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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!! *u*

¿Se la pasaron bien en compañía de sus seres queridos? Espero que sí

Bueno, tengo un anuncio importante que hacer en notas finales, así que les dejo el capítulo para que lo disfruten ;uu;

¡A leer! >3<

CAPÍTULO 34

 

«Kyungsoo hyung siempre fue cuidadoso con los detalles», pensó Sehun mientras estaba sentado en la sala del departamento Kim-Do esperando a que la pareja llevara algunas bebidas a la sala.

 

—Todo se ve bien cuidado, ¿no? —comentó Luhan.

 

El mayor de ambos se inclinó hacia el oído de Sehun para hablarle, pero las miradas de ambos estaban perdidas en el espacio tan pulcro en que se encontraban. Sentados frente a ellos, Chanyeol y Baekhyun hacían algo similar: veían algo que les llamaba la atención de los cuadros o las fotos que tenían las paredes y comentaban entre murmullos sus pensamientos.

 

—Justo estaba pensando en eso —respondió Sehun a lo dicho por su novio.

 

—Ya volvimos —anunció Kyungsoo siendo seguido por Jongin; sus amigos invitados voltearon como si los hubieran atrapado en medio de una travesura, lo que hizo reír al pelinegro—. ¿Qué les pasa a ustedes? ¿Qué hacían?

 

—Nada de nada —dijo de inmediato Baekhyun, extendiendo su mano al vaso con limonada que le ofreció el joven Do.

 

—Pues tienen cara de haber roto algo.

 

—Bueno, no sé si Chanyeol y Baekhyun piensen lo mismo, pero… —comenzó a explicarse Luhan— la verdad es que su departamento es… ¿resplandeciente?

 

—¿Resplandeciente? —enfatizó Jongin en tanto le daba la última bebida que le quedaba a Sehun.

 

—Quizás no resplandeciente como tal, sino que tiene cierta energía —siguió explicándose el ciervo.

 

—Ahh, ¿como el Feng Shui? —Chanyeol intervino para sorpresa de todos los presentes, obteniendo un leve asentimiento del chino—. De algo me sirvieron tantas pláticas con mi madre sobre eso.

 

—Si yo hubiera sido tú, aunque fuera mi madre la que estuviese hablando, lo hubiese anotado en mi libreta de «Cosas que no me importan» —bromeó Sehun antes de beber un poco de su limonada fría, ganándose las risas de algunos de los invitados.

 

—Sí, tienes razón —el más alto lo vio con unos ojos inexpresivos, justo como lo hacía cada que quería matarle el chiste a alguien o algo—: eres un mocoso insolente, claro que lo hubieras hecho.

 

—No se lo reproches, Chanyeol —mencionó Kyungsoo—; es culpa de Jongin por haberlo hecho así.

 

La risa del moreno se detuvo en seco cuando parecía no poder detenerse.

 

—¡Claro que no, hyung! Ese chico era cínico y directo antes de conocerme —reclamó el acusado sin importarle la opinión del menor de todos—. ¡Desde la secundaria ha sido un engendro del mal!

 

—¿A quién le dices «engendro del mal», niño oscuro? —replicó el menor de todos, haciendo que todos en la sala rieran sin parar, a excepción de Jongin.

 

—Aquí el niño eres tú, pequeño insolente —finalmente, Jongin sonrió divertido.

 

Luego de ese conflicto infantil, los seis chicos se pusieron al día sobre sus actividades: Chanyeol y Sehun se enteraron del cambio de trabajo de su amigo y ex compañero de piso; Baekhyun le comentó a Luhan lo bien que iban las visitas al webtoon que publicaron juntos y también le dijo que un amigo suyo se había mudado con Xiumin. Mientras los chicos contaban sus anécdotas, Sehun inconscientemente fue dejando su lado entre el cuerpo de Luhan y el suyo, como si esperase a que el dibujante la tomara y le hiciera mimos; minutos después, aquella suposición se hizo realidad: el mayor de ambos buscó algo con qué entretenerse y agarró la mano de Sehun sin darle mucho crédito a ello, comenzando a acariciarle cada porción de piel que se encontraba. Ninguno de los dos supo que casi simultáneamente, Kyungsoo dirigió su mirada hacia ellos. El pelinegro le susurró a su prometido lo que acababa de ver, haciendo que Jongin observara la manera en que Sehun sonreía en tanto se recargaba instintivamente hacia su hyung favorito.

 

Entonces, un pequeño plan se le ocurrió a la macabra mente de Kim Jongin.

 

—¡Ah, cierto! Casi lo olvidaba —mintió, levantándose de su lugar hacia la mesa del comedor—. Es hora de darles las invitaciones a la boda.

 

—¿Ya las tienen? —interrogó Baekhyun para obtener un asentimiento efusivo del moreno.

 

—Jongin, ¿qué rayos haces ahora? —le farfulló Kyungsoo.

 

—Sólo sígueme la corriente, hyung —su sonrisa pícara hizo que el pelinegro declinara a su petición—. Se las queríamos dar en persona para poner el número de gente que irá en la invitación; no queremos gente colada en la fiesta.

 

—Muy listo, Jongin —apuntó sarcásticamente Sehun.

 

—La verdad es que sí lo soy —corroborando que la unión de manos entre Luhan y Sehun no se había deshecho, el joven Kim continuó con su movida—. Chanyeol, Baekhyun, les daremos la invitación a los dos ya que son pareja y están viviendo juntos.

 

—Ohh, eso es práctico; ¡gracias! —exclamó Byun.

 

—La boda será el 24 de agosto, ¿quieren que consideremos a alguien más aparte de ustedes dos? —preguntó el moreno.

 

—No creo que Baekboom quiera ir a una fiesta de alguien que no conoce bien —razonó el dibujante pelirrojo—; ¿qué dices tú, Yeol?

 

—Le preguntaré a noona y a mis padres si quieren ir, les encantaría ver cómo Jongin se casa —respondió el gigante.

 

—Avísame si aceptan para que les dé a ellos una invitación —le pidió el menor de los prometidos—. ¿Y tú, Luhan? ¿Quisieras llevar a alguien de tu familia?

 

Kyungsoo finalmente comprendió lo que su novio quería hacer luego de ver el desconcierto en la cara de Sehun y Luhan, así que se incluyó en el plan sin avisar.

 

—Ahh… que Luhan no tiene con quién ir, ¿cierto? —apuntó el pelinegro—. Y supongo que Sehun tampoco; Jongin, tenemos que incluirlo en la invitación de su familia.

 

—P-p-pero yo podría acompañar a Luhan hyung —reclamó el nervioso maknae.

 

—¿Seguro, Sehun? —Jongin se estaba preparando para romper el autocontrol de su amigo—. Es que me dijiste tantas veces en el pasado que Luhan hyung no te agradaba que no quisiera hacértelo incómodo para ti, además creo que hyung también querría pasar tiempo con--

 

—¡Luhan hyung y yo estamos saliendo, ¿está bien?! ¡Quiero ir con él a la boda, así que dame dos pases, Kim Jongin!

 

Ante la explosión del rubio, todos en la sala se quedaron estupefactos, en especial Luhan. Una vez que Sehun reaccionó y razonó lo que acababa de decir, un violento sonrojo se estacionó en sus mejillas y cubrió su boca; volteó a ver a su novio tan solo para comprobar que estaba con la cara tan roja como la suya. Sus ojos luego se dirigieron a sus amigos, que sonreían juguetonamente antes de estallar en risas y decir cosas como «¡lo sabía!», o «era obvio», o «con razón Sehun se veía bastante cómodo al lado de hyung». Fue sólo que escuchó el comentario de Baekhyun y Kyungsoo de sus manos entrelazadas que se dio cuenta de cómo agarraba la mano de Luhan, por lo que tuvo que rendirse a las afirmaciones, riendo y cubriendo su rostro con su mano libre.

 

—¡Felicidades! —gritó Chanyeol antes de pararse y darle palmadas en la espalda a Sehun.

 

—Gracias —nervioso, Luhan apretó su mano contra la de su novio.

 

—Ahh, ¿era necesario hacer todo este escándalo? —dijo Sehun, todavía sonrojado.

 

—Si no era así, nunca lo habrías admitido —le explicó Kyungsoo—; nos da alegra saber que eres feliz, Sehun.

 

El interpelado tomó con un poco más de fuerza la mano de Luhan y acarició el dorso de ésta, llamando la atención del mayor; ambos se vieron por unos segundos que les parecieron eternos, llenos de vergüenza por cómo se había confirmado su relación, pero realmente contentos por estar juntos. La invitación para la boda les fue entregada luego de que se calmara todo el revoloteo que se había causado. En cierto punto de la conversación que le siguió a ese suceso, Jongin se levantó y le pidió a Sehun que lo acompañara a la cocina; ya que el mayor de los dos se cercioró que nadie los escuchara, habló.

 

—Con que Luhan, ¿eh? —el rubio se sonrojó y ocultó su sonriente rostro tras sus manos—. Si me hubiese quedado con la impresión de la primera vez que se hablaron, juraría que es mentira.

 

—Lo sé: no ha pasado mucho tiempo, pero nos hemos tomado un cariño muy especial y fuerte —mencionó Sehun—. No me gusta mucho admitirlo, pero… gran parte de nuestra relación la hiciste tú, Jongin; así que… gracias, supongo.

 

—No hay nada que agradecer: la naturaleza es sabia —se mofó el moreno, trayéndole una duda a la cabeza—. Y hablando de naturaleza… Ustedes dos ya…

 

Con un ligero ademán, Jongin le hizo comprender a Sehun si ya habían intimado; el menor sintió que su cara no aguantaría más color que el que ya tenía.

 

—P-pues… sí.

 

—Dios, los niños crecen tan rápido —dijo el joven Kim, abrazando a Sehun como si fuera un pequeño y le revolvió el cabello—. ¿Y cómo fue? ¿Todo bien en tu primera vez? ¿Él también era virgen? Espera, ¿lo preparaste bien?

 

—Eres un maldito curioso, Jongin… pero fue genial, fue la primera vez de ambos —explicó divertido el más joven—. ¿Y qué es eso de “preparar”? ¿Dices un show de striptease o algo por el estilo?

 

—Oh Sehun, tienes un largo camino por recorrer en esto del sexo —indicó Jongin.

 

Por unos minutos, el más joven estuvo aprendiendo de Kim Jongin lo que éste consideró útil para su recién estrenada vida sexual, saliendo de la cocina quizá más confundido de lo que había estado jamás.

 

Cuando el ocaso se hizo presente, Chanyeol apagó las luces del departamento, Baekhyun y Luhan llevaron un pastel a la mesa donde Jongin y Kyungsoo reían y aplaudían, Sehun prendió las velas que decoraban el postre; al unísono, los invitados de la pareja comprometida cantaron «Feliz Cumpleaños» para ellos; una vez acabada la canción, ambos soplaron el fuego de las velas hasta extinguirlas y también partieron el pastel juntos. Cada 13 de enero era así, puesto que Kyungsoo cumplía años el 12 y Jongin, el 14.

 

Al anochecer, los invitados partieron en su vuelta a casa, dejando a los enamorados prometidos solos para su propia celebración; Chanyeol y Baekhyun se fueron en el auto que recientemente habían comprado los dos con sus ahorros, ofreciéndoles a Sehun y Luhan llevarlos, aunque estos declinaron. Entonces quedaron en medio de la calle, con vientos fríos y una ligera nevada; cuando el dibujante tembló por la baja temperatura, el rubio le puso el abrigo que tenía él encima. Fuertemente agarrados de la mano, se colocaron en el borde de la calle para tomar un taxi hacia su departamento, llegando en cuestión de minutos. En el ascensor, Sehun abrazó al dibujante por la espalda en tanto le dedicaba cumplidos y palabras amorosas al oído, haciendo reír constantemente al otro; al llegar a su piso, el rubio condujo al dibujante por el pasillo hasta el final, besándolo necesitadamente apenas abrió la puerta de su departamento: no podía esperar ni un segundo para consentir a su hyung. Cerró la entrada principal tras de sí, ambos se quitaron los zapatos solamente con asistencia de los pies; después, Sehun alzó en brazos a Luhan y lo cargó hasta su habitación. El ciervo no supo hacer otra cosa más que reír y aferrarse al cuello de su novio. Las caricias de Sehun, repartidas por sus frías manos, estremecían al mayor y lo hacían apretujarse más y más al cuerpo contrario.

 

No tardaron en darse cuenta que sus pantalones sofocaban inútilmente sus erecciones y que la ropa les parecía muy estorbosa en aquel momento.

 

—Sehun, ya quítate esto… —alcanzó a decir el chino entre gemidos, agarrando por el borde inferior el suéter que llevaba el interpelado.

 

—Como desees, Lu —contestó el menor seductoramente.

 

 El rubio se irguió para despojarse él mismo de toda la parte superior de su ropa, quedando con el torso completamente desnudo, el cual no tardó en ser acariciado por la punta de los dedos del joven Xi; las traviesas manos del traductor no tardaron en quitar la camisa que llevaba el dibujante, así como tampoco vacilaron en recorrer toda la piel que quedó expuesta tras ello para proseguir a desabrochar y jalar los pantalones del menor hacia abajo. Sin parar de besarse, los pantalones y la ropa interior de los chicos fueron quitados con habilidad, siendo arrojados al piso al azar.

 

Como cualquier otra vez, Sehun se alistaba para penetrar al mayor; sin embargo, el chico se separó de Luhan para buscar algo de su ropa perdida, extrañando mucho al ciervo. Cuando regresó, tenía un pequeño frasco que parecía ser bálsamo labial, pero más ancho.

 

—Jongin dijo que con esto no dolería tanto —reveló el menor en tanto abría el pequeño contenedor y esparcía un poco de la sustancia que tenía dentro en dos de sus dedos—. Espero haberlo entendido bien.

 

Pícaramente, Luhan lo atrajo hacia sí, sin saber que los dígitos del menor se ensartarían en su entrada para lubricarla bien con lo que fuese que se hubiese disperso en ellos anteriormente: simplemente se dejó llevar por la agradable sensación que le daban los movimientos en tijera de los dedos de Sehun. Juntando eso y el hecho de que el rubio besaba cuanta piel le encontraba, hizo que la experiencia aumentara cien veces en placer.

 

—Ahh… Creo que… ¡ahh! Creo que… sabes bien… qué hacer, Sehun… —exclamó el mayor tratando de ahogar por unos momentos sus jadeos y gemidos—. Aprendes muy… ¡ohh! ¡Rápido!

 

Incitado por el creciente goce de su novio, el traductor continuó su labor manual; después de un rato, metió su miembro dentro de Luhan, empezando a hacerle el amor apropiadamente. Extrañamente, le pareció que el dibujante disfrutó mucho más del sexo esta vez que en ocasiones previas.

 

¿Será que Kim Jongin siempre tiene razón en cuanto a relaciones se refiere? 

Notas finales:

¡Hola de nuevo(?)! xD

Ahora sí: como lo sabrán /o imaginarán/, a este fic sólo le falta un capítulo por publicar y será el fin... Y como soy muy quisquillosa, quiero publicarlo hoy mismo junto con una sorpresa; así que por ustedes, mis amados lectores, me apresuraré a hacer el último capítulo como su regalo de Navidad de mí para ustedes ;uu;

¡LOS AMOOO! ¡Gracias por todo! Nos vemos en un rato~


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