Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre el paraíso y el infierno por SebbyPhantomhive

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La mañana silenciosa fue irrumpida por el estruendoso ruido proveniente de la habitación de Hoozuki. Momotaro y Enma sama lo escucharon a lo lejos, pero decidieron no entrometerse más, pues ya de por si corrían riesgo sus vidas por lo que hicieron en la noche así que se alejaron.

Flash back

-Señor… ¿Qué hacemos? Se han quedado dormidos… Preguntaba nervioso Momotaro al gran Enma.

-No sé… trata de llevarte a Hakutaku.  Respondió el rey del infierno con algo de confusión, ambos veian a la pareja que estaban abrazados fuertemente durmiendo en el suelo del bar.

-Esta pesado, Se quejaba Momotaro tratando de levantar al chino pero ponía resistencia no quería separarse de Hoozuki, pasaron un par de minutos y no cedía, cuando Hakutaku entre abría los ojos tratando de ver quien lo halaba.

-¿Qué…haces?... hic… quiero… quedarme con… Hoozuki san…. Hic…  Decía ebrio y fuera de si Hakutaku aferrándose más al cuerpo dormido del demonio quien también lo agarraba para que no se lo llevaran.

-Vamos a casa… no se ponga terco… Murmuraba malhumorado Momotaro tratando de convencerlo pero parecía imposible.

-Nooo… quiero quedarme con él… Dijo con un puchero durmiéndose nuevamente sobre el demonio que lo acogía tiernamente en sus brazos. Los dos acompañantes de la pareja solo se miraron y suspiraron resignados. Debían agradecer que nadie más viera la bochornosa escena solo el dueño del bar,  a quien tendrían que convencer después de que no hablara aquello.

-Momotaro, que te parece si llevamos a los dos, de todas formas estamos cerca de casa, tu estas muy lejos del paraíso se te complicaría llevarlo, igual parecen no querer separarse. Dijo resignado Enma sama después de haber hablado con el dueño del bar,  convenciendo a Momotaro de llevar al chino al lugar donde vivían en el infierno.

-Lo que provoca la bebida… Dijo en medio de un suspiro Momotaro tratando de levantar a la pareja.

-Yo diría más bien el amor… Aclaraba con una sonrisa Enma sama ayudando a que la pareja se levantara.

- Vámonos… Dijeron Momotaro y Enma sama cuando tenían a la pareja amante de borrachos, quienes caminaban como abrazados, se subieron al transporte y llegaron al lugar infernal, colocaron a la pareja en la cama de Hoozuki, los dos dormidos se abrazaron y siguieron en su sueño, de vez en cuando murmuraban insultos uno al otro.

-¿Entonces los dejaremos dormir aquí juntos?. Cuestionó dudoso Momotaro pues ahora se veían bien, pero que pasaría cuando la borrachera se pasará.

-También lo dudo, pero no ves que no quieren separarse, no pensé que Hoozuki kun me causaría tanto problemas. Decía algo dudoso también Enma sama, pero no tenían otra opción.

-Veremos que nos depara después de esta borrachera… Exclamaba con tono resignado Enma sama, cubriendo a la pareja con una sábana.

-Vivir o morir… Murmuró con el ceño fruncido Momotaro.

-De todas formas estamos muertos. Aclaraba esperanzado Enma sama, mientras se disponían a salir de la habitación.

-Lo que me preocupa es Hakutaku san, Confesaba el melocotonero con algo de preocupación.

-el sabrá que hacer… Respondió Enma sama con una sonrisa, pues de todas formas sabía que su ayudante tampoco le haría algo malo, ya que esa noche comprobó que realmente el demonio estaba enamorado de la bestia divina. Cerrando la puerta se alejaron para descansar un poco, pues la mañana que venía suponían sería complicada.

Fin del flashback

-auchhh eso dolió, pedazo de idiota… Exclamaba con gestos de dolor Hakutaku sentado en el piso tocándose la cabeza.

-¿qué haces aquí? Gritaba el demonio con enojo, viendo al otro en el suelo quejándose.

-No grites, me estalla la cabeza… Pedía Hakutaku con el ceño fruncido, tratando de abrir los ojos, tocándose la cabeza con desespero, se quedaron en silencio unos largos segundos tratando de recordar lo que había pasado en la noche, pero ambos tenían vagos recuerdos. Entonces recordaron un poco que habían tenido un acercamiento muy cariñoso. El demonio que se tocaba la cabeza desviaba la mirada y con furia apretaba los puños, pues no creía que nuevamente caería en las redes de su ex amante, Hakutaku notó la frustración de Hoozuki y con resignación se levantaba.

-Voy al baño y después me marcho… Aclaraba el chino con algo de resentimiento que fue perceptible para el demonio, que lo veía como tambaleante se alejaba su amado encerrándose en el baño. Hoozuki decidió tomar un poco de agua que tenía cerca para que se le pasara el malestar aunque sea un poco. Minutos después salía Hakutaku un poco más despierto, con el cabello mojado y mala cara, caminando se tropezó y cuando ya se veía en el suelo unos fuertes brazos lo agarraban, salvándole de la caída.

-Ten más cuidado… Murmuró Hoozuki sintiendo como el otro rompió de mala gana el agarre.

-Gracias, supongo… Susurró malhumorado Hakutaku, por lo menos tenía el alivio de que esa noche de copas no hubiera tenido consecuencias de tipo físico más íntimo. Se disponía a marcharse cuando sintió que la mano de su demonio lo halaba sutilmente.

-Recuerdo algo de anoche, Dijo seriamente el chino tratando de entablar conversación.

-Lo siento no volverá a pasar… Aclaraba con seriedad ya un poco más lúcido el demonio causando molestia en Hakutaku.

-Está bien… Exclamaba con molestia el chino pretendiendo alejarse del demonio a quien le dio la espalda.

-Hakutaku san… suponiendo que volvamos… ¿Qué te pasaría?...  Solo estoy suponiendo. Decía Hoozuki con seriedad y el ceño fruncido viendo la espalda de su amante a unos pasos de él.

-“Suponiendo que volvamos”,  deberé hablar con los de arriba.  Respondió con una pequeña sonrisa el chino, pero todavía daba la espalda al demonio, se alegraba que el orgulloso demonio estuviera cediendo de alguna forma, recordaba la confesión de anoche, entonces entendió perfectamente cuando dijo aquello de “Todo lo hice por ti”, se habían separado porque el demonio temía por su vida, era el alivio de su ser que se moría por voltear y lanzarse a sus brazos, pero se contuvo.

-¿Te mataran? Cuestionaba con seriedad el demonio, el mismo no podía creer que estuviera haciendo tantas suposiciones y tontas preguntas.

-No lo creo, Contestaba Hakutaku que sonreía felizmente y una lágrima que no veía Hoozuki rodaba dulcemente por su sonrojada mejilla.

-Pues quiero reservar ese derecho para mi… Se justificaba el demonio desviando la mirada, notando como el chino se secaba esa lagrima, pasaron unos segundos y se quedaron en silencio, ninguno se atrevía que decir.

-No te pongas triste, no moriré… Exclamaba con una sonrisa Hakutaku volteando a verlo, hasta el dolor de cabeza parecia irse atenuando.

-¿Quién está triste? Dijo molesto Hoozuki viendo como peligrosamente Hakutaku se le acercaba.

-Quiero… quiero… Pedia con un sonrojo el chino mirando fijamente al demonio que arqueaba una ceja al ver esa encantadora y sumisa actitud del otro, ¿Cómo no amarlo? Se cuestionaba internamente el demonio.

-¿Qué quieres? Dijo tratando de sonar intimidado el demonio.

-Confirmar si todavia quieres que me quede a tu lado… Aclaraba con firmeza Hakutaku sin bajar la mirada de su amante, estaba hablando en serio.

-no lo haré, es ridiculo… no diré esas estupideces… Respondía con molestia y algo de vergüenza Hoozuki.

-Está bien… no lo digas… Dijo Hakutaku con una sonrisa, sabia que el demonio que amaba nunca diria esas cosas, por mucho que las sintiera, y era una de las razones por las que lo amaba.

-¿Ah? Cuestionó confundido el demonio al ver esa actitud alegre de su amante que no borraba la sonrisa, pero entonces sabia que algo planeaba, tomando una bocanada de aire el chino comenzaria a hablar.

-Cerraré mis ojos si quieres que me quede a tu lado, me darás un beso en los labios, sino lo quieres me darás la espalda, y me marcharé sin reclamo alguno. Explicaba Hakutaku con una pequeña sonrisa, dudaba un poco de aquello y tal vez aquello le sería desfavorable, pero debia arriesgarse.

-¿Te parece bien? Preguntó Hakutaku cuando terminó de explicar, el demonio puso un par de dedos en su mentón a manera de reflexionar aquello.

-¿Por qué haces esto? Cuestionó dudoso el demonio viendo a su amante, este seguia con esa pequeña sonrisa traviesa.

-No lo sé… Contestó con resignación el chino levantando sus hombros.

-Somos unos idiotas… Cierra los ojos de una maldita vez. Murmuraba con molestia Hoozuki.

-Contaré hasta 5. Dijo Hakutaku cerrando lentamente sus ojos.

-Uno… Comenzó la cuenta el chino que esperanzado dejaría que el demonio lo tomara con calma, contaria lentamente, el demonio veia el rostro de su amante, pensaba en lo hermoso que era, como un pequeño animalito dulce y travieso.

-Dos… dijo Hakutaku sentía que el demonio no se movia pero sabia que lo miraba, mientras Hoozuki seguia pensando en cuando lo vio por vez primera en ese arbol hace cuatro mil años, lo cautivó y solo en su primer encuentro, la alegria  de él era lo que le atrajo, y pensar que todavia era su encanto a pesar de los años.

-Tres…. Escuchaba Hoozuki decir a su amante que jugueteaba nervioso con las manos, recordaba como por largos días se mantuvo a su lado en ese viaje de China, como demonio nunca había permanecido con otros por tanto tiempo, pero era divertido oírlo conversar y sonreír, como este le coqueteaba en su borrachera y él se dejaba seducir de alguna manera,

-Cuatro… Dijo Hakutaku quien perdía fuerza en su sonrisa, temía llegar a cinco y que su amante le diera la espalda, mientras tanto el demonio recordaba su primer beso, en esa borrachera, cuando el chino lo sorprendió mientras escribía, robándole un beso de sus labios, él se resistió pero al final le correspondió, para el demonio novato era su primer beso, pero entonces supo que no besaría otros labios, fue su primer amor y por ahora lo dejaría ir, porque aún tenía que crecer, cuando lo vio caer al mundo con pena tuvo que decir adiós pero sabía que algún día se encontrarían. Tal vez aquella vez huyó pero ahora que pretexto daría, el demonio se quedó quieto. Hakutaku cambió su semblante por uno triste se disponía a decir el último número y sentía que el demonio no caminaba hacia él.

-Cin…. No alcanzó a contar Hakutaku pues los labios de su amante atraparon los suyos en un exquisito, profundo y apasionado beso, se abrazaron fuertemente, dando por entendido cual era la decisión que tomaron, por unos segundos se besaron sin detenimiento, como una dulce necesidad que debían saciar urgentemente.

-Hoozuki…. Susurraba Hakutaku con una pequeña sonrisa emocionada, que le hacía poner la vista llorosa, sentía el aliento del demonio sobre el suyo, mirándose fijamente sin dejar de abrazarse.

-¿Quieres que te lo confirme más? Dijo traviesamente el demonio lanzando con fuerza a la cama al chino que le dolía el golpe pero abría sus brazos para recibir gustoso a su amante. las prendas salían volando rápidamente, estaban ansiosos y no era para menos pues ya habían pasado varios meses de abstinencia, ocultándose bajo la sabana decidieron dar comienzo a esa reconciliación en la oscura habitación del demonio. Se escuchaba el fuerte rechinar de la cama, y algunas cosas que cania, lo que preocupó a Momotaro que junto a Enma sama recién se acercaban a la habitación.

-¿Cree que estén bien? Cuestionaba preocupado Momotaro pensando que el chino que era su maestro, estuviera siendo golpeado por el malhumorado demonio pues se escuchaban ruidos raros.

-parece que si… Contestó sonrojado Enma sama quien había apegado su oído a la puerta, y lo que escuchó fueron los gemidos y gruñidos placenteros de los amantes adentro.

-¡Ohhh! Exclamó Momotaro muy sonrojado y avergonzado cuando por curiosidad escuchó por la puerta los placenteros ruidos, ambos curiosos se alejaron antes de ser descubiertos. Pasaron varios minutos y se veía a un Hoozuki despertándose en su cama, tocando a los lados notaba que su amante se había marchado.

-Hakutaku san… Murmuró el demonio con molestia, no le agradaba que lo dejaran dormido. Hoozuki se levantó, después de asearse y comer algo se acercaba al tribunal donde su jefe estaba solo revisando unos papeles.

-Hoozuki-kun… Buenas tardes… Saludaba contento Enma sama con una sonrisa viendo a su ayudante, que tenía mala cara.

-Usted es un alcahuete… Reclamaba Hoozuki a su jefe, pues sabía que él había permitido que el chino se quedara la noche anterior,

-No me culpes Hoozuki kun, las circunstancias me obligaron a actuar así. Decía nervioso el rey del infierno al notar la mirada siniestra de su ayudante.

-¿A qué hora se fue? Preguntaba molesto Hoozuki, después de todo no resultó tan mala su intervención.

-Como hace una hora, Respondió con una sonrisa Enma sama, pues ya su demonio no le reclamaría más.

-puedes tomarte el día, no te ves bien. Sugirió Enma sama al notar como el demonio se tocaba la cabeza al parecer todavía tenía un poco de resaca.

-Debo hacer esa inspección al infierno de los maltratadores de animales, más tarde. Tomaré una medicina. Hablaba el demonio disponiéndose a ir  a su habitación para descansar un rato antes de salir a esa inspección.

-Hoozuki-kun… tienen todo mi apoyo. Exclamó con entusiasmo Enma sama deteniendo el paso de su ayudante que se volteó a verlo.

-Tch… no va a comenzar con sus emocionalismos estúpidos, además ni siquiera sé qué hará ese idiota. Dijo malhumorado Hoozuki con mala cara.

-Pues iba muy seguro… No te asustes, no le pasará nada malo. Aseguraba emocionado el rey del Infierno, mientras le sonreía a su ayudante.

-Como si él me importara… Contestó con enojo el demonio alejándose de él, Enma sama solo sonreía ante esa actitud, se sentía feliz por él que lo quería como un hijo. El demonio llegó a su habitación tomó una medicina y se recostó en la cama que aun tenia fuertemente impregnado el aroma de ambos en esa entrega, cerrando los ojos el demonio recordaba la conversación que tuvieron los dos cuando terminaron de hacer el amor, y se acurrucaban dulcemente para dormir unos minutos.

Flash back

-Te amo… Susurraba tímidamente Hakutaku, sorprendiendo al demonio que era la primera vez que escuchaba esas palabras salir de los labios de su amante.

-¿cuantas veces habrás dicho eso?  Dijo algo celoso el posesivo demonio, lo que provocó una sonrisita a Hakutaku.

-A nadie se lo había dicho, a nadie… Aclaraba el chino con fingido resentimiento.

-¿Debería sentirme afortunado? Decía el demonio sarcásticamente, pellizcando las mejillas de su amante.

-No deberías ser sarcástico, abro mi corazón y tu sales con tus idioteces… Exclamaba malhumorado el chino, mirándolo mal.

-No solo me abriste el corazón… Dijo con perversión Hoozuki, causando más molestia en el otro.

-Eres un pervertido maldito friki… Le gritaba Hakutaku mientras lo miraba de forma siniestra.

-Cálmate, no deberías estar de malas después de tener sexo. Decía el demonio con tono burlón.

-Tú me pones de mal humor y…. Decía Hakutaku pero fue interrumpido por el demonio quien lo callaba con un beso.

-odio cuando me callas así… Reclamaba con fingida molestia el chino cuando los labios de Hoozuki rozaban su cuello, unos minutos permanecieron en dulces besos y caricias hasta que se quedaron dormidos.

Fin del flashback.

Cuando el demonio terminó de rememorar con un gruñido de enojo se levantaba y se disponía a salir para hacer esa inspección.

-¡Qué dolor de cabeza! Exclamaba Hoozuki cuando regresaba de la inspección un par de horas después, en todo ese tiempo no había dejado de pensar en Hakutaku y como estaría si había ido a hablar con sus superiores.

- Unas horas que me desaparezco y este idiota ya está haciendo cambios. Murmuraba Hoozuki malhumorado cuando vio un transporte del que bajaban unas cajas y las encaminaban dentro de su lugar de trabajo. Pero su dolor era fuerte que no le iba a pedir aclaraciones a su jefe por ahora, caminando se dirigía a su habitación, pero extrañamente los dos  esbirros que llevaban esas cajas parecían seguirlos hasta su habitación.  

-¿Por qué caminan dirección a mi habitación? Se cuestionaba confundido el demonio, recordaba si había pedido algo, pero no, vio una de las cajas que tenían letras chinas, entonces comenzó a sospechar algo extraño. Cuando vio ciertamente que todo eso era para su habitación, frunció más el ceño y vio como un chino de ropa blanca salía de su habitación dando indicaciones a los esbirros.

-Ni hao… ¿Adivina quién viene a vivir contigo “cariño”?… Dijo Hakutaku con una sonrisa abrazándose al confundido y molesto demonio, quien se apartó de él tomándole el rostro, el chino confundido no sabía que haría su amante.

-Es más fácil caer ¿Verdad? Susurró con sarcasmo el demonio refiriéndose a que seguramente la bestia divina fue desterrada del paraíso cayendo al infierno, Hakutaku asintió con la cabeza pero no dejaba de sonreír en complicidad , Hoozuki suspiró fuertemente resignado,

Ahora empezarían su nueva vida,

¿Cómo resultaría?

Ninguno lo sabía,

Pero juntos,

por amor u odio sobrevivirían

 

Notas finales:

pregunta importante... ¿quieren mpreg? 

su opinion será tomada en cuenta :D 

gracias por leer :* besos:*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).