; cuida mucho a nuestra pequeña Jung.

 

A pesar de que la frase había sido dirigida a Sehun, él estaba absorto preguntándose cómo estaría Luhan: si necesitaba algo, si había visto su detalle en la mañana, si lo había disfrutado, si había mejorado… No estaba realmente atento hasta que pudo sentir la mirada del señor sobre él en espera de una respuesta favorable.

 

—Ehh… sí, claro, trabajaré mucho en ello —su tono de voz expuso su nerviosismo.

 

—Me agradas mucho, Sehun, espero estemos en contacto —mencionó entre risas el señor Kang, haciendo que Sehun dudara de lo que recién había dicho—. Los dejo solos, disfruten la fiesta.

 

Cuando Sehun se  disponía a marcharse, pero uno de sus brazos fue rodeado por otro más delgado y ajeno a él.

 

—¿Qué crees que estás haciendo?

 

—Ayudarte —contestó ella—. La mitad de la gente que está aquí la conozco y todos piensan que eres mi pareja, así que compórtate como si lo fueras y tendrás más que un ascenso con Kyuhyun.

 

—¿Qué? —se volteó a verla, extrañado.

 

—¿No lo sabías? Todo esto está hecho para ti —la chica siguió revelando lo que conocía—: aparte de que en un par de días es Navidad, hoy te anunciarán como Jefe de Departamento, por eso era forzoso que vinieras.

 

Impactado, Sehun solamente pudo reaccionar para sacudirse del agarre de la chica al sentir cómo vibraba su celular dentro de las bolsas del pantalón de su traje; cuando vio la pantalla, le dio un mal presentimiento sobre la llamada entrante.

 

—¿Bueno? ¿Xiumin hyung?

 

Hola Sehun —le saludó del otro lado de la línea—. Iré directo al grano: Luhan está muy enfermo en tu casa, me llamó por ayuda, seguramente está muy débil y asustado, no sabe qué hacer…

 

—Pero Luhan…

 

Tienes que decidir ahora, Sehun: o vas tú y cuidas a Luhan como se debe… —advirtió el mejor amigo de su novio— o voy yo y puedes ir despidiéndote de tu relación con él, porque yo lo amo.

 

Los ojos de Sehun se abrieron de par en par y dejó caer su mano con todo y celular a un costado de su cuerpo, atontado por tal confesión por parte de Xiumin; Soojung lo vio derrumbarse por dentro, incluso se molestó por escuchar el nombre de Luhan salir de los labios del rubio, aunque no sabía ni la razón de ello. La llamada de cortó y el incesante «beep» devolvió a la realidad a Sehun poco a poco: tenía una carrera a contratiempo y estaba perdiendo segundos que podían decidirlo todo en su relación. Lo primero que hizo fue buscar con la mirada la salida, moviendo su cuerpo inmediatamente después de hallarla, lo cual Krystal intentó detener al agarrarlo por la muñeca.

 

—¿Estás loco? —espetó la chica, sosteniéndolo firmemente—. Si te vas ahora, vas a perderlo todo, Sehun. Estás a un solo paso de tu ascenso; ¿lo dejarías pasar por Luhan?

 

El chico se volteó, la fulminó con la mirada y se soltó de la manera más brusca que pudo.

 

—Si es por su bien, podría dar mi vida por él —dicho esto, Sehun corrió tan rápido como pudo y se esfumó del salón.

 

Kyuhyun también estaba cerca de allí, viendo la escena; en cuanto la rubia lo interceptó, le llamó la atención.

 

—Joven Cho, tiene que imponerle un castigo a Oh Sehun —pidió con desesperación en la voz.

 

—Claro que lo haré, ésta era su cena de promoción de puesto —le explicó—; aunque eso también le da el derecho de hacer con ella lo que quiera, además entiendo a la perfección que se haya ido.

 

La castaña mirada del empresario se desvió un poco para ver a Sungmin tomar un ligero sorbo de vino.

 

—¿Y eso qué? —exclamó Krystal—. Esto es por la empresa, él--

 

—Está enamorado —afirmó Kyuhyun—: no me interpondré en eso, así que creo que su mejor opción ahora es disfrutar la fiesta, señorita Jung Soojung.

 

Sin pronunciar una palabra más, el jefe dejó a la muda e indignada chica; mientras tanto, Sehun se subió en el primer taxi libre que se le cruzó y dio su dirección, esperando no tardar mucho en el trayecto. Lo malo era que no contaba con que Luhan se hallaba cada vez peor, tendido en el suelo de su propia habitación, a punto de llamarle de nuevo a Minseok por su ayuda; sin embargo, conforme su cuerpo perdía fuerza contra la fiebre, la visión también se le nublaba y comenzaba a cabecear. Obviamente había hecho mal al no confesar su estado de salud. De repente, cuando estaba por desfallecer por su malestar, la puerta del departamento se escuchó.

 

—¿Xiumin…? —susurró para sí mismo.

 

—¡Luhan! —se oyó desde la entrada—. ¡Luhan, ¿dónde estás?

 

—¿Sehun?

 

No le dio ni tiempo de pararse al enfermo dibujante cuando el rubio llegó precipitadamente a rescatarlo a su cuarto; la preocupación desbordaba de sus ojos e intentó mantener la calma.

 

—¿En qué mierda estabas pensando al no decirme que estabas así? —su mano se posó en la sudorosa y ardiente frente del mayor—. Vamos, te bajaré la temperatura.

 

La agonía que tenía Luhan por su enfermedad hizo que no pensara de inmediato, sino que obedeció y envolvió el cuello del rubio con sus brazos para que pudiera ser cargado hasta la ducha del baño sin problemas; ya que el ciervo estaba sentado allí, Sehun abrió la regadera, permitiéndole al agua tibia empapar ambos cuerpos aún vestidos. Aunque se quejó al principio, Luhan se sentía lentamente mejor por dos factores: el agua iba enfriando su cuerpo poco a poco y su novio se encontraba a su lado.

 

—¿Por qué estás aquí? —farfulló luego de unos minutos de silencio—. Estoy bi--

 

—Ni siquiera se te ocurra acabar esa frase, Xi Luhan; no me voy a ir, mucho menos si estás tan mal, no puedo darme el lujo de que sufras así —con el sentimiento a flor de piel y sin darle oportunidad de contestar al mayor, Sehun se acercó rápidamente y acunó aquel fino rostro entre sus manos, dándole un suave y dulce beso bajo la tibia ducha—. Te amo.

 

Los ojos del ciervo se abrieron en señal de sorpresa, procesando esas últimas palabras en cuestión de minutos, sin saber cómo reaccionar o qué responder aunque una parte de él le decía que era muy obvio lo que seguiría de ello. Sus brazos le impidieron al traductor moverse de donde estaba, sin importar que gran parte del agua lo golpeara en la espalda.

 

—Primero entré a tu vida por pura coincidencia, luego quise ayudarte a mejorar tu personalidad, después me enteré de tu verdadera historia y para ese punto, ya no te veía simplemente como el vecino del edificio de en frente: ya eras alguien a quien deseaba proteger y querer sin importar qué; hace poco tuve el valor de confesarme ante ti y he sido tan feliz en todo este tiempo contigo, Sehun… Y me da miedo, pero… —el sonrojado y suplicante rostro de Luhan subió para ver directamente a los ojos al menor, quien estaba algo desconcertado por lo recién dicho— también te amo, Sehunnie.

Notas finales:

¡Beso bajo la ducha dedicado especialmente para Stephi! owo Ojalá te haya gustado, intenté cumplirlo rápida y coherentemente xD

Bueno, quisiera decirles que tengo un JongKey aproximándose porque Ordinary Day está llegando lentamente a su fin ;__; Les diré más la próxima vez (que por cierto, les debo doble actualización por mi ausencia asjdhgflakjdgsa).

¡Hasta la próxima~! ¡Los amo a todooooos!<3


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