CAPÍTULO 5
Chanyeol se paseaba tranquilamente por su apartamento, esperando a que regresara su loco amigo con algo que finalmente los ayudara a arrastrar a Sehun fuera de su habitación; se entretenía con la llave de metal, cuidando que no cayera y avisara al castaño que la tenía en sus manos. Después de un rato se escucharon pasos, picaportes abriéndose y algunas risas en el pasillo.
—Ya volví, Chanyeol —anunció Jongin.
—Hola, Jongin, ¿qué tal te--?
—Hola, gigante —saludó Baekhyun detrás del moreno.
—¿Baekhyun? —preguntó algo confundido—. ¿De qué se trata esto, Jongin?
—Por favor, pasa, Luhan —el moreno ignoró a su compañero y recibió al chino.
—¿Quién es Lu--?
—Hola, mucho gusto, soy Xi Luhan —se presentó un chico muy bonito y con una tablet ante los ojos de Chanyeol—. Estaré trabajando con el joven Byun aquí si no es molestia.
—C-claro que no; por favor, háganlo —el alto le hizo una señal a Jongin para que hablaran en un lugar más privado y, ya que estuvieron lejos del par de dibujantes, Park soltó su desconcierto—. ¿En qué rayos estás pensando, Kim Jongin? ¿Qué tienen que estar haciendo Baekhyun y el tal Luhan aquí para sacar a Sehun?
—Aunque no me lo creas, hyung, Luhan estuvo a punto de sacar a Sehun de aquí; claro que puso resistencia, pero se veía que quería salir con él —explicó rápidamente el menor de ambos—. Que Baekhyun hyung viniera fue de pura coincidencia: se apareció poco después de que yo encontrara a Luhan.
—¿Y piensas usar a mi novio y su trabajo como un ancla para que Luhan saque a pasear a Sehun? Eso es… —Chanyeol se paró en seco, analizando los beneficios de la locura de su amigo— brillante.
—¿Ya ves? Confía en mí, hyung —Jongin vio la imagen tan radiante que reflejaba Xi Luhan por cada parte de su ser—. Míralo… ¿No es él perfecto para un emo como Hunnie?
—Sí, claro… —el alto simplemente lo tachó de loco con su tono sarcástico—. ¿Debería abrir ahora la puerta?
—¡Mierda, es cierto! Hagámoslo ahora —demandó el moreno.
Ambos se dirigieron a la entrada del cuarto de su amigo conteniendo unas risas evidentemente frenéticas; Chanyeol sacó del bolsillo de su pantalón la llave de la puerta, haciendo que Jongin lo viera casi felicitándolo, y prosiguieron a colocarla delicadamente en el cerrojo. Sehun, sin saberlo, estaba a punto de ser secuestrado dentro de su propia habitación. Una vez que los dos mayores abrieran la puerta sin hacer ruido alguno, localizaron a su impasible objetivo y se fueron acercando a él como si estuvieran jugando con un niño pequeño; milagrosa y silenciosamente se colocaron detrás de él, rodeándolo por ambos flancos. Chanyeol lo tomó entre sus brazos mientras que Jongin le tapó la boca cuando se dio cuenta de lo que le estaban haciendo sus hyungs. Lo transportaron hasta la sala cargándolo y evitando sus patadas; cuando lo bajaron en la sala, el menor no se dio cuenta de que tenía invitados y sólo se concentró en golpear a sus compañeros de cuarto.
—¡Ya salí, ¿satisfechos?! ¡Déjenme terminar mi trabajo, ¿quieren?! —exclamó en tanto trataba de apuntar en la cabeza de Jongin.
—¿Sehun? —preguntó Baekhyun, algo sorprendido de lo que dijo y por haberlo oído—. ¿Sigues aquí dentro?
—¡Hyung, tu novio y--! —el castaño iba a reclamar, pero luego vio sobre el hombro de Jongin y desbloqueó el contacto visual que Luhan quería entablar con él—. E-eres tú…
—Ho-hola, Sehun… —tímidamente sonrió el invitado especial—. ¿Cómo has estado? ¿No se ha vuelto a caer tu peluche?
—P-pues, yo… bien… —tartamudeó—. Y Pororo no se ha caído tampoco… l-lo cambié de lugar para que ya no pasara…
Solo así, Chanyeol entendió el por qué Jongin recurrió a Luhan: el chino hacía que Sehun perdiera algo de su indiferencia y mostrara al menos su timidez ante los demás, en vez de estar siempre con una cara fría y desinteresada. El menor tuvo un ataque de nervios, así que dirigió su mirada más fulminante a Jongin y lo arrastró hacia donde no pudiese ser escuchado.
—Hyung, ¿qué significa esto? —murmuró enfadado.
—¿Qué significa qué, Sehun? —preguntó Jongin, queriendo provocarlo.
—¡Tú bien sabes a qué me refiero! —explotó el menor, aún en voz baja—. ¿Qué hace ese chico aquí?
—Ah, ¿hablas de Luhan? Él vino como invitado de Baekhyun hyung porque su departamento está hecho un desastre y no pueden trabajar allí, así que les prestamos el espacio hasta que todo esté en orden donde vive Luhan —la mirada despreocupada de Jongin hizo que Sehun tuviera que ceder—. Honestamente, también quiero que lo conozcas. De verdad que parece un buen amigo para ti, ¿no crees?
—¿Te lo dijo Kyungsoo hyung? —atacó el menor.
—No, lo vi yo mismo cuando vino y también ahora que está de visita —se explicó—; además te hace falta conocer gente nueva y no creo que vayas a salir sólo con ese propósito.
Sehun finalmente no tuvo de otra más que aceptar lo que le dijo su hyung; tomó un profundo respiro y habló.
—Está bien, que venga el tiempo que necesite —cuando apareció una sonrisa en el rostro de Jongin, habló de nuevo—. ¡Sólo el que necesite! ¿Está claro?
—Cualquier cosa puede pasar incluso en un segundo, Sehun —continuó sonriendo.
Pasó un brazo sobre el cuello de su dongsaeng y lo condujo de nuevo a la sala, le guiñó un ojo a Chanyeol y se secretearon unas precisas instrucciones de no dejar que Sehun se encerrara. Al menos mientras Luhan estuviera en el mismo departamento que él. Lo único que el menor pudo rescatar de su habitación fue su computadora portátil para no interrumpir su trabajo, pero se instaló delante del par de dibujantes, viendo de frente a su delicado vecino; no obstante, por estar distrayéndose, terminó más interesado en lo que estaban haciendo ellos que en su propia labor. Hubo un punto en que la intriga le ganó y se levantó a espiar lo que hacían.
—Mira, podemos hacer esto: que Bada sea un chico confiado y playboy, pero que en realidad lo haga para recuperar a un amor perdido, y que Haneul sea callada, inocente y de buen corazón —propuso Luhan.
—¿No está muy usada ya esa idea? —apuntó Baekhyun, moviendo algo en la tablet—. Creo que sería mejor que Haneul fuera la chica atrevida que está en busca de--
—¿De qué hablan? —irrumpió Sehun, parándose detrás de ambos—. Llevan un buen rato decidiendo sobre “Bada” y “Haneul”.
—Pues estamos creando un nuevo webtoon por pedido del público —explicó Baekhyun—. Luhan hyung es excelente contando historias y sus dibujos son increíbles; tan sólo mira.
Antes de que el mayor pudiera reclamar, su asistente ya le estaba mostrando algunos bocetos de personajes al menor en la tablet, entonces sólo supo sonrojarse y esperar a la reacción de éste. Pero no hubo ni siquiera un movimiento en la cara del chico hasta que abrió la boca.
—Están bien.
La seca y corta respuesta hizo que a Luhan se le olvidara la vergüenza que sintió segundos atrás. «¿Bien? ¿Sólo eso? Tengo más de mil vistas y comentarios por día en cada uno de mis proyectos», comenzó a pensar compulsivamente.
—Vaya, ¿no dirás nada más? —Chanyeol se había ido a revisar los dibujos a escondidas, colocándose detrás de Sehun—. ¡Para mí eso es demasiado impresionante! Ni con diez años de práctica podría lograr eso. ¿Cuántos años tienes, hyung?
—Tengo 26 años, dedicándome profesionalmente al dibujo desde los 18 —Luhan contestó orgulloso de sí mismo.
—Son 8 años, pero eso significa que pintabas bien desde antes, ¿cierto? —expresó el más alto, sorprendido.
—Desde que soy niño practico mis habilidades en ello.
—Eso es asombroso, hyung —mencionó Baekhyun, admirando a su jefe en curso—. Y límpiate la baba, Chanyeol, que se te está escurriendo.
—Pues para mí está solamente bien —Sehun rompió tanto el momento de halagos como la sonrisa de Luhan.
—No arruines el ambiente, mocoso; si vas a seguir diciendo ésas cosas es mejor que sigas trabajando —Baekhyun estaba algo molesto porque sabía que un comentario así podía tener fuertes repercusiones en un dibujante como Luhan.
—No, quiero que me vea —el chico de cabellos color cobre alzó la mirada con un semblante de retador—. Bien, Sehun, ¿quieres ver qué soy capaz de hacer frente a tus ojos? Te dibujaré en menos de cinco minutos, incluyendo la coloración.
—Espero seas capaz de hacer milagros, Luhan hyung. Baekhyun hyung, toma el tiempo con tu celular.
Chanyeol y Baekhyun tuvieron que reprender un grito de sorpresa después de que el menor terminara de hablar, pues la comisura de sus labios estaba evidentemente modificada: estaba curvada hacia arriba como una sonrisa ladina, que formaba parte del desafío entre él y el chino. Seguramente ninguno de los dos retadores se había percatado de ello, pero sus compañeros sí que lo hicieron.
—Por favor, siéntate —lo invitó el mayor, sentándose uno frente al otro en el sillón de la sala; una vez que Sehun estuvo cómodo, Luhan lo observó de pies a cabeza—. En sus marcas, listos…
—Ya —enunció el menor.
Sin dudar un segundo, el lápiz electrónico de Luhan se movió sobre la pantalla táctil de su tablet, creando líneas y formas con ellas; el menor se mostraba impasible y relajado, esperando a que el mayor fallara en su misión. Baekhyun, Chanyeol y Jongin se acercaron a ver qué estaban haciendo ambos. Las miradas que se cruzaban constantemente entre el retratador y retratado se hacían cada vez más intensas aunque ellos mismos no los notaran; en cambio, los tres restantes seguían viendo cómo la tensión se expandía. Luhan seguía plasmando cada facción del joven Oh, cumpliendo su reto ante los impactados espectadores.
—¡Ya está! —exclamó el ciervo.
—Cuatro minutos, veintiséis segundos… —dijo Chanyeol arrastrando las palabras—. Tengo que ver el dibujo.
Incrédulo, el alto le arrebató de las manos la tablet, admirando el rápido y eficiente trabajo de Luhan: una copia perfecta del rostro de su compañero de cuarto estaba ahí. Casi se le cae la mandíbula a Jongin al comprobarlo. La sonrisa de satisfacción invadió la cara del joven Xi, quien se cruzó de brazos, retando aún más a Sehun; éste no quiso aceptar la derrota, así que les quitó de las manos el aparato y observó el retrato que tenía. Inesperadamente, habló.
—De verdad que no está mal, ¿sabes? —susurró con malas intenciones, quitando la posición defensiva del dibujante—. Pero hace falta más realismo, ¿no crees?
—Soy dibujante de webtoons, mi trabajo es alejarme de la realidad —respondió.
—Insisto en que pudiste haberlo hecho mejor.
—¡¿Estás loco, Oh Sehun?! —exclamó Jongin—. El dibujo es impresionante, Luhan hyung, no le hagas caso a este idiota.
—Bueno, como dije… —interrumpió Sehun— espero que seas creador de milagros, porque tardarás en convencerme de que este dibujo se parece a mí.
Otro reto.
—Lo haré. No lo dudes —enunció el chino lleno de seguridad propia.
Dicho esto, las sonrisas llenas de ponzoña de parte de ambos se hicieron presentes en la sala. Telepáticamente, Baekhyun les preguntaba estupefacto a sus acompañantes si lo que había visto era a Sehun sonriendo dos veces en un día, a lo que le fue concedida una respuesta positiva. El menor se dirigió a su habitación al final de la tarde a continuar su traducción de la tesis mientras los dibujantes terminaban su sesión de planeación del webtoon e iban despidiéndose.
—Hasta luego, Jongin —se despedía Luhan en tanto Baekhyun se besaba apasionadamente de su novio—; supongo que nos estaremos viendo más seguido.
—Sí, eso creo yo… —se dieron la mano—. Parece que eso de los webtoons es complicado, ¿cierto?
—No lo digo por eso —Jongin hizo una extraña mueca, preguntándose entonces a qué se refería—. Fuiste a mi departamento a buscarme sin haberme conocido antes; bueno, sólo nos vimos… El punto es que sé cuál era el favor que ibas a pedirme antes que Baekhyun llegara.
—¿Lo sabes?
—Era sobre Sehun, ¿o me equivoco? —el moreno negó con la cabeza—. Quieres que él salga de este lugar; lo sé por cómo se comportó ese día, así que te voy a ayudar.
Jongin sonrió de adentro hacia afuera, sintiéndose completamente satisfecho de su elección para quien sacaría a Sehun de su confinamiento. Eso lo hacía sentir un genio.