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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

¡Hey yo, what's up! >3<

Traté de venir lo más pronto posible con este capítulo ashdgfkajshgdajsdg Me trabé en la parte más idiota que pueden imaginarse: decidir un desayuno; así que tienen permiso de echarme todos los reclamos que quieran ;u;

Ya terminé de hacer los especiales de las parejas secundarias, por lo que regresamos a lo normal: HunHan<3

¡A leer! ¡Que lo disfruten! x3

CAPÍTULO 33


La mañana era fría, aunque no tanto como otros días en Seúl; Sehun se removió entre las sábanas, abrazando y besando inconscientemente la espalda de Luhan. Desde que habían hecho el amor por primera vez, los dos jóvenes solían despertar de esa manera: acurrucados, transmitiéndose su propio calor, recordando las mil y un sensaciones que compartieron la noche pasada al entregarse íntima y mutuamente.


Sin embargo, había un detalle que difería de esa mañana, y es que las vacaciones se habían acabado para Sehun.


—Lu… —susurró el menor sobre la piel del otro—, no quiero ir a trabajar…


—Ahh… Tienes que hacerlo, Sehun —respondió un adormilado Luhan—; si te despiden por llegar tarde en tu primer día después de vacaciones, te mataré.


El ciervo ya empezaba a desprenderse del agarre del traductor, se estiraba y se tallaba los ojos para avivar sus sentidos, haciendo que Sehun le imitara.


—Hyung… quiero quedarme contigo… —el rubio creía que por usar su tono tierno e infantil de voz, convencería a su novio—. Si quieres podemos hacer más de esas “cosas divertidas”…


—¿No tuviste suficiente de “jugar” toda esta semana? ¿No te has cansado ya? —por respuesta, la cabeza del menor se acurrucó en el hueco de su desnudo hombro, haciéndole cosquillas desde el cuello hasta la cara; el dibujante se removió y quiso empujar al causante de sus risas, pero éste lo tenía abrazado a él—. ¡Hey, Sehun, no hagas eso! ¡Sehun! ¡Sehun!


—¿Y qué hay de una pequeña ronda antes de irme a trabajar?


—¡Olvídalo!


—Pero, hyung —los ojos de Sehun se dirigieron al reloj de su habitación—, todavía hay tiempo de sobra.


—¡Oh Sehun, tú…! —la intención de Luhan era regañar al interpelado por su comportamiento de doble sentido y descarado; sin embargo, el puchero que puso el rubio terminó por destrozar su voluntad—. Bueno, ¿qué más da?


Guiado por los brazos de su novio, el dibujante se posicionó sobre él para besarlo con vehemente pasión, la cual fue correspondida sin más reparo. Como la noche anterior también habían hecho el amor, no tenían que despojarse de nada de ropa, lo que hizo el proceso más fácil. Entre abrazos y masajes sugerentes, los dos chicos pudieron sentir que sus erecciones dolían a falta de atención, aunque no sería un problema complicado por resolver: Sehun apoyó la espalda de Luhan contra la cabecera de su cama y se puso entre las piernas del mayor, las cuales de inmediato se envolvieron en su cintura, para después colocar la punta de su hombría en el estrecho ano del dibujante.


—Ya voy a entrar, hyung —avisó, pues le pareció mejor anticiparle aquel momento para que Luhan se preparara mentalmente a la invasión que sufriría.


—Hazlo, Sehunnie —pidió el mayor, sumergido en placer.


Casi como la primera vez, el cuerpo de Luhan pareció querer rechazar el erecto miembro del menor enterrándose en su interior, pero su mente le impidió hacerlo a través de espasmos que lo hacían aferrarse a su amante. Con una mano apoyada a la cabecera y otra sosteniendo las caderas del mayor, el rubio comenzó a dar estocadas que resonaron por la habitación y aceleraron conforme los minutos se lo permitían; la manera en la que el dibujante se removía frente a sus ojos no hizo nada más que llevarlo a un éxtasis inimaginable: sus cabellos cobrizos empapados en sudor, gemidos sin igual saliendo de aquella rosada y fina boca, los ojos de color avellana reflejando todo lo que tenía delante suyo… Justo como el día que lo conoció, pensó que era la criatura más hermosa que jamás hubiese visto.


—Te amo, Luhan —susurró sobre los labios del mayor, antes de correrse.


—También te amo —respondió el otro entre besos, poco después de esparcir su esencia en su propio abdomen—; ahora ya cumplí con lo que querías, tienes que ir a trabajar.


—¿Y si aún no quiero?


Sehun se tiró sobre las sábanas como si fuera un pequeño niño haciendo berrinche por no levantarse; mientras tanto, Luhan agarró una toalla que se encontró aventada en el escritorio del menor, cubriendo su desnudo y manchado cuerpo.


—Si ese es el caso, a ver con quién pasas las noches.


El dibujante le había hecho claramente una amenaza sobre quitarle sus sesiones sexuales y aunque pensó fugazmente en recurrir a la masturbación, recordó lo bien que se sentía hacer el amor con Luhan. Oh no, eso sí que no se lo quería perder.


—¡Me bañaré primero!


Era obvio que la amenaza del ciervo había sido efectiva, así que sonrió satisfactoriamente cuando escuchó a través de la puerta del baño el agua de la regadera cayendo junto con las maldiciones de Sehun por ser tan susceptible a las órdenes de su novio; Luhan fue a ponerse un pants y una playera sencillos para ponerse a hacer el desayuno rápidamente: un pan francés con manzana, plátano y miel. Cuando apenas acababa de servir el café de Sehun, éste apareció aun acomodándose la corbata de su traje del día; sin embargo, como el dibujante vio tenía problemas para enderezarse la pequeña prenda, decidió ayudarlo. Con una sonrisa, se acercó al menor y tomó en sus manos el asunto.


—Si sigues así, terminarás por deshacerla —le indicó con una voz dulcísima, recibiendo un beso en la frente—. Deberías aprender ya a hacerte bien la corbata; parece que las haces a ciegas y en medio de un ataque de epilepsia.


—Entonces tú te encargarías de vestirme todos los días —dijo seductoramente el menor al oído.


Con todo y sus nervios, Luhan sólo atinó a besar la mejilla de su novio espontáneamente antes de separarse de él.


—Ve a desayunar.


—Quisiera que tú fueras mi desayuno, hyung…


—Ya tuviste suficiente de mí por una mañana, Sehunnie —el mayor sonrió, le tomó una mano y lo condujo al mesón de la cocina—. Ahora, come.


El rubio echó la cabeza hacia atrás, abandonó su contacto físico con Luhan y prosiguió a engullir gustoso el pan que tenía frente a él. Intercalando su café y los bocados de pan, poco a poco fue Sehun vaciando su plato, dándose el lujo de dedicarle miradas amorosas y juguetonas al mayor, quien le correspondió con satisfacción a cada una de ellas. Cuando el más joven terminó su desayuno, miró al reloj de su sala tan sólo para comprobar que iba atrasado al trabajo, por lo que tomó el sobrante de su café de un solo trago, besó a Luhan como despedida, agarró su portafolios preparado y salió por la puerta como un rayo; luego de bajar por el ascensor con un poco de ansiedad acumulándose en él, se apresuró a la calle para pedir un taxi afuera de su edificio, indicándole al chofer su lugar de trabajo. Ni bien se detuvo el auto frente la editorial, el chico pagó y se bajó, corrió hasta el elevador de la empresa y se dirigió directo a su Departamento; de inmediato, fue recibido por sus colegas.


—¡Sehun, que bueno que llegaste ya! —exclamó Donghae, interponiéndose en el camino de Sehun, abrazándolo—. Todo este tiempo que te fuiste fue una locura por aquí.


Al no tener Sehun aliento suficiente para hablar, Eunhyuk se metió en la conversación.


—Donghae tiene razón: la chica de EFFEX hizo un alboroto por toda la editorial después de Navidad, te buscó por todos lados y se calmó hasta que Kyuhyun le dijo que tendrías unas vacaciones —le explicó.


—¿Soojung… sabe que… vendría hoy? —alcanzó a preguntar el rubio con su respiración agitada.


—Ahh… No sólo lo sabe, está justo detrás de ti —con miedo, Donghae soltó a su menor.


Sehun recobró el ritmo de sus respiraciones para que pudiese confrontar a la joven Jung sin parecer patético en cierto modo, volteó su cabeza lo suficiente para atisbar a la furiosa muchacha; después, aventó sus cosas en el escritorio y se encaminó a la entrada de su Departamento para ponerse frente a Soojung.


—Conque te dignaste a pasar por aquí —escupió con rabia la chica—. ¿Y? Dime: ¿cómo estuvieron tus vacaciones con Luhan?


—La que debería dejar de dignarse a venir por aquí deberías ser tú —el rubio se recargó en el marco de la puerta y la miró casi como una amenaza—. Y mis vacaciones, ¿de verdad quieres saber cómo las pasé?


—Por favor, presúmeme de lo mucho que te divertiste con ese… chico —espetó la rubia cruzándose de brazos.


—¿Quieres lujo de detalle? —insinuó Sehun con una pequeña sonrisa socarrona, dándose cuenta que su ex no tenía ni idea de a dónde se dirigía la conversación, además que ella le dio una señal de que le daba lo mismo saber los pormenores o no—. Pues, en realidad Luhan enfermó el día de la cena, así que fui a cuidarlo como el buen novio que soy; le di el tratamiento que pensé sería correcto debido al tiempo y las circunstancias, pasamos todo un día de compras en el mercado, vimos películas y… ¡ah, casi se me olvida! Desde Navidad e incluso hoy, todos los días hicimos el amor.


Krystal no estaba poniendo mucha atención a lo que le decía Sehun, pero esas últimas palabras la hicieron despertar de su trance de enojo para pasar a un episodio de incredulidad e ira.


—¡¿Qué?!


—Tal como lo escuchaste: hicimos el dulce, dulce amor durante poco más de una semana —la sarcástica y cínica sonrisa que puso el joven Oh, hizo que la muchacha se saliera de sus casillas—. ¿Sorprendida?


—¿Acaso me estás tomando el pelo? —soltó con odio—. No has sido novio de ese chico por mucho tiempo y ya hiciste el amor con él, pero conmigo duraste cuatro años y nunca pudiste tocarme; ¿estás bromeando, Oh Sehun?


—Para nada.


En eso, el celular de la exasperada chica comenzó a vibrar.


—¿Y ahora qué? —gritó, respondiendo sin ver el registro de la llamada—. ¡¿Qué?! Oh, eres tú, Brad… No, mi amor, estoy arreglando algo importante ahora. Sí, del trabajo. Te llamaré cuando llegue a casa. Adiós.


Soojung, por darse vuelta y olvidar que Sehun tenía un nivel intermedio de inglés, ignoraba que él había oído esa plática.


—Eres una mentirosa, ¿sabes? —apuntó, confundiendo a la despistada chica—. ¿“Mi amor”? ¿“Algo importante”? ¿“Del trabajo”? Me parece que alguien estuvo coqueteando a espaldas de su novio.


—Ojalá eso fuera una verdadera amenaza —se burló Krystal, haciéndole una mueca al chico.


—Puedo hacer que lo sea —dijo él—. Imagínate esto: Luhan y yo, unos encantadores chicos, cuya relación es desconocida para tus amigas, llegan a seducirlas solamente para pedirles un par de detalles de Brad; quizás su teléfono, su correo… no sé, lo que tú quieras.


—No lo harías — advirtió la rubia.


—¿Apostamos?


La firme mirada de Soojung tenía la intención de hacer estallar a Sehun en miles de pedazos, pero eso se tendría que quedar en su imaginación, porque la amenaza del rubio era bastante real. Con un movimiento de cejas, el chico se declaró ganador indirectamente.


—Te odio —enunció la menor de ambos.


—Te recuerdo que tú fuiste la que se acercó a mí —dijo el traductor.


—Déjame en paz.


Sin pronunciar una palabra más, Soojung se dio la vuelta y caminó por los pasillos hecha una furia viviente; de seguro Sehun no tendría problemas de su parte jamás. Victorioso, el rubio giró sobre sus talones, sólo para darse cuenta de que todo el Departamento de Traducción había estado presenciando su discusión con la muchacha, aunque al parecer no habían puesto atención en los detalles de su vida sexual; al dar un simple paso, comenzó a recibir halagos de sus compañeros y fue alabado por habérsele confrontado a la gran Jung Soojung. Sí, por unos segundos pasó por su mente la posibilidad de quedarse sin trabajo en las editoriales de Corea; pero el escuchar cuánto apoyo recibía nada más de personas de su misma empresa, se sintió seguro de nuevo.


Y es que era definitivo: el Oh Sehun que amaba a Jung Soojung con locura, se había ido para siempre y para bien.


No más miedos, no más resentimientos, no más inseguridades; si quería hacer algo, lo haría sin dudarlo.


Sin embargo, lo único que Sehun deseaba para ese día era terminar su jornada laboral para llegar a casa y ser consentido por Luhan.

Notas finales:

Estos chicos prueban el sexo una vez y ya se creen conejos inmortales(?);;;

Ya que, más fanservice xD

No más Krystal significa no más problemas; todo porque Sehun le puso un alto como todo un macho ashjdgfkajshfda *u*  

Bueno, ahora va lo serio /llora/ :c

Con este capítulo, hemos llegado a las últimas publicaciones de Ordinary Day, ya que sólo pasarán dos capítulos más y esto se habrá acabado ;___; Me parte el corazón, pero todo inicio tiene su fin, supongo :c

Y con esto anunciado, tengo que decirles también que he decidido hacer un epílogo por cada shipping a forma de segunda temporada para todas las que me lo habían pedido >__<

También se viene un JongKey que será totalmente diferente a este fanfic... Si les gusta el shipping, por favor, esperen con mucho amor la historia de Dealers<3

Pues... nada(?). Las estaré esperando la próxima semana con el penúltimo capítulo de este fanfic ;uu;

¡Los amo! ¡Gracias por las +39,000 vistas y 202 comentarios!<3


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