Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ordinary Day por Kang Ji Hye

[Reviews - 262]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tardé demasiado, lo sé :c


Como había dicho antes, tuve mis evaluaciones y milagrosamente pasé todas mis materias ;w;

Eso, y además está el asunto de Kris con la SM, el cual ya se ha calmado bastante desde que salió a la luz la demanda; sin embargo, quisiera tranquilizarlas un poco más recordándoles que ese tipo de juicios tardan unos 6 meses en ser resueltos y como dijo Jongin en alguna parte del fanfic «Cualquier cosa puede pasar en un segundo». Así que, EXOfans, nada está totalmente decidido aún; sin embargo, si Kris sale de EXO, tenemos que seguir apoyándolo como siempre lo hemos hecho ♥

Ahora sí, ¡disfruten! x33

CAPÍTULO 9


—Xiumin, acompáñame a un café con unos amigos.


—¿Qué? ¿Por qué yo y no Lay? —repuso el mayor mientras suspiraba y se levantaba de su cama.


—Lay está haciendo las compras hoy, y no quiero pedírselo a Kris ge —explicó haciendo muecas conforme iban apareciendo detalles de sus compañeros—. Anda, ve conmigo. Serán dos chicos y no quiero ir solo.


Después que el ciervo pusiera su típico puchero infantil, Minseok no tuvo de otra más que aceptar y apartar la mirada antes que su sonrojo fuera notorio para el otro. Susurró un corto y conciso «bien», a lo que Luhan respondió saliendo de la alcoba saltando y diciéndole que se irían en dos horas; el mayor no se extrañó de lo rápido que bombeaba sangre su corazón cada que recordaba cómo el chino le daba su mejor gesto labial hace unos momentos. Se echó de nuevo en la cama y pataleó de la desesperación: ¿por qué no simplemente iba y le decía a Luhan todo lo que sentía por él? Oh, cierto… A Luhan no le interesaba para nada el tema del amor, pues nunca tuvo algo formal o significante en su vida, a diferencia de Xiumin. ¿Cómo ganarle a la felicidad que sentía el joven Xi constantemente sin la necesidad de una pareja? ¿Cómo convencerlo de que él lo haría sentir más feliz aún?


«Xi Luhan… ¿por qué tenía que importarte tan poco enamorarte de alguien?».


—Gege, ¿ya estás listo? —preguntó el chico de cabellos cobrizos desde la puerta, esperándolo—. ¡Vaya! Te ves muy bien, el suéter rosa hace ver mejor tu piel.


—Cállate y vámonos —contestó, riéndose del contrario, empujándolo hacia el exterior del apartamento.


Cuando Xiumin pensaba en sus infortunios amorosos no se concentraba ni en lo que él hacía, por eso de un momento a otro estaba acostado en su cama y luego estaba en su habitación vistiéndose. Hasta que miró su reloj de pulsera no supo que apenas eran las 6 de la tarde del domingo. Ambos subieron al auto del mayor y partieron hacia la dirección que Jongin le había enviado por mensaje a Luhan; en cuanto llegaron al local de café, el ciervo se adelantó y buscó con la mirada a quienes los habían citado.


—¡Jongin!


—¡Luhan!


El moreno que hablaba tan animadamente con su novio volteó al escuchar su nombre, encontrándose con el milagroso chico, seguido por su acompañante algo más bajito y… ¿adorable? Les dieron la mano y se reverenciaron mutuamente para sentarse después. Luego de pedir lo que querían, hablaron de nuevo.


—Oh, este es mi amigo Kim Minseok o Xiumin —lo presentó Luhan al ver que no había dicho nada sobre su amigo—. Minseok, ellos son Kim Jongin y su novio, Do Kyungsoo; Jongin vive con Sehun en el edificio de enfrente.


—¿El chico del parque de diversiones? —una punzada de celos recorrió el cuerpo del baozi con el sórdido recuerdo.


—¿Es cierto entonces? —preguntó curioso Kyungsoo—. ¿Sehun de verdad salió de la casa? Pensé que Jongin me mentía.


—No, es verdad; Xiumin me ayudó —el interpelado se puso nervioso.


—Pero, ¿cómo le hiciste para sacarlo? Eso sigo sin entenderlo —inquirió el moreno.


—Sí, Luhan, cuéntales lo que hiciste para sacarlo del departamento —apuntó sarcástico el mayor de todos, mirando interesado a su acompañante, quien se encogió de hombros rápidamente algo avergonzado.


—Pues, sólo… —tragó saliva— le pedí a mi amigo Yixing que me prestara los somníferos que usa cuando no puede dormir, los cuales son bastante intensos y efectivos en cuestión de tiempo; le di uno a Sehun para que se desmayara y cuando lo hizo, le llamé a Minseok para que me ayudara a mover su cuerpo del departamento hasta su auto. De ahí le pedí a Xiumin que manejara al parque luego de haber despertado a Sehun. Y ya.


Las mandíbulas de Jongin y Kyungsoo estaban abiertas desmesuradamente. A Xiumin no le pareció extraño que se quedaran sin habla al oír semejante historia; estaba a punto de proclamar un «te lo dije» cuando el moreno reaccionó.


—¿Sólo tenías que hacer eso?


—¡¿“Sólo”?! —exclamó sorprendido su pequeño novio—. ¿Qué rayos harías tú si alguien te secuestrara, Jongin? ¿Y usar medicamentos? ¡Eso es--!


—¡Excelente, Luhan! —el menor de los cuatro felicitó a su cómplice con una extensa sonrisa en el rostro mientras su novio lo regañaba y Minseok se quedaba admirándolo, como si no esperara esa reacción—. Admítelo, hyung: si no hubiera pasado así, capaz que Sehun se queda encerrado de por vida.


—¡Estás demente, Kim Jongin! —lo reprendió Kyungsoo.


Luego de eso, los revoltosos muchachos se vieron obligados a callar cuando llegaron sus órdenes de café, pasteles y galletas; entonces se concentraron en sus aperitivos unos minutos mientras comentaban cosas como «están muy deliciosos» o «este debe ser el café más fuerte de todos». Sin embargo, Xiumin era curioso por naturaleza y no podía quedarse con la duda por siempre.


—¿Tú eres amigo de Sehun, cierto? —dijo, mirando fijamente a Jongin, quien asintió en tanto le daba un trago a su expresso y bajaba la taza—. ¿Por qué es así? Es decir, nadie se encierra en su habitación por voluntad propia; además, Luhan se veía muy interesado en sacarlo de su departamento.


—Es cierto, yo tampoco sé la historia —apuntó Luhan.


—La verdad es que para nosotros es un misterio, todo fue muy raro y estúpido —empezó Jongin, echándose en el respaldo de su silla—. Hace unos… ¿qué será? ¿Seis años? Sehun conoció a esta chica Soojung en una biblioteca que está cerca del complejo cuando fue a comprar una copia de sus primeros transcritos; lo llevo conociendo diez años y no lo había visto tan feliz por algo jamás, así que pensé que sería bueno que ambos estuvieran juntos, entonces le enseñé cómo conquistarla. El punto es que estuvieron juntos después de unos meses, se veían mucho y Sehun se quedó en una rutina donde siempre había algo en el que Soojung consumiera su tiempo completo. Un día, hace dos años más o menos, ella rompió con él de la nada; a partir de entonces Sehun no quiso salir y supuse que era por la depresión, pero ese comportamiento ha durado más de lo que cualquiera se esperaba… Hasta ahora; gracias a ti, Luhan.


El interpelado se sobresaltó al escuchar el desenlace del relato de Jongin.


—¿Qué? —el que habló fue Minseok—. ¿A qué te refieres con eso?


—Hace dos días, cuando te lo llevaste al parque de diversiones, estuvo calmado e incluso desayunó con Chanyeol hyung y conmigo al día siguiente—explicó el moreno—. Él simplemente salió abrazando a su Pororo y se sentó con nosotros, no tuvimos que rogarle para que saliera.


—Todos los días es una batalla con él —agregó Kyungsoo—. Una vez le propuse salir con nosotros y cuando volvió estuvo dentro de su cuarto una semana; y por lo que me contaron, cambió su actitud cuando entraste al departamento.


—Espera, Jongin, ¿eso fue cuando me ofreciste trabajar en tu departamento con Baekhyun? —los detuvo Luhan.


De repente a Minseok le cayó un balde de agua fría dentro de su mente: ya había conocido antes a Jongin.


—¡Oh, ya nos habíamos visto antes! —exclamó el mayor de todos, abriendo los ojos—. Fui yo quien te recibió en el departamento cuando estabas buscando a Lulu.


—¿Lulu…? ¿Te refieres a Luhan hyung? —Jongin miró al ciervo, quien se encogió de hombros sin querer explicar la razón del apodo; sin embargo, el moreno pudo recordar a la pequeña y menuda figura de Minseok abriéndole la puerta—. ¡Es verdad! ¡Dios, que lazos hemos formado!


A Kyungsoo le dolía la cabeza de escuchar cómo se habían conocido todos en la mesa y relacionarlos a todos con sus conocidos.


—Esto es asombroso —declaró Luhan con una sonrisa en el rostro; no pasó mucho para que su semblante pasara a un estado de interés—. Oigan, si no es mucha molestia, ¿puedo pedirles un favor?


—Sí, claro, hyung; ¿de qué se trata? —respondió Jongin, tomando la mano de su novio.


—Como ya saben, soy dibujante de webtoons, así que me gusta inspirarme de historias que veo todos los días —tanto la pareja como Xiumin estaban confundidos por lo que estaba intentando de explicar Luhan—; me preguntaba si ustedes podrían contarme su historia… O sea, ¿cómo se conocieron?


—Pues, la historia es en realidad bastante sencilla —empezó Kyungsoo.


*


Kyungsoo estaba esperando a que llegara el final del día: bañar y cuidar perros no era lo mejor que él sabía hacer; su única motivación era la buena paga que le daban en la veterinaria para poder costear así sus gastos universitarios. ¿Cómo pudo un estudiante de Psicología terminar en un lugar así, que no tenía nada que ver con sus estudios? Justo ese día tenía que dejar impecable a un perro que finalmente darían en adopción después de mucho tiempo.


—Sólo espero que tu nueva familia me agradezca, Revoltoso.


Y es que el pooddle que le tocaba atender era bastante ansioso y, como apuntaba su apodo, revoltoso; gracias a eso, Kyungsoo tardó tan solo media hora en atraparlo para empezar su baño, el cual pasó de ser de una hora a dos horas, aunado al hecho que quien resultó ser más mojado fue el cuidador y no el cuidado. Empapado, derrotado y a punto de estrangular a la criatura inquieta, Kyungsoo decidió ir por un cambio de ropa mientras el perro esperaba por la llegada de su nuevo dueño. Cuando entró a la sala de recepción, el pooddle ya estaba siendo mostrado a su dueño. La cosa es que Kyungsoo notó algo raro: el perro estaba completamente quieto, como si estuviera embelesado por algo.


—¡Ah, Kyungsoo! Ven aquí un momento —el encargado de la veterinaria le extendió un brazo, acercándolo al mostrador donde vio lo que distraía tanto al pooddle—. Él es quien cuidó a este chiquillo, se llama Do Kyungsoo.


No podía creerlo. Kyungsoo dejó de respirar un momento.


—Mucho gusto, mi nombre es Kim Jongin, gracias por cuidar a mi perro.


Un joven de cabello castaño y piel morena estaba parado frente a él, sin mencionar cuán guapo era y qué tan lindo se veía; el chico le extendió la mano a Kyungsoo y le hizo una reverencia. Un choque eléctrico recorrió el cuerpo del aspirante a psicólogo en el mismo instante que sintió el contacto con Jongin.


—Mucho gusto, cuidarlo fue un placer —arrastró las palabras un poco más de lo necesario, así que respiró con confianza de nuevo y volvió a hablar—. Tiene que venir seguido a revisión, que lo bañemos y tal.


—Está bien, vendré lo más frecuente que pueda —la blanca sonrisa de Jongin se hizo presente—. Hasta luego.


Dicho esto, el muchacho tomó en sus brazos al pooddle y salió una vez que terminó de agradecerle al jefe de Kyungsoo, que no podía creer dos cosas: que el desastroso perro ya no fuera su responsabilidad y tampoco creía al chico que acababa de conocer. Jongin era demasiado bueno para ser verdad. Por suerte, también era un hombre que cumplía su palabra, porque a la quincena ya estaba viéndolo de nuevo en la veterinaria y a Kyungsoo ya no le importaba si Monggu le causaba problemas o no, en tanto él pudiera admirar la increíble figura de Jongin.


—¡Diablos, quédense quietos! —espetó desesperado Kyungsoo, intentando ordenar a los seis perros que tenía que pasear en la noche antes de cerrar la veterinaria e irse a casa.


—¿Necesitas ayuda? —dijo una voz tranquila que el cuidador reconoció al instante.


—Jongin… ¿qué haces aquí?


—Paseo a Monggu, mi casa está cerca de aquí, así que no pasará nada si te doy una mano por un rato —el chico le sonrió sutilmente y tomó la correa de tres canes—. Vamos, hyung.


La brisa de esa velada fue la más refrescante que Do Kyungsoo haya podido sentir jamás.


*


—¿Eso es todo? —preguntó Luhan con un dejo de decepción en la voz.


—Pues sí —respondió Jongin—. Lo conocí en la veterinaria, coincidimos mucho porque yo vivía cerca de allí, paseábamos juntos a los perros que él cuidaba y tenía que llevar a Monggu a revisiones allí; empezamos a salir justo antes que él renunciara a su trabajo y yo me mudara con Chanyeol. Cumpliremos seis años en enero.


—Yo me esperaba una historia con fuegos artificiales y diez mil bailarines, no sé, algo asombroso; quizás… —el mayor estaba planeando un nuevo pasado para sus acompañantes— que tuvieran una relación trágica, que Kyungsoo no pudiese recordar todo lo que pasó con Jongin, que quisieran estar juntos pero no pudieran, ¡y luego Chanyeol aparecería y--!


—Basta, Luhan, ya estás diciendo locuras —lo regañó Xiumin, sentándolo de nuevo antes que iniciara una obra teatral en pleno café—. Lo siento mucho, Jongin, Kyungsoo.


—No te preocupes, Minseok hyung, no me molesta —Jongin minimizó las cosas al notar que su novio estaba riéndose de las cosas que Luhan había dicho sobre ellos—. De hecho… conozco una mejor historia que la nuestra.


—¿Ah sí? ¿Cuál? —inquirió el ciervo, subiendo sus expectativas de lo que escuchaba.


—La de Baekhyun y Chanyeol.

Notas finales:

¿Cuál será la historia de Baekhyun y Chanyeol?

No esperen mucho... ¡HOY HAY DOBLE ACTUALIZACIÓN!


Nos leemos en unos minutos *w*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).