Hoozuki y Hakutaku estaban muy callados desde aquel incidente de tipo amoroso, Maki ya se había marchado, Shiro y Momotaro estaban algo extrañados por la actitud de ambos ya que habitualmente los dos se peleaban, y sus conversaciones eran llenas de insultos ahora estaban callados tensando un poco el ambiente, asi pasaron unos minutos.
-No tengo todo, porque no alcance a recoger las hojas que me faltaban. Dijo Hakutaku tratando de disimular la incomodidad, por su mente no podía apartar ese momento que había pasado minutos atrás con el demonio que estaba frente a él, aun sentía en su piel y labios los rastros de esos besos apasionados que le hicieron estremecer, alterando su ser por completo, y lo peor era que deseaba seguir sintiendo aquella sensación abrasadora seguramente si no estuvieran Shiro y Momotaro ahora podía estar vibrando bajo el cuerpo del demonio quien notó la mirada perversa de Hakutaku, no podía negar que por su mente tenía la misma sensación, pues como dulce veneno sentía en su paladar el sabor de la piel y labios de esa bestia divina que tenía en frente, ambos desviaron la mirada.
-Déjalo así. Murmuró Hozuki tomando lo que había comprado dando en la mano de Hakutaku el dinero de lo que había adquirido, en ese roce sintieron sus seres estremecer simultáneamente ¿Es normal esto? Pensaban ambos rompiendo el contacto de inmediato.
-Nos vamos Shiro-chan... Adiós Momotaro... Advirtió Hozuki con seriedad saliendo de ahí mientras Shiro se despedía salía detrás de Hozuki.
-¿Que le pasara a Hozuki sama? Estaba actuando muy extraño. Hablaba algo extrañado Momotaro al ver esa más usual seriedad del demonio.
-No sé... Iré a mi habitación, quien venga a buscarme dile que no estoy. Respondió Hakutaku tratando de no dar importancia a eso, se dirigía con desanimo a su habitación, pasaron unos minutos Hakutaku no podía tranquilizarse aun debatía si aquello fue un arrebato de locura momentánea o en verdad deseaba estar con el demonio al cual se suponía odiaba, cuando sacó de su bolsillo el dinero que el demonio le había dado notando un papelito entre el dinero.
-¿Qué se supone que haga? Decía confundido Hakutaku mirando la notita, en la cual decía que lo esperaba a cierta hora en un lugar que no era muy concurrido y que ambos conocían, releía la nota algo dentro de Hakutaku le decía que sí y otra parte de su interior le decía que no.
-¡Hozuki kun¡ ¿Vas a salir? Preguntaba con curiosidad Emma Sama unas horas después cuando se topaba a Hozuki en uno de los pasillos.
-Sí, hoy es mi día libre saldré caminar… Respondió seriamente el demonio tratando de seguir su camino.
-Tal vez vas a una cita, Dijo con una sonrisa el rey del infierno, ante aquello Hozuki arqueó una ceja pues aquello era verdad iba al encuentro con Hakutaku en el lugar donde le había dicho.
-¿Qué dijo? Cuestionó malhumorado el demonio mirando fijamente a su jefe.
-No, nada… Suerte en tu “caminata” Aclaraba nervioso Emma mientras se alejaba del demonio que le servía.
-Tch… Chasqueaba su lengua el demonio pues en su interior también se sentía confundido algo decía que no debía seguir con aquello, no podía creer que estuviera ansioso de encontrarse con ese ser que le causaba malestar en su vida, pensaba en él cuando llegó al lugar donde habían quedado en verse, era una pequeña casa abandonada en medio de un pequeño lago de oscuras aguas ambos conocían ese lugar pues una flor especial salía de allí cada cierto tiempo pero como no florecía todavía aquello estaba despejado muy apropiado para esconder una relación clandestina. El demonio hábilmente llegó a la pequeña casa cruzando el lago, entró y decidió arreglarlo un poco antes de que llegara a quien aunque no admitiera anhelaba ya tenerlo entre sus brazos, se sentó a esperar.
-Maldito idiota… Murmuró molesto Hozuki cuando había pasado un rato esperándolo, algo le decía que no llegaría, eso lo hacía enfurecer más que con él era consigo mismo. Se levantaba disponiéndose a regresar tal vez era así mejor las cosas, aunque se sentía lastimado no lo admitiría jamás. Maldiciéndolo caminaba de regreso sin percatarse de que una silueta se escondía a unos metros del lago lo veían alejarse.
-Creo que es mejor así… Dijo Con aire nostálgico Hakutaku dando media vuelta regresaba por su camino.
-¿creíste que no te vería? Dijo Hozuki con la mirada siniestra parándose repentinamente frente a un atemorizado Hakutaku que sorprendido lo miraba.
-Pensé que no vendrías, que era una broma tuya el venir aquí… Decía algo nervioso Hakutaku al sentir el ambiente tétrico alrededor del demonio, quien se calmaba poco a poco, pero Hakutaku se sentía intimidado.
-Cuando estamos solos eres un poco tímido, no conocía ese lado tuyo. Dijo Hozuki con algo de burla acercándose lentamente al otro que retrocedía sus pasos.
-Claro que no, cualquiera se asusta si ve tu cara aterradora aparecer de repente. Hablaba Hakutaku disimulando su incomodidad poniéndose a la defensiva con el demonio, ambos se miraron fríamente como tratando de leerse el pensamiento.
-No puedo obligarte a hacer algo que no quieras, así que si no quieres hagamos como si nada hubiera pasado. Aclaraba Hozuki con seriedad alejándose de Hakutaku,
-¿Por qué huyes? Cuestionaba sarcástico Hakutaku deteniendo el paso de Hozuki.
-Yo no huyo, solo que no te veo seguro. No me gustan las personas que titubean… Dijo el demonio acercándose de nuevo a Hakutaku.
-No te has dado cuenta que tú también estas dudando… Idiota aburrido… Decía con una pequeña sonrisa traviesa Hakutaku.
-Tú, pervertido estúpido… Vamos… Dijo Hozuki tomando la mano de Hakutaku que se estremeció ante el contacto ambos caminando se dirigían al centro del lago ya todo estaba más oscuro al parecer la noche infernal había caído.
-No veo bien… indícame… Exclamaba molesto Hakutaku quien brincaba piedras que eran el camino para cruzar el lago.
-¿Puedo cargarte? Decía Hozuki quien hábilmente brincaba el camino de piedras delante de Hakutaku que le costaba seguirle el paso.
-Claro que no… Gritaba molesto Hakutaku cuando resbaló de una piedra ya sentía que caia al agua oscura que les rodeaba, pero cerrando los ojos sintió unos brazos rodearlo, salvándole de la caída, ambos se miraron pues tenían sus rostros muy cerca, el demonio tenia sujetado al otro por la cintura, en esa piedra donde parecían que ambos podrían caer al agua, una tenue brisa soplaba entre ellos agitando de forma tenue sus cabellos, lentamente sus labios se acercaban cuando sin más distancia se unieron en un beso tranquilo y casi dulce, muy diferente al que se habían dado horas atrás, sin embargo parecía aún más significativo porque de alguna forma aclaraban que aquel sentimiento que los tenía en duda no era tal vez precisamente solo pasión y deseo, sino algo más profundo detrás de ello.
-Hakutaku san… nos vamos a caer… Dijo en un susurro Hozuki separándose lentamente del otro, parándose se acomodaban para seguir su camino, que estaba a unos pasos, ninguno dijo algo al parecer no había palabras que expresaran lo que en su interior sentían, entraron a la casa vieron a su alrededor no era el lugar más romántico, pero era especial de alguna forma, luego sus miradas chocaron.
-Seguramente no sabes cómo empezar… ¿qué tal si yo te tomo primero? Decía burlonamente Hakutaku ya un poco más relajado, viendo como Hozuki no daba la iniciativa.
-No, ni creas eso… Murmuró malhumorado Hozuki sintiendo como Hakutaku apegándose a él comenzó a lamerle sensualmente el oído
-¿Tienes miedo? Cuestiono con burla la bestia divina con una sonrisa y sus ojos entrecerrados, aquello hizo que Hozuki se diera cuenta de lo hermoso que podía ser ese a quien llamaba idiota.
-Ya cállate… Habló Hozuki tomando entre sus brazos a Hakutaku, quien ágilmente enredó sus piernas a la cintura y sus brazos al cuello del demonio en una posición muy sensual donde sus cuerpos podían sentir el calor del otro , con algo de desespero ambos juntaron sus labios en un apasionado y placentero beso.
-MORALEJA DEMONÍACA DE HOY
Por más que niegues lo que sientes siempre terminaras cayendo en ese frío o cálido sentimiento, dependiendo de cuál sea…