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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

JAI(?) xD

Veo que la semana pasada tuvieron una buena respuesta al lemon... Ha de ser que les gustó loool Incluso tengo 13 reviews en un capítulo, eso me puso muy feliz<3

Y gracias a las que me mandaron sus buenos deseos, mi cuello mejoró... luego de tragar pastillas una semana, pero mejoró asdgfasgdlfksajdg xD

Vi que hubo curiosidad de muchas personas por lo que pasó con las parejas secundarias: el ChenMin y el Kray, así que he decidido traerles un especial de cada uno de los shippings *u*

Esta semana le toca al ChenMin<3

Disfruteeeeeeen~ Nos leemos abajo *__*

CAPÍTULO 31


—Xiumin hyung, ¿cuánto tiempo planeas estar así?


—No estoy de ninguna manera, Chen.


Era 30 de diciembre, la tormenta de nieve de hacía unos días parecía nunca haber pasado, aunque a Minseok se lo veía más decaído según sus compañeros de cuarto desde entonces y nadie más que él mismo parecía saber la razón de ello; no obstante, el aceptar una salida a un café con Jongdae había sido lo peor que pudo haber hecho porque el más joven siempre tenía una pregunta para él.


—Mientes —replicó—. Sé que eres serio y todo eso, pero que estés así de callado y mirando a la nada es algo perturbador; hasta Kris hyung me dijo que era raro en ti.


Aunque había estado con el chico de lentes gruesos ese mismo día, Xiumin sabía que la meta del otro era hacer que admitiera lo que había sucedido, al menos externar sus sentimientos por eso.


*


Minseok y Jongdae habían ido a comprar los ingredientes para la cena de Navidad ya que sus otros dos compañeros de cuarto habían salido un par de días antes a un recinto vacacional, dejando a los dos chicos que eran tan distintos viviendo solamente ellos juntos. Ambos regresaban de su pequeña travesía en el supermercado, caminando por las frías calles de Seúl, riendo de los chistes que Chen contaba de vez en cuando y de las respuestas que le lanzaba Xiumin con sarcasmo. Se encontraban a la mitad de su camino en el segundo que sonó el celular del baozi, quien de inmediato se detuvo al ver en el registro el nombre de Luhan; lo escuchó atentamente, sintiendo la frustración y la angustia recorrer sus cuerdas vocales.


No quiero que se preocupe por mí, pero necesito a alguien… —sollozó el ciervo—. Por favor, ven, Minseok…


La oportunidad que el mayor había estado esperando ya se encontraba frente a sus narices: tenía una ventaja sobre Oh Sehun; sin importar las circunstancias, la tenía. Sin embargo, había una cosa que resonaba en su mente en esos momentos. Giró un poco su cuerpo y se encontró a Chen cuidando las bolsas de sus compras mientras él hablaba por teléfono; su mirada no reflejaba nada más que paciencia y comprensión, pero también tenía algo especial codificado en ella, algo que le indicaba a gritos que hiciera lo más correcto.


—Uhh… Está bien —murmuró Xiumin luego de quedarse pensando unos segundos—. No estoy en casa, así que puede que tarde un poco. Trata de aguantar tanto como puedas, Lu ge.


Gracias, Minseok —le dijo Luhan antes de cortar la llamada.


Lentamente, el mayor de ambos dibujantes bajó su celular de su oreja aún sin creer lo que iría a hacer luego de haber hablado con su agonizante mejor amigo; dio unos cuantos pasos hasta quedar al lado de Jongdae y sintió el impulso de culparlo, cosa que hizo mentalmente antes de desbloquear su teléfono móvil y marcar aquel número que tanto problema le causaba.


¿Bueno? ¿Xiumin hyung?


Jongdae notó cierta angustia dentro de las palabras del dibujante de webtoon, por lo que relajó su semblante y se limitó a seguirlo en silencio hasta su departamento apenas colgó la llamada.


*


—¿No sabías que todo eso fue tu culpa? —reclamó el mayor de ambos, casi amenazando al editor.


—¿Y por qué mía? —interrogó el chico de facciones gatunas, dejando entrever su lado más infantil—. No dije nada ni te interrumpí cuando hablabas por teléfono.


—Fue tu reproche mental —replicó—: no eres nada más ni nada menos que un extorsionista mental, Kim Jongdae.


—No lo soy, aunque sólo sé una cosa, hyung —la mirada del menor se posó en la contraria—. Estoy bastante seguro de que no te arrepientes de nada.


Minseok suspiró y evadió los ojos que tanto lo admiraban.


—Pues no, ahora no tiene sentido arrepentirse de nada, porque fui yo el mismo cobarde que se dejó en esta situación, ¿sabes? —explicó con un tono triste—. Luhan siempre fue todo para mí desde que lo conocí y ahora… ahora lo empujo a los brazos de otro hombre.


—No creo que lo estés empujando, Xiumin hyung.


—¿Ah no? ¿Entonces qué crees que hice?


—Creo que simplemente hiciste lo último que pudiste hacer por el bien de ustedes dos —contestó Chen en un estado de calma total—. Dejarlo ir y ser feliz con la persona que más ama; para mí eso es lo más noble que una persona puede llegar a hacer.


—Gran consuelo, Kim Jongdae —el mayor le tomó un gran sorbo a su café, quemándose la lengua de paso; se quejó y después siguió hablando con el dolor latente en la boca—. ¿Y tú cómo sabes todo eso? ¿Acaso estuviste enamorado?


—No lo sé —dijo el interpelado con su sonrisa tan característica.


—¿Cómo que no lo sabes? Si acabas de hablar así —le reclamó Minseok—. ¿Me dijiste cosas sin saber de qué estabas hablando realmente?


—¿De verdad quieres saber la historia completa, hyung? —el mayor asintió, por lo que Jongdae no tuvo de otra más que aceptar a tal petición—. Bien, pero que conste que tú lo pediste.


—Ya dímela, Chen.


—Pues bien: todo empezó cuando yo tenía 17 años y empecé a buscar una opción para carrera; en ese tiempo nada me apasionaba y sentía que nada se adaptaría a lo que yo quería, así que perdí el examen de ese año para la Universidad —los ojos de Minseok se abrieron sorprendidos por tal confesión—. Pero alguien me salvó de ese hoyo en que me había estancado.


—¿En serio? —indagó curioso el mayor—. ¿Quién?


—Es un dibujante de webtoons, leí su trabajo y quedé fascinado con todo lo relacionado a él —continuó Chen, para después beber un poco a su taza—; gracias a eso, me hice el examen para la Nacional luego de quebrarme la cabeza estudiando para el examen de admisión. Incluso gané una beca de intercambio y mi familia entera se mudó conmigo, hasta que se acabó mi periodo de estudio allí, claro.


—¿Y conociste a quien buscabas? —le interrogó Minseok, interesado en la respuesta.


—Eso… —Jongdae respiró profundo y se cruzó de brazos, para luego llevar su índice a la mitad de sus labios, mirando traviesamente al mayor— es un secreto.


—¿Cómo que un secreto? ¿Estás bromeando? —demandó el baozi, pegándole a su acompañante—. ¡Dímelo!


—¡Eso dolió, hyung! ¡Ahora menos te cuento! —el menor parecía a punto de hacer un berrinche.


—No seas tan delicado, Jongdae, ni que te hubiera pegado tan fuerte —le reprimió Xiumin, apretándole un brazo al otro para que no pudiese escapar—. Dímelo, ya.


—Está bien, pero libera mi brazo —en cuanto fue liberado de su agarre, Chen se sobó—. No lo conocí en su tiempo; de hecho pasé años sin saber nada de esa persona.


—¿Sigues esperando a encontrarte con esa persona? —el más joven asintió lastimero—. Vaya… Entonces sí conoces el significado de ser noble, Jongdae.


—Supongo que sí, hyung —murmuró el chico de lentes.


Luego de esa conversación entorno al pasado amoroso de Chen, ninguno de los dos quiso entablar otra plática, ya que los sentimientos de dolor estaban demasiado frescos como para hablar como si nada; ambos siguieron tomando sus respectivos cafés hasta acabárselos. Jongdae se ofreció a pagar la cuenta. Minseok salió primero del local, escoltado de su acompañante. Poco a poco, fueron abriendo de nueva cuenta las líneas de su comunicación, comentando pequeñas cosas sobre lo que comerían ese día y los productos exhibidos en los escaparates. El mayor de ambos sintió cómo cierta parte del corazón del editor se desbloqueaba ante él, siendo que percibía sus mismos sentimientos al no ser correspondidos en el tema del amor; lo que los diferenciaba era la cercanía que tenían con la persona que amaban: él tenía un fuerte vínculo de amistad con Luhan, mientras que Chen ni siquiera tenía una noción de cómo hubiese sido una relación con su persona especial.


De repente sintió lástima por Jongdae. En un impulso de defensa, se acercó a él y lo tomó por el brazo.


—Sinceramente, no tengo ni la más remota idea de si la persona que esperas pueda llegar a corresponderte alguna vez —susurró el chico, asegurándose que sólo Jongdae lo escuchara—; pero de lo que estoy completamente seguro es que es una persona con suerte.


—¿Por qué lo dices, hyung? —dijo el menor, deteniéndose a la mitad de la calle.


—Porque tiene a alguien noble y fiel como tú entregándole sus mejores sentimientos y dando su mejor esfuerzo por alcanzarlo, sin importar el tiempo —le explicó Minseok, mirándolo fijo a los ojos, pese a que la nieve que recién caía podía distraerlo fácilmente—. Espero que pronto puedas encontrar a la persona que tanto has buscado, Jongdae, y no cometas el mismo error que yo de dejarlo ir; lucha por lo que amas, ¿sí?


En tanto los segundos parecían detenerse alrededor suyo, Chen mantuvo firme su conexión con los ojos de Xiumin, sintiendo cómo sus lagrimales se llenaban lentamente de saladas gotas; incluso apretó su codo a sus costillas para sentir más cercana la mano del mayor, temiendo que ese calor se desvaneciera. Fue en ese mismo ataque de pánico que su cerebro le indicó que tenía que asegurarse de no dejar ir al baozi de su lado, así que lo abrazó sorpresivamente.


—Lo haré, hyung, seguiré tu consejo —farfulló el menor contra el hombro contrario, casi sin moverse—. Lucharé por lo que amo y protegeré a esa persona.


—Harás bien, Jongdae —Minseok subió su mano hasta la espalda del chico con lentes y le dio unas palmadas en ella.


—Xiumin hyung… No quiero que esto acabe.


—Entonces no dejes que acabe.


Por un silencioso acuerdo mutuo, ambos chicos apretaron su agarre. Jongdae necesitaba alguien que lo reconfortara, Minseok también quería proteger al joven que estaba frente a él. Los brazos del menor fueron aflojando su fuerza pasados unos minutos más, permitiéndoles continuar su camino a su departamento, ya que el anochecer se acercaba peligrosamente; todo el trayecto, Chen fue pegado al cuerpo de su mayor, a lo que éste sonrió con diligencia. Ahora sentía que ambos tenían un lazo particular y ciertamente especial. Una vez que llegaron a su morada, aventaron sus abrigos, encontrando a la pareja que vivía con ellos viendo unas series en la televisión; para darles privacidad, los recién llegados huyeron a la habitación que compartían y cerraron la puerta. Un par de horas se fueron volando para ambos entre sus trabajos y hobbies, hasta que el menor abrió la boca.


—Hyung… —murmuró mientras se aclaraba la garganta—, a decir verdad, hace unos días conocí la identidad de la persona que tanto había buscado.


—¿Y por qué no lo mencionaste antes? —Xiumin estaba intrigado en ese tema otra vez—. ¿Quién es?


—Una persona muy hermosa por dentro y por fuera, de corazón amable y carácter comprensivo; lamento mucho no haber investigado antes de esa persona e incluso de haberla olvidado en un rincón de mi mente por mis estudios —prosiguió el menor—. Es realmente todo lo que yo había pedido…


Conforme las emociones de Chen iban desplomándose junto con su voz, el mayor se alarmó, por lo que se sentó en el borde de su cama, enfrentando al sollozante editor.


—Jongdae, ¿quién es esa persona? —volvió a cuestionar.


—Esa persona... firmaba sus webtoon bajo el nombre de Xiumin —los ojos del baozi se abrieron como platos al darse cuenta de la realidad—. Eres tú, hyung.


Y casi como un acto reflejo, Jongdae se abalanzó a los labios de Minseok, tomando con cuidado los costados de su rostro e intentando con todas sus fuerzas transmitirle todo lo que sentía a través de su beso. Al inicio, el mayor no supo cómo reaccionar, por lo que se le cruzó por la mente la idea de forcejear hasta liberarse de ese repentino contacto; sin embargo, el objetivo de Chen se logró y pudo sentir el peso de todas sus emociones cayendo en sus labios. Finalmente, Xiumin cerró sus ojos, imitando a su contrario, y disfrutó del beso. Para él era una sensación nueva… No es que amara a Jongdae, pero sentía algo especial por él; probablemente una poderosa empatía. No obstante, pensar eso lo hizo preguntarse algo más: ¿puede sólo la empatía hacerlo corresponder a tales sentimientos?


Lo más seguro es que no, pero justamente en esos segundos no importaba.


Lo único que importaba era el hecho de que un tal chico llamado Kim Jongdae, quien declaraba ser su fan y la persona que lo buscó por tanto tiempo, lo estaba abrazando tiernamente, haciéndolo olvidar el malestar que lo acongojaba desde la Nochebuena.

Notas finales:

Y pues que Chen stalkeaba al bollo sin saber quién era ;uu; ¿No es romántico? loool Al menos Xiumin no estará solo ashgdflksajgdg<3

Por cierto, quisiera preguntarles algo importante: ¿quieren que haya segunda temporada del fanfic o prefieren que nada más haga un epílogo de cada pareja? De hecho tenía idea para una segunda temporada; sería algo melodramática, pero es una idea y depende de ustedes llevarla a fanfic(?) xD

La próxima semana le toca su especial al Kray~ /coftendrálemoncof/ ewe

Espérenlo con amor<3

¡Nos leemos! ¡Los amoooooooooo!<3


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