El trabajo había sido demasiado, incluso para el gran Seto Kaiba, por un momento había olvidado que era solo un humano, razón por la que se olvido de los pequeños detalles como comer o dormir aunque fuera unas cuantas horas... en fin, ni Seto Kaiba estaba exentó de enfermarse... y menos entre semana así que, he aquí el resultado... tirado en su cama sin su computadora ni celular, obligado de alejarse de toda tecnología en su casa y obligado a reposar por orden de su médico, Seto no podía estar peor, ahora que trabajaba en un nuevo producto, no podía darse el lujo de detenerse solo por un estúpido resfriado claro que eso no era "del todo" lo que molestaba al CEO, sino el problema que tal parece se iba a desenvolver... tal parece que empezaba con síntomas de anemia, su hermano menor Mokuba cuidaba de él, pero había tenido va que irse a su escuela, mientras Seto se quedaba en su casa dormido gracias al medicamento del doctor, pues Seto molesto y siendo un hombre tan apurado no podía dejar de trabajar, aunque tampoco contó con que su pequeño hermano utilizará el poder de ser un Kaiba para obligarlo a quedarse en casa dormido... el pequeño tenía algo más que batallas como para poder enfrentarse a él que era el mayor... solo por eso, " y por su amor hacia su pequeño hermano y única familia" había aceptado sus órdenes...
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Cuando abrió sus ojos ya no se encontraba exactamente acostado en su cama, y no estaba solo en su habitación... muy por el contrario, alertado miro que una mota café se encontraba en su pecho mientras que se paseaba dando cálidos besos por su pecho y lamiendo el mismo llegando a sus tetillas, trato de moverse pero aun se sentía débil, quiso quitar a esa mota café de su pecho, pero se encontró con la sorpresa de que estaba atado a la cabecera de la cama mientras que su cuerpo estaba recargado en muchas almohadas que lo hacían sentarse levemente
-no... aléjate...- dijo entre jadeos suprimidos, aquello que sentía no era para nada normal y no le agradaba para nada que alguien lo tuviese así, pero en su estado no sentía ni las fuerzas para sacar a relucir su potente y autoritaria voz de la que siempre se sintió orgulloso
-huhuhu, ¿crees que con esa petición de tu parte me detendré Seto Kaiba?- al fin aquella mota se separo de su cuerpo encontrándose Seto con el susto de ver a un joven castaño extremadamente idéntico a él, con la única diferencia de que sus ojos eran de un color carmesí, Seto sintió extrañamente una rara sensación de dejabú al ver sus ojos, aquel tipo que podría pasar a la perfección por el, sonrió con prepotencia y sin darle tiempo a nada unió sus labios con los de Seto en un beso salvaje y demandante que rápidamente le robo el aliento al CEO dejándolo mareado
-me encanta cuando eres dócil como un gatito- dijo aquel castaño mientras acariciaba los pezones de Seto haciendo que estos se levantaran, una vez que se levantaron los pellizco y luego se inclinó a lamer el izquierdo mientras continuaba jalando y pellizcando el derecho, Seto no pudo reprimir un gemido entre el placer y la ira
-mal...dito... enfermo...- dijo Seto muy molesto, aquel clon suyo se separo de él y rió divertido
-amorcito, eres tu el que está enfermo, tienes como 40 de fiebre... ¡¿y dices que soy yo el enfermo?!- y echó a reír sonoramente haciendo que los colores se le subieran a Seto poniéndose mas rojo y no exactamente de la pena "en partes" sino de la ira, se habían burlado de él y eso era algo que no le iba a permitir a nadie, fuese lo que fuese ese sujeto que lo estaba manoseando él no se iba a dejar, así que, olvidando que estaba enfermo se trato de enderezar, pero había olvidado que estaba atado a la cabecera así que no logro alejarse mucho de las almohadas que lo cuidaban y volvió a caer en ellas, aquel otro clon lo miro divertido y lamio su mejilla hasta llegar a su oreja donde primero mordió la orilla y luego la jalo con total intención de arrancárselo, Seto casi grito del dolor pero se mantuvo fuerte
-me encantas Seto Kaiba... me excita tu autocontrol y el cómo hago que se desmorone a cada caricia que te doy... me encanta tanto que no quiero parar...- dijo para luego lamer el interior de su oreja, Seto trato de alejarse pero al hacerlo lo único que logro fue darle más espacio a aquel sujeto para lamer su cuello y morder su clavícula haciendo que otro gemido "pero este de placer" saliera de aquellos carnosos labios durazno que poseía Seto
-descuida, seré amable contigo, hoy estás enfermo y yo te cuidare perfectamente bien- dijo aquel con una sonrisa de oreja a oreja para nada santa, Seto al verlo tuvo un mal presentimiento y un fuerte cosquilleo en su estomago y parte baja de su vientre mientras miraba aquellos inoptizantes ojos más hermosos y atrayentes que los del faraón
-¿quien... diablos eres... haaggg... maldito...- rugió molesto tratando de no gemir por las sensaciones en su sensible cuerpo, aquel sujeto sonrió de medio lado más notoriamente y paso una mano por su pantalón acariciando un pequeño bulto que comenzaba a salir
-a que no descubres quien soy- dijo este divertido, Seto lo vio con todo el deseo del mundo de matarlo pero aquel sujeto ni se inmutó, muy por el contrario, sonrió mas galante y bajo de forma lenta desde la barbilla de Seto pasando por todo su pecho, deteniéndose en sus pezones que mordía y succionaba, dando besos hasta su ombligo donde hizo la simulación de embestidas y por fin llegando al elástico de sus pantalones donde poco a poco y de forma muy lenta los fue bajando haciendo que Seto se sintiera incomodo, con aquel deseo de que le dejara en paz pero que a su vez le gritaba que lo tocaran mas
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Obelisco por fin dejo de hacer el royo tan largo y termino por quitar aquellos estorbosos pantalones de almidón que cubrían la parte baja de su presa... una vez mas sonrió con una curiosa combinación de ternura y deseo lujurioso al ver a su presa, sonrojado por la fiebre, débil por la enfermedad, jadeante ante sus caricias, con la mirada ida en alguna parte de la habitación, un pequeño hilo de saliva saliendo de la comisura de su labio y su miembro semi erecto mostrándose apenas desde la tela de los bóxers negros con rojo que portaba el CEO, Obelisco sonrió una vez más con lujuria, quería tomarlo ya y escucharlo gritar como la ultima vez pero tenía que ser cuidadoso, no solo porque era un humano, sino que ahora estaba mas frágil que nunca por culpa de su enfermedad, a fin de cuentas por eso mismo había ido a verle, estaba enfermo y quería ser él quien cuidara de su delicado "estado de salud" (por no decir de su cuerpo)
-nooo... haaagggg...- gimió Seto contra su voluntad cuando sintió una larga y profunda lamida por parte de Obelisco en su miembro haciendo que despertara por fin haciéndose notar mucho mas, Obelisco por su parte estaba extasiado, sabía que no se cansaría tan fácilmente de aquella exquisita presa que ya había marcado aquel día y que una vez más podía volver a tener, al fin y al cabo podía tomarlo tantas veces como él quisiera y nunca lo recordaría el interesado... aunque esto de cierto modo se le hacía amargo... no le agradaba la idea de aparecer siempre frente a él y escuchar siempre la misma pregunta "¿quién eres maldito?" Una que otra vez no estaría tan mal... pero oírla siempre que se ven... era... incomodo de cierto modo...
-mmmggggg... haaaa...- ya no pudo más y Seto termino gimiendo, Obelisco le había quitado por fin la ultima prenda y había lamido su miembro erecto directamente sin nada de por medio, Seto se movía de un lado a otro un poco, sus ojos estaban fuertemente cerrados y negaba de cuando en cuando, Obelisco se excitaba ante la imagen y lamia con mayor ímpetu su miembro mientras veía todas esas acciones, finalmente termino por metérsela de lleno a la boca y sorber con fuerza, Seto grito de placer abriendo sus ojos y viendo lo que el otro le hacía, pataleo tratando de quitarlo de entre sus piernas pero le era imposible, estaba muy débil y aquellas caricias solo hacían que se debilitara todavía mas "si eso es que era posible"
-lámelos- dijo mientras le daba 3 dedos a Seto, el negó pero a fin de cuentas terminó accediendo mientras Obelisco continuaba lamiendo su miembro y su otra mano pellizcaba uno de sus pezones, así duro un poco, casi nada de tiempo, pues Seto los había lamido con tal desespero que no tardaron en estar bien humedecidos, Obelisco dejo sus otras ocupaciones y se acomodo para poder tener una buena vista de la entrada del CEO
-no... mires...- trato de sonar molesto y demandante y aunque lo había logrado, sus gemidos desesperados hacían mal interpretar aquellas simples y demandantes palabras, Obelisco sonrió y lamio los labios de Seto para luego tomar con su mano libre el miembro del castaño y comenzar a frotarlo mientras introducía el primer dedo, Seto gimió rompiendo el contacto visual al hacer su cabeza hacia atrás, Obelisco sonrió mas y ocupando el espacio dado comenzó a lamer y succionar la manzana de Adan que poseía Seto haciendo que gimiera mas pero que a la vez fuese ligeramente callado
-me encantas... tu cuerpo... me excita demasiado Seto Kaiba- susurró al borde de su cordura, ya deseaba tener al castaño entre sus piernas gimiendo a gritos por que fuese más fuerte y rápido, pero para Seto todo iba tan rápido que no podía hacer mucho...
El tiempo paso lento para Obelisco quien ya en su desespero saco los 2 dedos que tenía dentro de aquel cuerpo y cargo ligeramente el cuerpo del ojos azules para poner sus piernas en sus hombros, posicionó con cuidado su miembro ya hinchado y adolorido de no recibir atención y presionó con la entrada del castaño, fue solo así que Seto abrió los ojos viendo con algo de asombro a su atacante, Obelisco sonrió y aun sin penetrarlo comenzó a restregar la punta de su miembro en su entrada chocando suavemente con los testículos del otro, Seto gimió con mayor fuerza mientras sentía claramente aquellas sensaciones que le desagradaban pues no sabía que debía de sentir y se molestaba por comenzar a perderse en el placer...
-pídemelo, pídeme que te la meta y seré amable contigo- dijo Obelisco mientras lamia su mejilla y lo hacía verlo al tiempo que hacía mas presión entre su miembro y su entrada al momento de restregarlos entre sí, Seto lo miro desafiante e hizo lo que su orgullo le mandó
-no- fue todo lo que dijo, lo dijo molesto y desafiante, Obelisco sonrió al saber que Seto aun podía dar batalla sin importar lo mal que se sitiera, eso lo alegró y continuo con aquella tortura mientras con su otra mano comenzaba a masturbar el miembro de su presa y sus labios devoraban de nuevo el pezón derecho enrojecido he hinchado
-no... así no...- ya no pudo mas Seto mientras se retorcía, Obelisco estaba cada vez más caliente, deseaba metérsela de un solo golpe pero quería acabar con la poca resistencia que aún le quedaba a su presa y claro, no dejaba de recordárselo, siempre le decía que si quería que acabase su tortura se lo pidiera, pero Seto en su arrebato de orgullo siempre se negaba
-ya... no... mas...- susurró por fin Seto luego de largos e interminables minutos para ambos, Obelisco dejo solo su ocupación en su pecho y lo vio, sus caricias se intensificaron y acerco su cara a la del castaño para verlo a los ojos y hablar a milímetros de sus labios
-¿perdón?... no te... escuché- dijo con simpleza mientras rozaba suavemente sus labios y hacia que Seto gimiera todavía mas fuerte y con mas frustración
-hazlo- dijo molesto
-¿que haga qué?- pregunto con falsa inocencia, Seto lo vio iracundo y eso solo logro que Obelisco sonriera con mayor diversión, claro que le robo un beso salvaje y luego lo obligo a verlo a los ojos, sonrió con prepotencia mientras lamia su mejilla y le hablaba divertido
-Pídemelo como es debido, dime "quiero tenerte dentro mi señor", y entonces lo haré como tú quieres, ¿qué te parece? ¿no es una gran oferta la mía Seto Kaiba?- pregunto divertido mientras observaba la ira que inundaba las pupilas azules de su presa, dios, como amaba a su presa, le encantaba todo lo que hacía, le encantaba que nunca se rindiera, que diera lucha hasta el final, que nunca se dejara amedrentar y que siempre fuera firme ante las situaciones, pero siendo sinceros, lo que más amaba Obelisco era ni más ni menos el ver esa sumisión tan extraña de su parte, amaba el ver como su cuerpo era tan sensible a las caricias que le eran dadas, amaba ver ese rostro sonrojado y él como siempre se mostraba molesto pero que en realidad luchaba para no disfrutarlo tanto como lo hacía, simplemente aquel humano que estaba poseyendo en ese momento era ni más ni menos la criatura mas apetitosa y perfecta (dentro del rato) que nunca haya conocido y no solo no lo iba a dejar, sino que no iba a dejar que alguien más lo fuese a tomar solo porque si, ese cuerpo y en especial, ese humano ya era suyo, ya era de su pertenencia y no iba a dejar que nadie lo fuese a tocar... ni siquiera aquel rubio del que estaba interesado el dragón al lado de RA
-quí… quie...ro...- sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar los ligeros gemidos de su presa tratando de articular palabras, dejo por unos momentos lo que estaba haciendo solo para concentrarse en su presa, en su rostro y en sus facciones
-que es lo que quieres...? No... te... oí- dijo divertido volviendo a sus ocupaciones pero esta vez con mayor fuerza, Seto se retorció en su lugar mientras se arqueaba ligeramente haciendo "sin desearlo" mas contacto entre ambos cuerpos, Obelisco sonrió y mientras restregaba su miembro en la entrada del castaño lo comenzaba a introducir, de forma lenta y muy notoria aunque aun se movía y eso obligaba a la entrada de Seto a ensancharse todavía mas
-¿y bien?... no te escucho Seto Kaiba- dijo divertido, mientras veía como Seto negaba, sabía que era solo cuestión de tiempo a antes de que se rindiera, y sabiamente no tardó mucho "para alivio de ambos"
-¡¡¡¡quiero tenerte dentro maldición!!!- Seto ya no pudo más y grito su desespero, Obelisco sonrió de oreja a oreja y metió por fin su miembro al interior de aquel cuerpo gimiendo ambos por la calidez y estrechez, Seto solo negaba con su cabeza mientras tomaba bocanadas de aire para tratar de calmarse y que no le doliera tanto, sin embargo el miembro hinchado y necesitado de Obelisco era tan grande y regordete que simplemente parecía partir el cuerpo de Seto en dos...
-me encanta... que además tan estrecho... me tragas de un modo tan exquisito... no puedo contenerme más Seto Kaiba- dijo Obelisco ya al borde del desesperó, tomando las caderas de Seto comenzó a embestir de forma lenta pero fuerte, Seto cerró los ojos mientras sentía aquellas sensaciones y trataba de no gritar entre el dolor y el placer... y mientras que era suavemente embestido, a su mente le llego un recuerdo… un sueño que de cierto modo se le hacía muy familiar pero que al a vez le sonaba casi imposible de que fuesen cierto...
-¿Obelisco el atormentador?- pensó, de pronto abrió los ojos viendo aquí en poco apoco comenzaba a aumentar la velocidad de las embestidas, vio sus expresiones, noto sus facciones, se fijo en especial en aquellos ojos carmesí que poseía aquel que le hipnotizaba... y luego de algunas dudas mas término por gritar su nombre
-¡¡¡Obelisco!!!- grito cuando llego por primera vez a su orgasmo, ante aquel llamado y la presión en las paredes internas de aquel cuerpo Obelisco también se corrió mientras daba una embestida más profunda que cualquiera... tardaron unos minutos más en poder recuperar el aliento, Seto lo miro molesto y con la mirada afilada preguntó
-tu eres Obelisco el atormentador- mas que una pregunta había sido una afirmación, Obelisco sonrió con prepotencia mientras lo veía con superioridad
-nada mal... esta vez tardaste menos que la primera vez en descubrir mi identidad... nada mal, nada mal...- dijo divertido mientras volvía a atacar los pezones de Seto haciéndolo gemir de nuevo de manera muy sonora, Seto por su parte aun sin lograr comprender nada de lo que estaba pasando trato de zafarse sin éxito mientras exigía su propia liberación
Poco a poco y en contra de su voluntad Obelisco volvió a comenzar con sus embestidas al tiempo que miraba embelesado la cara excitada de su presa, no espero mucho cuando sus embestidas volvieron a ser fuertes y concisas, decidió entonces liberar los brazos de su presa de sus ataduras solo para atarlas detrás de su cuello a modo que no pudiera soltarse, luego lo cargo sin dejar de embestirlo y por fin en un rápido movimiento fue turno de Obelisco de sentarse en la cama haciendo que Seto gritara aun mas fuerte
-mal...dito... así... no..., entra... mas...- gimió mientras cerraba los ojos tratando de evitar los gritos de placer al sentirlo tan dentro, Obelisco por su parte solo sonrió pervertido y acerco el cuello de su presa lamiendo todo lo que podía llegando por fin a su oído donde después de lamerlo susurró ronco
-así te gusta cierto Seto Kaiba?- pregunto mientras comenzaba a hacer mover el cuerpo encima suyo haciendo que por la inercia quedara aun mas incrustado en su miembro obligando al castaño a gritar de placer... rápidamente Obelisco se lanzó una vez más a aquellos exquisitos pezones que poseía el CEO haciéndolo gritar aun mas fuerte mientras con sus manos bien afianzadas a sus caderas lo obligaba a moverse a una gran velocidad...
Finalmente luego de varios minutos más Seto volvió a correrse, unas cuantas envestidas mas y también Obelisco se corrió en su interior; al final, cansados los dos, Seto se dejo caer en el pecho sudado de Obelisco, el por su parte desato por fin las manos de su presa haciéndolo mas cercas suyo, Seto solo se dejo hacer por si solo pues ya no tenía fuerzas ni para luchar
-nada mal, parece ser que la fiebre ya bajo, tal parece necesitabas un poco de ejercicio como este- rio divertido Obelisco mientras retiraba algunos cabellos húmedos del rostro del otro, Seto por su parte volvió a sonrojarse y desvió la vista molesto
-solo cállate idiota- dijo molesto desviando la vista y regresando a su lugar recostado en el pecho del otro
-me alegra que ya estés bien, me preocupe por ti- dijo Obelisco mientras acariciaba su cabeza con cariño notando como el mencionado se estaba quedando dormido, Seto solo restregó un poco su cabeza en el pecho del otro mientras lo insultaba un poco y le llamaba pervertido, Obelisco volvió a reír por su fuerza aun en estas situaciones y por fin acomodo al castaño en su cama a como lo había encontrado la primera vez
-desaparecerás cuando despierte- pese a que era una pregunta la realidad era una afirmación, mas aun así Obelisco asintió a su pregunta viéndolo y él como el solo le terminaba dando la espalda
-no deberías de recordarlo, no es correcto que ustedes lo recuerden- dijo serio Obelisco mientras acariciaba su cabeza, mas Seto se alejo de el
-lárgate- fue todo lo que dijo, Obelisco suspiro un poco y a la fuerza se acostó a su lado y lo apego a su pecho mientras besaba la coronilla de su cabeza
-si algún día me necesitas no dudes en llamarme, no pienso dejar a mi presa- esto solo hizo que Seto se molestara y tratara de atacarlo, Obelisco quien ya preveía esto tomo las muñecas de Seto y las colocó en su cabeza para verlo, luego le planto un beso con fuerza y lo vio a los ojos
-¿sabes porque eres mi presa? ¿o cuán importante es aquel titulo?- pregunto algo molesto, Seto molesto le hizo saber que le importaba muy poco todo aquello, Obelisco bufo molesto y volvió a besar a su presa de un modo apasionado y deseoso, luego de dejarlo por fin callado con aquel beso asfixiante lo miro y lamio sus labios
-eres mi presa Seto Kaiba, en pocas palabras, ningún otro ser te puede tomar, ahora eres de mi pertenencia, no importa que lo olvides, tu siempre serás mío...- dicho esto Seto ya no pudo más y se desmayo víctima del cansancio, por su parte Obelisco beso suavemente los labios de su presa y susurro encima de ellos
-recupérate pronto Seto Kaiba, para que tengamos noches como estas y mejores- dicho aquello Obelisco poco apoco se esfumó de la habitación como si de bruma se tratase
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-¡Ya volví Seto!- grito su hermano desde la puerta, subió por los interminables pasillos hasta llegar a la habitación de su hermano y ahí lo vio, completamente dormido, se acerco a él y con alivio comprobó que la fiebre había bajado y ya casi estaba como nuevo, se sentó en una silla que había por ahí y espero un poco, no tardo mucho cuando Seto por fin abrió los ojos encontrándose con los de su pequeño hermano que le sonreía con alegría
-¿cómo te sientes Seto?- pregunto de inmediato sin abandonar su sonrisa, Seto se sentó en su cama algo confundido, vio sus muñecas pero no había ni una sola marca, corroboró que estaba completamente vestido, no había ni una sola prenda fuera de su lugar, al ver por la habitación solo estaban ellos dos... esto por alguna extraña razón desánimo algo su estado de ánimo, pero luego miro a su hermano quien aun le sonreía alegre, suspiro resignado y hablo
-ya me encuentro mucho mejor Mokuba- el mencionado sonrió con mayor alegría y bajo a pedir que prepararan comida para ambos, mientras Seto se quedaba aun en su cama viendo a la nada
-¿fue solo un sueño?- se pregunto mentalmente mientras se levantaba de su lugar y se ponía ropa para poder salir de su habitación...
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-¿y bien, que tal te fue?- apenas iba llegando Obelisco cuando fue recibido por los otros dos dragones que lo miraban interesados, el solo pudo sonreír con arrogancia mientras recordaba a la perfección lo que hace unas horas acababa de hacerle a su presa
-ya se encuentra mejor, gracias por preguntar- dijo el dios muy cortes
-¿le borraste la memoria o piensas seguir con este juego más tiempo Obelisco?- pregunto Slifer viéndolo con seriedad, Obelisco por fin dejo esa sonrisa para ponerse serio y ver a quien le había hecho la pregunta, se quedo callado un momento pensando en lo que iba a decir, en los pros y las con tras de su futura nueva decisión y lo que acarrearía... y al final... por fin lo habló...
-no, solo confundí sus recuerdos, Seto Kaiba va a creer que lo que vivió conmigo fue solo un sueño- dijo serio mientras se acomodaba mejor en su propia carta como era su costumbre
-bien... solo procura que pueda levantarse mañana- se burlo el dragón al lado de RA, los otros 2 también echaron a reír por aquel comentario y callaron cuando escucharon venir a su nuevo dueño que también recién llegaba de la escuela
-espero verte pronto Seto Kaiba, y que te recuperes también- fueron los pensamientos de Obelisco a antes de volver a dormir en su carta