Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre el paraíso y el infierno por SebbyPhantomhive

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Una mañana tranquila donde Hoozuki ayudaba como de costumbre al Rey del Infierno en uno de sus juicios.

-Disculpen… Advertía Hoozuki con mala cara caminando con su teléfono en mano se alejaba del juicio que efectuaba Emma sama, quien resignado seguía con su sentencia, después de todo su ayudante parecía tener una relación misteriosa y casi secreta, siempre recibía llamadas y se tomaba horas libres, ya no se enfocaba en el trabajo a tiempo completo como antes, ya se tomaba tiempo para sí mismo y eso le alegraba al rey, pues le tenía un fuerte afecto por su ayudante.

-Alo… deja de llamarme, estoy trabajando… Respondió con mala gana el demonio su teléfono.

-¿En serio? Pero siempre estás trabajando, que ya no sé en qué horario debería llamarte, además si me contestaste es porque querías hablar ¿Estabas aburrido? Hablaba divertido Hakutaku que sonreía al escuchar ya que por fin le contestaba el teléfono.

-Algo aburrido… bueno ¿para qué me llamas? Hablaba Hoozuki con fingida indiferencia pero la verdad es que le animaba escuchar a su amado rival.

-Hoy estaré solo en casa… ¿Vas a venir? Decía Hakutaku muy

-¿Botaste al pobre Momotaro? Preguntaba sarcástico el demonio.

-No, no soy capaz de eso… Él va a visitar a unos amigos. Respondía con fingida inocencia Hakutaku pues la verdad si lo había botado por esa noche.

-Tengo que preparar unos documentos importantes, creo que no podré. Dijo Hoozuki destrozando todas las ilusiones de Hakutaku, ya que había pensado en pasar una velada especial junto al demonio.

-Como quieras… Exclamó con mala gana tratando de que no suene a resentimiento

-¿Te enojaste? Bueno si lo que quieres es verme, sino te molesta podría terminar esos documentos en tu casa. Aclaraba el demonio que bien podía terminar esos documentos antes pero solo probaba a Hakutaku y sus reacciones.

-Claro, si no te molesta a ti… Decía Hakutaku fingiendo no dar importancia.

-Tienes la cena preparada… Casi le ordenaba Hoozuki con altivez.

-No soy tu esposa… Reclamaba con enojo Hakutaku que gritaba a través del teléfono.

-Pero si actúas como una linda esposa. Dijo Hoozuki con burla, haciendo enfurecer más a su amante que se le escuchaba su respirar agitado, seguramente estaba más molesto, eso le encantaba al demonio que se desvivía por molestarlo.

-Siempre tienes que molestarme… Nos vemos luego, idiota. Decía molesto Hakutaku antes de colgar el teléfono, el demonio guardaba el teléfono en su bolsillo, percatándose de tres pequeñas figuras frente a él en el pasillo donde estaba.

-Hozuki sama… ¿Usted ya se casó? Cuestionaba con curiosidad Shiro al escuchar la última parte de la conversación del demonio.

-¿Ah? Exclamó el demonio desviando la mirada.

-No sabíamos que se había casado… Decía Kakisuke  con duda, los tres animales estaban confundidos.

-Saben que es de mala educación escuchar conversaciones privadas. Les regañaba Hoozuki con seriedad tratando de cambiar de tema, los tres se quedaron en silencio después de todo fue sin querer que lo escucharon.

-Pero supongo es mi culpa por hablar en el pasillo, no me he casado, ni lo haré, era una broma con alguien. Se justificaba el demonio mientras caminaba de regreso donde Emma sama, los animales le seguían.

-Si llegara a casarse estaría bien, no debería darle vergüenza… Hablaba Shiro dándole ánimo a Hoozuki, quien arqueó una ceja y detuvo su andar para ver al perro fijamente.

-Shiro… Susurraban atemorizados sus compañeros al ver la mirada del demonio.

-Lo pensaré… Dijo Hoozuki en un murmullo que los animales escucharon claramente, el demonio seguía su camino.

-¡Woahh! ¡Hoozuki sama tiene novia! Exclamaron emocionados los animales ya que era una noticia inesperada. La noche estaba por llegar, ya los asuntos de trabajo habían terminado, Hoozuki quien regresaba de un recorrido que hizo se encontraba con su jefe que emocionado le llamaba recibiéndolo.

-¡Hoozuki kun! ¡Hoozuki kun! Le llamaba en voz alta Emma sama a su ayudante.

-¿Qué sucede? ¿Por qué me llama así? Cuestionaba con molestia el demonio, mientras su jefe se acercaba rápidamente.

-Cierto lo que escuché… Decía con emoción el rey del infierno, el demonio frunció más el ceño al oírlo.

-¿Tienes novia? ¿Te vas a casar? Preguntaba emocionado con una gran sonrisa el rey del infierno, viendo a su ayudante que no se inmutaba.

-Que rápido vuelan los rumores… Exclamó el demonio con mala cara pensando en los chismosos animales quienes seguramente fueron los del rumor.

-Entonces es cierto… Decía con algarabía el rey del infierno al no escuchar una negativa directa.

-Claro que no,  Murmuraba hastiado el demonio, desviando la mirada.

-Hoozuki kun, llevo cientos y cientos de años que te conozco, nada me haría más feliz que establecieras un compromiso. Todos nos sentimos solos a veces, me alegraría que encontraras a alguien con quien compartas la eternidad. Decía con sinceridad Emma sama que casi lloraba de la emoción, el demonio lo veía y pretendía no hacerle caso pero si lo escuchaba atentamente.

-Me conmueven sus palabras, pero no me casaré… Solo estoy saliendo con alguien, Dijo Hoozuki arriesgándose a exponer su relación secreta con la bestia divina.

-Ohhh Hoozuki kun, pero así se empieza…¿Quién es la afortunada? Hablaba emocionado el rey para que el demonio le contara de su relación, pero Hoozuki con mirada siniestra le daba la espalda y se dirigía a su habitación.

-No diré más…se escuchaba al demonio que caminaba ignorando a su jefe quien resignado, tendría que esperar hasta que su ayudante le presentara a la supuesta mujer con la que salía, una hora más tarde se veía al demonio caminando cerca del paraíso, lentamente se lo veía que cargaba un paquete, una especie de caja, unos minutos después tocaba la puerta de la casa de su amante quien lo esperaba ansioso, terminaba de cocinar.

-¡Ni hao…! Saludaba con una sonrisa Hakutaku al abrir la puerta y ver a su demonio serio parado frente a él.

-Hola… Respondía el saludo el demonio, dejando la caja en el piso se acercaba a Hakutaku que intimidado lo veía, cuando sintió que el demonio le pellizcaba con fuerza las mejillas, jugando con ellas.

-¡Auchhh eso duele!… Exclamaba molesto Hakutaku sobándose las mejillas cuando el demonio lo soltó.

-Acostúmbrate… Murmuraba Hoozuki tomando su caja entraba a la casa.

-Las parejas normales se dan un beso de saludo… dijo con burla Hakutaku viendo como el demonio se acercaba dónde estaba la olla en que cocinaba una deliciosa sopa.

-Tch… no somos pareja… Refunfuñaba Hoozuki con molestia ya que no le gustaba sentirse presionado con una relación seria o que el otro lo tomara de burla.

-¡ah cierto! Exclamaba con una sonrisa burlona Hakutaku, acercándose a la olla también.

-¿Quieres…? Iba a preguntar Hakutaku cuando sintió un beso sorpresivo del demonio interrumpiendo lo que preguntaría, trataba de resistirse pero era imposible no corresponder ese apasionado beso, unos largos segundos se mantuvieron en ese beso, cuando se separaron se miraron fijamente.

-Siempre esa mala costumbre de no dejar que terminé de hablar… Decía Hakutaku con fingido mal humor mientras quitaba los restos de ese exquisito beso de sus labios.

-Querías que te saludara con un beso y lo hice… ¿Quién te entiende? Dijo el demonio con sarcasmo al ver como Hakutaku se alejaba molesto al mesón cercano. Minutos después cuando terminaban de cenar aunque sus cenas no eran muy tranquilas pues se la pasaban discutiendo por tonterías y molestándose, pero eso era lo que nunca les permitía aburrirse uno del otro.

- Eres odioso… Terminaba de decir con resignación Hakutaku minutos después cuando el demonio sonreía victorioso pues en la última discusión quedó como vencedor, levantándose se disponía a recoger los platos, pero sintió como Hoozuki le halaba el brazo haciendo que se siente junto a él.

-Hakutaku san ¿Por qué siempre coincide esta fecha cuando me invitas a tu casa? Preguntaba el demonio con curiosidad, viendo como Hakutaku desviaba la mirada.

-Ah ¿De qué hablas? Respondía alzando los hombros Hakutaku, restando importancia a la pregunta. El demonio le tomó el rostro para verlo fijamente, así lo intimidaría y le daría la respuesta que él quería escuchar.

-No me había dado cuenta… Decía avergonzado Hakutaku con fuerza trataba de zafarse del demonio.

-¿Cuántos meses cumplimos? Preguntaba el demonio con fingida seriedad.

-No es eso, solo es coincidencia… Advertía entre molesto y avergonzado Hakutaku al verse descubierto.

-Tres… tres meses… Dijo enojado Hakutaku viendo que el demonio no lo soltaría hasta que respondiera, al escuchar esa respuesta los dos se quedaron en silencio.

-No puedo creer que te haya soportado por tres meses. Exclamaba con resignación el demonio rompiendo el silencio que se había formado.

-Eso debería decir yo… Advertía serio Hakutaku pero instintivamente ambos se acercaban, era algo que no podían evitar ahora, el tenerse cerca era necesario.

-No es como si estuviéramos enamorados… Murmuraba Hakutaku con mala cara mientras ambos rompían la distancia que los separaba podían sentir como su aliento rozaba con el del otro.

-No, ni un poco… nadie se enamoraría de un chino idiota como tú. Decía Hoozuki con el ceño fruncido y con sus manos pellizcaba sutilmente las mejillas de Hakutaku.

-Ja… ¿Quién querría a un amargado y aburrido como tú? Aclaraba con una sonrisa sarcástica Hakutaku, sin dudarlo ambos unieron sus labios en un dulce y profundo beso.

-Tengo una curiosidad ¿Qué tiene esa caja que trajiste’? Hablaba Hakutaku quien estaba más confiado, estando sentado tiernamente en el regazo de su demonio, ambos miraban la caja que estaba cerca.

-Un regalo… Respondió Hoozuki con tranquilidad.

-¿Un regalo? Dijo algo dudoso Hakutaku, cualquiera se emocionaría pero conocía y hasta temía esos “regalitos” del demonio, casi siempre eran malas bromas o algún juguetito sexual.

-No que no sabías la fecha… Murmuraba burlonamente Hakutaku, dedicándole una sonrisa al demonio.

-Me di cuenta de la celebración desde el primer mes, además es un regalo para mí. Respondió el demonio con seriedad pero en su mirada destellaba un poco de complicidad.

-¿un regalo para ti?  No entiendo… Decía confundido Hakutaku cuando vio que el demonio le entregaba la caja, con duda la abría al ver el contenido arqueaba la ceja con molestia.

-Demonio pervertido… Murmuraba con molestia ligeramente sonrojado al demonio que junto a él, lo miraba con lascivia. Mientras la pareja parecía empezar una nueva discusión en un bar del infierno mortal se encontraba Enma sama bebiendo con otros esbirros, cuando alcanzó a ver a Momotaro que bebía solitario en una de las mesas.

-Buenas noches Momotaro kun… Saludaba el rey del infierno acercándose a Momotaro, quien sorprendido le saludaba también.

-¿Y Hakutaku-san? Preguntaba el rey del infierno al no verlo cerca, casi siempre que veía a Momotaro en un bar estaba porque le hacía compañía al parlanchín Hakutaku.

-El no vino hoy… Respondió Momotaro, estaba algo resentido pues este lo había botado esa noche y no tenía donde ir así que pasaría la noche en el bar.

-Que coincidencia, Hoozuki tampoco me acompaña hoy, siempre que salgo a beber vengo con él pero hoy tenía un compromiso importante. Decía Enma sama con resignación, sentándose junto a Momotaro que ya estaba un poco ebrio.

-¿Coincidencia? Decía Momotaro quien ya tenía certeza de la relación de ambos. Al escuchar eso el rey del infierno comenzó a pensar en esa insinuación, entendiendo algunos detalles de la actitud de su ayudante, ya que a veces lo escuchaba discutir con alguien por teléfono.

-No creo que ellos… Decía en voz baja Enma sama con mucha duda, pero Momotaro asintió con la cabeza confirmando aquello al Rey, quien sorprendido bebio toda una jarra de fuerte bebida.

-Pero ellos se odian… Decía con sorpresa Enma sama tratando de encontrar lógica a lo que Momotaro había confirmado. Mientras tanto en la casa de Hakutaku….

-¿Quién es el aburrido ahora? Decía Hoozuki quien recostado en la cama esperaba que Hakutaku apareciera, pues este en medio de gritos se negaba a salir del baño y presentarse frente al demonio. Pasaron un par de minutos cuando una silueta se aparecía, tenía una ropa provocativa y pequeña de color blanco, unas orejas de conejo blanco, pero se notaba su figura de forma sensual al ver eso el demonio se tapó la nariz conteniendo algo al parecer.

-¿Tu nariz está sangrando? Preguntaba seductoramente Hakutaku, al notar la reacción del demonio pensaba que se reiría pero al parecer le gustó el atractivo y sensual traje.

-No, nada que ver… Murmuraba Hoozuki con seriedad quien pretendía hacer como si no estaba excitado, pero controlándose veía caminar hacia el a su sensual conejito, de forma muy provocadora, a él que le fascinaba los animales, tener uno así a su disposición era una fantasía pervertida que se le cumplía.

-Maldición, no pensé que le quedaría tan bien… Murmuraba Hoozuki tratando de controlar su emoción. Hakutaku se sentía ganador con esto, así que seguiría el jueguito.

-¿Quiere jugar conmigo, señor demonio? Soy un conejito perdido… Decía de forma graciosa con una sonrisa Hakutaku, y seductoramente se colocaba sobre el demonio que mordiendo su propio labio contenía el deseo, era la primera vez que se le ocurría que se vistiera así, y al parecer era una buena idea, sin esperar más ambos unieron sus labios lleno de deseo y pasión, recostando con fuerza al inocente "conejito" el demonio lo sometía de forma  provocativa, lo primero que salió volando por la habitación eran esas blancas orejas de conejo, dando por entendido que empezaría una noche de placer para ambos en esa casi oscura habitación.

-Es difícil de creer… ¿Verdad? Decía Momotaro después de largos minutos en que había conversado con Enma sama sobre sus sospechas de la relación de Hakutaku y Hoozuki.

-Supongo que se aplica lo que dicen por ahí… Después del odio viene el amor… Decía resignado Enma sama que aún no entendía como esos dos seres que tanto irradiaban odio al verse podían ahora tener una relación amorosa que parecía seria.

-Oye… ¿Estás muerto? Decía Hoozuki quien desnudo y agitado, segundos atrás había llegado al clímax, veía como Hakutaku no reaccionaba.

-Casi muero… Murmuraba en su agitación placentera Hakutaku, recuperando el aliento, sentía como el demonio salía de su interior.

-Te odio… Murmuraba Hoozuki quien cariñosamente pero con el ceño fruncido se abrazaba a su amante.

-Yo te odio más… Susurraba Hakutaku sobre los labios del demonio, ambos sudorosos y agitados unían sus labios en un amoroso beso.

-Uno no elige de quien enamorarse… pero ¿Enamorarte de tu enemigo? Decía con algo de incredulidad Momotaro mientras bebía un sorbo de su bebida.

-El amor no tiene límites, y más para unos idiotas como ellos… Decía Enma sama con una pequeña sonrisa.

-Achu… Estornudaban los amantes a la vez, mientras aún seguían en sus besos y caricias.

-Alguien está hablando de mí… Dijeron los dos después de ese estornudo, como odiaban y  amaban a la vez siempre pensar igual y coordinar acciones y palabras, con mala cara se veían entre sí, pero no duró mucho aquello pues los dos simultáneamente se escondían de nuevo bajo las sabanas para seguir en su noche de celebración.

- Esa será una buena noticia… La historia de amor de un demonio y una bestia divina… Seré famoso con esta primicia… miau…Susurraba un pequeño gato alejándose del bar, quien  había estado escuchando parte de la conversación del rey del infierno y Momotaro, cuando estos sin notarlo estaban bebiendo.

 

Notas finales:

espero les guste :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).