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Katekyo Monster Reborn por Riona_Sagita

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Notas del capitulo:

Hello

Bueno las vacaciones me pegaron en parte y tuve un serio problema de desmotivación en mi vida con un cosplay que me encargaron y eso influyo en mi "flojera" a escribir.

Lo otro es que mi hermosa beta Inger, a estado ocupada ella empezo clases y entre la universidad, el trabajo y algunos problemas personas que se lograra superar no ha tenido oportunidad de pasarme el capitulo.

Las buenas noticias actulice y que ya el capitulo 8 ya esta casi listo.

A Legnael bella el extra esta casi listo, el problema es que nunca he estado en un casino y necesito escribir y pensar como es el lugar y que haran los personaje para obtener algo que te complasca :P

Sin nada mas que decir, el capitulo.

Cuarto Mordisco – Agridulce

 

                Eran casi las 8 de la noche, normalmente a esta hora estaría en su casa leyendo algún manga o jugando algún video juego, ahora que lo pensaba, desde los últimos sucesos, había estado tan asustado que no había continuado su partida de Monster Hunter, pero en vez de eso, seguía en el colegio con un bento especial de langostinos. Era acompañado Gokudera quien también estaba comiendo un bento especial de langostino; ambos estaban en la cafetería de la escuela, aunque estaba más sorprendido de la cantidad de estudiantes “Especiales” de Namomori que de su cena.

 

-Deberías comer o sino cuando la sanguijuela te coma no tendrás suficiente sangre- Gokudera tomo uno de sus langostinos y lo sumergió en una salsa dulce antes de degustarlo.

 

-…Yo no recuerdo mucho sobre esa noche- Tsuna tomo uno de los langostinos con su tenedor, solo para luego observarlo sin llevarlo a su boca – Hasta hace unos días yo estaba estudiando en una de las escuela fuera de este distrito, el recorrido es largo, pero es mejor que estar en casa sin hacer nada- Tsuna dejo el langostino y miro a Gokudura.

 

Ante los ojos de Gokudera, Tsuna era como un pequeño roedor que estaba intentando huir de sus depredadores -Eres un humano extraño- Le dijo terminando de comer- pero me agradas decimo.

 

-Deja de llamarme así, tengo un nombre es Tsunayoshi Sawada – Gokudera ni se inmuto ante el reclamo de Tsuna por su nombre, en cambio tomo el pequeño pote plástico cuyo contenido era un pudin de vainilla.

 

 

-Oye decimo, ¿Qué edad tienes? – Le pregunto curioso por la vida del humano, no todo los días podía hablar tan libre y calmadamente con uno, sin tener miedo de exponerse.

 

 

-16 ¿Por?- Le respondió un poco dudoso de su pregunta, pero el ver la reacción del albino supo que su respuesta le había tomado por sorpresa

 

-Sabía que eras un niño, pero no sabía que fueras tan joven, casi diría que eres un bebe

 

-Oye- Le regaño ofendido- Tu no eres mucho mayor que yo- Cruso lo brazos en su pecho como gesto de disguto.

 

-No lo tomes a mal, pero para nosotros 10 años, es como un suspiro, y más para los vampiros, ¿Acaso piensas que ellos tienen la edad que aparentan tener?- Le respondió para luego abrir el contenedor del pudin y tomar la pequeña cucharadita de plástico que vino con el dulce cuando lo compro.

 

-¿Qué edad tienes Gokudera?- Le pregunto un poco curioso por la palabras del albino.

 

-Soy joven, apenas tengo 63 años-Tomo un poco de su pudín, para luego disfrutar del dulce sabor y dandole poca importancia a la sorpresa de Tsuna. El castaño miro a Gokudera esperando que le dijera “Es broma”, pero su actuar tan natural le dijo que no era así- Descuida, aun no soy del todo un adulto, un cambia formas es considerado un adulto luego de su primer cambio, pero solo nos dejan ir libremente luego de los 50 años- Le respondió apiadándose un poco del menor

 

-¡¿Pero no pareces tener más de mi edad?!- Le dijo con un hilo de voz

 

-¡¡Ah!! eso se debe a que, los cambia forma envejecemos de forma lenta – Tomo otro bocado de su pudin.

 

-… Si tienes 50, enton...--

 

-63- Le corrigió antes de que terminara de hablar y apuntándole con la cucharilla-

 

-63 – Corrigió ante la mirada molesta de Gokudera-, ¿Qué edad tiene Hibari?

 

-No lo sé, según he oido a algunos les parece que es solo un niño jugando a ser adulto, en lo personal, pienso que no es mas que un joven vampiro que quiso huir de sus padres, lo más lejos posible. Luego de estar aquí, entiendo porque hizo de Namimori todo su terreno de juego.

 

-…No te entiendo del todo, pero en lo ultimo creo que estoy de acuerdo- Suspiro cansado, antes de volver a mirar su comida y tomar el tenedor que había dejado en el olvido junto con un dorado langostino.

 

-Te debe ser un poco chocante todo esto ¿No?- Gokudera seguía devorando su pudin sin prestarle mucha atención a las reacciones de Tsuna.

 

-Me siento más como Alicia en el País de las Maravillas que cualquier otra cosa- Admitió mas para si mismo que para Gokudera

 

Esa respuesta hizo sonreír al otro levemente – Ni yo lo hubiera dicho mejo decimo, ni yo- mientras terminaba de comer su postre. Tsuna empezaba a morder su langostino a pesar de no tener mucha hambre, le era un pecado desperdiciar la comida y más cuando había sido regalara por el albino.

 

 

 

 

        Mientras tanto en las afueras del instituto Namimori, mientras muchos de los estudiantes se encontraban en plena hora de cena y receso de las clases de adaptación a la sociedad.

 

En la paz y quietud de la noche un grupo de cinco sombras se movían ágilmente entre la oscuridad ya que esta era su mundo.

 

-No es necesario que intenten acercarse más, solo necesito oler el aire para saber que sus repugnantes presencias estan en mi cuidad- La solitaria presencia del vampiro en medio de la calle detuvo el avance de las sombras.

 

- Hibari Kyoya - La voz de la sombra parecía mas como un lamento atormentado que a una persona -Tienes algo que nos interesa, si nos lo das prometemos no hacer sufrir mucho a los residentes de esta cuidad

 

-No necesito que unos herbívoros como ustedes me digan que hacer - Sus iris cambiaron a un rojo carmesi, dándole un aspecto atemorizante, pero las sombras solo chillaron- Los morderé hasta la muerte escorias del infierno

 

Las sombras no dudaron en atacar a Hibari, dejando así la seguridad de la oscuridad al salir a la luz de los postes que iluminaban la solitaria calle del vecindario. Sus aspectos a la luz eran las de personas heteras, pero en vez de ropas sus cuerpos eran cubiertos por sombras en forma de neblina, sus ojos ausentes de iris les daba una aspecto sobrenatural y pequeñas líneas como quebradizas en su piel les hacían ver como muñecos a puntos de romperse.

 

Hibari no se movió de su lugar, no hasta que el primero de ellos se acercó a él. Fue en ese momento que el perfecto tomo una de sus tonfas, tomando el cuello de la sombra clavandole sus largas uñas como garras y golpear con su tonfa un pequeño especio entre el cuello y detrás de la oreja. La sombra chillo antes de que su piel empezara a caerse en pesados dejando ver en realidad un cuerpo putrefacto y sin vida.

 

Cuando la segunda sombra intento atacarle, Hibari le repelió con la tonfa arrojándole contra la otra sombra más cercana a él.

 

El grito desgarrador de las otras sombras le hizo saber a Hibari que dejarían ese patético disfraz y tomarían su forma de Hellhound (sabueso del infierno). Rápidamente las sombras tomaron el aspecto de un perro más grande que un Gran Danés, su contextura era esquelética y su piel era putrefacta, ya no era necesario que ocultaran su olor, por lo que su descomposición inundaba todo el lugar. Sus antes blancos ojos ahora eran rojos con el iris amarillo y por ultimo sus dientes parecían vidrios rotos de donde salida libremente su espesa saliva que iba dejando así marcas en el concreto del piso.

 

El perro más cercano a Hibari salto hacia él, pero antes de que llegara este lo golpeo en la cabeza dejándolo contra la pared, dejando expuesto ese espacio entre el cuello y su cráneo, donde no dudo en golpearlo haciéndolo chillar. El otro perro ataco la espalda de Hibari, pero solo se llevó consigo el abrigo del perfecto antes de golpearse fuertemente contra la pared, destruyéndola. Solo necesito ese momento de desorientación para que Hibari golpeara el punto débil del hellhoud.

 

Fue en ese momento de impacto que uno de los dos hellhoud restantes intento morder a Hibari, casi podía sentir la carne del vampiro entre sus dientes y saborear así la sangre de este, pero nada de eso paso, en un rápido movimiento Hibari hizo que en vez de que el hellhound mordiera su brazo, mordiera su tonfa, y con su mano libre de arma, alargo sus uñas y las clavo en el punto débil del canino, pero en vez caer como sus demás  compañeros, este cayó al piso sin cabeza.

 

La cabeza de hellhoud termino en la boca de ultimo de los perros antes de que mordiera a Hibari, el vampiro aprovecho ese momento para con su tonfa acabar con la vida del último de ellos.

 

Con los Hellhoud neutralizados Hibari tomo su tonfa que tenía entre sus dientes uno de ellos. Aunque el enfrentamiento había durado solo unos minutos el lugar era un total desastre.

 

-Kurakabe- Llamo el vampiro a su mano derecha

 

- Si amo Hibari- Dijo apareciendo entre las sombras

 

-Limpia este lugar, mantén a los humanos dormidos hasta la mañana y notificarle a los herbívoros de los Varias que hay hellhoud en mi cuidad y que si no quieren que los muerda hasta la muerte que hagan su trabajo mejor.

 

-Como diga amo - Kurakabe asintió antes de otros vampiros del comité aparecieran juntos a los cuerpos de los hellhoud, en parejas de a dos vampiros empezaron a recoger los cuerpos, debían quemarlos en otro lugar donde no afectaran a los humanos.

 

Los hellhoud no deberían estar en su vecindario, pero con lo irritado que estaba no le importo acabar con los cinco él solo, pero su perfecta imagen era dañada por el olor putrefacto que los perros habían dejado en él.

 

Asqueado del olor, disperso sus moléculas solo para luego aparecer en su recámara. El lugar casi no poseía muebles, pero lo que había era de un exquisito acabado del siglo XIV. En las paredes solo había hermosas fotografías de paisajes naturales a plena luz del día. Aunque oscuro por la falta de luz, aunque tampoco se preocupó por encenderla, ya que podía ver perfectamente de noche.

 

Hibari se quitó toda la ropa y la dejo sobre la falsa chimenea, antes de chasquear los dedos y hacer que esta se incendiaria, si iba a ver a Tsuna, no podía acercársele con algún rastro demoniaco, su pareja era un humano con autoestima muy frágil y acercársele con alguna esencia demoniaca podía llevarlo al suicidio, para nadie era un secreto que los hellhoud eran los encargados de buscar las almas de los humanos para llevarlos al infierno y de causar que más de una persona se suicidara al ser guiado por su voz.

 

Al salir del baño de agua caliente entro en su habitación con la ropa ya hecha ceniza y con su cuerpo libre de todo mal. Camino hasta el vestidor donde tomo algunas de sus prendas sin impórtele su forma, toda su ropa era elegante y perfecta para combinar con cualquiera, su padre era en cierta forma maniático en mandarle con cierta frecuencia ropa y más regalos innecesarios.

 

Listo para salir tomo un rolex de oro blanco que había comprado hace algunos días, era liviano y se adaptaba a su muñeca como un guante. Miro la hora, eran exactamente 15 minutos antes de que finalizaran las clases noctuna.

 

Odiaba el apareamiento, pero luchar contra él era algo imposible, solo le quedaba aguantar sus ganas de reclamar completamente a Tsunayoshi.

 

...

 

 

-¿Estás listo decimo?- Tsuna se sorprendió al ver a Gokudera esperándolo.

 

-Si, ¿Me estabas esperando?- Le pregunto sorprendido

 

-Si, es más entretenido ir acompañado que solo, además vivimos por el mismo recorrido - Tsuna no pudo evitar sonreír, hacía tiempo que no sabía lo que era ir con alguien se regresó a su casa.

 

-Si, lo es.

 

Ambos empezaron a caminar hacia la salida, Gokudera estaba empezando a hablar sobre lo que le parecía Namimori, Tsuna solo podía oírlo divertido.

 

Pero la alegría del momento no duro mucho; al salir del edificio y al acercarse a la salida de los terrenos de la escuela, la presencia feroz de Hibari estaba esperándolo. Al irse acercando a él no pudo evitar ponerse cada vez más nervioso, al estar frente a frente Tsuna se agarró la tela del estómago, estaba empezando a sentirse mal, Hibari le había visto con Gokudera.

 

-Hola Hibari- Le saludo bajando la vista.

 

-Vamos, el auto no está lejos- Le ofreció su mano para que le acompañara.

 

-¿Auto?- Tsuna miro a Gokudera pidiéndole  silenciosamente ayuda, pero solo recibió como respuesta un gesto de la mano como despedida.

 

-Nos vemos decimo- Le dijo antes de empezar a caminar  hacia la parada del metro.

 

-Vamos, ya es lo bastante tarde como para que andes en la noche.

 

-... Tú fuiste el que me obligo a ir a esas clases con Kurakabe

 

-Si, estoy muy ocupado como para explicarte, por lo que le pedi a los herbívoros que te cuidaran y enseñaran, hasta que puedas vivir en nuestro mundo sin riesgos – Cansado de esperar a que Tsuna tomara su mano, se aventuró a tomar la del castaño disfrutando así la pequeña y suave mano entre la suya.

 

-¿A dónde me llevas?- Le pregunto alterado, Hibari le estaba llevando a un camino distinto que el de la parada.

 

-Te dije que el auto estaba cerca- Le respondió sin mirarlo.

 

-¿Auto?- Tsuna no necesito preguntar ¿Cuál auto?, ya que al llegar a la esquina pudo ver un elegante Audi negro con detalles cromados.

 

Al acercarse Hibari abrió el auto con el interruptor del auto y le abrió la puerta a Tsuna ofreciéndole así el lugar.

 

-Gracias- Le dijo dudoso.

 

El hecho que Hibari empezara a conducir sabía que no debía sorprenderle, pero Hibari no parecía tener más de 16 u 17 años, pero al saber que el vampiro fuera mucho mayor que eso aun le afectaba.

 

-¿Hibari?- Le llamo antes de empezar a jugar con sus dedos.

 

-Dime herbívoro- Le respondió sin apartar la vista del camino.

 

-¿Qué edad tienes? - Le pregunto un poco temeroso de que eso le ofendiera.

 

-¿En qué año estamos?

 

-2014 -Le respondió y preparándose para la respuesta del vampiro.

 

-En la segunda guerra mundial fueron 100... 179 años según al calendario humano, para los vampiros eso sería unos 17, para nosotros la edad no se mide en años sino en décadas.

 

Tsuna solo pudo palidecer antes tomar el asunto y sentir que todo le daba vueltas.

 

-Eres mucho mayor que mi abuelo- Le dijo en un hilo de voz

 

-Los vampiros vivimos tantos años como queramos- Le respondió tranquilamente antes de tomar la autopista.

 

-Este no es el camino a mi casa le dijo cuándo se percató que estaban saliendo de los suburbios.

 

-Lo sé, solo quiero pasar un tiempo contigo sin que estes temblando con cada palabra que digo.

 

-... Pensé que te desagradaba - No supo cómo fue capaz de decirle eso, pero Hibari tenía razón en algo, era presa del pánico y del miedo al estar junto al vampiro en el automóvil

 

-Eres un herbívoro, yo devoro herbívoros, no es que este muy feliz de que mi pareja sea un herbívoro, pero debo agradecer de tener una.

 

-Lo haces sonar más como si yo fuera tu responsabilidad

 

-Lo eres- Esas dos simples palabras hicieron que Tsuna se empezara a sentir mal. No es que le alegra ser la pareja de un vampiro, bueno, un muy aterrador y atractivo vampiro.

 

Realmente eso de las parejas le estaba empezando a afectar, no solo pensaba que Hibari era atractivo, sino que ese aire amenazante le parecía fascinante

 

-"Genial, solo yo soy capaz de sentirme atraído por un vampiro que quisiera estar con cualquier otra persona menos que conmigo"-Sonrió tristemente para si -"Ya debería estar acostumbrado, no culpo a Hibari por no quererme como su pareja"

 

-Deja de pensar cosas deprimentes

 

-¿Estás leyendo mi mente?- Le pregunto de mala gana

 

-Puedo leer la mente, pero te aseguro que no he leído tu mente, solo necesito ver tu cara para saberlo

 

-No deberías apartar tu mirada de la vía

 

-No lo he hecho herbívoro- Le dijo sin dejarle ver a Tsuna la pequeña sonrisa que se estaba formando en sus labios.

 

-... Has lo que quieras - Tsuna cruzó sus brazos y empezó a mirar por la ventana, la cuidad estaba muy activa para ser una jueves en la noche.

 

Los minutos pasaron hasta que Hibari paro el auto en pleno centro.

 

-¿Qué paso?, ¿Por qué paramos?- Le pregunto mirando a ambos lados de auto esperando ver algo fuera de no normal, pero la vida nocturna parecía como cualquier otra.

 

-Bajete, ya llegamos- Tsuna le agarro del brazo y detuvo a Hibari se bajarse del auto.

 

-Dijiste que me llevarías a mi casa y que solo estabas conduciendo para hablar conmigo, ¿Por qué estamos aquí?

 

-No eres muy confiado ¿no es así?- Tsuna se avergonzó al punto de soltar el brazo de Hibari y bajar el rostro a su regazo, pero al sentir la mano del vampiro jugar con su cabello le hizo subir la mirada otra vez- Hibrid me informo que te gustan las cosas dulce, y el café de allá tiene los mejores dulce de la cuidad- Hibari le indico con la cabeza un pequeño local decorado a los Pop art.

 

Curioso por la extraña invitación de Hibari le siguió hasta entrar al local. El lugar estaba, si bien lleno de jóvenes universitarios, no estaba del todo concurrido, por lo que se podía caminar entre mesas tranquilamente. La agradable música de Kaskade al interpretar Atmosphere (http://www.youtube.com/watch?v=HnizE7mzS1Y ) junto con los coloridos pero no exagerados colores de la decoración hicieron que poco a poco Tsuna se relajara. La mesera les llevo hasta una apartada y modesta mesa para dos. La mesera les dejo un menú y se retiro diciendo que vendría en unos minutos por sus órdenes.

 

Los postres iban desde sencillos pie de manzana, limón, durazno, mora y fresa, marquesas de todo tipo; hasta complicados postres como un Mont Blanc, Volcán Ferrero, Creme brulee y demás postres. El lugar tenía una variedad de postre impresionante, hasta de dulces que jamás en su vida había probado.

 

-¿Ya decidiste algo que comer?

 

 -No, hay tantas cosas que no se por cual decidirme- le dijo nervioso, en parte por lo que le había dicho y la otra mitad por los costo de estos.

 

-Elije lo que quieras, siempre podemos regresar cada noche a probar uno distinto si quieres.

 

-No gracias, no quiero abusar de tu bolsillo “Sin contar que me gustaría mantenerme alejado de ti lo más posible”

 

-Si no quieres, entonces pediremos todo el menú y lo que no te comas lo pediremos para llevar

 

-¡¿Qué?!- Tsuna no pudo evitar levantarse de su asiento y mirar a Hibari de forma alarmante- Eso es mucho, hasta para mí – necesitaba una salida, por lo que había aprendido de Hibari en esta semana sabia que el vampiro era capaz de cumplir su palabra, sin impórtale mucho lo que él quisiera- Hagamos algo, si yo pido algo tú debes pedir algo para ti también y comerlo – Era un genio, no era que supiera mucho de vampiros pero, sabía que los vampiros no eran capaces de comer.

 

-Es un trato Herbívoro- Le dijo con una lobuna sonrisa que a la cual Tsuna le costó creer.

 

Para cuando la mesera había regresado con sus postres Tsuna había pedido una simple torta de Mouse de chocolate blanco y negro, con un toque de ron, y Hibari había pedido un volcán Ferrero acompañado de una bola de helado de fresa. Pero cuando la mecerá les sirvió una bandeja aparte dos tazas de café con crema batida, bella mente decorado como dos gatos, uno saltando a la taza del otro. Tsuna no pudo evitar sonreír y pensar que sería una lástima tener que beber de esas tazas de café

 

(Como a la autora le dio antojo de postre luego de escribir esto y al ser tan tarde no podía salir comer, decidio tortura a sus lectores publicando esto http://foto.pixmac.es/4/postre-gourmet-dessert-pixmac-foto-86055498.jpg Mouse de chocolate, esto http://desmond.yfrog.com/Himg735/scaled.php?tn=0&server=735&filename=d4hgcd.jpg&xsize=480&ysize=480 el volcán Ferrero y por ultimo esto https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.net/hphotos-ak-prn1/t1/s403x403/1069854_10153765212705285_1127399892_n.jpg )

 

-Tu primero – Le indico Hibari a Tsuna.

 

Al probar el primer bocado de la torta de chocolate Tsuna supo porque ese lugar era famoso por sus postres, la dulce y suave textura del mouse se mesclaba de forma tal sutil en su paladar con el toque de ron que no le importo gemir levemente ante la presencia de Hibari. Feliz por tal manjar miro a Hibari entusiasmo y una felicidad de la cual era difícil reconocer en Tsuna.

 

Aunque Hibari no quisiera admitirlo, se estaba acostumbrando a tener a su herbívoro a su alrededor y verle con esa expresión feliz, hasta empezando a convertirse en uno de sus nuevos hobbies, lástima que iba tener que aguantar comer ese dulce, pero si el herbívoro iba jugar ese juego, él también lo haría, pero no se irían hasta que Tsuna se comiera todo.

 

 

 

Para cuando la semana empezó el Lunes, Tsuna tenía a un animado Gokudera hablando sobre los mangas que había ido a recoger ayer domingo a su casa, cuando le había invitado a ir. Pero jamás espero a que el albinos se apareciera a las 8 de la mañana, su madre aun no había preparado el desayuno, pero al ver Gokudera no dudo en servir otro puesto en la mesa. Todo el día hablaron sobre tonterías y de las cosas que le agradaba a cada uno, aunque no compartían los mismo gusto, a Tsuna le agradaba pasar tiempo con Gokudera, aun no podía quitarle ese molesto sobrenombre que la había puesto.

 

                Luego de esa semana juntos, Tsuna había aprendido que Gokudera es un genio, le había ayudado en clase en más de una ocasión con física, química e ingles, odiaba que las personas que se le acercaran para saber de su vida, por eso era tan arisco con la personas y más con las chicas. Si bien le parecía todo un personaje, era la única persona a la cual podía hablar sobre Hibari tranquilamente y sobre sus dudas sobre el mundo paranormal.

 

                Esa mañana del lunes al empezar clases, luego de que Tsuna llegara su lugar y que Gokudera esquivara a las molestas compañeras de clases. Kyoko se acerco a Tsuna quien había dejado sobre el escritorio una copia del menú que Hibari le había dado desde la primera vez que había ido al café.

 

-¿Trabajas en la Dulcería Tsuna?- Le pregunto la chica alegremente, llamando así la atención de algunas compañeras de clases

 

-No, si trabajara ahí, creo que estaría más pendiente de comer los postre que de trabajar- Le dijo tímidamente

 

-¿Has logrado comer allí?- Le pregunto incrédula- He intentado ir con algunas amigas, cuando logramos juntar lo suficiente para probar algunos postres del menú, pero siempre el local está lleno; solo he podido probar los profiteroles de té verde que me trajo una vez mi hermano luego de ir a un cita en grupo, me das mucha envidia Tsuna

 

-Yo no creo que los haya aprobado- Dijo una de las chicas del salón

 

-Yo igual, es imposible que el dame-Tsuna haya logrado entrar a ese lugar y no yo- Dijo otra chica ofendida de que el inútil del aula fuera a ese lugar.

 

-¿Por qué no mejor se callan y se buscan otra vida? O mejor aun ¿Por qué no dejan de molestar el decimo y van a ese café?, es verdad creo que ninguna de ustedes tiene el dinero como para pedir un simple café con leche attacobottoni- Les dijo a las chicas, haciendo que todo miraran a Gokudera sorprendidos por la reacción del Italiano.

 

-En realidad yo vi a Sawada ir con su pareja el viernes y el sábado- Todos los presente fijaron su atención al pequeño pelirrojo de Enma- Siempre vamos de regreso a la casa, vemos el café y las ultimas noche he visto a Sawada comer ahí- Le dijo como si nada.

 

                Todas las chicas gimieron en frustración al oír no solo por una persona sino por dos que dame Tsuna no solo tenía pareja, sino que iba con regularidad al café de moda de la cuidad.

 

-Eso quiere decir que tu pareja es mucho mayor, No sabía que salías con una universitaria Tsuna – Dijo Kyoko con una sonrisa, haciendo que ahora que los chicos de clases se quejaran.

 

-¿Por qué asumes que salgo con una chica mayor que yo?- Le pregunto nervioso, no sabía cómo se había convertido esto en una disputa contra su persona a una discusión sobre su vida amorosa.

 

-Por lo general van universitarios y según mi hermano, el local siempre está lleno y casi siempre por chicas que van o por lo dulces o por ver a los meseros.

 

                Ni en sus más locos sueños, Tsuna jamás se imagino y mucho menos preparo para hablar de su vida amoroso en público, y más con la chica que era su amor platónico desde la escuela media.

 

-Si, Kyoko estas en toda la razón- La única salida a todo ese conflicto era aceptar la loca idea que le había venido a la castaña, no era que fuera buen mentiroso, pero no quería que todo indagara en su vida personal, ya era lo suficientemente complicada como para que todos en el escuela supiera que el tenia una especia de relación con la persona más aterradora de todo Namimori, Hibari Kyoya y que este era también un vampiro.

 

-Hola, ¿Me extrañaron?- Fue el saludo alegre de un moreno de corto y laceado cabello azabache y poseedor de una iris castañas. En su cara había una alegra y contagiosa sonrisa- Veo que me perdí de mucho – Dijo al ver caras nuevas en el salón de clase.

 

-Hey, Yamamoto, ya estábamos pensado que habías dejado la escuela y al beisbol- Dijo de los compañeros de clases al ver al as del equipo de beisbol de la escuela.

 

-No, hubo algunos problemas con la herencia de mi familiar y tuvimos que quedarnos un poco más- Rodeado por un par de compañeros de clases Yamamoto camino a su lugar, pero al pasar junto a Gokudera, miro fijamente al albino, sin poder evitarlo un leve gruñido salió de él y por lo que pareció una fracción de segundo los ojos de Yamamoto se habían pasado de un tono castaño a un color ambarino, como si de un lobo se tratase. Gokudera solo puedo reaccionar tensándose y mirando de forma desafiante a Yamamoto.

 

Ambos podían sentir como sus encías empezaban a picar por dejar salir sus colmillos, pero estaban rodeados de humanos, por lo que Gokudera recorrió a su único plan de escape en ese momento.

 

-Vamos decimo, necesito que me ayudes a buscar unas partituras- Tomo a Tsuna de la muñeca y lo arrastro fuera del aula. No paro de llevar a Tsuna entre los pasillos hasta llegar a la azotea de la escuela.

 

                Al llegar Gokudera soltó la mano de Tsuna y se apoyo de sus rodillas antes de dejar salir sus colmillos y rugir como un felino. Necesitaba calmarse, necesitaba respirar hondo e intentar borrar ese aroma de su sistema, pero le iba ser imposible, él estaba en la misma habitación que él y para colmo, era un lobo. No solo iba tener que verlo en las clases normales, sino que también en la noche.

 

                En definitiva la vida era una jodida perra, no solo había dejado Italia para huir de ella, sino que también había viajo al otro lado del país para evitar conseguirse con él, pero por lo visto el destino era un jodida perra que le gustaba jugar con las persona, o sino como podía explicarse que en lugar tan remoto como Namimori había conseguido a su pareja y de paso un lobo. En verdad toda su vida era un jodida tragedia que no podía complicarse más, no esperen si podía.

 

-¿Gokudera estas bien? – Fue la nervioso pregunta de Tsuna al acercase al albino, quien solo pudo negarle con la cabeza - ¿Quieres que llame algún médico?

 

-Descuida decimo, solo necesito unos minutos para calmarme, no puedo entrar al aula sin controlar mis sentidos y a mi leopardo de la nieves

 

(Sé que muchos de ustedes no les sorprendió, pero les matara ver a Gokudera así http://4.bp.blogspot.com/-sukMN1eWkwQ/UgAxxIvDpoI/AAAAAAAAF18/xr2bDkBGkOI/s1600/leopardo-nieve.jpg imaginen ronronear y todo –les mueve la ceja sugestivamente-)

 

-…¿Perdón?- Le pregunto sin tender nada de lo que Gokudera estaba hablando.

 

-Mi leopardo de la nieve, quiere morder a al recién llegado

 

-Pero si Yamamoto no ha hecho nada malo

 

-Lo sé, pero no puedo hacer nada, él es mi pareja y mi gato quiere reclamarle- Gokudera se enderezó un poco más calmado pero sin ocultar sus colmillos a Tsuna, le miro directamente a los ojos- Si, el chico que acaba de entrar es mi pareja.

 

-… ¿Pero si acaba de llegar como puede saberlo?- De una forma inesperada Tsuna había quedado del otro lado del moneda con eso de las parejas, ahora era él que veía a un cambia forma conseguir a su pareja.

 

-Cada razas tiene su forma particular de saber quien es su pareja, para los cambia formas y los vampiros nos los dice el olfato y no, no estoy confundido o equivocado, que mi leopardo reaccionara así solo quiere decir que él es mi pareja.

 

-Pero eso bueno ¿No?, según Kurakabe una pareja es algo sagrado, algo que todos desean y anhelan tener

 

-Sí, estas en lo correcto, pero en mi caso, no quiero tener pareja, es mas yo NO puedo tener una – Sonrió un poco burlón ante lo deprimente que era su vida- Vine a Namimori a huir de mis problemas y me consigo en este lugar el peor de todos – Se sentó abruptamente en el piso, apoyando sus codos en sus rodillas las cuales estaban doblabas a su pecho.

 

                Silenciosamente Tsuna se sentó a su lado y miro a sus pies, quería ayudar al albino, pero como le había dicho Kurakabe, Hibari y el mismo Gokudera, los emparejamientos eran sagrados y ninguna persona podía intervenir. Así que solo le quedo estar al lado del cambia forma, antes de hablar.

 

-Gracias- Le dijo suavemente.

 

Gokudera bajo el rostro y miro a Tsuna quien seguirá más interesado en ver a sus pies que a él- ¿Por qué decimo?

 

-Por ayudarme hace unos minutos en el aula, pensé iban insultarme como siempre que todos actuarían como si nada

 

-¡Eres un tonto Tsunayoshi!- El escuchar a Gokudera pronunciar su nombre por primera vez le hizo mirarle sorprendido – Te dejas agredir por unas attaccabotti

 

-¿Ataque de qué? – Le pregunto sin entender nada lo que le dijo al final

 

-Attaccabottoni es una palabra que usamos en Italia para ofender, la usamos para referirnos a alguien fastidioso, que no se despega, esas chicas son unas attaccabotti y con respecto a los de defenderte – Gokudera fruño un poco el ceño- No es normal entre los amigos cuidarse lo unos a los otros.

 

-¿Me consideras tu amigo?- Le pregunto incrédulo y emocionado a la vez, sabía que no debía hacerse ilusiones, pero Gokudera el primer amigo que hacía en mucho tiempo y le era imposible no emocionarse por la noticia

 

 

-Claro decimo- Gokudera le revolvió el cabello a Tsuna como gesto de juego cariño

 

-Entonces déjame de llamarme así, me hace sentir que soy no sé, una rata de laboratorio

 

-No es que lo haga de mala intensión, pero era la decima persona que ha llegado a agradarme realmente, se podría decir que es tu apodo- Aun que había avisto sonreír a Gokudera, se podía decir que esta era la primera vez que realmente sentía al albino reía realmente.

 

-Tu también me agradas Gokudera- Le dijo feliz de por fin luego de tanto tiempo, tener a alguien a quien llamar amigo. 

Notas finales:

Bueno, yo mañana regreso a clase mi ultimo semestre deseenme suerte ;A;/

Otra vez dejo mi twitter por si quieren hablarme @rionarose

Ya para finalizar, respondi sus reviews, gracias por dejarlo, me alegran el día en clase, como dije seguire escribiendo y actulizando de a poco. Este fics "corto" dejo de serlo hace MUCHO, por lo que debo escribir y releer lo que publico para no dejar ningun cabo suelto.

Ahora sobre ¿Qué es Tsuna? y ¿Qué malformacion tiene Tsuna?, eso se ira explicando poco a poco, solo paciencia niñ@s.

Sin nada mas que decir, besos y buenas noche :3


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