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Ordinary Day por Kang Ji Hye

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Espero que estén todos bien... porque yo no ;u;

Bien... esto es algo incómodo puesto que es el último capítulo y... les contaré...

Mi plan inicial era escribir como loca el 25 de diciembre y tener terminado el fic en plena Navidad, pero sucedió algo que se llama "depresión cuando un escritor acaba su fanfic". Es horrible, créanme; sigo en negación y ya tengo tres días haciendo este capítulo... :c

En fin, no los aburro más y les dejo disfrutar lo último~

¡A leer!<3

CAPÍTULO 35

 

El jardín parecía tener un pasto perenne, flores que nunca se marchitaban y vientos templados en calma. Había niños vestidos con sus mejores ropas corriendo alrededor de todas las mesas bien colocadas y ordenadas, algunos adultos platicaban a la par que vigilaban que no tiraran ni dañaran nada. Aquellas personas ignoraban inconscientemente a un intruso que se acercó al gran pastel a robar una mínima porción del merengue de éste con su dedo índice; luego de lamer su pequeño hurto, vio hasta arriba las figuras que adornaban el magnífico postre y le pareció que algo no cuadraba, así que empujó una hacia abajo hasta que quedara más baja que la otra.

 

—Listo, es más realista —sonrió.

 

—¡Sehun! ¿Qué haces aquí? Tienes que ir con Jongin al lobby a recibir a los invitados y… —la mirada castaña del hablante se desvió para ver lo que recién había hecho el rubio—. ¿Acaso… bajaste a Kyungsoo?

 

Con un rostro lleno de culpabilidad y ganas de negarlo todo, Sehun se quedó inmóvil. Se vieron el uno al otro, tornaron su atención a los muñecos del pastel, volvieron a mirar al otro y rieron levemente por lo satírico que resultaba aquello; luego, se besaron fugazmente y, cuidando que no se arruinara su elegante traje, Sehun corrió para encontrarse con su mejor amigo, dejando a Luhan con Yifan para que hablaran.

 

La vida es caprichosa y, para probarlo, los caminos de todos los allegados de nuestra pareja protagonista terminaron de cruzar sus caminos en diversas formas.

 

Kim Jongin fue rápidamente ascendido a maestro de baile contemporáneo en la Academia en la que trabajaba, conociendo ahí a un joven apasionado y curioso de nombre Zhang Yixing, con quien fácilmente entabló una buena relación, provocando que Do Kyungsoo y Wu Yifan murieran de celos en las primeras semanas que se conocieron. Kyungsoo, a su vez, se encontró con la sorpresa de que Kim Minseok había decidido tomar unos cursos de cocina los fines de semana en la misma clase que él, siempre acompañado de un agradable chico llamado Kim Jongdae, haciéndose buen amigo de ambos. Park Chanyeol estaba navegando por internet cuando encontró un webtoon que se titulaba «Fly High» y le gustó tanto que se puso en contacto con el autor, quien le contestó gustoso y dieron inicio a una amistad online; cuando Chanyeol le comentó a Byun Baekhyun lo bien que se llevaba con un dibujante apodado «Kris», surgió a tema que el pelirrojo ya se lo había encontrado anteriormente, por lo que no les costó nada ir a visitarlo a su departamento para pasar un buen rato juntos y conocer a Yixing, Xiumin y Chen.

 

Ahora, en 24 de agosto, están todos reunidos en la boda de Kim Jongin y Do Kyungsoo.

 

—¿Entonces tu nombre es Huang Zitao?

 

Literalmente, estaban todos reunidos.

 

—Sí, mucho gusto —respondió el ojeroso chico—. Aquí en Corea me llaman simplemente «Tao», soy practicante en el consultorio en donde trabaja Kyungsoo hyung; somos bastante cercanos, así que hoy me pidió ser su padrino de boda.

 

—¿Y tu nombre es Suho?

 

—Ehh, no, creo que hubo un malentendido —el chico se rio por lo bajo—: mi nombre es Kim Joonmyun, pero me dicen «Suho»; soy padrino de boda y jefe de Kyungsoo.

 

Yixing, que había sido elegido como padrino de boda de Jongin junto a Sehun y Chanyeol, acababa de encontrarse y presentarse con dos chicos que había reconocido como los dibujos que había hecho con su novio en un parque casi un año atrás. Cuando se lo encontrara en la fiesta, tendría que decirle de inmediato; mientras, quizá lo más apropiado para él en ese momento es ir a ayudar a Jongin, Sehun y Chanyeol a recibir a los invitados.

 

Baekhyun estaba solo con Kyungsoo en una habitación aparte debido a que Lay había decidido robarse a los otros dos padrinos, por lo tanto, al pelirrojo le tocó aguantar la crisis emocional del novio Do. El pelinegro parecía estar muy feliz y tranquilo desde que despertó hasta que lo arreglaron con su smoking blanco, incluso en el viaje al jardín donde se efectuaría la celebración; sin embargo, las emociones de los últimos minutos precedentes a la boda estaban cobrando la cordura de Kyungsoo, ahora dependía de Baekhyun para que lo calmara.

 

—Byun Baekhyun, ¿qué carajo voy a hacer? Estoy a punto de casarme, pero no sé, tengo el presentimiento de que algo saldrá mal —se quejó el pelinegro, yendo de un lado a otro en la pequeña habitación especialmente preparada para el novio—. ¿Y si Jongin me deja plantado en el altar? A lo mejor ya vio a una de mis primas en la recepción y le está coqueteando en este preciso momento: él solía ser un playboy

 

—¿Te acabas de escuchar, Kyungsoo? Jongin «solía», del verbo «ya-no-lo-es-y-tú-deberías-relajarte» —cruzado de brazos, el pelirrojo estaba incrédulo de la suposición que había hecho su amigo—. Solamente son los nervios prenupciales, ¿no te contó tu madre de ellos?

 

—No juegues conmigo ahora, Byun —le advirtió Kyungsoo; luego, echó bruscamente su cabeza atrás y la cubrió con sus manos—. ¿Sabes qué? No puedo con esto.

 

—¿Qué?

 

—No, no puedo… Me iré ya —declaró el pelinegro con un tono de voz más tembloroso que decidido—. Dile a Jongin que enfermé o que me dio un paro cardíaco o algo.

 

—Debes estar bromeando, Kyungsoo; ¡eras tú el que estaba aterrorizado de ser abandonado hace unos segundos! Además, el que ya no puede con esto soy yo —el dibujante se acercó al alterado novio y lo tomó firmemente de los hombros, estableciendo a la fuerza un contacto visual entre ellos—. En unos minutos, cuando el ministro de boda diga que es hora de pasar al jardín, tú vas a salir y te vas a casar con Kim Jongin porque ustedes se aman más que cualquier otra pareja en todo este universo, ¿entendiste?

 

—Creo que sí… —susurró Kyungsoo algo atemorizado por el severo tono que había tomado Baekhyun.

 

—Eso es lo que quería oír —exclamó el pelirrojo con una sonrisa de oreja a oreja—. Ahora sentémonos a esperar el gran momento.

 

Con miedo de rechistar, Kyungsoo simplemente obedeció a lo que le pidió su acompañante; se perdió en su mente unos minutos y pensó mejor las cosas que dijo, dándose cuenta de sus irracionales nervios: era el día de su boda, nada malo podría pasar. Si de pura casualidad algo fuera a salir mal, seguramente Baekhyun se aseguraría de arreglarlo.

 

—Sehun, él es Lee Taemin, mi primo —Jongin arrastró a su mejor amigo hasta el podio de discurso, presentándolo con un chico pelinegro que se parecía mucho al moreno—. Será el ministro de la boda.

 

—Mucho gusto, soy Oh Sehun —se presentó el menor haciendo una ligera reverencia.

 

—El gusto es mío —respondió Taemin—. Gracias por haber cuidado a nuestro Jonginnie todo este tiempo.

 

—A decir verdad, los niños crecen muy rápido —el rubio imitó el tono que su amigo usaba cuando decía aquella frase, burlándose de él—; por eso ya se está casando este pequeño.

 

—Supongo que tienes razón —rio el pelinegro.

 

—¿Cómo que tiene razón? —reclamó Jongin, tomando el brazo de Taemin—. Hyung, deberías estarme defendiendo de este mocoso.

 

—No, no debería; lo que debería hacer… y de hecho lo haré ahora, es anunciar tu boda —declaró divertido el joven Lee; lentamente se fue inclinando para cambiar unos controles en el podio para prender el micrófono—. Buenas tardes, estamos a unos minutos de empezar el matrimonio entre los jóvenes Kim Jongin y Do Kyungsoo; invitados, por favor empiecen a tomar sus asientos.

 

—Ya es hora —murmuró Jongin.

 

La voz de Taemin resonó por el pequeño lobby que tenía el jardín; los asistentes a la ceremonia se fueron sentando conforme los meseros les iban indicando. La familia Park y la familia Oh fueron puestas en la misma mesa, ya que entre ellos había una excelente relación gracias a sus hijos; mientras tanto, los Do y los Kim ocuparon los asientos más cercanos al altar, casi tan emocionados como los novios mismos. Luhan, Kris, Xiumin y Chen se sentaron en una misma mesa. Jongin se colocó en el primer escalón del altar y se arregló las solapas del smoking negro que llevaba, intentando lucir más presentable para Kyungsoo. Sehun, Chanyeol y Lay se pusieron a la izquierda del bien adornado podio, donde Taemin se estaba preparando para hablar; Suho, Baekhyun y Tao se posicionaron del otro lado de los otros padrinos de boda.

 

Bajo el sonido de un cuarteto de cuerdas, comenzó a sonar la marcha nupcial.

 

Kyungsoo, acompañado de su padre, se apareció a la perpleja vista de Jongin; el aliento se le fue al joven Kim, quien juraba jamás haber estado tan cerca de un ser tan perfecto como lo era su novio. Los segundos pasaron tan deprisa que, cuando menos lo esperó, Jongin ya tenía a menos de un metro a Kyungsoo; dio un par de pasos para colocarse frente a él y su suegro, tomando la mano que éste le ofreció, entregándole a su hijo con una sonrisa nostálgica. Una vez que los novios estuvieron frente al altar, Taemin los vio, contagiándose de la alegría que ellos sentían.

 

La ceremonia transcurrió en paz, escuchando atentamente el discurso que el primo de Jongin tenía preparado, colando algunas partes de la tradicional boda cristiana. Sehun giraba en ocasiones su mirada hacia la de Luhan, quien estaba mezclado en el público junto a sus amigos, correspondiéndole tiernamente a sus juguetones ojos; Kris y Lay hacían casi lo mismo, pero en menor cantidad que los otros dos, ya que Yixing admiraba todo lo que pasaba en el altar; Jongdae, sin importarle lo mucho que molestara a Minseok, se recargaba y se ponía meloso con su mayor, haciendo evidente el afecto que ambos se tenían a pesar del expreso deseo de Xiumin de no hacerlo público.

 

¿Baekhyun y Chanyeol? Ellos, estando parados frente a frente, intercambiaban miradas y gestos frecuentemente; sin embargo, el discurso llegó a una parte en la que Chanyeol prestó mucha atención.

 

—Kim Jongin, Do Kyungsoo; existen dos cosas que deben recordar a lo largo de su vida de casados: una, no hay una pareja perfecta, porque siempre vamos a diferir con todos aunque sea en la cosa más pequeña de nuestras vidas; el color de sus vestimentas hoy es un ejemplo de ello, pues simbolizan que ustedes son opuestos —Taemin respiró profundamente antes de seguir; Chanyeol paralizó su rostro, expectante de lo que seguiría—. La segunda es que esas diferencias los complementarán; por eso, la promesa que hoy se hacen es la de sufrir por el otro, siempre por el bien de los dos, no el propio. Sólo así comprenderán el significado del matrimonio, la vida en pareja y el sacrificio por amor.

 

Fue cuando el joven Park no soportó otro segundo y no dejó pasar la oportunidad.

 

Con un leve movimiento de manos, llamó la atención de Baekhyun, quien levantó las cejas en señal de preguntarle qué pasaba; entonces, realmente sucedió algo: los labios de Chanyeol se movieron al mismo tiempo que su índice señaló al pelirrojo y luego a sí mismo, y después hizo un ademán de insertar un anillo en su dedo anular izquierdo. De inmediato, Byun sintió un nudo en la garganta al comprender que su novio le había pedido matrimonio. Segundos después, se encontraba sonriendo y conteniendo las lágrimas en tanto asentía levemente, haciendo que el gigante sonriera.

 

Aunque estaban inmersos en su propia felicidad, los recién comprometidos viraron su atención a la pareja que se estaba casando; ahora ellos estaban viéndose directo a los ojos, agarrándose fuertemente de las manos.

 

—Yo, Kim Jongin, te acepto a ti, Do Kyungsoo, como esposo —recitó el moreno a la vez que insertaba una sortija dorada en el dedo de su mayor—; te prometo ser fiel, acompañarte en las buenas y las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte nos separe.

 

—Yo, Do Kyungsoo, te acepto a ti, Kim Jongin, como esposo —el pelinegro imitó lo que el otro había hecho segundos atrás—; prometo serte fiel y acompañarte en las buenas y las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte nos separe.

 

—Que lo que su amor unió, no lo deshaga nadie —retomó la palabra Taemin—; Jongin, puedes besar al novio.

 

Sin vacilar ni un momento, Kyungsoo abrazó por el cuello a su nuevo marido y juntó sus bocas, siendo correspondido al instante. Los aplausos y gritos de felicitación no tardaron en llegar, aunque a las madres de los novios se les escaparon un par de lágrimas en el proceso. Una vez que se separaron, los dos esposos voltearon a ver a todos los invitados. Bajaron juntos del altar con las manos entrelazadas, dejando que los destellos de las cámaras inmortalizaran aquel momento especial. Mientras tanto, detrás de ellos se desarrollaba una historia muy distinta.

 

—¡¡Park Chanyeol!! —gritó Baekhyun robando la atención del interpelado, quien volteó su cabeza para llevarse la sorpresa de que su pelirrojo favorito se abalanzó hacia él, por lo que sus brazos rodearon ese menudo cuerpo sin dudarlo—. ¡Lo hice! ¡Acepté! ¡Nos casaremos!

 

—Perdona por no tener el anillo ahora —dijo Chanyeol.

 

—¡El anillo no importa, Yeol! ¡Ahh, te amo tanto!

 

Se besaron una y otra vez, ignorando el hecho que habían anunciado su compromiso con sus gritos de emoción.

 

—¿Otra boda? —preguntó Sehun con un énfasis increíble en sus palabras.

 

—¿Ustedes también? —Kyungsoo volcó su interés a lo que acababa de oír a sus espaldas; los dos avergonzados chicos asintieron algo tímidos, tomando ahora una posición de abrazo normal—. ¡Felicidades!

 

—Pero, ¿cuándo…? —musitó Jongin, confundido.

 

—Lo siento, pero no pude evitar hacerlo cuando el discurso habló del amor y todo eso —se excusó Chanyeol, sincerándose con sus amigos—. Hace tiempo que quería hacerlo y, por alguna razón, sentí que era en ese momento o nunca.

 

—Entiendo, hyung —empezó el menor de los recién casados—. Felicidades, me da mucho gusto por ustedes.

 

Entre gritos y jugueteos entre el grupo de amigos, todos se sentaron juntos en una misma mesa para disfrutar del resto de la fiesta. Yixing tomó su lugar junto a Kris, Baekhyun y Chanyeol fueron recibidos por las felicitaciones de Minseok y Jongdae, Suho y Tao llenaron los dos espacios que Jongin y Kyungsoo dejarían vacíos por irse a comer a una mesa especial para ellos; Luhan recibió con un beso a Sehun, antes de que éste se sentara siquiera.

 

—Te veías muy guapo al lado del altar, ¿sabes? —ronroneó el mayor.

 

—Por eso no quitabas tu mirada de mí —declaró el rubio—. Lo siento, no puedo evitar ser tan guapo.

 

El dibujante rio por el comentario tan estúpidamente cierto de su novio.

 

A continuación, llegaron los meseros a servir la cena: tallarines a la crema y lomo de cerdo a la ciruela, más una porción de helado de vainilla con menta como postre; en tanto, un video con las fotos de la infancia de los recién casados entretuvo a los invitados, quienes soltaron suspiros y risas de ternura conforme avanzaba el tiempo en las imágenes. Ya acabado el espacio para la cena, los padres de Jongin y Kyungsoo ofrecieron unas palabras para el brindis, reflejando sus verdaderas y compasivas emociones a los asistentes. Con eso, los novios fueron llamados a la pista de baile para que realizaran su primer vals como esposos; enternecidos, los dos se la pasaron mirándose fijamente a los ojos y olvidaron que había una fiesta en su honor.

 

—¿Eres feliz? —se atrevió a preguntar Jongin en la mitad del baile.

 

—No tienes que preguntarlo —le respondió el mayor, sosteniendo la mano contraria fuertemente—. Es decir, mírame: no he parado de sonreír desde la ceremonia; de seguro ya tengo el rostro paralizado.

 

—Supongo que tendré que ver esa sonrisa todo el día por el resto de mis días —bromeó el moreno, cambiando su posición para abrazar a su nuevo marido—. Te amo, Kyungsoo hyung.

 

—Yo también te amo.

 

Tras sus murmullos, compartieron un beso sincero, que demostraba lo mucho que querían estar juntos.

 

Luego de una ronda de aplausos, los recién casados se apartaron con los rostros sonrojados y llenos de alegría; la música comenzó a sonar, haciendo que la familia y amigos de la pareja pasaran a la pista para disfrutar lo que les quedaba del día bailando. Sehun y Luhan tuvieron que refrenar sus ganas de reír al ver la expresión de Kyungsoo cuando vio las figuras nupciales modificadas cuando fue hora de partir el pastel; sin embargo, los mimos de Jongin hicieron que el pelinegro olvidara ese pequeño detalle y pudiera continuar con el pequeño ritual.

 

Las canciones movidas dieron lugar a unas más tranquilas y románticas. En el centro de la pista se hallaban bailando lentamente los recién casados, con Kyungsoo recargado casi totalmente en el hombro de Jongin; al lado de ellos, Chen había convencido de que bailaran juntos a Minseok, que ocultaba su mirada de los insistentes ojos del menor. Mientras tanto, en la mesa de los amigos de los novios Chanyeol y Joonmyun procuraban que Baekhyun y Tao, quienes ya estaban ebrios, no transfirieran su discusión a una pelea física; Yifan cuidaba a Lay, intentando mantenerlo despierto a pesar de su alto nivel de somnolencia; sentados en silencio, Sehun y Luhan simplemente admiraban a las parejas que bailaban.

 

—Xiumin se ve feliz con Jongdae.

 

—¿Tú crees? —preguntó el rubio—. Cuando Jongdae hyung se acerca a Minseok hyung parece que terminará por masacrarlo con tantos golpes que le da.

 

—Así es su forma de ser; pero por lo que me ha platicado, sé que se llevan muy bien y le agrada su compañía —explicó—. Nunca pensé que fuese a encontrar a alguien que lo convenciera de bailar.

 

—¿Ah sí? ¿Tú no lo intentaste nunca? —inquirió el más joven.

 

En realidad Sehun nunca superó sus celos por la cercanía que Luhan tenía con Minseok, por lo que en cada conversación que tenían de él, el celoso chico intentaba indagar discretamente en la relación que llevaban anteriormente.

 

—No… —el ciervo lo pensó dos veces—. Bueno… sí, pero fue en una salida a un bar y fue más idea de Yixing que mía.

 

La respiración del traductor fue la misma una vez que escuchó que su novio no tenía tanto poder sobre las decisiones del baozi. Hubo un silencio entre ambos; siguieron observando a quienes estaban en la pista, hasta que Sehun volvió a hablar.

 

—A fin de cuentas, Jongin encontró alguien a quien amar apropiadamente —comentó el rubio—. Cuando estábamos en preparatoria, yo juraba y perjuraba que nunca se casaría; creí que se la viviría de bar a en bar, en un eterno libertinaje.

 

—¿Tanto lo cambió Kyungsoo? —inquirió el chino, curioso.

 

—Más de lo que crees —empezó Sehun—: después que lo conoció, Jongin dejó de ser el playboy de la escuela, se apartó de todos los que lo perseguían; me platicaba muy seguido de un chico que era muy adorable y de buen corazón, que quería hacerse cercano a él… Ni en un millón de años me hubiera imaginado que terminaría casándose con él.

 

—Pero lo hizo y está contento con esa decisión —apuntó el ciervo, respirando profundamente antes de continuar—. En cierto modo, Jongin y tú se parecen.

 

—¿En qué? —Sehun estaba algo impresionado por aquella afirmación.

 

—Ambos cambiaron por alguien; él por Kyungsoo, tú por mí; él sentó cabeza y tú renunciaste a tu encierro por Soojung —le explicó el mayor mirándolo a los ojos—. Creo que él sabía lo bien que te haría tomar riesgos como él lo hizo.

 

—Por eso me empujó contigo —la mano del menor viajó hasta encontrarse con la del dibujante, entrelazándolas; luego, la subió hasta besar el dorso de la de Luhan—. Ya le agradecí por eso.

 

Luhan sonrió con cariño y vio fijamente a los ojos de Sehun, perdiéndose en el brillo de estos; entonces escuchó la melodía de su balada favorita: Flightless Bird, American Mouth. Volteó su cabeza emocionado y jaló la manga de su novio con poca fuerza.

 

—Vamos a bailar, ¿sí? Por favor, Sehunnie.

 

Al principio se iba a negar rotundamente, pero Sehun no pudo resistirse al encanto que tenía el puchero en los labios del mayor y se levantó de su silla; naturalmente, se colocaron en las posiciones en las que solían bailar, sintiendo cómo la música los guiaba a dar ligeros pasos en tanto ellos formaban un círculo pequeño. Casi como les pasó a Jongin y Kyungsoo en el vals, ambos se encerraron en una burbuja donde no existía nada ni nadie más, no se escuchaban los potentes gritos de Baekhyun ni los regaños de Suho para los borrachos ni los reclamos de Kris por el ruido. Sólo estaban ellos dos. Sus miradas se cruzaban un sinfín de ocasiones, sus respiraciones y latidos no estaban ni exaltados ni completamente apaciguados, sus cuerpos se juntaban casi por necesidad de no despegarse el uno del otro.

 

Para Sehun, realmente había amor, uno en el que no había ni tiempo ni espacio para ser egoísta; lo único que sucedía era el hecho de unirse con Luhan y complementarse en sus diferencias, tal como Taemin lo había dicho en su discurso.

 

—Estuve pensando en lo que pasó con Chanyeol hyung en medio de la boda —habló el rubio—. Tú sabes: que le propusiera matrimonio a Baekhyun hyung.

 

—¿Por qué? ¿Crees que fue muy precipitado para él? —preguntó el ciervo.

 

—No, es sólo que… —pausó, viendo hacia sus bien boleados zapatos—. Es el discurso que dio Taemin hyung.

 

—¿Qué tiene?

 

—Me dejó pensando en muchas cosas sobre las incompatibilidades, lo de sufrir por el otro y tal —se explicó—. Recordé lo que pasé con Soojung, antes y después de nuestra ruptura.

 

—¿Y qué pasó? —Luhan de repente se detuvo—. No estarás pensando en ir a buscarla, ¿o sí? Porque si es así, te juro que--

 

—Claro que no, es todo lo contrario —con ambas manos, el rubio tomó los costados del rostro del mayor y acercó su boca a la frente contraria, estacionando así un beso en ella—. Con Soojung la pasé mal porque parecía que la relación era solamente mía, porque yo la consentía y permitía que me degradara por ello; llegó a un punto en que me había apartado de todo y sentía que nada más la tenía a ella, y es por eso que me afectó tanto su partida.

 

—Sehun… —murmuró el dibujante atónito ante la confesión que acababa de oír.

 

—Desde que te conocí, mi vida dio un vuelco inesperado —prosiguió el menor, tomando fuertemente las manos del otro entre las suyas—: me sacaste de la soledad en la que estaba inmerso, hiciste que descubriera nuevas cosas, volví a sonreír y… me enamoré de nuevo; pero esta vez, de verdad.

 

Ninguno de los dos tenía aliento en ese punto de la conversación, ya que Luhan no podía creer las palabras que su novio había dicho, mientras que éste había hablado muy rápido y sin acceder una interrupción.

 

—T-tú… —tartamudeó el ciervo, aferrándose al cuerpo del más joven con un abrazo—. Tú también me hiciste ver cosas nuevas, incluso de mí mismo; solía ser escéptico con respecto al amor, pero gracias a ti, sé que se puede dar en cualquier momento, en cualquier lugar, con cualquier persona… Oh Sehun, eres todo menos un chico ordinario, ¿cierto?

 

—Tú me haces ser así, Xi Luhan.

 

Casi por instinto, el menor se inclinó a besar al dibujante, acariciando sus labios con los contrarios y viceversa; Sehun tuvo la iniciativa de atrapar en un abrazo al mayor, queriendo fusionarse con él en uno. Si tan sólo estuviesen en la privacidad de su departamento…

 

—¡Hey, déjalo respirar aunque sea un segundo, Sehun!

 

El grito de Jongin hizo que los dos enamorados terminaran con su beso y voltearan avergonzados al lugar donde provino aquella voz tan familiar. A metros de distancia, Jongin estaba parado junto a Chanyeol y un camarógrafo; emocionado, el más alto de los tres agitó los brazos sobre su cabeza, llamando al menor.

 

—¡Sehunnie, tomémonos una foto de recuerdo! —pidió Chanyeol desde la distancia.

 

—Ve —murmuró divertido el ciervo—. Tus amigos te necesitan.

 

—Regresaré, Lu —después de un ligero beso, Sehun corrió a donde estaban sus amigos, quienes lo recibieron de brazos abiertos—. ¿Dónde está Baekhyun hyung?

 

—Se quedó dormido en la mesa abrazando a Zitao después de discutir un buen rato con él; supongo que así se empiezan las buenas amistades, ¿no? —dijo divertido el más alto—. Pero ahora, la foto.

 

Los tres voltearon a ver al camarógrafo, quien simplemente pidió que el recién casado quedara entre los otros dos, así que Chanyeol quedó a la derecha del moreno y Sehun a la izquierda; por costumbre o intuición fraternal, los amigos se abrazaron por los hombros.

 

—Chicos, gracias por estar hoy aquí, conmigo —murmuró Jongin sin dejar de ver la cámara que apenas estaba siendo preparada—. Significa mucho para mí.

 

—Nunca me perdería algo tan importante, Jongin —respondió Sehun.

 

—Somos hermanos, ¿no es así? —dijo Chanyeol, sonriendo.

 

—Lo somos —finalizó el moreno con una sonrisa.

 

—¡Miren a la cámara, por favor! —pidió el encargado de la foto, ajustando la lente de la cámara para enfocar a los tres sonrientes jóvenes—. ¡Tres, dos y…!

 

*

 

Con un vaso de agua en la mano, se sentó al lado de su novio en el sofá más grande de la sala.

 

—Es una linda foto; los tres salen muy bien.

 

—Gracias, es porque salí yo —sonrió altaneramente.

 

—Eres un engreído de primera — con ese ronroneo, le devolvió la sonrisa—. ¿Jongin y Kyungsoo ya regresaron de su luna de miel?

 

—Sí, ayer en la tarde —respondió—. Vinieron rápido a dejarnos algunas fotos y recuerdos de Jeju.

 

—Son muy considerados —dijo Luhan, volviendo a sonreír al ver las postales y los llaveros a juego; luego, sintió cómo un escalofrío recorrió su cuerpo entero, por lo que procedió a frotarse los brazos—. El otoño iniciará pronto, ¿cierto?

 

—Sí, y parece que hará mucho frío este año —comentó Sehun, pintando una mueca traviesa y lasciva—. ¿Debería ser considerado contigo y mantenerte calientito desde el otoño hasta el fin del invierno?

 

Juguetonamente, el rubio se abalanzó al mayor, ciñéndolo fuertemente entre sus brazos; el dibujante, aunque se quejó por el acto de amor tan repentino, no tardó mucho en dejarse querer por su novio. Una ronda de cosquillas fue lo primero que sintió el dibujante, sintiendo cómo sus zonas sensibles de las costillas eran abusadas por las frías manos del menor; se removieron en el pequeño espacio del sillón en tanto reían y jugaban, después el ciervo vio su oportunidad de escapar y corrió sin pensarlo dos veces hasta que el menor lo atrapó en un abrazo y lo llenó de besos. Rieron sin parar, casi quedando sin aliento.

 

—Te amo, Sehun.

 

—Yo también te amo, Luhan.

Notas finales:

Bueno... /suspira/ ahora sí, este es el final ;uu;

En marzo de este año, Andy me amenazó para empezar a publicar Ordinary Day y me alegro mucho de haber obedecido a sus órdenes, pues este entrañable fanfic de seguro perdurará en la historia... ok no :c

¡¡Gracias a todos y cada uno de los lectores que leyeron, dejaron reviews, marcaron como favorito y todo lo que se puede ser!! *3* Ustedes me dieron ánimos, me alegraron los días con sus reviews... hasta me dieron ideas para los capítulos y estoy realmente agradecida con todos<3

Stephi, Lorena y Triki se tienen un lugar especial en mi kokoro por haber aguantado mis crisis existenciales y emocionales a lo largo de este año... ¡las amo así bien hard! ;uu;<3

Ahora bien, todos los que pidieron secuela, les traigo el link de Ordinary Day: Afterwords, que serán una serie de epílogos para quienes se quedaron con ganas de más(?) >3<

¡¡LOS AMO A TODOS!! ¡¡GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA AVENTURA GHEI!! <3;;

Recuerden visitar mi Blog y mi Ask por cualquier duda, sugerencia o comentario; próximamente publicaré más y más HunHan gheis<3

¡¡¡GRACIAAAAAAAAS!!!


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